Europa/España/22 Abril 2017/Autora:Pilar Álvarez/Fuente: El país
El rector de la UNED, recién reelegido, alerta de que hay más alumnos jóvenes que aprenden a distancia porque no pueden pagarse estudiar fuera
“Soy trapero de mi tiempo”. El catedrático de Teoría e Historia de la Educación, Alejandro Tiana (Madrid, 1951), escuchó al filósofo Fernando Savater unas palabras que toma prestadas para explicar cómo ha combinado su amplia trayectoria institucional –llegó a secretario general de Educación con el PSOE en 2004- con su vida personal y familiar. “Mi mujer está muy acostumbrada, siempre me ha ayudado en todas las decisiones”, dice este padre y abuelo que tendrá que seguir usando “los retales del tiempo” durante los próximos cuatro años tras ser elegido por segunda “y última vez” rector de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Ganó a la catedrática Victoria Marrero el 6 de abril por un ajustado resultado. Su principal respaldo, que es también el que tiene más peso en el sistema de voto ponderado de las universidades, provino de los profesores. El campus con más alumnos de España (180.000) fue pionero en la enseñanza en línea, un modelo que Tiana quiere ahora modernizar.
Pregunta. ¿Ha terminado la crisis para la Universidad?
Respuesta. Por lo menos la financiación pública no sigue bajando, Vamos a mejor, pero no creo que volvamos a los tiempos de antes. La inversión no se ha recuperado ni creo que se recupere a corto plazo.
«Estamos preparando títulos que los alumnos podrán diseñar a su voluntad»
P. Dice que en este mandato quiere modernizar la UNED.
R. Se creó hace 45 años, ha tenido que irse adaptando a los tiempos. Implantamos cosas antes de que fueran generales. Hace más de 15 años que creamos una plataforma de aprendizaje propia, pero el cambio tecnológico ha sido muy grande. La UNED ha tenido siempre una parte importante de formación permanente que está cambiando. Antes las empresas y los organismos públicos usaban poco la educación virtual y ahora cada vez más. Eso nos obliga a cambiar el modelo de formación permanente que pasa de ser algo que ofertamos a algo en lo que cada vez hay más colaboración de otras instituciones. El modo en que las universidades trabajábamos ha cambiado por la tecnología y también por la concepción. En un mundo cada vez más plural, no solo vale el título universitario. Empiezan a tener entrada otro tipo de actividades y reconocimientos formativos. Y una universidad como la nuestra, sin perder nunca su marchamo, tiene que abrirse a esas nuevas demandas.
P. ¿Qué sentido tiene una universidad a distancia en una época digital en la que todas pueden ser ya on line?
R. Dedicarnos solo a eso tiene al menos dos ventajas. Para nosotros es el objetivo principal mientras que para el resto puede ser un añadido. Nuestros profesores son como el resto a todos los efectos pero solo trabajan en ese ámbito y están muy acostumbrados a pensar en ese sistema. Y la segunda ventaja es una economía a escala impresionante. Para universidades pequeñas que trabajan en línea crecer es más complicado.
«Hay universidades privadas que se han beneficiado de un cierto dejar hacer para su constitución»
P. ¿Han notado una bajada en la demanda por esta competencia?
R. Mantenemos el número de créditos matriculados, lo que me confirma que el conjunto de personas que se plantea estudiar de esta manera está aumentando. Hay competencia de universidades privadas y públicas y sin embargo nos mantenemos. Lo que ya no tenemos es un monopolio.
P. En los últimos 10 años han abierto nuevas universidades privadas pero no públicas. ¿Cree que las Administraciones han sido permisivas?
R. Hay diversidad de situaciones. Algunas nuevas han hecho un esfuerzo mucho mayor y otras que se han beneficiado de un cierto dejar hacer para su constitución. Si se ha hecho es porque responde a una demanda, pero hay que controlar los criterios que se aplican.
P. Si hubiera dependido de usted, ¿habría tenido más control?
R. Habría marcado claramente cuáles son los criterios mínimos que están establecidos. Lo que me preocupa, al final, es qué titulación tienen los estudiantes y qué reconocimiento tienen. Es lo que nos debe preocupar a todos.
«No nos recuperaremos de los recortes de la crisis a corto plazo»
P. ¿El aumento del precio de las tasas y el endurecimiento de los criterios para obtener una beca han dejado alumnos fuera?
R.Creo que ha ocurrido realmente. En el caso de la UNED, observamos que nuestro alumnado es más joven. Son personas que seguramente tienen recursos para pagar una matrícula pero no pueden costearse salir de su lugar de residencia y estudiar fuera de casa. Lo estamos revisando pero aún no tenemos datos concluyentes.
P. ¿Cuál es el perfil del alumno de la UNED?
R. Salvo este rejuvenecimiento, la edad se ha mantenido. Es gente que trabaja, con una tasa de empleo superior a la media española. Antes eran más bien personas que carecían de estudios previos, ahora quieren ampliarlos para continuar su progresión laboral o para formarse por gusto. Cada vez hay más jubilados y prejubilados, con intereses diversos. Por eso estamos diseñando títulos que los alumnos puedan construir un poco a su voluntad. Alguien a quien le interesan las humanidades y quiera combinar historia del arte, historia y filosofía u otros con intereses en ciencias que quieran combinar con ingenierías. Como es muy novedoso, lo estamos trabajando con la Aneca [Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y la Educación, el organismo autónomo que revisa los títulos] para que puedan ser reconocidos.
Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2017/04/13/actualidad/1492111996_284140.html
Fuente de la imagen: http://imagenes.lainformacion.com/2017/02/07/educacion/universidad/Alejandro-Tiana-presenta-reeleccion-UNED_997410969_121740947_626x472.jpg