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El trabajo en la nueva fase: tiempo de más explotación

Por Lucas Aguilera

Hace 138 años, miles de trabajadores estadounidenses pasaron a la historia como los “mártires de Chicago”, marcando un hito para la lucha del movimiento obrero por la reducción de la jornada laboral. Bajo la consigna «ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso», los trabajadores de 1886 llevaron a cabo un reclamo que culminaría en una sangrienta represión y en el fusilamiento de los manifestantes.

Es un día como hoy, primero de mayo, que recordamos no sólo a los mártires de Chicago, sino que también a los millones de trabajadores que han luchado por una vida digna, por la supresión del tiempo de vida que les es expropiado cotidianamente.

El mundo en el que vivimos, es un mundo convulsionado por la crisis que atravesamos, por la disputa entre quienes pretenden apropiarse de la riqueza que producimos. Es en este mundo, donde la capacidad que nos hace humanos, la que nos identifica como seres universales, capaces de convertir nuestra actividad vital en objeto de nuestra voluntad, nos es expropiada y enajenada para el enriquecimiento de unos cuantos.
El trabajo, esa condena en la que vive el hombre contemporáneo, es en realidad la facultad que le permite crear los instrumentos para alcanzar sus fines, es la habilidad que le posibilita convertir en medio cualquier objeto que encuentre y es la determinación que lo distingue como actividad vital consciente.

En nuestra sociedad, donde reinan el dios dinero y los reyes del capital, es en donde nuestro trabajo como actividad y relación, es trastocado. Ya no somos nosotros los que definen a las cosas como instrumentos, sino que son las cosas mismas las que nos instrumentalizan. El trabajo, lejos de ser la definición que nos hace humanos, se ha convertido en mero medio de una estrecha vida material.

Es por esta inversión, que cuando trabajamos, estamos fuera de nosotros mismos, somos incompetentes para alcanzar nuestros propios fines y realizamos los de otros, que usurpan nuestra actividad vital. Somos convertidos en animales al momento de trabajar, y nos sentimos humanos al momento de consumir.

Esta contradicción ha llegado a su non plus ultra en la actualidad, en el momento donde el capital ha expandido su capacidad de explotación hacia los rincones más recónditos de nuestra intimidad y a los tiempos más remotos de nuestra actividad. Las tecnologías digitales son utilizadas para la enajenación de nuestra capacidad creativa y nuestra intención productiva, convirtiéndonos en engranajes de una maquinaria social que vive a expensas de nuestra actividad vital consciente.

Esta nueva fase del capital ha generado mayores grados de dispersión y fragmentación social y política, al mismo tiempo que ha provocado una mayor integración económica. La capacidad del capital de asociar brazos e instrumentos en el proceso productivo se expandió, permitiendo que millones de personas en cualquier parte del mundo puedan trabajar en un objetivo común. Este nuevo grado de combinación de la fuerza laboral, a través del mundo digital y sus plataformas, ha significado la reducción de costos y tiempos de producción para el capital, ampliando su capacidad de acumulación.

El advenimiento de esta nueva fase ha desdibujado entonces los límites de la jornada laboral, yuxtaponiendo los tiempos y espacios en los que habita el ser humano. La consolidación de la virtualidad como nuevo locus standi para la producción, ha provocado la difuminación de la diferencia entre tiempo laboral y tiempo de recreación, convirtiendo finalmente todos los tiempos y espacios donde acciona el trabajador, en tiempo de explotación para el capital.

Por eso es urgente, hoy más que nunca, rememorar a los mártires de Chicago y todos los trabajadores que dejaron la vida en la lucha por un mundo en donde el hombre no sea esclavo de su producto. Es necesario entonces empezar a debatir la totalidad de la riqueza que producimos, sin reducir la discusión a las formas tradicionales de explotación.

Sólo de esta manera lograremos asumir la complejidad de la situación en la que estamos inmersos y encontraremos los instrumentos para la definitiva liberación de las clases subalternas.

Entonces es necesario que ofrezcamos a los pueblos la posibilidad de que trabajen felices con un grado suficiente de dignidad para un progreso técnico y científico de la humanidad, que quizás no sea tan grande como el que ha venido asegurando el capitalismo, pero por lo menos que no sea sobre el sacrificio de nadie. Pueblos felices trabajando por la grandeza de un mundo futuro, pero sin sacrificio y sin dolor, que eso es lo humano, eso es lo natural y que es también lo científico.

