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Crisis educativa en Venezuela: salarios “miserables” y derechos perdidos

800 Noticias/FotoReferencial

Frank Andrade, secretario nacional de la oficina de Reclamo y Contratación del Colegio de Profesores de Venezuela, denunció que el magisterio venezolano ha sufrido una pérdida significativa de derechos sociales y una disminución de salarios a “niveles miserables” desde la firma de la segunda convención colectiva de trabajo en 2018. Esta situación ha afectado la calidad de la educación en el país.

Andrade destacó que el salario promedio de un docente que se ubica entre las categorías del uno al seis es de entre 40 y 50 dólares mensuales. “La gran mayoría de los docentes que está entre las categorías uno y cuatro no devenga un dólar diario”, expresó en el programa En Este País de Radio Fe y Alegría Noticias.

El secretario nacional señaló que muchos educadores han tenido que complementar sus ingresos con otras actividades debido a los bajos salarios. Además, criticó las políticas neoliberales del Gobierno, como el reciente aumento en los pasajes, que han reducido aún más los ingresos de los docentes.

“Entonces, en la práctica el maestro, el docente está en pobreza extrema”, dijo Andrade. La falta de respuesta del gobierno a las demandas salariales de los educadores ha llevado a una crisis en el sector, con muchos educadores renunciando y migrando. “Más de 150 mil educadores se han ido del país”, destacó.

Andrade también denunció la persecución y amenazas del gobierno venezolano hacia los educadores, lo que ha llevado a un deterioro en la calidad educativa y a un aumento de la deserción escolar. “El gobierno ha manifestado que no permitirá que los pobres salgan de la pobreza”, señaló.

Según Andrade, el Gobierno ha dejado el tema salarial en un segundo plano, enfocándose en las elecciones del 28 de julio. Muchos educadores ven en un cambio político la única solución para sus problemas.

Finalmente, Andrade aseguró que el Colegio de Profesores de Venezuela sigue en pie de lucha y continuará reclamando sus derechos. “No nos rendiremos”, concluyó.

Con información de Radio Fe y Alegría Noticias 

Crisis educativa en Venezuela: salarios “miserables” y derechos perdidos

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40% de niños venezolanos no asisten regularmente a clases: su futuro está en riesgo

Por: Valentina Cordova

Más de 2,6 millones de niños no asisten a clases con regularidad en Venezuela. Las aulas se están quedando vacías y así va aumentando la vulnerabilidad y se disminuyen las oportunidades de progreso para las futuras generaciones.

En Venezuela, los niños y jóvenes entre los 8 y 17 años sufren rezago escolar severo (un atraso educativo de dos años o más) y son 88% más probables de ser pobres en el futuro. Este es uno de los datos que la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) presentó el pasado 15 de marzo en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), donde se mostró una radiografía de las vulnerabilidades y desigualdades que vivieron los venezolanos durante el año 2023.

El problema educativo en el país es multidimensional y no solo abarca el rezago escolar, sino también a las infraestructuras que se caen a pedazos, la falla en los servicios públicos, los bajos sueldos de los maestros y hasta el pensum cambiante.

maestro contagios

La crisis en el sistema es un reflejo de la ausencia de políticas públicas y la falta de presupuesto del Gobierno de Nicolas Maduro. La prueba es el monto que otorgó este 2024: del 100% del presupuesto nacional solo 10,25 % fue destinado a la educación, de los cuales solo el 2,6% fue para la educación universitaria.

Desde 2023 los economistas hablan de crecimiento económico y deflación y las personas tienen expectativas de progreso y mayor bienestar. Sin embargo, no se puede hablar de progreso ignorando la realidad de los millones de niños y jóvenes que viven desescolarizados, lo cual repercutirá en sus ingresos económicos y oportunidades laborales en el futuro.

Veamos las estadísticas que nos presenta Encovi al respecto: en promedio, las personas que no tienen nivel educativo perciben una remuneración de 1,25 dólares la hora, para los que terminan el bachillerato el monto sube a $2,62 la hora y los que tienen estudios universitarios pueden percibir $3,94 la hora o más.

