Entrevista a Alba Díaz: “Las redes sociales y la continua sobreexposición banalizan en cierto modo la carga emocional, íntima e intransferible de cada fotografía”

Por Angelo Nero

Alba Díaz, viguesa afincada en Lugo, es maestra de inglés en la enseñanza pública de profesión y fotógrafa de vocación. Sus retratos se antojan radiografías de las almas de gente comprometida con su país y con su cultura, como pude comprobar cuando la descubrí, a partir de su Making of de “Acorda”, el documental que bajo la dirección artística de Uxía Senlle y Marina Carracedo, nos ofrece una cartografía musical de la Memoria Antifascista.

Queremos comenzar por aquí, por ese precioso trabajo de documentación del rodaje de “Acorda”, en el que junto al equipo del film dirigido por Lucas Terceiro, recogistes muchos de los escenarios del terror fascista en la provincia de Pontevedra, y conociste a testimonios de esa represión, como los de Telmo Comesaña o Queta Molas, y a artistas que pusieron música a nuestra Memoria.

¿Cómo fue esa experiencia de participar en este proyecto, promovido por el departamento de Memoria Histórica de la Diputación, que, además del documental fue completado con una exposición de tus fotos en el Archivo Provincial de Pontevedra?

Fue una experiencia enormemente enriquecedora e interesante, por la naturaleza de la misma, relacionada con una parte fundamental de nuestra memoria colectiva y, por otro lado, supuso la oportunidad de trabajar con grandes artistas y bajo la dirección de Uxía –amiga y persona de referencia a muchos niveles- y Marina Carracedo. Supuso también un importante ejercicio de concentración en cada uno de los emplazamientos elegidos para el rodaje. En definitiva, un gran orgullo, pero también cierta responsabilidad. En cuanto a la exposición en el Archivo Provincial de Pontevedra, estoy agradecida al Departamento de Memoria Histórica de la Diputación por su confianza en mi trabajo y la oportunidad de que este pueda ser visibilizado y disfrutado por la ciudadanía.

Making of Acorda. Foto: Alba Díaz

En 2019 participas y comisarías la exposición Ha(v)belas, en el Vello Cárcere de Lugo, donde, con otras seis mujeres, ofrecíais, desde un marco multidisciplinar, una mirada femenina a ese mundo de nuestra cultura donde, todavía hoy, parece estar dominada por un patriarcado académico. ¿Cuál era la intención de esta muestra, y qué recorrido tuvo?

Nuestra idea en cuánto a Ha(v)belas era precisamente esa: visibilizar el trabajo artístico de mujeres compañeras que, con frecuencia, son relegadas a un segundo plano. Queríamos ocupar espacios y recibimos el apoyo en ese momento de la Concellalía de Cultura del Concello de Lugo a través de Carmen Basadre, que apostó por nuestra idea. El comisariado de la exposición lo compartí con Ana Díaz Anusca y en ella participaron también, además de nosotras dos, Bego Pérez, Camino Casabella, Isabel Somoza, María Mata y Susana Vilanova, junto a Sabela Díaz, diseñadora de las artes de la exposición y la cantante Ruth León, que clausuró la misma con un excelente concierto.

Este pasado 2020, traes una muestra muy original “Miradas en la ducha”, a un lugar también muy especial, el IES Santiago Basanta Silva, en Vilalba. ¿Cómo surgió la idea de ese proyecto tan íntimo, y cómo se desarrolló el trabajo, imagino que había un alto grado de complicidad con las mujeres que se prestaron a colaborar contigo?

La posibilidad de exponer estas fotografías allí surgió por idea de dos profesoras de este centro, Verónica Santiso y Sabela Figueira, dos mujeres con una gran sensibilidad que me dieron todo tipo de facilidades para llevar adelante la exposición. Además, hacen unas actividades maravillosas con el alumnado y cuentan con una enorme implicación en su trabajo que trasciende lo exclusivamente académico.

