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La revuelta cachanilla

Por: Daliri Oropeza

A 5 años del levantamiento y rebelión de Mexicali Resiste contra la devastación de la naturaleza y una serie de agravios a los derechos humanos, esta es una reflexión de los aprendizajes en términos de comunicación que permean otros movimientos sociales.


«Es una tarea más ardua honrar la memoria de los seres anónimos que se las personas célebres. La construcción histórica se consagra a la memoria de los que no tienen nombre «.
Walter Benjamin

Me impactó la imagen de una mujer arrojando una piedra para defender el agua. Mientras la lanza con una mano, tiene un celular en la otra para informar lo que está sucediendo desde una trifulca. Las personas organizadas en la asamblea de Mexicali Resiste fueron a la obra para evitar la construcción irregular de un acueducto que llevaría el agua a la planta cervecera de la trasnacional Constellation Brands.

Pensar que ella, desde un movimiento social urbano, es capaz de defender con todo, hasta a pedradas, el agua del lugar en el que vive, me llevó a decir:

¿Por qué no hacerlo? Pedradas, fotografías y palabras. En las urbes también es necesaria la lucha por las tierras y las aguas. Qué bueno que la imagen se hizo viral.

Esta semana cumplen cinco años el levantamiento y rebelión cachanilla contra una serie de agravios contra la naturaleza y los derechos humanos. Acababa de ser el gasolinazo de 2017. Una gran asamblea ciudadana conjugó la fuerza de cientos de personas en ocasiones, miles en otras, que decidieron poner un freno a la amenaza del saqueo de por lo menos el 44% del agua de la reserva que tiene la ciudad de Mexicali.

Frenaron a la trasnacional de diferentes maneras, hasta ganar una consulta. Y hoy, no dan un paso atrás. Ya se organizan pues saben que, aunque el proyecto cervecero está cancelado, la planta y la concesión siguen ahí. En diciembre de 2021 realizaron varias actividades y una marcha de protesta para exigir el cierre definitivo.

Enfoco la mirada en los aportes en términos de comunicación que la organización urbana y movimiento social provocan como colectivo de personas en estos tiempos. Lo presento en el ejercicio de reflexión convocado: Memorias del despertar cachanilla. “Queremos en hacer memoria en colectivo” dijo Txus.

Con Mexicali Resiste hay una gran impronta de reinvención de la protesta virtual de manera efectiva. Son parte de una ola muy grande de movimientos que se avivan a través de las redes sociodigitales, desde la primavera árabe, el #15M, el #Yosoy132, con la característica que Mexicali Resiste tiene una experiencia de cohesión importante a través de lo virtual al transparentar las asambleas mediante transmisiones en vivo y habilitar una fase deliberativa

 en lo presencial y en lo virtual como extensión del diálogo y la creación de opiniones en torno a un consenso.

Es un proceso muy importante el de comunicar y compartir las asambleas en contextos urbanos pues las personas no siempre pueden estar físicamente presentes, y sin embargo tienen una preocupación. Esta estrategia se ha replicado en otras luchas efectivas.

Ha funcionado para habilitar que dentro de la virtualidad haya cierta presencia y legitimidad del movimiento, si bien no para tomar una decisión, sí de la manera en que los comentarios influyen en la opinión pública virtual y generan conocimiento.

Desde su ser más íntimo como movimiento social, que alimentó la creatividad con el uso de los símbolos, dejándolos como marcas en las paredes de la ciudad, demostraron que en lo urbano también tenemos una mística muy fuerte que puede hacernos sentir identificados con una lucha y que ese modo nos pertenece. Será un lugar, por más monstruoso, por más árido que sea, somos en él.

Mexicali Resiste encontró en sus pocos montes, en medio de lo horizontal que puede ser el desierto, esa tierra, un cerro que usaron como símbolo y logotipo del movimiento y la colectividad que forman: el centinela, dos colinas. Esas dos colinas pasaron a ser dos líneas que conforman su logotipo. La han utilizado, reutilizado, reinventado en playeras, mantas, lonas y grafitis.

La importancia de hacerlo a nivel urbano es visibilizarlo en las ciudades, para conformar narrativas en torno a cosas que ya no se ven desde el cemento, como el agua. Desde Mexicali Resiste reinventaron el significado del agua, lo contrapusieron con la cerveza.

Se apropiaron de los lenguajes de la publicidad capitalista, como marcas de cervezas involucradas diciendo no a la cervecera o retomando los mensajes amarillos de una famosa librería para hablar de la permanencia de la lucha.

Visibilizaron que la cuenca del Río Colorado, que es la que abastece al valle de Mexicali, principal fuente de agua para todo el estado y para parte de Sonora, es una cuenca que está bajo amenaza por estrés hídrico, por cuestiones de cambio climático, por atravesar zonas desérticas y por el uso que se le da a este afluente compartido con Estados Unidos. Le dieron rostro a una cuenca.

Las estrategias de guerrilla urbana, como se dice en publicidad, fueron importantes al igual que las expresiones de protesta en el mismo territorio de la ciudad, salir a las calles a tomar el territorio, como hicieron con el Palacio Municipal.

Las alianzas y la pluralidad fueron claves para la transmisión de los mensajes y los saberes adquiridos. Desde la misma asamblea donde participan personas citadinas de diferentes zonas de la ciudad y con distintas posibilidades económicas. A su vez, la comunicación con personas en Estados Unidos que también apoyaron el movimiento y las redes urbanas crecientes en defensa de las luchas por la tierra, sobre todo en torno al EZLN y el CNI.

Los mensajes encontraron resonancia y tierra fértil en el tejido que provocan como movimiento, incluso para la liberación de presos políticos que tuvieron, y hasta la fecha con sus más recientes movilizaciones.

El territorio juega el papel fundamental, si la acción no es en el terreno y lo visibiliza, no hay modo de generar cohesión, si no hay una defensa del palacio si no hay una ocupación, si no hay una manifestación, si no hay alguien tocando a la puerta del vecino diciéndole ‘Nos están quitando el agua, que de por sí ya no hay, ¿qué vamos a hacer?’. En todo eso Mexicali resiste ha dado el ejemplo.

El papel que tuvieron como medio libre al inicio de las acciones, y que no solamente funcionarán como movimiento sino como un medio de comunicación de su propio actuar, permitió nutrir la constancia, la presencia y el diálogo. Permitió que también personas ajenas al movimiento se enteraran. Y esa experiencia tan importante tan nutritiva. Que fueran un espejo como primera memoria y como primer rostro para seguir definiendo su rumbo de lucha. Fue efectivo ser un reflejo de sí mismos, reintentando las narrativas que nada tenían que ver con los acartonados discursos del poder, sino con un ánimo fresco de decir las cosas (un fresco que ayudó mucho en los veranos).

Reinventaron como movimiento y colectividad el modo de expresar el enojo, la rabia, la indignación, quemado chiles y defendiendo con el cuerpo el agua. Despertaron la imaginación para poder comunicar que el descontento también se puede expresar diciéndoles: no queremos su despojo.

Concuerdo que las personas integrantes de Mexicali Resiste son herederas del levantamiento Magonista de 1911 y de 1937 con la lucha de los campesinos por la tierra y la expropiación de Lázaro Cárdenas de las empresas estadounidense.

La lucha por el agua va más allá de una trasnacional y toca seguir con las preguntas para ampliar los horizontes, narrativos y de lucha.

Fuente de la información e imagen: https://piedepagina.mx/la-revuelta-cachanilla/

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Cosificación virtual

Por: Daliri Oropeza

 

La violencia contra las mujeres también es virtual. Cuatro hombres dan detalles de los grupos donde intercambian capturas de pantalla de mujeres, como si fueran estampas. Intentan desobedecer el mandato de masculinidad. Es una invitación a la reflexión sobre la normalización de la violencia en línea en grupos a través de las redes sociodigitales

“Hay que demostrar a los hombres que 
buscar expresar la potencia por medio de la violencia
 es una señal de debilidad. 
El hombre que usa el recurso de la violencia es un hombre frágil. 
Lo que se quiere exhibir como potencia es precisamente 
impotencia”.
Laura Rita Segato, 2019

—Ese día me asusté cuando encontré en su celular capturas de pantalla de muchas mujeres— me dice mientras caminamos por el parque. Es de mis mejores amigas, y su ahora exnovio, también. Continúa su relato:

—Me enojé mucho después y le llamé por teléfono, le dije a gritos que por qué tiene capturas de tantas mujeres desde su cuenta de insta, ¡hasta de nuestras amigas!, ‘¿Qué haces con ellas? ¡Responde!’, le grité. Lo mandé a la chingada. Me dijo que las tiene para darle ejemplos a su mamá, una tejedora, para hacer bikinis. Pero de 100 fotos, una tenía tejido.

