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España: Save the Children pide una asignatura de educación sexual

España/12 de Marzo de 2018/Eitb

Ha iniciado una campaña de recogida de firmas para que se promulgue una ley que proteja a la infancia de todas las violencias, incluida la machista.

En «Alguien te está escuchando» charlamos con Eva Silván, alavesa y responsable de Save the Children Euskadi, sobre esta iniciativa y la petición de una asignatura obligatoria en la enseñaza secundaria sobre «educación sexual», ante el incremento de actitudes machistas entre nuestros adolescentes.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, Save the Children alertaba sobre el aumento de la violencia machista en adolescentes e insiste en la necesidad de aprobar una Ley contra todas las formas de violencia que sufre la infancia en España.

Entre enero y octubre del año pasado, un total de 356 menores fueron denunciados por violencia machista, según ha informado recientemente el Gobierno a raíz de una pregunta parlamentaria. Se trata de la cifra más alta de los últimos nueve años.

Fuente: http://www.eitb.eus/es/radio/radio-vitoria/programas/alguien-te-esta-escuchando/detalle/5454470/save-the-children-pide-asignatura-educacion-sexual/

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España: El movimiento feminista convoca una huelga de mujeres: “Este 8 de marzo vamos a pararlo todo”

España/22 de Enero de 2018/La Izquierda Diario

Durante el pasado fin de semana se celebró el II Encuentro estatal hacia la huelga de mujeres. En él participaron más 400 mujeres de todo el Estado español y más de cien colectivos feministas.
El II Encuentro Estatal hacia la huelga feminista que tendrá lugar el próximo 8 de marzo se realizó el pasado fin de semana en Zaragoza. El centro social Luis Buñuel albergó a más de 400 mujeres que participaron durante los dos días de intensos debates. El sábado se discutieron profundamente los cuatros ejes en los que se organiza la huelga: laboral, estudiantil, de cuidados y consumo. Entre los puntos más importantes destacaron la discusión sobre las acciones comunes y la aprobación del manifiesto de la huelga feminista. Durante las primeras horas de la mañana se formaron grupos de debates entorno a los cuatro ejes.

En la comisión estudiantil se llegaron a reunir más de 60 jóvenes provenientes de diferentes universidades del conjunto del Estado español, entre ellas desde Madrid, Zaragoza, Barcelona, Santiago de Compostela, Murcia, Cádiz y Valencia para discutir sobre los objetivos generales que el movimiento estudiantil que reivindicar en la huelga del próximo 8 M. Entre los puntos más importantes, destacaba la vinculación de las demandas históricas por las que la juventud viene luchando desde hace años y las demandas concretas del movimiento feminista y de mujeres, así como las acciones coordinadas que se proponen hacia el 8 de Marzo, que se prevé una gran jornada de lucha.

En los dos grupos que se conformaron para discutir el eje estudiantil, destacó la necesidad de seguir luchando en defensa de una educación pública de calidad, feminista y laica, así como por la bajada de las tasas universitarias, la importancia de implementar medidas para que las mujeres trabajadoras, las madres solteras y las jóvenes precarias no se vean obligadas a dejar los estudios, la introducción de perspectiva anti patriarcal en los planes de estudio, así como el derecho a una educación sexual no heteronormativa o la pelea por salarios iguales entre hombres y mujeres del sector educativo.

“Como venimos diciendo en diversas intervenciones, la subida de tasas, así como la precariedad que golpea a la juventud y a las mujeres se convierte en uno de los principales problemas de los y las estudiantes con menos recursos. Por eso mismo, Marta Clar de Pan y Rosas de Barcelona planteó que «No solo es importante seguir peleando por la bajada de tasas, sino también por una educación gratuita y por la implementación de becas-salario para la juventud trabajadora y con menos recursos”.

La propuesta, que fue respaldada por muchas participantes del debate, se incluirá en el manifiesto final. Otro de los puntos que causó más debate en el eje estudiantil fue el de la violencia machista en la Universidad y cómo afecta a las más jóvenes. Para hacerle frente a la violencia hacia las mujeres en los centros de estudio se habló de la necesidad de la creación de de protocolos anti acoso en los colegios, institutos y universidades, así como la importancia de que las Universidades se pronuncien contra las agresiones sexuales que se producen y que muchas veces son el resultado del abuso de poder y la violencia machista de profesores, y que la mayoría de las veces, son silenciadas.

En la misma línea, varias intervenciones destacaron la necesidad de “implementar cursos de formación y sensibilización contra la violencia hacia las mujeres en todos los centros de estudio, para profesores y alumnos, así como la introducción de una asignatura de género en los planes de estudio”. En esta dirección, Clara Mallo, compañera de la agrupación Pan y Rosas de Madrid destacó la necesidad de la creación de comisiones de mujeres y LGTBI verdaderamente independientes de la casta universitaria y la patronal, es decir “independientes de todo este gran aparato burocrático de catedráticos, que cobran miles de euros y están completamente alejados de la realidad que sufren miles de estudiantes».

