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Más de 1,700 jóvenes salvadoreños dejaron de ser ninis en 2017

El Salvador/17 de Mayo de 2018/El Mundo

El 26.6 % de los jóvenes de entre 15 y 24 años no estudia ni trabaja, según la Digestyc.

Los datos de la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc) señalan que en 2017, más de 1,700 jóvenes dejaron de ser ninis, es decir, que no estudian ni trabajan.

La Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM)  de 2017 estima que 357,969 jóvenes de entre 15 y 24 años no estudian ni trabajan, representando el 26.6 % del total de personas con estas edades.

Respecto a 2016, la población nini, no obstante, mostró una reducción. En ese año, la EHPM estimó que habían 359,670, es decir, 1,701 más que en 2017.

En El Salvador, el rostro de esta problemática es femenino. El 38.4 % de las mujeres entre 15 y 24 años correspondió a ninis en 2017, frente al 37.7 % registrado en 2016. Mientras tanto, la incidencia en los hombres es del 14 % e incluso se redujo en comparación con el año anterior, cuando llegó al 14.6 %.

Un estudio de la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (Fundaungo) señaló que las mujeres tienden a abandonar sus estudios y oportunidades laborales porque se les impone la responsabilidad de las tareas del hogar.

El fenómeno de los ninis también afecta más a los jóvenes que pertenecen a hogares con ingresos más bajos, ya que el porcentaje de ninis es de 48.5 % en el quintil de menor ingreso, mientras que en el quintil con mayor ingreso es de 14.2 %.

Fuente: http://elmundo.sv/mas-de-1700-jovenes-salvadorenos-dejaron-de-ser-ninis-en-2017/

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Colombia: Los ninis, una generación que necesita más oportunidades laborales y educativas

Colombia/07 de Abril de 2018/El Espectador

De acuerdo al estudio realizado por el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, en Colombia se encuentran 580.000 ninis entre los 15 y 24 años, de los que 370.000 son mujeres y 212.000 hombres.

Cientos de jóvenes diariamente repiten frases como: “no terminé el colegio porque tuve problemas y tampoco quise seguir estudiando”. “No trabajo porque me piden requisitos que no tengo”. “No pude seguir en la universidad porque mis padres no tienen dinero y el banco no nos hace un préstamo”. “He buscado trabajo, pero no me llaman”.

Todos ellos son la representación de la generación de los ninis, jóvenes entre los 15 y 24 años que ni estudian ni trabajan, y por ende no tienen oportunidades para acceder a un empleo formal. De ahí la creciente preocupación del sector privado para visibilizarlos y dejarlos de ver como una población marginada.

“Los jóvenes son el 16% de la población mundial, por lo que son considerados la generación más numerosa de la humanidad. (…) Globalmente 71 millones de jóvenes están desempleados, principalmente las mujeres”, explica Lyana Latorre, directora del área de Corporate Social Engagement en Arcos Dorados, la franquicia más grande del mundo de McDonald´s, y una de las multinacionales que siempre ha trabajado con jóvenes.

De acuerdo al estudio “Perfil juvenil urbano de la inactividad y el desempleo en el país”, realizado por el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, esta situación ha tocado más a las ciudades intermedias, como Cartagena y Cúcuta, llegando a tener en Colombia a 580.000 ninis, de los que 370.000 son mujeres y 212.000 hombres.

Y es que ser joven hoy en día es estar atrapado en el círculo vicioso de querer trabajar, pero no encontrar trabajo por falta de experiencia. En Colombia, 1 de cada 6 jóvenes se convierte en “nini” (ni estudia, ni trabaja) y 6 de cada 10 “ni-ni” son mujeres.

Por esto la importancia de enfocar esfuerzos, desde diversos sectores, en estos jóvenes que no solo son sujetos improductivos, sino que al no hacer parte una actividad educativa, no consiguen experiencia y se marginan en los espacios económicos y sociales.

“Que un joven termine sus estudios es una opción para que sea un nini o no. Por eso hay que atraerlos, porque es una generación buena y creativa que trabaja de otras maneras y las empresas y gobierno tienen que entenderlos, y acomodarse a que son muchachos que buscan otras oportunidades”, agrega Latorre. Quien, además, expone que la informalidad laboral es otro factor que contribuye a esta problemática.

