Brasil sobrevivirá a Bolsonaro

Por: Emir Sader
Traducido del portugués para Rebelión por Alfredo Iglesias Diéguez

En este artículo el autor manifiesta su convicción sobre un futuro posBolsonaro para Brasil.


Vino a destruir. Así, dicho con todas las letras. Como si todo lo que estaba construido, especialmente durante el gobierno del PT, hubiese sido negativo y tuviese que ser destruido.

Esa es la versión popular de la tesis del Estado mínimo del neoliberalismo, según la cual se trata de reducir todo lo que tenga que ver con el Estado a su mínima expresión, para colocar en el centro al mercado.

La idea del neoliberalismo sostiene que la acción del Estado falsea las condiciones de la libertad del mercado y favorece a los sectores menos competitivos, siendo fuente de incompetencia y de corrupción.

Un proceso puesto en marcha por Fernando Collor y por FHC en los años 1990 que provocó que la economía no volviese a crecer y a generar empleo hasta que esa estrategia neoliberal fue cuestionada y superada por los gobiernos del PT.

Efectivamente, cuando volvió a crecer de nuevo la economía fue gracias a la reanudación de las inversiones estatales, al incremento de los salarios -siempre por encima de la inflación-, a la generación de millones de empleos con contrato laboral. Fue un papel virtuoso, que no se reflejó en los debates públicos, que siguieron criminalizando el papel del Estado, siguiendo los argumentos reiterados por los analistas de los medios de comunicación, apologistas de la economía de mercado.

El golpe de 2016 permitió a la derecha retomar la destrucción, con el gobierno Temer y, ahora, con el gobierno Bolsonaro. Esa destrucción se manifiesta a través de la privatización de patrimonio público, con procesos de privatización que sacan a empresas del ámbito estatal para ponerlas en manos de grandes monopolios internacionales, muchas veces estatales.

Se manifiesta, también, en el recorte austericida de recursos para políticas publicas, especialmente de salud y educación. Igualmente, se manifiesta en la promoción de todo tipo de trabajos precarios; en el abandono de cualquier forma de regulación del mercado por parte del Estado.

Se manifiesta en el fortalecimiento de la centralidad del mercado, típica del neoliberalismo; en la aceleración del proceso de mercantilización de las relaciones sociales, transformando en mercancía lo que era derecho. Según la concepción neoliberal de que todo tiene precio, todo se vende, todo se compra, en que el consumidor es el sujeto central.

Con Bolsonaro, Brasil, no solo el Estado brasileño, pasó por un proceso de mercantilización, de degradación de los derechos de las personas, de precarización de la vida de la mayoría de las personas.

Bolsonaro vino a destruir, no construyó nada. La retirada del Estado permite el máximo deterioro de las condiciones de vida de la gran mayoría de las personas. El país vive la situación de mayor vulnerabilidad y miseria de toda su historia. El Estado dejó abandonada a la mayoría de la población, que lucha para sobrevivir en las condiciones más penosas.

Bolsonaro abandonará la presidencia dejando un Brasil miserable y hambriento. Un país dónde los derechos de las personas están destruidos.

Pero Brasil sobrevivirá a Bolsonaro. Hay fuerzas democráticas suficientes para derrotarlo y empezar la reconstrucción del país.

Existe la plena conciencia de que el país no puede continuar así. Existe una gran mayoría insatisfecha, que rechaza a Bolsonaro y a su gobierno.

La posibilidad de que Lula ganen las próximas elecciones presidenciales, incluso en la primera vuelta, manifiesta plenamente ese deseo popular de reconstrucción del país, de reanudación de la democracia, del crecimiento económico y de la generación de empleo.

Me acuerdo de haber ido a Brasilia para ver a João Figueiredo cuando tuvo que dejar el gobierno al terminar el ciclo de la dictadura militar. Espero volver a Brasilia para, de ver a Bolsonaro abandonar el palacio gubernamental en helicóptero, como hizo Donald Trump, por lo menos ver a un presidente electo por la gran mayoría de los brasileños volver a la presidencia para dirigir la reconstrucción del Estado brasileño y de Brasil como país, como nación y como democracia.

*El presente artículo puede reproducirse libremente siempre que se respete su integridad y se nombre a su autor, a su traductor y a Rebelión como fuente del mismo.

