El curso escolar, en el curso de la recuperación

Cuba / 8 de octubre de 2017 / Autor: Margarita Barrios / Fuente: Juventud Rebelde

El sistema nacional de enseñanza sufrió una fuerte afectación con el paso del huracán Irma, pero con el decisivo aporte de los maestros y sorteándose no pocas dificultades, el actual período lectivo ha continuado

Irascible y sin compasión alguna, con su frenético vendaval y su fuerza destructora, el huracán Irma causó no pocos estragos en una buena parte del territorio nacional. Muchas instituciones educativas no escaparon a la furia del poderoso evento meteorológico y resultaron dañadas, justamente a menos de una semana de haberse iniciado el presente curso escolar.

«La situación se tornó bien compleja», comenta ahora, en entrevista exclusiva con Juventud Rebelde, la viceministra primera del Ministerio de Educación (Mined), Cira Piñeiro Alonso.

«Un total de 2 264 escuelas se vieron afectadas, o sea, el 21,2 por ciento del total de las instituciones educacionales del país. De ellas, seis fueron derrumbes totales: dos en Holguín, igual número en Ciego de Ávila, una en Villa Clara, así como la escuela especial de Santa Cruz del Norte, en Mayabeque, y la Dirección Municipal de Educación de Yaguajay».

Sin embargo, a la semana siguiente del paso de Irma el empeño fue reiniciar las clases, para que no se atrasaran los programas de estudio y darle la tranquilidad a la familia de que sus hijos estaban de nuevo en las escuelas, expresó.

«Eso conllevó un esfuerzo grande, porque muchos de nuestros maestros, directivos y trabajadores de los centros escolares habían perdido sus viviendas o tenían serias dificultades. Aunque hay una disposición especial para los trabajadores que están en esa situación, les pedimos un esfuerzo y hubo una respuesta positiva.

«De la labor de los maestros dependía que la familia pudiera dedicarse a la recuperación. Con los muchachos en la escuela       tenían más tiempo para resolver los problemas de la vivienda, ayudar en el acondicionamiento de sus centros laborales o incorporarse a la producción y los servicios, lo cual era fundamental», precisó.

El reinicio de las actividades educacionales no fue una decisión a nivel de país, sino que partió de la evaluación de cada Consejo de Defensa, puntualizó la directiva.

«La enseñanza más afectada fue la primaria, porque es la que tiene mayor número de centros escolares, incluso en lugares intrincados de la geografía cubana. Pero se buscaron varias alternativas», subrayó.

Una de las principales fue reubicar a los estudiantes en los centros que no tenían daños de consideración y alternar los grupos en las aulas. Se organizó una sesión de clases, y en la otra, actividades deportivas, culturales, políticas. Llegaron a realizarse trabajos de recuperación en la propia escuela o en la comunidad.

Otra iniciativa, precisó Cira Piñeiro, fue el acondicionamiento de locales de organismos e instituciones del territorio. También 133 familias prestaron espacios de sus casas para impartir la docencia. «En estos momentos solo tenemos dos instituciones que no han podido reiniciar sus actividades. Son círculos infantiles de la provincia de Camagüey, que por las características de las edades de los niños es más difícil reubicarlos cuando no es posible hacerlo en un centro de ese mismo nivel educativo», destacó.

—En los centros dañados, ¿cómo han enfrentado el proceso de recuperación? ¿En qué estadío se encuentran esas labores?

—Tenemos 1 017 instituciones educacionales que ya han sido recuperadas. Hay que reconocer el esfuerzo realizado por brigadas constituidas fundamentalmente por trabajadores de los propios centros, en las cuales han participado también estudiantes de los politécnicos de las especialidades de    Construcción y Electricidad.

«Se trató de reutilizar todo lo  posible, para así no gastar tantos recursos: los techos de zinc, los ventanales… Los consejos de defensa municipales y provinciales han apoyado con mucha prioridad el proceso de recuperación de las instituciones escolares».

La Viceministra primera destacó que los recursos que tenían las escuelas fueron puestos a buen recaudo, por lo cual no se perdieron computadoras, televisores, videos, entre otros medios que son costosos. Hay una parte del material escolar que la tienen los niños en sus casas.

Explicó que los alumnos se llevaron esos materiales a los centros de evacuación, otros los preservaron en casas de vecinos que estaban seguras, o los dejaron en los centros escolares. «Siempre hubo pérdidas, argumentó, pero disponemos de una cobertura en los municipios de educación para su redistribución», resaltó.

