Cámara de Diputados de México aprueba reforma educativa de AMLO

Con 381 votos a favor, 79 en contra y dos abstenciones, la iniciativa promovida por el Ejecutivo sustituye a la reforma del exmandatario Enrique Peña Nieto.

La reforma educativa impulsada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), fue aprobada en la madrugada de este jueves por la Cámara de Diputados.

Con 381 votos a favor, 79 en contra y dos abstenciones, la iniciativa promovida por el Ejecutivo mexicano sustituye a la reforma del exmandatario Enrique Peña Nieto en 2013, la cual ha generado rechazo en el gremio.

A través de su cuenta en Twitter, la Cámara de diputados detalló que la votación de los parlamentarios «avalan, en lo general y en lo particular, el dictamen que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de los artículos 3, 31 y 73 de la Constitución, en materia educativa».

En la destaca:

✔️La obligatoriedad de la educación inicial y superior.

✔️La desaparición del INEE y las evaluaciones que afectan permanencia de maestros en el servicio.

✔️Protección a derechos laborales de profesores. 👨‍🏫👩‍🏫

El proyecto fue enviado al Senado para su posterior análisis y discusión. De ser avalado, debe tener la aprobación de la mitad de los 32 congresos locales del país.

Durante su conferencia de prensa matutina, el presidente López Obrador aseguró que los diputados que aprobaron la iniciativa lo hicieron para cancelar la anterior reforma, «impuesta y ordenada desde el extranjero».

«Celebro que se haya avanzado en ese sentido; no está de más recordar que esa reforma es parte de la agenda que se definió en el extranjero durante el período neoliberal», recalcó.

Novedades para el sector educativo

La nueva reforma educativa establece la eliminación de las evaluaciones docentes, disposición rechazada por el gremio al considerar que era una «evaluación punitiva».

Además, el cese de funciones del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) con el propósito de crear un nuevo sistema para la capacitación docente.

Otra novedad es la inclusión de la educación sexual tanto en los planes como en los programas de estudio.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/mexico-camara-diputados-aprueba-reforma-educativa-amlo-20190425-0030.html

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Los poderes externos de la evaluación y la calidad

Lev Moujahid Velázquez Barriga

El 6 de febrero, un grupo de académicos arropados por la derecha parlamentaria –PAN, PRI, MC y PRD– presentó una iniciativa de reforma educativa que de facto es la contrapropuesta a la presentada por el Presidente de la República en diciembre. La contribución de diversas miradas nos permitirá tener cada vez más elementos de análisis sobre esta iniciativa; por lo pronto, aquí hay una de ellas en la que quiero destacar aspectos que me parecen de suma relevancia.Veamos: la calidad es lo inherente al derecho de los educandos, por encima y no en equilibrio con el derecho de los maestros que se incluye otra vez en el artículo tercero y no en las leyes laborales; los docentes son agentes primordiales de la calidad; el nuevo servicio de desarrollo profesional del magisterio favorecerá la calidad; las escuelas formadoras de docentes deberán garantizar la calidad y lo mismo la educación superior que imparta el Estado; los particulares impartirán educación de calidad; el Estado garantizará la calidad de la educación obligatoria a través de sus métodos y materiales educativos, organización de las escuelas, planes y programas de estudio, infraestructura educativa, formación y actualización de los docentes y directivos.

En suma, la calidad con equidad, de dulce, de chile o de manteca, aparece como el objetivo, no único, pero sí primordial de todo el sistema educativo; pero ¿qué es eso que está en todos lados de la iniciativa y es transversal a la propuesta de la derecha parlamentaria? No se define como tal, pero sí explicitan en qué se basa y qué persigue; textualmente dicen: “el mejoramiento constante, el máximo logro de los aprendizajes y el pleno desarrollo de los educandos”, reforzando la noción contenida en la actual reforma educativa neoliberal.

