¿La escuela al centro?

México / 8 de octubre de 2017 / Autor: Manuel Gil Antón / Fuente: Educación Futura

Ocho días después del terremoto, la sala del INEE donde se llevaría a cabo la segunda sesión del Seminario para hace un balance de la Reforma Educativa está, a las 5, y a las 5 y 10, y a las 5 y cuarto casi vacía.

De las dos filas asignadas para la prensa, solo hay un par de lugares ocupados. En el pasillo, varias cámaras. Día de silencio todavía, de un luto inserto, sin paradoja, en la memoria anticipada del presente cuando sea pasado en el futuro. La escuela Enrique Rébsamen, sus restos, reiterados en la retina, y Frida Sofía ya declarada inexistente: si no estaba, ni había estado, se derrumbaban, a la vez, dos esperanzas: la del rescate de una vida posible, y la de La Foto (la imagen más anhelada) de una niña arrancada a los escombros, placa que consagraría, por su fuerza y símbolo, un proyecto político. Al final, espectro, ausencia, ceño fruncido del poder. Enojo. Siempre quedará la duda: furia por no hallar a la niña y sus compañeros, o por la oportunidad mediática perdida. Luto, sí, pero más negro por esa y tanta manipulación.

La demora cesa: los ocupantes del presídium ya llegaron: en este caso, abrirá plaza el subsecretario de educación básica, Javier Treviño, acompañado por (tome aire si lo va a pronunciar) el Secretario Técnico del Consejo Directivo Nacional “La Escuela al Centro” de la Secretaría de Educación Pública, SEP, Pedro Velasco Sodi. Junto con ellos, los comentaristas, Oralia Bonilla Pedroza, quien preside la Asociación Civil Innovación y Asesoría Educativa, y (aire de nuevo) el Titular de la Unidad de Normatividad y Política Educativa del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, INEE, Francisco Miranda López. Modera la sesión el periodista José Buendía.

Luego de proyectar las semblanzas, la sesión empieza. Toma la palabra al subsecretario Treviño quien anuncia que hablará sobre La Escuela al Centro, y luego su colega Velasco sobre el SATE… (Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela). Son los dos temas programados esta tarde.

La marcha de las cifras

Al parecer, es el estilo de la actual administración: quien lleva algo de tiempo en esta vida – una década más del medio siglo al menos – recuerda, al escuchar a los funcionarios, los viejos informes presidenciales, aunque sin confeti: cifras, números, comparaciones de algo “sin precedente”, incrementos en estos 5 años mayores que los 12 anteriores (curioso: siempre las administraciones panistas son el límite de la comparación, quizá porque, más allá, hay aliados a los que no hay que molestar).

No hay errores, todo marcha como estaba planeado. Avanza la Reforma. Lo más cercano a la crítica, suele ser, en ellos, el eufemismo de llamar “ventanas de oportunidad” a lo que en buen castellano serían pifias, errores, o el reconocimiento franco de una falla en los proyectos que parieron. Pero en esta ocasión, ni eso. Y las cifras avasallan al escaso argumento. Los puntos a debatir serían más interesantes que el alud de millares de tal cosa y las proporciones resultantes: queda poco tiempo para ello.

La Escuela al Centro, dice Treviño, es uno de los cinco ejes clave de la que conciben como “transformación educativa” las autoridades de hoy: ocupa el segundo lugar en el listado. Primero se propone el Planteamiento Curricular, en tercer sitio la Formación y Desarrollo Profesional Docente (del que se habló en la primera sesión, muy centrado en la evaluación y sus cifras: los millones de evaluados como signo de progreso). El cuarto es la Inclusión y equidad y, por último, la Gobernanza (sic) del Sistema Educativo.

La Escuela al Centro no es un programa, afirma, sino una estrategia. Se pondrá en marcha en el siguiente ciclo escolar. Advierte que no se le comprende sin entender que se trata de un medio, no un fin “cuyo objetivo es establecer las condiciones adecuadas para que cada centro escolar – independientemente de su contexto – pueda garantizar una educación de CALIDAD, con EQUIDAD e INCLUSIÓN a las niñas, niños y jóvenes”. Las palabras con mayúsculas provienen, tal cual, de las diapositivas que proyecta.

Las notas de este escribidor no pueden dejar pasar la frase: independientemente de su contexto… Estamos ante una estrategia que es tan poderosa, según su decir y pensar, que puede hacer de lado el contexto, de tal manera que en cualquiera que este sea, va a florecer todo lo que enfatizan las mayúsculas en la ilustración que aparece en la pantalla y el subsecretario lee.