—Algunas instituciones escolares sirvieron como centros de evacuación y todavía hay personas albergadas…

—Sí, tuvimos un grupo importante de instalaciones que se utilizaron como centros de evacuación. Tenemos todavía 15 escuelas de los territorios de Mayabeque, Matanzas, Villa Clara, Ciego de Ávila y Camagüey con personas albergadas. Los alumnos de esos centros se han reubicado, y algunas de las escuelas que sirven de alojamiento son muy grandes, por lo que se mantienen en ellas ambas funciones.

«También en estos planteles tuvieron un papel importante los trabajadores de la educación, pues no solo preservaron los centros, sino que atendieron a los evacuados.

«De manera especial, acotó, estamos ocupándonos de los estudiantes que están evacuados, para que asistan al centro escolar que les queda más cerca del lugar donde residen temporalmente ahora. Si es una instalación educacional y hay matrícula suficiente, allí mismo se les imparten las clases», destacó la Viceministra.

—¿Fueron afectadas las instalaciones pioneriles?

—Un total de 43 centros de este tipo sufrieron daños. De ellos se han recuperado diez con recursos propios. Algunos tenían condiciones constructivas muy difíciles y se han incluido en los planes territoriales de inversiones. Ahora se incorporan a los programas de recuperación.

«Es necesario que estén listas lo más rápido posible, porque constituyen un apoyo fundamental para la formación vocacional y la orientación profesional, que es una prioridad de nuestro sistema educativo».

—El sistema nacional de enseñanza había propuesto comenzar el proceso de Perfeccionamiento de manera experimental en 154 escuelas de todos los niveles. ¿Cómo van a enfrentar esa tarea?

—El grueso de las escuelas que se escogieron para ese proceso están en los municipios cabecera y no han tenido grandes afectaciones. Ahora, en los primeros días de octubre funcionarios del Ministerio de Educación realizarán un recorrido por todo el país para revisar cómo va el proceso docente-educativo, y uno de los temas que se revisarán es, justamente, este.

—¿Qué enseñanzas dejó para el Ministerio de Educación  la situación vivida tras el paso del huracán?

—La temporada ciclónica coincide con el inicio del curso escolar, por lo tanto es imprescindible sacar experiencias para perfeccionar el trabajo. Hay medidas que fueron efectivas porque se pudieron proteger los recursos principales; pero, por ejemplo, en lo referido a la base material de estudio que tiene el alumno en su casa, hay que establecer una normativa para su protección.

Explicó la Viceministra que si la escuela no tiene una cubierta fuerte, hay que garantizar al menos un local con un techo que resista, para poder resguardar allí los medios de enseñanza y no tener que trasladarlos, que toma mayor tiempo y recursos.

«Será necesario también pensar en cómo proteger el mobiliario escolar, pues las mesas si se mojan se dañan, y no es lo mismo amontonar libros, objetos más pequeños. Para los muebles se necesita un mayor espacio», destacó.

En su análisis puntualizó la necesidad de tener focalizados los lugares alternativos para reiniciar las actividades docentes en caso de que la escuela esté dañada, así como analizar la posible reubicación de centros escolares situados en zonas de inundación.

«Nos afectó mucho la falta de fluido eléctrico. Siempre se puede comenzar sin utilizar los medios, porque tenemos el maestro con la tiza, pero el bombeo de agua para el saneamiento del centro es fundamental. La poda de árboles es fundamental. Por no prever esta acción se dañaron muchas de nuestras instalaciones. Algunos de estos temas nos trascienden, por lo que será necesario un análisis más amplio e integral para buscar las soluciones», argumentó.

 

Perjuicios en datos

277 círculos infantiles

1 183 escuelas primarias

105 escuelas especiales

313 secundarias básicas

100 preuniversitarios

6 facultades obrero-campesinas

130 politécnicos

8 escuelas pedagógicas

43 instalaciones pioneriles (palacios o campamentos)

3 entidades subordinadas al Mined

96 instalaciones de diferentes tipos (almacenes, dependencias de las direcciones municipales de Educación, bibliotecas)

Fuente: Mined

Fuente de la Entrevista:

http://www.juventudrebelde.cu/cuba/el-curso-escolar-en-el-curso-de-la-recuperacion

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Cuba: Septiembre renueva la aventura del saber

Cuba / 3 de septiembre de 2017 / Autor: Margarita Barrios / Fuente: Juventud Rebelde

La búsqueda permanente de la calidad en todos los niveles de enseñanza caracterizará el nuevo período lectivo que se inicia mañana en Cuba. En el curso escolar 2017-2018, novedosos imperativos deberán ser vencidos por profesores y alumnos con el apoyo indispensable de la familia

Cuando este cuatro de septiembre comience el curso escolar 2017-2018 muchas serán las nuevas propuestas que, en aras de continuar elevando la calidad de la enseñanza en todos los niveles educativos, se pondrán en práctica en los centros escolares y universidades de nuestro país.

