Haití y la raza: tensiones y contradicciones para el feminismo antirracista y plurinacional (I)

Por: Diana Carolina Alfonso

Tanto la historia como el presente del pueblo haitiano pueden servir de vidriera para la historia del continente. El rol de las mujeres haitianas presiente revanchismo colonial y revolución social.

En el relato oficial de los años ‘90, las aperturas neoliberales se predisponían a diseñar al brazo del capitalismo internacional un porvenir marcado por el fin de la historia. Es decir, el fin de las ideologías y procesos de masas de carácter universalista, como el comunismo, el anarquismo, e incluso el mismo liberalismo filosófico republicano. El fin de la historia, como premisa destructiva de las históricas utopías emancipadoras mundiales, condensaba además un proceso de largo aliento, cuyo quiebre estratégico tendría que ver con el desgaste de los Estados de bienestar.
A este discurso nordocéntrico (situado en las realidades del norte de poder internacional: EE.UU. y los países céntricos de Europa) debemos sumar los procesos de descolonización en África y Asia. Lo que el neoliberalismo lee como fin de la historia, las periferias mundiales lo vivimos como el deterioro de la dominación eurocéntrica, con sus formas de dominación directa colonial. Como lo atestigua Frantz Fanon en los Condenados de la tierra, los procesos de descolonización, aunque tuvieron por objetivo la destrucción del sistema colonial europeo y estadounidense, fueron fuertemente torpedeados por el colonialismo interno y la cooptación estratégica de los mandos altos y medios de poder.
Las burguesías nacionales habían sido educadas durante décadas en el corazón imperial europeo. En la actualidad, aunque formalmente las periferias del mundo gocemos de aparatos autónomos devenidos de luchas cruentas contra la dominación extranjera, como Constituciones, Sistemas Educativos e Instituciones Financieras Nacionales, en la realidad estamos lejos de gozar de autonomía política, financiera o cultural.
La colonialidad persistente es un grave lastre de las dependencias colonialistas. El resultado es el reforzamiento de discursos y prácticas basados en el odio racial, clasista y machista.  En el caso haitiano, el racismo sexo-genérico está relacionado con una impronta de clase.
Las viejas élites mulatas de Pétionville (Ciudad de Petión, en nombre del prócer revolucionario mulato, letrado y propietario) coordinaron la vida política y económica del país durante años, dejando a fuera a la totalidad de la población. En la actualidad el cuerpo jurídico está en francés y los Liceos prohíben el creol al 99% del pueblo que habla la lengua local.
En una operación historiográfica desastrosa Jean-Jacques Dessalines, referente máximo de la revolución anti esclavista, por negro e iletrado, es degradado y puesto linealmente, codo a codo con Petión. Otra de las operaciones historiográficas de la colonialidad del saber, fue borrar el papel prominente de las mujeres en la revolución. Cécile Fatiman, la responsable de convocar la rebelión dedal de la revolución en Bois Caimán, ha sido totalmente olvidada. Olvido premeditado, dicho sea de paso, por las lógicas del poder epistemológico patriarcal y colonial.
En el libro más leído sobre revoluciones al interior de nuestras academias, El Siglo de las Revoluciones de Eric Hobsbawm, la revolución haitiana -primera revolución independentista de la modernidad, primera gesta anti esclavista de la historia universal moderna- solamente aparece en dos menciones: un renglón sobre esclavitud y un pie de página.
