Criminal: Incluso en semáforo rojo se buscará abrir las escuelas

Por: Soledad Farfalla

Con siete semanas al alza, en México se vive la tercera ola de la pandemia. En menos de un mes los casos activos se cuatriplicaron. Pese a que esta semana los nuevos contagios se registraron por decenas y se llegó a 80 mil casos activos, los semáforos continúan en verde en la mayor parte de los estados.

Anticipándose al indeseado, y hasta ahora oculto, semáforo rojo, el subsecretario de salud Hugo López Gatell afirmó que incluso estando en éste, no habrá cierres como los hubo antes. En la vespertina del 20 de julio afirmó que particularmente las actividades educativas no pueden permanecer cerradas.

Es un peligro volver a clases presenciales sin vacunas y con cepas más contagiosas

No les bastó la experiencia en Campeche en donde apenas 1 mes después de la reapertura de escuelas, se tuvo que cerrar de nuevo por un importante repunte que impuso el cambio de semáforo epidemiológico. O la experiencia en la capital, en la que se forzó un regreso prematuro en algunas escuelas. Pese a que se presentaron una minoría de alumnos y docentes los contagios no se hicieron esperar y apenas 2 semanas después tuvieron que cerrar. Se cerró con nuevos contagios de los que se desconoce hasta la fecha el estado de salud de esos alumnos y sus familias.

López Gatell afirma que el riesgo de muertes es menor, pues la población con mayor vulnerabilidad está vacunada, sin embargo, de los más de 127 millones de mexicanos, apenas una quinta parte cuenta con el esquema de vacunación completo.

Plantean que las cosas no se pueden forzar, claro, si éstas conflictúan los intereses de los patrones y empresarios. Forzosa fue la reapertura económica de junio de 2020, cuando los contagios subían, que envió al matadero a miles de trabajadoras y trabajadores de maquilas, fábricas y otros centros de trabajo.

Aseguran que el riesgo de muerte es menor que en la primera parte de la pandemia, y la afirmación puede ser cierta una vez que ha sido vacunada la población con mayor riesgo, sin embargo, el riesgo existe y se multiplica con las nuevas variantes que son más contagiosas, como la Delta.

Los de arriba deciden, los de abajo arriesgamos la salud y la vida

Ese riesgo no será asumido por las hijas e hijos jóvenes de políticos y empresarios que han podido viajar al extranjero para vacunarse, o que no se ven forzados ni a estudiar ni a trabajar hacinados y en condiciones inseguras en algún call center de la ciudad o una maquila del norte.

Para ellos siguen siendo números, riesgos y costos que pueden asumirse. Para nosotras y nosotros son huérfanos en las aulas, alumnas y alumnos que perdieron a su madre o padre y su principal fuente de ingresos en casa, son tragedias y quiebras familiares.

Porque nuestras vidas valen más que cualquier activación económica, las maestras y maestros seguiremos en pie de lucha para evitar cualquier regreso prematuro que exponga aún más las vidas de nuestros alumnos y sus familias, y claro, las nuestras.

La supuesta preocupación del Estado, que recién expresa, por el rezago académico y la deserción escolar, no se ha manifestado en los hechos. Esto a pesar de que docentes y familias hemos exigido durante meses medidas como la dotación de equipos e internet en los hogares de alumnos y docentes para que nadie quede fuera.

De la misma manera con la vacunación para toda la población, un plan de construcción de escuelas para evitar el hacinamiento en las aulas y la dotación de todos los insumos necesarios para un regreso seguro a clases presenciales, pues las escuelas no se abren con discursos, sino con todos los recursos necesarios para ello.

Te invitamos a sumar con tu firma en la petición por un regreso a clases seguro.

Fuente de la información e imagen: https://www.laizquierdadiario.mx/

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