Comparte este contenido:

La Complejidad de lo Efímero de mi Época

Por: Lusmery Yamileth Alvarado

“El problema no es el de dirigir o aplicar metódicamente un pensamiento preexistente por naturaleza y de derecho, sino el de hacer nacer lo que aún no existe…” Gilles Deleuze en Ugas (2010)

Las características de esta época han sido tan variantes que cuando tratamos de experimentar en escenarios reales nos damos cuenta que ya debemos idear nuevas estrategias de sobrevivencia, resistencia y actualización que nos permitan mantenernos a la vanguardia, lo que nos lleva a establecer la relación entre experiencia y acción de manera bidireccional, Ugas (2010) considera que “lo efímero es una expresión de los cotidiano en su complejidad” y como tal debemos cultivar esas experiencias que enriquecen nuestro día a día permitiéndonos esa simbiosis entre el ser y el deber ser.

La muerte siempre ha sido parte de la vida, y la vida parte de la muerte, complementándose inexplicablemente, donde ninguna puede prescindir de la otra; en esta época la muerte ha cobrado auge, no solo de desaparición física de familiares y amigos, sino la desaparición de costumbres, postulados, acciones, deseos, valores, hemos sido copartícipe de la muerte de muchos elementos de nuestra sociedad y de nuestra cultura organizacional, pero también hemos brindado la luz a muchos otros que sin duda alguna componen nuestra época de manera efímera, pero necesaria para nuestra existencia, deslastrándonos de viejos postulados, de procesos mecanicistas y arcaicos de un pasado que ya no es presente y que solo se tiene para anclarnos  y no dejarnos avanzar hacia el horizonte que nos reconforte.

En este sentido, al pensar en la complejidad de los efímero de esta época convulsionada, de cambios y transformaciones, debemos darnos la oportunidad de articular lo desarticulado y que durante muchos años ha pasado desapercibido en nuestra sociedad, en nuestro entorno, en nuestras vidas, se trata de la esencia que radica en la construcción de valores como bases de una sociedad autónoma, libre e independiente; identificar la complejidad de lo efímero de mi época me lleva a valorar la esencia de la vida y de la muerte de los principales procesos que componen nuestro accionar diario.

Somos responsables de un pedacito de la sociedad y cuál rompecabezas debemos buscar cómo encajar para develar ante los que nos rodean el camino certero que nos lleve a la consolidación de los principales procesos académicos – administrativos que a diario nos debilitan como sociedad académica, indaguemos sobre lo efímero de nuestra universidad, y como servidores públicos brindemos la oportunidad de articular lo desarticulado en función del bienestar de nuestra comunidad universitaria.

Interpretando a Ugas (2010), lo efímero impregna nuestras acciones visibilizadas en el ahora, como el intervalo que pone fin al pasado y da la bienvenida al futuro, el ahora hace la diferencia, tiene la posibilidad de generar esas rupturas paradigmáticas necesarias para el equilibro de la sociedad y la definición de una época única que puede escribir páginas de nuestras historia.

No veamos nuestra época, como la época de los problemas, sino la oportunidad de plantearnos problemáticas, identificar la complejidad de los efímero como una problemática de la cotidianidad es una forma de analizar y visibilizar las reconfiguraciones necesarias en nuestro modelo educativo universitario, reconfiguraciones no solo en lo académico, sino en los procesos administrativos, productivos y sociales que sin duda alguna enriquecen la cultura organizacional de nuestra universidad, permitiéndonos la integración entre el pensamiento y la acción sin límite, construyendo nuevos escenarios en el ahora que sin duda alguna marcarán la pauta del futuro de nuestras universidades como centro de formación en valores de nuestra sociedad, internalicemos “somos el reflejo de lo que formamos”.

Comparte este contenido:

México: Despidos masivos de albañiles indígenas en la Riviera Nayarit

América del Norte/México/31-03-2020/Autor(a): Javier Santos/Fuente: www.jornada.com.mx

Bahía de Banderas, Nay., La suspensión de grandes obras de construcción, ampliación o remodelación de hoteles y condominios ha dejado sin trabajo a cientos de personas, la mayoría indígenas, que laboran en esa industria, golpeada severamente por la emergencia sanitaria del Covid-19.

