Redacción: Prensa Latina
‘Hay una reflexión en curso sobre los proyectos de ajuste del calendario escolar: uno que podría comenzar en diciembre y el otro en enero, pero ninguno de estos proyectos ha sido validado todavía’, expresaron las autoridades en un comunicado.
Enfatizan que la continuación de las actividades escolares en los lugares afectados no puede esperar y pide a los distintos actores respetar la escolarización de los infantes.
‘El derecho a la educación no tiene precio. Debe estar protegido en cualquier circunstancia’, concluye el texto.
Desde el debut de las protestas, a mediados de septiembre, se estima que dos millones de niños, la mayoría de escuelas públicas, no han podido asistir a clases.
Las movilizaciones llegaron a todo el territorio nacional, con peticiones de renuncia al mandatario Jovenel Moïse, salpicado en presuntos casos de desfalco al tesoro nacional, y acusado de mala gestión.
Además de sectores opositores, un amplio número de gremios se unieron al reclamaron y criticaron los bajos indicadores de desarrollo socioeconómico del país, el rampante desempleo que alcanza al 70 por ciento de la población activa, además de la depreciación de la moneda nacional frente al dólar y el aumento del precio de la canasta básica.
A pesar de la presión popular, Moïse insiste en mantener su puesto, y llama a diálogo y unidad, que ha sido rechazado por la oposición.
En las últimas dos semanas, el país experimenta una tensa tregua, y se retomaron muchas actividades económicas y comerciales, sin embargo, para más de la mitad de los estudiantes de Haití, las escuelas continúan cerradas.