El tercer Perfeccionamiento del sistema nacional de enseñanza se aplicará de manera experimental en 154 escuelas de todas las provincias, en los grados primero, cuarto, séptimo y décimo; así como en primero, segundo y cuarto años de vida de la primera infancia. La aspiración es lograr un modelo de escuela más abierta y participativa,  en la que el estudiante reciba los conocimientos que necesita.

Este proceso —que tiene como antecedentes los realizados en los años 1975 y 1987— comenzó en 2010 y ha tomado ideas y experiencias múltiples. Las nuevas realidades socioeconómicas y un mayor acceso a las nuevas tecnologías son condiciones que ponen el imperativo a la pedagógica nacional, que tiene ante sí retos como la necesidad de un mayor poder de análisis ante el aluvión de información disponible, la crisis de valores y los cambios en los patrones de género y sexualidad.

Al respecto, la Doctora Margarita McPherson Sayú, viceministra de Educación, explicó a la prensa que uno de los objetivos de esta nueva propuesta es que los contenidos de las asignaturas transiten de manera lineal —desde la primaria hasta el preuniversitario— así como eliminar contenidos repetitivos y añadir aquellos que faltaban.

Significó como propuestas la relación de cada subsistema: primaria, secundaria y preuniversitaria, con el precedente, así como la imbricación, a partir de onceno grado, de una mirada más directa hacia los estudios superiores, con la realización de conferencias, clases prácticas y seminarios.

«Se mantienen las asignaturas, pero con ajustes en los programas. En Secundaria Básica hay un cambio fundamental, se separan las Ciencias Naturales en dos asignaturas: Biología y Geografía; mientras que Informática, que solo se impartía en séptimo grado, ahora se extiende a los tres grados de ese nivel de enseñanza», destacó.

En Primaria, precisó la Doctora McPherson Sayú, se incluye una preponderancia del juego en primero y segundo grados; y también se hace una revisión de los momentos del desa-rrollo de la personalidad del niño y la relación que se establece con su nivel de aprendizaje. «Estábamos trabajando con dos, y ahora haremos una distinción especial de tres momentos del desarrollo: primero-segundo; tercero-cuarto, y quinto-sexto.

«Va a dársele una nueva mirada al sistema de evaluación. Se puede pasar sin objetivos vencidos de primero a segundo, se propone que esto también pueda acontecer de quinto a sexto, por lo cual no hay repitencia en quinto grado.

La Doctora Cira Piñeiro Alonso, viceministra primera de Educación, puntualizó que la revisión de las asignaturas permite desarrollar un currículo general —para todos los centros escolares— y el propio de cada institución.

«La escuela puede proponer sus propios programas según el desarrollo local, las necesidades del territorio y de los alumnos, y estos serán elaborados tomando en cuenta la opinión del claustro, los estudiantes y sus familiares».

Hay temas, dijo, que aparecían como ejes transversales en las materias y que se suponía que el maestro abordara por su libre albedrío, como son la formación patriótica, laboral, salud escolar y educación ambiental, entre otros. «Ahora, los programas y libros de texto traen estos temas de manera implícita para el tratamiento más sistemático en la formación integral de niños, adolescentes y jóvenes».

Los más pequeñines

«Uno de los principales cambios es que ahora llamaremos primera infancia a la educación prescolar, que abarca desde cero hasta seis años de edad. Esta nueva definición defiende la idea de que el niño pequeño sea objeto y sujeto de derecho, aunque no se niega que esta atención lo prepare para iniciar estudios en la enseñanza primaria», explicó la Doctora Irene Rivera Ferreiro, viceministra de Educación.

«El perfeccionamiento propone cambios significativos: en lugar de hablar de áreas de desarrollo, ahora se trata de dimensiones. Esto significa una integración de contenidos que facilitan la labor del docente. Por ejemplo, el término comunicación es más que lengua materna.

«Constituye también una transformación sustancial la planificación de las actividades, porque se fortalece el concepto de que cada momento es educativo, tanto en la institución como en el hogar. Hay acciones  asociadas también al programa Educa a tu hijo, y tienen que ver con el mejoramiento de los materiales que se facilitan para la capacitación que se ofrece a la familia», destacó.