Comisiones independientes también de las grandes empresas y los bancos y que estén compuestas por estudiantes y trabajadoras, ya sean personal docente, incluidas las profesoras asociadas precarizadas, como las trabajadoras no docentes, como son las trabajadoras de los servicios externalizados en las universidades”. Sílvia Navarro, de Pan y Rosas de Barcelona, evidenció la necesidad de plantear una crítica no sólo al androcentrismo presente en la educación sino también al racismo y la islamofobia presente en las instituciones educativas y en sus planes de estudio, haciendo referencia a las triples opresiones que viven las mujeres árabes-musulmanas. Y planteó la necesidad pelear por libre acceso de la juventud inmigrante a las instituciones educativas y por unos planes de estudio anti imperialistas.

En cuanto a acciones coordinadas a nivel de todo el Estado, se llegó al acuerdo de que el movimiento estudiantil organice macroasembleas en las que participe el conjunto de la comunidad educativa en todos los territorios del Estado español durante el día 11 de Febrero, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer en la Ciencia, con el objetivo de visibilizar y preparar la huelga del 8 de Marzo en los centros de estudio. Otros importantes debates tuvieron lugar en la comisión laboral. Entre los más destacados fue la importancia de que el 8 de Marzo se convierta en una gran jornada huelga general en contra de la violencia machista y por los derechos de las mujeres.

En este punto, la discusión sobre la importancia del apoyo de los sindicatos a la huelga fue de las más acaloradas del encuentro, y para ello se habló de la necesidad de exigir a los sindicatos para que todos llamen a la huelga, como planteó Cynthia Lub de Pan y Rosas de Barcelona. Como se planteó en la rueda de prensa ante los medios de comunicación “invitamos a todos los sindicatos a que se sumen, si es que realmente nos están apoyando a las mujeres”. “Y si no apoyan tu huelga, entonces desafíliate de ese sindicato!”, gritaron varias mujeres durante sus intervenciones.

En este eje, desde la agrupación Pan y Rosas se remarcó la necesidad realizar asambleas en todos los centros de trabajo para informar y organizar la huelga del 8 de Marzo en todos los centros de trabajo, así como la necesidad de luchar por guarderías y residencias gratuitas en todas las fábricas y los establecimientos laborales a cargo de la patronal y el Estado “porque las mujeres estamos sometidas a una doble opresión como mujeres frente a la explotación, por parte del trabajo y por tener que encargarnos de tareas domésticas y del cuidado de los familiares”, como planteó la compañera Nuria de Pan y Rosas de Zaragoza.

El eje de cuidado, fue otro de los más concurridos del encuentro, con la participación de decenas de mujeres, que acordaron la necesidad de visibilizar “el trabajo de cuidado que recae sobre las mujeres, y a todas las mujeres del trabajo del hogar y de los cuidados que han vivido invisibilizadas, sin voz, que han sido considerado mujeres de segunda categoría por condición, raza y clase”. Otras de las principales denuncias que atravesó el debate en esta comisión, fue la violencia machista que sufren muchas mujeres cuidadoras por parte del empleador o del propio paciente, “mujeres que la mayoría de las veces son inmigrantes, muchas de ellas no tienen papeles y no tienen herramientas para enfrentar esta violencia, que se perpetúa dentro de los hogares y que se aprovecha de la situación de precariedad que sufrimos”.

Sobre este punto, la compañera Rita de Pan y Rosas de Barcelona, inmigrante paraguaya y trabajadora doméstica habló de la necesidad de “luchar por abolir el trabajo de interna, que es la nueva esclavitud moderna y se nutre principalmente de las mujeres inmigrantes, principalmente sin papeles. Pero también, hay que luchar contra la ley de extranjería que discrimina a la población inmigrante”. Varias intervenciones, remarcaron la necesidad de que el movimiento feminista y de mujeres luche “contra las fronteras y por el cierre de los CIEs –centros de internamiento de extranjeros- porque son verdaderas cárceles racistas, y por el cese del racismo institucional y la islamofobia”.

Todos estos puntos, que reflejaban la necesidad de que el movimiento feminista tome las demandas de las mujeres inmigrantes para construir una verdadera alianza y un movimiento feminista y de mujeres verdaderamente anti racista y anti imperialista, fueron recogidos por aclamación durante la redacción del manifiesto, como volvió a proponer Rita. Durante la tarde del sábado, se pusieron en común las principales reivindicaciones que se discutieron en los diferentes ejes y se aprobó un manifiesto de convocatoria hacia la huelga del 8 de Marzo, que incluían propuestas y puntos más generales que no se habían debatido en ninguna de las cuatro comisiones. Como “la necesidad de pelear por el derecho al aborto libre, seguro y gratuito para todas las mujeres, incluidas las mujeres jóvenes, menores e inmigrantes, que se ven excluidas de este derecho, discriminadas por la xenófoba ley de extranjería que las deja sin derecho a la atención médica”.

