Consejo Técnico Escolar. Vía alterna al piloteo suspendido

Por: Sergio Martínez Dunstan

«El piloteo se llevará a cabo, de una manera u otra, a través de los Consejos Técnicos Escolares.»

Más tardaron en conceder la suspensión del piloteo de la reforma curricular que la Secretaría de Educación Pública (SEP) en encontrar la vía alterna.

Basta recordar que una vez hecha la presentación formal y publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF), mediante el Acuerdo Número 14/08/22, la SEP se alistó poner a prueba los planes y programas de estudios en preescolar, primaria y secundaria en 906 escuelas de acuerdo con el transitorio cuarto. Posteriormente, se dio a conocer a través de una nota informativa, que el Consejo de la Judicatura Federal había admitido la demanda y concedido la suspensión temporal del Programa Piloto. No obstante, se menciona en el comunicado oficial, su ejecución seguiría adelante en tanto continuara el proceso legal porque la dependencia gubernamental no había sido emplazada en el juicio. Aunque la autoridad educativa se retractó después. De acuerdo con la nota del Periódico la Jornada, la Titular de la SEP anunció el aplazamiento indefinido en el marco de la Reunión Nacional de Autoridades Educativa, de manera virtual, sin que ello implique la renuncia a la defensa legal. Pero la formación continua para los docentes sobre los nuevos planes y programas de estudio proseguirá de acuerdo con lo previsto, sentenció la funcionaria federal.

Cabría preguntarse, ¿el plan de estudios está en riesgo? ¿Existe la posibilidad que “tiren” o se “caiga” la reforma curricular? ¿Podría abrogarse el Acuerdo Secretarial 14/08/22? Técnicamente hablando, la respuesta es afirmativa. Pero es muy improbable al menos en corto tiempo. Cabía esperar la defensa del proyecto oficial por parte de quienes la han venía impulsando. No renunciarían, ni renunciarán al derecho legítimo de hacer valer la rectoría de la educación que por ley se les ha atribuido. Cuantimás si consideran que les asiste la razón.

¿Existe un precepto legal que obligue a la SEP pilotear el plan como condición sine qua non para poner en marcha una nueva currícula? No, aunque ciertos grupos tengan motivos para poner en tela de juicio su propósito, alcance y metodología. Es un escollo más pero no imposible de franquear. ¿Las dos últimas reformas curriculares (Reforma Integral a la Educación Básica y Aprendizajes Clave) fueron sometidas a un piloteo?

¿Su concreción estuvo condicionada a ello? Los argumentos argüidos por Educación con Rumbo, Seamos Héroes A. C., al interponer la demanda pudieran tener cierta validez pero quizá carezcan de la fuerza necesaria para derogarla. Habría que poner en cuestión la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley General de Educación y el resto del marco normativo. Nada más, ni nada menos.

¿Quién pierde y quién gana con el aplazamiento del piloteo del plan de estudios? Pierde la educación, la sociedad, la escuela, la familia, los maestros y los alumnos; ganan los poderes fácticos, la asociación civil y los que están atrás de ella, podrían decir los defensores de la reforma curricular. Lo cierto es que se encuentra sitiada entre fuego amigo y fuego cruzado, en mi opinión. Diversos grupos antagónicos entre sí la han colocado al centro de la lucha por el poder político, la disputa por la educación y la pugna al interior de la SEP. Según la Agencia Reforma, el diseño de la iniciativa del cambio del plan educativo recayó en la Dirección General de Materiales Educativos y la de Desarrollo Curricular encabezadas por Marx Arriaga y su cercana colaboradora Claudia Izquierdo Vicuña respectivamente. Aunque ésta última ha sido sustituida recientemente por Xóchitl Leticia Moreno Fernández (ex funcionaria de la Universidad Pedagógica Nacional y ampliamente reconocida en el mundo académico por su trayectoria ejemplar) según se puede constatar en los documentos publicados recientemente a propósito de la Primera Sesión Ordinaria del Consejo Técnico Escolar, Ciclo Lectivo 2022-2023.

