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Así funciona la «educación patriótica» que dictan a niños en China

Redacción: Meganoticias

Una de las formas de mantener el orden y la obediencia en las poblaciones futuras de China es el trabajo de formación ideológica que inicia en la edad escolar. Y más aún, en las aulas del pre escolar.

Las directrices, emitidas conjuntamente por el Comité Central del Partido Comunista y el Consejo de Estado, definen el patriotismo no solo como el amor a la patria, sino también al socialismo y al Partido Comunista.

«Debemos mantenernos firmes al insistir en que el liderazgo del Partido Comunista y continuar en el camino del socialismo con características chinas son las garantías fundamentales (para que China) logre la prosperidad nacional», reza la introducción de las directrices.

En los diversos niveles educativos existen cursos de “patriotismo rojo” donde se les explica cómo se gestó y conquistó la llamada “revolución china” con el objetivo de enaltecer el nacionalismo y formar ciudadanos comprometidos con las líneas del partido.

El gobierno chino ha establecido una relación muy estrecha entre el interés nacional y la militancia por el Partido Comunista Chino (PCCh). Desde 1949, las autoridades políticas vienen adaptando y promoviendo enfoques del sistema educativo de acuerdo con las circunstancias que puedan amenazar la legitimidad de la nación.

Como se sabe, China es un país continente, con más de mil 200 millones de habitantes, con culturas plurales, dialectos y accesos controlados a la educación, la tecnología y las libertades individuales.

No importa dónde haya nacido, la sangre de mi patria siempre fluye dentro de mí. No importa si estoy vivo o muerto, esto nunca cambiará. Por todo ello, me comprometo a amar a mi patria», afirman en coro un curso de niños en edad preescolar siguiendo a su maestro, quien hacía un juramento a China y a su liderazgo.

El Gobierno, según reporte de Wang Yong para Bitter Winter, les exige a las escuelas que sometan a los niños a educación y adoctrinamiento ‘rojos’ “porque quieren cultivar sucesores del Partido Comunista”, afirmó un padre, expresando su descontento ante tales actividades.

“El Partido simplemente educa a los niños pequeños de una manera sumamente engañosa y los incita a estar en contra de Japón, Estados Unidos e incluso de todo Occidente”, dijo en línea un internauta chino el año pasado.

Este ejemplo de “educación patriótica” tuvo lugar en la localidad de Yongxiu, en la ciudad de Jiujiang, en la provincia suroccidental de Jiangxi, pero la experiencia es un concepto de aplicación nacional.

Además de los contenidos de tipo histórico, hay adaptaciones a la realidad actual que son aceptados y promovidos. Por ejemplo, las nuevas directrices enfatizan la necesidad de adoptar nuevas tecnologías, como la realidad virtual y la realidad aumentada con más énfasis en los adolescentes.

Fuente: https://www.meganoticias.cl/mundo/286879-educacion-patriotica-para-ninos-en-china-1ab.html

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Las algueras de Zanzíbar: feminismo e innovación a orillas del Índico

África/Tanzania/12 Diciembre 2019/El país

El cultivo y venta de plantas marinas, un sector herido de muerte por la crisis climática, constituye el salvavidas de unas 23.000 mujeres en un archipiélago tanzano. Es la tercera mayor industria del país

Maryam Pandu se viste como un animal al que le gustaría pasar inadvertido en el ecosistema que le da de comer. La túnica que le cubre es azul marino, y azul celeste es el turbante que la protege del sol. Su misma voz es acuosa y profunda, capaz de empapar a todo aquel que le pregunta por qué entrega su vida al mar.

«Nos dedicamos a esto porque por lo menos podemos sacar algo de dinero, a diferencia de otros negocios a los que (como mujeres) nos resulta muy difícil acceder», explica esta alguera de Bwejuu, poblado situado en el sureste de Zanzíbar, y quien lidera una especie de cooperativa formada por otras veinte compañeras.

El cultivo y la venta de algas marinas —un sector herido de muerte por la crisis climática— constituye el salvavidas de cerca de 23.000 mujeres en este archipiélago tanzano, llegando a ser la tercera mayor industria solo por detrás de la exportación de clavo y del turismo de playas cristalinas.

