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América Latina: una estrategia unificada para la defensa de la educación pública de calidad

Por: Internacional de la Educación

Ante el creciente número de países latinoamericanos afectados por la privatización y la comercialización de la educación, la respuesta, la coordinación y la estrategia alcanzan niveles más elevados.

El desarrollo de las estrategias de las empresas educativas y la naturaleza cambiante de los sistemas de educación pública han desencadenado una respuesta coordinada por parte de los sindicatos de docentes en todo el continente latinoamericano. Una reunión celebrada la semana pasada en San José, la capital de Costa Rica, reunió a varios dirigentes de sindicatos de docentes con el fin de compartir sus experiencias nacionales y de analizar nuevas medidas que deben tomarse colectivamente.

El evento, organizado conjuntamente por la oficina latinoamericana de la Internacional de la Educación (IE) y la Fundación Friedrich Ebert, abordó, entre otros temas, el papel que desempeñan las Instituciones Financieras Internacionales (IFI), así como los organismos multilaterales a la hora de formular políticas educativas.

Reaccciones desde el continente

Fátima Silva, vicepresidenta de la región latinoamericana de la Internacional de la Educación, hizo hincapié en el hecho de que los sistemas educativos se enfrentan a desafíos tanto externos como internos, que exigen una mayor unidad dentro de los países, pero también en las organizaciones extranjeras. Combertty Rodríguez, coordinador regional principal de la IE para América Latina –establecido en Costa Rica – puso de manifiesto que las experiencias compartidas permitirían a los participantes determinar su plan de acción en el futuro.

Grandes transformaciones

Angelo Gavrielatos y Mar Candela, que dirigen el proyecto de Respuesta Global en la sede de la Internacional de la Educación, asistieron a dicha reunión. Gavrielatos resaltó el hecho de que la privatización y comercialización de la educación no solo se producen «en países específicos, sino también a escala mundial, haciéndose cargo de la política educativa, reinterpretando y redefiniendo sus objetivos para su propio beneficio. Las estrategias del sector privado en la educación están llegando muy lejos», concluyó Angelo Gavrielatos.

El personal docente lucha por conseguir una educación de calidad en Uruguay

El ejemplo de Uruguay ayudó a los delegados a comprender las consecuencias trascendentales que puede entrañar la privatización, y cómo una respuesta sindical coordinada puede frenar su expansión. José Olivera (FeNaPes) y Elbia Pereira (FUM-Tep) respondieron a las preguntas de los asistentes explicando cómo detectar, interpretar y actuar con respecto a las señales que indican que el sistema educativo de un determinado país se está comercializando. La apertura del debate y la creación de un espacio para que los sindicatos de docentes participen activamente en el diálogo político figuran entre los factores clave mencionados por ambos ponente

*Fuente: www.ei-ie.org/spa/detail/15397/américa-latina-una-estrategia-unificada-para-la-defensa-de-la-educación-pública-de-calidad

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Nuevo Año Escolar 2017-2018: Otra Oportunidad para la Convivencia Intercultural.

Por: Benjamín Eduardo Martínez Hernández[1]

 

              A todas las maestras y maestros de la Patria Grande,

  especialmente a las y los que combaten con amor las injusticias de esta tierra.

 

  1. Nuestra deuda histórica

Es preciso acostumbrar al joven a objetivar su esfuerzo y a realizar más que a analizar; es preciso hacerle sentir (hacerle sentir, digo; no basta con hacerle comprender simplemente) que la paciencia y la constancia son superiores a la más brillante dialéctica; debemos devolverle la fe en la labor colectiva y en las realizaciones graduales y de largo aliento; y es preciso, sobre todo, acostumbrarlo a la disciplina integral del carácter, que es: en el pensamiento, las ideas generales; y en la acción, los propósitos concretos.

Nada tiene de imposible esta tarea: se trata, simplemente, de crear nuevos hábitos mentales. Y en eso consiste la educación.

Augusto Mijares

Reconocer la impostergable deuda que tenemos todas y todos, ciudadanas y ciudadanos del mundo contemporáneo, de asumir la vanguardia en el respeto de nuestras diferencias, no implica una simple aceptación de nuestra diversidad cultural, de género, política, social, sino más bien protagonizar el reto de la convivencia y la socioproducción entre nuestros diversos universos de sentido. Decir sentido es significar la praxis en pos de la realización de nuestras comunidades, entendiendo por realización la construcción colectiva de un andamiaje donde pueda surgir algo tan cercano a la paz que convoque y permita narrativas y acciones donde nos reconozcamos como hacedoras y hacedores de voluntades, de historias comunes y sobre todo de territorios plurales.

La interculturalidad no es un terreno hecho de palabras sino un cauce de posibilidades, más que un principio una toma de postura, un encuentro desde y hacia lo digno, lo que nos arma de valor, pero también lo que nos hace sujetos, es decir, personas con sentido de pertenencia, conscientes tanto de las ancestralidades que sintetizamos en nuestro espíritu, en nuestros propios senderos poetizantes, creativos, como de las exigencias de nuestro presente.

Somos sujetos conscientes de la deuda del deber, del no dejarnos ensimismarnos, de avanzar hacia la apertura del encuentro y desde allí, reconocernos y ser capaces de producir cultura tanto material como inmaterial: ser autosustentables sin olvidar nuestras potencialidades endógenas en interrelación comunitaria.