Mientras caminamos por el parque me pide que le diga qué hace el exnovio con las capturas. Yo no lo sé. Tal vez lo sospecho, por el tipo de bato que es. Pero no lo podría asegurar. Le pido que nos sentemos en una banca e intento disimular mi nerviosismo. Me pregunta si es común hacer grupos en mensajeros virtuales para intercambiar fotos entre hombres. Me sorprende cómo su intuición la lleva a hacerme esa pregunta. Lo veo posible.

—Yo no he participado en esos grupos— No sé por qué no me atrevo a decirle lo que sé.

  ***

Muchos son grupos de amigos. Como hombres estamos bombardeados de imágenes de mujeres sensuales, chavas muy buenas, en el metro, en el comercial. Las conocidas, las guapas que hemos conocido en la vida, si subió una foto muy sexy a sus redes, al rato la comparten en el grupo. Se hacen comentarios: ‘está bien buena’, ‘chido’, ‘qué rico’.

Los hacen como modo de ejercer la sexualidad, es la cultura machista y nada, conoces a otra gente así. Y las comparten. Son muchos tipos de grupos. No son todos. Es una forma de ser vato, desde la primaria me acuerdo de expresiones, chistes, que te inculcan los propios papás.

Yo participé en un grupo así y hay competencia de quién tiene el mejor contenido. Cuando ponen capturas de amigas, sí, lo comentamos. Pero es mucho más el contenido porno.

Hay otros grupos donde la dinámica es que hay gifs porno, y ponen ‘buenos días’ con imágenes porno de 10 segundos. Hay hasta memes que son sexuales, sobre chavas que de alguna manera como hombre, desde morros, hay un humor que está mal, que ofende, pero en la convivencia de hombres, da risa.

Por eso s bueno tener amigas feministas, que te cuestionan. Yo ya no participé más en ellos. Llega a ser incómodo.

***

El intercambio de imágenes con mujeres sensuales opera de la misma forma en que se realiza el intercambio de imágenes en grupos virtuales con otros objetivos. El elemento principal es que aquí el cuerpo de la mujer es un “regalo”, un premio. Por ejemplo un cumpleaños o, alguna otra cosa que se celebra. 

El cuerpo de la mujer, evidentemente, es un premio que se otorga a otro hombre, aunque sea en términos virtuales. Entiendo, y ahora lo reflexiono,  se trata de dar un gozo o disfrute a través del cuerpo femenino. En mi caso he abandonado grupos de este tipo donde se me agregaron sin mi consentimiento.

Se hace como una forma de “cotorreo”. Es bastante común compartir este tipo grupos. Es un acuerdo tácito “entre hombres” en cualquier ámbito, profesional o amistades. Es algo que no nos cuestionamos. Cuando alguien conocido me incluye en un grupo (odio los grupos de whas) y solo hay hombres, es práctica común recibir imágenes de mujeres, pornográficas y no.

Creo que no hay una racionalización del porqué lo hacemos. Es porque somos “hombres” que sobre entendemos que la visualización del cuerpo femenino es normal y que es algo que todos compartimos, sin cuestionarnos si es así. 

***

Es un acuerdo entre varios hombres que comparten un entorno común: trabajo, escuela, amistad, vecindad. Entre confianzas se comentan que vieron algo en línea y que les gustaría compartírselo al otro. Una persona crea el grupo y cada quien “aporta” lo suyo de cuando en cuando. 

Hay veces en las que si uno no es lo suficientemente colaborativo, el resto de integrantes del grupo se disgustan. No puedo hablar en general, hablo desde mi propia experiencia. 

En mi caso, fui incluido en uno a partir de mi entorno laboral e inició con la intención de compartir links y videos de pornografía heterosexual subida en sitios web populares, casi siempre protagonizada por estrellas porno. pero se agotó para temas laborales. He de decir, eso sí, que en este caso jamás se compartió una sola captura de pantalla o contenido sexual de alguna persona que conociéramos o algún “pack”.

Aunque sí hay casos de intercambio de contenido sin ningún tipo de pudor, incluso de capturas de mujeres que son del interés sexual de los integrantes del grupo para obtener un “consenso” de los demás y se “opine” sobre sus posibilidades.

¿Por qué se hace? No lo sé a ciencia cierta. Creo que varios grupos surgen por la misma razón que ver porno: mera satisfacción de un placer. Una segunda intención es la de satisfacer un deseo sexual reprimido /frustrado. Donde también comparten fotografías de mujeres conocidas o que no son necesariamente porno, suelen usarse para opinar sobre los atributos de dicha persona e incluso fantasear con ello. 

Es cierto que el movimiento feminista ha hecho abrir los ojos a varios sobre la ruindad moral que esa conducta implica. Eso, para los más autocríticos; para los que no lo son tanto, lo que los ha motivado a dejar esos grupos son las implicaciones legales de ello.

***

Nunca he estado en estos grupos. Pero por lo que sé, hay varios tipos. Públicos, en donde la gente no se conoce. Son para sexoservicio. Lujuria. Mal. Otros, donde la gente sí se conoce. La gente se agrega en la lógica de compartir. Grupos de hombres específicos. Se reúnen así. 

Es más común de lo que se piensa. Tiene que ver con su funcionamiento. Hay un comportamiento previo a las redes sociales que se aprende, desde niño, se cruza con la crucificación de la mujer. Farolear el ligue, el faje, en el que tiene una línea delgada con la novia. Es un trofeo. Competitividad. 

Yo lo siento más reforzado por la producción de espectáculo, la cultura del capital, donde la competencia por la mujer sea por coger o porque la aman. Siempre termina figurando la mujer como trofeo. 

El hombre quiere estatus a partir del cuerpo de la mujer. Su erotismo. Sus atributos. Los demás pueden fantasear con ella. Los batos se pueden masturbar con ella. Pero es tu morra, o la que tú te cogiste.

Comienza a coquetear con la permisividad de esta lógica de una mujer pública, cualquiera puede hacer lo que quiera con ella. No solo no te interesa la imagen de la mujer, además implícitamente propones que cualquiera disponga de ella.

Pactos perversos. Masculinos. La carta que asegura que tú puedas formar parte de ese clan. Compartiendo. Festejándolo. Tu disposición a formar parte de esas cosas para pertenecer. Entra un lado poco visible, el miedo permanente de círculos de hombres que compiten en términos de jerarquía, la moneda de cambio es la imagen o el video.

***

“Hay una máquina de muerte que se manifiesta en el cuerpo de las mujeres”, dice la antropóloga Rita Segato. Una relación entre hombres, un cuerpo que iconiza una posición, que le exige a ese cuerpo para mantener su estatus de hombre. Obedece al “Mandato de masculinidad”.

La masculinidad es una corporación que se replica en varias fuerzas armadas, maras, policías, paramilitares, ejército, explica Segato. Según el valor supremo de la lealtad a sí mismo, a esa membresía. Y la jerarquía entre hombres.

La violación, la violencia explícita, cruda, cruel, no es una cultura, lo que resulta del orden patriarcal no es cultura, es un sistema, asegura Rita haciendo una lectura de género de la historia humana en La crítica de la colonialidad en 8 ensayos. Esto es perjudicial para los hombres mismos y para la humanidad, dice.

Para ella, la masculinidad, la escuela del mandato de masculinidad es pedagogía de la crueldad, y enseña a mostrar mas insensibilidad. En una entrevista, Rita Segato explica:

“El mandato de masculinidad dice a los hombres que necesitan apropiarse de algo, ser dueños. La precarización de la posición masculina pone en cuestión su potencia. Y por lo tanto solo queda la violencia —sexual, física, bélica— para restaurarse en la posición masculina”. Yo agregaría que ahora también en esta forma de restaurarse en la posición masculina está la violencia en línea.