Pero al margen de tales grillas, analicemos someramente su contenido y el fondo del mismo. En el documento “Orientaciones para la Primera Sesión Ordinaria del Consejo Técnico Escolar y el Taller Intensivo de Formación Continua para Docentes” refiere que la dinámica del CTE se transforma en dos aspectos (página 2).

a) Entretejiendo los procesos de formación y gestión

b) Transita de una guía de trabajo a un documento orientador, genérico, sin diferenciarlo por niveles educativos tal y como venía presentándose.

Los motivos aludidos para justificar dicho transformación se relacionan directamente con elementos del plan y programa de estudios (página 2):

  • El reconocimiento de la autonomía profesional
  • La coparticipación de estudiantes, familias y comunidad.
  • El enfoque fundado en el trabajo pedagógico colaborativo y la resolución de problemas identificados por la comunidad
  • La priorización de la formación docente desde una perspectiva situada y contextualizada desde el diálogo colegiado
  • La reorganización y articulación de los procesos administrativos, normativos y de gestión para la mejora del aprendizaje.

Circula en la redes sociales otro documento que lleva por título “Primera Sesión Ordinaria del Consejo técnico Escolar y el Taller Intensivo de Formación Continua para Docentes” (el archivo lleva por nombre “1a Sesión Ordinaria 211022_VF y está diseñado gráficamente con los logotipos así como con los colores oficiales y tal parece que fue utilizado para apoyar alguna exposición en la pasada reunión nacional del Consejo Nacional de Autoridades Educativas). En la Diapositiva 4, se pretende responder al cuestionamiento ¿Cómo fortalecemos el trabajo colegiado en el CTE? Asimismo, se propone la reapropiación de la diversidad de acciones en el actual espacio del CTE partiendo de las siguientes premisas:

  • Transformación desde la gestión pedagógica. Énfasis en la autonomía profesional de las y los docentes.
  • Construcción colegiada de la acción pedagógica. Identificación de necesidad a partir de los contextos escolares, apropiación y diseño de metodologías y estrategias para contextualizar los contenidos y los trabajos en el aula.
  • Orientación de la acción pedagógica. Establecer una nueva dirección de la acción pedagógica, a partir de los principios de las NEM y el Plan de Estudio (integración curricular, comunidad como núcleo integrador, etc.)

A la luz del Anexo del Acuerdo 14/08/22 en toda su extensión y de manera resumida en la introducción, de la página 1 a la 8, podemos identificar la misma visión y propósitos que en lo anteriores documentos. En la página 1 se menciona que la propuesta curricular es una tarea (…) que comprende:

  1. Plan y programa de estudios incluidos los libros de texto.
  2. La formación docente
  3. El codiseño
  4. El desarrollo de estrategias nacionales
  5. Transformación administrativa y de gestión

Con respecto al punto 1 se señala que, página 4, el Plan de Estudio cuenta con una estructura con cuatro elementos que articulan la propuesta curricular de principio a fin.

I. Integración Curricular

II. Autonomía profesional del magisterio

III. La comunidad como el núcleo integrado de los procesos de enseñanza y aprendizaje

IV. El derecho humano a la educación

Referente a la fracción I, página 4 también, la integración curricular aglutina los ejes articuladores, los campos formativos y los propósitos curriculares (perfil de egreso genérico y específico), así como la metodología. Y ésta a su vez, la metodología, articula el trabajo interdisciplinario, la problematización de la realidad y la elaboración de proyectos.

Además, en el Transitorio Cuarto del multireferenciado acuerdo —el 14/08/22— se menciona que para atender el carácter regional, local, contextual y situacional que en la elaboración de los planes y programas de estudio serán consideradas las propuestas que respondan a los enfoques humanista, social, crítico, comunitario e integral de la educación (de acuerdo con el artículo 23 de la Ley General de Educación) que durante el piloteo se realizarían acciones que permitan concretar dichos aspectos.

