Cuando las sentencias vulneran derechos infantiles

Alejandra Perinetti

Aldeas Infantiles SOS concibe su trabajo desde un enfoque de protección, promoción y restitución de derechos de niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Desde el área de Protección Infantil y de modo transversal en toda la organización, nos focalizamos en la concientización y sensibilización de todos los colaboradores y la sociedad en general para crear condiciones que garanticen el ejercicio pleno de tales derechos.

Desde esta mirada, estamos en continua alerta sobre los efectos negativos que impactan en el desarrollo psicológico y emocional de los niños, y es por eso que queremos manifestar nuestro más enérgico repudio a la sentencia del Tribunal de Casación de la Provincia de Buenos Aires.

Son graves las consecuencias en la salud de los niños, niñas y adolescentes cuando el abuso sexual infantil no se denuncia inmediatamente, y más graves aún cuando desde las instituciones que deben resguardar y restituir derechos no se brindan respuestas que contribuyan a una reparación del daño. La denuncia tiene como principal objetivo salvaguardar al niño/a contra una posible reiteración del abuso así como también trabajar en las acciones necesarias para que el niño, niña y adolescente pueda elaborar la situación desde una perspectiva terapéutica y reparadora.

Desde Aldeas Infantiles SOS Argentina entendemos que la reiteración de las situaciones de abuso sufridas por el niño, al contrario de pensar que son «elecciones sexuales», podrían producir el acomodamiento del niño a la situación de abuso tornándolo más expuesto al riesgo de victimización sexual crónica y provocando consecuencias devastadoras para su desarrollo emocional y social. En su libro Abuso sexual infantil. En las mejores familias, Irene Intebi escribió que «los ofensores parecen contar con un «radar» para detectar niños y jóvenes con carencias emocionales[i]», lo que expone al niño a un riesgo mayor si no cuenta con el apoyo y contención de quien es responsable de su cuidado.

Fuente del articulo: http://www.lanacion.com.ar/1798189-cuando-las-sentencias-vulneran-derechos-infantiles
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La importancia de la familia para el desarrollo pleno de los niños.

Por: Alejandra Perinetti.

Nadie duda “por derecho” del importantísimo rol que cumple la familia para el desarrollo de los niños y niñas del mundo.Mantener sólidos lazos familiares es uno de sus derechos fundamentales, y así lo detalla la Convención sobre los Derechos del Niño, el tratado internacional de las Naciones Unidas que contempla y ampara los derechos de todos los niños en igualdad con los adultos, y resguardando su propia especificidad.

La familia es el medio natural para el crecimiento y bienestar de todos los niños. Todos y cada uno de ellos deben poder recibir la protección y asistencia necesarias para asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad. La Convención reconoce que cada niño debe crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y comprensión, para lograr su desarrollo pleno.

Lo cierto es que también muchas veces nos encontramos con realidades en donde “por hecho” esto no ocurre; en

Con estas líneas queremos recordar y conmemorar el Día Internacional de la Familia (que se celebró el pasado 15 de mayo), declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1994 para promover la toma de conciencia y difundir conocimiento acerca de los procesos sociales y la capacidad institucional de las naciones para hacer frente, mediante la aplicación de políticas públicas, a los problemas relacionados con la familia.donde niños, niñas y adolescentes son los protagonistas de historias cuyos derechos son vulnerados y sus voces calladas. Por lo que es nuestro compromiso cotidiano bregar por su protección y resguardo, y reavivar el debate para que estas situaciones no ocurran.

Desde Aldeas Infantiles SOS Argentina adherimos a la fecha renovando nuestro compromiso con la Infancia, trabajando en la promoción, protección y restitución de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, para que puedan contar con todas las herramientas necesarias para su desarrollo en un ámbito de respeto, amor y seguridad.

Fuente: http://nuevacatedra.com.ar/la-importancia-de-la-familia-para-el-desarrollo-pleno-de-los-ninos/

Imagen: http://nuevacatedra.com.ar/wp-content/uploads/2015/05/Chicos-659×419.jpg

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Las fallas del circuito penal juvenil: más violencia y pocos derechos

Por Alejandra Perinetti

Durante mucho tiempo, la legislación de nuestro país criminalizó la pobreza y, a partir de una concepción paternalista de la infancia, se encargó de poner bajo una pseudoprotección a cualquier «niño que se encontrara en riesgo o estado de abandono moral o material», ingresándolos a dispositivos institucionales de control social como los institutos de menores.

Estas instituciones poco tenían que ver con el fortalecimiento de los vínculos familiares o con estrategias de revinculación con su familia de origen, vulnerando así los derechos del niño y afectando su desarrollo pleno.

Hoy en día, a más de 25 años de sancionada la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), donde niños, niñas y adolescentes son reconocidos como sujetos de derecho, éste debería ser un tema saldado en pos de la construcción de un sistema de protección integral de derechos con características que garanticen el bienestar de todos los niños, independientemente del estrato social al que pertenezcan. Lamentablemente, esto no es así.

Un estudio publicado en 2015 por la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) junto a Unicef, revela que hay 3908 jóvenes infractores y presuntos infractores de la ley penal de hasta 17 años, inclusive. Esta cantidad representa al 0,14% del total de población de 14 a 17 años del país.

Por otro lado, si se considera el nivel educativo alcanzado por este grupo de adolescentes y jóvenes, podemos observar que el 17% cuenta con la educación primaria completa, el 16% con la primaria incompleta, el 64% no ha cumplimentado con el nivel secundario completo mientras que solo el 3% logró finalizar los estudios secundarios.

Podemos deducir entonces que hay un sector de la sociedad más vulnerado para el cual la respuesta punitiva del Estado parece ser la más recurrente.

Además, una vez que ingresan al circuito penal juvenil, las condiciones en las que se encuentran estos adolescentes distan mucho de convertirse en una oportunidad para que, una vez que recuperan la libertad, puedan reinsertarse saludablemente en el contexto de sus comunidades.

Por ello, se vuelve urgente remarcar que el mandato constitucional establece que el sentido de la privación de la libertad no debe ser el castigo, sino la adecuada preparación para la vida en libertad.

Sin embargo, los institutos de libertad restringida son totalmente iatrogénicos (dícese del acto médico que a pesar de haber sido realizado debidamente no consigue la recuperación de la salud del paciente): las condiciones en las que pasan sus días los adolescentes y jóvenes privados de libertad dan cuenta de pautas y normas de convivencia que, sin profundizar demasiado, se podrían asociar a una clara violación de los estándares mínimos de calidad de vida y derechos humanos que se establecen y reconocen en distintos tratados internacionales, Constitución Nacional, así como en las leyes nacionales y provinciales que se dictaron en consecuencia.

En este contexto surge la siguiente pregunta: ¿cómo es posible exigirle a un adolescente o joven que se «reinserte» en la sociedad una vez cumplida su condena si durante la permanencia en estos dispositivos no se ha hecho más que profundizar la vulneración de sus derechos?

Más allá de la deuda que nuestro país tiene en materia de responsabilidad penal juvenil, es necesario avanzar hacia el fortalecimiento de políticas destinadas a mejorar las condiciones en la permanencia y el egreso de los adolescentes que transiten por el circuito penal juvenil.

Tratamiento diferenciado

El tratamiento que se le da a la comisión de un delito por parte de un adolescente o joven no puede ser el mismo que a un adulto. Necesitamos contar con un sistema judicial que resguarde a los jóvenes en conflicto con la ley penal, con el objetivo de romper el círculo vicioso que reproduce la violencia en la que viven inmersos.

Más aún, es necesario mejorar los mecanismos de integración social que apunten a evitar no sólo la reproducción de conductas juveniles delictivas, sino que, fundamentalmente, garanticen sus derechos, brindándoles un marco para su inserción social.

Desde Aldeas Infantiles SOS entendemos a la juventud y la adolescencia como un período entre la niñez y la adultez, en el cual se busca consolidar su relación con la sociedad, en un afán de reinventar el mundo desde su propia mirada y formas de expresión.

Esto nos convoca a todos como sociedad a acompañar la transición, desde la inclusión y la participación, de quienes van a construir nuestro futuro, posibilitando así un debate real sobre qué tipo de sociedad queremos construir.

¿Una inclusiva y constructiva o una que ensanche la brecha por donde se filtran cada vez más niños, niñas adolescentes y jóvenes?

La autora es directora nacional de Aldeas Infantiles SOS Argentina; www.aldeasinfantiles.org.ar

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1897714-las-fallas-del-circuito-penal-juvenil-mas-violencia-y-pocos-derechos

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La alfabetización, una puerta al desarrollo pleno de cada chico.

Por: Alejandra Perinetti.

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Alfabetización, una fecha instituida por la Asamblea General de las Naciones Unidas para recordar a la comunidad mundial que la alfabetización es un derecho humano que constituye la base de todo aprendizaje.

Nadie desconoce la importancia que tiene la educación en el desarrollo de cada niño, niña y adolescente. La escuela es el lugar por excelencia donde se desarrollan los procesos de alfabetización y es también un espacio que se asocia directamente a la niñez.

Sin embargo, en nuestro país más de un millón de niños, niñas y adolescentes no asisten a la escuela o lo hacen con serias dificultades, lo que vulnera su derecho y trae importantes consecuencias para su futuro y el de todos como sociedad.

La deserción escolar tiene graves consecuencias en el presente y el futuro de los niños porque es uno de los factores de mayor incidencia en la reproducción de la pobreza.

El derecho a la educación constituye un eje central para el desarrollo económico, social y cultural de nuestra sociedad. Los adultos que asumen el cuidado y protección de los niños y niñas, tienen la misión de motivarlos y transmitirles la importancia y beneficios de la educación.

Como ciudadanos, debemos exigir al Estado políticas educativas de calidad que no sólo garanticen el ingreso al sistema educativo sino que además brinde una educación lo suficientemente atractiva y contenedora para que motive la permanencia y culminación de cada ciclo lectivo según las edades de los niños, niñas y adolescentes.Contar con una educación de calidad posibilitará en cada niño el acceso y la apropiación de distintas herramientas que realmente los pongan en pie de igualdad y en posición de ejercer completamente sus derechos como niños y adultos.

La asistencia a la escuela rompe con el aislamiento social y posibilita el desarrollo integral de los niños. La no escolarización repercute en el desarrollo psico-social de cada niño, y retarda la adquisición de logros evolutivos, tales como la comprensión y expresión a través del lenguaje, la falta de entusiasmo, la expresión de frustración y enojo ante situaciones de resolución de conflictos. Cada uno de estos aspectos impacta en su presente y futuro.

Ante estas situaciones, las organizaciones que albergamos a niños, trabajamos en corresponsabilidad con las instituciones que integran el sistema de protección de derechos, desde una disciplina afectiva, con el soporte y acompañamiento interdisciplinario para la inclusión en el sistema educativo.

Cuanto más tarde se detecta la vulneración de derechos, más graves son las consecuencias, lo cual dificulta el pronóstico. En muchas ocasiones, la negligencia en relación a la escolaridad esconde otras formas de maltrato hacia los niños. Por esto, hacemos hincapié en la necesidad de la detección precoz para la recuperación y restitución de derechos.

La educación como derecho fundamental es una responsabilidad de todos los adultos y una obligación indelegable del Estado. Inspirados en ello, nos sumamos a la convocatoria de Naciones Unidas, desde el firme convencimiento de que una educación inclusiva nos llevará a alcanzar una sociedad con mayor igualdad de oportunidades.

Fuente:

 http://www.lanacion.com.ar/1935569-la-alfabetizacion-una-puerta-al-desarrollo-pleno-de-cada-chico

Imagen:  

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