“Hay que demostrar a los hombres que buscar expresar la potencia por medio de la violencia es una señal de debilidad. El hombre que usa el recurso de la violencia es un hombre frágil. Lo que se quiere exhibir como potencia es precisamente impotencia”.

***

El el Artículo 181 Quintus del código penal, sobre quien comete el delito contra la intimidad sexual, en el apartado II describe:

“Quien exponga, distribuya, difunda, exhiba, reproduzca, transmita, comercialice, oferte, intercambie y comparta imágenes, audios o videos de contenido sexual íntimo de una persona, a sabiendas de que no existe consentimiento, mediante materiales impresos, correo electrónico, mensajes telefónicos, redes sociales o cualquier medio tecnológico”.

Esta reforma que modificó la Ley, fue gracias a Olimpia Coral, víctima de la publicación de su intimidad. Se estableció en el código penal que es necesaria una denuncia para perseguir la difusión no consentida de contenido sexual privado; es decir, se perseguirá por querella.

El informe realizado por Luchadoras La violencia en línea contra las mujeres en México la define como “Actos  de  violencia  de  género  cometidos  instigados  o  agravados,  en  parte  o  totalmente,  por  el  uso  de  las  Tecnologías  de  la  Información  y  la  Comunicación    (TIC),  plataformas  de   redes   sociales   y   correo   electrónico;   y   causan   daño   psicológico   y   emocional,   re-fuerzan  los  prejuicios,  dañan  la  reputación,  causan   pérdidas   económicas   y   plantean   barreras  a  la  participación  en  la  vida  pública  y  pueden  conducir  a  formas  de  violencia  sexual  y  otras  formas  de  violencia  física”.

Para entender qué es la violencia en línea o relacionada con las tecnologías,  Luchadoras lanza 13 formas de violencia en línea que identifica, de las cuales incluye la difusión de información personal o íntima sin consentimiento, lo cual incluye Compartir información privada, exposición de identidad hasta generar pornografía no consensuada.

Una violencia que va concatenada es el abuso y explotación sexual relacionada con las tecnologías. Luchadoras lo define como el “ejercicio de poder sobre una persona  a partir de la explotación sexual de su imagen y/o cuerpo contra su voluntad, en donde la tecnología es intermediaria y fundamental para llevarlos a cabo. Puede implicar la obtención de un beneficio (lucrativo o no)”.

***

La mujer que cachó al exnovio se atreve a denunciar.

 

Fuente de la información e imagen: https://piedepagina.mx

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Desmontar un gasoducto y venderlo como fierro viejo: una historia de mujeres yaquis


Por: Daliri Oropeza y Reyna Haydee Ramírez


El gasoducto ya era cosa consumada, o eso consideraban la empresa, la filial y el gobierno de Sonora. Se equivocaron. Las mujeres yaquis narran cómo frenaron este proyecto.

Un tubo gigante de metal cortado se ve en el fondo de un boquete de tierra. La familia de Carmen García se asoma al orificio que hizo el pueblo de Loma de Bácum para quitar un gasoducto.

Los pobladores usaron una excavadora que decomisaron a la empresa IENova, filial de la transnacional estadounidense Sempra Energy. La empresa construía el gasoducto sin el aval de quienes aquí habitan. Nunca se realizó consulta alguna. Así que, después de una asamblea, el pueblo entero se desplazó al monte, excavó y cortó casi 10 kilómetros de tubo con soplete y lo llevaron a Ciudad Obregón para venderlo como fierro viejo.

“La empresa se quejó, pataleó y demandó. ‘Síguele’, le dijimos, ‘nosotros lo vamos a seguir vendiendo como fierro viejo’”, asegura Guadalupe Maldonado Flores, yaqui que ha acompañado la defensa del territorio de la guardia tradicional de Loma de Bácum.

En agosto del 2017 comenzaron a retirar el tubo. Pero el megaproyecto energético comenzó desde 2012 con la firma del contrato entre Enrique Peña, entonces presidente, y la empresa; las obras de construcción comenzaron en 2013. Pasaron por alto hacer una consulta de pueblos indígenas, sabían que el trazo atravesaba el territorio yaqui.

El propósito era hacer el Gasoducto Sonora para la importación de gas rumbo a Agua Prieta. En 2016, la empresa entró a los ocho pueblos a promover la aceptación por medio de dinero, potabilizadoras de agua, hasta camionetas del año. IEnova tuvo el aval de siete de los ocho pueblos. En Loma de Bácum, fue imposible.

Francisca Vázquez, madre de Carmen, tuvo un sueño estando en territorio sagrado del Bakatete. Después de ese sueño, las mujeres se organizaron. Aún estaba Casilda, una reconocida cantora que se dedicó a convocar y organizar a las mujeres para detener lo que esta trasnacional estaba haciendo. Fueron ellas quienes encabezaron la defensa de la tierra.

“A nosotras desde chiquitas nuestros ancestros, abuelos, que nunca estudiaron, que hablaban nuestra lengua, nos decían cómo nos iban a quitar nuestras tierras. ‘El gobierno dice: todos van a estudiar. No se pongan del lado de ellos, desde hoy ustedes defienden su territorio, nosotros ya no vamos a estar, y el día que el gobierno quiera, los va a tener en la mira’”, cuenta Francisca.

La reacción de la comunidad cuando les dijeron sobre un gasoducto fue preguntarse qué pasaría si eso explota estando tan cerca de los habitantes.

“Nos acordamos de las palabras que dijeron nuestros ancestros, nuestros abuelos, que íbamos a perder nuestros territorios porque los mismos hermanos yoemes no iban a denunciarlo”. Así las mujeres de por lo menos cuatro de los ocho pueblos yaquis se comenzaron a organizar con la convocatoria de la gran amiga de Francisca, que falleció en 2020 por covid. Casilda era una mujer consagrada a ser cantora de la iglesia de Loma de Bácum.

Gracias al trabajo del grupo de mujeres de Bácum, lograron un amparo   y un juez suspendió la obra en junio de 2017, también ordenó retirar los tubos. Pero la empresa siguió construyendo hasta que el mismo pueblo de loma de Bácum los detuvo.

Por eso desde entonces, cada 21 de octubre celebran  la más reciente defensa del territorio. Hacen comida para todo el pueblo y también realizan danzas del venado con música tradicional, y el horizonte es que quede en la memoria de los jóvenes, de los niños.

También por conservar en la memoria esta defensa, el pueblo dejó en la explanada de la plaza central, frente a la iglesia y a la guardia tradicional, los autos quemados que le pertenecían a la empresa.

De acuerdo con una investigación de AvispaMidia, IEnova tiene inversiones por 8 mil 769 millones de dólares en México, y un historial de atropellos. Esta empresa acusó al pueblo yaqui de ser un “grupo criminal” que llevó a cabo actos de “vandalismo”.

Habitantes de este y de los otros siete  pueblos yaquis denuncian ahora la entrada de empresas mineras para exploración en su territorio. La Guardia de Loma de Bácum detectó por lo menos siete incursiones en la sierra del Bakatete para echar a andar proyectos mineros.

“Siempre hemos estado alerta, ahora con más razón”, asegura Guadalupe.

La libertad de un preso político

Una semana después de que el pueblo Yaqui de Loma de Bácum detuviera la maquinaria, un grupo de yaquis armados, la mayoría provenientes de Loma de Guamúchil, entraron a realizar disturbios. Varios testimonios dan cuenta de que la empresa les pagó. El objetivo de este grupo era irrumpir en el pueblo y reemplazar a la autoridad tradicional que se negó al gasoducto, y de este modo imponer una autoridad que aceptara el megaproyecto.

Ese día que llegaron los agitadores había mucha gente en el pueblo, más de 600. Dijeron que venían a dialogar, a una junta, describe Francisca, una mujer de tono recio, de rebozo morado y falda tradicional yaqui que cuida a su esposo con diabetes. Aparenta menos años de los que tiene, es una mujer consagrada a ser cantora de la iglesia de su pueblo.

