El futuro de la humanidad y la fractura de las élites occidentales

Por: Ramón Grosfoguel

Cualquier análisis de la geopolítica mundial hoy tiene que tomar en cuenta la fractura dentro del campo de los imperialismos occidentales.

Las élites occidentales se dividen hoy entre dos proyectos fascistas y autoritarios: las elites “globalistas” del capital financiero que se reúnen anualmente en Davos y las élites de los nacionalistas imperialistas. Ambos son fascistas, racistas, colonialistas e imperialistas pero de forma diferenciada.

Los nacionalistas son los que conocemos como la “extrema derecha” abiertamente fascistas e imperialistas como por ejemplo Trump o Le Pen. Los “globalistas” son las élites del 1 por ciento del capital financiero internacional que son menos conocidos porque operan de manera oculta. Son los que deciden las políticas mundiales y manipulan tras bastidores las agendas de los foros y organizaciones internacionales desde el Proyecto 2030 de Naciones Unidas hasta el foro de Davos, pasando por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero aunque los globalistas están visibles en la palestra pública, no están en las elecciones “candidatándose” para un puesto, sino que son los que financian a los políticos que ellos quieren en los puestos de gobierno fieles a su agenda globalista.

Mientras los nacionalistas defienden la soberanía de sus respectivos estados imperiales, los globalistas quieren disolver los estados y todo espacio de soberanía  para crear un gobierno mundial único en el que ellos puedan tener un control absoluto sobre el mundo.

Mientras los nacionalistas no creen en la crisis ecológica planetaria, los globalistas reconocen el colapso ecológico que vivimos proponiendo como solución distopías genocidas tal como de un total de 8 mil millones de seres humanos pasar a exterminar a 6 mil millones. Habría que exterminar a los que para ellos son dispensables como razas y pueblos inferiores y dejar vivos solamente a 2 mil millones de seres humanos a nombre de salvar el planeta de la crisis ecológica mundial.

Mientras los nacionalistas ponen en cuestión las “vacunas” contra el Covid, los globalistas son los vendedores de las “vacunas” contra el Covid que hoy son investigadas en Europa y los Estados Unidos por los daños causados a la salud de cientos de miles de seres humanos.

Mientras los nacionalistas buscan estados autoritarios vía la represión, los globalistas buscan estados autoritarios mediante el uso de nuevas tecnologías que hagan a la gente consentir pasivamente a sus políticas de dominación con el lema de “no tendrás nada pero serás feliz”. Esto nos recuerda la icónica obra de Aldous Huxley Un mundo feliz.

Mientras los nacionalistas defienden una visión occidentalocéntrica de “humanismo” donde se reconoce como humano solamente a un puñado de pueblos  occidentales considerados como racialmente “superiores”, los “globalistas”  hablan del “transhumanismo”, es decir, de superar la humanidad y pasar a otro estadio civilizatorio que sería la robotización y computarización de los humanos con nuevas tecnologías e inteligencia artificial. La idea es crear  “super-hombres” que tengan la inteligencia, memoria, y “vida eterna” de los robots. Lo que en las películas hollywoodenses se nos vendía como ciencia ficción es hoy una realidad alcanzada por las nuevas tecnologías.

Mientras los nacionalistas ocupan los estados para desmantelar lo poco que existe de democracia y derechos, los globalistas buscan un gobierno mundial con una seudo democracia donde como en la democracia ateniense deciden las elites del 1 por ciento.

Mientras los nacionalistas son abiertamente sexistas y homófobos y van contra el aborto, el feminismo y los movimientos LGBT, los globalistas se cantan de pro-aborto, feministas y hasta de pro-LGBT pero como parte de una agenda perversa de reducir la población mundial.

Mientras los nacionalistas boicotean las guerras imperialistas y buscan acercamientos con Rusia, los globalistas le han declarado la guerra a Rusia.

En fin, mientras los nacionalistas se plantean salvar el presente sistema capitalista mundial de su crisis terminal, los globalistas, muy conscientes del colapso civilizatorio del capitalismo global que se avecina, buscan dejar caer el sistema y se están preparando aceleradamente para la creación de un nuevo sistema histórico mundial más allá del capitalismo que algunos han llamado “tecno-feudalismo”.  Sistema que será más autoritario, más injusto, más explotador y más destructivo que todo lo que hemos visto de capitalismo occidental en los últimos 530 años.

Cada punto arriba mencionado amerita una larga disertación que aquí no podemos matizar ni elaborar, sirva esta reflexión como una agenda de trabajo de lo que ahora enfrentamos y tenemos que pensar para poder luchar. Lo triste es ver la confusión de ciertas llamadas “izquierdas” o pseudo-izquierdas que asumen el proyecto globalista creyéndose que son realmente de “izquierda”.