¿Qué se puede inferir al respecto? La relación entre el malogrado piloteo y la transformación de los Consejos Técnicos Escolares con la finalidad de lograr con el segundo lo que se abortó en el primero. En otras palabras, el piloteo se llevará a cabo, de una manera u otra, a través de los Consejos Técnicos Escolares. Lo que no mata fortalece. Y, al parecer, le viene como anillo al dedo a la SEP porque tiene un margen de libertad mayor en cuanto al alcance y los tiempos establecidos. ¿Quién gana o quién pierde? Quizá en el balance, al final de cuentas, resulte que las ganancias sean superiores a las pérdidas para la SEP. ¿Quién lo diría?

Carpe diem quam minimun credula postero

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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El “piloteo” del plan de estudios 2022, pero ¿dónde está el piloto?

Por: Abelardo Carro Nava

«¿Podrá romper o superar esa inercia la titular de la SEP y al final tomará el mando de la Dependencia que dirige?»

Con cierto grado de hermetismo, la Secretaría de Educación Pública (SEP), a través de las Secretarías de Educación de los estados de la República Mexicana, viene trabajando en la organización de lo que se ha denominado “piloteo” del Plan de Estudios 2022, mismo que comenzará a operar en la última semana de octubre de este año.

¿Qué diagnóstico se ha aplicado y cuáles serán los resultados que pudieron haber determinado la elección/selección de 30 escuelas, por entidad, por parte de las autoridades educativas federales y locales?, ¿qué escuelas participarán este proceso?, ¿qué tipo de información y/o de formación, sobre dicho plan, estarán recibiendo las maestras, maestros, directivos, padres de familia y, en general, la comunidad escolar?, ¿cuál será la organización académica y administrativa que los planteles escolares seleccionados pondrán en marcha en unos días?, ¿cuáles son los programas analíticos de los grados/fases en los que habrá de implementarse?, ¿cuáles son los contenidos de esos programas analíticos y cuáles las actividades didácticas sugeridas?, ¿cuáles serán los textos que emplearán maestras, maestros y estudiantes de las fases en la que se implementará el “piloteo”?, ¿qué otros materiales y recursos didácticos se habrán de emplear para el desarrollo de las sesiones a partir de noviembre?, ¿de qué manera se realizará la evaluación y, por ende, la emisión de una calificación que “valore” el o los aprendizajes adquiridos?, ¿qué acciones formativas dirigidas hacia el profesorado se estarán desarrollando para el entendimiento y comprensión de eso que se ha hecho llamar “codiseño”?, ¿en qué instrumentos de recolección de información se asentarán las observaciones obtenidas por docentes y directivos?, ¿se tomarán en cuenta las observaciones de los padres de familia en cuanto a la puesta en marcha de dicho “piloteo” en las escuelas?, ¿de qué manera se procesará la información obtenida y qué instancia se encargará de procesarla? En fin, una serie de cuestionamientos que, desde luego, invitan a reflexionar, pero, sobre todo, a demandar que la SEP haga de conocimiento público sus respuestas pues, como se ha dicho hasta el hartazgo, ya no son los tiempos de antes y, por tanto, al ser un tema de interés público, bien haría esta Dependencia en ejercer un amplio sentido de transparencia que a muchos nos interesa.

Y es que, como se recodará, a mediados del mes de agosto de 2022, por fin se dio a conocer en los medios de comunicación y oficiales, el Acuerdo 14/08/22 por el que se establece el Plan de Estudios para la Educación Preescolar, Primaria y Secundaria. Acuerdo que, después de la serie de versiones que de dicho plan se conocieron por las redes sociales, dio formalidad a la propuesta de la SEP en esta materia.