Destaca que, de acuerdo a lo establecido en los cambios constitucionales, “La autonomía de gestión escolar”, implica trabajar mucho, y a mediano plazo, pues requiere “romper usos y costumbres contrarias el principio de… “la autonomía de gestión escolar”. Con orgullo, el señor Treviño dice que cuando empezó la reforma, era diputado y voto por ella. ¿La habrá leído y comprendió sus múltiples impactos, o acompasó el levantamiento de su dedo a la indicación de Aurelio Nuño, actor preponderante en ese entonces en el Pacto por (su) México, y hoy su Jefe? Tampoco lo sabremos.

Por último, para concluir el introito a su ponencia, reitera que no es un programa o proyecto, sino una estrategia que contiene “un conjunto de acciones, programas, intervenciones y normas que tienen por objeto transformar el sistema y fortalecer a las escuelas y sus comunidades”. En síntesis, estamos ante uno de los cinco pilares, pero ha de ser la piedra angular, con una potencia tal que transformará al sistema.

¿De veras se comprenderá la complejidad de lo que se da en llamar sistema, de manera que crean que se le puede transformar así, a pesar de ser la realidad educativa mexicana resultado, diría Marx, de múltiples determinaciones? Con Treviño, pero más con Velasco, uno percibe que la transformación en el papel y el discurso son claras en cuanto objetivos, pero que del dicho al hecho hay tanto trecho: actores, socios de palabra y no de acciones, acciones que van en todos los sentidos y generan la imagen de la SEP como “paquidermo reumático” al que refería don Jesús Reyes Heroles. La sensación de estar ante un reporte de lo normativo, del deber ser como estando siendo (doble gerundio), es inevitable. Una quimera. Ni siquiera una utopía.

Mire usted un ejemplo: ¿“Para que La Escuela al centro? Para que contemos con MEJORES ESCUELAS”. Las mejores escuelas son las que tienen “autonomía de gestión”, y esto implica:

  1. Directores con alto liderazgo
  2. Nuevas facultades para que la comunidad escolar decida
  3. Uso óptimo del tiempo escolar
  4. Asistencia y apoyo técnico de la supervisión
  5. Trabajo colegiado docente dentro del plantel
  6. Intercambio de experiencias entre escuelas y zonas de supervisión
  7. Involucra a todos los alumnos en el trabajo en clase
  8. Participación activa e informada de los padres de familia
  9. Ejercicios de evaluación interna para la mejora continua, y
  10. Ruta de mejora escolar decidida entre los directivos y maestros.

El reino de los cielos del dios educador en la tierra: al ver lo proyectado en la pantalla se confirma: el señor subsecretario tiene en mente una escuela maravillosa, que resulta, nada más y nada menos, de un factor, de uno solo: la autonomía de gestión. Las nubes no son un elemento menor en la imagen. Cielo azul, cuando otros lo ven encapotado; la escuela con forma de iglesia – la cúpula indica al templo del saber – en que, sin embargo, colocada en medio del patio, ondea, en su asta, la bandera nacional.

Hace dos semanas todo el aprendizaje dependía del profesor, según el señor Granados con base en la investigación científica, y sus resultados en la evaluación… ahora, otro subsecretario nos dice que la escuela que imaginan depende de que las escuelas tengan autonomía de gestión. Otra vez, un solo factor es capaz de modificar tanto, todo y cuanto antes si se instaura pronto. Es, escribe en sus notas el cronista, el espacio del deber ser, de lo imaginado: si el 40% de las escuelas son multigrado, muchas con una o un solo profesor, ¿se imagina la intensidad del trabajo colegiado entre la misma persona que es profesor, director, intendente, maestro de deportes y música, asesor de los padres de familia y único integrante del Consejo Técnico Escolar (CTE)? En fin: la ilusión viaja en filmina.

Y arrancan las cifras:

“Hay una nueva generación de directores: 13 mil 639 docentes promovidos (a esa función) que representan un área de oportunidad para la innovación”

“En 2016-2017, 36 mil 355 directores capacitados a través de formación presencial y en línea, en liderazgo y gestión, herramientas de Alerta Temprana, observación del aula: como resultado, se les otorga el Certificado en autonomía de gestión…”

“En 2017-2018 iniciará un diplomado: “Una gestión educativa centrada en el Aprendizaje”, que en el marco del Consejo Técnico de Zona (CTZ) impulsará el aprendizaje entre pares, con la meta de la asistencia, nada más, del 50% de los Directores de todo el país en 2018”  

“Así mismo, en este ciclo escolar, se implementará un curso en línea específico para introducir a los directores al Plan y Programas de estudio”. ¿A todos? Claro: ¿qué cuesta decir lo que se va a hacer si no hay rendición de cuentas, sino cuentas de acciones de futuro que –de forma increíble– dan cuenta de lo que está sucediendo. El futuro es presente, y el presente futuro: buena idea para un reactivo en el examen PLANEA para funcionarios. Urge.