Jarretaderas, pueblo conformado casi en su totalidad por indígenas oriundos de Chiapas, Puebla y Veracruz, entre otros estados, es hogar de muchos que se han quedado a vivir y de otros que llegan a trabajar por temporada en edificaciones de la Riviera Nayarit y Puerto Vallarta, Jalisco, donde la construcción de hoteles y condominios no ha cesado en casi una década.

En las últimas dos semanas, ante la incertidumbre generada por la paralización de actividades por recomendación de las autoridades, cientos de trabajadores de la construcción han emprendido el éxodo a su terruño.

Algunos han tenido que pedir dinero a familiares para poder regresar, comentó Librado Consuedra, quien realiza viajes en autobús hacia Chiapas y viceversa.

Ante de subir al camión que lo trasladaría a Tuxtla Gutiérrez, capital chiapaneca, Francisco contó que va y viene por temporadas a Bahía de Banderas, Nayarit.

Están parando todas las obras. Nos cortaron hace dos semanas el trabajo a todos por el coronavirus. Yo laboraba en las obras de la zona hotelera, pero también cortaron y de ahí me fui a Bucerías (poblado turístico de este municipio) y pasó lo mismo, relató.

Casado y con hijos, no sabe qué pasará. De lo que sí tiene certeza es de que una vez que termine la crisis sanitaria regresará. “No sé cómo le vamos a hacer para sobrevivir porque en Chiapas no hay trabajo. Está complicado… No sé cuánto tiempo vaya a dilatar (la crisis sanitaria)”.

Consuedra destacó que desde el 20 de marzo han estado saliendo cada domingo, lunes, miércoles y sábado, alrededor de 500 personas por día a territorio chiapaneco. A quienes nos dedicamos a hacer viajes de Jarretaderas a Chiapas nos está yendo bien, admitió.

A la gente que se va la están despidiendo sin nada. A muchas personas sus familias de Chiapas les están enviando dinero para que paguen el pasaje y regresen. No los están despidiendo con goce de sueldo o siquiera una despensa. Les están diciendo que a partir del 28 de abril probablemente los llamarán para que regresen, narró.

El desarrollo hotelero del grupo Vidanta, colindante con Jarretaderas, cerró cuatro de sus seis torres e interrumpió las construcciones donde se erigirá el Cirque du Soleil.

Más de 3 mil trabajadores quedaron sin empleo de un día para otro, situación que se repite en toda la Riviera Nayarit.

En el mostrador de la austera agencia de viajes Heco, Julio César explicó que le advirtieron que hasta el jueves tendrá trabajo. Me dijeron: prepárese porque el jueves se cierra todo por lo del virus. Está casado y tiene unos pequeños ahorros para estos días.

Esteban es un veinteañero. Lleva su maleta para pasar Semana Santa en Chiapas. Dice que el coronavirus es un pretexto para que suban los precios. Todo está subiendo, hasta el boleto. Todo está más caro, se quejó.

Trabaja en el desarrollo inmobiliario 3.14. Me voy porque ya terminé aquí. Voy a descansar, primero Dios. Voy hasta San Lucas, Chiapas, indicó.

Dijo que por compañeros de oficio sabe que el hotel Mayan ya paró, que el desarrollo Los Tigres ya empezó a cerrar, que en UMA (desarrollo inmobiliario) también ya los quieren sacar.

Aseguró que las constructoras de la región cometen abusos. Los corren sin liquidación ni nada, así nomás

Amado, de 27 años, también trabaja en el desarrollo 3.14 y ve un futuro desolador. Hay mucha gente que va al día para sostener a su familia. Si no trabajo una semana, la familia padece. ¿Qué va a pasar? Todavía tengo trabajo, pero a muchos ya los pararon (despidieron) el lunes, el martes y el miércoles.

La señora que vende boletos de recorridos de la empresa Heco tercia. Si no tienen trabajo, ¿para qué se quedan? Viven al día.

La mano de obra indígena, principalmente de Chiapas, ha sido la preferida por las grandes empresas de la región, la mayoría asentadas en la zona turística de Nuevo Vallarta, Bucerías, La Cruz de Huanacaxtle, San Pancho, Lo de Marcos, Sayulita y Punta de Mita, debido a que es muy barata y en general no se les ofrecen prestaciones.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/2020/03/30/estados/025n1est

Comparte este contenido:

Aguja e hilo, las armas de un grupo de mujeres kenianas para sobrevivir

África/Kenia/11 Abril 2019/Fuente: Informe21

Jerusa Angokho tenía casi 40 años cuando tuvo que hacerse cargo sola de sus cinco hijos. Sin ninguna profesión, esta mujer originaria del este de Kenia encontró en la costura una vía para subsistir y progresar.