No solo más pobres, también más vulnerables

El rezago, la deserción y la desescolarización no solo más pobre a la población de niños y jóvenes, sino también más vulnerables. El índice de vulnerabilidad propuesto por Encovi se centra en aquellas áreas que afectan la calidad de vida de los hogares.

El profesor Luis Pedro España, uno de los investigadores a cargo de la presentación, explicó que el 78% de la vulnerabilidad moderada o severa se concentra en el 30% mas pobre del país.

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Foto Miguel Zambrano / AFP

“Los hogares son vulnerables en mayor medida en aquellas áreas donde las condiciones son más difíciles de cambiar desde el ingreso de las familias”, agregó España. Durante el 2023, la educación ocupó el 5to lugar en el índice de vulnerabilidad de Encovi, afectando al 11% de la población.

Las personas que tienen mayor riesgo de vulnerabilidad son la población entre 6 y 17 años que no asiste a ningún centro educativo, los niños y jóvenes de 8 a 17 años con rezago severo y los adultos de 18 años o más que no completaron o tienen menos de los 11 años de nivel educativo.

Población escolarizada: aumentó, pero no lo suficiente

En 2023, según la Encovi, el porcentaje de la población escolarizada subió a 66%, lo que representa un incremento de tres puntos porcentuales en comparación con el 2022 y ubica al país en una cifra parecida de escolaridad a la que se tenía pre-pandemia.

En números esto representa que 7,61 millones de niños y adolescentes, entre 3 y 24 años, recibieron clases en el 2023 y aunque esto parezca una cifra alentadora realmente no lo es.

Si bien aumentó la escolaridad, esta no creció proporcionalmente con la demanda demográfica de niños y jóvenes que piden estudiar.Hay una brecha de casi 4 millones de personas que siguen sin estar escolarizadas y lo necesitan. Además, los investigadores de Encovi explicaron quede esos 7,61 millones de personas, el 40% (2,6 millones de niños) no asiste a clases con regularidad, una situación que aumenta el rezago escolar y por tanto la vulnerabilidad y la pobreza futura.

“Se trata de 2,6 millones de niños, niñas y adolescentes que faltan algunos días a clases, y casi el 50% de las razones aludidas con mayor frecuencia tienen que ver con la falta del personal docente por huelgas (30%) o por ausentismo (18%). Otras razones menos mencionadas, pero muy relevantes, tienen que ver con fallas en los servicios públicos y falta de comida en el hogar o la escuela”, comentó la profesora Anitza Freitez, también a cargo de la investigación.

Sin acceso a una educación de calidad, también se genera una brecha que minimiza la igualdad de oportunidades laborales y aumenta la pobreza. Durante el 2023, en Venezuela solo 1 de cada 10 niños o el 12% de la población estudió en una institución privada, lo que se traduce en 66% menos de probabilidades de que sean pobres a futuros.

Al contrario de lo que ocurre en los colegios públicos, con los cuales los niños aumentan en un 69% sus probabilidades de ser pobres solo por estudiar en este tipo de institución.

El rezago escolar: un detalle de lo que ocurre

No solo los niños y jóvenes no estudian, sino que cuando lo hacen muchas veces están atrasados al grado que por edad deberían estar cursando. Según lo reportado por Encovi, el rezago escolar aumentó en comparación con las estadísticas del 2019-2020. Entre los niños de 7 a 11 años subió de 32% a un 40% en el 2023, siendo predominante el rezago en las mujeres (37%) que en los hombres (34%).

Los adolescentes de 12 a 17 años sufren aun más rezago escolar, los hombres tienen un 55% de rezago de los cuales 18% es rezago severo (2 o más años de retraso). En el caso de las mujeres, el atraso en su escolaridad es de 46%.

Ante estas cifras la profesora Freitez manifestó que la población escolarizada con rezago severo hoy está en riesgo de quedar excluida del proceso educativo, si no se toman acciones.

En sus propias palabras: ¿por qué los jóvenes no continúan con sus estudios?

