Frente a la migración de retorno no bastan las buenas intenciones

Blanca Heredia

El discurso antiinmigrante de Donald Trump ha puesto un reflector sobre la problemática que enfrentan niños y jóvenes migrantes de retorno en relación al sistema educativo mexicano. Constituye una buena noticia que el gobierno federal está interesado en el asunto y esté proponiendo reformas legales para hacer efectivo el derecho a la educación de este sector de la población. Los cambios propuestos revelan, sin embargo, que no bastan las buenas intenciones para resolver el problema.

El jefe del Ejecutivo federal envió en días pasados al Senado de la República una iniciativa preferente para reformar y adicionar diversas disposiciones de la Ley General de Educación (LGE). La iniciativa tiene dos objetivos principales. Primero, evitar que la falta de documentos académicos o de identidad impida el acceso de niños y jóvenes al sistema educativo, ofreciéndoles, para ello, opciones más flexibles para contar con dichos documentos. Segundo, simplificar la revalidación de estudios realizados en el extranjero y facilitar el acceso de los migrantes de retorno a las universidades del país. Esto último, entre otros, a través de: autorización a las universidades privadas a otorgar revalidaciones parciales de estudios de licenciatura; emisión por parte de la SEP de normas para la revalidación de estudios en el extranjero; y permiso a las autoridades educativas para autorizar a las instituciones de educación superior que cuenten reconocimiento de validez oficial de estudios para otorgar revalidaciones parciales de estudios de licenciatura.

La propuesta de reforma de la LGE revela interés en el tema por parte del gobierno federal y apunta, en lo general, en la dirección correcta.

Pero, como dice el dicho: el diablo está en los detalles. Y, los detalles contenidos en las modificaciones propuestas a los acuerdos 286, 328 y 379 –todos ellos referidos a acceso escolar por parte de alumnos con estudios previos en otro país y/o carentes de documentos académicos o de identidad, así como a la revalidación de estudios en el extranjero y actualmente en revisión en Cofemer– presentan, desafortunadamente, importantes insuficiencias.

Los ajustes planteados a dichos Acuerdos incluyen avances, en especial, para el caso de la educación superior, nivel para el cual la tramitología relevante sigue siendo rocambolesca en extremo.

Destacan: la eliminación del requisito de la apostilla y de la traducción al español por perito profesional de documentos académicos y de identidad para acceder a la universidad y para la revalidación parcial de estudios, así como la autorización a las instituciones educativas mexicanas en las que el alumno quiera matricularse a emitir opiniones técnicas sobre estudios previos y a verificarlos electrónicamente para agilizar procesos de ingreso y revalidación.

En las modificaciones propuestas, sin embargo, se siguen incluyendo trabas y trámites complejos cuya racionalidad y razón de ser resulta difícil entender. Por ejemplo, para el reconocimiento de validez oficial de estudios el requisito de “contenido programático equiparable” con programas nacionales se reduce del 75 al 60%. (¿Por qué ese requisito y ese porcentaje? ¿A cuántos más beneficiará esta medida?) Se autoriza -cosa que no ocurría antes- la revalidación completa de estudios superiores en el extranjero sin mayor trámite, pero sólo para estudios realizados en universidades -distintos a los de las áreas jurídicas y salud- con las que el Conacyt tenga convenios de movilidad.

(¿Por qué sólo para esas universidades? Excluir a Derecho se entiende, pero, ¿por qué retener tanta traba para estudios en el área de salud?) Un último ejemplo: se elimina el requisito de revalidación de licenciatura en el extranjero -excepto para educación normal- para admisión a estudios de posgrado en México, pero se mantiene si la persona quiere ejercer profesionalmente en el país. (Bien por la eliminación tramites ingreso a posgrados en universidades mexicanas, pero, ¿por qué se exceptúa de esta nueva regla a la educación normal?
y ¿por qué no simplificar y flexibilizar los requisitos para que profesionales formados fuera del país puedan ejercer y aportar sus conocimientos y experiencia laboral en beneficio de la economía mexicana?).

La persistencia de obstáculos y trámites costosos y engorrosos en las revisiones propuestas para las reglas aplicables para para poder cursar estudios en el país, obtener los títulos correspondientes y/o revalidar estudios en el extranjero revela inercias e intereses burocráticos profundos. Si acaso queremos hacernos cargo del problema y aprovechar los activos con los que han retornado ya millones de mexicanos y pudieran, regresar –en la mayoría de los casos sin desearlo– millones de más, sería hora de sacudir en serio esas inercias y ese entramado de intereses que sólo benefician a unos cuantos.

Para ello, habría que empezar por formar un grupo técnico que se integre, formalmente y a la brevedad, a la discusión y revisión de las propuestas de modificación presentadas por el gobierno federal a los diversos ordenamientos que regulan este asunto. Ello, a fin de aprovechar el conocimiento experto en la materia externo al gobierno, ampliar la pluralidad de las voces legítimamente autorizadas para construir una respuesta oportuna e inteligente, así como limitar el peso de las inercias y los intereses corporativos que tienen atrapada en la cerrazón a la educación nacional y, muy en especial, a nuestra educación superior.