En este punto, la compañera Silvia de Barcelona reivindicó la necesidad de incluir “la separación efectiva de la Iglesia y el Estado, basta de los privilegios de la iglesia. Esta reivindicación que es histórica en el movimiento de mujeres aún está lejos de conquistarse, pero conseguirlo es indispensable para garantizar nuestro derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, nuestro deseo y por una sexualidad verdaderamente libre». Muchas hemos hablado de la necesidad de una educación sexual no heteronormativa, pero esto es imposible mientras se siga manteniendo la injerencia de la Iglesia en los planes de estudio”.

Se aprobaron también varias acciones coordinadas para asegurar que este día se convierta en una gran jornada de lucha, como la convocatoria de asambleas informativas en todos los centros de estudio, de trabajo y en todos los barrios, para llamar en cada territorio a “las mujeres jóvenes, mayores, estudiantes, pensionistas, trabajadoras, lesbianas, trans, inmigrantes, a las que están en sus casas, a parar el mundo en la grande huelga del 8 de Marzo.

El día domingo comenzó con una mesa redonda protagonizada por las mujeres trabajadoras que protagonizaron huelgas como las de las residencias de Bizkaia, inmigrantes empleadas del servicio doméstico, de la Universidad de Zaragoza y activistas del movimiento feminista en Italia.

La convocatoria de la huelga de mujeres y sus objetivos esto quedaron plasmados en una rueda de prensa el domingo al finalizar esta gran jornada, en la que varias mujeres remarcaron que “el 8 de Marzo no es ningún punto y final, es el comienzo de un gran movimiento. Porque exigimos todos nuestros derechos, si paramos todas, el mundo para”.

 Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=236763

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Socialización y violencia machista. leamos los datos, unamos los puntos y cambiemos el sistema.

Por: Alba Lara. El Diario de la Educación. 20/12/2017

Una de las primeras conclusiones mencionadas en el Barómetro 2017 del ProyectoScopio es que «el 87% de la población joven considera que la violencia de género es un problema social muy grave». El titular que los periódicos han publicado dice, en cambio, que: «El 27,4% de los jóvenes cree que la violencia de género es “normal” en la pareja». Las dos afirmaciones son correctas según el informe. Ambas sirven de ejemplo para recordarnos que los datos son delicados y que la decisión de destacar unos u otros, o de interpretarlos de una manera o de otra, puede condicionar nuestra visión de la realidad.

El objetivo del proyecto realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción es «ampliar la información disponible sobre la juventud española acerca de elementos menos conocidos que no se encuentran sistematizados en otros indicadores existentes nacionales o europeos». Es una buena noticia que los resultados de un estudio así obtengan tanta atención de la prensa, pero cabe hacernos algunas preguntas sobre su cobertura. A la hora de escoger el titular, podríamos pensar en qué información beneficiaría más a la lucha por erradicar la violencia machista: ¿los datos que refuerzan el trabajo hecho hasta el momento en materia de sensibilización o los focos de resistencia que requieren más esfuerzo? ¿Cómo más puede la prensa contribuir al debate que afortunadamente abre el Barómetro?

Casi ningún medio incluye, en primer lugar, el enlace a la encuesta. Si la fuente de la información es tan accesible, ¿por qué no mencionarla? ¿Por qué no permitir que alguien pueda hacer su propia lectura de los datos y de la manera en que estos fueron recogidos?

Las noticias tampoco incluyen especificaciones de género que el informe sí proporciona, no presentan los datos segregados. Y, en este caso, esa diferencia aporta información relevante para el análisis. Las mujeres respondieron estar significativamente menos de acuerdo que los hombres con enunciados como «la violencia de género aumenta por la población inmigrante» o «es un tema que está politizado, se exagera mucho» o «aunque está mal, siempre ha existido. Es inevitable».

Estos datos deberían hacernos pensar en la posibilidad de que los hombres se sientan menos apelados como responsables de actos de violencia machista y la consideren un problema ajeno (inmigrantes, politización) o se muestren más cómodos con su aceptación como algo inherente a la sociedad y, por tanto, inmutable (siempre ha existido). Si hablamos simplemente de “los jóvenes”, estamos viendo una realidad sesgada.

Hace unos días, el Ministerio de Salud, Asuntos Sociales e Igualdad se vio obligado a retirar de la circulación unos carteles de su última campaña de concienciación sobre hábitos de consumo de alcohol de menores. Uno de los carteles presentaba la foto de un hombre adolescente acompañada de la frase «su consumo continuado ocasiona daños físicos y genera conflictos familiares». Otro retrataba a una mujer y advertía de que «tras su consumo, se constata un mayor número de relaciones sexuales sin protección o no consentidas».