En la iniciativa se dice que la calidad es medible y observable, pero ¿cómo hacerlo? La fallida (fallida para maestros y alumnos) reforma educativa vigente ya nos mostró el camino: midiendo y observando los aprendizajes y las habilidades desarrolladas por conducto de las evaluaciones; otra vez se coloca a la evaluación como medio y fin del sistema educativo, de la formación de los educandos, del desarrollo profesional docente y también de los centros escolares de todos los niveles; pero ¿qué derecho es ese que pone en el centro la evaluación externa e invasiva de los maestros y no su formación situada y emanada de la necesidad de la práctica pedagógica?¿Qué derecho es ese que reclasifica alumnos y escuelas que ya fueron clasificados como pobres y marginales por las desigualdades producto de un sistema injusto que ha sido reproducido por las reformas educativas neoliberales?

La calidad no es inherente al derecho ni tampoco tuvo sentido progresivo en los educandos y maestros, como afirman en la iniciativa; por el contrario, se implementó con la reforma educativa vigente en sentido regresivo a la estabilidad laboral y emocional de los maestros, al derecho de los alumnos a una formación integral que no se reduzca al contenido de los exámenes estandarizados y a tener un maestro que los atienda en cada grupo; además se aplicó en detrimento de los alumnos con necesidades especiales que ya no tendrán atención adecuada. Desechan de la propuesta presidencial el derecho al “bienestar”, de las propuestas de los maestros el “buen vivir” como finalidad de la educación, cuyas nociones amplían lo establecido en la Constitución y superan el reduccionismo de los seres humanos entendidos como procesadores de aprendizajes y habilidades, medibles y observables.

Si la calidad es transversal al sistema educativo, ésta se percibe por encima de cualquier otro principio, objetivo o derecho. De acuerdo con esto resulta necesario preguntarse ¿quién define los parámetros, los indicadores y las orientaciones para alcanzarla? La iniciativa de los partidos del Pacto por México recurre al pecado original, recicla y renueva al desacreditado INEE con el nombre de centro nacional para la mejora continua de la educación. El centro no es ni siquiera órgano paralelo a la Secretaría de Educación Pública (SEP), pretenden imponer la heteronomía con un poder externo a las instituciones del Estado, que en nombre de la dictadura de los especialistas “neutrales”, los mismos que nunca escucharon más razón que la suya e ignoraron a los maestros, funcione como la inteligencia superior de la política educativa y supedite a la SEP a fungir como operaria de sus recomendaciones, estudios y mediciones.

Organismos como el INEE o el centro son la forma en que los poderes fácticos, empresariales y sus especialistas a sueldo, externalizan los costos políticos de sus recomendaciones fallidas, de sus políticas fracasadas y resultados insuficientes, porque ellos no las instrumentan, sino que se escudan en que sólo recomiendan y orientan; son las instituciones estatales las que jurídica y políticamente asumen la responsabilidad de manera unilateral, los actores directos en las aulas son los chivos expiatorios que pagan con denostaciones y persecuciones los fracasos de los autores intelectuales de la educación.

Lev Moujahid Velázquez Barriga es Doctor en pedagogía crítica

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=252527

Imagen tomada de:http://www.odiseo.com.mx/marcatexto/2019/02/poderes-externos-evaluacion-calidad

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Convoca Esteban Moctezuma a construir una nueva era de la educación pública en México

América del Norte/Mexico/

El secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, convocó a senadores de la República a abrogar “la fallida” reforma educativa del anterior régimen y edificar una nueva era de la educación pública en México.

El funcionario sostuvo una reunión de trabajo con integrantes de las comisiones de Educación y de Puntos Constitucionales, para explicar los objetivos de la iniciativa del Ejecutivo Federal en materia educativa, que se analiza ya en la Cámara de Diputados.

Al respecto, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Oscar Eduardo Ramírez, dijo que la ley aprobada en 2013 ofendió y lastimó gravemente a los maestros y maestras de este país. A la Secretaría de Educación se le convirtió en una de seguridad pública, trastocando los derechos de los docentes, afirmó.

En ese sentido, celebró que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación sea sustituido por un Centro de Revalorización de Evaluación que no será punitivo. Con lo anterior -continuó- “se destensará la relación del magisterio con la propia Secretaría”.

