Redacción: Mundo Sputniknews
El último reporte de la organización ‘Scholars at risk’ da cuenta de que las amenazas al trabajo de las universidades es un problema creciente en todo el mundo. El informe dedica un capítulo completo a Brasil, donde los ataques raciales y sexuales, los abusos policiales y la persecución no cesan.
Las amenazas a las comunidades académicas en todo el mundo son un problema cada vez más preocupante, según el reporte anual de la organización internacional Scholars at Risk, que realiza un seguimiento de diversos tipos de ataques en todo el mundo. Varios de los incidentes se dieron en América Latina y particularmente en Brasil, donde la situación es preocupante.
«Alrededor del mundo, los ataques a académicos, estudiantes, funcionarios y sus instituciones ocurren con una frecuencia alarmante», señala la organización en su reporte de 2019.
El texto indica que las amenazas provienen de grupos extremistas, fuerzas policiales o militares, actores públicos o inclusos miembros de la propia comunidad educativa. De acuerdo al informe, 324 casos de ataques a comunidades académicas fueron registrados en 56 países entre el 1 de septiembre de 2018 y el 31 de agosto de 2019.
Del total de ataques reportados, 97 correspondieron a asesinatos, hechos de violencia o desapariciones. Entre ellos, el estudio destaca particularmente los atentados ocurridos en agosto de 2018 en la Universidad de Guayaquil, en Ecuador. Los ataques derivaron en la detención de seis personas por el caso.El informe también pone énfasis en lo sucedido en Brasil, país al que la organización dedica un capítulo entero para describir los ‘Asaltos al Espacio Educativo Superior de Brasil’.
Para Scholars at Risk, las «presiones» hacia el sistema educativo superior de Brasil «se incrementaron en el período que siguió a las elecciones presidenciales de 2018», en las que triunfó Jair Bolsonaro. Tras el cambio de Gobierno, las universidades brasileñas debieron enfrentar «acciones coercitivas con motivaciones políticas de policías en los campus».
Las acciones tenían por objeto limitar la autonomía de las instituciones, algo que se vio apoyado por la decisión del Gobierno de Bolsonaro de recortar el presupuesto para la educación terciaria.
El reporte recuerda incidentes como el sufrido en octubre de 2018 por una estudiante afrodescendiente de la Universidad de Fortaleza (noreste del país), denunció sufrir hostigamiento a raíz de su color de piel por parte de una persona que reclamaba «limpiar la universidad». La joven fue violada días después del inicio de las amenazas, en una zona cercana al campus universitario.
Además de ataques directos y amenazas, varias universidades brasileñas sufrieron allanamientos por parte de la Policía en los días cercanos a las elecciones. Los agentes actuaron supuestamente en el marco de una ley que prohíbe la propaganda política en instituciones públicas, aunque la organización advierte que mucho del material incautado por los agentes no promocionaba a ningún candidato en particular.
Las amenazas a las universidades públicas brasileñas continuaron tras la victoria electoral de Bolsonaro. En abril de 2019, su ministro de Educación, Abraham Weintraub, acusó a las universidades estatales de Fluminense (Río de Janeiro), Bahía (noreste) y de Brasilia de promover «eventos ridículos» y no centrarse en la excelencia académica.
El ministro sugirió entonces reducir los fondos para esas instituciones, algo que fue secundado más tarde por el propio Bolsonaro.
«La sugerencia de que determinadas ideas, asignaturas o universidades sean desfavorecidas o estén en riesgo de perder fondos puede impactar en la autonomía universitaria o limitar la expresión académica», alerta Scholars at Risk.
El informe incluso dedica una serie de recomendaciones específicas para Brasil, reclamando que las autoridades tomen «pasos razonables para garantizar la seguridad de los académicos, estudiantes, funcionarios y otros miembros de las comunidades educativas». En ese marco, la organización reclama que se investiguen los incidentes y los perpetradores.
Asimismo, la organización reclama que el Gobierno de Bolsonaro se abstenga de «declaraciones o acciones, incluidas propuestas políticas, que estigmaticen a la educación superior, académicos o estudiantes o cualquier otra cosa que erosione las condiciones de seguridad, libertad académica o autonomía en las instituciones educativas brasileñas».Brasil y Ecuador no son los únicos países latinoamericanos en la lista negra de ataques ocurridos entre 2018 y 2019. Aunque con niveles mucho menores de importancia, la organización también menciona situaciones en universidades de Colombia, Chile, Cuba, Paraguay y México.
Fuente: https://mundo.sputniknews.com/america-latina/201911221089410502-el-brasil-de-bolsonaro-preocupa-segun-informe-mundial-sobre-persecucion-a-la-ciencia-/