Con respecto a la Educación Especial, la Doctora Irene explicó que se desarrolla con mucha profundidad el trabajo con los niños que tienen dificultades intelectuales, grupo que constituye la mayor matrícula de los estudiantes con necesidades educativas especiales. «Hay muchos niños insertados en escuelas primarias, por lo cual se requiere de un perfeccionamiento para favorecer el trabajo de los maestros», argumentó.

Adelantó que se está trabajando en el mejoramiento de las escuelas para estudiantes con trastornos de la conducta, aunque esto «llevará un poco más de tiempo de experimentación por la magnitud de la propuesta que se hace».

Cambios necesarios

Durante cuatro años, la Educación Superior cubana asumió la gran tarea de unificar sus centros a nivel provincial. Este curso escolar comienza con este proceso terminado, que implicó la unificación de las Universidades de Ciencias Pedagógicas y de Cultura Física a las del Ministerio de Educación Superior (MES) de cada territorio. Solo en La Habana, y por ser centros rectores para el resto del país, no se cumple esta máxima.

Una mejor utilización de los recursos materiales y humanos, así como una vida estudiantil más rica propicia este empeño, que ha ido probando sus buenos frutos a través del denominado proceso de integración.

De los reencuentros de los jóvenes universitarios en el primer día de clases siempre se dejan recuerdos. Foto: Calixto N. Llanes

Sin embargo, este período lectivo marca pauta para la Educación Superior en otro empeño aún más novedoso, la introducción de los nuevos Planes E, para los cuales se han revisado y discutido los programas de estudio de las diferentes carreras y la reducción de las mismas de cinco a cuatro años de estudios.

Al respecto, el Doctor José Ramón Saborido Loidi, Ministro de Educación Superior, explicó que el paso del Plan D al E es actualización y perfeccionamiento, pero si no están creadas las condiciones, no se inicia.

«De las 91 carreras que impartimos, el 60 por ciento ya tiene aprobado su pase al Plan E. La característica fundamental es que los contenidos van más a las necesidades de formación de un profesional para su empleo en el nivel primario —porque el sistema de formación en Cuba no culmina con la graduación de pregrado—, pues se supone que ese profesional se vaya superando para el empleo en el posgrado y en el desarrollo que pueda hacer de su ciencia propia, explicó el titular.

«Tenemos todos los años miles de profesionales en los cursos de posgrado, superación, diplomados, especialidades, maestrías y doctorados», subrayó.

El Ministro recordó que el Código de Trabajo establece un primer año de preparación para el empleo, que se utiliza para buscar un poco más la especialidad y las necesidades propias del trabajo que va a desempeñar el profesional y después, durante toda la vida, continúa la preparación. «Todo esto es buscando cada vez más la calidad», afirmó.

Manuel Valle Fasco, director de Formación de profesionales del MES, destacó que en la elaboración del Plan E participó ampliamente la comunidad universitaria, especialistas e incluso los propios estudiantes. «Han sido sometidos a debate académico y la defensa nacional. Luego, en cada territorio, la universidad tiene que desarrollar su defensa territorial, para que se parezca a las necesidades presentes en su contexto, por ello puede haber diferencias entre un centro y otro.

«Cada universidad tiene que cumplir con todo el proceso y eso puede llevar a una distinción, que en este momento de tránsito en un centro la carrera inicia con cuatro años, y en las que no ha culminado el proceso continúen con el Plan D. Pensamos que este proceso culminará en el curso escolar 2020-2021. No tiene que ser un paso acelerado, pues lleva un importante análisis de valoración que tributa a una mayor calidad de los graduados», puntualizó.

El Ministro argumentó que se propone un currículo base con el 80 por ciento de los contenidos, y uno propio para la universidad, que se elabora según el contexto donde está enclavada; además, hay un optativo-lectivo, que da la posibilidad al estudiante de conocer aspectos vinculados a sus propios intereses. «Hoy, con el desarrollo de la ciencia y la informatización, un joven puede adquirir información de manera mucho más rápida que antes, cuando era necesario localizar un texto en una biblioteca, afirmó. Pero, si la universidad no tiene creadas todas las condiciones, no se inicia el cambio», destacó.

Otro argumento fundamental, explicó Valle Fasco, es que hay conocimientos en los currículos del Plan D que han quedado vencidos, y estamos seguros de que en un término de cinco años, muchos de los actuales también estarán envejecidos. Por ello el análisis del contenido de estos planes de estudio tiene que ser una tarea permanente y sistemática, puntualizó.

