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Fidel Castro, Marx y comunismo en libros de la CNTE

Redacción: Sobrevivientes

El desembarco del Granma, la Revolución Cubana, la “conquista y saqueo” del continente americano, Karl Marx y el comunismo, así como los “grandes monopolios” de la televisión y una crítica social contra la mercadotecnia, son algunos de los temas que verán en clase los niños michoacanos de más de 6 mil escuelas, donde la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) distribuirá sus libros de texto el próximo ciclo escolar.

Son 48 títulos, 28 de primaria y 20 de secundaria, elaborados por maestros de la Sección 18 de la CNTE, de acuerdo con su Programa Democrático de Educación y Cultura para Michoacán, el cual propone las materias Desarrollo Lingüístico Integral, Matemáticas, Ciencias, Sociedad y Cultura.

La edición 2018 sustituirá a los libros que elabora y distribuye la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), según ha declarado su dirigente, Víctor Manuel Zavala.

“Tenemos más de 6 mil escuelas trabajando con nuestro programa y lo vamos a continuar. El objetivo de la Sección 18 es generalizar que todas las escuelas lleven el alternativo, lo vamos a mantener”, dijo el pasado 10 de julio.

“Las reformas curriculares de la SEP son modelos educativos de la ignorancia, para formar una sociedad en muchos sentidos analfabeta, desconocedora de su historia, de sus derechos humanos, sin identidad y con pobre desarrollo cultural, sociedad que calle, obedezca, no proteste, acepte salarios miserables y malos gobiernos”, señala la CNTE en el prólogo de los textos.

CNTE Libros de texto
Foto: Twitter Red de Información Digital • RID Noticias 🇲🇽

El pasado 15 de julio, en su cuenta de Twitter, la Secretaría de Educación Pública (SEP) advirtió que ningún particular tiene facultad de ley para entregar material didáctico o educativo como si fueran libros de texto, diferentes a los elaborados por la Conaliteg.

Así, en el libro Sociedad de quinto de primaria, la CNTE se refiere al neoliberalismo, dedica varios capítulos a las revoluciones Sandinista, en Nicaragua, y Cubana, a Fidel Castro y a Ernesto Che Guevara, así como a las dictaduras militares de los años 70 en América Latina.

Dos de los capítulos relacionados con el movimiento en Cuba son Antecedentes y Lucha armada en las páginas 145 y 146: “El 1 de enero, Fidel Castro entró triunfante a Santiago de Cuba, declarándola capital provisional […] Estados Unidos reconoció al gobierno revolucionario. A partir de ese momento, el poder quedó definitivamente en manos de las fuerzas revolucionarias”, se lee en el libro.

Dedica un capítulo entero para enseñar lo que considera son “los grandes monopolios de las televisoras”, para referirse a los cambios a la Ley Federal de Telecomunicaciones de 2006, promovidos por el gobierno de Vicente Fox, en un apartado llamado Ley Televisa.

En el libro Sociedad de tercer grado de secundaria, en la página 239 del capítulo 7, El caracazo, se abordan las protestas en la capital de Venezuela, que llevaron al empoderamiento de Hugo Chávez y que precedieron al golpe de Estado por el cual llegó a la Presidencia.

CNTE Libros de texto
Foto: Twitter Versiones.com.mx

“La rebelión popular, el ‘sentimiento patrio’ y la memoria de las víctimas que se enfrentaron al sistema neoliberal siguen presentes en los venezolanos, a más de 20 años de ese estallido social que el comandante Hugo Chávez llamó una vez: ‘la chispa que encendió el motor de la Revolución Bolivariana’”, precisa en la introducción al capítulo.

En el libro de la misma materia, pero de segundo de secundaria, se abordan las revoluciones comunistas de Rusia y China; explica el origen, funcionamiento y estructura interna de los sóviets, por ejemplo. En la página 21 se indica “la utopía comunista” del pensador alemán Karl Marx: “A mediados del siglo 19, basó su pronóstico sobre la necesaria caída del capitalismo en la pauperización del proletariado industrial […] Ya veía esta pauperización como un hecho determinado por la distribución desigual de los resultados de la producción. Su utopía comunista postula la salida definitiva de la humanidad de su estado de necesidad”.

Erik Avilés, director de Mexicanos Primero en Michoacán, explicó que estos textos son financiados por el gobierno de ese estado y con recursos que se piden a los padres de familia, que van de los 300 a 500 pesos por paquete educativo. Cuando el dinero no alcanza para la impresión formal de los libros, se distribuyen mediante fotocopias.

“Sin ser sometidos al veredicto público o a una discusión amplia que tome en cuenta a la sociedad civil, académicos, investigadores, colegios de profesionistas, difícilmente podríamos asegurarnos que estos libros contengan los conocimientos de mayor vigencia”, dijo.

El investigador Roberto Rodríguez de la UNAM señaló que independientemente de que los libros de la CNTE sean “buenos o malos”, el material de la Conaliteg fue creado para imprimir el carácter público nacional a la educación y tener una especie de piso común para todos, que se conozca una historia patria oficial, y se aseguren estándares mínimos a los que puedan acceder profesores y alumnos de educación básica.

“Utilizar la educación para adoctrinar es un riesgo muy grande, con ese tipo de libros y con maestros que estén en la misma línea. Eso fue una pelea muy grande del siglo pasado desde la laicicidad. Debe estar exenta de fanatismos porque no sólo es laica desde un sentido religioso”, indicó.

Con información de El Universal

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La educación reduce diferencias: Expresidenta de Ecuador

Redacción: Caracol

Cartagena fue el escenario del Women Economic Forum, en su segundo día. Durante el desarrollo de las actividades, la economía y los retos para la mujer en materia de empleo, siguieron marcando la tendencia del encuentro.

Lo hizo como parte de su conferencia titulada, «Mujeres en la Política y la Administración Pública«, donde llamó la atención de los gobiernos en Latinoamérica, para que inviertan mucho más formando ciudadanos en condiciones igualitarias.

«Las leyes sin embargo son insuficientes, lo más importante es la educación y ahí tenemos que trabajar, educando hombre y mujeres de tal manera que tengamos una concepción más igualitaria de lo que es el mundo y lo que podamos hacer. Yo creo que allí es donde deben trabajar los gobiernos», dijo Arteaga.

Para la activista y exmandataria del vecino país, el maltrato sigue siendo uno de los aspectos negativos de más relevancia cuando se analiza el resultado que arrojan los países de la región.

Fuente: https://caracol.com.co/emisora/2019/08/02/cartagena/1564769786_865036.html

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Política, ideología y educación en Colombia

Por: Carlos David Martínez Ramírez

“Debemos exigir claridad en los planteamientos de las instituciones y el fortalecimiento del pensamiento crítico para que las nuevas generaciones sean agentes de cambio”

Mediante la educación se transmiten ideologías y posturas políticas. Esta es una realidad de la cual se habla muy poco en Colombia, excepto cuando algún grupo con poder siente que existe un riesgo de que esa transmisión pueda afectar sus intereses. Ejemplos recientes son el proyecto de ley con el que se intentó limitar la libertad de cátedra y cuando se acusó al Ministerio de Educación Nacional de querer transmitir una supuesta ideología de género.

Al igual que en el periodismo, quienes se desempeñan en el campo educativo no deberían jugar a ser neutros sino aclarar sus ideologías y plantear posturas que permitan contradicciones y discusiones críticas. De esta manera, vale aclarar que el hecho de que se transmitan ideologías y posturas políticas en la educación, no es equivalente a plantear que se pretenda siempre el adoctrinamiento de los estudiantes en función a las creencias del docente.

Napoleón fue uno de los primeros en hablar de un cuerpo docente como la punta de lanza para adoctrinar a la población mediante los procesos educativos. Incluso en la Francia contemporánea también se han hecho acusaciones relacionadas con la intención de transmisión de una ideología de género (allá la denominan teoría de género).

En el caso de la historia reciente colombiana, en la década de 1980 se reguló ampliamente los lineamientos curriculares que debían seguir las instituciones educativas; después, el Movimiento Pedagógico reaccionó exigiendo, entre otras cosas, libertad de cátedra; esta situación, unida con las políticas neoliberales en  la década de 1990, confluyó para que entre 1991 y 1994 se estableciera una normatividad que apostaba por la descentralización en la educación. De esta manera, resulta casi imposible pensar en el siglo XXI que el gobierno central pueda exigir una transmisión ideológica mediante las escuelas. Quien conoce esta historia no se come ese cuento de la ideología de género.