Juan Domingo Perón

El trabajo en la nueva fase: tiempo de más explotación – Por Lucas Aguilera

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Informe: Las madres solteras sufren mayor riesgo de pobreza y exclusión social

https://es.euronews.com/video/2024/04/09/las-madres-solteras-sufren-mayor-riesgo-de-pobreza-y-exclusion-social (vídeo)

 

El informe de la Red Europea contra la Pobreza apunta a una fiscalidad más justa como herramienta para evitar la marginación.

 

La pobreza tiene muchas caras, pero **su rostro más habitual es el de una mujer.**Como el de Geneviève Baert, que vive en Bélgica y tiene 54 años. La pérdida del negocio familiar cuando era adolescente y el cuidado de sus cinco hijos como madre soltera la empujaron a una situación de pobreza de la que está tratando de salir.

 

«Tuve un periodo en el que era pobre y no lo sabía», cuenta en una entrevista con ‘Euronews’. Pero Baert pudo darse cuenta de su situación gracias a las redes de ayuda, algo que la empujó a «luchar de otra manera, con otras armas» y evitó que se culpabilizara. «Es la sociedad la que no pone las cosas a mi alrededor para que yo pueda evolucionar», lamenta.

 

Ella es una de las 95,3 millones de personas en la Unión Europea que en 2022 estaban en riesgo de exclusión social o de pobreza. Según Eurostat, la oficina europea de estadística, se trata de un 22% de la población del bloque. Países como Rumanía (34%), Bulgaria (32%), Grecia y España (ambos 26%), encabezan la lista.

 

Baert pertenece a uno de los grupos más vulnerables: las mujeres. Así lo explica el informe de la Red Europea contra la Pobreza (EAPN, por sus siglas en inglés) presentado este lunes en Bruselas. La pobreza femenina «es empeorada por los bajos sueldos y el ser responsable de los cuidados y es más probable que tengan un empleo de media jornada o temporal». Por ejemplo, el dossier alerta que en Austria aproximadamente el 50% de las mujeres trabajan a media jornada para poder atender a sus hijos, lo que las hace depender económicamente de sus parejas.

 

Según el presidente de EAPN, Carlos Susias, la situación es «estructural». Algo que se constata al haber «una diferencia en todos los parámetros de pobreza entre hombres y mujeres a favor de los hombres, en contra de las mujeres». Por ello, para Susias las medidas para acabar con las diferencias por género deben ir más allá de las actuales políticas de protección y apunta a una mejor conciliación. Para Baert, poder llevar a sus hijos al jardín de infancia fue clave. «Es importante para la madre, porque puede emanciparse y es importante para el niño, porque ya está aprendiendo socialización a esa edad», explica.

 

Aunque Susias también pide cambios en la fiscalidad de las familias monomarentales, que componen el 80% de los progenitores solteros con hijos a cargo. «Es necesario unas políticas fiscales que también permitan ciertos impuestos negativos de apoyo a las familias en mayor situación de vulnerabilidad», reclama.

 

Baert lamenta que la pobreza ha afectado a la vida y las oportunidades de sus hijos. «He tenido una experiencia muy mala de la escuela porque hay mucha discriminación contra los niños de entornos desfavorecidos», asegura. Además, ha echado en falta la empatía de otros padres o de los centros. «Eso deja huella en la infancia, marcas indelebles», lamenta.

 

El coste de la vivienda incrementa el riesgo de pobreza

El informe también alerta de como el aumento del precio de la vivienda y la alta inflación han afectado de forma más acusada a los grupos vulnerables, entre los que se incluyen los jóvenes o las personas con bajo nivel de estudios. Es el caso de Portugal, donde el informe explica que «en 2022, el 19,4% de la población en riesgo de pobreza estaba sobrecargada de gastos de vivienda, frente al 2,2% de la población sin riesgo de pobreza». Además, el texto alerta que en todo Portugal hay 2,8 millones de hogares con problemas económicos relacionados con la vivienda.

 

Las dificultades asociadas a la vivienda, como por ejemplo, la imposibilidad de mantenerla a una temperatura adecuada en invierno son también mayores entre los grupos en riesgo de pobreza. Según un informe de la Comisión Europea sobre el acceso a servicios esenciales de la UE en 2024, la pobreza energética «en todos los Estados miembros es mayor para las personas en riesgo de pobreza, y va entre el 3,9% de Finlandia y el 50,6% de Chipre, mientras que la media de la UE es del 20,2%».