Un negocio despreciado por los hombres que, sin embargo, otorga a miles de mujeres como Pandu (incrustadas en una sociedad musulmana altamente conservadora y tradicional) cierto poder monetario y una mínima independencia.

Una mujer recoge un cultivo de algas a orillas del océano Índico en Bjwejuu.
Una mujer recoge un cultivo de algas a orillas del océano Índico en Bjwejuu. PATRICIA MARTÍNEZ EFE

«En una sociedad musulmana no se espera que la mujer salga de casa. Pero en 1989 llegaron las primeras algueras a Zanzíbar e hicieron algo realmente extraño: dirigirse al océano, cuando todos sabían que eso era cosa de los hombres», recuerda Flower Msuya, investigadora del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de Dar es Salaam.

«El cultivo de algas marinas ha empoderado a las mujeres. Si el esposo es un pescador, él traerá pescado y ella comprará arroz; o compartirán los gastos educativos y médicos de los hijos. Ahora son personas capaces de hacer algo, de ayudar, e incluso algunas se han convertido en lideresas», continúa Msuya.

Mucho más que sushi

Nada interrumpe la tranquilidad de Bwejuu mientras las cinco mujeres aguardan a la sombra a que baje la marea para poder dirigirse al mar. Niños en bicicleta zigzaguean entre altas palmeras, algún burro rebuzna con esmero, coloridas coladas se apagan bajo un ardiente sol.

Su alto valor nutricional es innegable, pero el 99 % de las algas marinas que produce Zanzíbar no se usa para consumo interno, sino que se exporta, entre otros, a países como Francia, Dinamarca o Estados Unidos, donde son procesadas y convertidas en gel de carragenina, un recurrido agente espesante.

«Indonesia, Filipinas, Japón o China producen decenas de millones de toneladas de algas marinas y se las comen en el desayuno, el almuerzo y la cena», detalla la científica marina Elizabeth Cottier-Cook. Pero la mayoría de las personas del mundo, sin saberlo, también las consumen: «La carragenina está presente en la cerveza, la pasta de dientes, el helado, el papel…».

Sin embargo, en los últimos años, cultivar algas marinas en Zanzíbar ha dejado de ser sinónimo de buena cosecha. La variedad de alga por la que las mujeres obtenían más dinero, la eucheuma cottonii (que posee una mayor concentración de carragenina) no soporta las aguas superficiales tan cálidas de hoy en día próximas a los 38 grados centígrados.

Los océanos del mundo se están calentado un 40% más rápido de lo previsto, según alertaron científicos en un nuevo estudio publicado en la revista Science. Absorben del 93% del calor que se queda en la atmósfera atrapado por los gases de efecto invernadero, pero las consecuencias son devastadoras. Las pestes y las enfermedades en el caso de las algas se han vuelto comunes. Cottier-Cook, a través de un programa de la Asociación Escocesa de Ciencias del Mar, lleva años formando en materia de bioseguridad a algueras de Tanzania, Filipinas o Malasia para que sepan cómo actuar cuando esto ocurre.

«Antes plantábamos cada dos semanas y contábamos otras cuatro hasta la recolección. Ahora, debido al cambio climático necesitamos el doble de tiempo, lo que significa que la productividad ha caído de forma drástica», explica el comerciante Haji Saidi, quien compra la mercancía a estas algueras y se la vende a una filial danesa.

Como muchos otros países de África —azotados por ciclos cada vez más cortos de sequías e inundaciones, y por ende, de hambruna y muerte— Zanzíbar nota cada día más los efectos de una crisis de la que no es responsable. El nivel tanzano de emisiones de dióxido de carbono no supera el 0,03%.

Nuevas tecnologías y crisis climática

Msuya todavía recuerda cuando la temperatura superficial de las verdosas aguas del Índico no superaba los 30 o 31 grados y las algas crecían sanas. Apenas tiene que remontarse una década atrás; el mismo tiempo que lleva investigando cómo desarrollar nuevas tecnologías que se adecúen a unas condiciones climáticas más arduas. «Si el cultivo de algas se trasladase a aguas más profundas la temperatura sería óptima para el crecimiento de la alga cottonii«, revela la científica tanzana sobre algo que ya se hace en el sureste asiático. «Pero aquí las mujeres no saben nadar y, además, se necesitarían barcas. Eso requiere dinero, chalecos salvavidas, recursos. Algunas están incluso dispuestas a aprender a nadar, no para llegar a nado hasta la zona más profunda, pero porque dicen que así se sentirían más cómodas», explica.