Estas líneas siguen el cauce de aquellas escritas entre inicios y mediados del año pasado (Martínez Hernández, 2016a, 2016b), cuando retomé una búsqueda sobre cuáles habían sido algunos de los pasos que hemos dado en materia de educación intercultural, consciente de que más allá de los avances jurídicos, todavía nos debemos mucho. Y nos debemos mucho porque el espacio de la autocrítica no es suficiente, o más bien, pareciera que algunas y algunos “servidoras y servidores públicos” no desean recordar con suficiente interés aquellas palabras del entonces presidente Hugo Chávez, en su Golpe de Timón (Chávez, 2012): el no temerle a la crítica ni a la autocrítica. Las cuales son una continuidad del discurso de Inauguración del Aló Presidente Teórico donde expresó:

Yo hago un llamado a la reflexión. No busquemos explicaciones para tratar de tapar la falla. No. La Revolución debe ser autocrítica. (…) Yo hago un llamado a todos los ministerios para que trabajemos en forma coordinada; a todos los entes del Gobierno Nacional, a los gobiernos estadales revolucionarios, a los gobiernos municipales. (…) Tenemos que articularnos todos.” (Chávez, 2009, p. 17)

No es secreto para nadie que a la crítica se le teme porque atenta contra la seguridad, contra el poder instituido, o más bien, contra la ilusión del poder, contra la ficción del control. No es secreto tampoco que a veces se opta por mantener parcelas de poder antes que aventurarse al trabajo en equipo para no tener que afrontar el desafío de relaciones más horizontales que posibiliten aniquilar las estructuras de dominación.

Reconocemos que la creencia en la ilusión burguesa que se ciñe sobre las estructuras del entramado arquetípico de ciertos “administradores del poder público” impide pensar de manera nítida el cómo direccionar sistémicamente las políticas gubernamentales, sobre todo en materia educativa, lo cual revela un difuso magma que amenaza siempre la regularidad de los procesos (difícil no recordar aquí el texto de Bourdieu (2005): El misterio del ministerio), lo cual es muy perjudicial para nuestra sociedad, sobre todo cuando tenemos leyes tan importantes que no sólo orientan el poder popular, sino que también colaboran en la posibilidad de su vivencia pedagógica, como por ejemplo, nuestra Ley Orgánica de Educación (2009) y nuestra Ley Orgánica de Cultura (2014), aunadas a numerosas voluntades que generan esa misma potencialidad popular.

  1. Algunas de las fuerzas sociales del Magisterio Venezolano.

Para que el pueblo crezca, para que se agigante en la acción, para que asuma sus responsabilidades, necesario es darle destino, crearle ideales, conducirlo y esta tarea es de magisterio, de ducción, que los maestros, de ahora deben cumplir fervorosamente.

     Luis Beltrán Prieto Figueroa

Recordamos hace unos años atrás la gran campaña “Con mis hijos no te metas” que llevó a cabo la “oposición venezolana” especialmente de la que se cree “clase media” ante la inevitable democratización de las decisiones escolares, digamos más bien del gobierno escolar, de la política educativa. Una campaña que tuvo su auge en medio del debate popular que desembocó en nuestra Ley de Educación (2009), y que remontó su furia cuando apareció la figura de los Consejos Educativos, importante instancia plasmada hoy en la Resolución 058 (2012) para avanzar en la democracia participativa y protagónica desde la escuela. Ejemplos variopintos que ilustran la ideología en contra de ellos se puede encontrar en Internet, así como también en contra de la instauración del Plan de la Patria como ley de la República (2013), y posteriormente contra un proceso sin precedentes en la historia nacional: la Consulta Nacional por la Calidad Educativa (2014) donde participaron más de siete millones de venezolanas y venezolanos y desde donde se desprendieron 10 desafíos, los cuales, a manera de banderas, han sido claves para el diseño y puesta en práctica de políticas educativas para atender las exigencias del pueblo que somos, incluyendo estudios de cuarto nivel (posgrados gratuitos para todos los docentes en ejercicio pertenecientes al subsistema de educación básica). Vale la pena recordar aquí algunas de esas banderas:

Primera: Garantizar educación de calidad para todas y todos, sin ningún tipo de exclusiones.

Segunda: Desarrollar una pedagogía del amor, el ejemplo y la curiosidad, que sea rigurosa y solidaria y forme en y para el amor a la patria.

Cuarta: Promover un clima escolar caracterizado por la convivencia, la seguridad, la comunicación, la participación, el trabajo cooperativo y la solidaridad.

Sexta: Lograr una estrecha relación entre las familias, la escuela y la comunidad, en función de garantizar la atención, el cuidado y la educación de sus hijos e hijas y una gestión escolar participativa, eficaz y transparente.

Además de los Consejos Educativos que deberían estar en todas nuestras escuelas, actualmente contamos con fuerzas sociales claves para una gestión más allá del mero canon administrativo liberal tradicional. En el Ministerio del Poder Popular para la Educación (MPPE) existen por ejemplo, el Movimiento Bolivariano de Familia (MBF) –del cual formamos parte todas y todos- y la Organización Bolivariana de Estudiantes (OBE), importantes baluartes de pensadoras y pensadores orgánicos conscientes de su papel histórico como hacedoras/es y transformadoras/es de cultura. Sin embargo, todavía falta mucho para que intervengan de manera decisiva en las políticas educativas, esto es, en la gestión directa, en el diseño, seguimiento y evaluación de los distintos planes y proyectos del MPPE, así como a lo interno de las propias dinámicas de cada una de nuestras escuelas, centros de educación inicial, liceos, escuelas técnicas, talleres laborales… lo cual hoy más que nunca en este tiempo constituyente resulta indispensable y no debe existir ningún temor en que estas fuerzas participen en eso.

Si consideramos el tema de la OBE esto no sólo es indispensable sino más bien inevitable, sobre todo cuando el presidente Nicolás Maduro nos ha instado a que tengan un capítulo en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Aquí también resulta clave desde y hacia nuestra juventud y de la mano con el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, la transversalización del feminismo como práctica descolonizadora que debe sacudir los fundamentos de las falocracias machistas que se proyectan de manera permanente tanto en el discurso como en la acción ministerial, comunitaria, escolar, familiar y demás instancias decisoras del poder patriarcalmente instituido. En esto nuestra Asamblea Nacional Constituyente tiene uno de sus retos fundamentales y estamos prestos a seguir acompañándola.