La educación y los ninis

“Los ninis generalmente duplican la tasa nacional de desempleo y es ahí donde se genera una gran dificultad, pues si no están trabajando o haciendo una trayectoria mínima todo se vuelve un círculo vicioso: no lo contratan porque no tiene experiencia, pero cómo va a tener experiencia si no le dan trabajo”, dice Iván Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.

Según el informe del Observatorio, este fenómeno se da principalmente porque para los jóvenes la educación no es atractiva, no les parece rentable o los sistemas de retención educativa no están funcionando. Lo que se traduce en que casi el 50% de los ninis alcanzan una educación media y un 9% solo tienen la primaria o ningún tipo de estudio.

Esta problemática se traduce para los expertos en una mezcla entre una mala educación y la desvinculación de la educación formal con el mercado laboral. Por esto resulta necesario buscar un modelo de enseñanza que garantice la permanencia de los jóvenes en las instituciones y a su vez que su formación esté enfocada en lo que requiere la industria.

“Un muchacho que dejó de estudiar en quinto bachillerato es muy difícil traerlo al sistema. Así que lo primero es que termine sus estudios básicos, luego que el mercado también les de esas oportunidades que están pidiendo y para eso se tiene que dejar de pensar en sistemas de trabajo rigurosos y estructurados, porque eso no les sirve a los ninis”, dice Latorre.

El estudio “Ninis en América Latina, 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades”, presentado en 2016 por el Banco Mundial, arrojó que en Latinoamérica se calcula que hay más 20 millones de ninis. Lo que para el Observatorio Laboral es una cifra alarmante por su aumento y por el hecho de que en un 80% este grupo de jóvenes pertenecen a estratos bajos, lo que se traduce en que no tiene estudios académicos, ni habilidades y conocimientos necesarios para ingresar al sector laboral.

Para el Banco Mundial el aumento de esta población no solo tiene consecuencias hacia ellos mismos, sino que también hacia la sociedad, puesto que en los países en los que hay mayor delincuencia y violencia, la situación presenta cifras más altas.

“A los jóvenes hay que escucharlos y darles oportunidades. Por ejemplo, en Arcos Dorados creemos en los jóvenes porque vemos todos los días lo que son capaces de hacer en nuestro negocio. Su inexperiencia la compensan con creces en la rapidez con la que aprenden, la motivación de cumplir su rol y el sentido de comunidad y colaboración que desarrollan entre ellos para trabajar en equipo.

Crear más primeros empleos para asegurar el futuro de nuestros jóvenes es una oportunidad que Colombia no se puede perder, por eso nosotros nunca hemos pedido experiencia y si hemos empleado a más de 73.000 personas en América Latina y el Caribe”, comenta Lyana Latorre.

Por su parte, Iván Jaramillo expone: “En Latinoamérica hay reformas que promueven el empleo en jóvenes y en Colombia hace dos años se creó la Ley 1780, que aunque tiene fuertes problemas de enfoque, promueve el empleo y emprendimiento juvenil, lo que demuestra que hay una preocupación desde la política pública por estos jóvenes”.

¿Cómo identificar a un nini?

Ser joven implica enfrentarse continuamente a las críticas de otras generaciones, a sentir que no confían en sus capacidades y a demostrar todas las habilidades que se tienen. Sin embargo, ser un nini o no, varía de acuerdo a las condiciones económicas, sociales y demográficas. Estas son las señales que indican si se es o no un nini:

– La edad de un nini está entre los 15 y 24 años.

– La mayoría proviene de estratos bajos.

– Están más en las ciudades que en el campo.

– Su nivel educativo no sobrepasa el bachillerato.

– Las mujeres nini en su mayoría se dedican al hogar.

– Viven del apoyo de sus familias.

– Creen que la educación no es el mecanismo para alcanzar las expectativas laborales.

– Creen que el dinero pagado para su experiencia es muy bajo y el tiempo para ascender es mucho, por esto prefieren quedarse en casa.

– Los nini no son Millennials. El concepto Millennials está más aterrizado a jóvenes que están en procesos educativos y tienen trayectoria laboral.

