Schools Should Follow the ‘Science of Reading,’ Say National Education Groups

Schools Should Follow the ‘Science of Reading,’ Say National Education Groups

In the wake of falling reading scores on the test known as the Nation’s Report Card, 12 major education groups are calling on schools to adopt evidence-based reading instruction.

On Tuesday, the collective—consisting of Achieve, Alliance for Excellent Education, Collaborative for Student Success, the Thomas B. Fordham Institute, Learning Heroes, Literacy How, the National Association of Elementary School Principals, the National Council on Teacher Quality, the National Urban Alliance, the National Urban League, the Military Child Education Coalition, and the Education Trust—released a call to action, urging policymakers and education officials to prioritize evidence-based instruction, content-rich curriculum, and teacher training.

With this move, the 12 organizations join the growing number of education groups publicly advocating for the «science of reading»—the decades of psychology and cognitive science research that demonstrate best practices in teaching children how to comprehend text. This summer, for instance, the International Literacy Association endorsed systematic and explicit phonics in all early reading instruction. 

The topic has seen a surge of interest recently, after a series of radio documentaries by American Public Media’s Emily Hanford reported that a lot of elementary schools aren’t delivering the kind of systematic phonics instruction that many beginning readers need in order to decode words.

«We’ve known for more than two decades—at least since the report of the National Reading Panel—that the successful instruction of almost all beginning readers must include phonics, phonemic awareness, fluency, vocabulary, and text comprehension instruction,» the collective’s statement reads. «Yet, that isn’t what’s happening in many American schools.»

The results on the 2019 National Assessment of Educational Progress, released last month, painted a troubling picture of young students’ reading ability. Overall, 4th and 8th graders’ performance in reading is declining—and the lowest-performing students are losing the most ground.

Only 35 percent of 4th graders were considered proficient readers on the NAEP test, compared to 37 percent of 4th graders in 2017. Eighth graders’ scores dropped too, from 36 percent at proficient in 2017, to 34 percent this year. While the highest-performing students scores’ stagnated, the lowest-performing students scores dropped.

What’s causing this trend? It’s hard to know for sure. The NAEP test measures reading comprehension, but as EdWeek’s Liana Loewus pointed out after the scores were released, comprehension isn’t a single skill. Instead, it’s the product of two different factors.

Students need to be able to understand how to read the words off a page—how to decode. But they also need to have the vocabulary and background knowledge to understand the words that they read. While the NAEP scores can show that students are struggling, they can’t pinpoint which part of this comprehension equation students are struggling with.

The first two points on the 12 groups’ agenda highlight both strands of reading comprehension, calling for schools to teach foundational skills, while also implementing curriculum that is designed to build student knowledge.

The group also called for teacher preparation programs to better train future educators in evidence-based instruction, for greater availability of high-quality books by diverse authors, and for an increased federal investment in literacy, from birth through 12th grade.

The collective cited Mississippi, one of the only two states to see an increase in reading achievement on NAEP, as an exemplar of «what’s possible when these strategies are implemented patiently and effectively.»

In 2013, the state passed a 3rd grade retention law, which allowed students to be held back if they couldn’t reach proficiency. In the years since, Mississippi has turned its attention to training teachers in evidence-based practices.

Image: Getty

Fuente de la Información: http://blogs.edweek.org/teachers/teaching_now/2019/11/schools_should_follow_the_science_of_reading_say_national_education_groups.html

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Francia rebaja de los 6 a los 3 años el inicio de la escolaridad obligatoria

Redacción: El País

La ley contra la desigualdad entrará en vigor el próximo curso. Hungría es el único país de la UE que escolariza ahora a esa edad

Todo se juega entre los cero y los seis años. Muchas de las desigualdades sociales y económicas, muchos problemas de integración y de discriminación, se gestan en esta edad. Quien no ha consolidado las bases del lenguaje, quien no ha empezado a socializarse entonces, puede acabar pagándolo más tarde.

EDUCACIÓN OBLIGATORIA EN EUROPA

Fuente: Comisión Europea. EL PAÍS

El miércoles por la noche, una Asamblea Nacional semivacía aprobó la ‘ley para la escuela de la confianza’ con 95 votos a favor y 11 en contra. Votaron a favor diputados de la mayoría presidencial y varios partidos de izquierda, y en contra el partido de la derecha tradicional, Los Republicanos. La ley, rutinariamente adoptada como casi todas las que propone Macron, entrará en vigor el próximo comienzo de curso, en septiembre de 2019.