Además de las razones obvias como las fallas en el sistema educativo, en la encuesta Encovi los niños y jóvenes tuvieron la oportunidad de manifestar que razones los motivan o no a seguir estudiando. En el caso de los hombres entre 12 y 17 con deserción escolar, el 31% afirmó que dejan de estudiar porque deben salir a trabajar. Otras de las razones de peso entre este grupo de edad es que simplemente no quieren seguir estudiando, así lo aseguraron un 29% de los hombres encuestados y un 27% de las mujeres.

¿Por qué no quieren seguir estudiando? El 30% afirmó que no se sienten motivados por el ambiente escolar a seguir con sus estudios. Otra de las razones es queno les parece de utilidad lo que están aprendiendo en las aulas (25% de mujeres y 13% de hombres entre 12 y 17 años opina esto).

¿Y las soluciones?

Aunque el panorama es desalentador, los profesores encargados de la presentación de la encuesta Encovi propusieron algunas políticas públicas para dar respuesta y mitigar la crisis de escolaridad en Venezuela.

En primer lugar, plantearon que se diseñen estrategias que prologuen la permanencia de los jóvenes en la escuela y que luego de allí puedan tener acceso a primeros empleos. Además, instaron al gobierno a eliminar el horario escolar mosaico, donde los educadores asisten menos días a clases.

Para leer más sobre los resultados y las propuestas de la encuesta Encovi 2023, pueden hacerlo ingresando al siguiente enlace:https://www.proyectoencovi.com

https://elestimulo.com/educacion/2024-03-18/40-de-ninos-venezolanos-no-asisten-regularmente-a-clases-su-futuro-esta-en-riesgo/

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Venezuela: Encovi. Uno de cada tres venezolanos de entre 3 y 24 años de edad no estudia

Los detalles fueron presentados por la Universidad Católica Andrés Bello este miércoles 13 de marzo.

País.- Un total de 3 millones 984 mil 517 venezolanos, con edades comprendidas entre los 3 y los 24 años, no cursan ningún tipo de estudios, según la Encuesta de Condiciones de Vida(Encovi) del año 2023, cuyos resultados fueron presentados este miércoles 13 de marzo por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
El estudio demostró, tras hacer entrevistas en 16 mil 212 hogares del país, que la demanda potencial de estudiantes es de 11 millones 597 mil 754 personas, mientras que la población escolarizada es de 7 millones 613 mil 237, lo que deja a un 34 % de niños y adolescentes desescolarizados por múltiples motivos.
Entre las razones por las que estas personas abandonan los estudios, la encuesta reveló que el 19 % de las mujeres de entre 18 y 24 años que dejan de ir a clases lo hace por «embarazo, cuidar hijos o atender el hogar».
La cobertura global de educación alcanzó el 66 % en 2023, un 3 % más que en 2022, pero menos que en 2016, cuando el 76 % de la población en edad estaban escolarizados.
La Encovi, que se aplica en Caracas y en nueve de los 23 estados del país, remarcó que solo el 14 % de los hombres y el 21 % de las mujeres de entre 18 y 24 años continúan con sus estudios.
Asimismo, el estudio reveló que el 60 % de la población estudiantil asiste regularmente a clases «con cierta normalidad», mientras que un 40 % se ausenta de las aulas por motivos que incluyen la falta de comida en el plantel educativo, las huelgas del personal por mejoras salariales, los fallos en los servicios básicos y la inasistencia de docentes.
Además, el estudio concluyó que el 62 % de los estudiantes de primaria y bachillerato reciben alimentación gratuita en las escuelas y liceos, aunque solo algunos días por semana.
Según el Gobierno, unos 8,82 millones de estudiantes comenzaron en octubre pasado el año escolar vigente en más de 28 mil 300 centros educativos, lo que deja fuera a algunas universidades, especialmente del sector privado, que marcan sus propios períodos de manera independiente.
https://www.notitarde.com.ve/sucesos/45090/uno-de-cada-tres-venezolanos-de-entre-3-y-24-anos-de-edad-no-estudia-segun-encuesta
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Venezuela: ¡Entre otras propuestas! Especialistas proponen destinar el 10% del PIB del país a la educación.