En la dimensión de Consolidación de Comunidades de Aprendizaje: “33 mil Colectivos docentes formados en el “Sistema de Alerta Temprana”.

Como hacen falta subdirectores de gestión, hay 450 plazas para que los directores, sobre todos los jóvenes recién egresados que aprobaron el examen autorizado por el INEE, no tengan carga administrativa que los distraiga de su indudable labor de ser líderes de colectivos docentes que, luego de la fase intensiva previa al inicio del curso, unos cuantos días, se reunirán 8 veces en el ciclo… Una simple comparación; 13 mil, y pico, nuevos directores – 450 plazas de subdirector – y 36 mil capacitados en todo lo habido y por hacer, con las mismas 450 plazas… Un subdirector por cada 29 plazas nuevas, y el mismo subdirector para cada 80 directores recién diplomados…

No importa que las cifras indiquen que hay un abismo entre lo deseado y lo real: lo que importa es que suenen a muchos: “(De) 14 mil 217 escuelas de organización completa, 19% cuentan con un subdirector, ya sea de gestión o académico). Si uno hace cuentas, hay subdirector en 2 mil 701 planteles de ese tipo. En 11 mil 516 no.

Llega el rubro de mejor infraestructura: en todo el sexenio, lee el subsecretario Treviño, beneficiaremos a 60 mil escuelas de educación básica: “Esto es, 3 veces superior a la inversión realizada en los dos sexenios anteriores”. Recuerdo las palabras del Secretario Nuño esa mañana en el periódico: en las zonas en que el sismo afectó al país, 10 mil escuelas tienen daños. Si tomamos al conjunto total de escuelas, y lo comparamos con las dañadas, le proporción de escuelas con deficiencias que derivaron en fracturas de distinto tipo es mucho mayor, y mucho en serio, que la proporción de viviendas correspondiente a las mismas zonas: de ese tamaño ha sido el descuido de la infraestructura escolar durante medio siglo (no solo los dos sexenios anteriores: o qué, ¿cuándo Elba Esther o Jongitud eran aliados del PRI, la infraestructura escolar era maravillosa? Ha lugar a dudas…

Datos duros e imágenes incuestionables… Va la diapositiva:

Lo que sorprende más es que, en medio de las cifras, se hace alarde de avances inmediatos. Una escuela de tiempo completo, recién establecida, ya muestra avances incuestionables en el aprendizaje de los niños… “se incrementaron 274% las escuelas de tiempo completo, pasando de 6 mil 700 a 25 mil 130”. Y en ellas, ya, se aprende más y mejor: va la prueba irrefutable. Otra diapositiva que ofrezco a usted, paciente lector, en que se observan los resultados de PLANEA nacional, de la misma prueba en todas las escuelas de tiempo completo, y las que tienen ya tres ciclos como tales. En las últimas, se reduce la proporción de alumnos en el nivel bajo, y crece (se multiplica por 3) los del nivel más alto: pasa del 2 al 6% en números redondos. Éxito rotundo.

Siguen más datos y diapositivas: ojalá el INEE, en sus informes de estas jornadas, ponga a disposición de los lectores las presentaciones de los funcionarios. La crónica se extiende demasiado y faltan expositores… No es posible dejar de mencionar el último de los programas de la estrategia: Padres Educadores. Se atenderán 3 mil 200 escuelas en el ciclo 17-18 para “Incrementar significativamente el impacto que el apoyo de los padres de familia puede tener en el aprendizaje y el desarrollo de sus hijos” o bien, formar a los padres para que puedan desarrollar las habilidades que les permitan colaborar con la escuela para garantizar la educación de calidad… Lo dicho: esto ocurre, u ocurrirá – los tiempos verbales varían – en otro país que no es el nuestro, pero que si habita el Presidente, sus Secretarios, los Subsecretarios y demás funcionarios. Lo malo es que no hay visas para entrar: el país de la pobreza, donde la mayoría de los padres de familia no tienen ni tiempo ni la formación escolar necesaria para apoyar a sus hijos, ese sitio en que vivimos los demás no es donde ocurren – o se les ocurren – las ideas a los reformadores.

