Debida diligencia para la protección de la niñez

Por: Elisabeth De Puig 

Hacer respetar los derechos del niño es una inversión esencial para un futuro sostenible;  es una garantía para el desarrollo de un entorno  empresarial estable e inclusivo.

Dentro del marco del mes para la prevención del abuso infantilSave the Children y la Unión Europea hicieron especial énfasis en la protección de los derechos humanos desde las empresas, en una actividad que tuvo como eje central la presentación de la periodista española Cristina Rodríguez y un panel de expertos integrado por varias personalidades.    

La debida diligencia para la protección de la niñez va más allá de la filantropía y de la responsabilidad social empresarial. Es un concepto que implica un cambio de enfoque frente a los Derechos Humanos e integra una perspectiva de corresponsabilidad innovadora donde la empresa asume el rol protagónico. 

A partir de este criterio el compromiso social debe ser incluido en la estrategia de las empresas de forma transversal. De esta manera no es un anexo y pasa a ser el epicentro de sus quehaceres desde un punto de vista de participación y generación de valor compartido. 

Esta visión se inscribe dentro de los lineamientos del Pacto Mundial de las Naciones Unidas que llama a las compañías a incorporar diez principios universales relacionados con los derechos humanos, el trabajo, el medio ambiente y la lucha contra la corrupción en sus estrategias y operaciones, para contribuir a hacer avanzar los objetivos sociales y la implementación de los ODS.

Ya desde antes de la pandemia, como lo subrayó Cristina Rodríguez en su intervención, en algunos foros de alto nivel se hablaba de cambio del modelo económico. En 2019, la llamada Business Roundtable, organización que reúne las 180 empresas más poderosas de Estados Unidos, firmaban y hacían público, por primera vez, un manifiesto donde expresaban que el accionista no podía seguir siendo el único centro de gravedad. Los clientes, los empleados, los proveedores y las comunidades también deberían entrar a formar parte de la ecuación. 

La pandemia debería confortar este cambio de paradigma que se venía vislumbrando. El momento muy especial que atraviesa la humanidad puede abrir las puertas a varias oportunidades. Ha puesto el dedo sobre la interconexión de todos los seres humanos y la vulnerabilidad individual, comunitaria, nacional y planetaria fruto de la pandemia.

Ojalá el sufrimiento global sirva de punto de partida para que las empresas  sean parte de la solución a los desafíos sociales y ambientales. La recuperación socio económica es la oportunidad de replantearse la sostenibilidad ambiental, así como asumir la necesidad de una sociedad más inclusiva e igualitaria, protectora de los derechos humanos.

Hacer respetar los derechos del niño es una inversión esencial para un futuro sostenible; es una garantía para el desarrollo de un entorno empresarial estable e inclusivo. Beneficia no solamente a la sociedad y a los niños sino también a la misma empresa. Los consumidores de hoy, cada día mas empoderados e informados, no aceptan cualquier tipo de conducta por parte de la empresa y pueden dejar de comprar marcas y productos. 

Diez principios identifican las acciones empresariales que contribuyen al respeto de los derechos del niño: respetar y promover los derechos del niño; contribuir a la erradicación del trabajo infantil; proporcionar trabajo digno a los jóvenes trabajadores, padres y cuidadores; asegurar la protección y seguridad de los niños en sus actividades e instalaciones; garantizar que sus productos y servicios sean seguros y que a través de ellos se promueven los derechos del niño; utilizar marketing y publicidad que apoyen y respeten los derechos del niño; respetar y promover los derechos del niño en relación con el medio ambiente y la adquisición y el uso de tierras asi como en las disposiciones de seguridad; ayudar a proteger los niños afectados por situaciones de emergencia y reforzar los esfuerzos de la comunidad y el gobierno para proteger y satisfacer los derechos del niño. 

Así, desde el Ministerio de Trabajo se está preparando un sello de No trabajo Infantil que una vez terminado formará parte de la cadena de valor de los productos merecedores de este reconocimiento, quienes podrán encontrar mejores oportunidades en los mercados internacionales, donde hay una mayor sensibilidad por este tema.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/debida-diligencia-para-la-proteccion-de-la-ninez-8935783.html

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Elisabeth de Puig

Soy dominicana por matrimonio, radicada en Santo Domingo desde el año 1972. Realicé estudios de derecho en Pantheon Assas- Paris1 y he trabajado en organismos internacionales y Relaciones Públicas. Desde hace 16 años me dedicó a la Fundación Abriendo Camino, que trabaja a favor de la niñez desfavorecida de Villas Agrícolas.