Por: Angelo Gallardo

Destinar el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) del país a la educación es una propuesta de Benjamín Scharifker, doctor en fisicoquímica, exrector de la Universidad Simón Bolívar y de la Universidad Metropolitana y Carlos Fernando Calatrava, director de la Escuela De Educación de la Universidad Católica Andrés Bello.

Estas declaraciones fueron emitidas, la mañana de este martes 5 de marzo, en entrevista para el circuito radial @mundourweb, donde Scharifker comentó que este monto es lo que se invierte en otros países, sin embargo, “al no tener cifras claras en Venezuela, se hace muy difícil conocer montos exactos”.

Detalló que con esta cifra se incluye a todo el país con esfuerzo tanto del sector privado como del público, e indicó, además, que “se debe resolver la valoración de la educación por parte de la sociedad», insistiendo en que «mientras no se establezca el valor de la educación, no se podrá atender el segundo problema, el financiamiento de esta actividad que es costosa”.

“En Venezuela no tenemos a la educación como un tema de importancia nacional en el ámbito político. En el área empresarial tampoco se ha hecho este esfuerzo que los beneficia. Para valorar la educación, los profesores deben tener una compensación acorde al trabajo que hacen”.

Por otra parte, a través de distintas investigaciones, Calatrava determinó que con 75 mil millones de dólares; en 5 años se pueden construir alrededor de 24 mil escuelas, formando más de 250 mil educadores y llevando el salario de los profesores al promedio de Suramérica, aproximadamente 957 dólares mensuales.

“Si se ve como un gran pacto social para la educación, los ciudadanos pagarán felizmente los impuestos y las empresas estarían cómodamente alegres de invertir en educación”, explicó.

La falta de respaldo social, de voluntad política y ciudadana al tema educativo para darle el lugar que se merece, es lo que más duele, dijo. También advirtió que se debe avanzar en la municipalización de las escuelas, asegurando que al gobierno municipal le corresponde el preescolar y la primaria.

¡Entre otras propuestas! Especialistas proponen destinar el 10% del PIB del país a la educación #5Mar

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Venezuela: El 75 % de los profesores universitarios han pensado en abandonar la docencia, según estudio

La investigación precisó que el 32% de los profesores universitarios y el 21% de los estudiantes comen menos de tres veces al día. El 69 % de los docentes deben optar por otras actividades para cubrir sus gastos mensuales de manutención.

La educación superior en Venezuela no escapa de la crisis que afecta hace más de un lustro al país y podría estar en riesgo debido a la baja remuneración que perciben los profesores universitarios.

Un reciente estudio del Observatorio de Universidades sobre las Condiciones de Vida de la Población Universitaria de Venezuela (Enobu 2023) señaló que tres de cada cuatro educadores, lo que se traduce en un 75%, han pensado en abandonar sus trabajos como docentes.

Asimismo, revelaron que el 61% de los estudiantes también han sopesado abandonar la universidad en los últimos 12 meses.

De igual manera, la investigación precisó que el 32% de los profesores universitarios y el 21% de los estudiantes comen menos de tres veces al día.

En este sentido, Enobu destacó que el 94% de los docentes y el 81% de los estudiantes comen igual o peor que en 2022.

Los universitarios de la región Guayana son los más afectados, dado que el 40% de los docentes y 30% de los estudiantes comen menos de tres veces al día.

En lo que respecta a la salud, el estudio dio a conocer que 6 de cada 10 docentes padecen de enfermedades oftalmológicas. Asimismo, 8 de cada 10 estudiantes sufren miopía o antigmatismo.

También se estableció que 4 de cada 10 estudiantes universitarias tienen dos años o más sin realizarse chequeos médicos, según reseñó Banca y Negocios.

Esta situación los ha llevado también a vender o intercambiar sus bienes para poder acceder a los servicios sanitarios.

«Para acceder a la salud, el 56% de los docentes y el 40% de los estudiantes han tenido que vender o intercambiar bienes para costear sus servicios médicos», precisaron.