Un ejemplo muy claro de transmisión ideológica mediante la educación en Colombia lo podemos encontrar en el siglo XIX, cuando los liberales radicales buscaron promover mediante la educación convencional las bondades del federalismo en los Estados Unidos de Colombia (como se denominó el país en 1863). Paradójicamente se pretendía una educación descentralizada (con la lógica federalista), pero con la centralización en la ideología que se buscaba promover: que el federalismo era la mejor opción para el país.

En el caso de algunas élites ricas o la aristocracia, como se prefiera, en diferentes países se prefiere optar por la educación en casa, usualmente con excelentes profesores, los “mejores” de cada disciplina o haciendo énfasis en los campos que a la familia más le conviene de acuerdo a sus intereses económicos y/o políticos. Otrora una práctica común era el tour, un viaje mediante el cual los jóvenes conocían otras regiones, por lo general países más avanzados que el propio y aprendían las mejores prácticas administrativas o de gobierno, las cuales replicarían al volver a su país de origen en las empresas o los negocios familiares.

En el caso de Colombia recientemente se han adelantado investigaciones sobre la educación sin escuela. Algunos critican que los padres no deben reemplazar la labor de la escuela, otros critican que estos enfoques pueden buscar que la educación convencional pierda poder. Lo cierto es que el Estado debe garantizar diferentes opciones educativas para todas las familias, sin importar si sus decisiones se basan en criterios políticos o de otro tipo.

Pretender que la educación sea neutra políticamente es una muestra de desconocimiento e incluso de ignorancia con relación al funcionamiento de las lógicas políticas. Si exigimos una educación neutra estamos promoviendo una educación mediocre. Lo que debemos exigir es claridad en los planteamientos de las instituciones y el fortalecimiento del pensamiento crítico para que las nuevas generaciones sean verdaderos agentes de cambio.

Fuente: https://www.las2orillas.co/politica-ideologia-y-educacion-en-colombia/

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La Agenda 2030 debe representar un gran avance para las mujeres

Por: Fausto Segovia

El problema es global: la violencia contra ellas afecta a la mitad de la humanidad. Las Naciones Unidas han advertido sobre este fenómeno y proponen el Proyecto de Igualdad de Género, el más importante del tercer milenio. “La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres no solo son considerados una obligación moral, sino también cruciales para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”, según Lakshmi Puri, especialista de ONU Mujeres. “Los derechos económicos, sociales y políticos de las mujeres, su seguridad e integridad y su voz, participación y liderazgo ocupan el centro de su ambición de transformar el mundo y no dejar a nadie atrás”. “A pesar de los avances en las leyes para promover la igualdad de género y abordar la violencia contra las mujeres y las niñas, en la matrícula educativa, la participación en la fuerza laboral, el acceso de las mujeres a los métodos anticonceptivos y la representación femenina en los órganos legislativos, 20 años después muchas de las mismas barreras estructurales siguen vigentes en el mundo. La Agenda 2030 deberá abordar esas barreras de manera integral”. Epidemia mundial Lakshmi Puri -subsecretaria de ONU Mujeres- destaca que la violencia contra las mujeres es una epidemia mundial que toma diferentes formas. La mayoría de los pobres son mujeres. Las inequidades persisten en la educación, la participación laboral, los salarios, los ingresos, la protección social, el trabajo de cuidados no remunerado y el trabajo doméstico. La desigualdad en la participación en las empresas, los órganos legislativos y el gobierno es grande. Ningún país alcanzó la igualdad sustantiva entre los géneros. “Al ritmo actual se necesitará otro siglo para alcanzar la igualdad de género” –dice Puri-. “Existe la necesidad de avanzar para anular los sistemas y las estructuras patriarcales que infravaloran a las mujeres y las niñas desde hace siglos, las despojan de la igualdad de derechos y les niegan a ellas y al resto de la humanidad las oportunidades para realizarse por completo”, afirma la subsecretaria de ONU Mujeres. Más inversión en igualdad “La Agenda de Acción de Addis Abeba, aprobada en 2015 en la Conferencia Mundial sobre la Financiación para el Desarrollo, se comprometió a lograr la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer e incorporarla en particular mediante acciones e inversiones específicas en la formulación y aplicación de todas las políticas financieras, económicas, ambientales y sociales”. También se comprometió a aplicar políticas sólidas, legislación y “medidas transformadoras” en todos los niveles. El Plan de Acción de Addis Abeba sobre la Financiación Transformadora para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer de ONU Mujeres, que implica un aumento considerable de la inversión en la igualdad de género de todas las fuentes y en todos los niveles, cosechó un amplio apoyo. La urgencia de estos compromisos de dotación de recursos sin precedentes se enmarcó en la fecha límite de 2030. El “gran salto” “La adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, centrada en la igualdad de género, representa una victoria importante para quienes defienden este objetivo, incluida ONU Mujeres”, expresa Puri. Por eso, las mujeres ven con beneplácito el reconocimiento que “el desarrollo sostenible no es posible si a la mitad de la humanidad se le sigue negando la plenitud de sus derechos humanos y oportunidades”. “El gran salto es que la Agenda 2030 posiciona como marco fundamental para el desarrollo sostenible, una base normativa con todos los objetivos y metas de género transformados en aquellos de desarrollo sostenible”. Nuevas políticas públicas La situación de las mujeres en Ecuador ha mejorado, gracias a los avances en la legislación y a la lucha continua de grupos e instituciones sociales vinculados a su defensa. La participación de las mujeres en los ámbitos político, social, laboral, cultural, académico y económico es evidente; no obstante. se mantiene todavía una estructura de poder patriarcal anclada a una matriz cultural aliada al predominio masculino. Las estadísticas sobre violencia intrafamiliar, discrimen por género y desventajas comparativas en el mundo educativo y laboral subsisten en el país, en grave detrimento de la dignidad del colectivo femenino. El cambio de la matriz educativa en textos escolares, en el lenguaje oral y escrito, así como en el denominado currículo oculto, que elimine toda forma de discriminación entre los sexos, es urgente. Y junto a lo anterior, nuevas políticas públicas en relación con el fortalecimiento de las familias, la profesionalización de las mujeres, con espíritu abierto y plural, anclado a los derechos humanos y a los deberes y responsabilidades de sus actores. Deuda pendiente La creación de nuevas organizaciones de mujeres es un indicio de que el mundo puede cambiar. Y de hecho está cambiando: la red de mujeres científicas ecuatorianas ha tomado fuerza; el estatus de las mujeres profesionales mejora; la inserción de las mujeres en la política, las artes, la educación y la cultura -en pie de igualdad con los hombres- es real, aunque hay que trabajar más. Una deuda pendiente es la erradicación de la pobreza y la pobreza extrema -donde la mayoría corresponde a las mujeres-. Es papel de la sociedad -y no solo de los candidatos- encontrar sistemas de inclusión, con una educación de calidad para las mujeres, remuneraciones adecuadas y el respeto como seres humanos. ¡Y que la enfermedad de la violencia contra las mujeres dé paso a un proyecto integrador e interdisciplinario -de mujeres y hombres- comprometido con la ética civil, social, económica y política! (O)

Fuente: https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/sociedad/6/agenda2030-onu-gobiernonacional

 

 

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Doce apuntes sobre marxismo (I de XII)

Por: Iñaki Gil de San Vicente

Nota: serie de doce apartados breves sobre marxismo, escrita para el programa de formación teórica elaborado por el colectivo internacionalista Pakito Arriaran.

 

«Ser marxista es algo muy difícil […] mide la temperatura de su propio país, su circunstancia más inmediatamente práctica, con el objetivo de aclararla y actuar sobre ella. ¿Actuar para qué? Actuar para reventar las estructuras de la sociedad actual. ¿De qué modo, con qué método? El marxista tiene un método teórico general, que es la lucha de clases, pero para cada caso concreto tiene que inventar un método, adaptarlo a la circunstancia particular. Según sea esa circunstancia, el método será violento o pacífico. Ya oigo venir a los que dicen: esto es una justificación del terrorismo. No: un marxista no justifica el terrorismo […] en los textos de Marx no hay nada, absolutamente nada que justifique la creación de un Estado totalitario, ideológica y prácticamente terrorista […] la “dictadura del proletariado” fue vista como una mera transición, no como un fin en sí; […] Los que no leyeron a Marcuse por moda, recordarán su modo de definir la sociedad industrial avanzada: “el terror dulce” […] la santa rabia del Che Guevara cuando habló del “terror planificado” […] tienen que desaparecer la división del trabajo, la propiedad privada (no sólo la material sino también la de las ideas) y la producción mercantil y monetaria […] los marxistas son pocos, pues no todo el mundo está dispuesto a adoptar una posición intelectual que representa prácticamente la guerra contra todo lo existente. […] la esencia del marxismo es la transformación, la revolución, el cambio de las condiciones históricas de esa masa humana, sea cual fuere su actual “signo ideológico”, Sé que todo esto, en el aspecto político, suena a anarquismo. Y lo es, si por anarquismo se entiende la voluntad de cambiar toda arché o poder existente. Y también es terrorismo, si por terrorismo se entiende defendernos con las mismas armas del adversario». 