Serie Mulleres na ducha: Rosalia. Foto: Alba Díaz

El desarrollo de este trabajo, efectivamente, tuvo lugar con una gran complicidad, pues las protagonistas son, o bien mujeres de familia (mi madre y hermanas) o bien buenas amigas. Concebí la ducha como un lugar donde despojarse de las máscaras y las preocupaciones que arrastramos en el día a día, un lugar de luz y tranquilidad. A partir de ahí, procuré buscar un diálogo íntimo con cada una de ellas que de algún modo se plasmase finalmente a modo de confesión fotográfica.

Paralelamente, expusiste en la galería Vieiros de Lugo, “María Violencia”, una muestra con la que intentas visibilizar el sistema de dominación sobre el que, como tienes afirmado en alguna entrevista anterior, se asienta el resto de dominación y violencias. ¿Qué sigue fallando en esta sociedad, donde parece que la violencia sobre las mujeres se haya normalizado? ¿Esta muestra es una nueva llamada de atención para sensibilizarnos ante esa violencia cotidiana que todas las semanas pone una nueva víctima sobre la mesa?

Lo que falla básicamente es que estamos presas de un sistema patriarcal, donde todos los ámbitos de decisión que podrían hacer cambiar las cosas de manera efectiva están copados en su mayoría por hombres. Los ejemplos más claros son la política y, especialmente, la justicia. Sólo así se entiende la perpetuación de esta problemática o sentencias tan polémicas e injustas que ponen de manifiesto un absoluto desconocimiento de nuestra realidad, nuestro sufrimiento y el sesgo machista que sigue presidiendo nuestra vida en sociedad. Además, es el caldo de cultivo ideal para el resurgimiento desvergonzado de ciertas ideologías –fascistas, retrógradas y profundamente machistas- que encuentran justificación y acomodo ya no sólo en estos ámbitos sino también en los medios de comunicación, que también tienen una responsabilidad importante.

Es una llamada de atención a esta situación,  que en ningún caso una sociedad que no esté profundamente enferma puede normalizar –como hasta cierto punto está ocurriendo- el maltrato, la violencia y el terrorismo machista.

Serie María Violencia. Foto: Alba Díaz

En esta muestra de “María Violencia” haces una interpretación de esa realidad tan dura, le quitas el color, desenfocas el rostro, para reflejar el drama en el que están atrapadas muchas mujeres, una realidad en blanco y negro, difuminada, como en una pesadilla, ¿Qué importancia tiene el modo de tratar una imagen para que nos hable del drama que esconde detrás?

Si las fotografías te sugirieron la palabra pesadilla, debo pensar que acerté en el modo de concebirla. Efectivamente, una mujer que se encuentra en una situación de maltrato y sufriendo la violencia machista, es alguien que probablemente vive una realidad distorsionada, por el sufrimiento, el padecimiento y el acoso. Y en cierto modo, también su propia persona se difumina y se borra. Ese era el sentido con el que quise trabajar en esta muestra y agradezco también la confianza de Alfredo Bongianni, fotógrafo y director de la Galería Vieiros, que confió en mí para esto.

En este mundo digital, en el que tenemos una sobreexposición de imágenes sobre víctimas de guerras, migrantes hacinados en campos o jugándose la vida en el mar, ¿no corremos el riesgo de inmunizarnos ante el sufrimiento de esos nadies de los que hablaba Galeano?

Vivimos rodeados de imágenes a todas horas. Las redes sociales y la continua sobreexposición banalizan en cierto modo la carga emocional, íntima e intransferible de cada fotografía. Lo digital transforma el relato fotográfico en simple información y de algún modo anula lo transcendente y substantivo de la imagen, su carga de profundidad. En lo digital se anula también el paso del tiempo –lo digital no sufre- y dimensiones como lo lejano o lo próximo se ven también anuladas. Al tiempo, las redes alimentan el ego, que se consume y acaba en uno mismo, donde los problemas ajenos ocupan cada vez menos lugar. Todo esto implica una pérdida evidente del grado de conciencia sobre los problemas tan serios que a esta hora sufren muchas personas en distintas partes del planeta. Afortunadamente, sabemos que también hay mucha gente concienciada y aún existen modos válidos y acertados de para llegar a la gente. Creo que Acorda o estas fotografías son muestra de ello: se puede buscar lo estético y lo bello al tiempo que se busca la justicia y se denuncian los problemas que nos afectan como sociedad.