«He aprendido a hablar con libertad. Al principio me daba miedo expresarme, pero ahora sé que puedo crear, coser y luego vender lo que produzca», explica a Efe Angokho, que ahora, con 52 años, se siente «una mujer distinta».

Ella es una de las 30 mujeres que forman parte del proyecto Mrembo Africa («Mujer bella en África», en suajili), un taller con fines sociales que proporciona una profesión y empleo a mujeres kenianas y refugiadas que viven en el barrio bajo de Kangemi (oeste de Nairobi).

En este suburbio de unos 100.000 habitantes, que no cuenta con alcantarillado, miles de mujeres forman parte del sector informal, donde trabajan más del 80 % de los kenianos, una salida que les permite contribuir a la economía familiar con unos ingresos de 500 a 700 chelines kenianos al día (entre 4 y 6 euros).

Frente a esto, nacen iniciativas como Mrembro Africa, cuya impulsora, la keniana Alice Eshuchi, inició sin apoyo del Gobierno o de ninguna otra organización, con el único objetivo de poder obtener beneficios y proporcionar un salario digno a estas mujeres.

«Empezamos en 2016 siendo muy pequeños y enseñando a las mujeres, kenianas y refugiadas, desde cero. Nuestro objetivo es darles poder a ellas para que puedan empoderar a otras», explica Eshuchi.

Con más de 25 años de experiencia en gestión de programas sociales y de empoderamiento de mujeres y niñas, así como otros grupos vulnerables, Eshuchi decidió empezar el proyecto al observar la situación en la que se encuentran las mujeres de este barrio, muchas sin acceso a una educación y con muy pocos recursos.

«Las mujeres aquí son increíblemente creativas, siempre traen consigo nuevas ideas, sólo necesitan la confianza para alcanzar sus objetivos. Tras pasar un tiempo con nosotras, se convierten en empresarias», detalla.

Según el último informe de 2016 sobre pequeñas y medianas empresas elaborado por el Instituto Nacional de Estadística de Kenia, las mujeres son propietarias de más del 60 % de las empresas informales del país, y esta cifra baja al 32,2 % en las formales.

Tener un taller propio es el sueño de Millicent Nakhumicha, de 25 años, que empezó a trabajar con esta organización en 2014, justo después de graduarse, sin contar con ninguna formación específica ni los recursos para seguir estudiando.

«Me quiero centrar en mi carrera, no puedo depender de un hombre, sólo de mí misma», afirma Nakhumicha, quien confiesa que para sus diseños se inspira en la gente que ve en la calle, en la televisión y las revistas, y cuya especialidad son los bolsos y las mochilas.

Esta joven de aspecto tímido se ha convertido también en la modelo de Mrembo Africa, además de en su diseñadora estrella, siendo la encargada de elaborar los bolsos, mochilas y otros complementos que fabrican en el taller, que reconoce son «su debilidad».

«Mi sueño es tener un taller en el que trabajen cientos de mujeres sin recursos y poder ayudarles así a pagar el alquiler, la comida o el colegio para sus hijos», cuenta, ilusionada.

Los pedales de las viejas máquinas de coser -algunas de los años 50- y las bobinas de hilo no dejan de correr en este pequeño taller, donde coloridas telas africanas se combinan en todo tipo de estilos y diseños, incluida moda, accesorios y decoración para el hogar.

En 2018, esta organización entrenó a 42 mujeres y niñas, algunas ya casadas y con hijos, aunque, según reconoce Eshuchi, la tarea «no es siempre fácil» y se dan algunos casos de fracaso entre las participantes en el proyecto.

«Nos llegó una chica de 15 años, había sido violada y tenía un bebé. Estaba traumatizada, pero cuando llegó su confianza aumentó mucho», señala la directora, quien lamenta que muchas de estas madres rechazan a sus hijos al ser fruto de una violación.

Mrembo Africa proporciona a algunas de estas mujeres la única comida que podrán tener ese día, pero con el claro objetivo de que «no sean dependientes» y puedan cosechar ellas mismas su sustento.