La familia de Carmen reconoce que otros pueblos aceptaron el trazo del gasoducto, sin embargo las autoridades tradicionales no consultaron con sus respectivas tropas lo que correspondía. Solo pactaron.

En Loma de Bácum, en cambio, el acuerdo de la tropa y la guardia tradicional es defender el territorio tanto de la minería como del gasoducto, y por ello trabajan en el fortalecimiento de sus tradiciones, lengua y actividades productivas.

Pero ese 21 de octubre de 2016 hubo disparos. Fueron dos ataques en un mismo día, en el primero murió Cruz Buitimea, originario de Loma de Guamúchil.

“Había mujeres, mi hermana estaba ahí”, dice Carmen. “Mi tía dice que como sea, acarreó los palos de la leña y se los llevó a los hombres para que se defendieran con esos palos y piedras que juntó en su blusa porque no tenían nada con que defenderse”. Los agitadores venían armados, por eso el pueblo se defendió, explica Carmen mientras toma café con su familia en el solar de su casa, donde sus dos hijos juegan y cantan canciones en lengua jiaki.

Cuenta que cuando llegaron a hacer el segundo ataque, ese 21, fue que culparon a Fidencio. “Él con toda seguridad les dijo: ‘si creen que yo lo maté lo veremos legalmente’”. Carmen acentúa: “y ya ves como es de corrupto este sistema, esta ley y este gobierno”. En ese momento, orillan a Fidencio en un árbol. Lo golpean. Corre. Lo persiguen. Logra escapar al meterse al monte.

Fidencio tiene 32 años. Es originario de loma de Guamúchil aunque vive con su familia en Loma de Bácum. Ha tenido varios cargos. Hacía abiertamente comunicación contra el gasoducto.

Cuando algunos de sus parientes recibieron dinero de la empresa IEnova, Fidencio les dijo: “¿Para qué agarran dinero si ese dinero se les va a ir?, en cambio el territorio ahí va a estar y se supone que el territorio es de nosotros. Pero si ustedes lo están vendiendo ya ustedes no van a tener para sus familias”.

“Dicen que fue mi esposo”. Las dos personas que lo acusan presentaron un video donde él trae un arma como las que usan quienes se dedican vigilancia o policía comunitaria del pueblo de Loma de Bácum, como en aquel entonces era el encargo de Fidencio. Esas armas de la guardia tradicional son calibre 45. Diferente al calibre de la bala que le encontraron al difunto Cruz, que fue calibre 22. Esto no lo consideran en el expediente.

De acuerdo con testigos, ese día fueron los mismos yaquis de otros pueblos que entraron como agitadores del pueblo de Loma de Guamúchil quienes asesinaron a Cruz, quien también venía con ellos. “La idea era que hubiera muertos para justificar la entrada de la justicia de ellos para que entrara la policía”, cuenta Guadalupe Flores cuando hacemos un recorrido por la huerta agroecológico de este pueblo yaqui.

“AMLO dice que en la Cuarta. Transformación no hay presos políticos. Pues yo digo: ¿Cómo va a decir que no hay presos políticos si está mi esposo? ¿Entonces qué es mi esposo?”, reclama Carmen con mucho enojo en su mirada. Luego se levanta a preparar tortillas para seguir platicando en el solar de su casa.

El secuestro de Fidencio 

Seis días después llegó la Fiscalía de Sonora a entrevistar a las personas en la Guardia Tradicional del pueblo por el asesinato. Era tarde noche. Se suponía que eran entrevistas a todas las personas el pueblo. Les interrogaban de a uno. Cuando Fidencio se presentó lo amarraron, iba a declarar pero apagaron todo y se lo llevaron. Con él se llevaron a la traductora y abogada, Anabela Carlón, a quien bajaron antes de llegar a la procuraduría.

Carmen no se dio cuenta cuando se llevaron a Fidencio.

No había orden de aprehensión ni le dieron las razones por las cuales se lo llevaban. Desde entonces está preso con una serie de irregularidades.

Pie de Página cuenta con el expediente.

Anabela levantó un acta con las faltas cometidas, la cual tampoco no consideran en el el archivo. Cuando iba a declarar en el pueblo antes de que se lo llevaran, lo amarraron por completo. Cuando llegaron a Obregón la carpeta ya estaba armada un día antes y ya tenían la credencial de elector de Fidencio Aldama.  Pero el juez desechó las pruebas. En suma, han amagado de manera velada que su libertad sería a cambio del paso del gasoducto. Fidencio ha dicho en todo momento que no.

Para Carmen y su familia, lo que hicieron no es una detención, es un secuestro. A Fidencio le presentaron orden de aprehensión hasta que llegó a la entonces procuraduría de Justicia del Estado en su sede de Ciudad Obregón. Sin presencia de abogados o traductores, lo procesaron.

“¿Por qué no me la presentaron en frente de mi familia [la orden de aprehensión], enfrente de la autoridad, enfrente de la tropa? ¿Por qué aquí, o sea, donde está el Yori?”, pensó Fidencio. Y  lo obligaron a firmar la orden de aprehensión.

Fidencio Aldama lleva cuatro años preso. Su hijo mayor, Ian, realiza danza del venado en  las fiestas del pueblo en exigencia de su liberación.

David Guadalupe Valenzuela, el último abogado que tuvo, murió de covid.

En la intimidad que apenas logran en las visitas al penal de Obregón, Fidencio le platicó a Carmen “si yo le hubiera disparado a Cruz, le hubiera dado a alguien más, no nada más a él, porque yo tengo una 45”, en esa plática le recordó que tienen prohibido disparar hacia la gente, solo hacia el cielo para asustar.

Desde el encierro, la familia de Carmen ha hecho campañas de apoyo, ha cambiado cuatro veces de abogado, ha realizado colectas, impulsado reuniones y visitando más pueblos en resistencia para denunciar el caso de su esposo.  Fidencio ha hecho de todo desde adentro, buscando su liberación, desde campañas con reos, mandar cartas a la gobernadora, al presidente, hasta huelgas de hambre.

“El gasoducto no debe pasar por aquí, ni en ningún pedacito de los ocho pueblos, ya, porque las tierras son comunales, son de todos. Así como Lomas de Bácum defendió su pedacito, defendió a todo el territorio Yaqui, y así debe ser, y así está reconocido históricamente”, exclama Carmen frente  su madre y sus hijos.

Para Carmen y su familia, la justicia que informa el INPI o el gobierno federal no es verdadera, pues en su agenda no tienen contemplada la cancelación del gasoducto.

Carmen recuerda que en los diálogos con las instituciones para construir un plan de justicia para su pueblo, quienes asisten son las autoridades duales y no las legítimas de Loma de Bacum, por lo que su pueblo no está siendo contemplado. “Les da igual nuestra autoridad, nuestro pueblo, nuestra gente, nuestra tropa”. Esto implica ignorar a todo un pueblo, asegura Carmen.

Para ella, sacar los tubos de su territorio, no solo de Loma de Bácum sino de toda la extensión Yaqui, es hacerles justicia. Al mismo tiempo justicia es liberar a Fidencio Aldama.

“Al Estado le ganamos, ese tubo se lo tumbamos por la vía legal, por la vía social y por la vía física porque sabemos que el Estado aplica su licencia con su mano. Al Estado le valen las leyes, las aplica a su conveniencia. Aquí nos amparamos contra ese tubo y aun en contra de ese amparo entraron, y el gobierno no le hizo nada a la empresa, al contrario la protegió”, denuncia Guadalupe Flores mientras camina en el terreno de la huerta.

“Ahora [la empresa] quiere negociar otra vez… pero ya no. Aquí ya entraron con el pie izquierdo y se van a ir igual, y ya no entraron”, denuncia. Y afirma que ni esta empresa, ni ninguna empresa minera entrarán en territorio Yaqui.

“Que hay que pagar a la empresa porque no se activa el gasoducto. Pues páguenlo ustedes, nosotros no, ¿Quién les manda? Ahora, ya sabían a lo que se iban a enfrentar; amárrense los pantalones y páguenle. ¿Quién te obliga a pagar? Que hay tratado internacional, mándenlos por un tubo. Porque si empezamos con esos tratos internacionales, dígale a los gringos que devuelvan el territorio que quitaron, a ver sí es cierto. Ah verdad, lo aplican a su conveniencia pues. Y nosotros no estamos sometidos a ustedes”.

