La UNESCO prevé que 24 millones de alumnos en todo el mundo abandonen los estudios por la crisis sanitaria

Estima una reducción de las matrículas en educación superior de hasta el 3,5%, porcentaje que representa 7,9 millones de alumnos.

La UNESCO advierte de que 24 millones de estudiantes en todo el mundo, desde el nivel de preescolar hasta el ciclo superior, podrían no volver a la escuela en 2020 como consecuencia de los cierres provocados por el COVID-19, según el informe ‘Education in the time of COVID-19 and beyond’, que ha sido presentado este martes.

El documento se presenta en el marco de #SalvarNuestroFuturo, campaña plural coordinada por 10 organizaciones, entre otras la UNESCO, que se ha propuesto sensibilizar acerca de la situación de emergencia que atraviesa la educación en el mundo e instar a que se aumenten las inversiones en el sector, para construir mejores sistemas educativos, más inclusivos y resilientes, de cara al futuro.

Según el informe, la mayoría de los alumnos en situación de riesgo, unos 5,9 millones, se encuentra en Asia Meridional y Occidental, mientras que otros 5,3 millones de estudiantes corren el mismo peligro en el África Subsahariana. Ambas regiones ya se enfrentaban a graves problemas educativos antes de la pandemia, por lo que la UNESCO considera probable que su situación empeore considerablemente.

La educación superior podría experimentar los mayores índices de abandono, así como una reducción de matrículas de hasta el 3,5%, lo que redundaría en una pérdida de 7,9 millones de alumnos. El segundo nivel más afectado sería la enseñanza preescolar, en la que se ha previsto una pérdida de matrículas del 2,8%, es decir, unos 5 millones menos de niños escolarizados.

Y según las mismas proyecciones, el nivel de primaria podría perder el 0,27% del alumnado y el de secundaria el 1,48%, lo que equivaldría a 5,2 millones de niñas y 5,7 millones de niños que dejarían los estudios en ambos niveles.

Las estadísticas compiladas por la UNESCO muestran que casi 1.600 millones de alumnos de más de 190 países –el 94% de la población estudiantil del mundo– se vieron afectados por el cierre de las instituciones educativas en el momento más álgido de la crisis, una cifra que hoy se ha reducido a 1.000 millones. Alrededor de 100 países todavía no han anunciado en qué fecha volverán a abrir sus escuelas.

«Estas conclusiones ponen de relieve la urgente necesidad de velar por la continuidad del aprendizaje para todos, especialmente de los más vulnerables, ante esta crisis sin precedentes», declara la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.

148.000 millones de dólares de déficit

En el informe se pide a las autoridades nacionales y la comunidad internacional que aúnen esfuerzos para situar a la educación en la vanguardia de los planes de recuperación y proteger las inversiones en el sector educativo.

Precisamente, según los cálculos de la UNESCO, la pandemia ampliará en un tercio el déficit en la financiación necesaria para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en Educación, acordados por la comunidad internacional para 2030, en los países de ingresos bajos y medios-bajos, una brecha que en la actualidad alcanza ya la «impresionante» cifra de 148.000 millones de dólares estadounidenses.

Para esto, la UNESCO convocará, antes de que termine el año en curso, una sesión especial de la Coalición Mundial para la Educación.

El informe también pone de manifiesto que el cierre de escuelas no solo afecta a la educación, sino que también impide el suministro de servicios esenciales para los niños y las comunidades, entre otros el acceso a una alimentación equilibrada, y limita la capacidad de los padres para acudir al trabajo. Asimismo, las medidas de clausura incrementan el riesgo de que las niñas y mujeres puedan padecer violencia doméstica.

«La tarea de evitar que esta crisis del aprendizaje se transforme en una catástrofe generacional debería ser una prioridad para los dirigentes del mundo y para todos los interesados del sector educativo», señala el informe, al insistir en la función de la educación como motor del progreso económico, el desarrollo sostenible y la paz duradera.

«Nos enfrentamos a una catástrofe generacional»

Durante la presentación del documento, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha advertido de que la pandemia ha causado el trastorno más grave registrado en los sistemas educativos en toda la historia y amenaza con provocar un déficit de aprendizaje que podría afectar a más de una generación de estudiantes.