Ludovico Silva: «¿Y el marxismo?» Belleza y revolución. Vadel Editores. Caracas 1979, pp. 367-370.

 

Hemos escogido estas palabras como introducción a esta serie porque era L. Silva venezolano, es decir, porque había desarrollado su aportación al marxismo en el interior de las luchas en este país y continente; porque destacaba por su defensa del derecho/necesidad de la crítica como una de las fuerzas del marxismo; porque en estas palabras toca cuestiones permanentes: lo universal, lo particular y lo singular; la burocratización; las leyes tendenciales del capitalismo; la perspectiva histórica larga; la interacción de los métodos de lucha, con los pacíficos y violentos; las relaciones con el anarquismo; la ética de la violencia revolucionaria y la definición de «terrorismo»…

 

El marxismo fue creándose por fases siempre sujetas a los cambios objetivos en la lucha de clases, cambios que al ser estudiados en sus contradicciones internas sacaban a la luz teórica y política la permanente evolución de las contradicciones del capitalismo. La formación del marxismo como tronco raizal y el florecimiento ulterior en ramas marxistas, no fue en absoluto una tarea personal según el individualismo metodológico burgués, sino un esfuerzo colectivo en el que Marx, Engels y Jenny jugaron un papel destacado, siempre ayudados por otras personas y colectivos que formaban una red ágil de relaciones intelectuales que suministraba gran cantidad de información valiosa, imprescindible. En muchas cuestiones, algunas de ellas decisivas para lo que luego sería conocido como «marxismo» fue Engels el que primero vislumbró el problema y lo empezó a estudiar, el que convenció a Marx de su importancia…

 

Desde los primeros textos de 1842 hasta la muerte de Engels en 1895 hay varias constantes que debemos reseñar ya que perduran en el tiempo, y porque además se agudiza su choque frontal con la política burguesa. Una de ellas, y fundamental, es la dialéctica entre las formas de propiedad y el problema del poder de clase, de la política del proletariado frente y contra la política de la burguesía. Con 24 años, Marx defiende radicalmente la propiedad comunal ante las privatizaciones burguesas, criticando duramente la violencia represiva inherente a las privatizaciones, a la propiedad privada del capital, ( Marx: «Los Debates sobre la Ley acerca del Robo de Leña», En Defensa de la libertad, Los artículos de la Gaceta Renana 1842-1843, Fernando Torres Editor, Valencia 1983, pp. 210- 226.)

 

En 1881 Marx había enriquecido y profundizado su pensamiento, aconsejando a un amigo lo que sigue: «Un gobierno socialista no puede ponerse a la cabeza de un país si no existen las condiciones necesarias para que pueda tomar inmediatamente las medidas acertadas y asustar a la burguesía lo bastante para conquistar las primeras condiciones de una victoria consecuente» ( Marx a Domela Nieuwenhuy del 22 de febrero de 1881 La insurrección armada, Boltxe liburuak, Bilbao 2013, p. 36).

 

Otra se deriva de la anterior, pero tiene rango propio: si se trata de asustar a la burguesía para que, por miedo o temor a la fuerza trabajadora, acepte ser expropiada de sus inmensas propiedades que serán socializadas, convertidas en propiedad colectiva, ya que se busca eso, es necesario decírselo permanentemente al proletariado y a la misma burguesía. Hay que explicarlo teórica, política y pedagógicamente. Desde los primeros textos filosóficos, la teoría marxista asume ese objetivo político como su propia identidad. Para 1857 lo asume sin complejos en sus investigaciones económicas (Enrique Dussel: La producción teórica de Marx, El perro y la rana, Caracas 2010, p. 284.)

 

En 1859 afirmó que con sus estudios quería combatir el reformismo proudhoniano, y explicaba las «razones políticas» que justificaban retrasar el tercer capítulo, precisamente «sobre “el capital”». Sin alargarnos ahora en las carta a Klings de finales de 1864 y a Becker de comienzos de 1867 en las que habla de golpes y de misiles contra la burguesía, sí es conveniente recordar lo que responde a S. Meyer sobre por qué no le había contestado antes a su carta, Marx le explica que ha dedicado su vida y su salud, y la de su familia, a escribir el libro y añade: «Si uno resolviera ser un buey, podría, desde luego, dar la espalda a las agonías de la humanidad y mirar por su propio pellejo» (Marx a S. Meyer, 30 de abril de 1867. Correspondencia, Cartago, Argentina 1973, p. 184.)

 

Ambos amigos sabían que se enfrentaban a toda la potencia represora material e intelectual de la burguesía. Marx escribió: «En economía política, la libre investigación científica tiene que luchar con enemigos que otras ciencias no conocen. El carácter especial de la materia investigada levanta contra ella las pasiones más violentas, más mezquinas y más repugnantes que anidan en el pecho humano: las furias del interés privado. La venerable Iglesia anglicana, por ejemplo, perdona de mejor grado que se nieguen 38 de sus 39 artículos de fe que el que le priven de un 1/39 de sus ingresos pecuniarios» (Marx: «Prólogo a la primera edición». El Capital. FCE. México 1973, tomo I, p. XV.)

 

La crítica radical de todo lo existente, piedra basal de Marx y Engels, queda expresada de esta forma un año después de la primera edición de El Capital: «Sólo sustituyendo los dogmas en controversia por los hechos en conflicto y las contradicciones reales que forman su fundamento oculto, podemos transformar la economía política en una ciencia positiva» (Marx a Engels, 10 de octubre de 1868, Correspondencia, Edit. Cartago, Argentina, 1973, p. 209.) Es obvio que este método les llevaba a combatir toda forma de opresión y sobre todo a descubrir las causas e intereses sociales que originan las opresiones, como la «venerable Iglesia anglicana, por ejemplo».

 

Conscientes de que la burguesía no toleraría por mucho tiempo la crítica realizada con el método dialéctico arriba descrito, en su correspondencia de septiembre de 1867 opinaban sobre la posibilidad de que El Capital fuera prohibido en Prusia por su contenido revolucionario. (Marx: El Capital. FCE. México 1973, Tomo I, pp. 689-690.) Sobre el odio al marxismo, concluimos con estas palabras de Engels sobre el reformismo de los fabianos: «En medio de toda clase de basura han hecho algunos buenos escritos de propaganda, en realidad lo mejor en su tipo es de los ingleses. Pero en cuanto aplican su táctica específica de ocultar la lucha de clases, todo se torna podrido. De aquí también su odio sectario contra Marx y todos nosotros: debido a la lucha de clases» (Engels a Sorge, 13 de enero de 1893, Correspondencia, Cartago, Argentina 1973, p. 402.)

 

El odio de clase refuerza profundamente el comportamiento de la burguesía contra el marxismo, contra la revolución, odio que cimenta la estrategia político-militar del capital y de su forma política, el Estado. Semejante poder, unido al poder enajenador y alienante del fetichismo y al papel del reformismo político-sindical e ideológico, multiplica la eficacia de las políticas de integración de partes del movimiento revolucionario en el sistema, también cortocircuita y retrasa su avance y radicalización, o lo que es peor, derrota a las revoluciones con escabechinas sangrientas e inhumanas.

 

D esde su formación el movimiento obrero tuvo que autoorganizarse defensiva y ofensivamente contra el odio del capital y sus múltiples formas de expresión. Extrayendo lecciones del pasado, el joven Marx demostró la inevitabilidad de que el arma de la crítica debía convertirse tarde o temprano en la crítica de las armas. Años después, Engels recordaba la opinión de Marx sobre la rara e improbable posibilidad de que la revolución social fuese pacífica al menos en Inglaterra, Engels termina recordando lo que Marx decía: «Claro está que tampoco se olvidaba nunca de añadir que no era de esperar que la clase dominante inglesa se sometiese a esta revolución pacífica y legal sin una “proslavery rebellion”, sin una “rebelión proesclavista”.» ( Engels: « Prólogo a la edición inglesa»5 de noviembre de 1886. El Capital. FCE. México 1973, p. XXXIII.)