La siembra agroecológica

Guadalupe Flores tiene una sonrisa pícara pero todo el porte yaqui que se muestra imponente. Disfruta pasear por el huerto agroecológico que realizaron en Loma de Bácum, pocos metros de donde está el tubo del gasoducto. A lo lejos se ve pasar el tren de Ferromex. Guadalupe explica que en el Porfiriato también hubo represión por oponerse al tren. Después lo utilizaron para deportarlos a Yucatán y ser esclavos de haciendas henequeneras.

“Aquí nacimos y aquí crecimos; estas tierras no nos dieron ni los mexicanos, ni el gobierno mexicano, ni nadie. Nos lo dio nuestro creer divino de ser de aquí, y es la diferencia, que estamos defendiendo”.

Actualmente Guadalupe Flores organiza los trabajos de siembra agroecológica, donde participan jóvenes, mujeres, hombres, y también mayores.

“Primero empezamos la siembra allá arriba [señala la sierra sagrada del Bakatete] en unas 500 hectáreas. Es totalmente orgánico, no está contaminado, es buen terreno. Y aquí, estamos iniciando porque está cerquita del pueblo, para que los jóvenes que están aquí se acerquen también”

La siembra agroecológica también ha servido para involucrar a las infancias yaquis, los llevan a conocer los límites territoriales, donde están los puntos naturales que toda la nación yaqui reconoce como su territorio, les llaman linderos. De acuerdo con Guadalupe, esto también ha servido para fortalecer la identidad propia.

“De nada nos vale tener mucho si no sabemos qué hacer con lo que tenemos. Si esto nos lo dieron, nos lo dejaron como herencia sagrada es para que de ahí vivamos y nos mantengamos bien”, explica Guadalupe.

Esta tierra que nos muestran, apenas con las higueras naciendo, los magueyes con los que destilan Bacanora que recién brotaron, las pitayas, con un trazo para cultivar hortalizas en la temporada de menos calor, se abastece de una fuga de agua.

La tierra es tan fértil, dice Guadalupe, que solo de echar la semilla crece. Ahora se aliaron con más personas originarias del pueblo yaqui, pero que viven en Arizona desde que sus familias fueron obligadas al exilio durante la Guerra del Yaqui.

Para Guadalupe, la siembra agroecológica no es un proyecto temporal o sexenal, sino que su sentido es “transgeneracional”:

“Estamos pensando en aquellos que aún no han nacido todavía ¿Qué les vamos a dejar a esos? Y esos no se pueden defender porque no están, pero van a estar, así como a nosotros nos dejaron esto aquellos que ni siquiera nos conocían, hace cien años o más de cien años, y lucharon por ello y aquí estamos”.

La mujer yaqui es muy importante por la transmisión de la lengua y tradiciones ancestrales, la etnia las ve como reservas de saberes, desde históricos a medicinales, y de fortaleza. En entrevista en 2017, anterior a su asesinato, la antropóloga y etnohistoriadora Raquel Padilla Ramos aseguró que la pérdida de las tradiciones y la lengua jiaki está relacionado con que las mujeres ya no realizan su vida comunitaria pues también salen a trabajar a las maquiladoras y esto ha afectado la vida familiar y social adentro de los pueblos.

Guadalupe narra cómo su abuela, mujer yaqui, le enseñó la lengua, a defenderse e incluso a disparar un arma cuando era niño.

En el huerto agroecológico de Loma de Bácum hay higos, estafiate, barciata, guacamote, chicura, citavaro, agave bacanora, sahuaros. La mayoría de plantas medicinales han sido sembradas por mujeres. Consiguieron celdas solares para realizar un riego por aspersor. Siembran por temporada las hortalizas como repollo, lechuga, y la base de todo es el frijol, maíz, calabaza.

“Así dice el Juramento Yaqui, y eso es para todos los yoremes, todos los yoremes que han nacido aquí. Nosotros nacimos aquí, de aquí somos y en base a eso nos regimos, eso lo llevamos a la práctica porque es un deber sagrado de todo yoreme defender su territorio y hacer hasta la última consecuencia, y hasta la última defensa por su vida porque esa prácticamente es nuestra vida, nos quitan la tierra y nos quitan esto”.

Fuente: piedepagina

Imágenes:  Daliri Oropeza

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Sin consenso, avanza el plan de justicia del pueblo Yaqui

Por: Daliri Oropeza

El gobierno de mexicano planea pedir perdón al pueblo Yaqui y arrancar un plan de justicia en septiembre del 2021, con el territorio como eje. Sin embargo, uno de los ocho gobiernos tradicionales no participa y hay inconformidades. Hoy presentan los trabajos ante la ONU.

“La columna vertebral del Plan de Justicia para el Pueblo Yaqui es la demanda relacionada con la tierra y el territorio”, dijo Adelfo Regino Montes, titular del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), en enero de 2021 en Casa de la Niñez Indígena “General Lázaro Cárdenas” en Tórim, uno de los ocho pueblos yaquis.

Desde el inicio de los trabajos para realizar un plan de justicia, el territorio y el agua han estado en el centro del diálogo. Y en la memoria –tanto de las autoridades federales como del gobierno tradicional yaqui– está lo sucedido con el expresidente Lázaro Cárdenas del Río.

El INPI informa que tienen acuerdos sobre restitución del territorio, sobre la urgencia del agua, apoyos económicos, creación de universidades, bancos, vivienda, contralorías, carreteras y hasta un nuevo ordenamiento territorial ecológico le propusieron al pueblo Yaqui.

Pie de Página confirmó que de los ocho gobiernos tradicionales, siete participan en los trabajos de la comisión. El gobernador de Loma de Bacúm no. Este pueblo encabeza la defensa de la tierra ante la imposición de un gasoducto privado y hasta la fecha impide su construcción.

La ausencia de un gobernador tradicional repercute tanto en la legitimidad de los trabajos, así como en la información que llega a la tropa yaqui. Hay un desconocimiento de la tropa yaqui respecto a lo que han acordado sobre universidades, territorio, hasta un acueducto que acordaron construir.

Habitantes del pueblo yaqui denuncian la ausencia de la tropa yaqui en la totalidad de las reuniones que organizan para dar seguimiento al plan de justicia: “Sólo está en una cuantas manos y el grueso de la población está ajena a esta dinámica, por lo que es imposible generar consensos en los términos que la Tribu Yaqui acostumbra hacerlo históricamente”, denuncia una habitante que prefiere ser anónima por seguridad.

Las inconformidades de algunos pobladores se deben a que, en el arranque del proceso participaron los secretarios de Estado y ahora solo van suplentes que, dicen, les dan largas. Además, consideran que, hasta ahora, son nulos los avances de los acuerdos en el tema del territorio.

Para que sea un acuerdo de la nación Yaqui, se requiere que estén los ocho gobiernos tradicionales legítimos en consenso.

Fuente: piedepagina

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¿Por qué secuestran a dos defensores del Frayba?


Por: Daliri Oropeza


Este es un perfil del defensor de derechos humanos Lázaro Sánchez Gutiérrez, quien fue secuestrado en la zona selva de Chiapas con Victórico Gálvez Pérez. Ambos son integrantes del Frayba y documentan violaciones a derechos de pueblos indígenas.

Dedicado a tsoly y a Citlalmina,
dondequiera que se encuentren, luz. 

En veces las aguas subterráneas
siempre se encuentran.

Lázaro Sánchez es un defensor de derechos humanos muy peculiar. Sorprende por ser pícaro y sonriente. Es reconocido en todo Chiapas por su enorme compromiso con los pueblos chol, tseltal, tsotsil, tojolabal. Le ha tocado documentar las geografías del despojo desde el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas. Incluso, periodistas locales lo ven como pieza fundamental para la labor de derechos humanos de este Centro.

O pasa de los 45 años. Tiene una conciencia que despertó a raíz del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en 1994. Es originario de la zona chol de la selva de Chiapas. Por ese despertar, los horizontes que se juntan con el mar, aunada la marginación de su pueblo, fue a vivir a la ciudad de San Cristóbal de las Casas desde joven.