 

Fuente: https://es.euronews.com/my-europe/2024/04/09/las-madres-solteras-sufren-mayor-riesgo-de-pobreza-y-exclusion-social

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El pánico y la educación

Por: Colectivo Dime

Asistimos, una vez más, a un intento de devaluación de la enseñanza pública por parte de quienes consideran que la nueva ley de educación está entrando en una deriva poco menos que de autodestrucción. Primero fueron las competencias, luego, el DUA, el uso de las tecnologías y, ahora, el trabajo por proyectos. Nada parece convencer a un sector del profesorado, especialmente de secundaria, que vive como una amenaza constante todo aquello que cuestione sus formas de hacer en el aula. Y, desde esta perspectiva, la respuesta es siempre la hipérbole y el pánico.

Un pánico que termina afectando a las familias, que asumen como propio un discurso negacionista que parece poner a sus hijos e hijas frente a las cuerdas, ante la más absoluta ignorancia, como fruto de la bajada de nivel. Se quejan de que la escuela es un laboratorio de experimentos para pedagogos chalados que están poniendo en riesgo el derecho a la educación con cosas tan peregrinas como el trabajo por proyectos o la codocencia. Y, al mismo tiempo, hacen que dimitan juntas directivas en bloque o tumban medidas que aportan recursos a comunidades educativas. ¿Eso no es desestabilizador para el alumnado y no pone en riesgo su formación?

Pero, analicemos levemente el panorama, porque la hipérbole no es un buen aliado de la realidad, y quienes hacen un uso torticero de ella en el ámbito de la educación o no conocen en profundidad las leyes y decretos que enmarcan las prácticas educativas o desconocen la realidad a pie de calle que se vive en las aulas. El contexto educativo en nuestro territorio es lo suficientemente amplio como para ser cautelosos a la hora de realizar aseveraciones monolíticas respecto a un modelo de enseñanza. Por ejemplo, afirmar que lo que sucede en un centro es lo que está sucediendo en el «sistema educativo» es, cuanto menos, atrevido. Cada comunidad autónoma goza de las competencias para manejar con cierto margen los recursos y el currículo. En este sentido, la frase «se está bajando el nivel», utilizada incluso por quienes tienen la capacidad de introducir cuantos elementos curriculares deseen en sus decretos autonómicos es, por decirlo de alguna manera, malintencionada. Y, en último lugar, los propios centros –e incluso cada profesor– pueden ampliar los mínimos a su gusto, que para eso existe la autonomía pedagógica, recogida también en la actual ley. Tenemos un currículo flexible que permite ajustarse a las necesidades de cada territorio y que, en muchos casos, requiere más de un adelgazamiento y profundización que de una prolongación del mismo, aunque en algunos aspectos lo requiera. Por no hablar de que la realidad social va cambiando y las necesidades también. No parece muy sensato querer seguir enseñando costura a las chicas actualmente, ¿no les parece?

Las leyes no cambian la realidad educativa de un país en unos meses. Se requieren años

De la misma manera que afirmar que el aprendizaje por proyectos pone en riesgo los pilares de la educación parece una afirmación poco ajustada a la realidad. En primer lugar, porque este método no es usado en nuestras aulas de manera mayoritaria, salvo quizás en etapas muy concretas, como pueda ser el caso de la infantil. Una utilización que, afirman los indignados, no es útil porque para el aprendizaje por proyectos se requiere disponer de un conocimiento profundo de los contenidos. ¿En qué se basan para decir esto cuando esta metodología ha sido apoyada y practicada por una larga tradición de educadores y educadoras, como Justa Freire y Rosa Sensat, entre otras, que han luchado en este país por la mejora de la educación, especialmente de los más vulnerables? ¿Se acuerdan de la conmovedora historia de Antoni Benaiges, el maestro que prometió el mar? ¿Dirían que el uso de los recursos tecnológicos y el trabajo cooperativo en sus aulas no fomentaba el aprendizaje entre sus discentes? ¿Era su modelo, basado en las técnicas de Freinet, un laboratorio de pedagogos o pretendía ser un espacio experiencial para que su alumnado pudiera construir y apropiarse de su propio proceso de aprendizaje? ¿Recuerdan a Antonio Machado y su maravillosa obra? ¿Una obra que sin la Institución Libre de Enseñanza, sin la forma de entender la educación de su maestro, Giner de los Ríos hoy, probablemente no podríamos disfrutar? Un canto al «docente comprometido», a las ganas de cambiar lo que no funciona, al profe sensible al entorno y las circunstancias del alumno, comprensivo, que está convencido de que la educación es y será siempre algo colectivo (la instrucción es justo lo contrario: individualista, personalista) y que, por lo tanto, es imprescindible llevarla a cabo en el contexto de lo común. Que hay muchos de estos y no hacen apología del apocalipsis en las redes sociales. Se parecen mucho al maestro que prometió el mar. Un modelo de educación que, dicho sea de paso, el régimen franquista vio cargado de ideología y se encargó de eliminar «porque los niños y niñas de este país necesitaban otra cosa para prosperar».