«Ya nos enfrentábamos a una crisis de aprendizaje antes de la pandemia –afirma Guterres–. Ahora nos enfrentamos a una catástrofe generacional que podría despilfarrar un potencial humano incalculable, socavar décadas de progreso y agravar las desigualdades más arraigadas».

Propuestas para atenuar los efectos de la pandemia

El informe contiene, asimismo, recomendaciones orientadas a atenuar los efectos de la pandemia en cuatro ámbitos. El primero de ellos es eliminar la propagación del virus y formular planes integrales para la reapertura de los centros escolares, que abarca las medidas sanitarias y de seguridad, la atención a las necesidades de los niños marginados, el planeamiento conjunto y la celebración de consultas con docentes, padres y comunidades.

El segundo punto es proteger la financiación de la educación y colaborar para atenuar las repercusiones negativas, seguido de incrementar la resiliencia de los sistemas educativos con miras al desarrollo justo y sostenible, prestando atención a la equidad y la inclusión, con medidas orientadas a abordar las necesidades de los estudiantes más vulnerables y marginados, y a garantizar que las presiones económicas y las costumbres relativas al género no impidan que las niñas vuelvan a la escuela.

Por último, la UNESCO insta a replantear la educación y dinamizar el cambio positivo en materia de enseñanza y aprendizaje, en el que las soluciones deben abordar las pérdidas en materia de aprendizaje, evitar el abandono escolar, en particular de los más marginados, y velar por el bienestar social y emocional de alumnos, profesores y demás personal docente.

Entre otras prioridades figuran la mejora del apoyo que se presta a la profesión docente, la supresión de las barreras que estorban la conectividad, la inversión en tecnologías digitales y la flexibilización de los itinerarios de aprendizaje.

Fuente: https://www.eleconomista.es/ecoaula/noticias/10707057/08/20/La-UNESCO-preve-que-24-millones-de-alumnos-en-todo-el-mundo-abandonen-los-estudios-por-la-crisis-sanitaria.html

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Habrá ‘ola’ de alumnos de escuelas privadas que ya no puedan pagar y migren a públicas, dicen especialistas

Algunas familias que pagan educación privada para sus hijos ya no podrán cubrir las colegiaturas, lo que generará una corriente hacia instituciones públicas, ¿el sistema educativo está preparado? Esto dicen los expertos.

Muchos estudiantes tendrán que migrar de las escuelas privadas a las públicas pues sus familias no estarán en posibilidades de pagar las colegiaturas, debido al impacto de la pandemia de COVID-19 y la crisis generada por esta, señalaron este jueves Miguel Székely, exsubsecretario de Educación, y Yoloxóchitl Bustamante, secretaria de Educación Pública de Guanajuato.

Mientras tanto, el sistema público no está previendo esta demanda, apuntó Székely en el EF MEET POINT. El dilema educativo en la coyuntura actual.

«Muchos (alumnos) tendrán que ir al sistema público porque ya no van a poder pagar esas colegiaturas, y el sistema público hasta donde yo sé no está previendo de ninguna manera la demanda por los servicios públicos -a los que además tiene derecho la población, no le puede negar la educación pública a nadie en México-. Yo no veo que haya ninguna preparación a ningún nivel para poder absorber esta muy probable migración significativa», comentó.

Székely añadió que los estudiantes no pueden quedarse sin educación, y que es probable que esta migración ocurra en todos los niveles educativos.

Por otro lado, Yoloxóchitl Bustamante, secretaria de Educación Pública de Guanajuato, señaló que a lo largo del país existen escuelas privadas pequeñas y medianas que no tienen las condiciones de equipamiento como algunos grandes institutos privados.

En el caso de Guanajuato, explicó la funcionaria, varias escuelas públicas están cerrando debido a que los padres ya no quieren pagar colegiaturas solo teniendo la opción de modalidades de educación a distancia.