Marx no esperaba que el capitalismo se rindiera pacíficamente, sino que cuando apreciase que la crisis económica y sociopolítica estaba a punto de transformarse en destrucción revolucionaria del Estado burgués, entonces lanzaría la contrarrevolución para reinstaurar la esclavitud asalariada. Para el marxismo, como para la humanidad, las crisis sistémicas son los momentos decisivos. Es cierto que « El análisis que Marx elabora en El Capital del modo en que se forman las crisis en la acumulación de capital, exige un alto nivel de abstracción» (A. Callinicos: Las ideas revolucionarias de Karl Marx.1995.El Sudamericano. Col. Socialismo y Libertad. Nº 133, p. 134)

 

Para facilitar su comprensión, en estas entregas intentaremos simultanear en la medida de lo posible la explicación histórica con la explicación lógica. Las entregas posteriores serán como esta primera: alrededor de 15.000 caracteres con una periodicidad de entre 20 o 30 días.

 

La segunda tratará sobre el socialismo utópico, hasta la revolución de 1848 y la publicación del Manifiesto del Partido Comunista. O sea, lo que podemos definir como la fase en la que el socialismo utópico entra en agotamiento, pero todavía el marxismo no ha adquirido la fuerza suficiente para ocupar su lugar.

 

La tercera tratará sobre el grueso del desarrollo del marxismo, que se inicia tras la derrota de la revolución de 1848, seguida por la fase expansiva del capitalismo que permite un desarrollo tremendo en la teoría, y concluye con la Comuna de París de 1871, período en el que el marxismo realiza sus más decisivos avances, aunque siga siendo claramente minoritario.

 

La cuarta tratará sobre el período abierto por el impacto de la Comuna en el desarrollo posterior del marxismo, impacto reforzado por el hecho de que ya previamente se había creado la I Internacional, se había editado el Libro I de El Capital, de 1867, al que seguirá la Crítica del Programa de Götha en 1875, el Anti-Dühring de 1878, La mujer y el socialismo de 1879, El origen de la familia… de 1884. Este capítulo cuarto llega hasta la II Internacional en 1889.

 

La quinta empezará con el significado contradictorio de la II Internacional de 1889 y se extenderá hasta el estallido de la guerra de 1914 y la revolución de 1917, años en los que el reformismo toma cuerpo teórico de manera definitiva, pero en los que también irrumpe la segunda generación del marxismo que recupera la Crítica del Programa de Erfurt de 1891, la primera edición inglesa Del socialismo utópico al socialismo científico, de 1892, por citar algunos textos.

 

La sexta será una exposición más detallada del método marxista, la dialéctica, en cuanto tal, y de cómo se desarrolla en la crítica de la economía política capitalista. Aunque todavía en 1917 había textos fundamentales del marxismo sin conocerse, como veremos, ya estaba teorizado gran parte de lo necesario para saber qué era el capitalismo del momento y cómo destruirlo.

 

La séptima será una exposición del reformismo en todas sus expresiones: política, sociología, economía, relaciones internacionales, sindicalismo, etc., porque es en este período cuando apareció definitivamente tal cual era. Es necesario dedicarle un capítulo porque el reformismo, y en especial el de la socialdemocracia ha sido y es una de las decisivas bazas del capital para doblegar a la clase trabajadora.

 

La octava desarrollará el período que va de la revolución bolchevique de 1917 al final de la II GM, 1945, que pudo haber supuesto un salto cualitativo en la emancipación humana porque llevó al extremo la lucha de clases entre el capital y el trabajo a escala mundial, pero concluyó en pactos entre las grandes potencias que han salvado al capitalismo, hasta ahora.

 

La novena analizará las luchas de liberación nacional anticolonial y antiimperialista que venían de antes pero que tienen un tremendo impulso desde 1917 y sobre todo desde la fundación de la III Internacional en 1919 o Internacional Comunista. Luchas que en la II GM afectaron al meollo del imperialismo, y concluirá en 1991. Daremos una especial atención a Nuestramérica.

 

La décima tratará con algún detalle la quiebra definitiva del «marxismo ruso» creado por la burocracia estalinista e incapaz de frenar la reinstauración del capitalismo en varios países. Los sucesivos intentos de reforma fracasaron unos tras otros arrastrando al fondo a toda una corriente política que ya estaba agotada para la década de 1970.

 

La undécima seguirá la lucha de clases teórica, política y económica desde el inicio de la contrarrevolución imperialista en la mitad de los ’70 hasta el presente, con especial atención a la tercera gran depresión de 2007 hasta ahora, y en Nuestramérica.

 

La doceava y última, será un resumen centrado en la teoría de la crisis que es el nudo gordiano no sólo del marxismo, sino de la existencia humana, o para ser más precisos, de la antropogenia.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=254532

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Méjico: 100 días de AMLO: ¿Un Gobierno antineoliberal o neoliberal? j

Andrés Lund Medina

El gobierno de AMLO no es ni pretende ser antineoliberal

Introducción

En anteriores escritos se ha argumentado que el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) significa, en efecto, una ruptura política con el régimen anterior, es decir, con una forma de dominación que había prevalecido desde la imposición de las políticas económicas neoliberales (1).

Desde nuestra perspectiva, el enorme descontento en la población provocado por el neoliberalismo y la amenaza latente de una explosión social en caso de repetir un fraude electoral en la disputa presidencial, levantó una gran ola de votos que tuvo que ser respetada, permitiendo un gobierno de AMLO.

Por su ideología política y su estilo de gobernar, se preveía que AMLO encabezaría un gobierno bonapartista, encuadrado, de manera tardía, en el ciclo de gobiernos progresistas latinoamericanos, que nunca rompieron ni con el neoliberalismo ni con el capitalismo (2).

Los primeros 100 días de gobierno de AMLO confirman tal previsión.

Sin embargo, AMLO mismo se presenta como antineoliberal y afirma que está acabando con él. Un pensamiento crítico debe poner en duda toda afirmación que viene del poder político, de modo que es necesario preguntarse: ¿es verdad que el gobierno de AMLO es antineoliberal?

Si se reflexiona y se examina con rigor a este nuevo gobierno, se impone una respuesta tajante: No, el gobierno de AMLO no es ni pretende ser antineoliberal porque:

En primer lugar, el neoliberalismo, como debiera saberse, no es una forma de gobierno sino la promoción de una política económica capitalista de acumulación.

En segundo lugar, el gobierno de AMLO no ha atacado las formas de acumulación capitalista neoliberal instituidas sino que las ha mantenido y reforzado.

Por último, el gobierno de AMLO es parte de un Estado capitalista cuya estructura política-jurídica salvaguarda al sistema capitalista y la forma de acumulación capitalista neoliberal; obviamente no es un gobierno revolucionario que busca un cambio de las estructuras políticas y del sistema económico.

A continuación, desarrollaré mis argumentos, aclararé dudas y objeciones e intentaré refutar a los que piensan que el gobierno de AMLO es antineoliberal. Al final, presentaré mis conclusiones.

100 días de AMLO, todo está dicho: neoliberalismo económico con una nueva forma política

En sus conferencias mañaneras, AMLO ha insistido, una y otra vez, que su gobierno ha roto con el neoliberalismo. También ha repetido que lo que caracteriza a su gobierno es la lucha contra la corrupción, la cual es, según él, el problema más grave de México.

A partir de lo que AMLO afirma, tal vez algunos pensarán que el neoliberalismo se reduce a gobiernos corruptos que favorecen a ciertos políticos y empresarios, a lo que ha llamado “la mafia del poder”. Pero AMLO ignora o no quiere decir que el neoliberalismo es una política económica que estructuró una forma salvaje de explotación y acumulación capitalista.
Cuestionando la simplificación que hace AMLO de lo que significa el neoliberalismo, argumentaremos que su gobierno no es ni pretende ser antineoliberal.

Primero, como decíamos antes, el neoliberalismo no es una forma de gobierno, corrupta o no, sino la promoción de una política económica capitalista de acumulación.