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Infancias y subjetividad

Por: Alfredo Grande

El desamparo subjetivo se verifica en las clases más humildes, donde los empobrecidos de la tierra no tienen dónde caerse muertos, pero tampoco dónde caerse vivos. La cultura represora lo sabe. Por eso empieza desde lo más temprano posible.

(APe).- Hace unos días vi un video de una conferencia de Enrique Dusel y Ramón Grosfoguel. En especial este último hizo mucho hincapié en la importancia de la subjetividad y en que consideraba que el tema no había sido desarrollado suficientemente por la izquierda. Crítica que comparto, pero en la cual no me siento totalmente incluido.

En mis libros editados por la  Agencia de Noticias Pelota de Trapo y en otros espacios, he tratado de señalar reiteradamente que la dimensión “macro” no tiene correspondencia directa con la dimensión “micro”. Freud en uno de sus textos escribió que “Cayo es un mísero plebeyo romano, agobiado por los impuestos, pero que se siente partícipe de la gloria de Roma”.

En otras palabras: Cayo es un mísero, pero es romano. Siente la gloria de ser la cola del león, aunque en realidad apenas es la cabeza del ratón. Lenin, del cual no leí toda su obra, pero algo transité, advertía sobre el retraso del factor subjetivo. Me permito advertir sobre el adelanto del factor subjetivo. La comadreja de los llanos, como en lejanos tiempos Pino Solanas bautizó a Menem, formateó la subjetividad con el delirio denominado “convertibilidad”, que nos permitió, al igual que Cayo, sentirnos partícipes de las glorias del Primer Mundo.

Las infancias son los territorios en los cuales se cultiva y se cosecha la subjetividad. Es la modelación del ser que deviene en diferentes formas de existencia. De la familia patriarcal, la escolaridad primaria, las catequesis religiosas y laicas, en su momento el servicio militar obligatorio, los rituales de iniciación, incluso sexuales, saturados de sadismo, la letra empieza a entrar con sangre. No es una transfusión, es una crucifixión.

Los castigos físicos que ahora han sido nuevamente permitidos, los castigos psíquicos que nunca fueron suprimidos, hacen de muchas infancias, demasiadas, el anticipo del infierno en la tierra. La versión corregida y aumentada de este desamparo subjetivo se verifica en las clases mas humildes, donde los empobrecidos de la tierra no tienen donde caerse muertos, pero tampoco donde caerse vivos. La cultura represora lo sabe. Por eso empieza desde lo más temprano posible.

En épocas recientes, y en muchos lugares donde dios nunca atiende, pero tiene delegados que abren transitorias oficinas, desde el parto comienza la estrategia de la mortificación.

Un psicoanalista al que siempre respeté, al cual muchos alababan, pero pocos seguían en sus ideas, Arnaldo Rascovsky, acuñó el concepto de filicidio. La matanza sistemática de niños y niñas. La cultura represora como un Cronos permanente que se come a sus hijos.

En el ejército, la infantería eran niños que cumplían la misión de ser “carne de cañón”.   O esa infantería, muchas veces en la calle, o durmiendo en el recoveco de algún edificio, o limosneando en el subte, son la carne de los cañones de un capitalismo con rostro  humano, aunque el rostro sea monstruoso.

Hay tres pilares en los cuales la construcción de la subjetividad se organiza: la necesidad, el deseo y el derecho.  Necesidad que es la expresión de nuestra herencia filogenética. La necesidad se satisface en una matriz vincular. A esa matriz vincular el psicoanálisis la denomina “pecho”, tempranísima relación entre el bebé y la función materna.

Esta función de amparo la puede ejercer una mujer, un hombre, y no admite distinción de género. La necesidad de alimento, de afecto, de temperatura adecuada, de amparo debe ser satisfecha a plenitud. Es el o la bebé la que marca los tiempos de satisfacción y reposo. Las necesidades básicas insatisfechas son la primera marca del hierro candente de la cultura de la carencia. Cuando las necesidades básicas no se satisfacen la dimensión del deseo estará ausente. Porque el deseo en sus inicios es la cualidad placentera que germina cuando las necesidades son satisfechas. Segunda marca de la cultura represora, heraldo siniestro de la carencia programada. Niñas y niños sin deseo. Futuros autómatas que solo seguirán los mandatos que vienen de afuera porque carecen de los deseos que vienen de adentro.

Es esta matriz de necesidades básicas nunca satisfechas, de deseos nunca construidos, la que habilita a reclutar a los soldaditos del narco. Y de los sicarios. Y de los muertos vivos que matan porque no tienen marca de vida. Sin necesidades satisfechas, sin deseos construidos, los derechos de niñas y niños son apenas una declaración abstracta. Hipócrita. Redactada por los “Cayos” de la actualidad.