Fuente de la noticia: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/frente-a-la-migracion-de-retorno-no-bastan-las-buenas-intenciones.html

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Migración de retorno, la posibilidad de ganar o de volver a perder

Blanca Heredia

La llegada de Trump a la Presidencia de Estados Unidos nos plantea una oportunidad y una responsabilidad central. Se trata de un punto de quiebre en el que tendremos que decidir si hacemos frente a la situación o si seguimos enconchados en nuestra mediocridad. La migración de retorno nos planta frente a la opción de renovarnos o perder.

Ante un alud no previsto de mexicanos o nacionales americanos (menores hijos de padres mexicanos indocumentados) que pudiesen regresar a México –como resultado tanto del endurecimiento de la política migratoria de Trump, así como del posible aumento de hostigamiento, discriminación y violencia en contra de los mexicanos que residen en Estados Unidos– resulta fundamental prepararnos.

Mónica Jacobo, experta en el tema e investigadora de la unidad especializada en educación y política educativa del CIDE, señala que debemos prestar especial atención a la interfase de este tipo de migración con el sistema educativo. Ello, básicamente, pues no abrir de par en par las escuelas del país para acoger a los migrantes de retorno, así como no generar mecanismos para validar de manera fácil y expedita sus estudios y sus competencias laborales, además de tremendamente injusto, resulta miope y absurdo.

Entre 2009 y 2015, fueron deportados a México alrededor de 2 millones de personas de forma forzada o semiforzada, la mitad de quienes se ubicaban entre los 15 y 29 años. De estos últimos, 7 de cada 10 requerían ser admitidos en alguna escuela o universidad, o bien, les hacía falta revalidar sus estudios para poder insertarse en el mercado laboral formal de manera digna y productiva.

Para la inmensa mayoría, sin embargo, la posibilidad de inscribirse a una escuela, así como de graduarse y/u obtener el certificado oficial de los estudios cursados en Estados Unidos ha significado enfrentarse a un verdadero vía crucis. Entre los requisitos –rocambolescos– solicitados por las autoridades mexicanas para ello: acta de nacimiento traducida por perito profesional y apostillada, así como certificados de estudios también apostillados y traducidos por peritos profesionales. Por su peculiar situación migratoria, muchos de ellos no contaban con esos documentos o bien con los recursos para cubrir el costo de todos esos trámites (costo aproximado entre 8 y 10 mil pesos).

El trámite se vuelve más complejo para ser admitido en una institución de educación superior mexicana o para revalidar la cursada y/o completada en Estados Unidos, pues se requiere, además de cumplir con los requisitos mencionados para básica y educación media superior, comprobar que el programa de estudios universitarios cursado en Estados Unidos sea similar al de una universidad mexicana en, al menos, 75 por ciento.

En el verano de 2015, y gracias a la labor de un grupo de organizaciones sociales y académicos, así como de la sensibilidad de la Subsecretaría de Educación Básica de la SEP, esos requisitos (absurdos y carísimos) se redujeron de forma significativa para primaria, secundaria y educación media superior.

Desafortunadamente, la buena nueva ha tardado en llegar a las escuelas y, como resultado de ello, muchos niños y jóvenes retornados siguen sin poder acceder a la educación formal y/o a certificados de estudios.

Frente a la posible exacerbación de esta problemática, el pasado 17 de enero, el presidente Peña Nieto anunció que para los estudiantes de educación básica no será necesario exhibir documentos, y sólo se requerirá presentar un escrito por parte de los interesados, de tal manera que la responsabilidad de la revalidación queda en manos de la institución que reciba al estudiante.

En cuanto a la revalidación de títulos y estudios de los migrantes de retorno, el secretario de Educación, Aurelio Nuño, dio a conocer que a partir de febrero se harán públicos nuevos lineamientos orientados a simplificar y facilitar dichos procesos.

Las medidas anunciadas constituyen una muy buena noticia. Restan, sin embargo, diversos temas centrales por atender. En primerísimo término, el que las autoridades lancen una campaña de comunicación para sensibilizar a la población sobre el valor de los migrantes de retorno, así como y en especial, para darle a conocer a todas la instituciones educativas los nuevos lineamientos para la admisión, emisión de títulos y reconocimiento de estos para los migrantes de retorno, a fin de que los cambios normativos no se queden en letra muerta.

Dos asuntos adicionales a los que las autoridades tendrían que prestar atención son los siguientes. Primero, iniciar los trabajos para simplificar los trámites generales de acreditación de identidad para los migrantes de retorno, pues este parece ser el mayor cuello de botella, también, para su inserción laboral. Segundo, empezar a pensar cómo tendríamos que acometer la tarea más compleja de ofrecerles a aquellos en edad escolar la educación y el trato que requieren para potenciar sus saberes, destrezas y actitudes distintivas en beneficio de la colectividad en su conjunto. La transformación en curso del Modelo Educativo mexicano ofrece una oportunidad privilegiada para ello.