En las redes sociales se llamó la atención sobre lo inapropiado de retratar al hombre como potencialmente violento y a la mujer como víctima posible, reafirmando estereotipos que ratifican subliminalmente ese aunque está mal, siempre ha existido. Es inevitable que aparece en la encuesta de ProyectoScopio. El alcohol, parece decir el anuncio, puede sacar la bestia que hay en ti si eres hombre. El mensaje que reciben las chicas es que son vulnerables y deben defenderse. ¿Tiene alguna relación la elección de estas frases con los resultados del Barómetro? ¿No son los resultados de la encuesta una consecuencia de la manera en que educamos a hombres y mujeres en nuestra sociedad?

Veamos otros ejemplos.

Las mujeres están mucho más de acuerdo con la importancia de «respetar las leyes», mientras que, sorprendentemente, los hombres responden con más frecuencia que están interesados por temas políticos. También son mayoría los hombres dentro del 20% de encuestados que se plantea la aceptabilidad o directamente rechaza que gais y lesbianas adopten un hijo. ¿No sería interesante también abrir con este punto el debate sobre la relación entre homofobia y violencia de género como síntomas de un mismo sistema?

Las mujeres se muestran menos de acuerdo con las prácticas que implican algún tipo de violencia, como romper señales de tráfico, maltratar a un detenido para conseguir información, enfrentarse violentamente a agentes de la policía, participar en acciones violentas de protesta ciudadana, etc. ¿Se educa a las mujeres para reprimir su rabia y su violencia? ¿Ocurre lo mismo con los hombres, que reconocen en mayor proporción haberse involucrado en conductas de riesgo como conducir bebido, habiendo consumido drogas o haber participado en peleas?

Las mujeres son mayoría al reconocer que subir fotos a las redes sociales, emborracharse, no usar preservativo (aunque también son mayoría afirmando que han mantenido relaciones sexuales sin usarlo), consumir drogas o conducir a mucha velocidad son comportamientos de riesgo que no obtienen suficiente compensación. ¿No podrían ser todos estos datos indicadores de que, una vez más, estamos educando a los hombres para excusar en la temeridad comportamientos peligrosos y a las mujeres para ser cautas, prudentes y en extremo responsables?

Las mujeres incluyen más entre sus valores la defensa de los animales, el apoyo a personas refugiadas y a las vulnerables en un sentido más amplio. Los hombres, por el contrario, coinciden en que les interesan temas como la defensa del medio ambiente, de la democracia, del orden y la seguridad o el crecimiento sostenible y los conflictos internacionales. ¿Seguimos educando a las mujeres para ser cuidadoras por norma? ¿Por qué estas respuestas sugieren que los ámbitos domésticos y de menor escala interesan más a las mujeres y, en cambio, la preocupación por los temas que afectan a las estructuras globales está más asociados con los hombres? ¿Esperamos cosas diferentes según el género de la persona a la que educamos conjuntamente madres, padres, docentes y sociedad al completo?

El 22,2% de las personas encuestadas que admite tener algún grado de acuerdo con la afirmación de que la violencia de género «es un tema politizado. Se exagera mucho» tiene razón. Pero no porque la violencia de género sea un tema banal, sino porque las decisiones institucionales, gubernamentales, policiales, jurídicas y culturales que vemos cada día son absolutamente políticas. Que una campaña para prevenir el consumo alcohol se enfoque en presentar a las mujeres como víctimas y a los hombres como agresores incontrolables es un acto político. Que una mujer sea asesinada después de haber denunciado a su expareja y de tener una orden de alejamiento, como ha sucedido recientemente en Elda, es un acto político y deja a la vista las débiles costuras de un sistema que pide a las mujeres que denuncien, pero que no les ofrece protección. Que una cuenta de guardias civiles tuitee cosas como «Tú cuida de tu mujer o de tu novia y mira a ver si dentro de 9 meses no te trae un regalito. Es lo que tiene que haya en Cataluña 7.000 compañeros guapetones y fornidos» es un acto político que pone de nuevo el cuerpo de la mujer como campo de batalla en el que se enfrentan las masculinidades. Que los patios de colegio estén frecuentemente ocupados por un campo de fútbol y a las mujeres les resulte más difícil hacer uso de ese espacio y deban conformarse con la charla y la inactividad en los recreos es un acto político.

No creo que ninguno de las informaciones que he mencionado más arriba pulule por el universo desconectada de las otras. Tenemos que agradecer el trabajo de ProyectoScopio y eso solo puede hacerse abriendo debates reales tras la lectura de sus datos. Reconociendo, de una vez por todas, que la violencia de género no ocurre solo en casos excepcionales ni se manifiesta únicamente en forma de violencia física o asesinatos.

Tenemos que plantear todos estos datos como indicadores de un mismo sistema y mostrar sus conexiones para poder acabar con él. Los datos, por sí solos, no cambian nada. Eso sí, tenemos tiempo para trabajar en su análisis, para actuar, para trabajar en conjunto para que los datos del Barómetro del próximo año nos muestren unos resultados aún más alentadores.