Trabajaste junto al actor y poeta Lois Pérez en un libro sobre una viaje que hicisteis a los EEUU para asistir a un concierto de los Rolling Stones en Philadelphia, en la que, probablemente sea su última gira, No Filter Tour, 57 años después de la fundación del mítico grupo de rock. Cuéntanos como fue esta experiencia, y cuándo podremos tener el libro en nuestras manos.       

Parece que haya pasado ya más tiempo… Pero fue una experiencia memorable, porque tuvimos la oportunidad de ver algo irrepetible –Charlie Watts ya no está- y aunar algunas de nuestras pasiones: el rock, viajar, la fotografía y la poesía. Los viajes a Estados Unidos están llenos de contradicciones y paradojas, pero también de oportunidades.

El libro, que aparecerá en la primavera de 2022, se titulará Lugo Philadelphia Dous peles roxas no corazón de Babilonia y será publicado por Edicións Xerais. Tenemos cierta ilusión de que sea del agrado del público.

Foto: Alba Díaz

En cualquier materia artística, es inevitable hablar de las influencias. ¿Cuáles son las tuyas, los y las maestras de la fotografía que te han influido en tu manera de retratar el mundo o los mundos que se ponen delante de tu cámara?

Me gusta Cristina García Rodero, Isabel Muñoz. También Tina Modotti, Vivian Maier, Baldomero Pestana, García Álix, Cartier Bresson, Diane Arbus… Pero una cosa es que sean artistas de enorme agrado y otra que se puedan manifestar directamente en mi fotografía, que pudiese sonar algo pretencioso. En todo caso, su trabajo me fascina, cada una por cosas diferentes: el trabajo artesanal de Isabel Muñoz, el espíritu aventurero de García Rodero; la naturalidad de Baldo, la percepción de Maier…

Por último, ¿en qué nuevos proyectos estás trabajando? 

He trabajado últimamente en algunas cuestiones relacionadas con la música y continúo explorando posibilidades que, tal vez en el futuro, puedan nutrir nuevos proyectos.

Serie A Resistencia: A gravadora Isabel Somoza. Foto: Alba DíazFuente de la información e imagen: https://nuevarevolucion.es
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Estudio: Los sanitarios tienen un riesgo 7 veces mayor de padecer covid-19 más grave

Las personas que trabajan de cara al público, como en supermercados y en los medios de transporte, tienen el doble de probabilidades.

El personal sanitario tiene 7 veces más probabilidades de tener una infección grave por covid-19 que cualquier persona con otro tipo de trabajo ‘no esencial’. Los datos que se publican en la revista « Occupational & Environmental Medicine» confirman el riesgo de sobreexposición al virus de los profesionales sanitarios y el hecho de que trabajar en un centro de salud u hospital es un factor de riesgo añadido frente al virus.

El trabajo muestra además que las personas que trabajan de cara al público, como en supermercados y en los medios de transporte, tienen el doble de probabilidades.

Los resultados enfatizan la necesidad de garantizar que los trabajadores esenciales estén adecuadamente protegidos contra la infección, aseguran los investigadores.

Son pocos los estudios han analizado las diferencias en el riesgo de desarrollar una infección grave por covid-19 entre diferentes grupos de trabajadores.

Los hallazgos refuerzan la necesidad de contar con los medios de protección adecuadas ara ejercer su ocupación

Aunque se sabe que quienes trabajan en entornos médicos corren un mayor riesgo, no está claro cuáles podrían ser los riesgos para quienes trabajan en otros sectores.

Los investigadores compararon el riesgo de desarrollar una infección grave por covid-19 en trabajadores esenciales y no esenciales.