Recuerdo a Lázaro porque fue mi primer amigo cuando recién llegué a vivir en San Cristóbal aquel 2010. De día, mesereaba. De tarde y noche, leía, estudiaba, asistía a seminarios o se dedicaba al activismo documental. No recuerdo que descansara. Siempre muy trabajador y esmerado. Intercambiamos libros.

Visitaba constantemente a los presos políticos del Cereso 5. La articulación que hizo para visibilizar al colectivo La Voz del Amate fue clave para la liberación del profesor Alberto Patishtan años después.

Una vez me le pegué en un viaje para documentar las amenazas a un pueblo tsotsil llamado Mitzitón, que puso un bloqueo carretero en contra de la construcción de la autopista san Cristóbal-Palenque (la cual sigue vigente en este 2021). Lázaro siempre tuvo apertura para compartir lo que sabía y para contextualizar los códigos comunitarios a una joven reportera como yo, que publicaba en la Radio Comunitaria Frecuencia Libre.

En ese entonces, Lázaro todavía no trabajaba en el Frayba pero ya realizaba registros de atropellos contra derechos humanos. Él reconocía desde entonces el trabajo de este Centro de Derechos Humanos. Eso lo inspiró a estudiar Derecho. Se lo propuso, se tituló y logró trabajar ahí.

Su afán de justicia, compromiso y su gran corazón lo mueven a visibilizar las causas de cientos de familias, colectivos, pueblos indígenas. No se cansó de mandarme los comunicados del Frayba desde agosto del 2015 cuando entró. Me enteré gracias a Lázaro que Pedro Faro dirigiría el Cdh a partir del 2016. Difundió en 2014 sobre el asesinato del maestro Galeano. De todos los despojos, atropellos, presos políticos, foros del CIDECI, presentaciones del libro, congresos, él alerta a las comunidades solidarias. Un sin fin de causas que lucha por visibilizar. Siempre quiso mantener bajo su perfil.

Desde que lo conozco es muy reservado con su vida personal, pero cuenta con una compañera que lo respalda y ahora, con lo del secuestro, fue la primera en alertar a Pedro Faro sobre una llamada, en donde el mismo Lázaro les dijo que junto con su compañero del Frayba, Victórico Gálvez estaban bien, que se encontraban en la localidad San Felipe, cerca de Kuxulja, municipio de Ocosingo. Le pidieron que llevara dinero, no una cantidad exacta y que alguno de sus familiares lo entregara a las 8am.

San Felipe es un pueblo donde habitan en su mayoría integrantes de la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO). De hecho, esta organización tenía un plantón sobre la carretera cuando Lázaro y Victórico se dirigían a Palenque a documentar una reunión de trabajo con integrantes de la organización Pueblos Autónomos por la Defensa de los Usos y Costumbres (PADUC) y a visitar a familiares de presos.

A la altura de este plantón perdieron comunicación y rastro. No es casualidad.

Hay dos hechos que no podemos perder de vista.

El primero: desde agosto de 2020, la ORCAO ha atacado por lo menos cinco veces a la comunidad zapatista de Moisés Gandhi, ubicada en el crucero Kuxuljá, municipio autónomo de Lucio Cabañas, (igual que San Felipe, en el municipio de Ocosingo), e incluso cometieron un secuestro anterior al de Lázaro y Victórico, de un hombre base de apoyo zapatista.

El 22 de agosto del 2020, ORCAO atacó con armas de grueso calibre, quemó y saqueó las bodegas de café del Centro de Comercio «Nuevo Amanecer del Arcoiris», ubicado en el crucero de Kuxuljá.  El 8 de noviembre del 2020, secuestró a Félix López Hernández, base de apoyo zapatista de la comunidad de Moisés Gandhi a quien golpearon, amarraron y encerraron sin agua ni alimentos hasta el día 11 noviembre en que fue liberado. Este 2021 la ORCAO atacó con armas de diversos calibres en tres ocasiones. Las balaceras duraron entre tres hasta cinco horas.

El segundo: el Frayba se ha dedicado a documentar estos hechos paramilitares, además de lo que sucede en Aldama con los tsotsiles desplazados por violencia y despojo, también territorio zapatista.

Hasta ahora ORCAO actúa con impunidad y los agresores no han recibido condena o castigo, actúan en complicidad con las autoridades estatales.

Tanto Lázaro como Victórico cuentan con el reconocimiento a su trabajo de Derechos Humanos. La red de organizaciones de Chiapas, AJMAC, la Diósesis de San Cristóbal de las Casas, e incluso Gobiernos Comunitarios como el de Sitalá, se pronunciaron y exigen la liberación inmediata de los defensores de derechos humanos. Urgen a las autoridades a movilizarse.

Epílogo

Querido Lázaro,

Qué difícil es escribir sobre ti cuando siempre has querido ser bajo perfil.

Espero volver a verte.

Desde este Sur que sueña y que se sueña.

Bloqueo en la carretera San Cristóbal-Palenque, en la comunidad de Mitzitón, contra la construcción de una autopista. Foto: Daliri Oropeza

Fuente e imágenes: piedepagina

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Renovar el espíritu: la Semana Santa Yaqui

Por: Daliri Oropeza

La Cuarejma yaqui, con la danza del venado y los cantos en latín, es la muestra de que este pueblo no pudo ser conquistado ni por la iglesia Católica

“Lo que hizo la Tribu Yaqui no fue resistir, ni venderse, 
es una ceremonia espiritual nueva. Hay un ala 
de los Yaquis que sueña con una organización 
como la de Cherán (…) muchos no creen
que los pueblos indígenas tengan un proyecto de nación,
hay que voltear a ver a los Yaquis,
dentro de esta autonomía que tienen” .
Raquel Padilla Ramos

LOMA DE GUAMUCHIL.- Danzas que imitan animales. Suenan capullos de mariposa atados a las piernas de quienes agitan y vuelan los pies del hombre-venado. Cantos de hombres y mujeres alimentan la música de violines. Mis pies están en un templo. Parece iglesia. Lo que sucede me hace pensar que no lo es. No es una semana santa católica.

El hombre-venado entra y sale corriendo a este templo cuando llega el domingo de resurrección.

La danza del venado aparece en la última parte de la Semana Santa, a partir del sábado de gloria. Surgió cuando los cazadores vieron una manada que se reunía para contarse la naturaleza y la vida que los rodea. Uno de los machos se paró en dos patas y las hizo vibrar como sonajas. El cazador vio este ritual y así lo retomaron para crear la danza del venado.

“Somos católicos a nuestra manera, a la usanza yaqui. Estamos hablando del surgimiento de una religión que no es católica ni es yaqui. Y cada año hacemos un recordatorio, un llamado a la conciencia de lo que somos”.

Esto me cuenta Juan Silverio Jaime León, promotor cultural yaqui en 2015. Mario Luna y Fernando Jimenez aún estaban en la cárcel por oponerse al acueducto independencia. Juan Silverio en ese entonces también se oponía, aún no era  funcionario público. Ni siquiera sabíamos de la pandemia que vivimos hoy y que después él enfermaría y moriría por covid. Para Silverio la Cuarejma es una ratificación de su existencia como pueblo yaqui.

Para poder ser un buen venado o Pascola (otra de las danzas practicadas por los yaquis), o para ser un buen músico es indispensable ir al desierto por tres días y pedir ahí ese don. Sólo a través del sueño entrarán los elegidos o destinados a estas labores sagradas.

La semana santa yaqui tiene diferencias radicales con las representaciones sobre la pasión de Cristo. Los yoemes (como se dice a sí mismo el pueblo yaqui) están conscientes de que la raíz y sentido de su celebración reside en la cosmovisión ancestral que heredan mediante la tradición oral. Gozan de una gran autonomía de la iglesia católica, así como del Estado.

Para el Pueblo Yaqui, los cargos de la semana santa no sólo tienen que ver con el tiempo de la Cuarejma. Son parte de la vida cotidiana y compartida de los ocho pueblos yaquis.

“Las danzas prehispánicas, fuera del yugo del sacerdote, se hacían a escondidas allá en la sierra. Después se integraron”, cuenta Juan Silverio.