Hay, en síntesis, un dilema que es menester enfrentar: ¿La escuela está al centro porque la SEP ha decidido ponerla en el centro? Entonces, la escuela no está en el centro del proceso, sino del discurso, pues es ahí donde se afirma que se ha puesto al centro. Hagámonos cargo: ¿cómo puede estar la escuela al centro sin soltarla, sin darle instrucciones para que esté en el centro, lo que hace que no lo esté, pues desde el centro del poder educativo ahí se le coloca y monitorea para que sea central en lo que se afirma? No es mala idea que la escuela esté al centro, pero una cosa es ser el centro de algo, y otra es estar “centrada” por los designios del poder. Tarea para pensar todos.

¡A mover los números!

En su turno, el señor Velasco explica lo que es el SATE: para recordarlo, las siglas remiten al Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela. A través de este programa, parte de la estrategia, se enseña a las escuelas a ser autónomas en su gestión.

Es una autonomía dirigida por la SEP: con mucho entusiasmo relata que a través del SATE se está “más cerca de las escuelas, y se les acompaña para monitorear… que sean autónomas en su gestión”

No hay tanta explicación como la de antecesor en el empleo dela voz, pero anoto frases muy significativas: “Nuestros (sic) supervisores” ¿De quién? De la SEP. Ellos enseñarán, desde la centralidad de su influencia, a que el centro sean las escuelas y tengan autonomía: pero, en realidad, lo que expone Velasco es que no serán centro, sino centradas, y que la autonomía dirigida es lo contrario a ejercer la autonomía.

Todo está previsto, todo engarza en una lógica perfecta, no hay resistencia ni problemas, no hay pasado y una cultura de la obediencia a la autoridad y a los caciques sindicales. ¿Qué ahora hay que ser autónomos? Pues no hay problema, nosotros les indicamos cómo serlo, o parecerlo.

¿Será que Javier Velasco, Javier Treviño, Otto Granados, Aurelio Nuño y el resto del equipo educativo del sexenio que fenece, comieron el fruto prohibido del que habla el Génesis de la Biblia? Hay que recordar que se trataba del producto del Árbol de la Vida, de la Ciencia, del Bien y del Mal: y la Serpiente los convence de hacerlo porque, dice, al comerlo “seréis como dioses”.

Quizá: en una intervención posterior, en respuesta a los comentarios, dudas y críticas de los comentaristas, Treviño relata que, en las reuniones con Gobernadores, las CONAGO educativas, cuando les presentan las cifras de su entidad, y ven las de otros, llaman a su encargado del despacho educativo local y lo reprenden. A la siguiente ya son otros los reportes. Ergo, la Reforma Educativa avanza.

Quizá: en una intervención posterior, también en defensa de lo cuestionado, Velasco dice: “el termómetro de todas estas acciones es el aprendizaje de los estudiantes. Nuestros supervisores son centrales, pues cada supervisor es responsable de mover los resultados de aprendizaje de su zona” ¿Mover los resultados? Es distinto mejorar los procesos, anoto en el cuaderno, para que haya mejores resultados, que la encomienda de moverlos como el eje central.

Si no es lapsus lo que dice, entonces estamos ante el riesgo de modificar el velocímetro para que el carro parezca que va a más velocidad, pues donde dice 60 se ha puesto 80 kilómetros por hora. Si la tarea es mover los resultados, la manipulación del odómetro, del popular cuentakilómetros, es muy atractiva. Ojalá no sea así.

 

¿La escuela al centro o la escuela, y los profesores, en el blanco?

El comentario de Oralia Bonilla arranca con un reconocimiento al esfuerzo realizado, pero con la necesidad de entender que la escuela es un bien nacional, no un recurso del gobierno: las escuelas pertenecen a la sociedad. Y son muy complejas sus relaciones al interior y con el entorno.

Hay, dice, que conocer a la escuela: lo que pasa en ella, sus lógicas, su historia, sus prioridades. No es solo una unidad pedagógica, sino que tiene otras caras: la administrativa, la laboral, la política.

Señala que, como en esta sesión, los responsables hacen reportes llenos de datos, “datos duros”, indicadores… pero la cultura de la exposición es privilegiar los logros sobre los desafíos.

Hay una tradición, en el vínculo de la SEP con las escuelas: la relación es vertical y jerárquica. No se puede poner al centro a la escuela desde el centro con tal sencillez. Que sea el centro de la vida educativa es diferente a que sea el centro del discurso de la reforma. Es necesario reconocer que la escuela se encuentra constreñida por un conjunto de estructuras que la agobian, de niveles de gestión locales y nacionales que la acotan de tal manera que son centro de la acción de esos actores y estructuras, y sin modificar eso, no pueden ser un centro del que surjan las modificaciones necesarias.