Pero las infancias pueden tener destinos diferentes en la construcción de las subjetividades. Y para ese desafío, estamos convocados y convocadas. Intentaré desarrollarlo en la segunda parte de este texto.

Fuente de la información:    https://pelotadetrapo.org.ar

ImagenRenato Costa

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Venezuela: Se anunció la creación del Instituto Nacional para la Descolonización

América del Sur/ Venezuela/ 29.10.2018/ Fuente: albaciudad.org.

Durante un encuentro con intelectuales de varios países que participan en la III Escuela de Pensamiento Crítico Descolonial, el Presidente venezolano Nicolás Maduro aprobó la propuesta presentada por Enrique Dussel y Ramón Grosfoguel de crear un instituto para la descolonización, que combata la formación eurocéntrica que aún prevalece en muchos programas educativos. El ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, tendrá la responsabilidad de su creación.

El encuentro entre el Jefe de Estado y los intelectuales se dio en el Palacio de Miraflores, en Caracas, y fue transmitido por Venezolana de Televisión.Los pensadores visital el país a propósito de la III Escuela de Pensamiento Crítico Descolonial: Estado y Procesos Constituyentes, que se desarrolla entre el 22 y el 26 de octubre en el Biblioteca Nacional de Venezuela.

“Han sido jornadas de debate y reflexión sumamente interesantes, pertinentes, profundas y absolutamente libres”, explicó el ministro para la Cultura, Ernesto Villegas. “El gobierno bolivariano, a través de sus distintas instituciones, les ha dado todo el apoyo, pero eso no ha significado en modo alguno cortapisas, limitaciones para que ese sea un escenario para el debate crítico y autocrítico de los grandes asuntos de la Humanidad, particularmente desde la perspectiva de la descolonización”.

Entre los participantes en el evento se encuentran Enrique Dussel (México), Ramón Grosfoguel (Puerto Rico), Juan José Bautista (Bolivia, ganador del Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2014), Sabelo J Ndlovu-Gatsheni (Suráfrica), Houria Bouteldja (Francia), Karina Ochoa (México) y José Romero-Losacco (Venezuela). También acudieron a la cita en Miraflores el director general de la Biblioteca Nacional, Ignacio Barreto; el presidente del Centro Nacional de Estudios Históricos, Pedro Calzadilla; Adán Chávez, Saúl Ortega, Jacobo Borges, Cilia Flores, Tania Díaz, Nicolás Maduro Guerra y Aurora Paredes, entre otros.

“No es casual que este evento se desarrolle aquí en Venezuela, en medio del brote fascista que se ha registrado en nuestro continente y en el mundo”, expresó Villegas. “Venezuela se ratifica como un bastión de la lucha por la descolonización, la emancipación, la construcción de una sociedad distinta y superior al capitalismo salvaje y a los dictados de la modernidad y la colonianidad”.

Las propuestas

El profesor Ramón Grosfoguel destacó la importancia de defender el antiimperialismo: “no todo antiimperialista es decolonial, pero no se puede ser decolonial sin primero ser antiimperialista”. Indica que, en los debates en América Latina, mucha gente se presentaba como anticolonial, pero a la hora de opinar sobre el proceso bolivariano en Venezuela, “lamentablemente toman partido con la derecha proimperial y neoliberal de este país. Esto, para nosotros, es una contradicción enorme”. Indica que lo decolonial debe tener un compromiso político y ético con los pueblos en su lucha por la liberación.

También sugirió que “se debe tener la idea de pensar juntos un instituto de producción de conocimiento decolonial, que sea transversal” y que contribuya “ya no una vez al año, sino todos los días a Venezuela”. Indicó que hay una generación de venezolanos “formados por nosotros, que pueden asumir el proyecto ellos mismos y echarlo adelante”.

Enrique Dussel, reconocido académico, filósofo, historiador y teólogo de origen argentino, naturalizado mexicano, señaló que, “por desgracia, aún en los procesos más revolucionarios”, como los de Cuba o Bolivia, aún siguen la enseñanza primaria, secundaria y universitaria con una visión eurocéntrica de la cultura y la ciencia. “Es difícil, pero tenemos de una vez por todas que cambiar el contenido del currículo de la enseñanza, para cambiar también la mentalidad de la juventud y de todos los ciudadanos, y no esperando un siglo sino en 4 ó 5 años”. También respaldó la idea de formar un instituto que pudiera formar equipos “a nivel económico, político y agrícola”, tocando todas las actividades de un estado.