*Fuente: eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/11/27/socializacion-y-violencia-machista-leamos-los-datos-unamos-los-puntos-y-cambiemos-el-sistema/

Fotografía: Aquí Actualidad

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Socialización y violencia machista. Leamos los datos, unamos los puntos y cambiemos el sistema

Por: Alba Lara

Los datos a veces inconexos, sobre violencia machista nos hablan de un mismo sistema y muestras las conexiones que pueden ayudarnos a acabar con él.

Una de las primeras conclusiones mencionadas en el Barómetro 2017 del ProyectoScopio es que «el 87% de la población joven considera que la violencia de género es un problema social muy grave». El titular que los periódicos han publicado dice, en cambio, que: «El 27,4% de los jóvenes cree que la violencia de género es “normal” en la pareja». Las dos afirmaciones son correctas según el informe. Ambas sirven de ejemplo para recordarnos que los datos son delicados y que la decisión de destacar unos u otros, o de interpretarlos de una manera o de otra, puede condicionar nuestra visión de la realidad.

El objetivo del proyecto realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción es «ampliar la información disponible sobre la juventud española acerca de elementos menos conocidos que no se encuentran sistematizados en otros indicadores existentes nacionales o europeos». Es una buena noticia que los resultados de un estudio así obtengan tanta atención de la prensa, pero cabe hacernos algunas preguntas sobre su cobertura. A la hora de escoger el titular, podríamos pensar en qué información beneficiaría más a la lucha por erradicar la violencia machista: ¿los datos que refuerzan el trabajo hecho hasta el momento en materia de sensibilización o los focos de resistencia que requieren más esfuerzo? ¿Cómo más puede la prensa contribuir al debate que afortunadamente abre el Barómetro?

Casi ningún medio incluye, en primer lugar, el enlace a la encuesta. Si la fuente de la información es tan accesible, ¿por qué no mencionarla? ¿Por qué no permitir que alguien pueda hacer su propia lectura de los datos y de la manera en que estos fueron recogidos?

Las noticias tampoco incluyen especificaciones de género que el informe sí proporciona, no presentan los datos segregados. Y, en este caso, esa diferencia aporta información relevante para el análisis. Las mujeres respondieron estar significativamente menos de acuerdo que los hombres con enunciados como «la violencia de género aumenta por la población inmigrante» o «es un tema que está politizado, se exagera mucho» o «aunque está mal, siempre ha existido. Es inevitable».

Estos datos deberían hacernos pensar en la posibilidad de que los hombres se sientan menos apelados como responsables de actos de violencia machista y la consideren un problema ajeno (inmigrantes, politización) o se muestren más cómodos con su aceptación como algo inherente a la sociedad y, por tanto, inmutable (siempre ha existido). Si hablamos simplemente de “los jóvenes”, estamos viendo una realidad sesgada.

Hace unos días, el Ministerio de Salud, Asuntos Sociales e Igualdad se vio obligado a retirar de la circulación unos cartelesde su última campaña de concienciación sobre hábitos de consumo de alcohol de menores. Uno de los carteles presentaba la foto de un hombre adolescente acompañada de la frase «su consumo continuado ocasiona daños físicos y genera conflictos familiares». Otro retrataba a una mujer y advertía de que «tras su consumo, se constata un mayor número de relaciones sexuales sin protección o no consentidas».

En las redes sociales se llamó la atención sobre lo inapropiado de retratar al hombre como potencialmente violento y a la mujer como víctima posible, reafirmando estereotipos que ratifican subliminalmente ese aunque está mal, siempre ha existido. Es inevitable que aparece en la encuesta de ProyectoScopio. El alcohol, parece decir el anuncio, puede sacar la bestia que hay en ti si eres hombre. El mensaje que reciben las chicas es que son vulnerables y deben defenderse. ¿Tiene alguna relación la elección de estas frases con los resultados del Barómetro? ¿No son los resultados de la encuesta una consecuencia de la manera en que educamos a hombres y mujeres en nuestra sociedad?

Veamos otros ejemplos.

Las mujeres están mucho más de acuerdo con la importancia de «respetar las leyes», mientras que, sorprendentemente, los hombres responden con más frecuencia que están interesados por temas políticos. También son mayoría los hombres dentro del 20% de encuestados que se plantea la aceptabilidad o directamente rechaza que gais y lesbianas adopten un hijo. ¿No sería interesante también abrir con este punto el debate sobre la relación entre homofobia y violencia de género como síntomas de un mismo sistema?

Las mujeres se muestran menos de acuerdo con las prácticas que implican algún tipo de violencia, como romper señales de tráfico, maltratar a un detenido para conseguir información, enfrentarse violentamente a agentes de la policía, participar en acciones violentas de protesta ciudadana, etc. ¿Se educa a las mujeres para reprimir su rabia y su violencia? ¿Ocurre lo mismo con los hombres, que reconocen en mayor proporción haberse involucrado en conductas de riesgo como conducir bebido, habiendo consumido drogas o haber participado en peleas?