No es sencillo, pero es preciso generar las condiciones políticas para que las escuelas queden al centro: no se puede centrar desde el poder, sino dar el poder a la escuela para que esté al centro.

Hablando en confianza con algunos profesores, comenta, lo que dicen es que, con el lema de “la escuela al centro”, perciben que, en efecto, esta reforma ha puesto a la escuela al centro de una diana, de un círculo en el que, al centro, como blanco de las acciones y las políticas, está la escuela. Es una crítica que retoma el parecer de maestros que, centrados como responsables, se ven vistos desde la reforma como el blanco, el objetivo del disparo de las estrategias, programas y transformaciones. ¿Centro para actuar con autonomía, o lo central – en un tiro al blanco – en la esperanza de la reforma?

Sin duda, un aspecto a pensar muy valioso. El choque entre la mirada del reformador y la del actor y el sitio de trabajo que se pretenden reformar. Desde el centro.

Algunos peligros

En su turno, Francisco Miranda comenta que los números expuestos son impresionantes, pero hay que cuidar lo que resulta al cambiar la escala de los programas. No es trivial el pasaje de un programa piloto a la extensión de sus factores a todo el sistema.

Si, en efecto, las escuelas están en el centro, ¿cómo ha de cambiar la forma de administrar el sistema?

No lo desea, ni lo considera inevitable, pero sugiere que, dada la importancia de la estrategia, es muy importante cuidar los fenómenos derivados de hacer de las instrucciones de autonomía de gestión simples rutinas a cumplir, y reacciones burocratizadas a las instrucciones superiores.

Es necesario, sugiere, atender a lo que significa autonomía para las escuelas: ¿es un instrumento que se “da” a las escuelas, o se adopta una noción de autonomía con los márgenes de libertad y gobierno que pueden entenderse de esa noción?

Si se aprenden las rutinas para dar cuentas de procesos, y predominan los formatos, podemos caer en una autonomía aparente.

Es necesario tomar en cuenta experiencias de otros lados del mundo. En ciertos lugares, con nociones parecidas a la escuela al centro, o la autonomía, se presentaron casos de una especie de ausencia de responsabilidad del estado.

¿Cómo se relaciona esta estrategia, pregunta, con la diversidad de condiciones? ¿Hay un plan de discriminación positiva, que apoye de manera diferente esta idea a las escuelas multigrado, por ejemplo? Quizá no haya, en el sistema actual, una modalidad tan autónoma y en el centro de las comunidades que las escuelas multigrado.

Hay una expresión de Francisco Miranda que merece mucha atención, a mi juicio. La expone, insisto, como una preocupación a tomar en cuenta. ¿Queremos un agregado de escuelas autónomas, o un sistema organizado que mejora a partir de la autonomía de las escuelas? No es trivial el dilema que presenta, pues se basa en la necesidad de aprender de lo que ha ocurrido en el sistema, como el caso del programa de Escuelas de Calidad (PEC)

Hay, al revisar las notas de la reunión que tomé (siempre relativas a la mirada de quien las toma, nunca la “realidad real”, inexistente) una convergencia en los comentarios de Bonilla y Miranda: cuidado con la premura, prudencia, no agotar la discusión en la avalancha de números, reconocer la complejidad de lo que llamamos escuela y sus actores, recuperar la experiencia del pasado y de otros lares… Establecen un conjunto de dilemas, retos y riesgos. Hay, más allá de lo sucedido en la conversación posterior, mucho que aprender de sus comentarios.

Al final

El tiempo es un tirano. Llegan muchas preguntas, pero sólo se pueden atender unas cuantas dado que el moderador da la palabra a los funcionarios.

Lo que destaca en las respuestas es un cambio en la actitud. Dicen Treviño y Velasco que han tomado nota de todo lo dicho y que lo tomarán no solo como notas, sino en cuenta para revisar sus acciones.

Tengo la impresión que, en su proyecto, hay una apuesta central: desplazar, en la medida de lo posible, a los antiguos actores, para renovar las cosas y las relaciones: les entusiasma la idea de contar con los nuevos directores y supervisores, pues se trata, afirman, de un cambio cultural.

Por ejemplo, que el Consejo Técnico de Zona – donde se reúnen supervisores y directores de varias escuelas – sea, en efecto, un espacio real de diálogo.

Llama la atención un cambio en el discurso: el subsecretario Treviño acota lo dicho en su primera exposición. Al parecer, todo lo anterior es un plan piloto, del que surgirán lineamientos para el ciclo 2018-2019…

Se atiende a una pregunta: ¿Qué van a hacer con la simulación de las autoridades locales, que frente al centro siempre cumplen, aunque su cumplimiento sea más bien formal?