La infección grave se definió como un resultado positivo de SARS-CoV-2 o la muerte atribuible al virus.

El estudio incluyó a 120.075 empleados de entre 49 y 64 años. De estos, 35.127 (29%) fueron clasificados como trabajadores esenciales: salud (9%); atención social y educación (11%), y otros, en los que se incluían policía y los que trabajan en el transporte y tiendas de alimentos.

Cuando se compararon los grupos, los investigadores vieron que, en comparación con los trabajadores no esenciales, los profesionales sanitarios tenían más de 7 veces más probabilidades de tener una infección grave. Y los que trabajaban en la asistencia social y la educación tenían un 84% de probabilidades de hacerlo; mientras que los demás trabajadores esenciales tenían un 60% más de riesgo de desarrollar covid-19 grave.

Aunque se trata de un estudio observacional y, por lo tanto, no puede establecer la causa, los autores concluyen que sus hallazgos refuerzan la necesidad de contar con los medios de protección adecuadas ara ejercer su ocupación.

Fuente: https://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-sanitarios-tienen-riesgo-7-veces-mayor-padecer-covid-19-mas-grave-202012101734_noticia.html?ref=https:%2F%2Fwww.google.com%2F

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La comunicación que vivimos

Por: Daliri Oropeza

Lo que vivimos en términos de comunicación política va más allá de enumerar cuántos artículos y columnas de opinión están a favor o en contra de un presidente. La polarización que atravesamos es resultado de distintos factores.

La polarización que vivimos en el espacio público tiene diversos factores. Es más compleja que sólo los dichos de un presidente que enumera los artículos de opinión en los periódicos nacionales, a los que catalogó en tres rubros: a su favor, neutrales y en contra de su “proyecto de transformación”. Utilizó como ejemplo a 7 diarios.

Esta es una primera aproximación a un análisis del fenómeno de comunicación que vivimos:

1.- Informar desde el poder

Hay un notorio cambio en lo que publican los medios nacionales a partir de la transición de gobiernos en diciembre del 2018. El sexenio pasado todas las primeras planas parecían dictadas por la misma persona, con la misma foto, del mismo evento irrelevante de Enrique Peña Nieto.

Ahora hay diversidad de temas en las portadas; agendas que exponen un abanico de intereses de grupos de poderes políticos y económicos.

El modo de informar en una conferencia matutina diaria diversifica los temas que involucran al presidente, con diferentes ángulos que abordan los periodistas. Además de la apertura del discurso del gobierno, hay una cierta manera de dar paso a medios independientes digitales y, también a youtubers. Una apertura a la fuente (como se dice en el argot periodístico) de presidencia nunca antes reporteada de esta manera.

Varios grupos de poder apuestan al periódico Reforma como su medio de comunicación. ¿Cuándo este periódico se fijaría o publicaría en su portada a un defensor del territorio, un familiar de víctimas o una feminista gaseada? Para acusar AMLO, lo hacen frecuentemente. ¿Cuándo antes se iba a ver una agenda de portadas nacionales plural? No durante el priismo y el panismo.

El presidente y su equipo de comunicación se quieren colgar la medalla de la “libertad de expresión y la democracia”. Le apostaron a querer orientar la opinión pública desde la mañanera con la sobre exposición del presidente en medios digitales en combinación con las redes sociodigitales (tema del apartado 2). Demeritaron lo que pasaba en los periódicos. Les recortaron la publicidad al mínimo. Se reunieron con los dueños y editores de cada uno. Y se dieron cuenta que no podían hacer caso omiso de esas publicaciones.

Las matrices de análisis y opinión se exponen desde los periódicos impresos. Eso no cambia en los hábitos de consumo de información. Y como tal, los poderes detrás de los grandes cabezales se han vuelto más que evidentes. Se asoman grandes intereses de poderosos políticos o cúpulas empresariales (tema que abordo en el apartado 3).