En Haití, la colonialidad racista y misógina es un lastre del revanchismo que tuvo que pagar la Nación por atreverse a reventar las cadenas de la esclavitud y gritar, por vez primera en el continente “Libète ou lanmò”, libertad o muerte en palabras del gran Dessalines.  Tras el terremoto del 2010, Haití viene sufriendo un total desguace de sus recursos.
El negocio de la lástima campea. Según el sociólogo Lautaro Rivara, de la Brigada Dessalines, el negocio de la ayuda internacional, vehiculizado por cientos de ONGs de los centros de poder, ha provocado un desdoble total de la economía.
El capital que circula a través de la llamada ayuda internacional ronda buena parte del Producto Interno Bruto del país. Sin embargo, el injerencismo internacional no puede pensarse sin la ocupación del territorio y de la humanidad que en él habita.  Tras el terremoto, más de un millón y medio de personas fueron evacuadas a las periferias de Puerto Príncipe y otras urbes en campamentos totalmente desprovistos de acondicionamiento digno para la vida. En esos días se registraron 250 casos de violación, cifra nimia si se tiene en cuenta la globalidad del proceso destructivo que se ha perpetrado desde entonces.
En los últimos dos años el pueblo haitiano se ha rebelado contra el imperialismo que les empuja a la muerte, la explotación o la prostitución. En mayo de este año, las organizaciones de izquierda, movimientos políticos, y organizaciones juveniles, tomaron las calles para reclamar contra la violencia sexual devenida tras la ocupación del país por organismos como la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah) donde la bota militar de los países participantes franquearon toda ética, violando, abusando laboralmente y explotando sexualmente a mujeres, niños y niñas.
La movilización se llevó a cabo en las inmediaciones de la Universidad de Quisqueya en la capital, Puerto Príncipe. Bajo el hashtag #PaFèSilans (“No te calles”, en creol haitiano) surgió el primer movimiento masivo de mujeres que esboza definiciones programáticas de carácter feminista, urgentes para la democratización de la vida nacional.  Uno de los requerimientos fue la creación de un cuerpo jurídico que tipifique la violencia contra las mujeres y las infancias.
Ya en el 2015 había sido llevado a cabo un proyecto que no pudo adelantarse por el cierre del Parlamento. Otra de las medidas que exigen las mujeres tiene que ver con la capacitación efectiva en problemas de violencia sexo-genéricas. Al día hay una total escasez de capacitación en el tema, como de políticas de asistencia y acompañamiento a víctimas. En síntesis, Haití expresa la inagotable fuerza del revanchismo colonial. Al agravio del hambre se suma la total desregulación del mercado de trabajo.
El peso de las maquilas textiles agudizan las pésimas condiciones de vida de las mujeres que mal viven para trabajar en los talleres. La miseria de las maquilas es la esclavitud del presente y tiene cuerpo de mujer.  Ver a Haití es ver un futuro posible. Tanto si nos movilizamos para cambiar la historia, a pesar de los límites de la imaginación, como si nos quedamos viviendo y parasitando al rededor de la lástima como cualquier ONG.
Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=263139
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Qué se enseña en los cuadernos de Educación Sexual Integral de secundaria