La respuesta es: contra la simulación, el antídoto es la participación de los padres de familia, que participen en el monitoreo del aprendizaje de sus hijos.

Hay más notas. No hay ya espacio ni tiempo. La reseña que se ofrece es una mirada que, sin remedio, se realiza desde los ojos del que la relata. En esta segunda sesión, muchos temas quedan abiertos a la reflexión, sobre todo por la serie de asuntos que pusieron sobre la mesa los comentaristas. Toda una agenda en torno al tema de la Escuela al Centro y la cuestión central: ¿Es posible una escuela al centro, decretada así por una política que proviene del centro y la regula? ¿Es posible, y qué significa más allá de la decisión de cuántos días tendrá un ciclo escolar (180 o 2000) la autonomía de gestión en las escuelas?

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¿La escuela al centro?

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Desmembrar la Educación pública. Aurelio Nuño contra-ataca con Plan “Escuela al Centro

Por: Oswualdo Antonio González

Se han publicado diversos análisis del Plan presentado por Aurelio Nuño, denominado La Escuela al Centro, en ellos se resaltan sus bondades o limitaciones pedagógicas, sus implicaciones administrativas o bien su inviabilidad económica. Éstas miradas se encuentran con el problema que no hay un referente pedagógico que le de contenido a sus reflexiones, por ello, en la mayoría de los casos, sólo se plantean especulaciones o preguntas incisivas. Esto mismo sucedió con la evaluación para la permanencia de maestros en servicio, ya que al no existir un modelo pedagógico que le diera sentido, los análisis coincidieron en que se trataba de una reforma laboral desventajosa para los maestros en servicio.

Si aceptamos la premisa que no hay un trasfondo pedagógico en los dos niveles de Reforma presentados hasta este momento (laboral antes y organizativo ahora) por el gobierno federal, entonces ¿cuál es el propósito de impulsar estas dos iniciativas?

En este texto, nos enfocamos en el análisis de las decisiones de la autoridad pública, no sólo en el Plan La Escuela al Centro, que desde esta lógica es una estrategia. Afirmamos que no nos encontramos ante una política pública, sino ante una política gubernamental. La política gubernamental se encuentra en la fase de implementación y la decisión que la guía es inamovible. Lo anterior lo podríamos sintetizar de la siguiente manera:

  • La decisión del grupo en el poder (político y económico) de desmantelar la educación pública y con ello, crear las condiciones para que privados puedan invertir en ella, sigue inamovible desde el 2013. Éste es el fin de la decisión: privatizar un servicio público. Las estrategias para lograr la privatización, por ejemplo en la Comisión Federal de Electricidad o Luz y Fuerza del Centro, van desde dividirlas en múltiples partes (para evitar frentes unificados de resistencia) o llevarlas a la quiebra y con ello, demostrar que son un lastre para las finanzas públicas y entonces, ya en quiebra, venderlas a precio de risa. ¿Cómo privatizar la educación pública? ésta es la tarea que tiene Aurelio Nuño y que logrará, sino somos capaces de detenerlo.
  • Las reformas constitucionales, la evaluación para la permanencia de maestros en servicio y ahora el Plan La Escuela al Centro, deben leerse como estrategias para lograr la privatización de la educación pública. No son algo distinto, son eslabones de una misma cadena, que en el análisis de políticas (decisiones) denominamos implementación.

Un todo, que llamábamos Educación pública 

Una vez tomada la decisión de privatizar la educación pública, la pregunta con la que se encuentran los priistas, panistas y perredistas es, cómo lograrlo. Se han probado decenas de recetas en latinoamerica que no han dado los resultados esperados por los empresarios, caso emblemático, son los problemas con los que se han enfrentado en Chile. Por ello, Aurelio Nuño y su equipo, han decidido seguir la estrategia que se está implementando con la Comisión Federal de Electricidad: desmembrarla, romperla como sistema y posteriormente construir áreas de inversión privada, bajo el pretexto de necesidad de servicios especializados. Con esta estrategia se crean tantas divisiones y nuevos campos internos de disputa (directivos-maestros, padres de familia-directivos, supervisores-directivos, etc.) y se inducen polos controlables de insurgencia, los cuales se ven como necesarios para mostrarse con fuerza e inhibir resistencias futuras.

Se puede afirmar que el grupo en el poder está desmembrando a pasos acelerados la Educación pública.

Desmembramiento 1: Nuevo andamiaje institucional que legaliza la participación de privados en la educación pública. 