«Tendremos que llevar al estudiante ante esta necesidad y es lo que nos motiva. Que sea conductor de su propio aprendizaje y eso no podemos hacerlo con los métodos tradicionales, hay que cambiar la manera de aplicar la pedagogía, la didáctica, para que se parezcan a los tiempos actuales».

Saborido destacó que la universidad fue recibiendo demandas de contenidos de formación por los organismos empleadores y se fueron sumando. «Teníamos una sobrecarga muy clara de los planes y contenidos, carreras con diez o 12 asignaturas por semestre, 34 horas semanales. Cuando se saca la proporción del tiempo para establecer las necesidades de autoestudio le pides al joven lo que no puede hacer, y eso lleva a una adquisición muy limitada de los conocimientos, a la superficialidad. Hay que impartir los contenidos que puedan ser asimilados de manera total y en función del empleo», concluyó.

No son pocos los retos que enfrenta la educación cubana, pero con el alto nivel académico alcanzado no será difícil entre todos retomar, a inicios de este septiembre, la aventura del saber.

Fuente de la Noticia:

http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2017-09-02/septiembre-renueva-la-aventura-del-saber/

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¿El patico feo» de la escuela cubana?

Sometida a numerosos cambios, la Geografía terminó como la asignatura más abandonada. El Perfeccionamiento en el Sistema Nacional de Enseñanza la trae de vuelta y actualizada, para que ocupe su lugar en la formación de una verdadera cultura integral.

CentroAmérica/Cuba/25.04.2017/Autor y Fuente: http://www.juventudrebelde.cu/

«Ahora mismo voy por una selva, voy abriéndome paso… No hay leones, porque estos animales no viven por esta zona, pero sí serpientes… ¡Cuidado!, vi una; su veneno puede matarte enseguida».

Así suele ser una clase de Reynol González López, un bayamés profesor de Geografía durante más de 60 años. Sus alumnos quedan admirados con las explicaciones sobre ríos, volcanes o montañas.

Él suele amenizar sus lecciones con anécdotas, curiosidades, cuentos, frases y referencias a películas. Por eso muchos de sus discípulos, en el Instituto Preuniversitario Urbano (IPU) José María Izaguirre, se deleitan escuchándolo.

«Me propongo siempre ponerle el extra a cada clase, para tratar de no aburrir. Intento viajar con los estudiantes por el desierto, la sabana o las montañas», dice él.

Sin embargo, otros educandos, que no se han topado con un profesor así, terminan aburriéndose de esa asignatura.

«A unos cuantos muchachos no les gusta la Geografía porque piensan que no les aporta mucho, aunque esa materia sí es muy importante para ganar en cultura», expresa Camila Hernández Cruz, del preuniversitario Francisco Vicente Aguilera.

Ese criterio se enlaza de algún modo con el de Beatriz Ganado Arias, del IPU bayamés Julio Antonio Mella, porque según ella «a varias clases les falta algún ingrediente para ser amenas; tal vez pudieran usarse más los recursos que aportan las nuevas tecnologías».

Ella, al igual que sus coetáneos José Alejandro López y Leandro Marrero Aldana, estudiantes del José María Izaguirre, se refirieron a las pocas clases prácticas de la asignatura, a la falta de medios que ilustren los accidentes geográficos u otros contenidos y la desmotivación de varios estudiantes, que se arrastran desde años precedentes.

«No es lo mismo que te expliquen la forma de una depresión, a verla representada en una maqueta o de cerca en la vida real», señala José Luis.

Esos criterios se entroncan con los de Rosalía Álvarez y Mónica González, estudiantes de la secundaria básica 30 Aniversario de la Batalla de Guisa. En ese nivel de enseñanza hay quejas similares a las del preuniversitario.

Reynol González consintió que hay insuficiencias con medios de enseñanza como maquetas, mapas, esferas, punteros… «pero resulta muy importante el rol del profesor ante estas carencias».

El mapa político del mundo que él usa, por ejemplo, tiene más de 35 años, solo que agregó los nuevos países, coloreándolos con mucha paciencia. «Hay medios que, desde el nivel superior hasta la base, pueden hacerse para todos los profesores. No son cosas caras; solo hay que poner el ingenio a funcionar», señala.

«Un profesor de Geografía, o de cualquier otra materia, nunca debe estar dictando las clases, bostezando o hablándoles a sus alumnos del calor que hace en el aula. Esta asignatura es hermosa y está vinculada a la Matemática, la Biología, la lengua materna, la Historia y otras», expone el experimentado educador.