Como se ha explicado en varios escritos de importantes teóricos (3), el neoliberalismo implica un viraje del capitalismo mundial que se logró imponer por dictaduras militares (Chile), aventuras militaristas de gobiernos imperialistas (Thatcher y Reagan) o por organismos financieros internacionales (Fondo Monetaria Internacional y Banco Mundial), dependientes del gobierno de EEUU, a partir de las obligaciones de la Deuda Externa (como en México y muchos otros países más).

Como se sabe, esas políticas neoliberales impusieron la desregulación del Capital transnacional, en inversiones y comercio, que se tradujeron en tratados de libre comercio. Asimismo, se promovió que se desmantelara el Estado social (privatizaciones de servicios públicos, reducciones del presupuesto social, derrumbe salarial y eliminación de derechos laborales), sin importar el deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la población.

Todas estas políticas económicas neoliberales generaron un cambio en la acumulación capitalista mundial, que ha sido caracterizado como «acumulación por desposesión» de un nuevo imperialismo que busca por todos los medios recrudecer la explotación de la fuerza de trabajo humana y de los recursos naturales (4). Desde nuestro punto de vista, esta nueva y más agresiva acumulación por despojo (de bienes públicos, energéticos; de bienes comunales, biodiversidad; de bienes humanos, agua) se articula con los mecanismos de la acumulación capitalista y la refuerza.

Ese despojo ha tenido como mecanismos principales:

1. El pago puntual de intereses de una Deuda Externa, en gran parte ilegítima, que determina que enormes cantidades de las riquezas producidas en nuestro país sean transferidas a manos privadas capitales extranjeros o nacionales. Hace unos años, Eric Toussaint, nos explicaba por qué esa Deuda se volvió una Deuda Eterna:

“Entre 1982 y 2000, la deuda externa de México casi triplicó (pasando de 57 mil millones de dólares a 157 mil millones) mientras el país pagó a sus acreedores 8 veces lo que debía (según el Banco Mundial, México reembolsó 478 mil millones de dólares). El país reembolsa endeudándose. La deuda externa se vuelve eterna. El pago de la deuda externa mexicana representa, como para los otros países del Tercer Mundo, una enorme transferencia de ingresos de los trabajadores y de los pequeños y medianos productores hacia los capitalistas poseedores de títulos de la deuda externa.” (5)

Sin embargo, ahora todo está peor: sin consultas públicas ni claridad en su uso, “la deuda pública bruta pasó de 2.673.571 millones de pesos en el año 2008 a 10.265.445 millones de pesos en el año 2018, un aumento de aproximadamente 284% en 11 años.” (6)

Cabe señalar que ese aumento de la deuda pública no ha servido para incrementar el gasto social sino, al revés, éste ha sido utilizado ¡para refinanciar la deuda pública! De hecho, una parte significativa del presupuesto público del gobierno mexicano se ha convertido en una fuente de acumulación de los grandes capitales pues se transfieren recursos del gasto social, para la educación, salud, medio ambiente, salario y desarrollo social, hacia el pago del servicio de la deuda pública.

2. Otro mecanismo de despojo ha sido el enorme deterioro salarial de los trabajadores mexicanos que, en realidad, ha significado una caída abismal de los salarios: el poder adquisitivo del mínimo se contrajo hasta el 82%. Desde hace años y hasta la fecha, México tiene los salarios mínimos más bajos del mundo así como la tasa de explotación más grande del mundo. Esto quiere decir que la sobrexplotación se generalizó en México y se volvió una forma de acumulación capitalista saqueando el propio fondo salarial que debía permitir la reproducción de la fuerza de trabajo.

Este despojo salarial se reforzó con la drástica reducción de la inversión pública impuesta por el FMI y el BM que terminó con el llamado “salario social”: si ese apoyo indirecto era el 10.8% del PIB en 1981, para el 2009 era sólo el 3%. Entre otras cosas, esto significó que el subsidio alimentario se redujera del 1.25 por ciento del Producto Interno Bruto en 1983 al 0.37 por ciento en 1988; también acarreó la reducción del gasto público en el campo: si entre 1980-1982 esas inversiones representaban el 1.48% del PIB, en 2007-2009 apenas alcanzan el 0.15%; esta contracción del gasto público afectó trabajos y servicios públicos como la salud, la educación, la vivienda, etc.

En el sector primario la situación de los trabajadores es peor: el 34 por ciento de esta población no recibe ingresos, el 6.42 por ciento recibe la mitad del salario mínimo, el 18.2 hasta un salario mínimo y el 28 por ciento hasta dos salarios mínimos. Para presionar todavía más la baja salarial las políticas neoliberales volvieron al desempleo en estructural: la PEA aumenta en 6 millones de gente en edad de trabajar y sólo se ofrece un millón de empleos.

Y de los que tienen la fortuna de trabajar, los salarios no les alcanzan para vivir fuera de la pobreza: el 41 de la PEA tienen ingresos que no le permiten adquirir la canasta básica. De hecho, los que trabajan sufren una sobrexplotación del trabajo, extensiva (jornadas más largas) e intensiva (mayor productividad en el tiempo): de acuerdo a investigaciones al respecto, si en 1976, de 8 hrs. de jornada, 4.38 eran plusvalía para el empresario y 3.22 de salario para trabajador; en 2004, de 8 hrs. de jornada, 7.47 son plusvalía para empresario y 0.13 de salario para el trabajador. La jornada promedio en México es de 9 y media horas. Por si fuera poco, los tiempos neoliberales generalizaron el trabajo precario (sin derechos ni prestaciones): la PEA de 2004 era de 43 millones; de ellos, 26 millones eran trabajadores asalariados, pero sólo recibían prestaciones 15 millones; eso significa que más de 10 millones de trabajos precarios.

Esta ofensiva neoliberal contra los trabajadores no sólo despojó al trabajo vivo de sus medios de vida, también le expropió su vida futura al privatizar las pensiones para el beneficio del Capital especulativo. Por otro lado, los excluidos permanentes del trabajo se incorporaron al empleo informal, que también se volvió estructural. A ellos habría que agregar los más de 5 millones de migrantes mexicanos que trabajan en EEUU en condiciones de semi-esclavitud. Por supuesto, todo ello viola la Constitución, la Ley Federal del Trabajo y los acuerdos internacionales. Todo ello se puede resumir del modo siguiente: de 1982 a 2009 el número de pobres pasó de 32 millones a 60 millones: con 30 años de neoliberalismo su fracaso más contundente es que la pobreza se duplicó. (7)

3. Otra forma de desposesión fue la privatización de los bienes públicos, que fue acelerada desde el gobierno de Miguel de la Madrid: el Estado controlaba, todavía en diciembre de 1982, 1,155 entidades paraestatales: 724 eran empresas de participación estatal mayoritaria, 75 de participación minoritaria, 103 eran organismos descentralizados y 223 eran fideicomisos. En sólo cinco años, del 1º de diciembre de 1983 al 30 de noviembre de 1988, se desincorporaron o privatizaron 741 entidades paraestatales. Fue en el sector industrial en donde se llevó a cabo el mayor número de “desincorporaciones”: de 412 empresas paraestatales que se tenían sólo quedaron 153. De esta manera, el Estado abandonó 22 áreas de la actividad económica, de acuerdo con la clasificación del Censo Industrial: alimentos, turismo, fabricación de maquinaria, industria química, etc. Ello significaba dejar de apoyar la nutrición de millones de mexicanos, eliminar servicios sociales, dejar de producir medicinas, etc.

Con el gobierno de Salinas de Gortari se llevó a cabo la más grande venta, entrega y saqueo de empresas públicas. Se ofrecieron a precio de remate a un grupo selecto, a cambio de acciones y sobornos -y todo ello salió a la luz pública cuando se reveló el origen de la fortuna de Raúl Salinas de Gortari por más de 100 millones de dólares. Durante el gobierno de Salinas, en unos meses remataron 18 instituciones de crédito a una nueva clase empresarial ligada a Salinas de Gortari. En 5 años, de 1988 a 1993, se remataron 159 empresas púbicas; entre ellas estaban empresas tan importantes como las que se dedicaban a la telefonía, los bancos, las televisoras, minas, siderúrgicas, fábricas… Y luego se siguieron con tierras, autopistas, puertos, aeropuertos, electricidad, negocios en PEMEX… (8)

4. Otro mecanismo de despojo o desposesión ha sido la promoción de la privatización de los recursos naturales y la biodiversidad. De hecho, esta forma de saqueo nos retrotrae a la preponderancia de formas de explotación extractivistas del siglo XVII pero con tecnologías del siglo XXI. Todo recurso natural utilizado por el Capital para su acumulación y reproducción ampliada es despojado, como el petróleo, los minerales, la biodiversidad.