“Hay que dejar a las familias la posibilidad de decidir”, dijo en el hemiciclo el diputado de Los Republicanos Patrick Hetzel. “Usted”, añadió dirigiéndose a Blanquer, “nos indica que seríamos el primer país del mundo en poner en marcha la escolarización obligatoria a los tres años y que otros países seguirán nuestro ejemplo. Pero el cuadro comparativo sobre la escolaridad obligatoria muestra que Estonia o Finlandia, tercera y quinta en la clasificación PISA, fijaron la edad de la escolaridad en los siete años, lo que muestra que una escolaridad precoz no es necesariamente la garantía de un éxito escolar”.

La ampliación de la edad de instrucción obligatoria es, ante todo, simbólica. Un 98,9% de menores de entre tres y cinco años ya están escolarizados en las llamadas escuelas maternales. Al rebajar la entrada en la instrucción obligatoria a los tres años, 26.000 niños y niñas que ahora no asisten a la escuela o siguen una instrucción en casa deberán hacerlo, bajo amenaza de sanción.

El porcentaje de ausentes es anecdótico: la educación preescolar ya es casi universal. Pero en un país como Francia, donde la escuela republicana se considera como un nivelador social y una fábrica de ciudadanos, el símbolo es potente. La última vez que la edad de instrucción obligatoria varió fue en 1959, cuando bajo la presidencia del general De Gaulle aumentó el fin de la escolaridad de los 14 a los 16 años. En 1936, con el Gobierno del Frente Popular, esta edad había pasado de los 13 a los 14. En 1882 Jules Ferry, fundador de la escuela republicana, había creado la educación obligatoria de los seis a los 13 años. Desde entonces, la edad de entrada no había cambiado. Ahora el manto republicano se extiende.

La ley es algo más que un símbolo. No lo será para los 26.000 niños y sus familias que hasta ahora no entraban en el sistema y ahora estará dentro. Aunque la cifra es pequeña, el impacto es desigual en función del territorio y la clase social. En los departamentos ultramarinos de Guyana y Mayotte la tasa de escolarización entre los tres y los cinco años es de 82% y 84,9%, inferior a la media metropolitana, según el ‘estudio de impacto’ del Gobierno francés sobre la ley.

El documento constata la “fuerte correlación entre la frecuentación de un establecimiento pre-elemental y el rendimiento de los alumnos”. “El aprendizaje de un vocabulario preciso y de estructuras de lengua es una palanca importante para reducir la primera desigualdad, la que plantea la lengua. En efecto, a los cuatro años, un niño procedente de un medio social desfavorecido ha escuchado 30 millones de palabras menos que un niño precedente de un medio social favorecido”, se lee en el texto.

La escuela maternal es el primer espacio de socialización y, por tanto, de ciudadanía que “permite al niño construir su relación con el mudo y su lugar en una sociedad democrática”. La idea de rebajar a los tres años la entrada en el sistema escolar puede ayudar a la integración de las personas de origen extranjero. De los niños y de sus padres.

Que esta etapa es decisiva, Blanquer, un tecnócrata con experiencia en el sector educativo, lo predica desde antes de ser ministro. “Las fuertes disparidades de desarrollo, que aparecen y crecen durante la primera infancia, persisten a lo largo del recorrido escolar y pueden hipotecar el resto de la vida”, escribía el futuro ministro en ‘L’école de demain’ (La escuela de mañana), un ensayo de 2016.

En el plan reformista de Macron, la educación es capital. Macron cree que las desigualdades de ingresos no son tan graves en Francia, país con un sistema fiscal muy redistributivo, como lo son lo que él llama las «desigualdades de destino». Estas desigualdades son aquellas en las que el origen de una persona —el barrio, la ciudad, la clase social, el origen étnico— definen su destino y, por usar otra expresión a la que recurre el presidente, lo condenan a un «arresto domiciliario» virtual.

Es ahí donde entra la educación prescolar y el aprendizaje de los rudimentos de la escritura y la lectura, el momento en que, quizá, puede romperse este destino ya escrito.

“Leer, escribir, contar y respetar al otro», dijo Blanquer a EL PAÍS en abril de 2018. «Debemos estar seguros de que, al terminar la escuela primaria, todos los alumnos posean estas competencias básicas. Y pongo el acento en el lenguaje, porque es la llave del resto: la primera desigualdad es la desigualdad ante el lenguaje».

