New Zealand to drug test high school rugby teams

Nueva Zelanda/Julio de 2017/Fuente: The Guardian

Resumen:  Nueva Zelanda está desarrollando pruebas de drogas de sus principales equipos de rugby de la escuela secundaria en un movimiento para abordar las preocupaciones sobre el dopaje infiltrado en el deporte a nivel junior. Drugfree Sport NZ dijo que tenía información que indicaba «un potencial significativo para que ocurriera el dopaje» dentro del ambiente de rugby de la escuela. Los cuatro primeros tendrán su orina probada en un torneo en septiembre, con sus muestras enviadas al laboratorio acreditado por el Organismo Mundial Antidopaje en Sydney, la misma instalación que prueba a los All Blacks. Debido a la edad joven de los niños, podrían elegir tener un «representante» con ellos cuando proporcionaran la muestra.

New Zealand is rolling out drug testing of its leading high school rugby teams in a move to address concerns about doping infiltrating the sport at junior level.

Drugfree Sport NZ said it had information which indicated “a significant potential for doping to occur” within the school rugby environment.

The top four first XVs would have their urine tested at a tournament in September, with their samples sent to the World Anti-Doping Agency-accredited laboratory in Sydney – the same facility that drug-tests the All Blacks.

Because of the young age of the boys they could choose to have a “representative” with them when they supply the sample.

Scott Tibbutt, chief operating officer of Drugfree Sport New Zealand, said his organisation had been concerned about doping and “uncontrolled” supplement use at high-school rugby for years, after reports emerged from South Africa, Canada and England of drug use trickling down from the professional leagues to the top school teams.

Competition at high school level has become intense in rugby playing nations around the world, with the best players able to move to professional careers straight after their studies – where lucrative contracts and sponsorship deals are on offer.

It was hoped drug testing alongside education would act as a deterrent to resist doping, Tibbutt said, and help young players move through the ranks without sucumbing to drugs or unnessary use of supplements.

“It is disappointing for us that supplement use and performance enhancing drugs seem to have become normalised in society and people seem to understand if you want to get big or ripped or faster you take supplements and that quite simply isn’t the case; the only thing supplements do is create expensive urine,” said Tibbutt.

“This age group is of concern because they do have such pressures on them at this level to win and progress.”

A study conducted by the University of Otago in 2013 surveyed 142 boys in the first XV rugby teams around the country, and found more than 70% had used four or more supplements in the past six weeks, and five individuals had taken illegal performance-enhancing drugs.

If those figures were extrapolated to top-level rugby around the country that meant one boy in every match could be on drugs, said Dr Hamish Osbourne, who worked on the study.

Reasons the boys gave for using drugs or supplements were to recover faster from injury, give them an edge over the competition in important matches, or to enhance their looks or muscle tone.

Of the 70% who admitted to using four or more supplements the most popular types were protein powders and energy drinks such as Gatorade.

Dr Osbourne said heavy reliance on protein powders was risky as numerous studies had shown 15- 30% of powders bought off the internet were laced with anabolic steroids and other stimulants, and the “feel-good” buzz they gave users could be a slippery slope to harder substances.

The new testing regime could be rolled out to elite schoolboy rugby across New Zealand, said Tibbutt, if further research proved the problem warranted a national approach.

Reaction to the testing from coaches and schools was mixed, with some applauding the measure to crack down on drug use among young players to stop it progressing or becoming a habit.

Others said it was “unbelievably sad”.

“We’re incredibly disappointed,” New Zealand Rugby Players’ Association chief executive Rob Nichol told the New Zealand Herald.

“This is school; an educational environment for kids to learn. Now we’re talking about policing them under an anti-doping regime which is extremely staunch.”

Prime minister Bill English said he supported the move as the pressure in the top leagues was immense.

