Lo que todos deberíamos saber y aplicar sobre la teoría general de sistemas

Por: Néstor del Prado

Suele repetirse con alta frecuencia que se debe hacer un enfoque o análisis en sistema; que debemos tener un pensamiento sistémico para resaltar que si dejamos de tener en cuenta una parte del todo indivisible o indesintegrable, el resultado no será ni confiable ni correcto.

Existen sistemas producto de la naturaleza, y otros de la creación humana.   Sistemas determinísticos: interactúan en forma predecible. Sistemas probabilísticos: presentan incertidumbre. También se habla de sistemas físicos o concretos y sistemas abstractos.

Lamentablemente muchas veces se repite algo inconscientemente, como una consigna o una frase hecha, que por lo general anulan su fuerza cognitiva. Intentaremos escribir de manera que todos podamos entender, compartir y sobre todo tratar de aplicar en los diversos ámbitos de la vida.

Conceptualización

Esta teoría surgió con los trabajos del biólogo alemán Ludwing Von Bertalonffy, publicados entre 1950 y 1968.

Un sistema es un conjunto de elementos o procesos que interactúan dinámicamente entre sí, que están sometidos a influencias externas si son abiertos; que se organizan en función de un objetivo.

Entre las propiedades de un sistema podemos citar los siguientes

  • El comportamiento de cada elemento del sistema o del entorno tiene efecto sobre el sistema tomado como un todo
  • Cada elemento depende al menos de otro elemento del conjunto
  • Cada posible subsistema tiene un efecto dependiente sobre el todo, y existe una interdependencia entre estos.

El sistema no es una simple suma de sus partes, aunque sea posible separarlo estructuralmente con fines metodológicos.

Los sistemas son entidades dinámicas y sus principios son: interconectividad, complementariedad, incertidumbre y transformación.

El tema de la dinámica de los sistemas ha generado toda una teoría no acabada y yo diría que inacabable.

Entre las leyes de la dinámica de los sistemas podemos citar las siguientes

  • Si se divide el sistema pierde dinámica
  • Mientras más se presione el sistema, más presionará este en sentido inverso
  • Cuando presionamos un sistema, mejora para después empeorar
  • Existe una demora entre la decisión y el resultado
  • Todo sistema tiene al menos un límite de crecimiento
  • Si eliminamos el límite más potente, el sistema ganará dinamismo en forma significativa

Hay sistemas más complejos que otros, pero no pretendo inmiscuirme en este artículo en la importante teoría de la complejidad. Esto es harina de otro costal, incluso existe una cátedra sobre la complejidad integrada por importantes estudiosos de sus diferentes dimensiones.

Incorrectamente la teoría de los sistemas es también frecuentemente identificada con la cibernética y la teoría del control.

Su importancia universal

Todo en la vida está conectado sistémicamente, desde los procesos primarios de la vida hasta los más desarrollados en la vida natural y social. En algunos casos esa realidad sistémica es fruto de la naturaleza, y otros de la creación humana. En la mayoría de los casos ambos ámbitos se interconectan.

Desconocer la teoría de los sistemas nos lleva frecuentemente a cometer violaciones de sus leyes y principios, y entonces nos preguntarnos: ¿por qué no sucedió lo que esperábamos, o por qué no obtuvimos el resultado previsto?

Una Organización empresarial es un sistema socio-técnico incluido en otro más amplio que es la sociedad con la que interactúa influyéndose mutuamente, en que están presentes artefactos, normas jurídicas y comportamientos humanos.

Violaciones comunes

Es muy común que ante la presencia de un sistema fruto de la creación humana, se produzcan violaciones, bien por desconocimiento de la teoría de sistema o por la imposibilidad de satisfacer sus requisitos, y suponer que el daño no será significativo.

Existen sistemas muy bien diseñados pero lo irrespetamos a la hora de gestionarlos, de modificar algunas de sus partes componentes.

En mi experiencia profesional considero que abunda más el irrespeto al concepto del sistema que la existencia de sistemas chapuceros o mal concebidos o diseñados.

Comentemos algunos ejemplos de la vida cotidiana, tanto del ámbito laboral como familiar.

Eliminar o degradar una parte pretendiendo que no existan cambios significativos.

