Pactar la educación en España

Europa/España / 12.02.2018 / Fuente: periodistas-es.com.

Llevamos disfrutando los españoles poco más de 40 años continuados de democracia, un hito histórico español de dimensiones prodigiosas. Y algo de lo que más se echa en falta es la creación de un sistema educativo auténtico, un sistema educativo consensuado que no dependa del albur de los antojos de la confección de las mayorías parlamentarias resultantes de las elecciones generales. Un sistema educativo de verdad, como la Constitución, resultado como ella del pacto, que sea un ejemplo paradigmático de la política propia de una sociedad civil que se precie.

No sé si hasta ahora había sido imposible llegar a semejante pacto. Lo que sí parece indudable es que la ocasión la pintan calva. No sólo los indicadores educativos anuncian la necesidad inmediata de renovar el espíritu educativo y su realidad palpable, es que la existencia de un Gobierno minoritario juega a favor. Hay que aprovechar que además los partidos implicados en la gobernabilidad parlamentaria (ojo, no la ejecutiva, no sé si me explico) parecen decididos a intentarlo. El pacto, digo.

Nueve millones y medio de estudiantes españoles cursan su formación educativa en España, desde la Educación Infantil a la Superior. El alto grado de fracaso escolar (uno de cada cinco alumnos de 18 a 24 años abandonó en el último período analizado las aulas sólo con un título de Educación Secundaria Obligatoria, siendo así que España dobla la media europea), la aparente mala posición en esos controvertidos listados del hit parade educacional del mundo y, sobre todo, el futuro que lleva gritándonos a todos, pero especialmente a los educadores, desde hace décadas y cada vez con más fuerza, haciendo atronar la palabra INNOVACIÓN, hacen perentoria la necesidad de ese acuerdo sobre el sistema educativo que se tramita desde hace meses en el Congreso de los Diputados. Una búsqueda de acuerdo que se tramita en el sentido emocional, no en el sentido de obligación desatendida.

¿Para qué se prepara a los alumnos? ¿Para qué sirve la enseñanza, hoy? En el fondo, todo se reduce a eso. Pero sobre lo que se va a negociar es sobre lo más elemental del problema. Y lo más elemental ya es en sí pura incertidumbre. Se han dado los parlamentarios españoles hasta mayo y han resuelto reunirse tres veces a la semana para debatir, esperemos que consensuar, sobre quince puntos quince de un guion en el que han desmenuzado el abismo que no debería de ser nunca un sistema educativo. En ese elenco hay asuntos que llevan todalavida sobre la mesa, es un decir, o sí, porque los intentos para pactar la educación no han empezado el año pasado. Y hay asuntos que han llegado recientemente para complicar aún más y convertir estas reuniones en un másdifíciltodavía circense.

Quince puntos quince

Los quince puntos sobre los que los parlamentarios españoles de la subcomisión creada al efecto en el interior de la Comisión de Educación y Deporte (Subcomisión del Congreso de los Diputados para el Pacto Social y Político por la Educación) van a tener que trabajar, según ellos mismos han acordado, son los siguientes.

El punto uno es genérico, tanto que incluso se llama nada más y nada menos que “El sistema educativo español”, pero se especifica a sí mismo cuando anuncia que se trata de su “diagnóstico, principios, fines y desafíos”.

El punto 2 va más al grano: “Financiación del sistema educativo”. La pasta. El meollo que desnuda las buenas intenciones. Ese segundo punto se dedica a eso, al uso del dinero (nuestro gasto educativo es el 4% del PIB, como en tantas cosas por debajo de la media de la OCDE), a la consecución del mismo y a la aportación del propio Estado (central), de las comunidades autónomas (responsables hoy del 80% del gasto) y de los entes locales. Con especial atención al llamado “suelo de financiación” y a las becas, donde se destina el 60% del presupuesto del conjunto estatal dedicado a la educación.

Al tercer punto se le ha llamado “Equidad e inclusión educativa”, y va de “apoyos, ratios, educación especial, convivencia escolar”.

El 4 se titula “La profesión docente”, y está dedicado a la “formación inicial, acceso, carrera (y a la) formación continua” de los educadores. Yo creo que ahí está el mayor intríngulis de este berenjenal compuesto de incertidumbre y futuro inmediato, creo que si sólo se pudiera tratar un asunto (menos mal que no, que nada es tan reductible), el asunto del profesorado es el eje sustancial, es la clave de bóveda del edificio y quizás incluso hasta, paradójicamente, su suelo.

El 5, “Estructura del sistema educativo”, se centra en los diversos niveles educativos, los escalones: las educaciones “Infantil, Primaria, ESO (se incluye la “titulación de ESO” como epígrafe de estudio para la Subcomisión), Bachillerato, acceso a la Universidad”.