Despojo de petróleo

Durante estos tiempos neoliberales, el saqueo del petróleo y su canalización a EEUU ha sido enorme, pero eso no ha sido todo: se cede el petróleo crudo a unas cuantas compañías norteamericanas para comprárselo después, pero refinado y convertido en gasolina, a las mismas. En los últimos años, México ha sido una fuente de suministro de petróleo al mercado estadunidense: si en 1993 representaba el 12.7% de la importaciones de EEUU, en los últimos años ha promediado un 15%, según datos de la Administración de Información de Energía (AIE) de EEUU. Si en 1993 se transfirieron 314 millones 961 mil barriles, en 2006 aumentó a 575 millones 501 mil barriles. De hecho, EEUU consumió sólo en 2006 10 millones 127 mil barriles diarios de petróleo de otros países, principalmente de Canadá, México, Arabia Saudita, Venezuela y Nigeria, los cuales en conjunto aportaron el 68.7 por ciento del total. Ese año México contribuyó con un millón 556 mil de barriles al día, en total 575 millones 501 mil barriles (9).

Despojo de minerales

Durante años México ha exportado toneladas de Oro de Durango, Sonora, Querétaro, Zacatecas, Guanajuato; de Plata de Zacatecas, Durango, Chihuahua, Estado de México, San Luis Potosí; de Plomo de Zacatecas, Chihuahua, Durango, San Luis Potosí; de Cobre de Sonora, Zacatecas, San Luis Potosí, Chihuahua, México; de Zinc de Zacatecas, Chihuahua, San Luis Potosí, México, Durango, etc.

En 26 entidades de nuestro país, la minería es la principal actividad económica: de ellas, cada año se extraen toneladas de minerales. Pero en todas ellas sigue creciendo el desempleo y la miseria material, a la que se añade la ecológica. Esto es así porque esta industria sólo busca extraer la mayor cantidad de minerales en el menor tiempo posible, sin importar las consecuencias sociales y/o ecológicas. Con los métodos brutales de la minería a cielo abierto, en 2008 se extrajeron del subsuelo mexicano 50 mil 365 toneladas de oro, que equivalen a 15 mil 698 millones 429 mil 400 pesos.
Gran parte de esa riqueza no renovable se arrancó de Aguascalientes, de donde se extrajeron 2 millones 668 mil 28 toneladas de plata y 397 mil 306 toneladas de zinc. De Sonora se sustrajeron 46 mil 844 toneladas de wollastonita, necesaria en la cerámica industrial y para recubrimientos. De diversos estados de la república mexicana se sacan toneladas de barita (México es 7º productor mundial de la misma), azufre (16º productor), celestita (3º lugar mundial), plomo (5º lugar), molibdeno (6º lugar), fierro (15º lugar), cadmio, antimonio, perlita, fosforita y diatomita, etc. Esta extracción de minerales es, dicen Saxe Fernández y Gian Carlo Delgado, “vital para mantener la hegemonía estadounidense” pues muchos de esos minerales son “estratégicos” para EEUU, el cual depende de ellos para sus proyectos militares e industriales (10).

Despojo de biodiversidad

En 1990, el 95% de las exportaciones de madera y sus manufacturas eran para EEUU. En 2004 la proporción aumentó hasta más del 97%. Miles de hectáreas de bosques y selvas de México se sacrifican para producir manufacturas utilizadas y consumidas, principalmente, en EEUU.

También se extraen de México cada año miles de toneladas frutas y hortalizas, principalmente tomates y aguacates. Gran parte de nuestros productos agrícolas, pero también cervezas y alimentos pesqueros, se exportan a EEUU. Si nos va bien y los precios no se derrumban, México exporta casi el 80% de su producción de café.

Como país mega-diverso, con 34 de los 36 ecoclimas existentes y el 14.4% del total de las especies vivas en el planeta, México sea uno de los blancos principales de la biopiratería. Para Gian Carlo Delgado, los proyectos de biopiratería de las grandes corporaciones son mayúsculos: se trata de un saqueo masivo y sistemático a través de “corredores biológicos”. Por ejemplo, el “Corredor Biológico Mesoamericano” que esté al servicio de las corporaciones multinacionales: de apropiarse del 11% de la biodiversidad mundial concentrada en Mesoamérica, de su variedad de paisajes, ecosistemas, especies y genes, incluyendo todos los procesos asociados. Los grandes Capitales Biotecnológicos se proponen hacerlo mediante un sistema de bioprospección mundial y un sistema mundial de propiedad intelectual (patentes), así como con el incondicional apoyo del régimen neoliberal mexicano y el Banco Mundial. De hecho, el proyecto del “Corredor Biológico Mesoamericano” fue presentado por el Banco Mundial en el 2000, respaldado por multinacionales más interesadas en la biopiratería que en el “conservacionismo”. (11)

Por estos y otros medios, el Capital ha saqueado a México de sus energéticos, de sus minerales valiosos, de sus bosques y selvas, de sus mejores productos agropecuarios, etc.

Es verdad que estas brutales políticas de despojo neoliberales requirieron gobiernos autoritarios, policíacos y militares, para contener el descontento popular.

Sin embargo, el neoliberalismo económico ha admitido otras formas de gobernanza, de modo que ha sido gestionado por autoproclamados «socialistas» franceses, españoles, griegos, en Europa; por «demócratas» o «republicanos» en EEUU; por priístas o panistas, en colaboración con perredistas, en México. Cabe señalar que todos los gobiernos y partidos que han impuesto o mantenido al neoliberalismo se han desgastado políticamente hasta generar un explicable rechazo en su contra que se ha reflejado en las elecciones. Con una enorme legitimidad popular, por el voto contra los partidos identificados con las políticas neoliberales, AMLO mantiene el neoliberalismo económico aunque intenta modificar su forma de gestión política, incluyendo políticas públicas asistencialistas así como simulacros de consultas democráticas en las que nunca hay espacio y tiempo para que se escuche la postura opuesta, para que se lleve a cabo un debate informado y mecanismos de participación legales respetados.

Segundo, el gobierno de AMLO no ha atacado las formas de acumulación capitalista neoliberal sino que las mantiene y refuerza.

Pese a todos sus autoproclamas antineoliberales de AMLO en la presidencia del nuevo gobierno mexicano, lo cierto es que no sólo se mantienen intocados los mecanismos de acumulación por desposesión neoliberales sino que no se cuestionan ni se pretende eliminarlos.

El gobierno de AMLO sigue con el pago puntual de una Deuda Externa ilegítima, que podría ser cuestionada para obligar a una renegociación de la misma (como ha ocurrido incluso en gobiernos progresistas latinoamericanos).

El gobierno de AMLO no se propone una verdadera recuperación salarial pese a que los trabajadores mexicanos padecen los salarios más bajos del mundo y la sobreexplotación capitalista más aguda del planeta.

El gobierno de AMLO mantiene el extractivismo ecocida, como se ha podido constatar cuando prometió no tocar los negocios mineros o cuando propuso megaproyectos ecocidas como el tren maya o la hidroeléctrica de Morelos.

El gobierno de AMLO mantiene sin problemas la desregulación comercial y de inversiones, sin pretender renegociar siquiera el otrora Tratado de Libre Comercio, pese a sus efectos nocivos para la economía mexicana.

El gobierno de AMLO no se plantea nacionalizaciones (PEMEX, por ejemplo) ni romper convenios rapaces con empresas privadas para recuperar la soberanía política y económica, pero se compromete a pagarles sus intereses, aunque los critique públicamente.

El gobierno de AMLO no se compromete con volver a levantar el Estado social (seguridad social, educación pública, vivienda, etc.), sino que lanza un asistencialismo individualizado que captura potenciales votantes, manteniendo en el abandono tareas sociales del Estado, como las guarderías para los trabajadores, la educación y empleo con derechos a los jóvenes, etc..

En fin, el gobierno de AMLO no se propone desmontar las contra-reformas neoliberales estructurales ni convocar a una nueva Asamblea Constituyente, que es el medio político eficaz para hacerlo.

Por cierto esas formas de acumulación capitalista neoliberal que el gobierno de AMLO deja intocadas son la verdadera fuente de la violencia que vive México: sobre el territorio del despojo (mineras, maquiladoras, megaproyectos de todo tipo) se levanta, revela y explica el mapa de la violencia de nuestro país (desapariciones, feminicidios, asesinatos de periodistas, ecologistas, defensores de derechos humanos, activistas). Como este nuevo gobierno de AMLO no ataca de raíz el origen de la violencia, vuelve a echar gasolina al fuego de la violencia neoliberal con su ya aprobada guardia nacional.

