La educación en guerras, crisis y emergencias: un derecho que no puede esperar

En la actualidad hay 222 millones de niños y niñas en edad de escolarización que viven en contextos afectados por crisis humanitarias. Pero su derecho a la educación no puede retrasarse, no puede olvidarse, no puede esperar, porque ellos no pueden esperar. Una reunión de alto nivel reúne en Ginebra a líderes de todo el mundo para buscar soluciones y asegurar que todos los niños y niñas vayan a la escuela.

La educación es un derecho fundamental reconocido en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH). Sin embargo, ese derecho, que habita básicamente en la infancia, está amenazado debido a conflictos, crisis climáticas o a la amenaza inminente de una recesión mundial.

En la actualidad hay 222 millones de niños y niñas en edad de escolarización que viven en contextos afectados por crisis humanitarias. Esta cifra ha ascendido exponencialmente desde los 75 millones que había en 2016, es decir un incremento de un 196 % en apenas seis años.

Con motivo de esta urgencia, las Naciones Unidas han organizado una Conferencia de alto nivel sobre Financiación de la ¨La educación no puede esperar¨ que se celebra este jueves y mañana viernes. El evento congregará en su sede Ginebra, en Suiza, a líderes llegados de todo el mundo. Su principal objetivo es conseguir que se asuman los compromisos necesarios para garantizar que todos los niños y niñas, sin importar su origen, accedan a una educación de calidad.

Noticias ONU ha hablado con Pilar Orenes, directora de EDUCO, una ONG de cooperación para el desarrollo y acción humanitaria, que está presente en 14 países, y participa en esta reunión, donde presentará el informe la Educación en Emergencias.

Pilar Orenes (centro), directora de EDUCO, visita una escuela en Cox Bazar, Bangladesh.
EDUCO
Pilar Orenes (centro), directora de EDUCO, visita una escuela en Cox Bazar, Bangladesh.

Disponer de un lugar seguro

“Cuando viajas a Cox Bazar (en Bangladesh), el campo de refugiados más grande del mundo, entiendes las necesidades de los conflictos que se perpetúan en el tiempo. Allí trabajamos mucho la situación socio emocional y la salud mental. Cuando hablamos de educación hablamos también de espacios seguros”, explica Orenes.

Como relata Nazar, de 14 años y víctima de la guerra en Ucrania en uno de los testimonios recogidos en el informe, “la guerra es frío, destrucción, separación y miedo. No sé qué pasará mañana, pero yo solo quiero volver a estar con mi padre y que se me pasen las pesadillas”.

Orenes observa que “durante una crisis, los niños, niñas y adolescentes necesitan un espacio donde sentirse seguros y protegidos, que les proporcione estabilidad, reduzca su nivel de estrés. También un lugar donde jugar, relacionarse, tener acceso a otros servicios como el agua potable o las instalaciones sanitarias.

Claramente, la educación salva vidas y por eso debe ser una de las prioridades en el marco de la ayuda humanitaria internacional.

Por qué importa la educación en emergencias

La educación es un derecho fundamental para el desarrollo humano y la erradicación de la pobreza. Los niños rara vez tienen una segunda oportunidad en la educación.

Esto es algo que ponen de manifiesto los testimonios recogidos en el informe de la ONG para explicar la urgencia de cumplir con este derecho, incluidas las situaciones de emergencia: “Mis padres y yo nos vimos obligados a dejar nuestra aldea para venir a Koro. Hombres armados venían regularmente a amenazarnos antes de llevarse nuestro ganado. Nuestras escuelas están cerradas y el pueblo está casi vacío porque nadie se siente seguro”, cuenta Adama, de ocho años, que sufre por el desplazamiento en Mali.

Fragmentos de proyectiles y balas recogidos en el recinto de una escuela en el óblast (región) de Donetsk (Ucrania).
© UNICEF/Ashley Gilbertson VII Photo
Fragmentos de proyectiles y balas recogidos en el recinto de una escuela en el óblast (región) de Donetsk (Ucrania).

La desigualdad de género, también está presente en las guerras

La desigualdad de género es otro de los elementos que analiza el informe. En él se destacan aspectos esenciales como la importancia de la enseñanza para prevenir el trabajo infantil, matrimonio infantil o las situaciones de trata.

Cuando las estructuras de estabilidad y seguridad se ven alteradas debido a una crisis, las niñas son especialmente vulnerables “Las mujeres y niñas tienen 2,5 veces más probabilidades de estar sin escolarizar que los chicos», denuncia Orenes.

Al carecer de las medidas de protección habituales, como la unidad familiar o el hogar, están más desprotegidas. «Son las primeras que tienen más riesgo a acceder a un matrimonio infantil o caer víctimas de trata«, añade. Así, las niñas en zonas de conflicto tienen un 90 % más de probabilidades de no terminar su educación básica.

Fondos insuficientes, Conferencia oportuna

Para Orentes, la reunión de alto nivel auspiciada por las Naciones Unidas es muy oportuna para destacar que lo que se está haciendo en materia de financiación “no es suficiente”.