A su vez, el senador Rubén Rocha Moya, presidente de la Comisión de Educación, invitó a los legisladores a exponer sus dudas sobre este tema para ser respondidas por el Secretario.

Esteban Moctezuma expuso que el nuevo sistema educativo se basará en los principios de equidad y calidad. Además, hará una revaloración integral del magisterio nacional y pondrá al centro el aprendizaje a niñas, niños y jóvenes.

Explicó que la reforma que se propone abrogar, surgió con la ausencia de consensos previos y con un ritmo apresurado que ocasionaron fallas determinantes en su implementación.

Dicha reforma implementó cargas administrativas adicionales a los maestros, las cuales demandan la mitad del tiempo laboral sin beneficios para la enseñanza, subrayó.

Aunado a ello, desplegó un derroche millonario en publicidad que redujo los recursos necesarios para la actualización docente. Tan sólo en 2017, denunció, se cancelaron y se transfirieron 2 mil millones de pesos destinados a capacitación magisterial para orientarlos a publicidad.

No obstante, dijo que lo más grave de esa reforma es que no dejó tras de sí ningún avance “en lo que más nos ocupa: la educación de niñas, niños y jóvenes mexicanos, en su calidad, equidad o su pertinencia. Por ello, decimos que es fallida”.

Aclaró que ese juicio no sólo es del magisterio nacional. La misma Auditoría Superior de la Federación concluyó que la reforma no tuvo resultados que mejoraran la calidad educativa.

Refirió que de 2015 a 2017 los estudiantes mexicanos sometidos a diagnóstico obtuvieron 65 puntos menos en el lenguaje y comunicación y tres menos en matemáticas. Es decir, se retrocedió en las mediciones nacionales e internacionales.

Aseveró que no sólo se falló en el logro académico. También en el tema de ambiente escolar, pues se sometió a maestras y maestros a un estrés injusto e inútil.

El secretario advirtió que de mantener esa estrategia, el daño a niñas, niños jóvenes, maestras y maestros, sería irreparable. Ahí radica la responsabilidad de ustedes y nosotros, de cambiar el rumbo. Abrogar la fallida reforma dar un nuevo cauce al proyecto educativo.

Nunca más una reforma concebida sin la participación directa de los maestros. Nunca debió instrumentarse una evaluación de docentes sólo con fines laborales. No debe repetirse bajo ninguna circunstancia una evaluación al magisterio, donde la autoridad educativa tenga que usar a la fuerza pública para llevarlas a cabo, como vergonzosamente sucedió en el pasado régimen, enfatizó.

El Secretario de Educación Pública explicó que la actual iniciativa presidencial no deriva de un criterio central ni de la voluntad unilateral del gobierno. Proviene de un ejercicio democrático, incluyente y participativo.

Indicó que en la consulta nacional por una educación de calidad con equidad quedaron registradas 64 mil 241 ponencias digitales, mientras que en los foros acudieron 70 mil 593 asistentes directos.

Hubo un despliegue de diálogo educativo en mil 654 municipios del país, donde se conoció la percepción de un millón 707 mil 458 ciudadanos, que fueron recopiladas por más de 7 mil estudiantes y docentes. También se integró la opinión de directores y maestros mediante 110 mil cuestionarios.

La consulta nacional, agregó, ha contribuido a reparar gradualmente la confianza de maestras y maestros en la autoridad educativa. Saben que su participación ha sido sustancial para tomar un nuevo rumbo, a pesar del deterioro causado en años previos en que se menospreció su profunda vocación de servicio, preparación y capacidad de entrega.

Dijo que uno de los objetivos de la nueva reforma educativa es incluir los principios de universalidad, integralidad, equidad y excelencia. La obligatoriedad de la educación superior y lograr la gratuidad total de este nivel.

Se revalora al magisterio y se reconoce al docente como agente de cambio. Además se garantiza su desempeño a través de un nuevo servicio de carrera profesional. También fortalece las escuelas normales y a las instituciones de educación superior que brindan formación docente, abundó.

