Centro América/Panamá/13 Mayo 2017/Fuente: Prensa Latina
Esto, apuntó, es clave para avanzar en el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente los relacionados con la eliminación de toda forma de violencia contra la niñez, y garantizar el desarrollo adecuado de los niños y niñas panameñas en condiciones de equidad e igualdad.
No obstante, Santos reconoció los avances de la nación istmeña en materia de protección a los menores y los proyectos que el país ejecuta para alcanzar los ODS.
De Saint Malo, por su parte, aseguró que Panamá dará seguimiento a la adopción de este marco legal, para lo cual manifestó el interés de recibir el acompañamiento de la Unicef en materia de institucionalidad, solicitud a la que la representante de la organización en Panamá, Kyungsun Kim, respondió afirmativamente.
Santos se encuentra en esta capital como parte de los representantes de organismos internacionales de 67 países que asisten al V Foro Mundial de Líderes Religiosos para prevenir la violencia contra la niñez, organizado por la Red Global de Religiones a favor de la infancia.
Pese a que Panamá es uno de los países que en 1990 firmó y ratificó la Convención Internacional sobre los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, el país carece de una ley de protección integral para esta población.
También evidencia algunos vacíos en cuanto al diseño de programas que garanticen necesidades básicas como educación, salud, vivienda y una vida libre de violencia, según refieren algunas organizaciones nacionales e internacionales defensoras de los derechos de los menores de 18 años.
Al respecto, datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría General de la República reflejan que el 45 por ciento de los infantes entre cero y 14 años son víctimas de la violencia.
Mientras, el 25 por ciento de la población en edad escolar no asiste a las escuelas y 26 mil 710 menores entre siete y 17 años trabajan, todo ello en un país de renta media alta con una población de solo cuatro millones de habitantes.
A esto se suman los cerca de 11 mil embarazos precoces reportados anualmente, cifra que resulta más preocupante cuando las estadísticas señalan a 126 adultos como responsables de esta situación en 2015, cantidad que pudiera ser mayor porque casi en el 60 por ciento de los casos no se determinó la edad de los padres, además de que solo se contemplan los nacidos vivos.





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