No profundizaré en este aspecto, por que ya lo hemos abordado en otras ocasiones, solo puntualizaré que las reformas constitucionales aprobadas promueven la privatización de la educación, la cual es observable, por ejemplo, en el adelgazamiento en las funciones legales de la SEP.

Desmembramiento 2: acabar con el gremio docente. 

Algo que lograron de manera fácil, sin ninguna resistencia significativa, fue acabar con las condiciones de ingreso al servicio, pasar de contratos colectivos a contratos individuales y con ello, anular la capacidad de asociación en sindicatos. Para los que ingresan al servicio después del año 2013, ya no hay gremio magisterial, la educación pública es solo un trabajo más. Igualmente ahí se acabo con el modelo del normalismo. Suena fuerte, pero el gobierno, ya nos ganó el futuro. ¿Podremos revertirlo?

Para los maestros en servicio, el desmembramiento incluye la evaluación para la permanencia, que implica re-contratos cada 4 años y una buena bolsa de incentivos económicos para dividir los posibles focos de insurgencia. Aunado a ello, el embate contra los sindicatos como figura colectiva se recrudece, acotándolos a membretes, sin ninguna capacidad de negociación con el patrón.

Desmembramiento 3: acabar con la dinámica funcional del sistema.

En esta semana hemos sido testigos de la presentación de la última acción derivada de la estrategia del grupo en el poder: romper la dinámica del sistema que implica destruir los subsistemas, órganos, aparatos, tejidos, funciones, células y vasos comunicantes, y sustituirlos por sistemas independientes, que no se comunican entre sí. Escuelas inteligentes o autónomas les podrán llamar algunos de manera pomposa, o bien un esquema Coworking, si somos afectos a las tendencias europeas.

Una imagen que pudiera ilustrar el sistema que se está imponiendo es la del titiritero, el cual sigue manejando los hilos, vía financiamiento y autorización, pero que le dice al títere que es autónomo respecto del circo y el cirquero. Se acaba con el circo, ahora sólo hay títeres, el espectáculo sigue adelante, las funciones no paran. De forma altruista aparecerán manos privadas que se ofrecerán a manejar a los títeres pero respetando su autonomía. Las manos se comunicarán, los títeres no. Llegará un momento que las manos tendrán la capacidad de cambiar títeres y en ese momento el nuevo sistema funcionará como se lo están imaginando.

Plan la Escuela al Centro

Analicemos desde la perspectiva del desmembramiento este Plan del grupo en el poder. Reiteramos, no es una nueva decisión, es una estrategia más, en el proceso de implementación, ello contesta, las preguntas que algunos colegas han planteado respecto de que no se consulto con especialistas este nuevo Plan, para lograr consensos a favor de su mejora. O bien por qué las nuevas Claves de Subdirectores administrativos serán ocupadas por los “Comisionados” del SNTE, sin someterse a concurso público, violando de manera evidente la ley vigente. No es democracia, es imposición y punto. No es educación, es política, es estrategia empresarial.

Serán 7 los embates que se vienen en los próximos días contra la educación pública, el Plan la Escuela al Centro, es el primero.

El Plan tiene 6 líneas de acción, cada una con la encomienda de rasgar por la fuerza una parte clave del cuerpo que conforma la educación pública.