“Seguimos educando como un francés o un norteamericano a nuestra juventud y al ciudadano, y esto se puede hacer con poco tiempo, con equipos que escriban textos de estudio para todos los colegios del país, gratuitos y que permitan cambiar. Por eso la idea de sugerir la constitución de un instituto de estudios decoloniales, pero que no fuera en distintos ministerios o secretarías, sino que dependiera de la Presidencia para que, desde allí, pudiera irradiar todas las actividades del Estado”. Indicó que “hasta la estrategia militar misma debe ser pensada de una manera descolonial”.

“Hasta la estrategia militar hay que pensarla descolonizadamente”, dijo.

Al respecto, el Presidente Maduro se mostró de acuerdo con la creación del Instituto Nacional de Descolonización de Venezuela, para el cual designó como responsable al ministro Ernesto Villegas. Indicó que es absolutamente necesaria para poder dar coherencia, articulación y para poder avanzar en un conjunto de procesos para consolidar una independencia absoluta del país. “Para la consolidación de la independencia verdadera, hay que profundizar en la descolonización de nuestro país, nuestro continente y nuestros pueblos”, instó Maduro.

“Estoy de acuerdo en que (el instituto de descolonización) esté conectado a la Presidencia de la República, pero yo designo de manera pública al compañero Ernesto Villegas (ministro de Cultura), como cuadro revolucionario. Lo designo como responsable político y enlace para la instalación del Instituto Nacional de Descolonización de Venezuela, como gran ensayo político, institucional y cultural para un plan integral de descolonización. ¡Pero con un sentido muy práctico!”. Manifestó su confianza plena en Villegas, y llamó a instalar esta iniciativa: “que tenga un gran calado y todo el apoyo en todos los sentidos”.

Al respecto, recalcó que el nuevo ente deberá estar arraigado a las bases del pensamiento revolucionario, adverso al coloniaje, que siempre proclamó el Comandante Hugo Chávez. “Hugo Chávez era el hombre que cambiaba las estructuras y cuestionaba los paradigmas establecidos y construida nuevos paradigmas desde la raíz popular venezolana (…) Debemos ir a un proceso de descolonización integral del país, (…) e incorporarlo en el Plan de la Patria 2025 para consolidar los valores de la nueva cultura e independencia de Venezuela (…) Debemos identificar como crear procesos autónomos, para ir conquistando los espacios que consoliden un siglo veintiuno de resurrección de América Latina y El Caribe”, expresó.

“Estoy seguro de que este instituto, desde el Alba (Alternativa Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América) hará historia, para dotar de luces, de ideas, de proyectos a los procesos inevitables que en América Latina y el Caribe vamos a vivir”, indicó el Jefe de Estado venezolano.

También indicó que la descolonización debería incluirse como una línea adicional en el Plan de la Patria 2019-2025.

Maduro también respondió a las acusaciones del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien declaró recientemente que, de acuerdo con informaciones recibidas por el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, el Gobierno venezolano habría financiado la caravana de migrantes del país hacia territorio estadounidense con fines políticos.

“Alerto al mundo sobre la paranoia de Mike Pence y de los sectores extremistas del Gobierno de Estados Unidos contra Venezuela. Tienen una obsesión porque no han podido derrotarnos, ni lo podrán hacer jamás porque la Revolución Bolivariana está decidida a avanzar”, enfatizó el mandatario.

Al respecto, comentó sobre el peligro que representa tales declaraciones para su seguridad y la de Venezuela y afirmó que buscan derrumbar a la Revolución, y que forman parte de una campaña de descrédito sin precedentes contra la nación. Maduro recordó al respecto parte de los obstáculos que ha tenido que enfrentar el chavismo desde su llegada al poder en 1999, en especial el golpe de Estado contra el presidente Chávez en abril de 2002. “Nos tocó enfrentar la arremetida en el primer Gobierno de George Bush, cuando se vinieron a dar un golpe de Estado y lo dieron. Este Palacio fue tomado durante el 11 y 12 de abril de 2002 (…), pero el pueblo y la unión cívico-militar derrotaron ese golpe de Estado imperialista”, recalcó.

El Mandatario venezolano alertó al mundo sobre el peligro que representa tales declaraciones para su seguridad y la de Venezuela y afirmó que buscan derrumbar a la Revolución. “Alerto al mundo sobre la paranoia de Mike Pence y de los sectores extremistas del gobierno de Estados Unidos contra Venezuela. Tienen obsesión porque no han podido hacer que nos rindamos y no podrán hacerlo nunca, porque la Revolución Bolivariana está plantada y decidida a avanzar”, puntualizó.

Fuente de la noticia: http://albaciudad.org/2018/10/presidente-maduro-anuncio-la-creacion-del-instituto-nacional-para-la-descolonizacion-videos/

 

 

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