Fotos: Daliri Oropeza

Jueves, viernes y sábado santos

Las voces de cinco mujeres suenan hacia lo alto del cielo en latín. Es jueves, acaban de salir de la iglesia. Resguardan la escultura de Jesús que sostienen cuatro niñas coronadas con flores bordadas. La figura lleva una capa roja. La comunidad se acerca; es hora del Konti (rodear en lengua hiaki), la procesión.

En cada paso se hacen escuchar los Chapayecas (fariseos que tienen su enramada o cuartel al lado de la iglesia). Piden con insistencia la muerte de Jesús, se burlan de haciendo ruidos. Resuena un cinturón de uñas de venado en su cintura. Llevan 40 días de oración, de sacrificio, previos.

Un día antes fueron azotados después de que apagaron las doce velas del candelabro frente a la imagen de Jesús. Reciben los golpes para cumplir un mandato de pureza y limpieza. Le llaman miércoles de tinieblas. En la oscuridad, simulaban un bosque emitiendo aullidos de coyotes, cantos de pájaros, ladridos.

Cada Chapayeca representa la maldad. Porta una máscara que puede ser de algún personaje como el Chavo del ocho o Memín Pinguín. La máscara cambia cuando ascienden en el cargo. Pasan a ser máscaras tradicionales. Tienen ese personaje desde que son niños. Cuando suenan el cinturón y sus espadas de madera, pintadas de rojo con azul, es porque piden la muerte de Jesús.

En el Konti, la comunidad camina alrededor del primer círculo del pueblo. Andan con oraciones, con peticiones malignas de los Chapayecas, pero también con el resguardo de los Caballeros, kabayeon o cabos. El Konti se realiza cada día, desde el miércoles de ceniza. Tiene una dedicatoria por día: a la comunidad, a José padre de Jesús, a los personajes durante la Cuarejma, o a las autoridades de cada uno de los ocho pueblos.

Al azar, eligen a 12 niños yaquis para que cenen por última vez junto a Jesús. Salen de la iglesia, seguidos por cabos y Chapayecas. Peregrinan hasta la enramada que está entre la cruz principal de la plaza y las tres cruces.

Los niños portan coronas de mezquite, como Jesús. La enramada de la cocina alimenta a todas las personas presentes. Espagueti, machaca, ejotes, queso, flor de calabaza, nopales, capirotada, arroz, repollo, chícharos, atole, calabazas y cientos de tortillas de harina con las que los niños se hacen burritos.

A la par del festín, entran a la enramada de dos en dos los Chapayecas. Suenan su cinturón, significa que llaman la muerte. Las mujeres cantan en latín, predominan los rezos. Las niñas vestidas de ángel comen también. Al centro de la mesa hay quelite y piloncillo. Atrás de Jesús hay siempre un jarrón de barro con agua. Suena una flauta que provoca angustia. El ritual de la cena es tan tétrico que los niños presentes que observan lloran de miedo.

En la cruz principal, en medio de la plaza, hay cinco kabayeon a caballo. El principal porta una capa negra adornada con estoperoles, representa a Poncio Pilatos. Los cinco tienen la cara cubierta de negro en su totalidad. Dan la vuelta al Konti a caballo y a gran velocidad.

La estatua de Jesús de capa roja se encuentra en las tres cruces. Pilatos da la espalda a la iglesia. Sostiene una lanza de madera con punta roja y una cruz pintadas. De la flecha descuelga una pequeña capa roja, los caballeros detrás hacen una formación rígida.

Al otro lado de las tres cruces cantan al cielo azul abierto las mujeres en latín. Los rezos que provocan un clima de tensión mientras los Chapayecas hacen sonar sus espadas de madera culpando a Jesús.

Fariseos y cabos dibujan círculos a lo largo de la plaza en formación de dos filas. Corren desde la iglesia hasta donde están los jinetes sin rostro en el centro de la plaza. En esa formación pasan varias veces frente a la figura de Jesús vestida de rojo. Hasta que la llevan a la Iglesia.

Después, Jesús de carne y no de estatua, huye de los Chapayecas corriendo en el círculo del konti mientras mujeres con ramas de mezquite golpean las piernas a los chapayecas. Les gritan «ave María purísima”.

Las mujeres de vestimenta colorida y tradicional, resguardan a la persona que representa Jesús, le dan agua. Mientras los Chapayecas las atacan y buscan arrebatar a Jesús. Lo trasladan hasta a la cruz principal frente a la iglesia, donde lo dejan tirado. Ahí postrado frente a la iglesia, colocan un plato de barro donde toda la comunidad arroja monedas. Del otro lado de la cruz hay tres Chapayecas que también piden dinero.

Jesucristo es ahora presa de los Chapayecas, quienes lo amarran del cuello y lo custodian en la iglesia. El viernes santo es el día de mayor maldad y tensión en los Kontis.  Los cabos resguardan a Jesús hasta el momento de su ejecución. Durante la noche, con gran ruido de cuetes, resucita.

El venado hace su primera aparición el viernes por la noche y durante la madrugada realiza constantemente la danza con la que busca la resurrección de Jesús.

Trascender junto al venado

Apenas sale el sol, cuando el venado emprende el paso rumbo a la iglesia. Pisa fuerte sobre un camino hecho de hojas de álamo que atraviesa desde el centro de la plaza hasta el centro del templo.

Recorre el mismo camino que minutos antes, vírgenes con coronas de flores caminaron con la estatua de María Magdalena. Después de ellas un cabo lo recorrió con la estatua de Juan el Bautista. Llega a la enramada en donde ya suena el corazón del venado (una percusión de agua, instrumento tradicional yaqui).

Las vírgenes agitan las banderas roja y azul (los colores que representan la armonía de la bandera yaqui junto al blanco que ahora portan los chapayecas, la bandera que parece la síntesis simbólica de la Semana Santa). El coro de cantoras alza los tonos en latín.

El venado entra a la iglesia. rígido y agitando las sonajas de sus manos. Avanza hasta el altar, que está cubierto de una cortina blanca (el cielo) que solo se abre cuando hay gloria. El venado es el que abre las puertas de la salvación, de la resurrección, vuelan por la iglesia flores de colores y confeti. Esto solo sucede tres veces.

Su danza es imponente, fluye. Los pascolas bailan con fuerza similar. Juntos parecen una corte de animales que celebrara la resurrección de Cristo. Suenan sus patas delanteras con sonajas. La música de su danza predomina sobre las voces que cantan alto en latín. El eco de la purificación, de la sanción, retumba en todas las paredes del templo. En ese estruendo el venado irrumpe contra toda lógica, pero con todo sentido.

Los chapayecas, antes pecadores, tienen ahora la oportunidad de arrepentirse y purificar su alma. Al contrario de los rituales de odio contra los fariseos, en la Cuarejma yaqui son perdonados.

Es representar la oportunidad que se nos da en la vida.

“Se da una renovación de nuestra espiritualidad, a las nueve o diez de la mañana se canta la flora, purificar del alma. Ahí se da el surgimiento de un nuevo yoeme, un nuevo ser humano”.

Por primera vez en todo el ritual de semana santa, la música no provoca angustia. Los sonidos de las guitarras se conjugan con el corazón del venado y los instrumentos tradicionales. Además de colorida y emotiva, es una ceremonia en la que predomina la danza.

La figura de Jesucristo ahora se encuentra vestida de blanco.

Resucitó.

Después de la fiesta de colores que es la gloria, los Chapayecas queman a Judas, envuelto en pirotécnica y explosivos, en la cruz principal. A su lado, los yaquis colocan las máscaras coloridas que portaron los últimos cuatro días. También las espadas con las que se pedían la muerte de Jesús.

Al atardecer de las ceremonias, el rojo del cenit del sol se pronuncia en las nubes alargadas entre el cielo azul profundo que predomina sobre la iglesia. Niños chapayecas juegan después de lo vivido.