El gobierno se dio cuenta que tiene dificultades para dictar la agenda sólo desde la conferencia matutina. No puede contener a la prensa escrita. Y sin embargo, el espacio está abierto para que youtubers, periodistas o personajes le hagan preguntas al presidente. (O con distintos funcionarios de la administración en una serie de conferencias vespertinas que dan sobre programas sociales, economía y salud)

2- Sobreexposición

Hoy vivimos en la era de la sobreexposición a la información.

Es más que una era de la información, o de la desinformación o de la posverdad. Vivimos todo el tiempo expuestos a la comunicación por medios digitales. Todo el tiempo. Medios digitales que no son neutros. Repito. No hay neutralidad en las redes sociodigitales y están direccionadas a los algoritmos e intereses económicos de los empresarios creadores y asociados (corporaciones o gobiernos).

(Para comprender esto recomiendo ver el documental ‘El dilema de las redes sociales).

Esta sobreexposición sumergió a las personas. No se dieron cuenta. Esto generó el analfabetismo mediático informacional. Las personas son incapaces de distinguir si lo que ven es verdad, si es mentira, qué postura ética tiene la información que consumen. No pueden tener una visión crítica o una distancia de lo que ven y cómo lo vuelven parte de su vida. Así ves activistas de izquierda compartiendo al periódico de la extrema derecha. Así ves a la derecha hablando de temas de los que nunca antes quiso hablar.

Y sin embargo nunca antes nos habíamos podido comunicarnos así.

Y tampoco habíamos tenido la posibilidad de enterarnos de tantas fuentes sobre un mismo hecho. Las personas consumen por igual contenidos generados por las grandes firmas mediáticas, por periodistas de medios de comunicación masiva y de medios independientes y youtubers. En esa ola del maremoto, pocos reconocen a la persona detrás del anzuelo.

Poco habló el presidente de la sustancia de los artículos de opinión para exponer la numeralia en su favor, en su contra o neutral. Igual las críticas más inteligentes en contra de su gobierno han salido de diarios donde él dice que “lo tratan bien” mientras que las críticas más golpeadoras y vacías vienen de los que repite una y otra vez en su conferencia, el Reforma, por ejemplo.

En su análisis el mandatario omitió la dimensión referencial, o la realidad discursiva creada por el emisor. Dejó de lado la dimensión enunciativa y el posicionamiento de los periódicos. No consideró en su análisis la dimensión estructural de los mensajes de los articulistas. Es un análisis de la comunicación, por decirlo suavemente, pobre.

Esos matices no los detalla el presidente. Estos matices no los distinguen las personas que participan en grupos de güats, féis o jáshtags de tuiter.

3. Derecha Vacía

Parece exagerado dedicar un apartado a la derecha vacía, que no ha logrado articular una oposición al gobierno. Que ha tenido en sus disparates y escándalos de cúpulas, su propio reflejo de debilidad.

Los partidos políticos que podrían ser la oposición no terminan de recomponerse ante la podredumbre que les llevó tener el poder.

La oposición más clara que ha tenido el presidente, hablando de poderes, han sido las cúpulas empresariales, el bloque de 10 gobernadores en contra de sus reglas, y la prensa escrita que refleja justo el abanico de poderes opositores.

Estos poderes cuestionarán y golpearán la figura presidencial por cualquier motivo, con discursos fáciles.

Por eso, desde la conferencia mañanera, el presidente se va directo a la yugular a los bloques de opinión construidos desde la revista Nexos y la revista Letras Libres.

Y si bien, quieren presentar a estas críticas de opositores como resultado exclusivo del recorte en publicidad oficial, en los hechos estas críticas en periódicos expresan, además, la pugna de las cúpulas del poder económico y político.

A esto se suma que el cuadro de escritores que ha impulsado la “Cuarta Transformación” no ha logrado un relato creíble de lo que es este gobierno. Un relato que permee en la opinión pública, y que quede como la Historia con hache mayúscula que el presidente quiere que su gobierno sea recordado.

Fuente e imagen: https://piedepagina.mx/la-comunicacion-que-vivimos/
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