Pensar la interculturalidad, en consecuencia, no consiste sólo en la consideración de estas importantes fuerzas orgánicas y sus retos, sino recordar también que no hace mucho hemos venido protagonizando hermosos procesos de participación popular, como por ejemplo El Congreso de la Patria, una instancia que parece ser olvidada por algunas y algunos y que hoy más que nunca resulta inevitable. Algunas/os nos valimos de esa experiencia para armar y dar sentido a los Comités Constituyentes, otras/os, en cambio, parecen olvidarlos. Y es que en ese ejercicio que recordamos con mucha emoción nos nutrimos mutuamente de nuestros logros y desafíos, un debate que duró en algunos casos varios meses continuos, pero que no parece que la mayoría de las venezolanas y venezolanos esté considerando para responder las exigencias de nuestro presente. Es allí a donde también debemos mirar, más allá de la coyuntura político-económica que estamos atravesando: nuestra historia reciente. Nadie escapa a la miopía generacional o más bien epocal cuando no está presto a valorar críticamente el protagonismo que de alguna u otra forma lo ha sacudido, sobre todo cuando el presente parece tan maravillarlo -o angustiarlo según sea el caso- que lo congela cegándolo.

 

La interculturalidad no es y mucho menos la educación intercultural que preferimos llamar praxis pedagógica intercultural, sólo cuestión de principios, es algo más: al ser elemento constitutivo fundamental de una política educativa, necesita incidir de manera clave en todos los niveles y modalidades de la educación, pero eso no se logrará si dejamos que caminen solitos sin relacionarse “como continuo humano” y si las fuerzas tales como el MBF y la OBE van por su lado: todas y todos debemos participar en la gestión educativa y debemos estar dispuestas y dispuestos a realizarla colectivamente, pues Todas y todos somos Venezuela.

Vernos y hacernos sinérgicamente es un desafío inevitable, más aún si estamos en tiempo constituyente, donde se nos ha invitado a ser partícipes de este importante momento histórico, es decir, a escucharnos y sentirnos como una totalidad orgánica. Esa fue una de las últimas pero siempre vigentes esperanzas del Comandante Chávez, esa también ha sido una de las consignas del Presidente Obrero Nicolás Maduro, ese también ha sido el anhelo del actual Ministro de Educación Elías Jaua Milano, sobre todo en sus más recientes líneas: “El pueblo sabe” (Jaua Milano, 2017) de donde tomamos dos premisas muy importantes:

“Una dirigencia política debe tener la sabiduría de poner oído en tierra y escuchar, recordando los temblores recientes, las vibraciones telúricas del poder popular.”

“Confiemos en el pueblo y venceremos”

Las que acompañamos con esa frase que nos recuerda nuestro cantor Alí Primera: “El pueblo es sabio y paciente”. Y desde allí la convicción: El pueblo, el pueblo que somos todas y todos, el pueblo que se realiza en su andar, andar creativo, sabe, sabe porque se reconoce en toda su potencialidad.

Sí, el pueblo sabe pero tenemos todas y todos que abrirnos a la construcción colectiva de nuestra propia gestión, debemos asumir con orgullo nuestros saberes y haceres. Hemos escuchado y nos hemos dicho que en nuestra Revolución Bolivariana somos pueblo en el gobierno, somos poder popular. Lo hemos sostenido en reiteradas ocasiones: nuestras fuerzas sociales deben avanzar en la implosión del entramado monolítico del estado burgués, de lo contrario, dejaremos una preciosa quimera agonizante en el mar de las retóricas sin pasar de manera decisiva a las transformaciones tan ansiadas de nuestras comunidades y más aún, a la importante tríada que siempre repetimos y de la que todas y todos formamos parte: escuela-familia-comunidad.

  1. Nuestros Circuitos Educativos

Si el hombre es ente ubicuo, creador insaciable de técnicas, impulsado a someter y expandir su espacio, necesariamente organizado en sociedad para asegurar la eficiencia de sus energías, no se siente ni se sabe realizado desde estas puras dimensiones; experimenta sí la profunda demanda que lo sintetiza, que lo arraiga a una porción territorial, donde emerge el mandato de su identidad.

   Ramón Tovar López

Desde la importante tríada: escuela-familia-comunidad, no debemos olvidar aquí el enriquecedor ejercicio que hemos venido haciendo con la dinámica instauración de nuestros Circuitos Educativos donde familias, escuelas y comunidades organizadas han venido participando desde sus respectivos contextos geoculturales, geopolíticos, geohistóricos, por ejemplo en importantes conmemoraciones de nuestra diversidad; significativos procesos de transformación comunitaria, donde lo lúdico, lo festivo, incluso lo epistémico-metodológico, ha ido formando parte de sus respectivas cotidianidades, cada día con mayor sentido de pertenencia. La tarea de la gestión y seguimiento de nuestras políticas pedagógicas es de todas y todos. La dinámica comunal, geopolítica, de los circuitos educativos es liberadora y merece seguir fortaleciéndose y multiplicándose por toda nuestra geografía nacional prestando siempre atención a las particularidades culturales de quienes la hacen posible.

Las prácticas culturales, la reivindicación e innovación de nuestros legados afro, indígenas, de nuestras tradiciones, del aporte de nuestras comunidades migrantes de otros países, de nuestras mujeres a la constitución de nuestra sociedad, de nuestra venezolanidad, se realiza desde y hacia la consciencia por lo nuestro y lo nuestro, esa nostridad, es lo plural, lo que nos define como ciudadanos, como republicanos recordando al gran maestro Simón Rodríguez, no en vano él es una de nuestras importantes raíces como nos lo recordó Hugo Chávez.

  1. La Micromisión Simón Rodríguez: la Especialidad en Pedagogía Cultural e Interculturalidad.

El saber académico no se construye como piensan muchos sobre la base de la destrucción del saber popular. Ambos se complementan y sobreviven en un entramado de relaciones características de la heterogeneidad estructural y cultural. En este sentido se hace indispensable, me atrevo a llamarla, una educación intercultural.