Agrega que es importante formular preguntas problémicas para cautivar a los estudiantes, involucrarlos con juegos de participación u otras actividades similares.

«Es importante también el papel de los profesores de Computación, pues hay aspectos de la Geografía y de otras asignaturas que están digitalizados, pero los llamados tiempos de máquina en ocasiones no se emplean para reforzar conocimientos con esas herramientas digitales», apuntó.

En las márgenes del Yayabo

Libia Marín Targarona busca siempre, cuando la Feria del Libro topa con tierra espirituana, textos que «le regalen» a su pequeño Marcelo información sobre la diversidad y riqueza del planeta Tierra. Aún no ha olvidado un hecho que la ha marcado durante sus últimos diez años de vida: «Aspiré una vez a laborar en una plaza donde exigían tener un alto nivel de información. Me atreví a hacer la entrevista y las únicas preguntas que no aprobé fueron las relacionadas con la Geografía.

«Desde que pasé esa pena me dediqué a estudiar mucho sobre esa ciencia y eso se lo he inculcado a mi hijo», refiere la joven espirituana.

En múltiples escenarios del sector educacional cubano se han detectado parecidas fisuras en la enseñanza de esa asignatura, reconocida como esencial para completar el conjunto de conocimientos que ofrecen otras disciplinas como Historia y Español-Literatura.

Entre las grandes debilidades que hoy existen puertas adentro de los centros estudiantiles está la falta de actualidad de los libros de texto, de acuerdo con José Ramón Plasencia Cruz, educador con 43 años de experiencia en la enseñanza primaria.

«En el aula encuentras textos editados en 1994 o 2002. Por supuesto que sus páginas revelan a un país con características políticas, económicas y sociales totalmente diferentes al que tenemos hoy. Eso hace que prácticamente nos volvamos “locos” al planificar las clases. Para ello debo entonces auxiliarme, fundamentalmente, de los medios de prensa, y solo busco en el libro algunas láminas», añade.

El docente refiere que los metodólogos municipales ayudan con las dosificaciones e informaciones, muchas veces en soporte digital, por lo que tropiezan con otra fisura, la ausencia en las escuelas de medios para imprimirlas.

«Aprovechamos la Feria del Libro y compramos mapas, porque los de la biblioteca de nuestro centro están muy deteriorados. Incluso, el atlas que se le entrega al alumno de sexto grado no coincide con la asignatura de Geografía de Cuba, pues solo posee un mapa físico de nuestro país.

En la secundaria básica el fenómeno no dista mucho de lo anteriormente descrito, de acuerdo con Maidel Martín Alarcón, licenciada en Geografía hace 12 años.

«Aunque contamos con medios de enseñanza como mapas, cuadernos de trabajo y software, nuestros libros de texto tienen información desactualizada. Exigimos para que nuestras clases tengan calidad, a partir de la autopreparación de cada maestro, porque lo que se aprende en esta es aplicable en el resto de las asignaturas», explica.

«Cuando los estudiantes llegan al preuniversitario, la asignatura, según los programas de décimo y onceno grados, dan continuidad a los ciclos de profundización de los contenidos aprendidos con anterioridad», argumenta Belkys Suárez Paneca, metodóloga de Biología-Geografía en el nivel de secundaria básica, de la Dirección Provincial de Educación de Sancti Spíritus.

«Entre las principales debilidades está que solo se dedica en el onceno grado una unidad al estudio de Cuba, por lo que no es suficiente», considera.

El experimentado educador espirituano Carlos Gómez González, con 46 años de labor docente en la asignatura de Historia, asume que en los estudiantes, de forma general, predomina un divorcio casi total entre el conocimiento geográfico y la cultura histórica.

«Ese fenómeno parte de la práctica individual de apoyarse solamente en el conocimiento como asignatura y no como sistema integrador de una cultura que recibe un individuo desde un medio, un tiempo y una consecuencia. Nada cambiará si cada contenido se circunscribe a su disciplina, sin imbricar como sistema el resto de los contenidos de acuerdo al grado», concluyó.

Empinadas colinas

Un encuentro con metodólogos nacionales de primaria, secundaria básica y preuniversitario ayuda a desentrañar en qué situación se encuentra la enseñanza de la Geografía en el Sistema Nacional de Educación. Todos reconocen que la asignatura sufrió un abandono en los últimos años, tuvo muchos cambios e, incluso, los programas no tienen una continuidad lógica a través de los años escolares.