Por último, se pudo conocer que el 69% de los docentes deben optar por otras actividades para cubrir sus gastos mensuales de manutención. De igual manera, el 29% recibe ayuda de familiares o amigos, ya sea en Venezuela o en el exterior.

El 75 % de los profesores universitarios han pensado en abandonar la docencia, según estudio

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Vitrina Venezuela: Transformar la educación para el siglo XXI

Por: Benjamín Tripier

El gobierno debería invertir en un año más de estudio, ya sea a los bachilleres en curso o inclusive los que se graduaron en años anteriores, generando un quinto año repetido donde se valorice todo lo que se estudió hasta esa etapa.

El objetivo es para ayudar a los estudiantes en su primer año de universidad. Hay que hacer énfasis en las matemáticas y asegurar que los alumnos en ciclo básico sepan leer y escribir funcionalmente. Asimismo, los profesores también deben ser evaluados para desarrollar un sistema de educación sólido y estable, para acabar con el analfabetismo funcional. 

Hay que crear un sistema de rescate que tome a los últimos estudiantes de la primaria para pasar a la secundaria. Entre los siete y ocho años de edad, es la etapa prioritaria en la vida de los niños, ahí es primordial para enseñarles los conocimientos básicos.

En la etapa de blindaje se deberá cortar las graduaciones automáticas y ofrecer una especie de delay time de dos años para que se alcance un nivel competitivo, así requiera la repetición de un año. Los planteles privados tendrán menos problemas que los públicos, pero hay que reforzar las actividades del maestro público con entrenamientos y actualizaciones. Lo que esté bueno se queda, lo que no, será sustituido.

Como ya hemos hablado, hay que volver a las escuelas técnicas y agregar un año adicional. Se aplicarán filtros positivos (no para que se pierda, sino para que se gane), diseñando un sistema que favorezca a las escuelas técnicas para instruir a los estudiantes.  De esta forma, también se trabajaría en la selección de carreras para las necesidades del mercado venezolano.

El objetivo es que, una vez que se gradúen, los alumnos puedan tener trabajo inmediato en distintas empresas. Estudiar lo que puede y lo que hace falta en el país, le agregará valor. Por lo que el Estado presentará la lista de las carreras más urgentes y, para ellas, establecerá ayudas y financiamientos.

También tendrá que traer a profesores de alto nivel para que formen a nuestros jóvenes. Asimismo, habrá que fortalecer la realización de los exámenes de ingreso en las universidades para ofrecer nuevamente calidad, logrando que los índices se incrementen y que nuestras universidades aumenten de categoría.

Todas las universidades tendrán el mismo criterio y se intentará igualar el sistema público de educación universitaria con el privado. Hay que vender incentivos y volver al utilitarismo. Al estar en una etapa inicial en la reconstrucción del país, desde una base de un deterioro muy grande, el país no puede darse el lujo de tener excedentes en ciertas carreras y faltantes en otras.

El modelo de desarrollo del país que nos hace falta, define con bastante claridad las áreas y los criterios para la formación de profesionales en esta etapa; tener exceso de comunicadores sociales, abogados y administradores, mientras hay faltantes necesarios en ingeniería, tecnología, física y matemáticas, le quitará eficiencia al gasto y al proceso de reconstrucción de conocimiento.

Restaurar la calidad y eficacia de las carreras técnicas y de lo que pudiera llamarse “artes y oficios”. Deberemos contar con la base de habilidades, conocimientos y experiencia a la medida de una etapa crítica en la recuperación económica, social y ética del país. Ya después de la reconstrucción, podremos darnos el lujo de flexibilizar la matriz de necesidades vs disponibilidad de conocimiento.

Nuestro nuevo sistema debe apoyarse en las potencialidades de desarrollo personal, a partir de la infancia, de forma tal que ya en tercer o cuarto grado de primaria, se pueda definir la orientación humanista o científica, y la orientación hacia lo técnico o lo profesional.

De forma tal que, cuando se inicia la etapa del colegio secundario, ya haya una claridad del tipo de carrera que resulta más favorable al perfil individual, pero siempre cumpliendo con la matriz de necesidades del proceso de reconstrucción nacional.