Las mujeres son mayoría al reconocer que subir fotos a las redes sociales, emborracharse, no usar preservativo (aunque también son mayoría afirmando que han mantenido relaciones sexuales sin usarlo), consumir drogas o conducir a mucha velocidad son comportamientos de riesgo que no obtienen suficiente compensación. ¿No podrían ser todos estos datos indicadores de que, una vez más, estamos educando a los hombres para excusar en la temeridad comportamientos peligrosos y a las mujeres para ser cautas, prudentes y en extremo responsables?

Las mujeres incluyen más entre sus valores la defensa de los animales, el apoyo a personas refugiadas y a las vulnerables en un sentido más amplio. Los hombres, por el contrario, coinciden en que les interesan temas como la defensa del medio ambiente, de la democracia, del orden y la seguridad o el crecimiento sostenible y los conflictos internacionales. ¿Seguimos educando a las mujeres para ser cuidadoras por norma? ¿Por qué estas respuestas sugieren que los ámbitos domésticos y de menor escala interesan más a las mujeres y, en cambio, la preocupación por los temas que afectan a las estructuras globales está más asociados con los hombres? ¿Esperamos cosas diferentes según el género de la persona a la que educamos conjuntamente madres, padres, docentes y sociedad al completo?

El 22,2% de las personas encuestadas que admite tener algún grado de acuerdo con la afirmación de que la violencia de género «es un tema politizado. Se exagera mucho» tiene razón. Pero no porque la violencia de género sea un tema banal, sino porque las decisiones institucionales, gubernamentales, policiales, jurídicas y culturales que vemos cada día son absolutamente políticas. Que una campaña para prevenir el consumo alcohol se enfoque en presentar a las mujeres como víctimas y a los hombres como agresores incontrolables es un acto político. Que una mujer sea asesinada después de haber denunciado a su expareja y de tener una orden de alejamiento, como ha sucedido recientemente en Elda, es un acto político y deja a la vista las débiles costuras de un sistema que pide a las mujeres que denuncien, pero que no les ofrece protección. Que una cuenta de guardias civiles tuiteecosas como «Tú cuida de tu mujer o de tu novia y mira a ver si dentro de 9 meses no te trae un regalito. Es lo que tiene que haya en Cataluña 7.000 compañeros guapetones y fornidos» es un acto político que pone de nuevo el cuerpo de la mujer como campo de batalla en el que se enfrentan las masculinidades. Que los patios de colegio estén frecuentemente ocupados por un campo de fútbol y a las mujeres les resulte más difícil hacer uso de ese espacio y deban conformarse con la charla y la inactividad en los recreos es un acto político.

No creo que ninguno de las informaciones que he mencionado más arriba pulule por el universo desconectada de las otras. Tenemos que agradecer el trabajo de ProyectoScopio y eso solo puede hacerse abriendo debates reales tras la lectura de sus datos. Reconociendo, de una vez por todas, que la violencia de género no ocurre solo en casos excepcionales ni se manifiesta únicamente en forma de violencia física o asesinatos.

Tenemos que plantear todos estos datos como indicadores de un mismo sistema y mostrar sus conexiones para poder acabar con él. Los datos, por sí solos, no cambian nada. Eso sí, tenemos tiempo para trabajar en su análisis, para actuar, para trabajar en conjunto para que los datos del Barómetro del próximo año nos muestren unos resultados aún más alentadores.

Fuente noticia: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/11/27/socializacion-y-violencia-machista-leamos-los-datos-unamos-los-puntos-y-cambiemos-el-sistema/

Fuente imagen: http://4.bp.blogspot.com/_Ss9quuwUB2I/Sgyc4wImguI/AAAAAAAAAXQ/2Xm47C450lc/s400/Alecus+vio+machista.jpg

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España: La educación, la mejor vacuna frente al machismo

España/28 de noviembre de 2017/Por: BRAIS IGLESIAS/Fuente: http://www.laregion.es

La sociedad apuesta por la educación para atajar las agresiones contra la mujer.

La sociedad ourensana se muestra preocupada ante la lacra de la violencia de género y reclama más educación de los jóvenes ante un problema que, lejos de dejar atrás, consideran que está ya muy inculcada en la gente joven. «A violencia machista está a niveis altos en Ourense, aínda que todas temos a consideración de que vivimos nunha cidade tranquila. Nos últimos anos ten habido mortes por esta causa. Notamos que ás mulleres cústalles denunciar, porque cando denuncia o pai dos seus fillos saben que poden estar desestruturando a familia», dice Lucía Cedrón, de Marcha Mundial das Mulleres.