Si recordamos, el Transitorio Cuarto de este Acuerdo, señaló puntualmente: “Durante el ciclo escolar 2022-2023, en escuelas públicas de preescolar, primaria y secundaria de todas las entidades federativas, se realizará un piloteo del Plan de Estudio… así como de los respectivos programas de estudio que, en correlación con dicho Plan sean elaborados por la SEP, con el fin de que se trabajen los contenidos correspondientes a la Fase 2 (solo primer grado de educación preescolar), Fase 3 (solo primer grado de educación primaria) y Fase 6 (solo primer grado de educación secundaria) de acuerdo con la estrategia metodológica que establezca la referida Dependencia en concordancia con las autoridades educativas de los gobiernos de los Estados y la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México. El piloteo se realizará en escuelas con servicio general, indígena y comunitario; en zonas urbanas y rurales; en escuelas multigrado y de organización completa, así como secundarias generales, técnicas y telesecundarias; incluye población específica de niñas, niños y adolescentes migrantes o que viven con alguna discapacidad y aptitudes sobresalientes (escuelas con y sin servicios de educación especial). Para atender el carácter regional, local, contextual y situacional del proceso de enseñanza y de aprendizaje a que refiere el tercer párrafo del artículo 23 de la Ley General de Educación, durante el piloteo las autoridades educativas de los gobiernos de los Estados y la Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México realizarán las acciones que permitan concretar dichos aspectos en los respectivos programas de estudio.

Del contenido de este artículo, el Cuarto Transitorio, en otros textos que he publicado en este y otros espacios, he planteado una serie de preguntas que responden más, a una serie de inquietudes que, desde luego, se complementan con las referidas líneas atrás, sin embargo, no hay que perder de vista que, una cosa es lo que en dicho Acuerdo se observa y otra lo que en realidad acontece en los centros escolares, por ejemplo, las autoridades educativas de la SEP, han señalado que el “piloteo” constará de cuatro elementos: a) formación docente, b) codiseño de programas de estudio a cargo de maestros, c) desarrollo de estrategia nacional, y d) transformación administrativa y de gestión; aspectos que, si bien es cierto que parecen lógicos y fundamentales trabajarlos antes de la implementación de un “piloteo”, también es cierto que en cada entidad y en cada escuela acontecen situaciones diversas que se desprenden, precisamente, de las visiones de las autoridades, de las condiciones presupuestales, de las complejidades escolares, sociales o comunitarias, en fin, de todos aquellos aspectos o elementos que influyen o confluyen en la organización escolar.

Hasta donde tengo conocimiento, debido al constante diálogo que tengo con maestras y maestros de diferentes niveles educativos, puesto porque no existe información publica sobre ello, algunas autoridades educativas, con diagnóstico o sin él, han elegido o seleccionado a las escuelas que participarán en dicho “piloteo”; difícilmente se les ha preguntado o pedido su opinión a maestras, maestros, estudiantes y padres de familia, hecho que refleja el “verticalismo” en las decisiones que emanan desde el centro o, bien, las “simpatías” que cierta autoridad tiene con determinado directivo de algún plantel escolar “seleccionado”. Ahora bien, quienes sí lo han hecho, desde luego considerando algunos criterios para el diseño y aplicación de un diagnóstico, han podido obtener algunos indicadores e información que puede sustentar el que tal o cual institución haya sido seleccionada para este proceso; situación que genera una inercia, un tanto diferente, en virtud de que ésta no se concibe como una imposición sino, más bien, como una decisión compartida en torno a un reto u oportunidad que se les pone en frente. En resumidas cuentas, bien haría la SEP cuidar estos procesos porque, insisto, mientras por un lado se puede señalar que las cosas se están haciendo bien, por otro lado, a ras de piso, las cosas suelen ser diferentes.