Sin embargo, antes de dar forma a retos del futuro, muchas de las algueras todavía dan vida a dificultades más propias del pasado o de un presente que apenas cambia. «El precio de venta es bajo y nos falta equipamiento», detalla Nali Hassan. «A veces entramos en el mar sin ningún tipo de zapato y hay plantas venenosas y erizos. No tenemos tratamiento y cualquier percance puede dejarte parada durante seis meses», añade. Y estar parada significa regresar a la pobreza, a la dependencia económica, al no ser nadie fuera del hogar. «El dinero que ganamos solo es una ayuda, no nos satisface y no es suficiente; pero al menos es algo», reflexiona Hassan.

La brusca caída en la producción de los últimos años hizo, por el contrario, que el precio de venta aumentase de forma significativa, y ahora un kilo seco de algas marinas puede llegar a alcanzar los 25 centavos de dólar; 40 el de cottonii. Cantidades nada despreciables en una población en la que el salario medio no supera los 250 dólares al mes, pese a que estas mujeres raramente ganan más de 40 dólares.

Hace tres décadas un grupo de mujeres de Zanzíbar se adentró en un lugar reservado para los hombres.
Hace tres décadas un grupo de mujeres de Zanzíbar se adentró en un lugar reservado para los hombres. PATRICIA MARTÍNEZ EFE

Con ingenio ante la escasez, Msuya lleva años enseñando a centenares de algueras tanzanas -a través de una agrupación que creó en 2006 y de la que también forman parte compradores, funcionarios del Gobierno o académicos- a que generen valor añadido a través de la elaboración de productos como polvo, mermelada o cremas hidratantes de algas. «Ahora podemos comer mermelada de algas, hacer jabones y ensaladas. Esto nos permite ayudar a la familia y tener algo de dinero para nosotras mismas», subraya Maryam, convencida de que seguirá cultivando los mares hasta que el cambio y su cuerpo se lo permitan.

«Seguiré haciéndolo hasta que sea tan vieja que ya no pueda ni caminar. Por lo menos ahora no tengo que rogar a nadie para poder comer y dependo de mí misma».

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/12/03/planeta_futuro/1575380097_314060.html

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Eva Bach y Montse Jiménez: “No hay que dar la espalda a los cambios aunque supongan reaprender”

En su libro ‘Madres y padres influencers’ Eva Bach y Montse Jiménez aportan 50 herramientas prácticas para comprender el mundo en el que viven los jóvenes y convertirse en una figura influyente en sus desarrollo.

¿Alguna vez te has preguntado cómo comprender y hacer que los adolescentes de hoy te comprendan? ¿O cómo educarles de la mejor manera posible en un mundo que se presenta cambiante? Eva Bach y Montse Jiménez son educadoras y madres y han unido su experiencia a la opinión de más de 1.500 jóvenes en el libro ‘Madres y padres influencers’. En él presentan 50 herramientas prácticas para entender los conceptos y actitudes de la Generación Z (estudiantes nacidos entre 1994 y 2010), y otras para conseguir llegar al corazón de los adolescentes, ser una figura influyente para su desarrollo y reaprender a educar.

Pregunta: ¿Deberían manejarse con soltura los padres actuales en las nuevas tecnologías?

Respuesta: No solo eso, sino que deberían estar por delante de sus hijos en todos aquellos aspectos que conciernen su educación. Deberían disponer de aquellas habilidades, recursos y herramientas que los ayudaran a hacer un buen guiaje y orientación en aspectos esenciales para el buen desarrollo de la persona.