  • la primera consiste en romper la idea de sectores y zonas que agrupaban escuelas que compartían un contexto y tratarlas como organizaciones individuales, aisladas de su entorno, cuya comunicación, se ordena, ahora será directa con la autoridad, sin intermediarios. Se crea una nueva burocracia gerencial (subdirector de gestión y subdirector académico) la cual a la larga se entenderá con los nuevos tomadores de decisión externos, responsables de la productividad en la lógica de, “no me importa como pero debes ser el mejor”, para así, obtener más recursos e incentivos (premios) económicos para los maestros. Las atribuciones que en el nuevo marco normativo se le da a los directivos busca también reducir a los maestros a implementadores y técnicos de la enseñanza, ya que los directivos podrán poner a disposición de la autoridad a maestros rebeldes. Lo público-nacional se rompe, lo gremial se rompe, la enseñanza se divorcia del entorno y la productividad hace su aparición vinculada al financiamiento focalizado. Aquí los indicadores de la calidad y de financiamiento se volverán en camisas de fuerza para todas las escuelas, al grado que la autonomía se acotará a seleccionar A o B. La escuela al centro es el eslogan, la intención escuelas al servicio de la productividad y la competitividad.
  • La segunda línea de acción, es el financiamiento focalizado a escuelas que cumplan con los estándares de productividad y se encuentren rankeadas entre las mejores según sus criterios de calidad. Este modelo de financiamiento no es nuevo y sus resultados tampoco. Provoca brechas entre escuelas que cuentan con todo y escuelas que cuentan con nada, reforzando ciclos de inequidad y precariedad extremas. Las escuelas multigrado serán las primeras afectadas, ya que de entrada no podrán contar con las figuras de subdirector administrativo, ni académico y ningún otro personal de apoyo. Si alguno de los lectores no dimensiona el tamaño del problema, basta con buscar el número de escuelas primarias multigrado en Veracruz, por ejemplo, para darse una idea.
  • La tercera línea planteada en el Programa de Aurelio Nuño, rompe las posibilidades que las escuelas ubicadas en un mismo contexto comunitario, enfrenten de manera conjunta las problemáticas a las que se enfrentan e induce al diseño de planes divorciados del compromiso social de transformar el entorno. Los Consejos Técnicos Escolares se transforman en reuniones gerenciales para garantizar la productividad.
  • La cuarta línea, es un candado que se pone pensando en aquellas escuelas que quieran aprovechar este discurso demagógico de autonomía, para impulsar proyectos educativos alternativos o contra-sistémicos. Así, los  Consejos Escolares de Participación Social se pretende sean, las reuniones de accionistas, las cuales estarán por encima de las reuniones gerenciales (Directores con sus Maestros). Con esta línea se busca atar de manos a las escuelas y ser la primera línea de choque contra los movimientos magisteriales.
  • La quinta línea, es un trascendido para medir la respuesta del magisterio. No se da como un hecho, apenas se enviará la iniciativa para reformar el artículo 51 de la Ley General de Educación, que regula el calendario escolar. La intención política apunta a quitarle una herramienta de presión a la CNTE y los diversos grupos movilizados, quienes recurrían al Paro de actividades como medida de protesta y presión. Con esto, la autoridad desactiva la presión pública que le exigía garantizar el cumplimiento del calendario escolar. Ahora esa presión la desvía hacia los Consejos Escolares de Participación Social. De aprobarse esta modificación al Calendario escolar, se erosiona de manera grave la idea de gremio magisterial y vuelve complejo el diseño de agendas magisteriales de lucha y resistencia, dado que cada escuela optará por decisiones que mayor beneficio le reditúen de forma inmediata, dejando en segundo lugar lo gremial, o la defensa de sus derechos. Igualmente el proceso para definir el número de días que se laborará, implicará un compromiso formal con los padres de familia que difícilmente se podrá romper para participar en algún movimiento magisterial, además que dichos planes deberán ser aprobados y por tanto asumirse como un acuerdo formal con los supervisores escolares. Ante la propuesta de aumentar una hora de clases en preescolar, es urgente que las especialistas opinen sobre el impacto de esta decisión en el desarrollo de los niños, tomando distancia de los planteamientos que solo se quejan de que ahora los maestros, trabajarán más. ¿A qué evidencia internacional se refiere la autoridad, cuando dice que mayor tiempo en la escuela se traduce en mejora significativa de la calidad?
  • La sexta línea bosqueja el negocio que funcionará en las instalaciones de las escuelas públicas en el periodo de vacaciones, ello explica por que la autoridad plantea el aumento en el número de días de vacaciones. Las llamadas escuelas de verano, seguramente iniciarán contratando a maestros en servicio, pero sin darnos cuenta irán mudando a modelos de subcontratación de servicios vía empresas especializadas, las cuales obtendrán ganancias sin necesidad de invertir en infraestructura.

2015 fue el año de la derrota de Aurelio Nuño, por ello, la estrategia que presenta en 2016, puede leerse como un contra-ataque dirigido a los maestros en resistencia, en pie de lucha. Pretende desplazar el tema de la evaluación punitiva por el de la autonomía escolar y con ello crear una burbuja mediática que le de una base social y académica de apoyo a su Reforma. En esta estrategia el INEE está subordinada a la SEP, al grado de mover su calendario para evitar que la aplicación de los exámenes coincida con las elecciones de varios estados, entre ellos Veracruz, donde todo apunta a una derrota aplastante del PRI.

Aurelio Nuño ha mostrado su estrategia ¿qué hará el movimiento magisterial para neutralizarlo? ¿que agenda de lucha impulsará el movimiento magisterial para conservar y aumentar su base de apoyo? El 2016 apenas inicia.

Fuente: http://insurgenciamagisterial.com/desmembrar-la-educacion-publica-aurelio-nuno-contra-ataca-con-plan-escuela-al-centro/

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