Aunado a ello -continuó- mencionó que se otorgarán alrededor de 10 millones de becas, de las cuales 4 millones 230 mil serán en educación media superior, y más de 5 millones a estudiantes de nivel básico.

La iniciativa es la materialización del consenso que se ha emprendido con los distintos actores de la comunidad educativa y de la sociedad para fortalecer el Estado de bienestar y ayudará a tener un país armónico, sin violencia, productivo, con cultura de la paz y un tejido social saludable, finalizó.

Fuente: http://comunicacion.senado.gob.mx/index.php/informacion/boletines/43676-convoca-esteban-moctezuma-a-construir-una-nueva-era-de-la-educacion-publica-en-mexico.html

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Los mil y un fracasos de la Reforma Educativa de México.

Por: Roberto González Villarreal, Lucía Rivera Ferreiro, Marcelino Guerra Mendoza. Integrantes del Cuerpo Académico: Intervención y Formación en Gestión  Educativa. Área Política Educativa, Procesos Institucionales y Gestión. Universidad Pedagógica Nacional. Sede: Ajusco. 

En abril, la reforma educativa se declaró muerta. Fracasó, dijeron sindicalistas, opinólogos, expertos, padres de familia, conferenciantes, periodistas, opositores y, quién lo dijera, antiguos colaboradores, como diputados y senadores del PAN y el PRD.

No es un tema nuevo, aparece una y otra vez, al final, durante o previo a las movilizaciones de los maestros inconformes; en eventos, en foros o en la presentación de programas, informes y evaluaciones parciales. Casi podría decirse que, como diagnóstico o profecía, el fracaso ha acompañado a la reforma desde un principio.

Hace casi un año, después de las grandes protestas de 2016, que tuvieron en la masacre de Nochixtlán su momento límite, la propia CNTE extendió el certificado de muerte de la reforma educativa. En el Foro Hacia la construcción del proyecto de educación democrática, realizado en agosto de 2016, en el que participaron académicos e investigadores habituales, las razones del fracaso se explicaron en cuatro puntos: el diagnóstico limitado de la problemática educativa; la concepción mercantilista de la educación; el desconocimiento de las potencialidades de participación de los maestros; y la versión equivocada de la evaluación punitiva (Regeneración, 10 Agosto de 2016. http://regeneracion.mx/cnte-realiza-foro-hacia-la-construccion-del-proyecto-de-educacion-democratica/).

Lo cierto es que, tras ese diagnóstico terminal, la reforma educativa siguió. Aunque moderando su velocidad, como en las evaluaciones obligatorias, convertidas en voluntarias (por el momento), en la administración de despidos, en las negociaciones con algunos dirigentes (como en la sección 9 y la 22) y en el reconocimiento de problemas de aplicación y diseño (como en las mismas evaluaciones, sobre todo en cuestiones de notificaciones, reactivos mal hechos e infraestructura tecnológica deficiente e insuficiente). Pero siguió, evaluando y despidiendo profesores, continuó con Escuelas al CIEN, Escuelas al Centro, la normalidad mínima, la autonomía de gestión, el control del tiempo, y todos los demás programas de la reforma, que no se ven tanto, pero ahí están, operando en el cotidiano escolar.

Siguió, también, como respuesta a una demanda reiterada de la crítica, una reforma curricular. Desde mediados de 2016 ya circulaba una versión del Nuevo Modelo Educativo, que fue presentado formalmente el 13 de marzo de 2017.  En este momento, junto a otras cuestiones de coyuntura, reapareció el tema del fracaso de la reforma. Una vez más.

¿Deseo o realidad? El nuevo diagnóstico del fracaso ¿es terminal?, ¿ahora sí? O como en las otras ocasiones ¿veremos nuevas iniciativas, nuevos procesos, nuevos programas? ¿Se trata de un diagnóstico o de un deseo? Porque, hay que decirlo, en muchas ocasiones el triunfalismo y el wishful thinking conducen a la desmovilización y/o al encubrimiento.

¿Pero qué es la reforma?