Si bien alguien podría decidir tomar una carrera diferente al de las capacidades que se identificaron, el abandono de esa línea, debería tener un costo elevado para quien toma esa elección, pues de alguna manera, se tratará de una apuesta que no necesariamente llevará a la eficiencia armónica del desarrollo nacional.

Ya después de la reconstrucción, podremos darnos el lujo de adaptar la mencionada matriz de necesidades.  La duración de los ciclos primarios, secundarios y universitarios también debería flexibilizarse para asegurar que cada persona cumpla con los requisitos para poder entrar a la etapa siguiente; a la cual no se podrá entrar hasta que los cumpla.

La estructura de los periodos de clase y la composición de los pensum también debería revisarse a la luz de sistemas como el japonés o el finés, que han probado ser exitosos a la vez que innovadores y disruptivos.

La alimentación también es un punto importante. Se deberán desarrollar proyectos nutricionales para que los jóvenes estudiantes mantengan una dieta balanceada que ayude en su crecimiento; por lo que incorporar estrategias alimentarias para recuperar los niveles proteínicos permitirá avanzar en la evolución de cada persona con proteínas y ejercicio. Los institutos privados tendrán que pasar por los mismos filtros.

En una etapa inicial habrá que aplicar una encuesta con perfil de examen a una muestra representativa a nivel nacional, de maestros, profesores y alumnos de todos los niveles, de forma tal de contar con un perfil de disponibilidad realista del recurso humano, en formación, del que se dispone.

A partir de esta información, habrá que rediseñar los pensum y el tipo de prueba al que deben ser sometidos. Debe quedar claro que habrá que manejar los conceptos de autoestima, diversidad y resistencia, con un criterio más de ayuda y contribución al desarrollo personal, que de premio – castigo. El estudiante podrá repetir los ciclos las veces que lo necesite y hasta podrá reajustar su perfil en función a las nuevas experiencias que va viviendo.

El resultado final siempre debe ser que, para cada nivel y cada categoría, cada estudiante cuente con un mínimo de conocimiento que lo haga un profesional confiable, que aporte valor a una sociedad mal acostumbrada a que con “tener el título ya es suficiente para ejercer”, así no tuviera la capacidad requerida.

https://www.elnacional.com/opinion/vitrina-venezuela-transformar-la-educacion-para-el-siglo-xxi-3/

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Entre la persecución y la decadencia viven maestros venezolanos

Cada 24 de enero se celebra el Día Internacional de la Educación y en Venezuela hay muy poco que celebrar, ya que los maestros y los estudiantes batallan diariamente entre la persecución y la decadencia.

Dentro de los problemas que aquejan a todo el sector de educación se encuentran la baja matrícula, la deserción de los profesores y la precariedad de la infraestructura existente.

Aunque en el país no hay datos oficiales, diferentes informes de ONG y otras instituciones arrojan que miles de maestros abandonaron sus puestos en busca de mejores oportunidades en el extranjero, lo que ha generado una escasez de educadores calificados y ha impactado negativamente en la calidad de la educación.

Una de las principales razones de la deserción de los profesores es el bajo salario que no resulta suficiente para cubrir gastos de alimentación, indumentaria, transporte, salud o estudio de sus propios hijos.

Por otra parte, en las escuelas de Venezuela, se sigue trabajando con el denominado horario mosaico, que fue una de las propuestas implementadas durante la pandemia y que aún persiste en las escuelas públicas; se trata de que los niños asisten a clases entre dos o tres días a la semana.

Actualmente los maestros ganan al mes menos de 800 bolívares, necesitando 29 salarios para hacer la compra de la Cesta Básica.

El pasado 17 de enero, el régimen de Nicolás Maduro detuvo de forma arbitraria al presidente de Fenatev (Federación Nacional de Colegios y Sindicatos de Trabajadores Profesionales de la Educación de Venezuela) en Barinas por liderar varias protestas en el estado.

Los maestros constantemente están en las calles exigiendo sueldos dignos y reivindicaciones laborales.

Entre la persecución y la decadencia viven maestros venezolanos

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