Para Alfonso Cok Carballo, metodólogo de Primaria, la Geografía es una asignatura cara, porque requiere de recursos costosos para que se pueda dar una buena clase. «Un mapa-mural de lona para el trabajo del profesor puede costar cientos de dólares. Además, son necesarias las esferas, los mapas individuales para los alumnos, los cuadernos de trabajo, el Atlas Escolar. Cada color que se le ponga a un texto encarece más la impresión».

Al llegar al tema de los libros de texto admite que los que se utilizan en las escuelas primarias están desactualizados, «pues el mundo ha cambiado mucho desde los 80, fecha de edición de esos tomos». Se han facilitado materiales complementarios, y ha sido un reclamo constante de los pioneros tener un atlas; pero realmente la inversión que se necesita es grande, porque es la enseñanza más masiva», argumentó.

Los metodólogos nacionales Yuniel Blanco González y Humberto Almaguer Sánchez, de secundaria básica y preuniversitario, respectivamente, refieren que esa misma situación la presentan esas enseñanzas, aunque se han ido solucionando con impresiones paliativas.

Una clase de Geografía sin mapas sería imposible. Para resolver el problema se ha comprado para todas las enseñanzas un juego de cuatro mapas murales de cartulina —que no son los mejores porque se deterioran rápido—, mediante un convenio con el Grupo Empresarial Geocuba, que son de geografía física y geografía política de Cuba, así como político y económico del mundo.

También se hicieron unas carpetas de mapas para los estudiantes, en coordinación con el Instituto Cubano de Geodesia y Cartografía, los cuales suplen la ausencia de un atlas actualizado.

Por las llanuras de la primaria

El conocimiento de la Geografía de nuestro país se inicia en las primeras edades, destaca Cok Carballo. Llega a través de la asignatura El mundo en que vivimos, en el primer ciclo de la enseñanza primaria, que entre diferentes aspectos familiariza al niño con la comunidad donde está enclavada su escuela.

«Ya en quinto y sexto grados se trabajan elementos geográficos, y el estudiante al egresar de la primaria debe tener nociones elementales de su país, de sus características económicas y físicas».

El funcionario reconoció que entre las habilidades menos desarrolladas por los estudiantes de ese nivel de enseñanza se encuentra la localización en el mapa.

Topografía de la secundaria

En las transformaciones realizadas en los últimos años, la disciplina de Geografía ha sido la más afectada, porque al estar integrada junto con Biología, Física y Química en una sola asignatura, Ciencias Naturales, para los contenidos geográficos solo quedaban unas 18 horas-clases en todo el curso. Cuatro años lectivos atrás esta realidad comenzó a revertirse y vuelven a ser asignaturas específicas.

El metodólogo Blanco González apuntó que lo anterior trajo consigo la necesidad de recuperar los programas y la bibliografía. «Hoy cada estudiante tiene un libro de texto y un cuaderno de trabajo actualizado, aunque nuestro gran problema está en la preparación de los docentes, porque si no dominan el contenido y no saben cuál es la mejor manera de enseñar la asignatura, resulta complicado que los estudiantes se apropien de esos conocimientos.

«Por ello es fundamental la preparación metodológica de al menos ocho horas semanales, y no puede faltar en ese ámbito un tiempo dedicado a la localización de espacios geográficos, así como la explicación de fenómenos y procesos.

«Hemos orientado que este trabajo se realice en forma de talleres, para que los maestros socialicen entre ellos y los de más experiencia transmitan sus conocimientos. Contamos con especialistas de la asignatura que son jubilados reincorporados; ellos pueden ayudar mucho al resto de los docentes», destacó.

En las laderas del pre

En décimo grado se estudia Geografía General, y en onceno, Geografía Regional. Durante muchos años solo se dio la asignatura en primer año de preuniversitario, pero fue un reclamo de los estudiantes en un Congreso de la FEEM, y se extendió a otro grado», precisó Almaguer Sánchez.

«Se abordan un grupo de contenidos importantes, físico, socioeconómico y geográfico del continente, y se termina con Cuba. Hay contenidos que son repetitivos, porque se dan en octavo grado; claro que se imparten más profundamente», subrayó.

Entre otros materiales que han llegado a los preuniversitarios para el estudio de la asignatura, el metodólogo destacó el diccionario de términos geográficos y una colección de software para décimo grado, así como también la recuperación paulatina en los institutos preuniversitarios vocacionales de ciencias exactas, de aulas especializadas para impartir la asignatura.

El mejor paisaje

Se abre paso el optimismo cuando estos tres amantes de la Geografía hablan del proceso de perfeccionamiento del Sistema Nacional de Enseñanza que comenzará su prueba piloto nacional en el venidero curso escolar. Para ellos la solución se propiciará con los cambios que, estudiados minuciosamente —ellos también hicieron sus propuestas—, aportarán actualización, relación adecuada entre las materias impartidas en cada grado, así como libros y otros materiales para el apoyo de las clases.