Por lo que respecta a la formación docente y el codiseño de programas de estudios (a cargo de los maestros), pienso, es la parte más endeble de este “piloteo” porque, como sabemos, no basta con tener un marco curricular que, para efectos prácticos, aunque es incorrecto decirlo de esta manera, se traduce en un plan de estudios, para que las maestras y maestros en su aula y escuela lo operen; sin embargo, el quehacer docente, como es bien sabido, toma como referente dicho plan para organizar las actividades de aprendizaje, pero hasta el momento poco se ha avanzado al respecto; es decir, se sabe que en algunas entidades de la República se ha comenzado con un proceso de formación/capacitación hacia los profesores de las escuelas que ya pudieran considerarse elegidas o seleccionados para este proceso, no obstante, al carecer de un Plan Nacional de Formación sobre dicho plan y de otros elementos educativos relacionados con éste, se ha recurrido a quienes, desde su experiencia profesional y formativa, que no necesariamente responde a las actividades que se desarrollan en los preescolares, primarias o secundarias, plantean su visión en torno a lo que fundamenta dicho plan de estudios, tema que no es del todo inadecuado, solo que, entre tantas visiones, podría cuestionarse si, como tales, permiten o favorecen la articulación de las ideas en torno a, por ejemplo, los ejes articuladores o campos formativos y la manera en que habrán de aterrizarse en las aulas, desde luego, articulando los contenidos y actividades de aprendizaje.

El tema del codiseño, sea lo que esto signifique para la SEP, parece que le brindará la posibilidad al docente de incorporar “contenidos” cuya relación con los temas que se proponen en el plan de estudios; esto, con el propósito de contextualizar las actividades de aprendizaje que bien se pueden recuperar de los saberes para ser traducidos en conocimientos ligados a la ciencia. Con ello, se piensa, que la maestra o maestro gozará de cierta autonomía curricular, sin embargo, habría que preguntarse si, los docentes, en el transcurso del ciclo escolar, dependiendo del contenido, no hacen uso de aspectos o situaciones que ocurren en la comunidad o localidad en la que se encuentra ubicada su escuela, para tratar los temas o diseñar actividades de aprendizaje. ¿Por qué nombrar codiseño y presentarlo como algo innovador si muchos docentes realizan esta actividad en su ejercicio cotidiano?

Y bueno, ya que estamos hablando de temas relacionados con la autonomía docente, habría que cuestionar si, como tal, se hará efectiva en las escuelas dado el “verticalismo” en las decisiones que es claramente manifiesto en diversas escuelas mexicanas, ¿la trasformación administrativa y de gestión comenzará por las propias autoridades educativas para apoyar y/o brindar todas las condiciones necesarias para la generación de aprendizajes?

¿Resta mucho por conocer? Indudablemente.

Si la propia SEP pretende dar un giro de 180º tal y como se ha dicho en reiteradas ocasiones, bien haría por transparentar un proceso que, como he dicho, es de interés púbico.

Al parecer, la llegada de otra profesora a esta Dependencia no ha movido la inercia que, desde antaño, se ha hecho manifiesta. Me refiero a esa “secrecía” que, algunos asuntos que son de vital importancia para el pueblo de México, se mantengan, desafortunadamente, de esa manera: en secreto o, peor aún, en el conocimiento de unos cuantos.

¿Podrá romper o superar esa inercia la titular de la SEP y al final tomará el mando de la Dependencia que dirige

Al tiempo.

Referencias:

Fuente de la información: https://profelandia.com

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Resistir o no resistir, esa es la cuestión

Por: Abelardo Carro Nava

«Estamos a unos días de que comience el “piloteo o pilotaje” en 30 escuelas de los distintos estados…»

El texto que sigue a estas líneas, fue expuesto en la mesa de diálogo “Aciertos y desaciertos de la Nueva Escuela Mexicana vista desde los territorios de la resistencia” que, el colectivo ACOEO (Aprender en Comunalidad, Otra Educación en Oaxaca), organizó el pasado 10 de septiembre y en el que participaron Teresita Garduño, Mauro Jarquín, Lev Moujahid Velázquez y un servidor. Lo comparto con la finalidad de seguir reflexionando sobre distintos asuntos que nos ocupan en el ámbito educativo donde, un plan de estudios, no lo es todo. Desde luego, desde este espacio reitero mi agradecimiento a este grupo de maestras y maestros por la invitación para que intercambiara diferentes puntos de vista, por segunda ocasión, pero ahora, con otros queridos y apreciados colegas. Gracias.