Por: Perfil Periodismo Puro. 

Sexualidad, vínculos violentos en parejas adolescentes, discriminación y diversidad sexual son algunos de los temas que se abordan en el material.

La enseñanza de Educación Sexual Integral en las escuelas está en el centro de la polémica hace varios meses. El 4 de septiembre pasado, tras una tensa reunión de comisiones, la Cámara de Diputados firmó un dictamen de mayoría del proyecto que reforma la ley ESI. Entre los cambios, la reforma busca que la ley, sancionada en 2006, sea de órden público y que su contenido se aplique en todas las instituciones del país, públicas y privadas.

Sólo 9 de las 24 provincias adhieren actualmente a esta ley. Mediante esta modificación se pretende eliminar la posibilidad de que cada establecimiento escolar adapte el contenido de la ESI al ideario de la institución, y se promueve la inclusión de temas vinculados matrimonio igualitario y a la identidad de género.

Qué se enseña. De acuerdo a los cuadernillos de Educación Sexual del Ministerio de Educación de la Nación, publicados en 2012, en las aulas se plantea la discusión de temas referidos a la sexualidad, los vínculos violentos en parejas adolescentes, la discriminación y la diversidad sexual.

“Nuestra concepción actual de la sexualidad se ha enriquecido y ampliado, y hoy podemos referirnos a ella desde la ESI como “una dimensión fundamental del hecho de ser humano […] que se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones”, sostiene el cuaderno en una de sus páginas.

«Grupos provida impulsan campañas contra la ley de Educación Sexual Integral»

Respecto a la sexualidad, en un fragmento se explica que “es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. […] En resumen, la sexualidad se practica y se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos”. Asimismo, explica que la noción de la misma está atravesada “por las relaciones sociales, de poder, y por las disputas que se establecen entre corrientes discursivas políticas e ideológicas en una sociedad”.

En esa línea, aborda también el rol de las mujeres a través de los años, y cómo esto fue cambiando en la historia. “Por ejemplo, podemos pensar en otros momentos históricos donde a las mujeres socialmente se las predisponía y educaba a ser sumisas, frágiles, dependientes económica y psicológicamente, y donde la legislación refrendaba esta subordinación al no poder votar ni heredar los bienes familiares. Asimismo permanecían como únicas encargadas de las tareas domésticas y la crianza de los hijos, con un acceso restringido a los espacios públicos”, detalla.

Sobre ese tema, amplía los argumentos sobre la desigualdad. “Aún hoy las mujeres muchas veces reciben menor remuneración ante el mismo puesto de trabajo en relación con los varones o ven limitadas las posibilidades de decidir sobre su proyecto de vida. Entonces es necesario notar que los cambios que se han producido en la definición de derechos se configuran en un plano teórico y se vuelven concretos en un plano jurídico, pero ello no implica que se hayan instalado en nuestras prácticas cotidianas, las que albergan aún numerosos y diversos prejuicios, estereotipos y estigmatizaciones. Desde aquí se vuelve necesario construir una ética en tanto crítica de las morales que se apoyan en representaciones sociales de ese tipo».

«Solo dos de cada diez alumnos reciben educación sexual en el colegio»

En el manual se proponen distintas lecturas alusivas a los diferentes temas a tratar en las aulas, y luego se sugiere una serie de preguntas y actividades para reflexionar sobre lo leído para poder debatir. “La idea es poder debatir y reflexionar entre todos sobre falsas creencias, prejuicios, temores y representaciones sociales vinculados a la identidad y orientación sexual; también sobre las expresiones ligadas a la valoración y el reconocimiento de las emociones y afectos que se involucran en las relaciones humanas; la valoración y respeto por el pudor y la intimidad propia y de los otros; la reflexión en torno al lugar de la mirada de los otros, y el reconocimiento sobre la discriminación”, enuncia.

Uno de los puntos que generó polémicas y manifestaciones en las calles en las últimas semanas fue la “ideología de género”. Al respecto, el cuaderno sostiene: «Al desnaturalizar la condición de género, al concebirla como una construcción histórica, en contexto, siempre ligada a relaciones de poder, la Educación Sexual Integral nos permite enseñar también que no hay un destino prescrito de antemano, que hay múltiples caminos por transitar y que la escuela tiene que alojar y volver posibles a todos ellos».

El domingo pasado, bajo el lema «Con mis hijos no te metas», organizaciones religiosas se manifestaron contra la Educación Sexual Integral.  «La educación argentina es caótica y encima quieren avanzar sobre la sexualidad de nuestros hijos. No queremos que ideologicen y adoctrinen a nuestros hijos», dijo Néstor Mercado, vocero de la campaña. Mercado asegura que la educación «puede confundir» la sexualidad de los chicos. «La decisión de una persona homosexual o de una señora lesbiana porque «es su vida”, pero remarcó que «hay reglas de la biología que dicen que cuando uno nace es un hombre o una mujer», manifestó.

Fuente de la reseña: https://www.perfil.com/noticias/sociedad/esi-que-se-ensena-cuadernos-educacion-sexual-integral.phtml

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