Fuente e imagen: https://piedepagina.mx/renovar-el-espiritu-la-semana-santa-yaqui/

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“La lectura ha sido un refugio en este tiempo de pandemia”

Por:  Daliri Oropeza

Hace un año, la pandemia de covid causó que las aulas dejaran de ser un espacio para millones de estudiantes en México. La lectura y la escritura, sin embargo, se convirtió en una guarida para miles alumnos y docentes que se han tenido que adaptar a las medidas sanitarias

CHOLULA.- Sofía Alejandra Máquez Matus es una de las estudiantes de secundaria que dejó de asistir a la escuela un año atrás, cuando comenzó la Jornada Nacional de Sana Distancia. En este año complicado para millones de familias, los libros ayudaron a Sofía a superar pérdidas familiares y tristezas, y a ver la pandemia como una invitación leer todo tipo de escritos, que le ayuden a entender la realidad.

Ella considera que le afectó mucho cuando dejaron de haber clases presenciales, sin embargo ha tenido que acostumbrarse a las pantallas.

“La lectura ha sido un refugio en este tiempo de pandemia”, destaca. Incluso le gustaría tener más libros a su alcance pues ya leyó la mayoría.

“Es bonito encontrar personas de nuestra edad que les guste la lectura, no estamos solos”, dice la estudiante, que participó a finales de febrero en un encuentro de escritoras y lectoras, Leer para la vida, convocado por la Universidad Nacional Autónoma de México. Para ella, ese encuentro fue una oportunidad de seguir la inspiración de lectura y escritura que le inculcó su familia, con la que ha podido convivir más durante la pandemia. El encuentro le sirvió y la inspiró para seguir escribiendo.

En tanto, Ana Sofía Equihua, estudiante de cuarto semestre del Colegio de Ciencias y Humanidades Sur, de la UNAM, asegura que para ella los libros son como un amigo que le enseña el mundo, sentimientos y sueños de otras personas.

«Brindan compañía en los momentos más difíciles, al igual que la escritura. Tienen en común el arropo de nuestra persona para marcarla y ayudar en nuestro crecimiento. Otorgan el regalo de la sensación colectiva, al exponer los escritos de autoría propia y ajena”.

Para ella, exponer su pasión como escritora en el primer Encuentro “Leer y escribir para la vida” le dio el impulso de comenzar a publicar sus escritos, al ver la resonancia que tuvieron en la sala virtual de preparatorias y bachilleratos.

La chica relata que el encuentro también le sirvió para darse cuenta de las distintas realidades que viven las maestras y los estudiantes en distintas comunidades escolares del país. Corroboró que si bien hay muchos estudiantes que ya quieren regresar a las clases presenciales, muchas personas no tienen las posibilidades.

Para ella, el encuentro es un buen momento para exigir a las maestras y profesores que dejen a las estudiantes explorar todas las formas de la palabra, y les dejen leer aquello que les gusta, sobre todo y otros textos que les apasionen, pero sin imponer. Describe que lo importante es provocar la curiosidad que lleva a la lectura y la expresión literaria.

Envía un mensaje a los docentes: “por favor, abran y difundan más talleres de lectura y escritura que hacen falta jardines para las letras. En las escuelas existe el taller de danza, dibujo y música, ya es momento de abrir el taller de la palabra”.

Ese encuentro ayudó a crear una comunidad en torno a la lectura y la escritura, con participantes de muchos lugares de México.

Evelyn Mariel Santiago López decidió que quiere escribir cuentos en su lengua diidxazá o zapoteca, después de participar en el encuentro. Tiene 9 años y cursa el tercer grado de primaria en la escuela Vicente Guerrero de Santa María del Tule, Oaxaca.

Sus compañeras de clase también presenciaron las sesiones de las 26 salas de diálogo que se abrieron para realizar esta “fiesta de la palabra”, como la bautizó el equipo de docentes que lo organizó. Fue todo virtual. La pandemia llevó el ingenio de los maestros a buscar modos de crear pedagogías transformadoras, como dice la maestra Tere Garduño, una de las organizadoras.

“Me gustó mucho este encuentro porque conocí a personas de otros lugares, lo que piensan y sienten sobre los libros y la lectura. También sobre cómo viven y cómo les ha afectado la pandemia. A mí me afecta porque no puedo salir a pasear o ir a visitar a mis familiares”, dice Evelyn con una sonrisa.

Durante el encuentro, las participantes intercambiaron sus escritos con personas de su mismo grado escolar pero de otras latitudes del país. Así, los docentes lograron la representación de 22 estados donde el 66% fueron estudiantes de Preescolar, Primaria, Secundaria, Preparatorias, Normales o Universidades. La categoría individual con mayor cantidad de participantes fue la de docentes, con 130, que intercambiaron sus estrategias para incentivar la lectura.

La maestra Tere Garduño es directora de la Escuela Activa Paidós. Asegura que gracias a la convocatoria de la UNAM y el esfuerzo de las comunidades escolares, lograron una articulación que conjuntó a más de 550 participantes. Hubo estudiantes, bibliotecarios, mamás, docentes, investigadores, siempre y cuando fueran integrantes de las comunidades escolares.

“Este encuentro permitió constituir una gran comunidad escritora-lectora que tejió lazos de palabras para formar un lienzo que nos cubre en estos tiempos de incertidumbre para que nunca más sintamos la frialdad de la soledad. Ha sido muy impresionante este concierto de voces que gozan de la palabra propia y ajena, que tejen historias, que escriben cartas, que se acercan al espacio”, asegura la directora de Paidós.

Y recalca: “hablamos de la palabra para transformar al mundo”.

Tere Garduño asegura que la escuela puede tener otro significado, y estos encuentros son otra manera en que la escuela acompaña y teje redes con más comunidades interesadas en la lectura y escritura, ahora más necesarias que nunca por el contexto de la pandemia de covid-19.

“Descubrimos que en muchos lugares hay periódicos murales, trípticos evistas, todo tipo de modos para comunicar a través de la escritura lectura.

De todo tipo de estrategias de lectura, librobús, mochilas viajeras, colibritos, bibliotecas autónomas”, asegura la maestra.

La importancia del intercambio de estrategias

Con más de 550 asistentes, docentes de todo el país organizaron el encuentro virtual con estrategias de lectura que han servido para canalizar las emociones y lo saberes, a un año del cierre de escuelas por la pandemia.

La maestra Sara Reyes participó en las mesas de Docentes y estrategias que usan para contagiar a estudiantes de leer y escribir. Como maestra jubilada, fue moderadora del diálogo. Asegura que el intercambio del encuentro posibilitó escuchar otras formas de leer y de escribir desde sus creadores.

Sara destaca el modo en que el encuentro implicó conocer otras formas de trabajo de docentes, identificar algunas diferencias en cuanto a los contextos escolares y visibilizar las estrategias que ya son efectivas que se pueden replicar para incentivar la lectura.

Para ella, este es un tejido necesario que se consolida una red de lectores y escritores, pues el encuentro fue posible gracias a la organización y de las comunidades escolares. Y este fue el espacio de encuentro en donde maestros y profesoras acordaron replicarlas.

Asegura que una de las conclusiones a las que llegaron es que el encuentro demostró la riqueza lingüística de las comunidades de nuestro país continúan vivas y que la labor de los docentes de esas regiones tienen un trabajo doble: por un lado enseñar el conocimiento actual y por otro rescatar el conocimiento de las comunidades.

Destaca que se escucharon el mazateco, mixteco, náhuatl, otomí, p’urépecha, totonaca y zapoteco en las diferentes salas del encuentro.

La maestra Tere Garduño asegura que ahora el compromiso es para adelante. Es ver publicados los textos de los 550 participantes, pero también continuar encontrándonos en torno a la lectura y la escritura.

¿Cómo seguir adelante con esta comunidad?, se pregunta.

La maestra asegura que los encuentros seguirán, que se construyó un espacio muy horizontal, donde además las comunidades enteras se pudieron involucrar al escuchar a sus representantes de grupo y escuela por las transmisiones en vivo por redes sociales. Esto no lo contempla lo institucional, asegura.

Para ella es muy importante el compromiso que hay desde diferentes geografías, con los estudiantes, para que puedan compartirse y verse reflejados en quienes leen y escriben.

Fuente e imagen:  https://piedepagina.mx/la-lectura-ha-sido-un-refugio-en-este-tiempo-de-pandemia/

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