     Luis Antonio Bigott

Asumiendo esa raíz robinsoniana, esa consciencia por lo que somos de este lado de la tierra, esa conciencia Caribe y afrodiaspórica, entre muchos otros elementos que nos definen, es que surgió hace más de un año como intencionalidad pedagógica descolonizadora la Especialidad en Pedagogía Cultural e Intercultural adscrita a la Micromisión Simón Rodríguez[2] donde actualmente se forman más de 700 docentes en ejercicio de todo los estados del país, entre ellas y ellos egresadas y egresados de la Licenciatura en Educación Mención Desarrollo Cultural de nuestra querida y admirada Misión Cultura. Luchadoras y luchadores formadas y formados para la transformación de nuestras realidades donde todavía la cultura se ve en muchos espacios y momentos como mercancía, pero que sin embargo, gracias a estas y estos militantes de la paz , se ha venido poco a poco dibujando otro panorama más a tono con nuestras necesidades, más a tono con nuestros saberes y haceres, más a tono con nuestra soberanía, con nuestro inevitable orgullo de ser quienes somos, más a tono con el desafío histórico por el cual nos hemos enrumbado, afortunadamente hace ya varios años, valorando nuestra diversidad cultural y asumiéndola como la fuente inagotable de producción simbólica y material, es decir, de producción cultural. Todo lo cual es evidencia de lo que somos capaces de hacer por transformarnos colectivamente siendo la escuela el espacio más idóneo para esto.

Estamos empeñadas y empeñados en seguir respondiendo a nuestras propias exigencias históricas con seguridad porque escuchamos a nuestro pueblo, porque somos el mismo pueblo en el gobierno, una ocasión histórica que no debemos desaprovechar jamás, una ocasión para seguir siendo patria.

Vale la pena asomar aquí las intencionalidades pedagógicas de las unidades curriculares propias de la Especialidad en Pedagogía Cultural e Interculturalidad como evidencia de una nueva conciencia y una nueva praxis soberana:

  • Unidad Curricular: Escuela y Cultura. En este primer momento, la reflexión gira en torno a la interrogante: ¿Cómo hacer de la escuela un espacio-tiempo productor de cultura emancipadora? Así pues, tiene como intencionalidad afrontar la desculturización, esto es, derrumbar la sedimentación del proceso colonial que ha aislado, en función de los intereses crematístico del capitalismo etnogenocida, la producción cultural de las propias dinámicas explorativas y creativas del saber-hacer, con lo cual se persigue protagonizar colectivamente una dinámica pedagógica profundamente liberadora, al tiempo que productora de tejidos histórico-sociales y en tanto es así, de un nuevo imaginario desde y hacia nuestras propias realidades y necesidades.
  • Unidad Curricular: Manifestaciones Culturales. Aquí el centro reflexivo gira en torno al valor epistémico-político de las manifestaciones culturales en la vivencia escolar, comunitaria y familiar, es decir, en la realización humana: cuáles han sido los orígenes de esas tradiciones, cuáles sus transformaciones, cómo posibilitan la existencia comunitaria y las identidades personales y colectivas, cómo definen a los sujetos que la constituyen y le conceden su inigualable dinamismo, entre otras temáticas de interés.
  • Unidad Curricular: Hegemonía y Contra hegemonía cultural. El tercer momento de la trayectoria de la especialidad en pedagogía cultural, gira en torno a la motivación protagónica: ¿Cómo construir una Nueva Hegemonía Cultural que responda a los sentires y necesidades del socialismo del siglo XXI desde la pluriculturalidad venezolana? Es decir, sobre las circunstancias histórico-sociales y las posibilidades de generación de una nueva conciencia político-cultural, nuevas formas de producción social, simbólico-material en sintonía con las exigencias locales, regionales, nacionales e internacionales de integración multipolar, nuevos sentidos comunes que demandan diversas praxis descolonizadoras. Se trata de generar desde y hacia nuestras realidades, la deconstrucción de los estándares hegemónicos euro occidentales, en función de nuestras propias realidades sociales: nuevas producciones culturales desde nuestras propias historias, saberes, haceres y formas diversas de ser y estar desde y hacia nuestra múltiple y diversa venezolanidad.

 

La Especialidad en Pedagogía Cultural e Interculturalidad, única en su estilo en el país, abre múltiples senderos para la generación de nuevas formas de aprehender nuestra venezolanidad, de crear cultura desde prácticas educativas donde intervienen las familias, las comunidades, las maestras y maestros pueblo, las y los cronistas entre otras y otros, en sus múltiples contextualidades, reconociendo sus complejidades histórico-políticas, donde la cultura no es un agregado, un adorno, sino un proceso intrínseco a la misma educación, enfrentando así el importante reto de nuestra descolonización, combatiendo el racismo, la xenofobia y formas conexas de intolerancia. Estamos hablando también de nuevas estéticas, de una nueva ética bajo el horizonte del encuentro por la paz de todas y todos.

  1. La cultura no es una puesta en escena y la interculturalidad menos.

Desde esa pedagogía crítica, emancipadora como lo es la pedagogía del amor, la interculturalidad se presenta como un desafío político de todas y todos porque la política es en sí misma un arte, el arte de saber encontrarnos, el arte de saber movernos ante la propia historia que somos. Ante esta diversidad que nos constituye no basta con realizar un conversatorio, no basta con celebrar un día, el 12 de octubre o el 10 de mayo, no basta conmemorar nuestra resistencia ante el colonialismo con una “puesta en escena” rengifiana por muy importante y motivadora que esta sea, no basta con invocar a Waikaipurú, Apakuana, Chirino, a Juana Ramírez y muchas y muchos más, no, eso no es la interculturalidad, sabemos que eso no es.

Sabemos también que la interculturalidad de ninguna manera puede ser una cartilla y menos con una estética pro occidentalizante. Tampoco la interculturalidad puede ser jamás una celebración de modelos narrativos o más exactamente, retóricas eurocéntricas, ni traducciones que vacían el sentido de quienes realizamos prácticas culturales específicas. La interculturalidad debe asumirse como un desafío profundamente ético y cuando decimos ético decimos digno: una invitación a la dignidad, la interculturalidad es una invitación a la nostridad, una invitación al desafío de ser comunidad.