No es un tema fácil, quizá aquí se encuentre uno de los principales problemas de cualquier diagnóstico. Para muchos opinantes, la reforma educativa es la evaluación docente; a partir de aquí, se elaboran silogismos muy simples. Si no se han cumplido –y ya no se pueden cumplir- las metas de la evaluación de permanencia, entonces la reforma es un fracaso. La reforma está en agonía. Su muerte es prematura y está anunciada.

Desde luego, se pueden achacar múltiples responsabilidades: que si estuvo mal hecha; que intentó abarcar demasiado; que no se pudo aplicar; que son los cangrejos de siempre; que fue por las resistencias de los maestros, sobre todo los de la CNTE; por separado, o en varias combinaciones, estas han sido las más mencionadas. Por eso, dicen, ya no va, es el gran fiasco de EPN. Lo que falta es esperar que termine el sexenio, y cuando venga otro gobierno (el de AMLO, por ejemplo), se acabará con esta pesadilla.

Nada nos gustaría más que así fuera. Sin embargo, el camino al infierno está empedrado con buenas intenciones. Este diagnóstico que da por muerta a la reforma está errado, más aún, es peligroso por dos razones fundamentales, aunque hay otras que por cuestiones de espacio no podemos tratar.

La primera es que no hay una evaluación, sino varias evaluaciones. La de ingreso es una, la de diagnóstico otra, la de promoción y permanencia, otras más. Y estas no se han detenido, siguen, aunque ralentizadas y con engaños, por ejemplo eso de que ahora serían voluntarias o que habría aumentos hasta del 30% en los ingresos de maestros con resultados destacados. No es cierto, ni son voluntarias, ni se han detenido, en muchos casos, los docentes no han recibido el estímulo prometido. Mientras la evaluación docente siga en la legislación y, sobre todo, en la Constitución, será muy complejo, en la actual composición legislativa, cambiarlas. Son constitucionales, cualquier conflicto será interpretado a la luz de ellas. Tendrán la fuerza del derecho. Es lo que siempre hacen los neoliberales: modificar las instituciones y las reglas, a su imagen, semejanza y conveniencia.

La segunda razón es más profunda. La reforma NO es la evaluación docente. Las evaluaciones SON PARTE de la reforma; pero no SON la reforma. En realidad, la reforma es un dispositivo complejo, un conjunto de acciones, instituciones, discursos, organizaciones, iniciativas, campañas que tienen como propósito reconfigurar el sistema educativo nacional, en sus fundamentos operativos, constitucionales, estratégicos y subjetivos. Su propósito central -más no el único-, es modelar la conformación de sujetos neoliberales, crear individuos que subjetiven la incertidumbre, la precariedad, la flexibilidad, la obediencia a los códigos del hipermercado educativo, útiles a la fase cognitiva del desarrollo capitalista que estamos viviendo.

Por eso la reforma inició con el magisterio, para transformar la base subjetiva de la enseñanza y cortar todas las modalidades colectivas de contratación; por eso inició doblegando a los maestros, de la CNTE, del SNTE y de todos los demás sindicatos educativos. Pero la reforma no quedó ahí, siguió con el SIGED, con la centralización de nómina mediante el FONE, con la autonomía de gestión, con las Escuelas al Centro, con la Normalidad Mínima, con las Escuelas al CIEN, con la panoplia de cursos, talleres, diplomados, seminarios y cursos a cargo de múltiples organizaciones que trabajan en red (como mostraremos en un libro próximo), que expanden e introyectan el mercado educativo, que están modificando las prácticas, los hábitos y el perfil de los docentes, y que ahora adelantan otro LADRILLO en esta reconfiguración: el Nuevo Modelo Educativo. En él se continúan los objetivos y los propósitos de la reforma: mercado educativo con  sujetos flexibles, ordenados, desafiliados de toda organización colectiva y precarizados. Justo como antes se hizo en la reforma laboral.