En la primaria, comienza el estudio de la asignatura Geografía en quinto grado y se profundiza en sexto. En secundaria básica se abordarán temas actuales como el cambio climático, mientras en el preuniversitario se propone incluso la participación de los estudiantes en el aporte de soluciones medioambientales para la comunidad, entre otros muchos elementos que devolverán a la Geografía su lugar en el currículo escolar.

Libros de texto y atlas actualizados forman parte también del necesario perfeccionamiento, así como novedosos métodos evaluativos, que convocan a la investigación, la participación activa del estudiante y la motivación por investigar.

En el caso de la primaria, en que los maestros no son especialistas en asignaturas —argumentó Cok Carballo— se mantienen las clases televisadas como un buen recurso para que todos los estudiantes puedan disfrutar de la explicación argumentada y la visualización de lugares geográficamente interesantes.

Las nuevas tecnologías, mediante software y otros materiales que proporciona la empresa Cinesoft, son también instrumentos imprescindibles para la asignatura.

Almaguer Sánchez puntualiza que en el preuniversitario, donde el alumno se prepara para matricular en estudios superiores, las conferencias, clases prácticas y talleres son imprescindibles, y se proponen como metodología para impartir varias asignaturas, entre estas la Geografía.

Los metodólogos resaltaron que para el Perfeccionamiento han recibido el apoyo de diversos organismos cubanos, que tienen en su labor aspectos vinculados a la Geografía, lo cual ha sido muy importante para la actualización de los programas y textos.

También insistieron en la importancia de desarrollar experiencias prácticas como excursiones y el dibujo de croquis, lo cual es muy particular de la asignatura, así como el uso adecuado de los medios audiovisuales, fundamentales para que el estudiante pueda aprender adecuadamente. Estos recursos estarán muy presentes en los nuevos métodos de enseñanza que se proponen.

No es igual imaginar que ver un accidente geográfico, apunta Blanco González, y reitera que solo con una buena preparación del maestro esto será posible.

También refieren que se ha tenido mucho cuidado con la línea metodológica de la asignatura desde la primaria, pasando por la secundaria básica y hasta el preuniversitario, partiendo de lo básico para ir complejizándolo sin repeticiones innecesarias ni excesos que compliquen demasiado los saberes.

La Geografía es parte de nuestra identidad nacional, por eso el rescate de su correcta enseñanza tiene una connotación fundamental si queremos que nuestros jóvenes alcancen esa cultura general a la cual se aspira.

Osos en todas las latitudes

Una de las más novedosas propuestas de la Empresa de Medios Audiovisuales del Ministerio de Educación, Cinesoft, para la asignatura de Geografía, es una visita virtual a la muestra United Buddy Bears, conformada por más de 120 esculturas de osos que representan a diferentes países, y que estuvo expuesta en 2015 en la Plaza de San Francisco, en La Habana Vieja.

El estudiante puede «pinchar» un oso y obtendrá una amplia información sobre el país que representa.

Cinco curiosidades sobre la geografía cubana

1. Los puntos extremos de Cuba son: al norte, la Punta del Francés, en la Península de Hicacos; al sur, la Punta del Inglés, en Cabo Cruz; al este, la Punta de Maisí, y al oeste, el Cabo de San Antonio.

2. La mayor profundidad del Mar Caribe está al sur de Cuba y se trata de la Fosa de Bartlett, ubicada entre el archipiélago cubano y Jamaica.

3. El mayor río del país es el Cauto, con 343 kilómetros de longitud. Sus más de cien kilómetros navegables constituyen la mayor vía fluvial de las Antillas. Sin embargo, no es el mayor río porque lo superan otros en la región.

4. El Pico Turquino es la elevación de mayor altura en Cuba, pero dista mucho de las cimas más elevadas de las Antillas. Sus 1 974 metros no pueden competir con los 3 087 del Pico Duarte, en República Dominicana, o con otras alturas de Haití y Jamaica.

5. La isla de Cuba ocupa la mitad de las Antillas, pues su superficie es una cifra similar al resto de las Antillas sumadas.

Fuente: http://www.juventudrebelde.cu/cuba/2017-04-22/el-patico-feo-de-la-escuela-cubana/

Imagen: http://www.juventudrebelde.cu/file/img/fotografia/2017/04/67190-fotografia-m.jpg

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