En nuevas tecnologías, seguramente será muy difícil estar por delante en habilidades técnicas, pero quizá no sea este el objetivo sino el preguntarse cómo acompañar a nuestros hijos en la gestión del tiempo, el desarrollar pensamiento crítico, el educar en el saber elegir… Lo que está claro es que no hay que dar la espalda a cualquier tipo de cambio aunque para nosotros suponga el desaprender para reaprender de nuevo. Debemos estar por delante en madurez en general y en madurez emocional en particular, y también en cuanto a lucidez, a aportar sentido y a representar modelos de vida coherentes y atractivos.

R: En la adolescencia concurren tres tipos de factores: en primer lugar, los naturales de la propia etapa psicoevolutiva. Estos son los mismos que hace 30 años. Por ejemplo, el pleno despertar vital y la necesidad de tomar las riendas de la propia vida que la adolescencia supone, con las emociones intensas y complejas que todo esto conlleva. En segundo lugar, los factores contextuales propios de cada época: sociales, culturales, políticos, económicos o laborales.

Estos varían y actualmente estamos ante cambios de paradigma muy grandes a todos niveles. Estamos creando nuevos modelos no solo de relación interpersonal, ciudadanía y participación democrática o conciencia ecológica, que ahí es nada, sino incluso un nuevo modelo de un ser humano metaconectado y emocionalmente consciente e inteligente. Y tenemos ya a muchos adolescentes comprometidos con esta labor. Finalmente, los factores familiares y personales, absolutamente singulares y diferentes en cada caso, que les hacen únicos e irrepetibles.

Eva Bach y Montse Jiménez. Padres y madres influencers

P: ¿Qué papel ocupa el smartphone en la educación de los jóvenes?

Por otro lado, podemos tener el mejor smartphone del mercado y no estar a la altura de lo que los jóvenes necesitan. Tener un smartphone por el solo hecho de tenerlo no garantiza nada. Si es una plataforma para acercarnos a nuestros jóvenes, saber qué les interesa, qué ven, qué se descargan y cómo interactúan, entonces es una buena herramienta. No tenerlo por el solo hecho de desconsiderar la herramienta y lo que implica nos puede alejar de la realidad no solo de los jóvenes sino de nuestro entorno y de un mundo que inevitablemente está hiperconectado.

P: ¿Qué consejo le daríais a las familias que no estén al día en las nuevas tecnologías?

R: Que se acerquen a los adolescentes de su entorno, que vean en la tecnología las oportunidades que puede ofrecer. Que se preocupen por el entorno virtual en el que sus hijos se mueven. Solo así podremos hacer el acompañamiento necesario e imprescindible para evitar el ser absorbidos por el ‘lado oscuro de las tecnologías’, que existe y que no deja de ser ‘el lado oscuro’ de las personas, solo que magnificado y aumentado por las posibilidades de la herramienta.

Si no se acercan por desconocimiento o desinterés, entonces les recomendaríamos que se acerquen y que intenten descubrir qué buscan y qué encuentran los jóvenes en ellas, porque solamente desde el conocimiento, el interés y la sintonía emocional con ellos (desde nuestra dimensión común de personas), lograremos ser referentes válidos y creíbles para educarlos.

P: ¿Grupos de WhatssApp de padres sí o no? ¿Por qué?

R: El problema no son los grupos de WhatsApp. El problema es el uso que hacemos de ellos. La interacción debería de ser siempre constructiva, positiva, asertiva y respetuosa, entre otras.

Y, por encima de todo no debería usarse para demonizar la escuela o el profesorado, ni para desmerecer la tarea educativa sino para reforzar nuestro vínculo, nuestra comunicación. Tampoco deberían de ser la agenda escolar de los deberes de nuestros hijos. Con estas actitudes les invalidamos y además no favorecemos para nada una educación responsable y autónoma.

P: Afirmáis en el libro que, además de las nuevas tecnologías, hay otros conceptos que es necesario aprender como ‘poliamor’, ‘Tinder’ o ‘rayarse’. ¿La educación que nos dieron nuestros padres en casa ha quedado totalmente obsoleta?

R: Estos conceptos son palabras que lo que hacen es definir nuevas maneras de ver, vivir y entender el amor, las relaciones, el vínculo o la comunicación. La educación de nuestros padres era la educación de los tiempos de nuestros padres. En el libro citamos al pensador y filósofo Michel Serres cuando dice: “Antes de enseñar cualquier cosa, a quien sea, al menos es necesario conocerlo. ¿Quién entra hoy en la escuela, en el instituto, en la universidad?”