Por la teoría más aceptada, y la adaptación en nuestro país, el sistema de gestión de capital humano está compuesto por 9 subsistemas o módulos: 1 competencias laborales, 2 organización del trabajo, 3 selección e integración, 4 capacitación y desarrollo, 5 seguridad y salud del trabajo, 6 evaluación del desempeño, 7 estimulación moral y material, 8 comunicación institucional y 9 autocontrol.

Resulta grave y lamentablemente frecuente, que el subsistema de organización del trabajo no se realice con el debido rigor, que no esté actualizado o que se haya copiado de otra organización con características similares. También se maltrata el subsistema de las competencias laborales. En el caso de la evaluación del desempeño suele ocurrir, entre otros males, que se produce una especie de paternalismo para no afectar al trabajador. Finalmente, aunque en los últimos años se ha trabajado con más consistencia tenemos el subsistema de la estimulación moral y material. La estimulación moral está necesitada de una importante reingeniería, para lograr la efectividad requerida; y la material, que ha de ser principalmente por el pago por la cantidad y calidad del trabajo, debe tener la virtud de la sostenibilidad individual, de la organización empleadora y de la sociedad en su conjunto.

Afirmar que hacemos algo para evitar las afectaciones de una parte cuando inevitablemente afectará al todo

Es muy común poner en práctica una medida operacional para proteger una parte de los resultados percibidos y entonces, como dice una colega mía, el chichón sale por otra parte, con menor o mayor significación, pero inexorablemente sale. Voy a poner un ejemplo práctico y actual. Motivado por los problemas financieros ya explicados públicamente, se ha tenido que hacer una reducción en el consumo de energía eléctrica en las organizaciones económicas, para entre otros objetivos minimizar las afectaciones al consumo residencial. Efectivamente esta decisión posibilitó que en los meses de vacaciones, con Olimpiadas por medio, se minimizaran los molestos apagones. Aunque no sea estadísticamente relevante doy testimonio que en mi barrio, en el reparto Antonio Maceo del Cerro, los apagones fueron pocos y cortos. Pero como el sistema de los servicios a la ciudadanía tiene varias partes, reducir el consumo de electricidad a las organizaciones proveedoras de productos y servicios, también afectan a los ciudadanos por razones obvias. Aquí habría que aplicar el saber popular de que “del mal, el menor”. Pienso que la mayoría prefiere mitigar los apagones, aunque sean programados, que la disminución de la oferta en cantidad y calidad, dentro de ciertos límites. El error sería no tener en cuenta que la disminución de la cuota de electricidad también afectará de manera más o menos directa a toda la ciudadanía.

En el mismo terreno de la utilización racional de la energía es importante que las indicaciones que se den o las iniciativas que se generen tengan enfoque sistémico. Podríamos estar ahorrando centavos y gastando miles de pesos. Podríamos estar desconociendo el principio de los pocos vitales y los muchos triviales, también conocido como el 20×80 o diagrama de Pareto.

La teoría de sistema tiene suficiente contenido para impartir un diplomado, e incluso para defender una maestría, especialidad o doctorado, pero nuestro propósito es que mi artículo pueda ser interpretado por todos, sin hacer concesiones al rigor científico.

Para ser consecuente con una de las razones principales del sitio en el que escribo, hago las siguientes preguntas, para motivar el debate culto y la cultura del debate.

Preguntas motivadoras

  1. ¿Todas las partes de un sistema influyen en la misma medida?
  2. ¿Son predictibles y cuantificables los cambios del sistema al realizar modificaciones en sus partes?
  3. ¿Quiénes son los profesionales que se encargan del estudio y la aplicación de la teoría de sistemas?
  4. ¿Qué ejemplo usted podría citar en que se ponga en evidencia la violación a la teoría de sistemas y sus consecuencias?

Fuente: http://www.cubadebate.cu/opinion/2016/10/14/lo-que-todos-deberiamos-saber-y-aplicar-sobre-la-teoria-general-de-sistemas/#.WB5i2BJGT_t

 

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En educación, un país con aplazos

Por: Ricardo Roa

Una sociedad que no se interesa por la calidad de su educación no tiene porvenir. Le espera más pobreza, más desigualdad, más inseguridad. Nuestra educación pública está en crisis. O peor todavía: muchos de los que deberían trabajar para revertir la crisis tienen una mirada estrábica.