Para ponerle un freno a esta problemática, el estudio del Banco Mundial sugiere que se implementen programas de capacitación y emprendimiento, así como servicios públicos de empleo que les permita a todos estos jóvenes emplearse.

Fuente:  https://www.elespectador.com/creemos-en-los-jovenes/los-ninis-una-generacion-que-necesita-mas-oportunidades-laborales-y-educativas
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Educación para lo irreconciliable

Por: Fernando Buen Abad

“El procedimiento moralizador del filisteo consiste en hacer creer que son idénticos los modos de actuar de la reacción y los de la revolución…El rasgo fundamental de esas asimilaciones e identificaciones lo constituye el ignorar completamente la base material de las diversas tendencias, es decir, su naturaleza de clase, y por eso mismo su papel histórico objetivo”. León Trotsky

Algunos preceptores “pos-modernos”, metidos a ideólogos (y viceversa), se han empeñado en esfumar de la educación básica (y la no tanto) el indispensable mundo de los temas y las cosas irreconciliables. Con el argumento de que “nada es para tanto”, que “todo es relato”, que todo es “relativo”, o que “la realidad es según el cristal con que se mira” deslizan una lógica de lo blandengue, servil al olvido o al perdón de las cosas más imperdonables. Así, las dictaduras no fueron tales, el holocausto es una exageración, Hiroshima fue menor de lo que dicen y Videla junto a Pinochet realmente no fuero tan “malos”. Y algunos se lo creen. La historia entera de la humanidad lavada en “cloro” ideológico para “cerebros” ambiguos.

Es la dictadura Intelectual de una corriente burguesa, nada ingenua, que se ha cargado, con cierto “revisionismo” caritativo, a generaciones enteras bajo el cuento del perdón funcional para toda ocasión. Y eso, también, es inadmisible. Existe un punto en que la intransigencia crítica es provechosa porque estructura procedimientos lógicos y les da firmeza frente al caos con que se fabrican, y presentan, ciertos eventos ideológicos o históricos. No hay lucha emancipadora que no posea bastiones principistas irreconciliables. Como la lucha de clases. No hay corpus moral dignificante que no requiera, para su grandeza, de los pilares axiológicos provistos por una intransigencia crítica y dialéctica. Ni uno solo de los grandes inventos científicos o tecnológicos hubiese conseguido visa sin los bastiones de ciertas concepciones inamovibles.

No hay leyes, no hay Estados y no hay normas capaces de dar contención a los “contratos” sociales sin una estructura consensuada y sistemática de preceptos intocables. Así, entonces, la moda de barnizarlo todo con permisividad, relativismos y blandura, seria imposible sin una dosis de rigidez en sus causas primeras o en sus fines. Aunque lo nieguen.

Es la moral filistea que tanto conviene a los comerciantes interesados en quedar bien con todos. Es la mentalidad de los mercenarios decididos a ensanchar su cartera de clientes. Es la ética de los mercaderes de noticias empecinados en abarcar a la mayor cantidad de personas lábiles y superficiales. La ideología de los blandengues no requiere compromiso. De ahí su éxito. Extrañamente, para su propaganda de la ambigüedad, son muy rígidos.

Y a propósito: no se puede ser neutrales con la “neutralidad”. Mucho menos cuando intencionalmente se confunden (o equiparan) lo “neutral” con lo “objetivo”. Y más cuando por “objetivo” se pretende hacer creer que no se toma parte, que existe un lugar (o no-lugar) donde todo se ve con claridad por que no se toma partido, porque no se tiene influencia y ni herencia que tiña pensamientos, palabras o acciones. De tal falacia hacen su comidita quienes trafican la “objetividad” (que también es una ideología) buscando llegar a muchos. Así, dicen que la tecnología no tiene ideología, que la ciencia no tiene ideología… y que su ideología es la mejor porque sus silogismos no tributan ni adeudan ante escuela alguna. Y en eso sí que son intransigentes.

Asumir principios no supone petrificarlos. Cada convicción, que afirma sus herencias y sus consecuencias, requiere del antídoto metodológico de la crítica, y de la auto-critica, para no convertirse en dogma. Un “convicción” poderosa lo es si es coherente con su historia y con los fines a que sirve… si es necesaria, posible y realizable. Y no por eso es infalible. Una “convicción”, tenga la base que tenga, debe mantenerse en evaluación permanente y debe ser permeable a las fuerzas dialécticas que le dan origen y finalidades. Debe consensuarse, contrastarse y perfeccionarse sobre el crisol de la práctica y desde ahí debe producir su desarrollo si no quiere convertirse en soliloquio o en homilía de sordos. Y, especialmente debe ser paradigma elevado a la acción donde saldarán sus aportes y sus deudas sin transigir reconciliaciones con lo que combate.

No pocas veces, la velocidad de los acontecimientos históricos va generando lecciones que desnudan debilidades y contradicciones fuertes donde son necesarias habilidades especiales para corregir (sin traicionar) el todo o las partes de los principios y los fines. Parte de la inteligencia social consiste en entrenar esa capacidad de modelado permanente en la praxis (Sánchez Vázquez) como expresión de la dialéctica de las luchas emancipadoras que enfrentan, sin cesar, enemigos expertos en mutaciones, ambigüedades y disfraces de todo tipo. No se trata de habilidades para la “adaptación” ni para el “acostumbramiento”, sino de destrezas teóricas y prácticas para desarrollar, en la lucha misma, posiciones cada vez más poderosas. Sin renuncias por banalidades.

Son de esa estirpe las convicciones y las tesis contra la esclavitud en todas sus expresiones. Son producto de esa dialéctica los valores humanistas clásicos (sin individualismos), el respeto por la naturaleza y el respeto por la vida en lo concreto (sin idealismos). Son de esa envergadura los principios éticos que defienden la dignidad, el trabajo, la justicia social y el derecho a vivir sin amos y sin miedos… (sin demagogias legalistas de coyuntura). Intransigentes.

No se puede transigir ni reconciliar ideas con los comerciantes de la muerte, con las industrias bélicas; no se puede transigir con los manipuladores de conciencias ni con los secuestradores de la educación pública y gratuita. No podemos reconciliarnos con los que usurpan tierras y usurpan mares ríos y lagos… por más saliva que inviertan en justificarse. No se puede transigir con los especuladores bancarios o financieros ni con la usura de las “tasas de interés”. No hay conciliación posible con el hambre, con la insalubridad o con la ignorancia. No se puede transigir con con los valores humanistas comunitarios ni con las plusvalías. Y por más que leguleyos o preceptores de la alienación quieran nuestra mansedumbre como “presa de caza” para sus amos, alguna vez y en algún lugar hemos de rescatar nuestro derecho y nuestra obligación de ser irreconciliables con todo aquello que, mientras esclaviza o mata seres humanos, hace grandes negocios. Educarnos, pues, para lo irreconciliable necesario.

Fuente: https://www.telesurtv.net/bloggers/Educacion-para-lo-irreconciliable-20180323-0001.html

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Judíos ultraortodoxos: ellos rezan y ellas trabajan

Por: Lourdes Baeza

El 73% de las haredíes están ocupadas frente al 51% de los hombres ultrarreligiosos, sin embargo ellos cobran un 25% más.

Las mujeres ultraortodoxas son las que más contribuyen a estrechar la brecha laboral entre las comunidades ultra religiosas judías y el resto de la sociedad israelí. Mientras los hombres ultraortodoxos rezan, ellas trabajan y su salario es la principal fuente de ingresos de la familia, junto con las ayudas estatales que perciben por tratarse de familias numerosas.

Según la estadística hecha pública por el Instituto de la Democracia de Israel y el Instituto de Jerusalén para la Investigación Política, a pesar de que estos grupos siguen marcados por el aislacionismo cultural, en el plano laboral sí se han producido cambios significativos en los últimos años. El más evidente, la integración progresiva de las mujeres haredíes en el mercado laboral.

Existe aún una enorme brecha salarial que hace que, mientras las mujeres ultraortodoxas cobran de media mensual unos 1.400 euros, el resto percibe 2.000 euros

Los datos, revelados a finales de diciembre, pintan un panorama en el que el 73% de las ultraortodoxas trabajan, en una sociedad en la que el 82% de las mujeres, que no pertenecen a esas comunidades, forman parte activa de la fuerza laboral israelí. Una cifra que ha aumentado significativamente en la última década, a pesar de las limitaciones que, por motivos religiosos y de formación, tienen este colectivo.