El sexto punto se llama “Las redes de centros educativos” y está dedicado a “la enseñanza pública como pilar fundamental y el derecho a la Educación”, también a las enseñanzas concertada y privada, a la “financiación de las redes” y a la “supervisión y regulación” de las mismas.

“Ordenación académica. Currículo escolar y metodologías” es el título del punto número 7, aquel centrado en los “valores cívicos y constitucionales en el currículo”, en la “educación en igualdad” y en los “programas plurilingües”.

Al 8 se le llamó “Sistema educativo y modelo territorial”. Yo, como editor de libros de texto sólo puedo decir que el maremágnum curricular y de implantaciones territoriales es la gran amenaza permanente para la supervivencia de nuestro todavía tan necesario sector.

“Evaluación y calidad del sistema educativo” es el nombre del punto noveno.

El punto 10, “El centro educativo”, gira en torno a la “autonomía, gobernanza, transparencia y rendición de cuentas” del núcleo donde tienen lugar todas las experiencias de enseñanza-aprendizaje.

El 11, el 12 y el 13 llevan, respectivamente, como título, “Participación institucional y social de la comunidad educativa”“Enseñanzas Artísticas Superiores” e “Investigación, desarrollo e innovación”.

Llegamos a uno de los que serán sin duda un escollo de dimensiones bíblicas. Hecho el chiste (malo), te puedo decir que es el dedicado a la “Enseñanza de las religiones”, esto es, a “la enseñanza de la religión en el sistema educativo”, a su “carácter y ubicación” y a la “atención a las diversas religiones, etapas y cursos, contenidos y profesorado”.

Y, por último, el punto número 15, la eterna cenicienta del sistema educativo español, aquella que en realidad debería de ser medular para poder acabar de una vez por todas con esta categorización de lo español como un país de universitarios por doquier y profesionales sin formación: el punto con el que se supone que se cierra el dificilísimo trabajo de la Subcomisión del Congreso de los Diputados para el Pacto Social y Político por la Educación es el titulado “La Formación Profesional”. Mucha atención, a juzgar por las gran cantidad de epígrafes que le dedica este punto, se presta a esta etapa que es considerada una de las grandes fracasadas del sistema educativo, aunque quien así lo piense probablemente no sabe que el problema cierto es que no logre atraer el número de estudiantes para formarse profesionalmente que una sociedad civil necesita.

Fuente de la noticia: https://periodistas-es.com/pactar-la-educacion-la-politica-servir-algo-98750

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España: La Plataforma Estatal por la Escuela Pública amenaza con la calle si no participa en la negociación del Pacto educativo

España/03 de Febrero de 2018/Europa Press

Exige reuniones con todos los partidos y rechaza el Consejo Escolar como foro de debate por estar «controlado» por el Ministerio de Educación.

La Plataforma Estatal por la Escuela Pública –integrada por organizaciones de padres, alumnos y sindicatos de enseñaza– ha avisado de que «saldrá a la calle» si no es considerada un interlocutor más, como los son los grupos parlamentarios, en la negociación del Pacto Social y Político por la Educación.

En una rueda de prensa, los representantes de la Confederación Española de Padres y madres de Alumnos (CEAPA), CCOO, UGT, STES y Frente de Estudiantes, han presentado este jueves 1 de febrero un documento titulado ‘La educación que queremos’, que consiste en un decálogo de ‘líneas rojas’ que esta parte de la comunidad educativa considera «como un mínimo imprescindible» para que un futuro pacto «valga la pena».

 «Llamamos a la puerta porque queremos participar y negociar, ser un vector del pacto educativo», ha afirmado el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO, Francisco García, que ha trasladado la «preocupación» de estas organizaciones por la forma en que se está debatiendo sobre un pacto en el que se sienten «excluidos» porque es «solo político y no social».

Así, ha subrayado que un pacto político «es legítimo pero insuficiente» y ha advertido que generaría una «enorme frustración» en la comunidad educativa, que quiere ir más allá de las comparecencias en la Subcomisión parlamentaria, realizadas el año pasado. No ha habido un marco formal de negociación, donde hayamos confrontado nuestras propuestas con las de otros», ha alertado García.

Así, estos representantes exigen la creación de un foro específico para negociar la «pata social» del pacto educativo, pues el Consejo Escolar del Estado, que está elaborando un informe al respecto, no les parece representativo porque «está controlado por el ministerio». «El Gobierno allí tiene mayoría», han aseverado, para añadir que órgano consultivo «aconseja, pero no negocia».