Sin embargo, algo puede que comience a cambiar. El Gobierno intenta extender la escolaridad preescolar, lo que está muy bien aunque aún no hayan dicho nada sobre el modelo pedagógico. Tampoco debiera olvidar el atraso gigante que hay con la doble escolaridad. Y en Buenos Aires comenzarán a tomarse en serio las evaluaciones y los alumnos podrán ser reprobados: la demagogia pedagógica es un infantilismo que sólo conduce al fracaso.

A la medida del activismo estudiantil, el populismo kirchnerista sancionó un derecho irrestricto a la universidad que acaba de ser suspendido por la Justicia. El proyecto dormía en el Senado y de un día para otro lo despertaron para impulsar la campaña de Scioli. Puro oportunismo.

Nada define mejor a esa ley que sus fundamentos. Allí hay elogios al por mayor al sistema en Venezuela y en Cuba y sesudas interpretaciones sobre los peligros que corren nuestras universidades por la ideología neoliberal.

La ley fue impugnada por una universidad en manos peronistas, La Matanza, porque afecta su autonomía y porque no tiene recursos para atender a una masa de estudiantes que carecen de un nivel mínimo para emprender una carrera de grado.

¿Qué país en el mundo y con nuestro nivel de pobreza permite que el acceso a la universidad sea libre y gratuito? El fracaso de esta estrategia lo paga toda la sociedad. Y el costo es altísimo. No hay estímulos para el estudio y da lo mismo aprobar que no aprobar.

El ingreso es una discusión ochentista. Hoy el problema no es el ingreso. El problema es el egreso: sólo uno de cada 100 que empieza la primaria termina la universidad. Y los pobres cuyos hijos no llegan a la universidad deben pagar igual los impuestos para sostener instituciones de una calidad dudosa.

Progresistas en el discurso y conservadores en la práctica, los gremios docentes son incapaces de aceptar evaluaciones y de trabajar en base a ellas para mejorar los resultados. Lo único que dice esta resistencia es que temen cualquier cambio. Nada que hacer por ahí.

Si seguimos aplicando las mismas fórmulas no vamos a tener un resultado diferente. Esos parches improvisados han dejado escuelas empobrecidas y universidades decadentes, con tasas de egresados que son las más bajas de América latina.

Fuente: http://www.clarin.com/opinion/educacion-pais-aplazos_0_1576042393.html

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Debtors’ Prison for Kids — Poor Children Incarcerated When Families Can’t Pay Juvenile Court Fees

Por: Nika Knight

First-of-its-kind report finds children are being imprisoned nationwide when families can’t pay fines levied by juvenile justice system.

Many states are incarcerating poor children whose families can’t afford to pay juvenile court fees and fines, a report published Wednesday finds, which amounts to punishing children for their families’ poverty—and that may be unconstitutional.

Although the growing practice of incarcerating adults who are unable to pay municipal and court fees and fines has been documented for several years, as Common Dreams has noted, the latest report from the Juvenile Law Center is the first in-depth examination of the practice within the juvenile justice system.

The report, “Debtor’s Prison for Kids? The High Cost of Fines and Fees in the Juvenile Justice System” (pdf), documents the results of a survey of 183 people involved in the juvenile justice system—including lawyers, family members, and adults who had been incarcerated as children in the juvenile justice system—in 41 states.

The authors discovered that in most states there is a pile-up of fees and fines imposed on children and their families once a child enters the juvenile justice system, and that “[m]any statutes establish that youth can be incarcerated or otherwise face a loss of liberty when they fail to pay.”

There are myriad ways in which juvenile court systems levy fines on children’s families, the report authors found, and then imprison those children when their families are too poor to pay the mounting costs:

  • Many states impose a monthly fee on families whose children are sentenced to probation. When a family can’t pay the monthly fee, that counts as a probation violation, and the child is in most cases incarcerated in a juvenile detention facility.
  • If children are sentenced to a “diversion program,” or a community-based program meant to keep them out of detention and help them reintegrate into their communities, the families must pay the costs of such a program. When poor children are unable to pay, they are simply incarcerated instead.
  • Families in most states must pay for their children’s court-ordered evaluations and tests (such as mental health evaluations, STD tests, and drug and alcohol assessments). Failure to obtain certain evaluations may result in a failure to be granted bond by the court, which means the child would remain in juvenile detention. Or if the tests are performed and the family subsequently can’t pay for them, that counts as a probation violation and the child is re-sentenced, which can mean being incarcerated.
  • Some sentences involve a simple fine, such as truancy, and failure to pay results in the child’s imprisonment. “Even when fines are not mandated by statute, they may be treated as mandatory in practice,” the report authers note, describing one impoverished child’s experience with a $500 truancy fine in Arkansas:

One individual who had been in the juvenile justice system there reported that he spent three months in a locked facility at age 13 because he couldn’t afford the truancy fine. He appeared in court without a lawyer or a parent and was never asked about his capacity to pay or given the option of paying a reduced amount. He assumed he had to either pay the full fine or spend time in jail. He explained, “my mind was set to where I was just like forget it, I might as well just go ahead and do the time because I ain’t got no money and I know the [financial] situation my mom is in. I ain’t got no money so I might as well just go and sit it out.”

  • “Almost all states charge parents for the care and support of youth involved with the juvenile justice system,” the report adds. Those include fees for room and board, clothing, and mental and physical healthcare, among many other charges, and “[i]nability to pay […] can result in youth being deprived of treatment, held in violation of probation, or even facing extended periods of incarceration.” (Juvenile prisons also charge their own, often higher, prices for children’s prescription medications, the report says, which frequently results in high charges that poor families cannot afford to pay and interrupts necessary healthcare for their children.)
  • In all 50 states, a statute exists which deems that if a child and their family can’t afford restitution charges—that is, payment to the victim(s) of the child’s crime, which is a popular sentence in juvenile court—the child is incarcerated.

In addition, juvenile detention facilities are often unsafe and inhumane, as CommonDreams has reported.

And the fines imposed by juvenile court are “highly burdensome,” according to the Juvenile Law Center report. The average cost of juvenile system involvement is $2,000 per case in Alameda County, California, for example, and “[f]or young people incarcerated for extended periods of time, the costs can be significantly higher.”

The debt divides families already struggling with the ramifications of poverty, the report notes.

“The debt in effect creates a rift between parents and their children,” one survey respondent said, recalling that “I… spoke to a family where a grandmother had taken custody of her grandson but when facing these insurmountable fees, she was told (by a county employee) that the only way she could avoid paying was to hand over custody. Given her limited income, she has seriously considered giving up custody of her grandson, which would make him a ward of the state…”

In some cases, parents can even face imprisonment themselves if they fail to pay their children’s juvenile court system fees. “In a number of states, parents, like youth, may be found in contempt, either civil or criminal, for failure to pay,” the report says.

“Parents may also face increased financial liability through collection fees and interest accruing on payments, as well as civil judgments for failure to pay,” the report authors add. “When parents face incarceration or mounting debt for failure to pay, they have even fewer resources to devote to educating, helping, and supporting their children.”

The authors of the report also observe that incarcerating children for their families’ inability to pay fees may be unconstitutional:

[I]t is worth noting that the United States Supreme Court has made clear that an individual may not be incarcerated for nonpayment if the court does not first conduct an indigence determination and establish that the failure to pay was willful. The Supreme Court has also held that courts must consider “alternative measures of punishment other than imprisonment” for indigent defendants. Nonetheless, some states require neither willfulness nor capacity to pay in statute, and only a few explicitly limit or prohibit incarceration for failure to pay. Additionally, the Supreme Court has held that “courts must provide meaningful notice and, in appropriate cases, counsel, when enforcing fines and fees.” This right is even more important for children, who lack both the developmental capacity and the legal knowledge to represent themselves.

“Moreover,” the report continues, “while further research is needed, existing studies suggest that court costs, fees, and fines have limited, if any, fiscal benefit to states and counties, given the difficulty in collecting from families in poverty and the high administrative costs in trying to do so.”

The Juvenile Law Center details the varying policies on juvenile court system fees state-by-state on a new website, and also highlights the few counties and states who are attempting to rectify the problem.

“Ultimately, state and local policymakers should establish more sustainable and effective models for funding court systems rather than imposing costs on youth and families who simply can’t afford to pay,” the Juvenile Law Center says.

First published in CommonDreamsThis work is licensed under a Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 License.

Fuente: https://voxpopulisphere.com/2016/09/05/nika-knight-debtors-prison-for-kids-poor-children-incarcerated-when-families-cant-pay-juvenile-court-fees/comment-page-1/

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