En la misma línea, Marisol Nóvoa, abogada y presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias incide en la situación «gravísima» entre los menores. «Hace falta educación y formación, hay que intentar cortar este problema en la raíz, por lo que hay que actuar con la gente más joven, pero también con los padres, las actitudes en casa también son fundamentales».

Este repunte de actitudes machistas en los jóvenes también lo ve Jane Liz, educadora social de la Federación de Mulleres Rurais de Ourense (Femuro). «Se está viendo que nuestros jóvenes son más machistas. Se están perdiendo valores. En los colegios se enseñan cosas muy importantes pero nos dejamos una parte fundamental por el camino. No solo se necesitan genios, sino también buenas personas», dice Liz.

Patricia Carid, secretaria da Muller de CCOO, ve preocupante «o aumento das denuncias de adolescentes» y cree que solo se puede solucionar «desde a base, desde a educación, porque esta sociedade non pode consentir a tolerancia coa violencia machista».

La violencia de género no es solo física o psicológica. Desde los sindicatos inciden en la «violencia de xénero económica». En ese sentido se manifiesta Carmen González, del área de Igualdade e Muller de UGT Ourense: «Cada vez que non hai equiparación salarial co mesmo cargo e formación, estamos ante un caso de violencia de xénero económica. Só hai que ver os cadros de executivos nas empresas». En la misma línea interviene Xulia González, de la secretaría de Mulleres de CIG Ourense: «É preciso un cambio de actitudes, de políticas e de modelo social. Estamos fartas de campañas baleiras e de que nos cousifiquen».

Las autoridades piden implicación de toda la sociedad en este tema. El subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, resalta que «todos temos a obriga de traballar arreo para erradicar este problema, polo que fago un chamamento a toda a sociedade civil e pais e nais para que estean vixiantes ante calquera comentario ou actitude machista».

La delegada de la Xunta en Ourense, Marisol Díaz, dice que «desexaría que deixara de ter sentido a celebración deste día, porque significaría que fomos quen de erradicar esta lacra». Díaz cree que hay que impulsar «sensibilización e prevención entre a mocidade, porque son o futuro», pero sin olvidarse de «implicar a todos os sectores». La violencia de género se combate «a través actitudes, palabras e feitos os 365 días do ano», destaca.

Para el presidente de la CEO, José Manuel Pérez Canal, la violencia machista es «un grave problema social que nos exige a todos, gobiernos, instituciones, colectivos e incluso a cada ciudadano, el mayor esfuerzo para lograr ponerle fin». Pérez Canal afirma que «se han registrado avances» en la lucha contra actitudes machistas, «pero todavía queda mucho trabajo por hacer».

Cedrón cree que «fai falla a educación, pórse no lugar da vítima e non no do agresor»; Carmen González ve necesario un «plan de erradicación internacional» e incide en la necesidad de «máis axudas para contratación de vítimas de violencia de xénero; y en Femuro consideran «fundamental» la educación.

Fuente de la Noticia:

http://www.laregion.es/articulo/ourense/sociedad-apuesta-educacion-atajar-agresiones-mujer/20171125074427750665.html

 

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El micromachismo retratado.

Más de una veintena de imágenes de alumnos de La Vaguada refleja conductas de violencia en una muestra en la Alhóndiga.

Por: La opinión de Zamora. 

La realidad diaria de los micromachismos, la opresión que sufren las mujeres, la desigualdad presente en el lenguaje y en el mundo laboral, entre otros aspectos, cobran visibilidad a través de más de una veintena de fotografías planteadas y realizadas por alumnos del ciclo formativo de Iluminación, Captación y Tratamiento de Imágenes impartido en el IES La Vaguada. Las imágenes, muchas de ellas retratos, pueden contemplarse desde ayer y hasta el próximo día 24 de noviembre en la sala de exposición de la Alhóndiga en la muestra «VIII Exposición de Igualdad de Oportunidades y Violencia de Género en Jóvenes».

El joven Adrián Álvarez protagoniza la fotografía titulada «Llora», situada en el centro de la sala, para lanzar el mensaje de que «los hombres también lloran porque los sentimientos no son cuestión de sexo». Además este estudiante ha efectuado unas imágenes que fijan su atención en la igualdad en el mundo homosexual. «Se califica a muchos hombres como maricas o gays por maquillarse cuando debe de ser una realidad normalizada», esgrime.

Las instantáneas, que están acompañadas de un título y un texto explicativo, se complementan con la proyección de cinco vídeos hechos por estudiantes del ciclo formativo de Realización de Proyectos de Audiovisuales y Espectáculos que en sus trabajos ahondan en comportamientos que habitualmente los jóvenes no identifican como violencia machista. A este respecto, la docente coordinadora de igualdad de La Vaguada, Patricia Tamame, apunta que en los ochos años que llevan trabajando el tema «hemos detectado que los jóvenes no identifican el control sobre el móvil y redes sociales como signos prematuros de violencia de género».

