Europa/España/20-08-2021/Autor: ÁLVARO SOTO/Fuente: www.elcomercio.es
Asesor del Gobierno para el retorno a las aulas, el epidemiólogo y pediatra aboga por mantener las ratios y por avanzar en la vacunación de los estudiantes.
España sacó muy buena nota el curso pasado en la difícil asignatura de la covid-19, pero el nuevo año escolar está a la vuelta de la esquina y las autoridades sanitarias y educativas están preparándose para el siguiente examen. Semanas antes de la vuelta al cole, el epidemiólogo y pediatra Quique Bassat (Barcelona, 1974), asesor del Gobierno en el protocolo del regreso a las aulas, pide no caer en la relajación.
–¿Cómo será este próximo curso?
–Existen dos grandes diferencias respecto al anterior. Por un lado, la variante Delta, que es más contagiosa y supone un mayor riesgo. Pero por otro, tenemos el arma de las vacunas. En mayo éramos optimista porque estábamos saliendo de la cuarta ola, acabó el estado de alarma y todos esperábamos un verano más tranquilo. En ese momento planeamos este curso sobre dos pilares: que la incidencia fuera baja y que los adolescentes tenían que haber empezado a vacunarse. Se está cumpliendo la segunda premisa, pero la primero no, así que, desde mi punto de vista, no deberíamos tocar nada de las recomendaciones del año pasado. Hay que empezar el curso con las mismas medidas. Debería mantenerse el uso de mascarillas, los grupos burbuja, la ventilación, la distancia de 1,5 metros entre los alumnos, no acercarse a las escuelas si se tiene fiebre… Y además, seguir avanzando en la vacunación de los estudiantes.
–¿Serán medidas suficientes para que las clases sean presenciales en todos los niveles, como quiere el Ministerio de Educación?
–Serán medidas suficientes si se avanza rápido en la vacunación de los adolescentes. Por ejemplo, en mayo planteamos que se pudiera reducir la distancia porque la situación era mejor y no existía Delta. Ahora me parecería inadecuado reducir la distancia.
–El Gobierno ha pedido a las comunidades que mantengan la ratio profesor/alumnos, pero algunas ya han anunciado que despedirán docentes.
–Por lo menos en las primeras semanas, no debemos reducir las ratio, deben mantenerse las del año pasado. Cuando pusimos sobre la mesa la posibilidad de volver a ratios prepandémicas, estábamos en una incidencia de 150 y la situación era mejor. Ahora tenemos la evidencia de los brotes en colonias de verano, en viajes de estudios… Estamos avisados y si tomamos decisiones en contra de esos avisos, nos equivocaremos. Otra cosa es que la situación mejore y se pueda replantear la situación, pero no mientras la incidencia esté alta.
–Con la relajación de medidas de junio se dispararon los contagios entre los jóvenes. ¿No podría ocurrir lo mismo en el inicio de curso?
–La vuelta al cole puede ser positiva porque ayudará a los adolescentes a insertarse en la rutina de unas medidas de protección que en verano son más difíciles de seguir. En la escuela, los chavales están obligados a llevar mascarilla, no hay otra posibilidad, y se acaba el problema.
–¿Qué porcentaje de alumnos prevé que estén vacunados al principio de curso?
–No creo que se supere el 20% con pauta completa. Lo que sería sensato es montar la infraestructura para que los servicios médicos de las escuelas o los agentes covid puedan vacunar allí.
–La OMS ha pedido a los países ricos que no vacunen a los adolescentes y destinen esas dosis a las zonas donde la inmunización sigue siendo minoritaria.
–Yo me dedico a las enfermedades de los países pobres y sin duda, es una urgencia global que se tiene que resolver. Pero es un falso debate, por vacunar a los adolescentes en España no vamos a solucionar problemas en otros países, eso no funciona así. Las vacunas que están aquí difícilmente van a poder ser reencaminadas a otros países. Lo que sí hay que hacer de forma urgente es ayudar a Covax y que las farmacéuticas cumplan sus compromisos de producción.
–¿Se vislumbra de alguna manera el final de la pandemia?
–Seguro que hay una luz al final del túnel, solo hay que mirar al pasado y ver lo que ha ocurrido en otras pandemias, como la de 1918, de la que se tardó en salir tres años porque tuvo dos grandes olas. Los virus tienden a perder virulencia y es probable que eso ocurra cuando todo el mundo esté vacunado. No nos libraremos de él fácilmente, pero nos acabaremos habituando a que esté entre nosotros y a que en vez de olas, haya brotes Eso sí, no sabemos las fechas. Nosotros somos vecinos de África y ahí pueden surgir nuevas variantes. Por eso es tan importante vacunar.
–¿Puede aparecer una variante que escape de las vacunas y todo empiece de nuevo?
–Es una posibilidad realista. Científicos británicos publicaron hace unas semanas varios escenarios de futuro y uno de ellos, con la aparición de una variante muy contagiosa y muy letal, era apocalíptico. De nosotros depende que no pase, no dándole tiempo al virus para evitar que aparezca una nueva mutación así. Vacunación y medidas, incluso en vacaciones. Hay que seguir haciendo sacrificios.
–¿Ha estado la sociedad a la altura de la pandemia?
–Yo les pondría un 10 a los científicos, que han logrado tener una vacuna lista en pocos meses, y le daría mucho peor nota a algunos políticos, que han tomado decisiones temerarias sin base científica. La dicotomía entre prudencia y libertad nos ha hecho daño a todos. El aplauso que recibían los sanitarios debe hacerse extensible a todos los que han seguido las normas a rajatabla.
Fuente e Imagen: https://www.elcomercio.es/sociedad/salud/empezar-colegio-medidas-20210816182651-ntrc.html