Para superar el subdesarrollo nada mejor que las cooperativas

Por: José Yorg
“El desarrollo de la comunidad tiene como objetivo la promoción y movilización de recursos humanos e institucionales mediante la participación activa y democrática de la población, en todo lo que tiene que ver con mejorar el nivel y la calidad de vida”
Ezequiel Ander-Egg  

El repaso sobre la temática del subdesarrollo nos ha permitido también descubrir la extraordinaria y creciente importancia de las cooperativas en la superación de una etapa de atrofia civilizatoria.

Así, en esa tarea, analizamos la tesis doctoral de Aldo Ferrer, economista argentino, que reflejó en gran medida su experiencia en Naciones Unidas y se transformaría luego en su primer libro “El Estado y el desarrollo económico”.

“El desarrollo de las economías atrasadas -señalaba- exige un intenso esfuerzo colectivo de estímulo y organización de las capacidades productivas, que dada la debilidad de la empresa privada, sólo puede ser puesto en marcha por el Estado. Por otra parte y aunque parezca paradójico, el fortalecimiento de la empresa privada y su aporte efectivo al progreso económico y social depende de que el Estado cree las condiciones básicas que lo permitan”.

En esa misma línea de pensamiento, Raúl Prebisch- también economista argentino, secretario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe- CEPAL entre los años de 1950-1963) ha llamado Centro y Periferia a los ámbitos que ocupan los países, sean desarrollados o subdesarrollados e introduce el concepto de “dependencia”, aquella relación existencia del país periférico con respecto al país centro. Consecuentemente, el país subdesarrollado y dependiente se organiza económicamente al servicio de los intereses del país centro.

La CEPAL es una de las comisiones regionales de las Naciones Unidas y su sede está en Santiago de Chile. Se fundó en el año 1948 para contribuir al desarrollo económico de América Latina.

Sin embargo, desde las reflexiones del escritor uruguayo Eduardo Galeano, “el Subdesarrollo es el Resultado Histórico del Desarrollo Ajeno” y así lo define:

“El subdesarrollo no es una etapa en el camino del desarrollo, no estamos viviendo la infancia del desarrollo. El subdesarrollo es el resultado histórico del desarrollo ajeno. Una historia que ya para América, tiene cinco siglos de edad, durante los cuales, América Latina en general ha estado trabajando para el desarrollo ajeno. Ha estado contribuyendo con su pobreza a la riqueza de otros. No hay en el mundo, ninguna riqueza que sea inocente, porque de algún modo son todas, riquezas que han resultado de un proceso histórico de estafa colosal”.

Más allá de nuestros notables desacuerdos con las posiciones neoliberales referidas a los límites y posibilidades porque imponen a la existencia concreta de los países, el método político-económico del subdesarrollado y dependencia, aceptado, por cierto, por los gobiernos, sin embargo, valoramos los eventuales intentos de salir de esa situación anómala.

A nuestro modesto juicio la situación del subdesarrollo es fundamentalmente un asunto político, de decisiones políticas que generan poblaciones con conciencia subdesarrolladas sobre la realidad. En ese marco apuntado, vemos con mucha frecuencia que suelen darse márgenes de posibles actuaciones, aunque sean ajustados, con posibilidades de encarar planes y proyectos que impacten fuertemente en las economías regionales y de tal modo superar marginalidad y miseria poblacional.

Cabe preguntar: ¿Están los gobiernos, realmente, interesados en superar el subdesarrollo?

Rol de las cooperativas en un plan de desarrollo

Incluir, específica y seriamente, a las cooperativas en un plan de desarrollo implica que dicho plan está orientado a impactar fuertemente sobre las trabas objetivas y/o ficticias que frenan el progreso económico y social de la población.

Las cooperativas son aquellas empresas organizadas, administradas y gestionadas por sus asociados y guiadas por los valores y principios rochdelianos: Membresía abierta y voluntaria; Control democrático de los miembros; Participación económica de los miembros; Autonomía e independencia; Educación, entrenamiento e información; Cooperación entre cooperativas; Compromiso con la comunidad.

Por tanto, por una parte se asume que el plan posee una gran dosis de realismo, practicidad, respeto por la pluralidad y el de humanizar la economía. Una decisión política de destrabar los frenos que mantienen a una economía subdesarrollada requiere de una herramienta que concite todo el entusiasmo y participación: Las cooperativas.

Estas organizaciones están orientadas a cumplir su deber con auto-disciplina y eficiencia dado su valor intrínseco de autonomía e independencia que las posesiona como empresas confiables, por ello, entendemos y proclamamos que para superar el subdesarrollo nada mejor que las cooperativas.

La economía social, materializada por la empresa cooperativa, integrada a un plan de desarrollo se viabiliza el accionar de un valioso instrumento para promover, precisamente, el desarrollo, humanizando la economía, generando puestos de trabajo de calidad y promoviendo la conciencia, la cultura del desarrollo local y global en la población.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

*Fuente: www.rebelion.org
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