En la inauguración de la exposición, la concejala de Igualdad, Laura Rivera, hizo un llamamiento a que se visite esta exposición porque el enfoque de sus imágenes «no es el habitual que estamos acostumbrados a ver en violencia de género, sino que nos acerca de una manera directa a lo que es la vida cotidiana de los jóvenes actuales». Para el director del IES La Vaguada, Ezequiel Álvarez, la muestra aúna «la formación técnica de los alumnos y la sensibilización en problemas sociales» mientras que la profesora, Ada Nafría, remarcó que el planteamiento de cada una de las fotografías «son frutos de horas de trabajo y debates entre los alumnos».

Fuente: http://www.laopiniondezamora.es/zamora/2017/11/03/micromachismo-retratado/1042058.html

Imagen: http://static.t13.cl/images/sizes/1200×675/1467295550-m.jpg

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Reducir a la mitad la brecha de género en la OCDE aumentaría un 2,5% el PIB en 2025

05 octubre 2017/Fuente: El Independiente

El camino hacia la igualdad de género es “cuesta arriba”. Así lo ha definido la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en su último informe sobre brecha de género en el que analiza las diferencias de género en sus 34 países miembros en el terreno de la educación, empleo, emprendimiento y representación pública.

Las desigualdades, sobre las que “se ha mejorado muy poco” desde el último informe en 2012, tienen un coste de oportunidad que la OCDE ha querido destacar en este informe: la reducción de la brecha de género la fuerza de trabajo de un 25% para 2025 (lo acordado por los líderes del G20) podría añadir un 1% de crecimiento al PIB en la OCDE durante el período 2013-2025 y ese aumento llegaría al 2,5% si brecha se redujera a la mitad para 2025.

Los países han avanzado “muy poco” desde 2012, critica la OCDE

El informe, cuyos datos pueden consultarse en el gráfico interactivo de abajo, analiza las cuestiones identificadas en la encuesta de 2012: la violencia contra las mujeres, “la persistente” disparidad salarial entre géneros y la distribución desigual del trabajo no remunerado. El documento constata que muchos países “están ahora dando prioridad a estas cuestiones” en sus políticas, y muchos de ellos están presionando para lograr que más mujeres participen en el liderazgo de los sectores público y privado.

Sin embargo, aunque se han realizado algunos progresos, la OCDE subraya que “persisten las diferencias entre hombres y mujeres en todos los ámbitos de la vida social y económica entre países, y el tamaño de esas brechas ha cambiado poco en los últimos años”.

Entre los progresos que destaca la OCDE destaca el refuerzo que a través de leyes o reglamentos se está haciendo contra el acoso laboral a través de leyes y reglamentos más estrictos. También subraya las medidas puestas en marcha para alentar a las niñas a cursar carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería o la fabricación, y a los niños en materias vinculadas a la salud y a la educación y que se están poniendo en marcha en países como Australia, Alemania, Italia, Japón, México o Reino Unido.

Las mujeres trabajan más a tiempo parcial, sufren más discriminación y ganan menos en toda la OCDE

El informe pone de relieve también que pese a los avances de los últimos años en materia laboral, en “todos los países de la OCDE las mujeres siguen teniendo menos probabilidades que los hombres de dedicarse al trabajo remunerado”.  “Cuando las mujeres trabajan, son más propensas a hacerlo a tiempo parcial, tienen menos probabilidades de escalar a puestos directivos, sufren más casos de discriminación y ganan menos que los hombres”. Así, las mujeres ganan de media casi un 15% menos que sus compañeros masculinos, una tasa que apenas ha cambiado desde 2010, según la OCDE.

El informe también refleja que las mujeres tienden a ser menos emprendedoras y sus negocios a ganar menos dinero que los de los hombres. Además, la brecha de género tiende a incrementarse con la edad, lo que refleja el rol crucial que tiene la maternidad y sus efectos negativos tanto en el empleo como el los salarios y el desarrollo profesional. Se puede ver también la falta de representación que tienen las mujeres en la vida pública, tanto a nivel político como en puestos empresariales de responsabilidad.

Algunos datos sobre España

En términos de fuerza laboral, España tiene una tasa de empleo 10,8 puntos menor en el caso de las mujeres. Una cifra que aumenta hasta el 11,5% si hablamos de diferencia salarial y que se sitúa en un 30,5% en cuanto a representación femenina en mandos intermedios. Unas cifras que no concuerdan con el porcentaje de mujeres graduadas, que en España es del 60,1%, aunque baja drásticamente al 35,4% si hablamos de egresadas en carreras STEM (ciencias, matemáticas y otras).

En cuanto a emprendimiento, las mujeres lanzan un 8% menos de negocios y ganan un 26,8% cuando recurren al autoempleo. Las mujeres son menos también en el Parlamento (un 39,1%) y un 29,1% en los puestos de gerencia en el Gobierno.

Fuente: https://www.elindependiente.com/vida-sana/2017/10/04/brecha-genero-ocde/

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