«Cualquier mujer puede hacer lo que hacemos aquí. Sólo hay que mirar a cada estudiante y ver de lo que es capaz», concluye Eshuchi.

Imagen tomada de: https://informe21.com/sites/default/files/styles/node_default/public/images/15318519w.jpg

Fuente: https://informe21.com/economia/aguja-e-hilo-las-armas-de-un-grupo-de-mujeres-kenianas-para-sobrevivir

Comparte este contenido:

La importancia de las cosas

Por: Carolina Vásquez Araya

La capacidad de olvido es parte de un mecanismo de sobrevivencia.

Las grandes tragedias tienen un efecto particular: nos dan una via emocional para canalizar la frustración y la rabia acumuladas a lo largo de nuestra existencia, provocadas en su mayoría por una incapacidad atávica de confrontar aquello que nos ofende como seres humanos por comodidad, por miedo o por esa pasividad que nos va ganando mientras se disipan los ecos del hecho que nos conmueve. Entonces construimos barreras mentales para no saber, no sentir, no actuar.

Ciertos eventos espectaculares nos hacen reaccionar con todo nuestro arsenal de sentimientos y una empatía sublimada por la distancia física y la cercanía mediática. Y sufrimos por víctimas lejanas, lo cual no tendría nada de malo si no fuera porque aquellas tragedias cercanas, las ocurridas a pocas cuadras de nuestro hogar, nos dejan totalmente indiferentes.

Expertos en el arte de la evasión, rechazamos el contacto con la realidad sin tener en cuenta que esa realidad supuestamente ajena y extraña a nuestro entorno nos está cercando, nos toca en directo y termina por transformar nuestra vida en todos sus aspectos. Hacemos esfuerzos desproporcionados por enfocar nuestra atención en los mínimos puntos porcentuales de avances relativos con tal de no ver los grandes retrocesos en los temas cruciales.

Guatemala cruza por una crisis mucho mayor que la totalidad de sus fragmentos. En otras palabras: la situación de la niñez y la juventud, la marginación de los pueblos originarios, la discriminación de la mujer en los espacios de decisión, el desastre ecológico a nivel del territorio, las explotaciones incontroladas de su riqueza mineral y tantas otras fuentes de conflicto –como el tema agrario o una legislación pendiente sobre el derecho al uso del agua- conforman un cuadro global más grave de lo que el ciudadano percibe a simple vista.

Como un ejercicio interesante para adentrarse en el pensamiento del habitante urbano –principal emisor de opiniones, juicios y pronósticos- es conocer su grado de conocimiento sobre ciertos temas. Por ejemplo, algo cercano como la vida de las familias que habitan el vertedero de la zona 3, sobreviviendo en ese foco de contaminación y abandono. Allí, en donde los niños se disputan los despojos con los zopilotes en una atmósfera putrefacta, sin mayores perspectivas de escapar para tener una vida saludable, educarse y desarrollar sus habilidades como todo ser humano.

Se ha demostrado que la niñez no es un tema “de plaza” . Tampoco lo es el estado de los ríos o las fuentes de abastecimiento de agua, ni llega a la plaza la demanda por una ley que proteja a las trabajadoras de casa particular, muchas de las cuales viven en una situación de esclavitud de hecho, aunque disfrazada con un barniz de condescendencia ladina. ¿Temas de plaza? Muchos más, como el acceso a una educación de calidad para la totalidad de la población infantil, alimentación garantizada para evitarles el daño producto de la desnutrición crónica, protección contra la violencia sexual y acceso a los servicios de salud.

Por supuesto es más cómodo encerrarse a escuchar las noticias que vivirlas. Pero ninguna sociedad avanza sobre el silencio de sus integrantes y el de una prensa para la cual ciertos temas carecen de relevancia o de impacto en sus estadísticas de preferencia.

Las tragedias ajenas son importantes pero sobre las propias es posible actuar y contribuir a minimizar sus efectos. Guatemala es uno de los países más vulnerables del mundo y está entre los menos desarrollados en temas sustantivos, como la niñez. La indiferencia no es una opción.

elquintopatio@gmail.com

Blog de la autora: http://www.carolinavasquezaraya.com

@carvasar

Comparte este contenido: