En 4 años la tasa de víctimas de feminicidio creció en 137.6 por ciento, al pasar de 426 víctimas en 2015 a mil 012 en 2019, de acuerdo con el informe “Impunidad en homicidio doloso y feminicidio en México: Reporte 2020”.
Este dato es una señal de que el Estado debe articular acciones para reducir la incidencia de este delito e incrementar las políticas de prevención, atención de víctimas e investigación criminal.
Así relatan los investigadores de la organización Impunidad Cero, Paola Guadalupe Jiménez Rodríguez y Guillermo Raúl Zepeda Lecuona, los hallazgos de la revisión de datos que dio origen a este informe.
La primera conclusión que se lee en el documento es que la incidencia y la impunidad en homicidio doloso y feminicidio siguen alcanzando cifras sin precedentes en el país, donde el feminicidio está definido en Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y tipificado en el Código Penal Federal.
Este reporte también derrumba las afirmaciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha señalado que el delito va a la baja. Solo en una ocasión, en diciembre de 2020, al rendir su segundo informe de gobierno, López Obrador admitió que este crimen no disminuye.
Alarmantes cifras de feminicidio
En México, durante 2019 se registraron mil 012 víctimas de feminicidio, delito por el que se iniciaron 983 carpetas de investigación, de acuerdo con el análisis que se basó en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Al revisar los datos desde 2015 se observa que esta forma de violencia extrema contra las mujeres incrementó de forma alarmante: 137.6 por ciento.
El problema es de tal magnitud que si se suman los homicidios de mujeres que no fueron tipificadas como feminicidio, pero que murieron en hechos violentos, la cifra de víctimas llega a ser de 3 mil 834 mujeres.
De ese total de muertes de mujeres registradas, las clasificadas como feminicidio representan 26.4 por ciento a nivel nacional. Esta cantidad es baja, pero diversos instrumentos internacionales han llamado a los estados a analizar con perspectiva de género todas las muertes violentas de mujeres.
Por estados, se observa que las entidades con mayor número de víctimas de feminicidio durante 2019 fueron Veracruz, con 162 mujeres; el Estado de México, con 126; la Ciudad de México, con 71; Nuevo León, con 67; y Jalisco y Puebla, ambos con 60 mujeres víctimas.
Paradójicamente, estas entidades cuentan con una Alerta de Violencia de Género, un mecanismo activado para implementar acciones de emergencia a fin de prevenir, atender y erradicar la violencia contra las mujeres.
Pese a tener estos mecanismos, estas entidades concentran casi la mitad de las víctimas registradas en México por este delito, sumando 49.4 por ciento del total.
Los investigadores revisaron la tasa de mujeres que habitan en cada entidad federativa y estimaron que en 2019 la tasa de feminicidio a nivel nacional fue de 1.6 feminicidios por cada 100 mil mujeres.
Esto significa que cada día, en promedio, 2.7 mujeres en México son víctimas de feminicidio. Si se suman también las mujeres víctimas de homicidio doloso, se tiene un promedio diario de 10.5 mujeres asesinadas.
En el reporte se indica que la incidencia de este delito, considerando la tasa, pone a Morelos en el primer lugar con una tasa de 3.8 por cada 100 mil mujeres. En segundo lugar está Veracruz con una tasa de 3.7 y en tercero Colima con una tasa de 2.8.
Alta tasa de sentencias
La investigación realizada por Impunidad Cero también analizó las sentencias condenatorias dictadas por feminicidio durante 2019, información que obtuvo a través de solicitudes de acceso a la información.
Con datos de 16 estados que respondieron las solicitudes, se encontró que hubo 269 sentencias, de las cuales 252 fueron condenatorias y 17 absolutorias. Es decir, la tasa de condena en este delito fue de 93.7 por ciento.
En el informe se advierte que el hecho de que la tasa de condena sea alta puede ser resultado de que los ministerios públicos clasifican un delito como feminicidio sólo cuando tiene pruebas suficientes para acreditar que fue un crimen por razones de género ante el juez y “asegurar” la condena.
La forma de comisión del delito también puede influir, ya que el uso de armas que requieren que el agresor se acerque a la víctima suelen dejar más rastros físicos en la escena del crimen, lo que incrementa la probabilidad de identificación del agresor.
En el caso de las víctimas de feminicidio solo en 22 por ciento de los casos se utilizó un arma de fuego, mientras que en las víctimas de homicidio doloso, el arma de fuego se utilizó en 71 por ciento de los casos.
Impunidad de 51.4 por ciento
A pesar de que organizaciones civiles aseguran que persiste la impunidad en las muertes violentas de mujeres, este reporte detalla que la impunidad del delito de feminicidio en 2019 se estimó en 51.4 por ciento. Esto implica que cerca de 5 de cada 10 casos de feminicidio fueron esclarecidos.
En 2019 la entidad con mayor impunidad en feminicidio fue Baja California Sur, con 100 por ciento, pero se debe considerar que ese año solo se registraron dos víctimas de feminicidio.
A esta entidad le siguieron Guerrero, con una impunidad de 93.8 por ciento y Jalisco con 86.7 por ciento. La investigación advierte que en este dato también hay que considerar que el indicador depende de los criterios que sigue cada estado para catalogar una muerte violenta de mujeres como feminicidio.
Los instrumentos internacionales sugieren que como hipótesis inicial se debe considerar que la muerte violenta de la mujer que se investiga corresponde a un feminicidio, con el fin de incluir la perspectiva de género como principal enfoque para la indagación.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó en la sentencia por el caso de feminicidio de Mariana Lima, ocurrido en el Estado de México, que todas las muertes violentas de mujeres deben investigarse con perspectiva de género para descartar patrones de violencia por razón de género.
Fuente e imagen: CIMAC Noticias