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/02/14/actualidad/1550164551_984058.html
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Podemos aprender un idioma durante el sueño profundo

Por: Tendencias 21

La capacidad de aprender vocabulario permanece activa mientras dormimos

Aprender vocabulario de un idioma nuevo es posible durante la fase de sueño profundo: las mismas estructuras cerebrales que rigen el aprendizaje de un vocabulario mientras estamos despiertos, funcionan también cuando dormimos para la formación de la memoria.

Investigadores de la Universidad de Berna, Suiza, han demostrado que podemos adquirir el vocabulario de un nuevo idioma mientras dormimos. Durante las distintas etapas de la tercera fase del sueño (el así llamado sueño de ondas lentas, que es importante para la consolidación de nuevas memorias), podemos aprender palabras nuevas que recuperaríamos inconscientemente después de despertar.

Los investigadores han concluido que las mismas estructuras cerebrales que rigen el aprendizaje de un vocabulario mientras estamos despiertos, funcionan cuando dormimos para la formación de la memoria.

Dormir: ¿una pérdida de tiempo?

Las horas que pasamos durmiendo suelen considerarse improductivas, lo que plantea la pregunta de si ese tiempo se puede aprovechar, por ejemplo, para aprender un nuevo idioma.

Hasta la fecha, la investigación del sueño se ha centrado en la estabilización y la consolidación de los recuerdos que se forman antes de dormir. Sin embargo, el aprendizaje durante el sueño rara vez se ha examinado.

Existen evidencias de que la información aprendida estando despiertos experimenta recapitulaciones por repetición en el cerebro dormido. La repetición durante el sueño fortalece los rastros de memoria aún frágiles e integra la información recién adquirida en el almacén de conocimiento preexistente.

Ahora bien, si la repetición durante el reposo mejora el almacenamiento de información aprendida estando despierto, el procesamiento inicial de nueva información, también debería ser factible durante el reposo, lo que podría generar un rastro de memoria que perdurara hasta estar despierto.

Esta premisa fue confirmada por los investigadores Katharina Henke, Marc Züst y Simon Ruch, ya que demostraron por primera vez que es posible aprender palabras de una lengua extranjera y su traducción durante la fase de sueño profundo y recordarlas inconscientemente al despertar.

También comprobaron que el hipocampo, una estructura cerebral esencial para el aprendizaje asociativo estando despierto,  apoya la recuperación de asociaciones de palabras formadas durante el sueño, lo que sugiere una formación de memoria episódica mientras dormimos. Los resultados se publican en Current Biology.

Los estados activos y el aprendizaje durante el sueño

El equipo de Henke estudió si una persona dormida era capaz de asimilar el vocabulario de una nueva lengua. Explica que, cuando alcanzamos las etapas del sueño profundo, nuestras células cerebrales coordinan progresivamente su actividad.

Añade que las neuronas suelen estar activas durante un breve período de tiempo antes de entrar juntas en un estado de breve inactividad. Los estados activo e inactivo de las neuronas se alternan cada medio segundo.

Los investigadores comprobaron que las asociaciones entre las palabras de una lengua diferente a la propia escuchadas durante el sueño y su traducción, se memorizan inconscientemente cuando la traducción se repite durante el estado activo de las neuronas durante el sueño.

Por ejemplo, cuando los participantes en el experimento escucharon por sus auriculares las palabras “llave” o “elefante” mientras dormían, al despertar pudieron establecer correctamente que la llave designada en el otro idioma hacía referencia a algo pequeño y elefante a algo muy grande.

«Fue interesante observar que las áreas del cerebro especializadas en el lenguaje y el hipocampo, que sirven normalmente al aprendizaje consciente de una lengua, se activaron durante la recuperación del vocabulario aprendido durante el sueño, ya que estas estructuras favorecen la formación de recuerdos independientemente del estado de consciencia en el que se producen, ya sea el de inconsciencia durante el sueño, o el consciente estando despiertos”, explica Züst en un comunicado.

La formación de la memoria no requiere consciencia

Además de su relevancia práctica, el descubrimiento desafía las teorías actuales del sueño y de la memoria. La noción de sueño como un estado mental encapsulado, en el que estamos separados del entorno físico, ya no es sostenible, señalan los investigadores.

«Hemos podido refutar que el aprendizaje sofisticado sea imposible durante el sueño profundo», señala Ruch. Los resultados actuales subrayan una nueva noción teórica de la relación entre memoria y consciencia. «En qué medida y con qué consecuencias se puede utilizar el sueño profundo para la adquisición de nueva información será un tema de investigación en los próximos años», apunta Henke.

Referencia

Implicit Vocabulary Learning during Sleep Is Bound to Slow-Wave Peaks. M. A. Züst et al. Current Biology, 31 January 2019. DOI: https://doi.org/10.1016/j.cub.2018.12.038.