  1. Seguir avanzando sin evasiones

Este tiempo constituyente, este nuevo inicio de año escolar, este tiempo de elecciones regionales, es propicio, inevitablemente propicio, para avanzar interculturalmente en lo que siempre nos decimos en diversos espacios de nuestra geografía nacional pero que nos cuesta todavía asumir con mayor energía, y que en términos de Grüner (2005, p. 242) significa

recuperar, teórica y prácticamente, un imaginario de lo[3] político que se instale en el centro del conflicto fundamental, trágico, que supone la recreación de nuestra polis. Los cantos de sirena, cantos son. Es hora de volver a destaparse los oídos, y emprender el retorno a Ítaca.

Asumamos pues, de manera decisiva y sin más evasiones:

  • Una sinergia institucional que reúna a todas las organizaciones y movimientos afrodescendientes e instancias ministeriales que posibilite incidir de manera decisiva en la vivencia de los hermosos principios que se encuentran presentes en nuestras leyes, sobre todo en la Ley Orgánica contra la Discriminación Racial (2011), así como en la futura Ley Constitucional contra el Odio, la Intolerancia y por la Convivencia pacífica, la que estamos seguros nos posicionará como uno de los países más avanzados en materia jurídica, favoreciendo el establecimiento de una agenda común para la vivencia de aspectos tales como:

 

  • Decretar como política del gobierno revolucionario el Decenio Internacional para las y los Afrodescendientes 2015-2024 y promover y apoyar las acciones políticas, sociales y pedagógicas que nos conciernen a todas y todos los que vivimos en esta patria.
  • Apoyar desde todas las instancias posibles las iniciativas locales de producción de recursos para el aprendizaje (ej. bibliografías, juegos de mesa, instrumentos musicales), proyectos autosustentables, programas de radio, de televisión, documentales, cortos, películas… que inviten al reconocimiento de nuestra herencia africana en Venezuela, así como también a la realización de prácticas pedagógicas con perspectiva de género.
  • Apoyar de manera decisiva los proyectos pedagógicos interculturales del MPPE sobre todo el que tiene que ver con la Cartografía Intercultural de los Centros Educativos Venezolanos: quiénes y cuántos somos, de dónde venimos, qué tradiciones y prácticas culturales nos realizan, entre otros importantes elementos de encuentro, posibilidades para la convivencia, posibilidades para la esperanza, para la paz. Y el de la Descolonización de saberes y haceres en todos los niveles y modalidades de la educación.
  1. ¿Con qué contamos?

Además de las fuerzas sociales arriba mencionadas, nuestro Magisterio Venezolano no puede olvidar las iniciativas que diversas organizaciones del poder popular han venido protagonizando históricamente y que en su momento fueron muy importantes para la creación de instancias que hoy tenemos, como por ejemplo, la Dirección General de Educación Intercultural adscrita al Viceministerio de Comunidades Educativas y Unión con el Pueblo del Ministerio del Poder Popular para la Educación, la Comisión Presidencial para la Prevención y Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial y otras Distinciones en el Sistema Educativo Venezolano, el Instituto Nacional contra la Discriminación Racial, el Consejo Nacional para el Desarrollo de las Comunidades Afrodescendientes de Venezuela, adscrito al Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno, el Viceministerio para África, y muchos otros espacios impensables antes de la llegada de la Revolución Bolivariana. Tenemos pues, importantes instancias pero aún nos falta darles más vida, nos falta hacerlas más de nosotros, más cotidianas, hacerlas tejido, tejernos con ellas, que vivan desde y hacia nuestras comunidades, sólo así podremos garantizar que la interculturalidad sea esa condición indispensable para que nuestra educación sea realmente emancipadora. El inicio de este nuevo año escolar es una gran oportunidad. No la dejemos pasar.

Caracas, 9 de septiembre de 2017, Día Mundial de la Agricultura – Caracas, 12 de septiembre de 2017, Día de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur

 

Referencias citadas

  • Bourdieu, P. (2005). El misterio del ministerio. De las voluntades particulares a la «voluntad general» En Wacquant, L. (Coord.) (2005). El misterio del ministerio. Pierre Bourdieu y la política democrática. Barcelona, España: Editorial Gedisa. Primera edición. (pp.71-79). Disponible: http://www.educacion-holistica.org/notepad/documentos/Politica/Libros%20%28Varios%29/El%20Misterio%20Del%20Ministerio%20Pierre%20Bourdieu%20Y%20La%20Politica%20Democratica.pdf
  • Chávez Frías, H. (2012) Golpe de timón. I Consejo de Ministros del nuevo ciclo de la Revolución Bolivariana. Caracas, Venezuela: Ediciones Correo del Orinoco.
  • ———————-(2009) Las comunas y los cinco frentes para la construcción del socialismo. Aló Presidente Teórico, programa N° 1. Teatro Teresa Carreño, Caracas 11 de junio de 2009. En Chávez, H. (2009) Comunas, Propiedad y Socialismo. Caracas, Venezuela: Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información. (pp.7-104)
  • Grüner, E. (2005) Los restos del pasado y la memoria del futuro. La “ontología nacional” en la inexistencia de la globalización. En Grüner, E. (2005) La Cosa política o el acecho de lo Real: entre la filosofía y el psicoanálisis. Buenos Aires, Argentina: Paidós. (pp.175-242)
  • Jaua Milano, E. (2017) El pueblo sabe. Recuperado de: https://www.aporrea.org/actualidad/a251780.html
  • Martínez Hernández, B. (2016a) La interculturalidad como política de Estado, el Movimiento Afrodescendiente Venezolano y algunos desafíos pedagógicos de la Revolución Bolivariana (1999-2016). (en imprenta).
  • ———————————(2016b) 16 Tesis para una Revolución Educativa desde y hacia la Patria / Matria venezolana (en imprenta).
  • Ministerio del Poder Popular para la Educación (2012) Resolución 058 Consejos Educativos. Publicada en Gaceta Oficial 40.029 del 16 de octubre de 2012.
  • Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (2017) Resolución 079 mediante la cual se crea, en el marco de la Micromisión Simón Rodríguez, el Programa Nacional de Formación Avanzada en Educación. Publicada en Gaceta Oficial 41.168 del 8 de junio de 2017.
  • ———————————————————-(S/f) Consulta Nacional por la Calidad Educativa. Resultados. Caracas, Venezuela. Recuperado de: http://www.cerpe.org.ve/tl_files/Cerpe/contenido/documentos/Calidad%20Educativa/PRESENTACIu00D3N%20DEFINITIVA%20DE%20LA%20CONSULTA%20POR%20LA%20CALIDAD%20EDUCATIVA.pdf

Leyes

 

 

 

 

 

[1]            Correo: antropologando@gmail.com Twitter: @bintercultura

[2] Con la Resolución N° 079 del Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (2017) quedó establecida la creación del Programa Nacional de Formación Avanzada en Educación constituido por un (1) doctorado, nueve (9) maestrías y dieciséis (16) especializaciones una de las cuales es Pedagogía Cultural e Interculturalidad.

[3]       Cursivas en el original.

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Crisis del aprendizaje: Nueve gráficos del Informe sobre el desarrollo mundial 2018

Mirador.org.Bo

El aprendizaje está en crisis. La calidad y cantidad en términos educativos varían considerablemente dentro de los países y de un país a otro. Cientos de millones de niños crecen sin contar siquiera con las habilidades más básicas en todo el mundo.

En el Informe sobre el desarrollo mundial se recurre a disciplinas tan variadas como la economía y la neurociencia para analizar esta cuestión y se sugieren mejoras que los países pueden implementar. Usted puede consultar los mensajes principales, el panorama general o descargar el informe completo aquí [PDF en inglés]. A modo de anticipo, extraje algunos gráficos e ideas que me parecieron muy interesantes mientras lo leía.

Con cada año adicional de escolarización, los ingresos aumentan entre un 8 % y un 10 %

En el informe se presentan varios argumentos a favor del valor de la educación. ¿Cuál es, para mí, el más claro? El que dice que la educación es una herramienta poderosa para aumentar los ingresos. Con cada año adicional de escolarización, los ingresos de una persona aumentan entre un 8 % y un 10 %, especialmente en el caso de las mujeres. Esto no se debe únicamente a que más personas capacitadas y mejor conectadas reciben más educación: en “experimentos naturales” realizados en una variedad de países —como Estados Unidos, Filipinas, Honduras, Indonesia y Reino Unido— se prueba que la escolarización realmente contribuye al aumento de los ingresos. Un mayor nivel de educación también se asocia a una vida más larga y más sana, y genera beneficios a largo plazo para las personas y para la sociedad en su conjunto.

Solo 1 de cada 3 niños termina la escuela secundaria en los países de ingreso bajo y mediano.

A pesar de estos beneficios potenciales, los jóvenes siguen diferentes caminos en su educación. En los países de ingreso bajo y mediano, de cada 100 estudiantes que ingresan a la educación primaria, 90 completan la educación primaria, 61 completan el ciclo inferior de la secundaria y solo 35 completan el ciclo superior de la secundaria. Esto significa que alrededor de un tercio de los jóvenes abandona la escuela entre el ciclo inferior y el ciclo superior de la secundaria, y muchos de ellos no están preparados para continuar con su educación y la capacitación.

En los países más pobres, menos del 25 % de los niños que van a la escuela primaria tiene buen desempeño en matemática y en lectura.

Lo que importa en materia de educación no es solo la cantidad sino la calidad. Si bien resulta difícil medir el aprendizaje de una manera que permita la comparación entre los distintos países, en el informe se toman como base estudios que tienen precisamente ese objetivo. La Base de Datos Mundial sobre Calidad de la Educación, actualizada recientemente, sugiere que en los países de ingreso bajo y mediano más del 60 % de los niños de la escuela primaria no lograr adquirir una competencia mínima en matemática y lectura. Por el contrario, en los países de ingreso alto, casi todos los niños alcanzan este nivel en la primaria.

Desde el nivel preescolar, las diferencias en los logros entre niños ricos y pobres se acrecientan con la edad.

No solo hay disparidades entre los distintos países, sino también dentro de ellos. La que me resulta más impactante es mayormente una consecuencia de la pobreza. Casi 1 de cada 3 niños menores de 5 años en los países de ingreso bajo y mediano presenta retraso del crecimiento, por lo general debido a la malnutrición crónica. Este tipo de privación —relacionada con la falta de nutrición adecuada o de un entorno sano— produce efectos a largo plazo en el desarrollo cerebral. Por lo tanto, incluso cuando las escuelas son, los niños que sufren privaciones (normalmente, los más pobres) aprenden menos. Por otra parte, a medida que los niños crecen resulta más difícil romper este patrón, debido a que el cerebro se vuelve menos maleable y les cuesta más aprender nuevas habilidades.

Las escuelas y los docentes a menudo les fallan a los estudiantes.

Los estudiantes no son los únicos que fallan: las escuelas también les fallan a los estudiantes. En siete países africanos, 1 de cada 5 docentes, en promedio, se había ausentado de la escuela el día en que los equipos de encuestadores realizaron una visita sin anunciar, y 2 de cada 5 no estaban en el aula aunque se encontraban presentes en la escuela. En las comunidades aisladas, estos problemas son incluso más graves. En este tipo de análisis no se pretende culpar a los docentes, sino más bien llamar la atención sobre cuestiones sistemáticas, como la dotación de recursos, la gestión y la gobernanza, que suelen menoscabar la calidad del aprendizaje.

No hay suficientes mediciones del aprendizaje.

Para abordar la crisis del aprendizaje, la primera recomendación del informe es contar con más y mejores sistemas que permitan medir el aprendizaje. Si bien los medios de comunicación y los debates sobre educación a menudo se centran en la cuestión del “exceso de pruebas” y los exámenes nacionales de alto perfil, una mirada a los datos disponibles sugiere que muchos países incluso carecen de información sobre el aprendizaje básico. En un estudio de 121 países se concluyó que un tercio de esos países carecía de los datos sobre los niveles de competencia lectora y en matemática de los niños que terminan la escuela primaria, y que una proporción incluso mayor no disponía de datos correspondientes al final del ciclo inferior de la secundaria.

Los países están dispuestos a invertir en educación, pero las inversiones deben ser más inteligentes.

Si bien los países están dispuestos a invertir en educación, en el informe se sostiene que los Gobiernos no solo deben gastar más, sino que también deben gastar mejor, garantizando de ese modo que los recursos se asignen de manera más eficiente y equitativa. La mayor parte del financiamiento proviene de fuentes internas y, por lo general, absorbe la proporción más importante del presupuesto público: alrededor del 15 % en los países de ingreso bajo y mediano. Si bien esto muestra que los Gobiernos reconocen la importancia de la educación, en el informe se sostiene que para mejorar el aprendizaje no basta con aumentar el gasto solamente.

Dos siglos de crecimiento en la escolarización primaria y secundaria.

Dos siglos de crecimiento en la escolarización secundaria

A pesar de todos los desafíos señalados en el informe, vale la pena retroceder un poco para reconocer los avances que se han logrado en el campo de la educación a nivel mundial durante los últimos 200 años. Hoy en día, la mayoría de los niños tiene acceso a la educación básica y cada generación nueva pasa más tiempo en la escuela que la anterior. La cantidad de años de escolaridad que un adulto promedio completa en un país de ingreso bajo o mediano aumentó a más del triple desde 1950 hasta 2010 al pasar de 2 a 7,2 años. Esta tasa no conoce precedentes. Estados Unidos demoró 40 años (de 1870 a 1910) para llevar la tasa de matriculación de las niñas del 57 % al 88 %, mientras que Marruecos logró un incremento similar en solo 10 años.

Estos fueron algunos de los gráficos e ideas que resultaron muy interesantes del Informe sobre el desarrollo mundial 2018, dedicado a la educación. Hay mucho más para consultar en el documento, que usted podrá descargar aquí.

Fuente: http://mirador.org.bo/?p=26985

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Libro: Una aventura emocionante. Cuaderno de actividades de educación emocional

28 septiembre 2017/Fuente: Openlibra 

A raíz del proyecto de salud al que nuestro centro quedó adscrito el curso 2013-2014 realizamos a los padres unas encuestas para conocer sus intereses y necesidades sobre la educación para la salud de sus hijos. La mayoría de los padres señalaron su interés por la salud mental, traducido a la escuela en salud emocional. A partir de ahí los profesores que formamos el equipo de salud comenzamos a elaborar un proyecto y a participar en actividades que el Centro de Profesores y Recursos estaba ofertando relacionadas con el tema en cuestión como “Las jornadas de buenas prácticas para la convivencia escolar”. En esas jornadas además de conocer a Bisquerra (catedrático de Orientación Psicopedagógica en la Universidad de Barcelona y fundador de la FEM, Fundación para la Educación Emocional), también nos enriquecimos con las experiencias de centros que estaban poniendo en práctica actuaciones relacionadas con la educación emocional. Desde este momento comenzó nuestra investigación personal a través de la Web y conocimos experiencias que muchos centros educativos en España estaban llevando a cabo. Lo encontramos tan apasionante que decidimos que nuestros alumnos merecían tener este tipo de educación y este proyecto podría ofrecerles una educación integral en esa dimensión vital que la escuela no ha cultivado lo sufciente “la educación emocional”.

Este fue nuestro comienzo y nos lanzamos en un proyecto que denominamos “Una Aventura emocionante” siendo nuestro primer objetivo concienciar al profesorado de todo el centro y nuestra formación en inteligencia emocional para poder abordar este proyecto con nuestros alumnos.

Fuente: https://openlibra.com/es/book/una-aventura-emocionante-cuaderno-de-actividades-de-educacion-emocional

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Nueva Ley de Educación en Ucrania ignora los derechos de la mayoría de la población

Ucrania/28 septiembre 2017/Fuente: Sputniknews

La nueva Ley de Educación de Ucrania ignora los derechos de la mayoría de la población ucraniana ya que más del 80% de sus ciudadanos perciben el ruso como lengua materna, declaró la presidenta de una comisión de la Cámara Cívica de Rusia, Elena Sutorminá.

«Más del 80% de los ciudadanos de Ucrania hablan y piensan en el ruso, lo que significa, que lo consideran la lengua materna, con lo cual la aprobación de semejante ley es ignorancia de los derechos de la mayor parte de la población», dijo la presidenta de la comisión para el desarrollo de la diplomacia pública, la cooperación humanitaria y la preservación de valores tradicionales de la Cámara Cívica de Rusia a Sputnik.

Sutorminá denunció que al promulgar la ley Poroshenko no solo busca «complacer a la élite estadounidense» sino también «va a remolque de los nacionalistas ucranianos».

El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, promulgó el 25 de septiembre la ley que obliga a impartir las asignaturas en ucraniano en todas las escuelas del país a partir del quinto de primaria.

Idioma ruso (imagen referencial)

Según la iniciativa que entrará en vigor el 1 de septiembre de 2018, las lenguas de las minorías se podrán usar solo en los primeros cuatro años de la primaria.

Los Gobiernos de Hungría y Rumanía declararon que esta Ley viola los derechos de las minorías étnicas en Ucrania.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, criticó este martes la normativa ucraniana afirmando que «varios puntos de esta ley no son aceptables».

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/politica/201709261072664683-politica-europa-kiev-educacion/

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Estudiantes chilenos se manifiestan contra Ley de Educación Pública

Chile/28 septiembre 2017/Fuente: Spanish People Daily

Medio millar de estudiantes se manifestaron hoy contra la Ley de Educación Pública en el centro de Santiago, aunque la marcha fue rápidamente disuelta por la policía con gases lacrimógenos y chorros de agua, informaron hoy medios locales.

Cuando los jóvenes, en su mayoría estudiantes de educación secundaria, se juntaron en la Plaza Los Héroes (popular centro de reunión en las protestas y muy próximo al Ministerio de Educación), los Carabineros actuaron y dispersaron a la multitud, ya que la Intendencia Metropolitana de Santiago no había autorizado la manifestación.

La situación generó algunos disturbios que se saldaron con algunos detenidos de diferentes organizaciones estudiantiles.