Tercero, el gobierno de AMLO es un gobierno de un Estado capitalista con una forma de acumulación neoliberal y no un gobierno revolucionario que busca transformaciones radicales.

El presidente AMLO y su partido mayoritario MORENA son, ahora, los representantes y garantes de la ley y el orden de nuestro país. Un país capitalista, semicolonial, subordinado al imperialismo norteamericano, saqueado y profundamente desigual, patriarcalista y económicamente ecocida.

Más que transformar ese país que es nuestro México, quieren gobernarlo.

Como gobernantes y representantes del poder político, están comprometidos con la defensa de la propiedad privada, el respeto a sus obligaciones con los tratados neoliberales del despojo, el orden social. Cuentan ya con una guardia nacional para pacificar al territorio mexicano.

Como los liberales decimonónicos y modernos, practican el liberalismo económico, se olvidan de la cuestión social (desigualdades, explotación de los trabajadores, opresión de las mujeres, destrucción de la naturaleza, generalización de la miseria) y se obsesionan por la cuestión política (leyes y reformas para gobernar).

Su Cuarta Transformación parece reducirse a instituir un capitalismo sin corruptelas, cosa imposible en este primitivo sistema de fetichistas adoradores de la mercancía del dinero que da más dinero (Capital) y del capitalismo delincuencial neoliberal.

Cuando AMLO dice que pretende separar el poder político del poder económico y, al mismo tiempo, desea mantener buenas relaciones con los grandes empresarios (que son una ínfima minoría), proponiéndoles proyectos públicos para que inviertan y saquen ganancias, se contradice y subordina el poder político al económico. Se vuelve él mismo el criticado mayordomo del poder económico.

En realidad, superar al neoliberalismo implica romper con el capitalismo, en lo económico, político y jurídico, pero también en lo imaginario: requiere desgarrar el mito del Progreso económico, capitalista, fosilista (basado en energía fósil), depredador, inhumano y bárbaro.

La Cuarta Transformación se volverá una caricatura de sí misma o una nueva fachada política de las formas de acumulación capitalista y neoliberal si no se propone cambiar el modelo de producción, distribución y consumo que termine con la explotación capitalista, imperialista y ecocida, que promueva la desigualdad y termine con la pobreza y el hambre, que promueva formas de autogestión de la producción y el consumo, que buscando el Buen Vivir promueva el trabajo y la vida digna para todos, gestionado colectivamente y ecológicamente nuestra relación con la naturaleza.

Una verdadera Cuarta Transformación en México será revolucionaria, ecosocialista, o no será. Si la llamada Cuarta Transformación no se vuelve una revolución permanente que avanza hacia el ecosocialismo, sólo servirá para relegitimar al propio neoliberalismo, se desgastará rápidamente y abrirá la puerta al poder político a la derecha más retrógrada y bárbara. Y no es que vea el futuro: veo el pasado camino recorrido por algunos gobiernos llamados progresistas de América Latina.

Para avanzar en esa vía se requiere un auténtico antineoliberalismo político que incida directamente en el modelo de acumulación capitalista neoliberal:

Que pugne por recupere la soberanía política nacional, económica, alimentaria, tecnológica, cultural.

Que se proponga no pagar una Deuda Externa ilegítima.

Que busque terminar con el extractivismo y el ecocidio, que inicie una transición energética de la energía fósil a la solar, dando un ejemplo al mundo entero de compromiso por reducir gases de efecto invernadero y de verdadera preocupación por el Calentamiento planetario.

Que se comprometa con una verdadera recuperación salarial así como con la generalización de un trabajo digno para todos.

Que levante un Estado social sostenido en una democracia participativa, autogestiva.

Que avance en una política de nacionalizaciones, expropiaciones, redisribución de la riqueza privatizada.

Que promueva una Asamblea Constituyente que plasme otro proyecto de país, justo e igualitario, soberano, y determine las leyes e instituciones necesarias para llevarlo a cabo.

Que utilice el poder político explícito del Estado, reformado y vuelto auténticamente democrático, como una herramienta para desmontar tanto al neoliberalismo como al capitalismo, iniciando así una verdadera y radical transformación de la sociedad.

Conclusión

En resumen, el gobierno de AMLO no es ni pretende ser antineoliberal, aunque la inmensa mayoría de mexicanos que votaron por él también votaron contra las políticas neoliberales y el modelo de acumulación por desposesión que instituyeron en nuestro país.

Pese a que AMLO pretende reducir al neoliberalismo a un régimen político corrupto, los mexicanos padecemos al neoliberalismo económico con los bajos salarios que recibimos, la sobreexplotación laboral que sufrimos, la pobreza que nos rodea, la violencia que no disminuye, los megaproyectos ecocidas que siguen generando resistencias, el visible desastre económico de nuestro país que parece no ofrecer un futuro a las próximas generaciones.

El neoliberalismo económico, como modelo de acumulación capitalista, hasta ahora sigue intocado por el gobierno de AMLO y su partido MORENA. Pero ya los trabajadores vuelven a hacer huelgas para la recuperación salarial, pueblos enteros de Morelos se rebelan contra la hidroeléctrica y declaran al presidente AMLO como persona no grata en sus comunidades, miles de mujeres le gritan al nuevo gobierno que los derechos no se consultan, Muy pronto, comunidades del sureste protestarán contra el proyecto etnocida y ecocida del tren maya, y muchos estaremos a su lado. No falta poco para que las luchas de los trabajadores por sus salarios y sus derechos se generalicen, y un nuevo movimiento obrero surgirá. Las luchas ecosociales, que siguen vivas contra mineras y despojos diversos, se organizarán y unirán para defender la vida.

Pese a las confusiones que fomenta el gobierno de AMLO, las luchas antineoliberales seguirán, se unirán, se fortalecerán.

Poco a poco comprenderán que este gobierno no va a solucionar sus demandas ni a realizar una verdadera transformación de México. Entenderán, entenderemos, que seremos nosotros, los que combatimos al neoliberalismo económico, los que con todos transformaremos a México.

Para hacerlo debemos comprender, pero lo comprenderemos, que requerimos independencia política de este gobierno y su partido así como una fuerza política antineoliberal y anticapitalista para llevar las luchas de resistencia a la lucha ofensiva, política y estratégica que transforme a nuestro país para que sea del pueblo y los trabajadores.

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Notas:

(1) Andrés Lund Medina, “El fin del régimen político-oligárquico neoliberal en México“, en Rebelión, 16-07-2018. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=244168

(2) Andrés Lund Medina, “El callejón sin salida de los «progresismos» latinoamericanos“, en Rebelión, 07-09-2018. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=246166

(3) Perry Anderson, “Historia y lecciones del neoliberalismo”, en: Marxismo crítico. https://marxismocritico.com/2011/10/02/historia-y-lecciones-del-neoliberalismo-perry-anderson/

(4) Harvey, David.

(5) Eric Toussaint, “México: El escándalo silencioso de la deuda externa y del modelo neoliberal“, en CADTM, julio de 2002. http://www.cadtm.org/Mexico-El-escandalo-silencioso-de

(6) John Freddy Gómez y Camila Andrea Galindo, “La Deuda Pública en México y su papel en la construcción de un estado autoritario al servicio del capital“, en CADTM, 15 de abril de 2018. http://www.cadtm.org/La-Deuda-Publica-en-Mexico-y-su

(7) Lund, Andrés. México en la discordancia de los tiempos, UCI-red, México 2010.

(8) Lund, Idem.

(9) Lund, Idem.

(10) Gian Carlo Delgado. “La piratería del conocimiento indígena de la biodiversidad”, en La Jornada – Suplemento «La Jornada del Campo», México, 10 de abril de 2000. En: http://www.giandelgado.net/2000/04/la-piratera-del-conocimiento-indgena-de.html

(11) Gian Carlo Delgado. “Corredor Biológico Mesoamericano al servicio de las corporaciones multinacionales”, en Ambientico. No. 105. Universidad Nacional. Costa Rica, junio de 2002. En: http://www.giandelgado.net/2002_06_01_archive.html

CALPU

Texto completo en: https://www.lahaine.org/bU6j

Fuente de la Información: https://www.lahaine.org/mundo.php/100-dias-de-amlo-iun

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León Trahtemberg: «El alumno vive en el siglo XXI y su profesor en el siglo XX»

Perú / Autor: Maribel de Paz / Fuente: El Comercio

Ante la inminencia del inicio del año escolar, Trahtemberg da las pautas para una educación con alma

Rebuscando en el cálido baúl de la memoria, León Trahtembergrecuerda el germen de su vocación nacida en las aulas del propio colegio donde estudió, el León Pinelo, donde solía ayudar a sus compañeros de aula a domar las matemáticas. Hoy, líder pedagógico del colegio Áleph, enclavado en los alrededores de los Pantanos de Villa, repasa las bondades y desaciertos de la educación nacional como promesa pendiente.