Fuente: https://www.theguardian.com/world/2017/jul/30/new-zealand-to-drug-test-high-school-rugby-teams

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España: Los profesores comunicarán a Enseñanza los casos graves de consumo de drogas

España/19 juio 2017/Fuente: La Razón

La última encuesta que elabora la Agencia de Salud Pública de Barcelona sobre Factores de Riesgo en Estudiantes de Secundaria (FRESC) alertó de que pese a bajar el consumo de tabaco, los adolescentes entre los 13 y los 17 años fuman más porros. Y el cannabis no es bueno. Una investigación del Hospital Clínic de Barcelona sugiere que la edad de inicio en ese hábito puede condicionar los cambios estructurales que causa en el cerebro, que son mayores cuando se comienza antes de los 16 años y pueden derivar en problemas de conducta en la edad adulta. Para reducir el consumo de marihuana y otras drogas, alcohol y tabaco inclusive, los departamentos de Enseñanza y Salut presentaron ayer en marcha el «Protocolo de prevención, detección e intervención sobre drogas en los centros de secundaria». Entrará en vigor el próximo curso 2017-18 y la medida más llamativa es que institutos y escuelas deberán comunicar a Enseñanza los casos graves de tenencia, consumo y venta de droga entre alumnos.

La consellera de Enseñanza, Meritxell Ruiz, y el conseller de Salud, Antoni Comín, defendieron que el protocolo quiere «convertir el conflicto en una oportunidad educativa, tanto para el alumnado como para las familias, más allá de la sanción». El protocolo, editado por ambos departamentos pretende evitar el consumo de drogas en los alumnos de secundaria a partir del establecimiento de un circuito en el que actúen todos los agentes implicados, la comunidad escolar, los cuerpos de seguridad, centros de salud mental infantil y juvenil, centros de atención y seguimiento, y servicios sociales y de juventud.

El protocolo dota de una herramienta a los profesores que trabaja con jóvenes de entre 12 y 21 años escolarizados en centros educativos de ESO, Bachillerato, programas de formación e inserción (PFI), ciclos formativos de grado medio y recursos especiales como las unidades de escolarización compartida (UECV).

Para activar medidas de prevención, el protocolo ofrece pautas de actuación para el profesorado, y programas, materiales y web para trabajar tanto en el aula como para las familias.

Si se detectan casos por intoxicación aguda, por estar bajo los efectos del consumo de drogas, por tenencia o consumo de ellas dentro del centro o por su venta, el caso se pondrá en conocimiento de la dirección del centro, que convocará al equipo interno de valoración y lo trasladará al tutor y otros miembros de la comunidad. El caso se valorará con el alumno a partir de una entrevista con él, también habrá una intervención con la familia del alumno y posteriormente con el grupo clase.

Dependiendo de la gravedad del caso detectado, la dirección podrá derivarlo a inspección de educación, abrir un expediente sancionador y aplicar sanción.En los casos de falta grave o delito, el caso se deberá trasladar a la Dirección General de Atención a la Infancia (DGAIA) o a la Fiscalía. El inicio en el consumo de alguna sustancia coincide en la mayoría de los casos con la franja edad de la ESO, entre los 12,5 y 15 años.

de edadada aquestes substàncies (sense fer consideracions respecte de l’existència de prescripció/recepta mèdica o no) va ser del 18,6%, i el dels que n’havien consumit algun cop a la vida sense recepta mèdica, del 9,3%. El percentatge dels que n’havien consumit en els últims trenta dies va ser del 7,1% i del 3,5%, respectivament (taula 2).

El consum de la resta de substàncies (cocaïna, èxtasi, al·lucinògens, amfetamines, substàncies volàtils, heroïna, etc.) estava molt menys estès. La prevalença de consum d’aquestes drogues alguna vegada a la vida es va situar entre l’1,0% i el 4,1%, i la prevalença de consum en els últims trenta dies, entre el 0,4% i l’1,9% (taula 2).

Fuente: http://www.larazon.es/local/cataluna/los-profesores-comunicaran-a-ensenanza-los-casos-graves-de-consumo-de-drogas-PA15402591
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