Los jóvenes protestaban contra el proyecto de una nueva educación pública impulsado por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y que incluye la desmunicipalización de la administración de la enseñanza, impuesta durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Los estudiantes aducen que esta medida, que aún está en trámites legislativos, «no modifica el carácter mercantil de la educación y es el resultado de acuerdos ‘bajo la mesa’ por el Gobierno y la oposición derechista».

Francisca Flores, portavoz de la Confederación Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), afirmó que nadie del Ejecutivo ha tenido en cuenta la opinión de los estudiantes.

«Se les ha minimizado, se les ha acallado la voz y el Gobierno no ha tenido voluntad para escuchar las demandas del movimiento estudiantil secundario», señaló

Fuente noticia: http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2017/0928/c31617-9274840.html

Fuente imagen: https://www.telesurtv.net/__export/1478179390513/sites/telesur/img/news/2016/08/04/agenciauno.jpg_1718483347.jp

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La escuela no es una isla

Por: Juan Carlos Yáñez

Pobreza cultural y material, hambre, inseguridad, desaliento, penetran en las mochilas de niños y maestros, menguan poder a la acción pedagógica de la escuela y desafían presente y futuro.

Raffaele Simone, lingüista y profesor italiano en la Universidad de Roma III, aseguró que no hay islas felices en archipiélagos de tristeza. En el mundo de la escuela están documentadas lasvinculaciones múltiples entre la institución educativa y el entorno social, cultural y económico; entre las islas y el archipiélago.

Las escuelas no son ajenas a la calle, al pueblo, a la ciudad; ella le da sentido a lo que los alumnos acumulan y llevan a las aulas. El valor de la familia es fundamental para potenciar posibilidades formativas del centro escolar.

Contextos culturales ricos, atmósferas familiares donde imperan hábitos ligados a la vida escolar, como viajes o lectura cotidiana, promueven condiciones favorables para el desempeño escolar, pero no bastan. De ámbitos ajenos también pueden provenir buenos estudiantes; quizá el ejemplo mundialmente más paradigmático sea Albert Camus y Germaine, su maestro de infancia.

En muchos países latinoamericanos el contexto de la escuela es adverso. Fuera de la escuela, a los alumnos (y maestros) los circundan factores contrarios a los proyectos pedagógicos: banalización cultural, un predominio mediático que no tiene reposo en su capacidad de penetración y en la construcción de sentidos comunes donde priman instantaneidad y fugacidad, entre otros fenómenos. Los problemas económicos persisten en la segunda década del siglo, con fantasmas como el hambre, miseria y desamparo, que carcomen la vitalidad cotidiana en millones de familias y dejaron a alumnos (y educadores) con déficits serios en satisfactores materiales y simbólicos; por otro lado, amenaza una pinza mortal nutrida de violencia, muerte e inseguridad en una sociedad atónita.

Eliminar ese coctel parece lejano y por momentos imposible; su impacto mutila esperanzas e inyecta bombas de desaliento. Su presencia no es ajena, no se queda a las puertas de escuelas y aulas. Pobreza cultural y material, hambre, inseguridad, desaliento, penetran en las mochilas de niños y maestros, menguan poder a la acción pedagógica de la escuela y desafían presente y futuro.

En el interior de la institución escolar los problemas florecen: niveles deficientes en los aprendizajes y resultados de los estudiantes, a juzgar por los indicadores que arrojan las pruebas estandarizadas. En matemáticas, lenguaje y ciencias, áreas privilegiadas en esos instrumentos, las estadísticas no alientan optimismo, aunque las precisiones obligan a matizar juicios, pues los resultados no son variables independientes y están condicionados. En la experiencia cotidiana muchos maestros sentimos que las carencias son inadmisibles, o no comprendemos por qué persisten; a lo cual sumamos la apatía que los estudiantes muestran por la escuela y sus rituales, como tareas, lectura, atención en clase o disciplina. Por supuesto, no caben las generalizaciones. El problema no es individual, ni de voluntarismos. La historia de la profesión se cinceló con ese martillo.

La precariedad material es signo de oprobio, de atraso económico e incongruencia ética. En gran parte de las escuelas públicas no hablamos de bibliotecas o espacios alternos para el aprendizaje de idiomas, herramientas tecnológicas o saberes prácticos, sino de edificios, mesas y sillas, pizarrones, sanitarios, drenaje o servicios de agua y electricidad.

A estos fenómenos perennes se agregan nuevos. En México, un portal digital y una organización de la sociedad civil recientemente pusieron al descubierto una enorme telaraña de corrupción gubernamental. La operación, llamada “La estafa maestra: graduados en desaparecer recursos públicos”, habría desaparecido solo en 2 años más de 400 millones de dólares entre ministerios del Estado, empresas nacionales (como la importante Petróleos Mexicanos), empresas fantasma y universidades públicas. En un país carcomido por la corrupción, la impunidad y el cinismo, el hecho indignó a muchos sectores sociales y alertó por la complicidad de rectores y autoridades de las 8 universidades implicadas.

La penetración de esos males en el mundo universitario tampoco es inédita; pero alarma por lo que podría estar ocultando, especialmente porque la educación superior sigue siendo privilegio de una minoría de los jóvenes en edad de cursar estudios universitarios, como así lo constata el reciente informe de la OCDE, Panorama Educativo 2017, que coloca a México como el vagón en la cola del indicador.

Si no fuera poco, crece incesante un desafío que rodea al tercer sistema educativo más grande de América Latina, el mexicano: la violencia, expresada en las cifras de ejecuciones del crimen organizado, o de los cuerpos del Estado en la batalla contra los carteles de la droga y decenas de miles de desaparecidos. Un balance letal que interpela a la escuela, vulnerada y vulnerable, urgida de provisiones mayores.

En un contexto inédito, atiborrado de retos, con problemas en el entorno y dentro de la escuela, el maestro sigue funcionando en solitario, como caballero andante abandonado, en un jamelgo desprolijo, sin brújula y sueños maltrechos; sin embargo, se mueve, y mientras se mantenga en movimiento, la esperanza persistirá, aunque el contexto asfixie.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/author/juancarlos/

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