“Hay que reconocer que han aumentado los fondos, pero también hay que reconocer que han aumentado las demandas y que en este momento son 222 millones de niños y niñas los que han visto interrumpida su educación, Se necesita invertir. Actualmente, sólo el 3% de los fondos que se destinan a ayuda humanitaria van destinados a educación. Lo que dice la Campaña Mundial por la Educación, de la que EDUCO forma parte, es que debería destinarse el 10%”.

Este reportaje ha sido producido por Leticia Álvarez Reguera del Centro de Información de las Naciones Unidas en Bruselas.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2023/02/1518637

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ONU: La explotación sexual de menores aumentó durante la pandemia

Por: Luis Lidón

La explotación sexual de menores ha aumentado durante la pandemia de la covid-19, lo cual ha tenido un efecto “devastador” en las víctimas de trata, la mayoría de ellas mujeres. Así se señala en el informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) publicado esta semana en Viena.

En el documento también se detalla que las restricciones y la crisis económica han aumentado el riesgo de caer en la trata, una forma de esclavitud que se ha hecho aún más difícil de detectar.

Redes sociales, un gancho para la explotación sexual

Las redes criminales han sabido sacar ventaja a la situación al centrar la captación durante los confinamientos en la esfera digital, incluidas las redes sociales, según el estudio “Los efectos de la covid-19 en la trata de personas y las respuestas al desafío”.

La trata consiste en captar y retener a una persona para explotarla. Aunque la esclavitud sexual es el crimen más conocido, otras víctimas caen en trabajos forzados o son obligadas a practicar la mendicidad, entre otros delitos.

Aunque la ONUDD no ofrece cifras globales sobre la magnitud de este delito, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de Naciones Unidas calcula que más de 40 millones de personas en todo el mundo son víctimas de trata.

Las mujeres son las más vulnerables

El estudio se desarrolla con información aportada por distintas organizaciones que trabajan con víctimas de trata en 46 países, ha explicado a Efe el jefe de lucha contra la Trata de Personas de la ONUDD, Ilias Chatzis.

Antes de la pandemia, la mayoría de las víctimas eran mujeres: de cada diez personas rescatadas de las mafias en 2018, cinco eran adultas y dos eran niñas, lo que supone el 70 % del total.

Las mujeres, menores y migrantes, de nuevo, han sido identificados en este estudio como especialmente vulnerables a la trata durante la pandemia, en la que los criminales se aprovecharon de los problemas económicos de las víctimas. A menudo la forma de captación son falsas ofertas de empleo.

Chatzis asegura que durante la pandemia las víctimas estuvieron sometidas a mayor violencia y abusos, y con los confinamientos, su situación era “menos visible”.

Los efectos de las restricciones

“La trata se trasladó a espacios privados. Con bares, clubes y salones de masajes cerrados, muchas actividades pasaron a apartamentos privados. Continuaron de manera diferente”, ha afirmado.

Han explicado que durante las restricciones a la movilidad, los criminales tuvieron más control sobre sus víctimas, que sufrieron una mayor violencia y explotación, y quienes consiguieron escapar tenían menos acceso a servicios básicos.

Con las fronteras cerradas, muchas víctimas de trata rescatadas o que consiguieron escapar se vieron obligadas a permanecer durante meses en los países donde fueron explotadas.

Chatzis subraya que para los criminales las víctimas son meras “mercancías” a las que explotar económicamente.

“Hemos documentado casos en los que las víctimas estuvieron a punto de morir de inanición durante los confinamientos. Simplemente, las abandonaron en los lugares donde las retenían. Sin comida, sin agua, sin atención médica, sin nada. Las víctimas son solo mercancías. Así que, realmente, no les importan”, ha resumido.

Explotación sexual a menores

Otro fenómeno muy preocupante es el aumento de los intentos de captar a menores para explotarlos sexualmente, tanto en sus comunidades locales como a través de internet.

El estudio revela que los menores son cada vez más el objetivo de criminales que utilizan las redes sociales para captar víctimas con métodos como la “sextorsión”. Ese delito consiste en usar imágenes obtenidas de alguien como chantaje para explotarla sexualmente.

Según la ONUDD, existen “claras evidencias” de una mayor demanda de material pedófilo, lo que ha “exacerbado” la explotación de menores en todo el mundo.

“Durante el período de las medidas de emergencia de la covid-19 se ha informado más sobre abuso infantil, incluidas nuevas formas de explotación, como el abuso sexual en directo“, señala el estudio.

Internet ha generado una modalidad de delitos muy complejos, como, por ejemplo, emisiones de abusos sexuales en directo en los que la víctima se encuentra en un lugar, los explotadores en otro y quienes acceden al material pedófilo en uno distinto, ha explicado Chatzis.

“La explotación sexual en internet está aquí, es parte de las modalidades de trata de personas. Y ha aumentado drásticamente”,  ha agregado.

La ONUDD lamenta en el estudio que algunos países, sin nombrarlos, carezcan de la legislación adecuada y del personal para perseguir la explotación sexual en internet, algo que insta a cambiar.

Planes de crisis

El experto de la ONUDD ha llamado a los Gobiernos a crear también planes para afrontar situaciones de crisis como la de la pandemia.

“Cuando apareció la covid no teníamos nada preparado. Esto no debería volver a suceder. Es necesario que existan estrategias para abordar una crisis de esta magnitud en el futuro“, ha concluido.

Fuente de la información e imagen:  https://insurgenciamagisterial.com

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