En abril de este año, justo al cierre de una charla que también tuvimos en este mismo espacio, pero con otros apreciables colegas, planteé una pregunta: ¿Cuál es la prisa por implementar el Plan de Estudios 2022 para la educación básica en agosto de este año? Esto, porque los rumores corrían en diversos frentes y, al parecer, la Secretaría de Educación Pública (SEP) tenía en mente dicha implementación para este año.

Las semanas y meses pasaron y el 14 de agosto, también de este año, conocimos el Acuerdo 14/08/22, por el que se establece el Plan de estudio para la Educación Preescolar, Primaria y Secundaria y del cual, al leerlo, tuve varias dudas, sin embargo, en este momento, me gustaría resaltar dos de ellas: ¿qué pasó con la educación inicial?, ¿cómo comprender entonces las fases contempladas en dicho documento y en donde aparece la educación inicial como una de ellas? De lo demás, estoy seguro que hablaremos un poco, sobre todo, por el posible “piloteo” y su puesta en marcha en el ciclo escolar 2023-2024 a un año de que culmine el gobierno lopezobradorista.

No cabe duda que estamos ante un proceso, por así decirlo, inédito en nuestro país, pues de enero a agosto pudimos conocer las distintas versiones que, desafortunada y lamentablemente se difundieron por las redes sociales pero no por los canales oficiales de la SEP. ¿Qué necesidad había de “filtrar” estos documentos por esas vías cuando la misma SEP pudo darlos a conocer pues, como se ha dicho hasta el hartazgo, tenía el propósito de exponer una visión educativa diferente que recogiera las propuestas, en lo sucesivo, de las maestras y maestros de México?

Quienes tuvimos la oportunidad de leer y analizar las distintas versiones, fuimos testigos de los cambios que se fueron gestando. No es para menos observar que en el Anexo del Acuerdo 14/08/22, se perciban algunas modificaciones, por ejemplo, las relacionadas con la disminución del exceso de una crítica al neoliberalismo contenidas en la primera versión. Sin embargo, algunos otros quedaron en la misma tesitura, por ejemplo, el que no se detallen o brinden datos sobre el rezago educativo o el abandono escolar en el Sistema Educativo Mexicano (SEM).

Hace unos días, cuando me contactaron para hacerme la invitación para participar en esta mesa, me comentaban sobre el propósito de la misma y el necesario diálogo que tendría que generarse en razón de la emisión del Acuerdo que ya he señalado; recuerdo que, con quien conversaba, me expresaba su interés por reflexionar sobre algo que me llamó la atención y que les comparto: maestro, ya está el nuevo plan de estudios, ¿esto es lo que esperábamos? De momento me pareció, y me sigue pareciendo, bastante interesante este cuestionamiento y, desde luego, no me atrevería a establecer una aseveración que considerara el pensamiento de las maestras y maestros mexicanos porque, en su seno, en tal cuestionamiento, la subjetividad es manifiesta.

Pienso, como docente frente a grupo, con varios años de servicio en los hombros, y que ha tenido la maravillosa oportunidad de transitar por diferentes niveles y modalidades educativas, que la maestra o el maestro siempre ha estado ahí, sujeto a las disposiciones oficiales que desde los escritorios de la SEP emanan, considerando, desde luego, lo que los organismos internacionales han llegado a proponer y determinar como viable o factible en un momento determinado. ¿Qué diferencia puede existir entre lo que hace tiempo se hacía para implementar un plan de estudios y lo que hoy se está haciendo en nuestro país?, ¿es posible mirar un cambio sustantivo cuando desde la SEP emana lo que habrá de hacerse y, muy posiblemente, cómo habrá de hacerse?, ¿qué grado de autonomía puede tener la profesora o profesor frente a grupo cuando en nada ha cambiado la estructura, vertical y autoritaria, de una Secretaría que hoy impulsa una emancipación pero sin que de pauta a la libertad de decisión en las aulas escolares porque “o se aplica este plan de estudios o se aplica” de la forma en que ha sido concebido desde esta Secretaría?, ¿cómo comprender la profunda contradicción que genera esta propuesta con lo que viene realizando la Unidad para el Sistema de la Carrera de las Maestras y Maestros en sus distintos procesos generadores de brechas salariares y formas de discriminatorias de ingreso y promoción en una profesión tan golpeada y desvalorizada en los últimos años, ya no hablemos del anterior sexenio ni del irrisorio aumento salarial en este gobierno en pro de eso que se vocifera a diestra y siniestra denominada revalorización del magisterio?, ¿cómo comprender esta propuesta curricular a partir del diseño de una formación del profesorado mexicano que nada más no acaba de superar el esquema instrumental-remedial-carencial que poco o nada abona al proceso formativo que, como sabemos, implica la posibilidad de propiciar la comprensión de la construcción del sujeto y la conformación de su individualidad, además de la oportunidad para que logre realizar lo mejor de sí mismo donde quiera que se encuentre?