«Encontramos en el estado de Guanajauto ya un número significativo de escuelas que están cerrando, porque a consecuencia de la pandemia y la crisis económica, se han quedado sin alumnos porque no van a la escuela y los padres no quieren pagar por algo que no perciben (…), y entonces, entre los padres que no pueden pagar más las escuelas que están cerrandoo, se está abriendo una corriente de estudiantes cuyos padres quieren cambiarlos a escuelas públicas», detalló.

En tanto, las escuelas públicas no tienen la posibilidad de decirles que no a los alumnos, pero tampoco tienen los espacios.

«Sobre todo si vamos a regresar en esta modalidad de que se guarda la distancia, cada salón tendrá caapacidad para la mitad o menos de los alumnos que normalmente se colocaban en ella. Y si además vamos a tener el extra de estudiantes que vengan de escuelas públicas, la única manera sería tener más salones y más docentes, para lo cual no hay ningún presupuesto«, puntualizó.

Fuente: https://www.elfinanciero.com.mx/nacional/alumnos-de-escuelas-privadas-migraran-a-las-publicas-por-la-pandemia-bustamante-y-szekely
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Estados Unidos: ACNUR reclama educación para niños que huyen de la guerra

Estados Unidos/Septiembre de 2016/El Informador

Comida, agua y refugio son necesidades evidentes de los que huyen de la guerra. Pero dado que los refugiados ahora pasan una media de 20 años en el exilio, la agencia de refugiados de Naciones Unidas ha pedido al mundo que haga más por asegurarse de que los niños refugiados tienen acceso a educación como un derecho fundamental.

Unos 3,7 millones de niños en edad escolar, o en torno al 62% de los menores amparados por el mandato del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) no tiene escuelas a las que asistir, indicó la agencia el jueves en un informe.

El reporte de 48 páginas, titulado “Perdidos: Educación de refugiados en crisis”, se publica mientras la Asamblea General de Naciones Unidas se prepara para celebrar la semana que viene en Nueva York una cumbre sobre refugiados y migrantes.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, señaló que si bien la educación es vital para todos los niños, resulta especialmente crucial para ayudar a equipar a los menores refugiados para el éxito personal y laboral.

“La educación también es una contribución clave para mantener la esperanza de los refugiados, y en situaciones en las que la desesperación está tan extendida, ir a la escuela, aprender, adquirir conocimientos y habilidades es fundamental”, dijo Grandi a Associated Press en una entrevista el martes.

Comparando su recuento de menores escolarizados con las cifras globales de la agencia educativa de la ONU, ACNUR estimó que sólo la mitad de los menores refugiados tienen acceso a educación primaria, en comparación con la media mundial del 90%. Y la cifra sólo empeora conforme crecen los niños refugiados.

Menos de uno de cada cuatro adolescentes refugiados asiste a la escuela secundaria, frente a la media global del 84%, y sólo el 1% de los refugiados asiste a la universidad. en comparación con una de cada tres personas en todo el mundo, de acuerdo con la comparativa con datos de la UNESCO.

“La duración media del tiempo que pasa un refugiado en el exilio es de unos 20 años”, dijo Grandi en la introducción del informe. “Dada esta reveladora imagen, es esencial que pensemos más allá de la supervivencia básica de un refugiado”.

El informe pide a los donantes que adopten una estrategia más a largo plazo con financiamiento durante varios años, no sólo de emergencia.

En torno al 86% de los refugiados del mundo están en regiones en desarrollo, mientras que en torno a la mitad de los menores refugiados no escolarizados se concentran en sólo siete países: Chad, Congo, Etiopía, Kenia, Líbano, Pakistán y Turquía.

Señalando a la creciente población de menores en edad escolar en todo el mundo en los últimos cinco años, el informe señaló que los países que reciben muchos refugiados enfrentan una lucha de “puros números”.

Aunque señaló que los países anfitriones de refugiados ya tienen dificultades para educar a sus propios niños, el reporte instó a los gobiernos a hacer planes para incluir a los menores refugiados en sus sistemas educativos.

Fuente: http://www.elinformador.com.ve/2016/09/15/acnur-reclama-educacion-para-ninos-que-huyen-de-la-guerra/

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