Europa/España/03-11-2019/Autor(a):Víctor Saura/Fuente: eldiariodelaeducacion.com
Por: Víctor Saura
‘Uno para todos’ es el título de una película que se ha rodado entre Caspe y Arenys de Munt en la que el protagonista es un maestro interino que llega a un pueblo para cubrir una baja y tiene que lidiar con un contexto educativo desconocido y un alumno con una enfermedad grave. Hablamos con su director, David Ilundain.
“Es un debate muy actual, pero difícil de abordar en el cine: ¿cómo combinamos esta revolución tecnológica y social que estamos viviendo, estos cambios en las relaciones sociales tan acelerados, con una educación que se pensó para la anterior revolución industrial?”. David Ilundain es navarro y hace dos años que se instaló en Badalona; Uno para todos es su segundo film. En 2015 estrenó B, la película, inspirada en el caso Bárcenas y que obtuvo varias nominaciones a los Goya. Una historia radicalmente diferente de la de ahora. “Es cierto –comenta–, he pasado de hablar de lo peor de la sociedad a todo el contrario, a qué hacemos para mejorarla y, sin duda, la educación es la gran herramienta que tenemos”.
Uno para todos es ficción, pero se inspira en un caso real. Ilundain leyó en un diario la historia de un maestro interino de Aragón a quien habían premiado por un proyecto y que después de esa efímera gloria había seguido con su vida de interino precario y trotamundos. De ahí salió la chispa de la historia. A partir de aquí todo el resto no tiene nada a ver, si bien sí que se ha querido ambientar en un pequeño pueblo aragonés. “La idea de situar la trama en eso que dicen la España vaciada, así como la llegada a un lugar inhóspito, un poco como de western, nos parecía un componente muy interesante”, comenta el director.
El interino no se siente parte del equipo
“Aleix hace años que es interino y arrastra su propia trama personal, tiene síntomas de burnout, y sabe que en realidad no forma parte del equipo y que no puede pensar en un proyecto a largo plazo ni recogerá nunca los frutos de su trabajo y, además, sus alumnos tienen una dinámica heredada y no son especialmente receptivos a los cambios que él propone… todo ello le genera un cóctel de emociones sobre él mismo y sobre su profesión”, explica el director. Y hasta aquí puede leer, para no caer en spoilers. Es más drama que comedia, si bien, según afirma Ilundain, “es una película luminosa y positiva”.
La idea del film surge del mismo Ilundain, que leyó la noticia por casualidad y la compartió con Valérie Delpierre, productora ejecutiva de Verano 1993 y también de Uno para todos. Está producida por Inicia Films y Fasten Films, y de la distribución se hace cargo Acontracorriente Films. El guión es de Coral Cruz y Valentina Viso, pero buena parte de la tarea de documentación la hicieron los mismos Ilundain y Delpierre. Quisieron conocer al maestro aragonés y después se han entrevistado con otros maestros interinos para saber cómo son y cómo sienten su trabajo. Clara Segura, Patricia López Arnaiz, Ana Labordeta y un grupo de 18 niños completan el reparto. Ilundain calcula que el montaje estará terminado a finales de año y que se podrá ver en la primavera u otoño de 2020 pero, en todo caso, “esto depende sobre todo de lo que decida la distribuidora”.
En Badalona y en barracones
La edad de los niños de la película también fue cuidadosamente elegida. “Les queríamos maduros, con un cierto criterio sobre las cosas, pero no queríamos situar el argumento en un contexto de adolescentes, por eso el último curso de primaria era el ideal”, dice Ilundain. Precisamente el director tiene una hija casi de esta edad, que hace 5º, y un hijo más pequeño, que hace 2º. De su experiencia como padre de una escuela de Badalona tiene sentimientos encontrados: habla muy bien de los docentes que han tenido sus hijos, pero no tanto de los medios con los que trabajan. Su escuela, Badalona Port, es una de tantas en módulos prefabricados… desde hace más de 10 cursos.
“Me sorprendió mucho encontrarme con una escuela en barracones –comenta David Ilundain–, y pensé que era una cosa puntual hasta que luego supe que, como los nuestros, había centenares. En el caso de Badalona hay una suma de desidia e ineficacia de las dos administraciones, la municipal y la autonómica, y esto es muy frustrante. Cataluña no proyecta afuera esta imagen de saturación de los servicios sociales y educativos; cuando vienes de fuera y ves esto te sorprende, porque hablan tanto de hacer país y para eso no hay nada mejor que tener una buena educación”.