Entonces, no sé si este plan era lo que esperaban los maestros; lo que sí es que la educación en nuestro país requería de un cambio o transformación que considerara las grandes complejidades que el mundo actual, y particularmente, que el territorio mexicano enfrenta cotidianamente y, en el que las maestras y maestros, alumnas y alumnos, vaya en nuestras escuelas, se hacen manifiestas a cada instante.
Pienso, que el gran tema no pasa por los planes de estudio anteriores ni en el vigente. Repito, las maestras y los maestros han estado ahí, en todo momento: resolviendo, planeando, evaluando, preparando material didáctico, por ejemplo, para 30 o 40 alumnos en grupos con una infraestructura paupérrima, pero, además, conversando con colegas, padres de familia y directivos, impulsando proyectos alternativos en diferentes latitudes. En fin, una actividad que podría pensarse menor pero que, en el seno de las escuelas cobra singular importancia, sobre todo si consideramos que todo ello, contribuye al proceso de enseñanza y de aprendizaje que ocurre en el aula. ¿Cómo responder a los grandes problemas que viven los alumnos en sus comunidades?, ¿cómo resolver los miedos, temores o incertidumbres de las niñas o niños, o bien, impulsar sus sueños, anhelos, aspiraciones o deseos? Estas cuestiones también son parte del ambiente escolar que no necesariamente se resuelven con un currículo.

Hace algunas semanas atrás, dos alumnas que asisten a la escuela en la que me encuentro trabajando actualmente, estuvieron a punto de ser “levantadas” por algunos sujetos en un auto negro. Afortunadamente no lo lograron por la intervención del intendente. El “shock” y conmoción en toda la población escolar fue inminente. ¿Cómo resuelve un plan de estudios este hecho tan lamentable? Es cierto, en clases, en las sesiones, en los protocolos, en alguno de los contenidos se aborda el tema; sin embargo, pienso, éste se ve distante y/o alejado de las vidas de las personas que habitan determinado territorio y, aunque de unos años para acá en esta escuela se ha venido trabajando con el establecimiento de un programa de tutorías y en una unidad de prevención y erradicación de la violencia contra la mujer y equidad de género, nunca es suficiente.

Entonces, ¿con este plan de estudios se espera un cambio súbito, de la noche a la mañana como, posiblemente, desde las oficinas de la SEP o de la Dirección de Materiales Educativos se piensa?; mi respuesta es contundente: no, porque como sabemos, todo cambio, toda transformación implica un proceso, y este proceso es progresivo, paulatino, requiere su tiempo y tratamiento. En fin.

Desafortunadamente vivimos tiempos difíciles en materia educativa. La pandemia, generadora de múltiples estragos propició que buena parte de las alumnas y alumnos no adquieran y desarrollaran los aprendizajes que pudieron haber logrado, otros simplemente abandonaron la escuela porque el sistema nunca hizo algo para retenerlos o contenerlos. Y en medio de todo esto, a mitad del camino, se baja del barco una profesora que busca llegar a la gubernatura en el Estado de México, y llega otra pues, desde Palacio Nacional, el simbolismo es lo que cuenta mientras que, en la SEP, se dibuja y desdibuja un archipiélago de visiones, contradicciones y lucha de poderes como no se había visto. Pero cuidado, no te atrevas a cuestionar o criticar (con fundamento) algunas decisiones o el mismo documento que hoy dio pauta a esta conversación porque, ipso facto, serás calificado de amargado, conservador o neoliberal, y entonces, ¿por qué contemplar al pensamiento crítico como uno de los ejes articuladores en este plan, si nada más desde distintas oficinas de la SEP, no se acepta la crítica ni los argumentos?