Política de la desmovilización y del compromiso

Es comprensible que en una lucha política se pretenda minar al adversario, atacarlo por su mediocridad y sus inconsecuencias, desvalorizar sus conquistas y reducir sus alcances. Es comprensible. Del mismo modo, se entiende que las fuerzas de las resistencias necesiten valorar sus esfuerzos, reivindicar sus luchas, incluso magnificar sus logros, recordar sus víctimas y sus hazañas. Se entiende. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando en una guerra –¡y la reforma lo es, sin duda alguna!- los diagnósticos están errados, se minimiza al adversario, se leen mal las señales, se ignoran sus movimientos? Nada bueno. Y eso es lo que muchos críticos, incluyendo los analistas de los fallos didácticos del modelo, militantes y promotores de la educación alternativa, quizá sin verlo ni quererlo, están contribuyendo a hacer.

La reforma no ha muerto, la reforma va, sigue por muchos más caminos que los de la evaluación, ciertamente ralentizada por la lucha de los maestros, y también, hay que decirlo, por las prisas del INEE y de la SEP, por sus diferencias internas, incluso por sus incompetencias. Pero la reforma va, pausada y en revisión, no precisamente para cambiar sus objetivos y estrategias, sino para adecuarlas, refinarlas y profundizarlas.

La reforma, por desgracia, no se agota en la evaluación, cada día se despliegan más acciones, más microiniciativas, más avances tácticos que pasan por instrumentales, es el caso de toda la parafernalia de cambios en la reorganización escolar, el manejo del tiempo a través de nuevos calendarios y horarios, de reuniones de consejo técnico hiper reguladas, de la priorización de ciertos contenidos y actividades en detrimento de otros, de la incorporación de nuevas figuras directivas, y recientemente también, a despecho de lo que digan quienes piensan que la reforma se hizo al revés, a través del nuevo modelo educativo. Cabe recordar que tres de los cinco ejes que lo conforman, ya estaban considerados en las leyes y en marcha en las escuelas, con la diferencia de que aumentará la batería de cursos posibles, gracias a ese amplio espectro de posibilidades de intervención que da la autonomía curricular, para introducir desde la programación neurolingüística, educación financiera, en valores (del mercado), emprendedurismo, cultura empresarial, superación personal, etc.

Los objetivos de la reforma, sus tácticas y estrategias, incluso sus instrumentos, no están muertos ni oxidados, sino en constante evolución. Las críticas de los expertos han servido, pero para llamar la atención del poder en las fallas, para exigirle eficacia, eficiencia y congruencia. Esas críticas son funcionales al poder; le sirven de acicate y de cobertura.

Pareciera que esta crítica, al concentrarse, contradictoriamente, en lo que no logró alcanzar la reforma pero no quisiéramos que sucediera, clama estar al frente para modular alcances, logros y metas, como si le interesara gobernar la reforma con otros colores y otros partidos.

Es preciso recordar que ningún mal diagnóstico gana nunca la guerra; por el contrario, desmoviliza y crea falsas expectativas; en este caso, porque la reforma está ahí, opera silenciosamente en los cambios de reglas, en los nuevos programas, aún con buenas intenciones, como parecen ser todos esos cursos de convivencia, manejo de emociones, educación para la paz, resiliencia, visitas al Museo Interactivo de Economía, talleres de resolución de conflictos, talleres de cómputo y demás acciones no evaluadoras, cada vez más relevantes de la reforma educativa; los críticos parecen no observarlas, y aún quienes se niegan a evaluarse, las realizan cotidianamente.

Por todo esto decimos: un diagnóstico que se anticipa a declarar muerta la reforma educativa, realizado en medio de una confrontación, sirve como reafirmación política y como salida declarativa ante una situación caótica y limítrofe. Su fuerza es la de la convicción y la de la apuesta. Nada más. Pero sus riesgos son mayores: encubrir los efectos metalaborales de la reforma, dejarla avanzar en las iniciativas micro que ya están modelando las prácticas, los perfiles y la identidad docente, ya se irradia en la formación de los educandos y en la organización de las escuelas. En este proceso, insistir en la muerte de la reforma, es propiciar la desmovilización y el triunfalismo. La reforma sigue, y se preparan nuevas batallas. Mejor tenerlo claro antes de que nos vuelvan a sorprender y someter.

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