Sin embargo, la transmisión de valores universales, esenciales para la vidano está nunca obsoleta. Y a todas las generaciones sin excepción, nuestros padres, maestros y mayores nos los han transmitido. Esos mensajes hay que identificarlos, reconocerlos y pasarlos a las nuevas generaciones. Cualquier nueva forma de relación debe apoyarse en ellos y ceñirse a una serie de criterios fundamentales. Si sufrimos o hacemos sufrir, vamos mal. Si nos lastimamos o herimos a otros, o bien lo negativo pesa más que lo positivo, o lo que vivimos nos resta alegría, fortaleza, plenitud, dignidad, empatía, habrá algo que aprender y reconducir, y tenemos la responsabilidad moral de hacerlo.

R: Una educación demasiado autoritaria se basa en una emoción muy poderosa que es el miedo. Se puede aprender desde el miedo, por supuesto, pero hoy en día la neuroeducación nos muestra que se aprende mejor desde el placer y la alegría. Ambas contribuyen mejor a la motivación, a que sea más significativo y se grabe mejor lo aprendido, y a poder recuperarlo y utilizarlo más eficazmente. Pero es que además, es mejor educar por la alegría de educar que educar para imponer deberes u obligaciones. Si nuestro único empeño en enseñar cosas y que nos obedezcan, lo vamos a pasar mal todos. Si en cambio tratamos de crear y compartir instantes bonitos de vida mientras educamos, no solo van a aprender mejor, sino que vamos a disfrutar más de la vida y del regalo de tenernos. Muchas veces somos inflexibles porque estamos tan obcecados en cómo tienen que ser el día de mañana, que nos olvidamos de disfrutarlos cómo son hoy. La vida ya es, no es algo que será cuando terminemos de educarlos.

P: ¿Cómo conseguir que los padres se conviertan en esa figura ‘influyente’ que los adolescentes asocian a personas que salen en las redes sociales?

R: No hay que conseguirlo. ‘Influencers’ ya lo somos y así lo ratifican los propios chicos y chicas a los que hemos entrevistado para nuestro libro. Hemos escuchado a 1.500 y hemos constatado que un 75% siguen a uno o más influencers. Pero sorpresa. Cuando les preguntamos a quién admiran de su entorno cercano, un 80% responden a alguien de su familia. Padre y madre suman el 60% y luego hay abuelas/os, tías/os, etc. Además, sabemos que la influencia de la familia, sumando herencia y ambiente, genética y educación, suma más del 50%. Por tanto, nosotros ya somos sus primeros y primeras influencers. Y con nuestro libro lo que pretendemos es, por un lado, que padres, madres, educadores/as y familia en sentido extenso se lo crean. Y, por otro, ofrecerles herramientas para que ejerzan la mejor de las influencias, que tengan conocimientos, claridad y recursos personales para que las cosas bonitas y buenas que tienen que pasar en las vidas de los jóvenes, pasen. Para ello hay que empoderarles para que sean ellos y ellas quienes puedan elegir las mejores influencias para sus vidas.

Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/dar-espalda-cambios-reaprender-de-nuevo/118781.html

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El Banco Mundial se ha propuesto reducir a la mitad la «pobreza del aprendizaje»

Redacción: Diario Responsable

Este concepto se define como el porcentaje de niños de 10 años que no pueden leer y comprender un relato simple, algo que le sucede a más de la mitad de los niños que viven en países menos desarrollados. En los países pobres, esta proporción se eleva hasta el 80%, según datos de la UNESCO.
Esta nueva meta se corresponde con los esfuerzos encarados en el marco del Proyecto de Capital Humano con el propósito de generar el compromiso político necesario para acelerar las inversiones en las personas. Gran parte de la variación del Índice de Capital Humano (que se utiliza para medir los avances de los países respecto de la salud, la educación y la tasa de supervivencia de su población) obedece a las diferencias en los resultados educativos. “Alcanzar esta meta de aprendizaje es fundamental para lograr nuestra misión”, según David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. “Para abordar la pobreza del aprendizaje será necesario implementar reformas integrales que permitan garantizar que los recursos internos se utilizarán de manera eficaz. La meta señala la urgencia de realizar inversiones para lograr una mejor enseñanza y mayor coordinación en las prioridades fundamentales del aprendizaje”.

Y según Annette Dixon, vicepresidenta de Desarrollo Humano del Grupo Banco Mundial, “en muchos países se ha eliminado casi por completo la pobreza del aprendizaje, con niveles inferiores al 5 %. Pero en otros es sumamente elevada. Estamos poniendo en peligro el futuro de muchos niños. Esta situación es moral y económicamente inaceptable. Con esta meta de aprendizaje se busca impulsar los esfuerzos para lograr un objetivo ambicioso pero alcanzable”.

Varios países en desarrollo muestran que es posible avanzar con rapidez. En Kenya, se han hecho progresos gracias a las actividades de capacitación para docentes facilitadas mediante la tecnología, las guías para maestros y la entrega de un libro de texto por cada niño (en inglés y en kiswahili), con contenidos adecuados al nivel de los alumnos. En Egipto, el Gobierno modificó los planes de estudio y sus sistemas de evaluación, de manera que ahora se evalúa a los alumnos durante todo el año. Aquí, el elemento principal de las reformas se centró en el aprendizaje y ya no en la obtención de un certificado escolar. Y en Vietnam, los notables resultados del aprendizaje se atribuyen a la aplicación de un plan de estudio de alcance nacional claro y explícito, a la disponibilidad casi universal de libros de texto y al bajo nivel de ausentismo de alumnos y docentes. En muchos otros países, las mejoras siguen siendo preocupantemente lentas. Aun si los países logran reducir sus niveles de pobreza del aprendizaje al ritmo más veloz registrado en los últimos 20 años, el objetivo de acabar con ella no podrá alcanzarse para 2030.

El Banco utilizará tres pilares de trabajo para ayudar a los países a alcanzar esta meta y mejorar los resultados del capital humano de su población. En primer lugar, un paquete de políticas de alfabetización conformado por intervenciones de nivel nacional probadamente eficaces para promover en gran escala la competencia en lectura. Esto supone garantizar el compromiso político y técnico con la alfabetización, asentado sobre planes adecuadamente financiados; garantizar la enseñanza eficaz para lograr la alfabetización mediante una pedagogía eficaz y fuertemente estructurada; preparar a los docentes para que enseñen en el nivel adecuado y brindarles capacitación práctica en las propias escuelas; garantizar el acceso de todos los niños a los libros de texto y de lectura, e impartir la enseñanza en el idioma natal de los alumnos.

También un enfoque renovado sobre la educación que fortalezca los sistemas educativos en su totalidad, de modo que las mejoras en el nivel de alfabetismo puedan sostenerse y ampliarse, y puedan lograrse también los demás resultados educativos. Este enfoque abarca cinco pilares: i) alumnos preparados y motivados; ii) docentes eficaces y valorados; iii) aulas equipadas para el aprendizaje; iv) escuelas seguras e inclusivas, y v) sistemas educativos bien administrados. Y, por último, un programa de mediciones e investigación ambicioso, que incluya la medición tanto de los resultados del aprendizaje como de sus causas, así como innovaciones e investigaciones continuas orientadas a la acción (lo que comprende el uso inteligente de las nuevas tecnologías) que indaguen sobre cómo desarrollar las habilidades básicas.

Fuente: https://diarioresponsable.com/noticias/28350-el-banco-mundial-se-ha-propuesto-reducir-a-la-mitad-la-pobreza-del-aprendizaje

 

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Educación para la aventura

Por: Samuel Gallastegui. 

Enseñamos a nuestros hijos a dar a los demás lo que haga falta para que les pongan buena nota. Sin embargo, alguien tendrá que enseñarles a creer en sí mismos: ya pueden saber tocar el piano, hablar cuatro idiomas, matemáticas y física nuclear que, sin pasión, todo eso no servirá para nada.

Sin darnos cuenta ya estamos en septiembre. Lejos queda el delicioso caos de los interminables días de julio y agosto en los que todo parecía posible. Ahora toca la vuelta al cole. Hay que encontrar la polvorienta maleta y después llenarla de equipajes: cuadernos, bolígrafos, rotuladores, tableta… para un viaje que las mamás y los papás  empezamos sin duda con mucha más ilusión, no solo porque estamos deseando que la rutina ordene los hábitos de nuestras asalvajadas fieras, sino también por todas las esperanzas que tenemos depositadas en la escuela.

Unas expectativas de las que seguramente fuimos conscientes por primera vez cuando se «graduaron» en la guardería y de la noche a la mañana nos encontrábamos en jornadas de puertas abiertas, escuchando proyectos pedagógicos y filosofías educativas con gran atención y algo de estrés… pues qué sabemos nosotras de educación. Queremos que sean felices, que tengan éxito, que se sientan realizadas, que sean personas justas, con valores, útiles para los demás. Todo demasiado abstracto y difícil de medir.

Los centros educativos tienen que ofrecer algo más concreto para llamar nuestra atención. Algunos usan reclamos cualitativos: métodos innovadores, implementación de nuevas tecnologías, respeto a la persona e incluso valores humanos. Pero la mayoría siguen enrocados en lo cuantitativo: aprenden a leer y sumar con 4 años, con 11 hablan fluidamente varios idiomas, una nota alta de selectividad, etcétera.

La educación parece estar imbuida del espíritu de nuestro tiempo: las escuelas tienen que captar clientes, les ofrecen preparación para el mercado de las universidades y luego estas para el laboral. Pero las calificaciones no son más que pruebas que objetivan el proceso de enseñanza en un momento dado, igual que un médico nos hará una radiografía del brazo para saber qué pasa. No me imagino a un paciente enorgulleciéndose de un TAC o por las cifras de una analítica de sangre, porque no lo representan a él, sino su salud puntual. Se pueden objetivar las cosas, los hechos y las situaciones, pero nunca una persona, porque eso supone eliminarla.

Cuando damos importancia exclusivamente a las calificaciones les estamos enseñando a buscar la fuerza y la seguridad fuera de sí mismas. Les estamos enseñando a dar a los demás lo que piden para obtener su reconocimiento -o lo que haga falta para que les pongan buena nota-. Sin embargo, alguien tendrá que enseñarles a creer en sí mismas, a valorarse por la intensidad de su compromiso. Porque ya pueden saber tocar el piano, el violín, hablar cuatro idiomas, matemáticas y física nuclear, que, sin pasión, todo eso no servirá para nada. Solo hay que pararse delante de ellas y reconocerlas: reconocer sus intereses, sus sueños, su pasiones, y alimentarlos para que crezcan, y con ellas su autoestima y fuerza personal. Algo que difícilmente podremos hacer si nos estamos fijando en lo que hacen otros niños. Pero conseguir anular nuestro ego de padres sí que es lo verdaderamente difícil (y el uso del plural aquí es dolorosamente sincero).

Toda fuerza personal que consigamos emerger en ellas será poca. La vida está llena de escollos, llena de peligros, de emociones dolorosas, llena de retos, de fracasos y de éxitos. La vida es una gran aventura en la que a veces -pocas- estarán completamente solas, sin nadie que les diga lo que pueden hacer, nadie que les ponga calificaciones para saber si lo están haciendo bien o mal. Entonces es cuando demostrarán verdaderamente su valor.

Sin embargo, necesitan mapas para su aventura, y estos se encuentran en la escuela. Cada uno de ellos interpreta el mundo de una forma distinta. Con números las Matemáticas, con datos las Ciencias, con palabras la Lenguas, con sonidos la Música, con formas y colores la Educación Plástica… Después, todos esos planos dibujados sobre papel transparente se superponen para formar un único mapa. Es importante que este sea lo más definido y completo posible, porque eso les ayudará a enfrentar la aventura en condiciones más ventajosas. Pero por muchas capas que le hayamos sumado a su mapa, sin curiosidad, sin pasión y sobre todo sin el valor y la voluntad necesaria no se moverán de casa. Nunca irán a puerto ni descubrirán nada. Y no hay mayor desperdicio que un mapa sin usar.

Más que nada porque todos los mapas esconden un tesoro que, si no hay nadie que lo busque, permanecerá irremediablemente oculto. Es importante darles buenos planos, sí, pero también el coraje necesario para usarlos. Recuerdo el consejo de un amigo sabio cuando nació mi primer hijo. Nos dijo que debemos ayudarles a emerger de dentro el pirata que se lanza al mar para encontrar tesoros, pero también al poeta que se deleita mirando las estrellas por la noche y se embriaga con el aroma de los puertos. A mí me parece que el ideal del aventurero aúna ambas figuras, pues se adentra en el mundo persiguiendo un sueño poético, un rayo de luna, pero en su día a día está continuamente tomando decisiones realistas, que son el auténtico material dorado de su aventura.

Para mí ese sería el mejor reclamo que puede hacer una escuela: educar para la aventura y no para el mercado, ni para la excelencia, ni siquiera para la sociedad. Educar para que nuestras hijas e hijos sean esos corazones locos que avanzan por la vida con los pies en la tierra y la cabeza en la nubes. Esos idealistas pragmáticos que no sólo son capaces de soñar otros mundos posibles, sino que además se atreven a realizarlos. Y tenemos que afanarnos en la tarea, porque antes de lo que imaginamos estarán llevando hacia adelante el proyecto de la humanidad. Sea este la igualdad jurídica de todos los seres humanos, la universalidad de los derechos o el equilibrio ecológico, o todos a la vez, el mundo necesitará muchos de estos locos con cordura, muchos rebeldes adaptados, muchos aventureros apasionados que transmitan su energía a los demás y los arrastren más allá de lo posible.

Fuente del artículo: http://insurgenciamagisterial.com/educar-para-la-aventura/

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Sebastián Llovera: El arte sirve para formular preguntas

Por: www.elnacional.com (Equipo multimedia) 

Tiene 27 años de edad y es el ganador del primer lugar del Salón Jóvenes con FIA. No se ata a una técnica de expresión en particular y tampoco cree que es una obligación crear a partir del contexto actual del país.

Fuente: https://www.elnacional.com/uncategorized/sebastian-llovera-el-arte-sirve-para-formular-preguntas-2/

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Colombia: ¡Triste panorama! Estudiantes colombianos ya no quieren ir a la universidad

América del Sur/Colombia/29-09-2019/Aturora: Johanna Prieto/Fuente: publimetro

Estudiantes colombianos ya no quieren ir a la universidad. Un estudió reveló la caida en matriculas a las instituciones educativas.

El  Sistema Nacional de Información de la Educación Superior, publicó un estudio donde deja ver que por segundo año consecutivo  las matrículas a instituciones de educación superior disminuyeron.

Y es que desde hace  meses se ha venido manifestando esta preocupación. Pues a pesar de que la demanda en inscripciones es alta, solo un pequeño porcentaje termina matriculándose.

El diario El Tiempo publicó recientemente que, este años solo 487.511 estudiantes se matricularon, esto quiere decir que un 7 por ciento menos que en el 2016, cuando fueron 529.534.

El viceministro de Educación, Luis Fernando Pérez, señala que esta baja se presenta debido a que el año pasado el Sena disminuyó el número de estudiantes atendidos (36.000 menos). Lo que quiere decir que  para el Ministerio de Educación esta baja se concentra principalmente en la formación tecnológica.

Para Pérez, la baja en matriculas se debe las nuevas tendencias en las decisiones de formación de los jóvenes,esto quiere decir que muchos prefieren otro tipo de educación que esté más acorde al manejo de las nuevas tecnología.

Para el viceministro, los jóvenes buscan un»aprendizaje que impliquen mayor flexibilidad, movilidad y que hagan una lectura acorde con las dinámicas de la sociedad, los estilos de aprendizaje y del mercado laboral y los avances de las tecnologías de información».

Pero lo que para muchos es cierto, es que el incremento en los semestres universitarios y la poca oferta de empleos bien pagos, hacen que los jóvenes busquen medios de educarse más prácticos y económicos.

Fuente e imagen: https://www.publimetro.co/co/noticias/2019/09/29/triste-panorama-estudiantes-colombianos-ya-no-quieren-ir-la-universidad.html

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