Otra de las afirmaciones en las que sustentan la decadencia de nuestro sistema educativo son los resultados PISA, una prueba que, curiosamente, está formulada desde una perspectiva competencial. Pero más allá de realizar un análisis sobre la necesidad de seguir avanzando en este sentido, la respuesta es que la Lomloe ha fracasado, cuando ni siquiera se había puesto en marcha aún en todos los cursos de primaria cuando se realizó la evaluación. Las leyes no cambian la realidad educativa de un país en unos meses. Se requieren años. Lo que sí nos dice PISA es precisamente que, en España, se trabaja poco de manera competencial y que el constructivismo brilla por su ausencia. Ni siquiera la evaluación ha dado los pasos para considerarse verdaderamente formativa, como plantea la actual ley. La norma parece ser más bien al sentido contrario: explicación, ejercicios (en clase o en casa) y examen.

Hemos llegado a leer que tienen hasta dos cursos de desfase respecto a épocas anteriores, una barbaridad que no se sostiene, entre otras cosas, porque las generaciones de estudiantes son incomparables. ¿De verdad alguien puede afirmar que los alumnos de los 80 tenían mejor competencia lingüística o digital que los actuales, por poner un ejemplo? Es ridículo.

El 80 % del profesorado ha recibido alguna agresión verbal o física por parte del alumnado o familias, decían recientemente ciertos sindicatos. ¿Qué tipo de agresión? ¿En qué contexto? ¿Hace cuánto tiempo? ¿Por qué los mismos que afirman que «educar» se hace en casa, contraviniendo con ello todos los requerimientos legales que se derivan de nuestra práctica profesional, sostienen que no tenemos herramientas para encauzar la violencia cuando tenemos valiosos planes de convivencia y, al mismo tiempo, reniegan de los equipos de orientación y prácticas como la cotutoría? ¿Qué interés hay en pintar una escuela donde, vista desde afuera, es poco menos que un caos violento e incontrolable?

Pintar una escuela pública donde sus alumnos fracasan a diario, donde el profesorado se encuentra acorralado entre la inspección y un alumnado agresivo solo provoca el pánico entre las familias y hace que, preocupadas por el bienestar de sus hijos e hijas, busquen otra alternativa en la privada. Las que puedan permitírselo, por supuesto, rompiendo con ello toda esperanza de una escuela en la que la diversidad se contemple como una oportunidad y no como un problema.

Necesitamos aumentar el gasto en educación, garantizar la estabilidad de las plantillas, disminuir la interinidad, mejorar las ratios, elevar la autonomía de los centros y la participación efectiva

Estamos convencidos de que la escuela es otra cosa. Mejorable, por supuesto, pero un reflejo de lo que vivimos en el día a día en nuestra sociedad. Y los retos a los que se enfrenta la comunidad educativa distan mucho de ser lo que se quieren dibujar con estas respuestas contundentes que buscan alarmar y que siempre ponen el foco en todo aquello que rompa mínimamente con el modelo educativo tradicional, aunque las propuestas siquiera sean tímidos esbozos. Estos retos pasan precisamente por hacerla más inclusiva, más cómoda para miles de niños y niñas que han sufrido durante años un modelo que les dejaba fuera. Y para ello, necesitamos aumentar el gasto en educación, garantizar la estabilidad de las plantillas, disminuir la interinidad, mejorar las ratios profesor-alumno, elevar la autonomía de los centros y la participación efectiva de toda la comunidad educativa, estrechar lazos de convivencia entre sus miembros, aumentar los espacios de coordinación entre el profesorado, incentivar la formación continua, garantizar el acceso a todo el alumnado eliminando las barreras a las que se enfrentan diariamente…

Estos y otros muchos son los verdaderos retos. Quizás sea necesario politizarlos, o lo que es lo mismo, canalizarlos políticamente para que realmente tengan un efecto real y positivo en la comunidad educativa y así evitemos que otros traten de aprovecharse del malestar que provocan con ideas reaccionarias y que poco tienen que ver con la mejora de la calidad de la educación.

Por último, a cualquier ciudadano que un día eligió la escuela pública para trabajar y/o para educar a su descendencia, que ha presenciado y compartido la lucha de muchas familias por hacer de esta un lugar abierto a todo el mundo, es inevitable que le duela profundamente ver estas afirmaciones infundadas o exageradas, avaladas por un sector conservador que solo busca el expolio de lo público en favor de lo privado. El vaciado de lo público para desviar recursos en sus espacios homogéneos, alejados del mundanal ruido, de las interrupciones constantes de la vida y de quienes habitan en ella y aprenden día a día a cohabitar estos espacios complejos, pero ricos en diversidad, convencidos de que son la esperanza de un futuro más humano y menos patológicamente competitivo.

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Mujeres, con pobreza de tiempo libre: Cepal y OIT

Dedican casi el triple de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.

La cultura latinoamericana que deja a las mujeres la responsabilidad mayor de cuidar a los hijos, a los adultos mayores y a realizar labores del hogar, hace que tengan una «pobreza de tiempo” que las aleja de la capacitación, formación profesional, autocuidado y de su vida personal.

Lo anterior de acuerdo con el documento “Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe, Desafíos y oportunidades para la inclusión laboral de las personas jóvenes y la redistribución del trabajo de cuidados” de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Los organismos internacionales aseguran que debido al trabajo no remunerado que tienen que hacer las mujeres hay una menor tasa de participación laboral de las mujeres, porque ellas ocupan una parte importante del tiempo individual.

“En América Latina, las mujeres de entre 15 y 29 años que no están estudiando ni en el mercado laboral son las que más tiempo dedican al trabajo no remunerado: entre 40 y 75 horas semanales según el país (mientras los hombres jóvenes en esta misma condición dedican entre 9 y 26 horas semanales)”, explicaron la Cepal y OIT

En otras palabras, “las mujeres dedican casi el triple de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, por lo que la igualdad y la justicia pasan por redefinir estas cargas y avanzar decididamente hacia la sociedad del cuidado”.

Mujeres, pobreza y falta de tiempo libre

Ello implica que las mujeres destinan al trabajo no remunerado casi el mismo tiempo de una jornada laboral. Además de que entre más pobreza económica tengan menor acceso a escuelas o ayuda doméstica tienen, por lo que a su situación de pobreza se les añade la escasez de tiempo libre.

Para las mujeres con hijos menores de 5 años aumenta la carga de cuidados, por lo que hay menor presencia de ellas en los trabajos remunerados, mientras que cuando no hay presencia de niños y niñas en el hogar hay un mayor porcentaje de mujeres en el mercado de trabajo.

La desigualdad de genero se mide tanto en la participación laboral como en la alta incidencia del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, lo que profundiza las desigualdades no solamente de la distribución de tareas, también del uso del tiempo que deja a muchas mujeres “en una situación de pobreza de tiempo”.

En “Chile, Guatemala y México, las mujeres jóvenes dedican más del 20% del tiempo al trabajo no remunerado, lo que limita mucho su capacidad para participar del mercado laboral”.

Trabajo no remunerado de las mujeres

De acuerdo con el estudio, en México, los hombre de entre 15 y 29 años dedican 9.3 horas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, mientras que las mujeres de esa edad destinan 21.9 horas, es decir más del doble.

El país donde las mujeres destinan más tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado es Guatemala donde ellas dedican hasta 25 horas, en contraste con 9.3 horas de los hombres. El Salvador es el país en donde destinan los hombres más tiempo a esas labores con 11 horas y media.

Si se considera el trabajo total, es decir, el remunerado y no remunerado, México es el país donde las mujeres destinan más tiempo a ambos con 76 horas, seguido de El Salvador con 74 horas y Ecuador y Chile con 72 horas cada uno. Mientras que los hombres en total destinan 67 horas en México, 68 horas en El Salvador y 66 horas en Costa Rica, lo que muestra que los hombres tienen más tiempo libre a la semana que las mujeres.

Fuente: https://www.eluniversal.com.mx/cartera/mujeres-con-pobreza-de-tiempo-libre-cepal-y-oit/

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Los 27 ministros de América Latina que buscan transformar la educación de la región

Por segundo año consecutivo, la Comunidad Araucaria reúne a ministros y secretarios de Educación para que participen en una intensa agenda de formación, vinculación e inspiración, con el objeto de potenciar las gestiones de cada uno de sus gobiernos locales.

Este martes, 16 de enero, comenzó en Madrid el segundo encuentro anual de la Comunidad Araucaria, una red de ministros y secretarios de Educación coordinada por Fundación Varkey y organizaciones aliadas. Se repite así la experiencia que tuvo lugar en Washington DC en enero 2023, donde participaron 23 ministros de Educación de 7 países. Con una mayor representatividad, ya que este año son 27 titulares de 8 países.

 

Los ministros -estaduales y nacionales- provienen de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Panamá, Uruguay y Perú. Los temas a trabajarán son liderazgo, alfabetización, educación secundaria, educación y trabajo, comunicación, transformación digital, y educación del carácter, entre otros.

 

Primera jornada de la Comunidad Araucaria en Madrid

Primera jornada de la Comunidad Araucaria en Madrid

La lista de todos los participantes

 

Desde Argentina: Miriam Serrano (Jujuy), Susana Montaldo (Tucumán), Horacio Ferreyra (Córdoba), Alicia Fregonese (Entre Ríos), Pablo Lopez Silva (Tierra del Fuego), Daniel Busquet (Santa Cruz), Ramiro Aranda (Misiones). Desde Brasil: Rossieli Soares da Silva (Pará), Vitor de Angelo (Espirito Santo), Raquel Teixeira (Rio Grande do Sul), Ana Pancini (Rondinha), Roni Miranda (Paraná). Desde Chile: Nicolás Eduardo Cataldo Astorga (ministro nacional). Desde Colombia: Carlos Alicastro (Cucuta), Verónica Monterrosa (Bolívar), Laura Cáceres (Norte de Santander). Desde México: Martha Elena Soto Obregón (Querétaro), Juan Carlos Flores Miramontes (Jalisco), Jorge Enrique Hernández Meza (Guanajuato), Gerardo Arturo Solís Benavides (Baja California), Sofialeticia Morales Garza (Nuevo León), José Guillermo Adame Calderón (Durango), Carlos Gorocica (Quintana Roo). Desde Panamá: Maruja Gorday de Villalobo (ministra nacional). Desde Perú: Miriam Janette Ponce Vertiz (ministra nacional). Desde Uruguay: Virginia Cáceres (ministra nacional)

 

La experiencia representará la oportunidad única de acortar tiempos y distancias, optimizar recursos y profundizar en los desafíos educativos compartidos en la región. “Sabemos que el carácter dual del rol, técnico y político, es un desafío para los ministros. Conocemos el reto que representa la escasez del tiempo en cada una de sus gestiones, entendemos la complejidad que implica que la educación llegue a representar una prioridad verdadera para la ciudadanía y sus gabinetes, en un contexto regional complejo. Por eso mismo creamos Comunidad Araucaria, porque sabemos que hay salida y que es a través de la educación porque la educación es la solución”, afirmó Agustín Porres, director regional de Fundación Varkey.

Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE

 

Las actividades están pensadas exclusivamente para ministros y contarán con oradores de primer nivel como Juan Carlos Cubeiro, autor del ensayo Del capitalismo al talentismo, Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE, Gonzalo Jover, decano de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense, además de Mariano Fernández Enguita, Luis Arroyo, Nuno Crato, Jo Ritzen, Carmen Pellicer,James Arthur, Manos Antoninis y Tamara Díaz.

 

Los ministros, además, tendrán una jornada académica en la Universidad Complutense, visitarán escuelas en grupos reducidos para interiorizarse sobre cómo funciona el sistema local y contarán con un taller en el diario El País. La agenda de reuniones prevé ser también de alto nivel: tendrán encuentros con autoridades como la ministra de Educación de España, Pilar Alegría; el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Emilio Viciana Duro; y el secretario general de la OEI, Mariano Jabonero.

 

Este encuentro cuenta con socios estratégicos como el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), Fundación Botin, Fundación Coppel, Fundación Lemann, Fundación Trilema, Fundación Incluyendo México, Georgetown University, Instituto Natura, Leading Education, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), Techint, Templeton World Charity Foundation, y la Universidad Complutense de Madrid.

Fuente: https://www.infobae.com/educacion/2024/01/17/los-27-ministros-de-america-latina-que-buscan-transformar-la-educacion-de-la-region/

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Colombia: «Trabajadores están pidiendo aumento del 20% en el salario mínimo”: ministra del Trabajo

De acuerdo con la funcionaria, el Gobierno buscará una mejoría en el poder adquisitivo de los empleados para reactivar la economía.

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“Trabajadores están pidiendo aumento del 20% en el salario mínimo”: ministra del Trabajo

De acuerdo con la funcionaria, el Gobierno buscará una mejoría en el poder adquisitivo de los empleados para reactivar la economía

Gloria Inés Ramírez, ministra del Trabajo, espera que el salario mínimo para el 2024 tenga un aumento de dos dígitos – crédito Colprensa

Gloria Inés Ramírez, ministra del Trabajo, espera que el salario mínimo para el 2024 tenga un aumento de dos dígitos – crédito Colprensa

La discusión formal por el aumento del salario mínimo para el 2024 ya empezó. El 28 de noviembre se instaló la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales (Cpcpsl) y después se conocieron datos fundamentales para establecer el alza.

Por ejemplo, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) dio a conocer que el desempleo cerró en 9,2% en noviembre y que el índice de productividad fue de -1% para este año. Solo falta conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) o inflación al 30 de noviembre, dato que dará a conocer dicha entidad antes de finalizar la semana de 8 de diciembre.

Aunque todavía no se conocen las cifras oficiales que propondrán Gobierno, empresarios y trabajadores, la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez, dio a conocer que espera que el aumento sea de dos dígitos, aunque no tan alto como lo sucedido para el 2023, que fue de 16%.

Ramírez dijo a El Tiempo que “podría ser. Si no hay capacidad de consumo, no se reactiva la economía”.

Además, dejó claro que no será tan alto como para este año, ya que “las condiciones de la economía no nos dan para que haya un 16 o un 18%”.

De igual forma, se refirió a las recomendaciones hechas por los industriales y empresarios de que sea de un solo dígito. Según ella, esto es un proceso y se tiene que mirar.

“Yo pienso que es muy respetable y que la llevaremos a la mesa. Así como los trabajadores nos están pidiendo el 18% o el 20%. Son temas que hay que trabajar y la mesa tiene que buscar un acuerdo, que sería el mejor mensaje para el país”, indicó.

Dijo al medio que la posición clara del Gobierno a los trabajadores es que hay que mantenerles su capacidad adquisitiva.

Frente a esto, insistió en que “la única manera de reactivar una economía que está en receso es aumentando el poder de compra de los consumidores”.

En la actualidad, el salario mínimo en Colombia es de $1.160.00, tras el aumento de 16% para el 2023. Dicha remuneración la reciben 2,2 millones de trabajadores en Colombia – crédito Carlos Ruiz

Además, que Indudablemente no hay otra opción. Según ella, es necesario “mantener el valor adquisitivo a los salarios, aumentando las inversiones, en este caso el sector público, que tiene que apoyar con mucha más fuerza y con medidas contracíclicas”.

 

Aumento moderado del salario mínimo

Tras conocerse que el índice de productividad fue de -1%, desde varios sectores del empresariado del país pidieron por un aumento moderado del salario mínimo para 2024, ya que así se facilitará mantener y crear nuevo empleo formal que garantice ingresos a las familias colombianas y permitirá la viabilidad empresarial que ya enfrenta altos costos en los insumos y una caída en el consumo. Todo esto, en un escenario de inflación alta que seguirá golpeando a los hogares colombianos.

 

La Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia) hizo un llamado al Gobierno, empresarios y trabajadores a que en el proceso de concertación del salario mínimo para 2024 se tengan en cuenta las principales variables económicas del país que presentan retrocesos y que requieren de un trabajo coordinado tripartito para superarlos y evitar un deterioro mayor en el crecimiento del país.

 

“El aumento del salario mínimo, por norma constitucional, no puede estar por debajo del dato de inflación. Por eso, dijo, dentro de las variables a analizar en este proceso, y teniendo en cuenta que se tiene un IPC sobre niveles del 10%, lo más sensato sería un aumento mesurado teniendo en cuenta estos factores”, recordó la presidenta de AmCham Colombia, María Claudia Lacouture.

La líder gremial anotó que no se puede desconocer que hay múltiples factores que están indexados a esta alza, como son el costo del transporte; los arriendos; servicios públicos, entre otros.

María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia y de Aliadas, espera que el aumento del salario mínimo para el 2024 sea moderado – crédito AmCham Colombia

“Esto significa que lo que aumente el salario, aumentarán los mencionados, generando una mayor presión al bolsillo y no un incentivo o incremento real en el poder adquisitivo de los colombianos”, aseguró Lacouture.

Sobre el índice de productividad, aseguró que hay un largo camino por recorrer, ya que los resultados demuestran que es urgente la inversión y sofisticación de los procesos corporativos y, por eso, el incremento del salario mínimo debe garantizar que las empresas puedan seguir generando empleo formal y dándoles viabilidad para su funcionamiento.

Fuente: https://www.infobae.com/colombia/2023/12/03/trabajadores-estan-pidiendo-aumento-del-20-en-el-salario-minimo-ministra-del-trabajo/

 

 

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España: La huelga general feminista logra tantas adhesiones como la de pensionistas: más de 1.500 comités de empresa

Se han adherido los comités de las principales empresas de la industria, construcción, comedores escolares, limpieza y servicios públicos.

 

Mercedes, Tubos Reunidos, Tubacex, CAF, Gamesa, Arcelormittal, Sideneor, Altuna y Uria, Construcciones Moyua, Residencias Abeletxe, Gorabide, Clece, FCC, Eulen, todos los comités de las empresas de comedores (Auzolagun, Askora, Gaska, Sodexo, etc.) y las principales de limpieza (Eulen, Garbialdi, ISS), las diputaciones de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba, los ayuntamientos de Gasteiz, Bilbao, Donosti e Iruña, los comités de Osakidetza, EITB, Euskotren y metro Bilbao. La lista continúa hasta llegar a más de 1.500 comités de empresas que se han adherido o presentado una moción a favor de la huelga general feminista convocada en Euskal Herria el 30 de noviembre por el movimiento feminista para reclamar la transformación del sistema de cuidados, por uno que nos cuide a todas, que dignifique las condiciones laborales de las trabajadoras y que sea público y universal, incluso comunitario. Es decir, que quede lejos de la mercantilización y privatización actual, promovida y organizada por los sucesivos gobiernos en las últimas dos décadas.

 

La cifra que han ofrecido hoy los sindicatos y el movimiento feminista tiene un espejo donde mirarse: la huelga general de pensionistas de enero de 2020. Entonces, también lograron la adhesión de más de 1.500 comités de empresa, y Euskal Herria paró notoriamente de trabajar. En esta ocasión se persigue un paro productivo, la transformación de un sistema y un recordatorio: las “mujeres que realizan trabajos imprescindibles para sostener la vida” que no podrán ejercer su derecho a huelga, debido a la precariedad de su situación —como las trabajadoras del hogar—, debido a los servicios mínimos —residencias, Osakidetza— o debido a su situación administrativa.

 

Nahiara Arrieta (Steilas), Isabel Castro (ESK) y Blanca Peleteiro (movimiento feminista) han sido las encargadas de poner voz a la rueda de prensa de hoy, acompañadas por representantes de todos los sindicatos convocantes —ELA, LAB, EHNE, Etxalde y CGT—. Han destacado cuatro aspectos: la huelga es el “hito de un proceso”, su convocatoria “ya es en sí revolucionaria”, es una huelga “ofensiva” —para que el cuidado sea un “derecho colectivo”— y que responde a los “problemas urgentes que presenta la actual crisis de cuidados”.

 

Han indicado que “tenemos el objetivo de vaciar los centros de trabajo y tomar las calles, pero además queremos subrayar que es una convocatoria de huelga que va más allá”. “Todos los indicadores económicos se miden en términos de producción, no se contabiliza el trabajo que sustenta la vida, ese trabajo que realizamos principalmente las mujeres, pero carece del reconocimiento que le corresponde, tanto político como económico y social”, destacan. Por eso alientan a medir el impacto de la huelga “con una visión más amplia, poniendo especial atención en quienes trabajan en el sostenimiento de la vida”.

 

Y aquí reside lo que califican como la “paradoja” de los empleos “imprescindibles”, los que ejercen mayoritariamente mujeres, muchas de las cuales “ni tienen derecho a la huelga o se les ha impuesto servicios mínimos abusivos, por lo que no serán contabilizadas en los datos de las personas que secundarán la huelga”.

 

Llenar las calles también es uno de los objetivos. Habrá movilizaciones en más de 100 municipios y manifestaciones en las cuatro capitales durante la tarde. El programa de actos está ya casi cerrado y las horas de los actos principales varían entre las 17.30 —por ejemplo, Bilbao— a las 19.30h, como en Tafalla.

 

Fuente: https://www.elsaltodiario.com/euskal-herria/huelga-general-feminista-logra-tantas-adhesiones-pensionistas-1500-comites-empresa

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