«Este mismo jueves vamos a marcar la hoja de ruta y esperamos que nos reciban todos los grupos políticos», ha afirmado la presidenta de CEAPA, Leticia Cardenal, que ha lamentado que no exista ningún punto en el guión acordado por los diputados que hable sobre la participación de las familias. «Dicen que somos muy importantes, pero no lo demuestran», ha apostillado.

García ha apuntado también que el pacto no contará con el apoyo de las principales organizaciones que representan a la escuela pública si no se hace «tabla rasa de la LOMCE», porque esta «no tiene que ser el campo de juego para una nueva ley educativa», y si no hay un «compromiso» de todos los grupos para volver a los niveles de inversión educativa previos a la crisis. «Sin estas dos condiciones, no puede haber pacto», ha apuntado.

LAS DIEZ LÍNEAS ROJAS

El documento con las diez condiciones que la Plataforma quiere poner encima de la mesa con los partidos políticos incluye como «elemento rector» del pacto que la educación básica debe entender como finalidades que los alumnos sean capaces de aprender por sí mismos a ser personas, a convivir como ciudadanos, habilidades para la vida adulta, a cuidar y defender el planeta, a ser autónomos e independientes.

También exigen la consideración de la educación como derecho fundamental; la garantía de equidad y la inclusión como valores transversales; la promoción de la igualdad de las personas, sin discriminación por ningún motivo, y la garantía de una educación laica con la supresión de la asignatura de Religión.

La Plataforma considera que el pacto debe incluir la exigencia de una escuela democrática y participativa; la construcción de un currículo alternativo al existente, con la participación de la comunidad educativa; el compromiso de llegar en medio plazo al 7% del PIB en inversión educativa; el ejercicio de la docencia, con cambios en la formación inicial y continua; la estabilidad de las políticas educativas. SINDICATOS EDUCACIÓN

Fuente: http://www.europapress.es/sociedad/educacion-00468/noticia-plataforma-estatal-escuela-publica-amenaza-calle-si-no-participa-negociacion-pacto-educativo-20180201123114.html

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Cuestión de educación.

Por: Rafael Moyano.

Despistados e imbuidos como estamos todos en la tragicomedia catalana, más trágica que cómica, se nos ha pasado por alto un importante acuerdo del pleno del Congreso. Los diputados han votado al unísono en el tema educativo. Han aprobado darse unos cuantos meses más para elaborar el Informe del Pacto Social y Político por la Educación que de momento lo único que tiene es nombre. El motivo es noble, es que han dedicado demasiado tiempo a escuchar a los expertos y no han tenido tiempo para empezar a negociar. El compromiso es que esté elaborado un texto conjunto para principios del año próximo que ha de ser debatido en sus consiguientes, y largos, trámites parlamentarios. No se ha comenzado a elaborar el guion y ya pintan bastos porque, en plena negociación, el PSOE ha anunciado un «otoño calentito en educación». Lo vaticina Andreas Schleicher, padre del Informe PISA y último experto que ha desfilado esta misma semana ante los diputados que discuten el pacto: «Los países más avanzados no han politizado la educación sino que, por el contrario, han llegado a un consenso». Y lo de España, país avanzado, ¿cómo lo ve? «Veo muy difícil un acuerdo».

Más de ocho millones de enseñantes se incorporan estos días a las aulas con las mismas ilusiones de un inicio de curso y más incógnitas que nunca. Con una ley en vigor llena de remiendos los alumnos que cierran ciclo no saben cuáles son sus metas, sus objetivos. Los de bachillerato ignoran qué prueba les espera al final de curso. Nos encaminamos al enésimo fracaso del pacto por la educación con la alegría de seguir liderando, por la cola, todos los ranking: los de abandono escolar, los de baja cualificación de los ciudadanos, los de falta de consonancia con el mercado laboral, los de calidad de las universidades… Avanzamos hacia el precipicio, pero tenemos 25 libros diferentes de ciencias sociales o 19 de matemáticas para una misma asignatura. No dejamos de estrellarnos contra la pared de la enseñanza tras 40 años de democracia, pero el debate en Andalucía es si aprobar por la cara a los que suspenden la ESO en junio; en Cantabria, si hacemos un nuevo calendario para desvincularlo de las fiestas religiosas; en Valencia, cuánto de valenciano y cuánto de castellano; en Aragón, que si una hora u hora y media de religión; y en Cataluña, si cedemos los colegios para la consulta ilegal o no. Todo es una cuestión de educación, ni buena ni mala, la gran vergüenza de este país avanzado.

Fuente: http://www.elmundo.es/opinion/2017/09/16/59bc1201e5fdea065f8b45ca.html

Imagen: http://e00-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/2017/09/15/15054975858455.jpg

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