Asia/Corea del Sur/ Julio del 2016/ Noticias/www.latribuna.hn/
Por: Jeremías Bustillo.
Según datos del Banco Mundial (BM), en 1965 el ingreso percápita de un coreano era de 105 dólares. Hoy día anda por arriba de 27,339 dólares, para esas mismas fechas el de los hondureños se estimaba en 176 y 2,220 dólares respectivamente.
El avance mostrado por Corea del Sur, es tal que entre 1962 y 1994 presentó crecimientos económicos sostenidos del 10 por ciento, a la par, se registraron aumentos reales de las exportaciones del 20 por ciento.
Las cifras comparativas anteriores fueron parte de la exposición “Desarrollo de la Economía Coreana y sus Implicaciones en Honduras”, que realizó el embajador de Corea del Sur en Tegucigalpa, Rai-Hiug Kim, durante la semana de la “Amistad” entre ambos países del 5 al 9 de este mes.
EDUCACIÓN AL DESARROLLO
El avance de los coreanos solo ha sido posible gracias a cinco pilares, el primero es la educación de calidad para el desarrollo. Afirmó que la formación es el factor que elevó a su país sitiales de honor a nivel mundial en todos los campos de la naturaleza humana y que puede ser emulado por Honduras.
“La primera es educación y educación”, expuso el embajador a decenas de estudiantes universitarios, autoridades de formación superior y representantes del sector público y privado.
En segundo lugar, está el movimiento de “Aldea Nueva” o “Seamaul Undong”, sistema que consiste en mejoras ambientales, mediante la construcción de infraestructura básica como electricidad, carreteras, puentes y sistemas de micro-riego.
¿ALDEAS O FAMILIAS?
Este pilar también incluye el aumento de ingresos mediante cooperativas agrícolas, productoras de abonos orgánicos; introducción de nuevas variedades de cultivos; y fábricas primarias. Pero la base de este concepto está en un cambio de actitud orientado a respetar las leyes, practicar el ahorro y dejar los malos hábitos.
El esquema “Seamaul Undong” se compara con programas sociales como el hondureño de “Vida Mejor”, con la diferencia que el primero va dirigido a las aldeas y aquí es a las familias. Procura un cambio de mentalidad, en contraste con la aplicación en Honduras donde este tipo de programas sociales se van en asistencias monetarias con enfoque en salud y educación.
El modelo coreano lleva ayuda estatal bajo la premisa básica que “es mejor enseñar a pescar, que dar un pez”, mientras que aquí se fomenta la ayuda gubernamental, sin resultados cuantitativos, ni cualitativos.
El tercer pilar consiste en la teoría de quien se lo propone podrá lograrlo. Contó la historia del fundador de la Hyundai, Ju-jung Chung, que convenció a banqueros ingleses para que le financiaran un proyecto al enfatizar vehementemente que podía construir barcos.
Más tarde lo consiguió al presentarles una moneda acuñada con la imagen de una poderosa fragata coreana del siglo XVIII, que en la actualidad representa un referente del ímpetu coreano.
RAPIDEZ Y NACIONALISMO
Dentro del tercer pilar se encuentra la corriente del “Pali-Pali” o rápido, rápido, para ilustrar a los asistentes, el diplomático comentó que en una ocasión estuvo en Valle de Ángeles y pidió que le fabricaran un baúl típico con una dedicatoria para regalárselo a un pariente en Seúl, pero se fue de espaldas cuando le dijeron que el obsequio estaría listo hasta en tres meses.
Según el embajador coreano, en estas condiciones de producción, los hondureños no pueden competir fuera, al tiempo de recomendar ser eficientes ya que a su criterio, el baúl pudo haber sido entregado en menos de tres días.
La cuarta implicación se basa en el sentido de comunidad o pertenencia y recordó que en su país durante la crisis financiera (1997-998) el gobierno pagó un rescate por 2,200 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI), al recaudar 227 toneladas de oro que donó la población.
La actividad fue un éxito, aseguró, y que las personas hacían fila al llamado ayuda, algunos entregaron hasta anillos de boda o prendas conservadas por generaciones. Mientras aquí existe un desarraigo marcado por la emigración a países como Estados Unidos, comentaron algunos de los asistentes al cónclave.
Por último, Honduras debe profesionalizar al sector público, con funcionarios competentes, capaces de planear y ejecutar políticas económicas incluyentes, evitando en lo posible la salida a cada cambio de gobierno.
Sin embargo, el representante de Corea del Sur afirmó que ningún país saldrá del atraso cuando existen monopolios económicos, de poder y corrupción.
POLÍTICAS ECONÓMICAS DESDE LA DÉCADA DEL 50
1950-Industrialización por sustitución de importaciones protegidas
1960-Promoción de las exportaciones
1970-Avance de las industrias pesadas y la petroquímica
1980-Estabilidad- Mercado-Liberalización del Comercio
1990-Reformas Institucionales
Políticas fiscales
-Reducción de impuestos directos, moratorias fiscales, depreciación del capital fijo, de créditos temporales de inversión para determinadas industrias
Políticas comerciales
-Fortalecimiento y protección para las industrias pesadas y petroquímicas.
-Los exportadores siguieron teniendo acceso a insumos extranjeros a precios internacionales, mediante el sistema de descuento de tarifas
Políticas crediticias
-Inversión directa del gobierno en desarrollo en la asignación de fondos de inversión entre las industrias, firmas y proyectos, por medio de bancos y otras instituciones financieras bajo control gubernamental
-Se creó el Fondo Nacional de Inversión
Por: Jeremías Bustillo.
Fuente:http://www.latribuna.hn/2016/07/16/5-modelos-coreanos-elevar-la-competitividad/
Fuente imagen :http://cdn.latribuna.hn/wp-content/uploads/2016/07/ARTESANIAS-VALLE-DE-ANGELES.jpg