La falta de formación académica las limita mucho a la hora de buscar trabajo pero cada vez son más las que apuestan por estudiar para optar a puestos mejor remunerados. El número de matriculaciones aumentó y aproximadamente, el 51% de ellas se encuentran inmersas en algún tipo de estudios superiores. El sector educativo sigue siendo su favorito para integrarse en el mercado laboral. “Tenemos un nivel educativo más alto que los hombres pero para cualquier mujer haredí la familia es lo primero y eso limita también mucho las posibilidades laborales”, reconoce a EL PAÍS Pnina Pfeuffer, una activista ultraortodoxa por los derechos de la mujer que se presentará como candidata para formar parte del Ayuntamiento de Jerusalén, en las próximas elecciones municipales.

Al mirar la radiografía de los datos arrojados por el estudio, no se puede olvidar que estas mujeres suelen tener a su cargo una media de 6 ó 7 hijos —frente a los 2 ó 3 del resto de judías—, que viven en condiciones económicas muy difíciles —un 45% de las familias ultraortodoxas vive por debajo del umbral de pobreza— y que proceden de un ámbito familiar patriarcal, donde la toma de decisiones a nivel individual apenas tiene espacio. “Eso queda también reflejado en los partidos políticos haredíes. Son monolíticos. No aceptan mujeres. Tienen su propia agenda. Las cuestiones relacionadas con nosotras no son prioritarias. No existimos”, asegura Pfeuffer.

La integración laboral de los hombres avanza a un ritmo mucho más lento. La estadística muestra que a finales del 2017, prácticamente la mitad de ellos continuaba dedicándose exclusivamente al estudio de la Torah —los textos sagrados judíos—. Por eso, los investigadores de este estudio afirman categóricamente que, a pesar de su aparente inmovilismo, la situación de las mujeres haredíes refleja que la comunidad ultraortodoxa está en continua evolución.

Brecha salarial

Aunque el porcentaje de mujeres trabajadoras ultra religiosas se acerca ya al del resto de mujeres judías, no sucede lo mismo con sus salarios. Existe aún una enorme brecha salarial que hace que, mientras las ultraortodoxas cobran de media mensual unos 5.800 shekels (unos 1.400 euros), el resto percibe 8.600 shekels (2.000 euros). “Cuando buscan trabajo, lo hacen dentro de su área porque muchas prefieren ganar menos, a exponerse al mundo secular donde su remuneración sería mayor”, explica la doctora Lee Cahaner, coautora del informe. Una diferencia salarial que se mantiene con respecto a los hombres ultraortodoxos trabajadores que, aunque son menos en porcentaje, perciben entorno al 25% más de sueldo que las mujeres.

Otro factor que explica esa brecha es que los empleadores saben que las ultra religiosas son mujeres con una gran carga familiar que les hará ausentarse a menudo del trabajo. “Aún así, lo aceptan porque hay una nueva generación que ha comprendido que ser la principal fuente de ingresos de la familia posiciona para conquistar una mayor cuota de poder. Poco a poco vamos ganando terreno en ese campo”, explica Pfeuffer.

La mayoría de las haredíes trabajadoras (un 62%) se desplaza caminando o utiliza el transporte público para llegar al centro de trabajo; entre otras razones, porque tan sólo un 29% posee licencia para conducir. Conducen menos que los hombres, pero utilizan más Internet. “En la última década el uso de Internet entre las mujeres ultraortodoxas se ha duplicado. En parte porque el Gobierno y los líderes de la comunidad, al ver que muchas ya no encontraban trabajo en la enseñanza, incluyeron la informática entre las nuevas especialidades de formación de las adolescentes haredíes”, explica Cahaner.

A pesar de los notables cambios, el encontronazo entre seculares y ultraortodoxos sigue presente en el día a día. Existe interacción pero siguen siendo un grupo bien diferenciado al que aún se considera, en muchos aspectos, al margen de la sociedad. Constantemente protagonizan protestas para mostrar su rechazo al servicio militar obligatorio y su empeño en que se respete escrupulosamente el Shabat hace temer que su influencia, cada vez mayor en la esfera política, pueda llegar a suponer una amenaza para el modo de vida de la mayoría secular en la sociedad israelí.

Fuente: https://elpais.com/internacional/2018/01/24/mundo_global/1516790082_771216.html

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Argentina: La docencia como profesión: una carrera que también necesita talentos

Argentina/13 de febrero de 2018/Por: Loris María Bestani/Fuente: https://www.lanacion.com.ar

Se trata de fomentar la excelencia y el entrenamiento de las competencias para el trabajo del futuro.

os alumnos ya no son los únicos con pruebas. Desde octubre de 2017 los docentes también tienen que rendir un examen antes de recibirse. «El operativo Enseñar es la primera evaluación diagnóstica de carácter nacional que se toma a los estudiantes del último año de las carreras de maestros de primaria y profesores de secundaria estatales y privados. Busca brindar elementos de diagnóstico para ir mejorando el sistema de formación docente y lo lleva a cabo el Ministerio de Educación de la Nación,» explica Jorge Colina, presidente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), organización que se dedica a investigar, entre otros temas, el sistema educativo y de capacitación laboral y la seguridad social. «La evaluación docente es una novedad en Argentina; es una herramienta de avanzada para mejorar la educación de la población y para que los propios docentes sean cada vez mejores en lo suyo,» agrega Colina.

No hace falta que el futuro maestro se prepare de manera especial para la evaluación. La idea es ver qué habilidades ha desarrollado en sus cuatro años de estudios. «Se hace más que nada para medir el nivel de preparación que tiene para empezar a trabajar como maestro y retroalimentar con esos datos el sistema de formación docente de manera de establecer una mecánica de mejora permanente,» precisa Colina. Para eso se evalúan las habilidades de comunicación escrita y las capacidades pedagógicas de planificación y estrategia de enseñanza y evaluación de los docentes por medio de ejercicios abiertos, resoluciones de casos y preguntas de opción múltiple.

La evaluación se tomará una vez al año y por ahora no se prevé un sistema de premios y castigos. Cada futuro docente que la rinda recibirá un diploma que acredita su participación. Este examen se toma hace tiempo y con variantes en otros países, como Inglaterra, Canadá, Portugal y Chile. En algunos países, el buen desempeño del docente se premia con ascensos o reconocimientos económicos y el malo, cuando es sostenido, se castiga con el despido. En Argentina, los resultados de octubre estarán listos en mayo y serán procesados por el Ministerio de Educación de la Nación a través de la Secretaría de Evaluación Educativa.

Cuestión de ingresos

Según Colina, los docentes en nuestro país no están mal pagos. Cobran en promedio una remuneración similar a la de un trabajador privado de otros sectores con la ventaja de que sus condiciones de trabajo son superiores (6 horas, entre 45 y 60 días de vacaciones al año, régimen de licencias más benéfico y estabilidad en el empleo). Además, en la última década el salario docente creció a mayor tasa que el del resto de los sectores.

«Lo que ocurre es que el buen docente no está reconocido,» reflexiona el presidente de Idesa. «El salario crece por la sola acumulación de antigüedad y los regímenes de licencias son muy permisivos, haciendo que un maestro que no trabaja cobre lo mismo o más que uno que sí lo hace y que se esmera en ser un buen docente,» da como ejemplo. Por eso se necesitan reglas laborales que premien a los docentes buenos y dedicados.

«Jerarquizar la docencia a partir de la evaluación de desempeño y un régimen salarial sensible al compromiso del educador con sus alumnos es primordial,» señala Idesa. «La función social del educador es demasiado importante como para dejarla librada al interés individual o a los intereses corporativos,» sostienen desde Idesa. De allí que también sea una oportunidad usar esta herramienta de gestión, que es la evaluación a futuros docentes para jerarquizar a aquéllos que demuestren capacidad y compromiso.

Fuente de la Noticia:

https://www.lanacion.com.ar/2108205-la-docencia-como-profesion-una-carrera-que-tambien-necesita-talentos

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El estado de la educación en la India rural

India/30 de enero de 2018/Por: Anirudh Krishna/Fuente: http://www.livemint.com

El crecimiento económico moderno tiene poco espacio para las personas con habilidades rudimentarias y bajos niveles de educación.

Una asombrosa transformación ha ocurrido en el transcurso de una generación. Los hombres y mujeres jóvenes de la India rural superan con creces los niveles de educación de sus padres. Hace dos generaciones, las personas en aldeas remotas eran en su mayoría iletradas: casi no había escuelas en áreas remotas. Y todavía es común encontrar bajos niveles de educación entre los residentes de las aldeas que tienen 40 años o más. Pero la imagen de madrugada de un campesino rudo pero analfabeto tirando de un arado se desvanece ante la realidad más nueva de los niños de la aldea caminando a las escuelas en los cientos. Todavía en 2001, solo un poco más del 25% de todos los jóvenes rurales de 18 años asistían a escuelas, el resto había abandonado antes. Para 2016, la proporción de jóvenes de 18 años en escuelas y universidades había aumentado hasta el 70%. Hay una tendencia de educación en rápido aumento en la India rural.

El último informe anual del Aser Center, publicado el 16 de enero, presenta estos resultados. Derivado de una encuesta innovadora de más de 30,000 jóvenes, en el grupo de edad de 14-18 años, que se realizó en 1,641 pueblos de 24 estados de la India, esta encuesta es importante porque más de 125 millones de personas pertenecen a este grupo de edad, de los cuales más de dos tercios, aproximadamente 85 millones viven en la India rural, una población del tamaño de Alemania o el Reino Unido. Son ellos a quienes se confieren las esperanzas de sus familias, el futuro de la nación.

El hecho de que un número cada vez mayor de personas en este grupo de edad opta por permanecer en el sistema educativo es alentador, por lo tanto. Hay otros hallazgos optimistas. Las niñas han cerrado la brecha con los niños en las zonas rurales: a la edad de 14 años, el 94% de las niñas y el 95% de los niños están matriculados en la escuela; a la edad de 18 años, el 68% de las niñas y el 72% de los niños siguen asistiendo a la escuela, lo que representa una mejora total en las proporciones de una generación anterior.

Ese es el lado bueno de la historia. Es muy bienvenido El crecimiento económico moderno tiene poco espacio para las personas con habilidades rudimentarias y bajos niveles de educación. La era de la producción en línea de montaje ha dado paso a tecnologías más nuevas, con procesos complejos, que requieren una fuerza de trabajo mejor capacitada. Y ahí es donde las cosas no se ven tan bien.

La calidad de la educación en las escuelas rurales es pésima, en promedio. Entre los jóvenes de 14-18 años encuestados por los equipos Aser, solo el 43% pudo resolver un problema matemático de clase IV. Esta proporción fue aproximadamente la misma entre los jóvenes de 14 años que entre los de 18 años, lo que demuestra que el problema de los bajos resultados del aprendizaje no se resolvió al permanecer en la escuela. Solo el 40% de los jóvenes de 18 años podría tomar un 10% de descuento en un número determinado. Más de ese porcentaje no pudo ubicar su estado en un mapa de India. Veintisiete por ciento de los jóvenes de 14 años y 21% de los de 18 años no podían leer un libro de texto de la clase II en el idioma regional, y más del 40% en cada grupo de edad no podía leer una oración simple en inglés ( como «¿Qué hora es?»).

Cuando llega el momento de buscar empleo, ¿qué van a encontrar los jóvenes entrenados de esta manera cutre? ¿Cómo van a cubrir los déficits de aprendizaje acumulados tras años de asistir a escuelas rurales de baja calidad?

Con el declive secular de la economía rural, la creencia ha ganado terreno que la educación será el camino de un sustento precario y precario en la granja. Inspirados por esta esperanza, los niños del campo han acudido en masa a las escuelas. La mayoría de ellos son aprendices de primera generación. Es un gran experimento social en el que los padres rurales de todo el país han invertido mucho, dejando que sus hijos estudien más allá de la edad en que se unieron a la fuerza de trabajo.

Pronto, sin embargo, esta generación más joven se graduará de escuelas secundarias y universidades, y luego descubrirán que hay muy pocos trabajos buenos. Es una calamidad esperando que ocurra, un acantilado del que muchos caerán.

Una reacción contra la educación está a la vuelta de la esquina. «Cuando mi primogénito no pudo aprovechar gran parte de sus 16 años de educación», un padre podría argumentar, «¿por qué debería perder tiempo y dinero en la educación de mi segundo hijo?» Con la decepción masiva en el horizonte, la tendencia ascendente de la educación va a caer.

Elevar la calidad de la educación en las escuelas rurales es esencial, y es necesario un diálogo a nivel nacional para trazar el camino a seguir. Los negocios como siempre no resolverán el problema. Privatizar el sistema de gobierno tampoco es una solución viable. El mercado de la educación tiene un rendimiento bajo en situaciones donde los flujos de información son escasos y la competencia es limitada o inexistente. Las escuelas privadas rurales no funcionan mejor que las escuelas públicas rurales en términos de resultados de aprendizaje.

El problema esencial es uno de un sistema de gobernanza roto. Hay pocas recompensas por ser un buen maestro y pocos castigos por ser descuidado. Eso se debe a diseños defectuosos que deben repararse o reemplazarse por sistemas de gobierno más eficaces y responsables.

Lo que actualmente es un sistema altamente regulado y descendente en India necesita dar paso a otro en el que los docentes son innovadores en el aula y los padres participan como co-responsables de la toma de decisiones. Las innovaciones notables de menor escala desarrolladas por los gobiernos estatales y las organizaciones no gubernamentales proporcionan una indicación del mayor potencial de la innovación social. Estos esfuerzos de reforma deberían servir como puntos de partida para una conversación pública más amplia y cada vez más esencial.

Anirudh Krishna es el profesor de política pública de Edgar T Thompson en la Universidad de Duke.

Fuente de la Noticia:

http://www.livemint.com/Opinion/1km3nIazOPD0JgDwqKjz8J/The-state-of-education-in-rural-India.html

 

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Venezuela: El trabajo del docente es necesario para que no vuelva el neoliberalismo

Caracas / 17 de enero de 2018 / Por: Luis Lovera Calanche / Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/

“En Venezuela no puede volver el neoliberalismo ni el capitalismo salvaje, y el trabajo del docente es necesario para ello”, afirmó este lunes el ministro del Poder Popular para la Educación, Elías Jaua Milano, a propósito de celebrar en Día del Maestro.

Durante la colocación de una ofrenda floral al Padre de la Patria, Simón Bolívar, el funcionario señaló -en palabras del luchador social y poeta venezolano, Argimiro Gabaldón- que el pueblo es el gran maestro de los conductores de la Patria.

“Al neoliberalismo lo derrotamos en la década de los noventa sin estar en el poder. Claro que venceremos a este modelo excluyente que pretende volver al régimen de privatización, de congelación de salarios, de arrebatar las prestaciones y las pensiones a los maestros y maestras”, expresó.

Jaua argumentó, en ese sentido, que el pueblo venezolano , unido, debe hacer irreversibles los derechos de los maestros y las maestras alcanzados en dos décadas de Revolución.

“En este siglo veintiuno,  con el comandante Hugo Chávez y ahora con el presidente Nicolás Maduro, seguiremos luchando junto al magisterio por la protección de salarios, por la estabilidad, por la formación docente, sepan que no están solos, somos pueblo en lucha por una sociedad de iguales” , aseguró.

Igualmente, el ministro Elías Jaua entregó el botón Luis Beltrán Prieto Figueroa en honor a los humildes maestros de la Patria.

Es necesario recordar que el 15 de enero de 1932, el profesor Luis Beltrán Prieto Figueroa decidió reunirse en la esquina de Cují, en Caracas, para formar una agrupación encargada de defender los derechos de los maestros y mejorar la educación en el país, ante las intromisiones en los asuntos gremiales por parte de la dictadura de Juan Vicente Gómez.

La iniciativa fue tomada en el Gobierno de Isaías Medina Angarita como símbolo de la unidad magistral y dio paso al decreto de celebrar cada 15 de enero el Día Nacional del Maestro.

Fuente noticia: http://www.correodelorinoco.gob.ve/ministro-de-educacion-el-trabajo-del-docente-es-necesario-para-que-no-vuelva-el-neoliberalismo/

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