Fuente: https://www.tendencias21.net/Podemos-aprender-un-idioma-durante-el-sueno-profundo_a45040.html

 

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Equipo de investigadores: Datos de Twitter y Google Books confirman la americanización del inglés

26 Noviembre 2017/Fuente: agenciasinc /Autor:SNC

Más de 30 millones de tuits y la base de datos de Google Books han servido a investigadores de la Universidad de las Islas Baleares para estudiar la distribución, tanto espacial como temporal, de las variantes británicas y americanas del inglés. Los resultados revelan que 23 de los 30 países anglófonos analizados utilizan más el inglés americano que el británico.

Del imperio británico se decía a finales del siglo XIX lo que ya se comentó antes del español: que en él nunca se ponía el sol. Desde Australia a Canadá, pasando por la India, Egipto, Sudáfrica o el Caribe, el territorio británico se extendió por los cinco continentes. Herencia de este extenso imperio es el puesto indiscutible del inglés como lengua internacional en política, ciencia, comercio e incluso cultura.

Sin embargo, el ascenso de los Estados Unidos como potencia mundial durante el siglo XX ha conducido a un cambio en el uso del inglés oral y escrito a lo ancho del mundo, dando lugar a un proceso de americanización del inglés.

El proceso de americanización florece al observar que veintitrés de los treinta países de la lista utilizan más el inglés americano que el británico

Ahora un equipo de investigadores, entre los que se encuentran científicos del Instituto de Física Interdisciplinaria y Sistemas Complejos (IFISC, UIB-CSIC) y una investigadora del departamento de Filología Española, Moderna y Clásica de la Universitat de las Illes Balears, han analizado cómo se distribuyen espacial y temporalmente las variantes británicas y americanas del inglés.

Como base para su estudio tomaron un corpus de más de 30 millones de tuits geolocalizados, una herramienta útil para examinar la distribución espacial, así como la base de datos de Google Books para observar la evolución temporal. La variación lingüística se investigó a nivel léxico y ortográfico, empleando una selección de alternativas británicas y americanas.

«La ventaja de nuestro enfoque es que podemos abordar el lenguaje escrito estándar (con Google Books) y las formas más coloquiales de mensajes de microblogging (con Twitter)», destacan los autores en su estudio, que publican en la revista Computation and Language.

De esta forma, se elaboró una lista de países ordenados por el nivel de americanización de su inglés. En los extremos del listado se encuentran, lógicamente, los Estados Unidos (como país con un mayor uso del inglés americano) y Reino Unido e Irlanda (como el país con más tuits en inglés británico).

Según los resultado del trabajo, el proceso de ‘americanización’ florece al observar que veintitrés de los treinta países de la lista utilizan más el inglés americano que el británico.

El vocabulario americano gana terreno

Incluso en los países con un mayor número de tuits que emplean la norma ortográfica británica, el vocabulario utilizado proviene de la variante norteamericana. Únicamente en el Reino Unido e Irlanda el uso del inglés británico domina tanto la ortografía como el vocabulario.

En el caso de la evolución temporal, se puede observar cómo las obras publicadas por editoriales tanto británicas como norteamericanas han sufrido este proceso de americanización, el cual se acentúa sobre todo después de la publicación del primer diccionario americano en 1828 y durante la guerra fría, momento en el que los Estados Unidos afianzaron su posición como primera potencia mundial.

El estudio constituye un ejemplo de cómo el empleo de datos masivos (big data) permite analizar y caracterizar el modo en que las lenguas evolucionan en el espacio y el tiempo, tanto en un registro formal como coloquial, según los autores. Del mismo modo, el artículo pone de manifiesto cómo ciertos eventos históricos suponen puntos de inflexión en la evolución del uso de las lenguas.

CaidaImperio

Infografía: IFISC (CSIC-UIB)

Referencia bibliográfica:

Bruno Gonçalves, Lucía Loureiro-Porto, José J. Ramasco, David Sánchez. «The Fall of the Empire: The Americanization of English», Computation and Language, julio de 2017. arXiv:1707.00781

Zona geográfica: Islas Baleares
Fuente: UIB-IFISC (CSIC-UIB)
Fuente de la noticia: http://www.agenciasinc.es/Noticias/Datos-de-Twitter-y-Google-Books-confirman-la-americanizacion-del-ingles
Fuente de la imagen: http://www.agenciasinc.es/var/ezwebin_site/storage/images/noticias/datos-de-twitter-y-google-books-c
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