Es cierto, ya lo he dicho en otros foros y espacios, hay que reconocer que el Plan de Estudios 2022 para la educación básica, tiene varios puntos importantes con los cuales he coincidido con varios colegas, por ejemplo: a) una postura epistemológica no empleada en anteriores planes; b) la integración de disciplinas e interdisciplinariedad como aspectos que pueden posibilitar el aprendizaje, colocando a la comunidad al centro; c) la integración de la educación inicial como parte de las 6 fases; d) el reconocimiento de lo diverso como punto de partida, y lo comunitario, como horizonte al que se pretende llegar a través de los ejes articuladores y campos formativos; f) el reconocimiento, en los ejes articuladores, del pensamiento crítico e interculturalidad crítica, g) el reconocimiento (social) hacia el docente y la labor que realiza en el aula (didáctica), entre otros.

Pero también tiene varias áreas de oportunidad, por ejemplo: a) un diagnóstico incompleto dado que no se integraron datos sobre el rezago o abandono escolar antes y durante la pandemia; b) el reconocimiento de la comunidad, pero que excluye a otros ámbitos educativos como el de las escuelas particulares o privadas, o los mismos contextos urbanos; c) el establecimiento de programas de español e inglés, pero no otras lenguas, lo cual hace suponer que todo se le encomendará al codiseño, sea lo que eso signifique para la SEP; d) la vinculación con otros niveles educativos que no es del todo definida o, si lo está, es ambigua y contradictoria; por tanto, mientras no sea explícita dicha vinculación quedará bajo la interpretación de las autoridades educativas de los estados y de los propios colectivos docentes; d) el sobre responsabilizar a la pedagogía, la función escolar y al docente en la implementación de este plan hecho que, obliga a preguntarse, si de una vez por todas se hará efectiva la tan anhelada descarga administrativa que abruma el quehacer docente; la evaluación porque, en lo que se ha visto y conocido, sigue siendo la parte más endeble de este documento.

Estamos a unos días de que comience el “piloteo o pilotaje” en 30 escuelas de los distintos estados y, si no me equivoco, de la SEP nadie ha dado a conocer algo tan básico como las razones por las que se determinó que fuera ese número y no otro, y bueno, si no han podido responder esto, supongo no responderán cuál será la metodología que se empleará para recuperar la información, procesarla y presentarla, tal vez en un informe para conocimiento público.

Termino esta intervención comentando que, de enero a la fecha, he estado asistiendo a jardines de niños, primarias y secundarias en diversos estados del país, para hablar un poco sobre este plan de estudios y sobre algunas metodologías activas para el aprendizaje, por ejemplo, el aprendizaje basado proyectos, centros de interés o el enfoque globalizador; en estas sesiones he podido identificar dudas e incertidumbres, pues como bien se dice, el cambio produce estas y otras cuestiones en los seres humanos, sin embargo, lo más valioso que he podido rescatar en este proceso, y por lo cual me siento eternamente agradecido porque he aprendido mucho de elloy de ellos, ha sido el reconocimiento que han podido realizar las maestras y maestros de aquello que han hecho, hacen y harán en lo sucesivo porque, independientemente del plan de estudio, han podido, como siempre lo han hecho, encontrar su sentido en la labor que realizan diariamente en las aulas y en las escuelas.

¿No tendría que ser este uno de los propósitos que tendría que perseguir la SEP?, es decir, ¿no tendría que aprender esta Secretaría de sus maestras y sus maestros?, ¿hasta cuándo dejarán de ser ignoradas e ignorados?

Resistir o no resistir, esa es la cuestión.

Fuente de la información:  https://profelandia.com

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