Tantas veces vividos y recreados como una estafa institucionalizada, los fundamentales y feroces años de escuela han sido narrados desde nuestro entrañable «Paco Yunque», cortesía de Vallejo, hasta la implacable obra autobiográfica del Nóbel J. M. Coetzee. En su libro «Infancia» están los abusos, la escuela como calvario y esa frase lapidaria: «La infancia no es otra cosa que un tiempo en el que se aprietan los dientes y se aguanta».

En una entrevista anterior, hablando de las incoherencias de la educación tradicional, te preguntabas: «¿Por qué tenemos que salir indefensos a la sociedad después de pasar miles de horas en el colegio?». ¿Cuál sería la otra pregunta pendiente que tienes respecto a la educación en el Perú?

Hay dos: ¿por qué no creemos que el colegio puede ser un centro de disfrute donde el alumno la pasa bien aprendiendo y no donde se sienta en una cárcel? Y segundo: ¿cuáles son los aspectos vinculados a ciudadanía que la escuela es capaz de proveer para que cuando el estudiante egrese pueda ser un ciudadano activo en pleno uso de sus derechos?

¿Y cuáles serían, para empezar, las claves para alcanzar ese disfrute escolar?

Yo empezaría hablando de la acogida. Muchos niños vienen de hogares disfuncionales donde no hay comunicación, hay violencia, hay ausencia del padre o de la madre, hay poca comunicación. Y el único espacio alternativo al hogar que tiene ese niño para eventualmente sentirse bien, querido, atendido, es la escuela. Esta tiene la oportunidad de servirle de centro de acogida para que él vea que sí tiene un lugar en el mundo, que sí es una persona que puede ser protegida. El colegio le puede dar seguridad, organización, le puede servir como contrapeso para todos los males que él vive. Sin embargo, este niño llega a la escuela y lo único que importa es si aprende a leer, a escribir, a sumar. El mismo Ministerio de Educación, cuando toma sus pruebas censales a niños de 7 años, ya el resultado indica que la gran mayoría no logra los objetivos del grado. Quiere decir que ya para segundo de primaria los alumnos están fuera de carrera, porque esos alumnos lo único que van a hacer es seguir su deterioro hasta que terminen el colegio.

Una estafa.

Es un engaño, una estafa, pero más lo llamaría una oportunidad perdida. En cambio, si la prioridad para las escuelas fuera que todos los niños se sientan bien, se sientan acogidos, queridos, ese niño va a tener la estabilidad emocional y el sentimiento de empatía como para poder orientar su energía mental a los aprendizajes que le va a proponer la escuela. Sus primeras experiencias tienen que ser experiencias de éxito y no de fracaso. El rol del maestro es asegurarse de que los niños de los primeros grados tengan éxito, y no simplemente etiquetarlos como fracasados, que es lo que ocurre hoy en día cuando el niño ni bien entra a primaria ya empieza a recibir todo tipo de señales de que no aprende ni entiende ni estudia.

Si hablamos de la historia de la educación en el Perú, ¿cuáles destacarías como los principales hitos en su evolución?

En general, la historia de la educación se disrumpe con la llegada de Internet. O sea, antes y después de Internet tienes un hito fundamental entre la educación tradicional y la educación del siglo XXI. Pero no es tanto el acceso a Internet, sino que todos los desarrollos tecnológicos que tienen que ver con las computadoras (celulares, redes sociales, sistemas de comercio) han creado un segundo mundo en el que el niño, el joven y también los padres viven. Y es en este mundo, que es paralelo al mundo real, en el que las dinámicas de su identidad, sus relaciones con los demás, su forma de aprender y gratificarse de manera inmediata constituyen un conjunto de reglas de vida que no equivalen a las que existen en la escuela tradicional. El alumno vive en el siglo XXI y su profesor en el siglo XX. Y en este desencuentro, una de dos: o le piden al alumno que regrese un siglo para poderse conectar con el maestro, o se le pide al maestro, y en general al sistema educativo, que dé el salto hacia el siglo XXI.

Ahora, la literatura, las artes, ¿cómo se están enseñando en términos generales en el Perú?

Como casilleros. O sea, el arte tiene sus dos horas semanales y la literatura tiene sus dos horas semanales, cuando la literatura debería ser parte de una comprensión política, económica, social, cultural y geográfica del hecho o del autor. ¿Cómo aíslas una obra literaria del contexto en el que fue escrita, de las condiciones del autor, de los temas que aparecen en la obra?

¿Cómo estudiar a Vallejo, por ejemplo?

Si quiero estudiar «Paco Yunque», ¿cómo puedo hablar de ese personaje sin entender cuál es la situación de las haciendas en el Perú, la relación entre el gamonal y sus trabajadores, el prejuicio entre los blancos y los nativos, el ‘bullying’ del que tiene el poder contra el hijo de la empleada? ¿Cómo puede uno estudiar eso sin tomar en cuenta factores económicos, culturales, sociales y políticos de la época? ¿Cómo no aprovechar a Paco Yunque para preguntarse por qué hoy en el Perú hay tanta gente que se siente ‘bulleada’ por el país, por qué hay tantos Pacos Yunque que protestan por el abuso? Es decir, cómo extrapolo las lecciones de Paco Yunque para entender la realidad de hoy o el pasado del Perú. Pero si agarras «Paco Yunque» y la quieres estudiar simplemente como una obra literaria para ver las destrezas del autor, la vacías, la empobreces. Lo mismo, digamos, con «Romeo y Julieta». Para los chicos de hoy puede ser muy interesante hablar de cómo se expresa el amor de una pareja de jóvenes en estos tiempos, y a partir de eso tratar de analizar cómo era antes, y ahí puedes encontrar algunas obras literarias donde hablan de esta relación entre familias que no se toleran, pero cuyos hijos sí quieren verse y se conectan. ¡¿Cuánto de eso no ocurre hoy?! Una cosa es partir del hoy, de esos fenómenos del afecto y las relaciones entre adolescentes, y preguntarse: ¿y esto cómo se expresó en otro tiempo y cómo lo expresó este autor? Entonces, se vuelve interesante. De lo contrario, lo descontextualizas y dices: «Señores, hoy día vamos a hablar de Shakespeare…».

Y matas a Shakespeare.

Es matarlo, porque qué de interesante puede tener eso para niños que están apasionados por el fútbol, digamos, y les traen a Romeo y Julieta. Hay que contextualizar, y la contextualización son todas las disciplinas que te ayudan a entender un fenómeno humano. Es como hablar de la corrupción solamente como si fuera un problema legal, absolutamente aburrido, árido. Pero cuando hablas de la corrupción como un fenómeno histórico, cultural, como un problema de la legalidad, la influencia, el poder y las pasiones más subalternas del ser humano, estás hablando de psicología, de filosofía, de religión, de cultura, de política, de economía; estás hablando de todo. Pero si lo quieres convertir en un tema de educación cívica, ¿a quién le puede interesar eso?

Finalmente, sobre tu propia relación con la educación, ¿cómo dirías que fue la motivación en casa para ti?

Es una motivación compleja, diría. Yo vengo de una familia donde a mi papá nunca le gustó la idea de que yo sea profesor. Recién cuando cumplió 80 años, por primera vez en su vida me dijo que estaba orgulloso de que yo fuera profesor, o sea, de lo que yo había hecho en mi vida como carrera. Porque yo venía de un hogar de clase media, de un papá empresario que pensaba que yo también tendría que dedicarme a los negocios. Y me pareció interesante cerrar este círculo porque yo sabía que él lo decía a otros, y cuando me lo dijo a mí sentí: «Tuve razón y mi padre me lo reconoció».

Fuente de la Entrevista:
https://elcomercio.pe/luces/libros/leon-trahtemberg-alumno-vive-siglo-xxi-profesor-siglo-xx-educacion-impreso-noticia-613279
ove/mahv
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