Si no tomamos las medidas necesarias, nuestros connacionales vuelven a perder y perdemos todos debido a nuestra incapacidad como país para darles oportunidades de formación y crecimiento, así como para aprovechar sus saberes y talentos.

Fuente del articulo: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/migracion-de-retorno-la-posibilidad-de-ganar-o-de-volver-a-perder.html

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La UE echa el freno a los acuerdos migratorios con países africanos

15 diciembre 2016/Fuente: La Vanguardia

Europa echa el freno a los acuerdos marco sobre inmigración creados hace seis meses para tratar de erradicar en origen las causas de la inmigración irregular. La fórmula, lanzada después de cerrar la puerta de entrada por el mar Egeo con la ayuda de Turquía, se ha llevado a la práctica con cinco países africanos a modo de prueba piloto (Níger, Nigeria, Senegal, Mali y Etiopía). Se trata de pactos a medida, en función de la situación de cada país, para premiar la colaboración de los gobiernos en el control de la inmigración con una mayor cooperación económica y política. El proyecto interesa especialmente a Italia, el país más afectado por estas rutas migratorias. En el 2016, han llegado al país 175.244 migrantes, un 20% más que en el 2015 .

Seis meses después de su puesta en marcha, los acuerdos arrojan resultados modestos aunque prometedores, según se desprende del segundo informe de evaluación de la Comisión Europea bajo la dirección de Federica Mogherini, alta representante de política exterior europea. Si bien se están produciendo más retornos de migrantes irregulares desde Europa o los países de tránsito, la cifra de llegadas desde estos cinco países por el Mediterráneo Central ha aumentado.

El Consejo Europeo, que hoy celebra en Bruselas su última reunión del año, mantendrá su apuesta por esta fórmula, pero renunciará de momento a ampliar los acuerdos a otros países, como se pretendía originalmente. Pakistán, Bangladesh, Afganistán o Egipto son algunos de los que se citaban como potenciales beneficiarios. Los líderes europeos apostarán por centrarse en los programas en marcha y, aunque no descartan lanzar otros en el futuro, piden “tener en cuenta los recursos disponibles”, afirma el borrador de conclusiones de la reunión.

La enorme cantidad de medios humanos y financieros que absorben los acuerdos actuales explican este repliegue de velas, afirman fuentes diplomáticas. “Los proyectos piloto todavía no han producido todos los resultados que se esperaba, pedimos prudencia a Mogherini”, afirman fuentes diplomáticas europeas, que advierten del riesgo de “dispersión de los recursos financieros”. El enfoque “no vale para todas las situaciones”, añaden. Desde la cumbre UE-África celebrada en La Valeta (Malta) hace un año, Europa ha aportado 2.500 millones de euros a un fondo fiduciario para este continente.

El acuerdo marco con Níger, el país más pobre del mundo, es el que mayores resultados está dando por ahora en términos de control de la inmigración, afirma la Comisión. El refuerzo de las fronteras ha reducido de 70.000 a 1.500 el número de personas que cada mes cruza su territorio para llegar desde el Sáhara a Europa. Además, se ha detenido a 102 traficantes y se ha interceptado 95 vehículos. También se ha devuelto a sus países de origen a 4.430 personas en situación irregular. La presión en esta ruta, sin embargo, puede estar desviando el tránsito hacia Mali .

La firma de acuerdos de readmisión con la UE es una de las claves de estos acuerdos. Las negociaciones están muy avanzadas con Nigeria, el país que más devoluciones acepta, pero con el resto sigue habiendo grandes dificultades. Bruselas insiste en que en los próximos meses “se explotará plenamente el potencial” de este enfoque. Ahora es necesario volcarse en los incentivos –“el apoyo al comercio, la agricultura, la energía, la educación o la inmigración legal”–, pero para ello es necesario una “auténtica asociación” con los países en cuestión, reconoce el informe.

Los líderes europeos darán luz verde a otra iniciativa para intentar reducir la llegada de inmigrantes a Italia por el Mediterráneo, un plan de retorno voluntario a sus países de origen para las personas que han llegado hasta Libia, antes de que se pongan en manos de las mafias para emprender el tramo final y más peligroso de su viaje a hasta Europa. Bruselas propone dedicar 100 millones de euros a esta iniciativa, con la que se pretende asistir a 24.000 personas. El plan se llevará a cabo con la Organización Internacional para la Migración, y Alemania e Italia colaborarán en su puesta en marcha, en particular para lograr la colaboración de los 14 países africanos afectados. La iniciativa constata implícitamente el fracaso de la operación Sofia, lanzada por la UE hace un año para atacar el negocio de las mafias en esta zona del Mediterráneo.

Fuente:http://www.lavanguardia.com/internacional/20161215/412627918831/ue-freno-acuerdos-migratorios-paises-africa.html

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