Uno de cada cuatro niños seguirá siendo pobre en 2030 en España

Europa/ España/ 11.02.2019/ Fuente: www.elperiodicodearagon.com.

Uno de cada cuatro niños en España, un 26,5%, vivirá en situación de pobreza en el 2030, una tasa similar a la actual (28,3%), si no se toman «medidas urgentes», alerta Save The Children en el informe El futuro donde queremos crecer. En todo caso, precisa que si se aumenta la inversión a un 2,4% del PIB anual, se podría reducir en más de 10 puntos para ese año.

«La tasa de pobreza infantil va a permanecer en niveles del 26,5%, uno de cuatro niños permanecerá en situación de pobreza en 2030 si no se toman decisiones importantes. La pobreza infantil se ha convertido ya en una enfermedad crónica», alertó el director de Save the Children España, Andrés Conde.

Si bien, la oenegé ha precisado que esta «enfermedad no es incurable» y que si existe voluntad y consenso político, si se invierte en políticas de infancia y se da un enfoque integral, la pobreza infantil podría reducirse en más de 10 puntos en el 2030, pasando del 28,3% actual a un 17%. En concreto, calculan que sería necesaria una subida de la inversión anual hasta el 2,4% del PIB.

MÁS PRESUPUESTOS / Para contribuir a esta reducción de la pobreza infantil, la entidad va a proponer a los grupos políticos una Enmienda del futuro a los Presupuestos Generales del Estado de 2019, que prevé aumentar en 265 millones de euros la partida destinada a la prestación por hijo a cargo; incrementar en 10 millones la de educación infantil de 0 a 3 años, y en 18,5 millones las de refuerzo escolar y becas. «Pedimos el apoyo de todos los grupos políticos», subrayó.

El coste de no hacer nada, según precisó Conde, sería «infinitamente superior» que el de poner en marcha estas medidas. En concreto, la oenegé estima que el coste de mantener la tasa de pobreza infantil actual es de «5 puntos del PIB».

Atendiendo a las políticas urgentes que serían necesarias para reducir la tasa de pobreza en 10 puntos en una década, la directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children, Ana Sastre, ha precisado que estas deben darse en cuatro ámbitos: educación, salud, protección social y conciliación.

En concreto, la organización recomienda incrementar la prestación por hijo a cargo, pasando de los 24,25 euros mensuales que reciben las familias vulnerables en la actualidad a 100 euros. Este aumento tendría un coste de 2.400 millones de euros, es decir, un 0,22% del PIB, según el informe.

EL LUJO DE LA SALUD / Precisó que también existe una relación perversa entre pobreza y salud, hasta el punto de que «ir al dentista o al psicólogo sigue siendo un lujo que algunas familias no pueden permitirse». También planteó el problema de la obesidad infantil. Las alternativas propuestas por la organización supondrían una inversión de 231 millones de euros.

En relación a la conciliación, la oenegé propone el aumento de los permisos de paternidad y maternidad y garantizar progresivamente el acceso a la educación infantil de 0 a 3 años, aumentando el nivel de cobertura actual al 70%, creando unas 370.000 plazas nuevas en cinco años. Todas estas medidas supondrían un coste de 4.700 millones de euros.

Por último, Andrés Conde insistió en la importancia de que aumente la tasa de natalidad en España porque «las mujeres en España tienen la mitad de hijos de los que quieren tener».

Fuente de la noticia: https://www.elperiodicodearagon.com/noticias/sociedad/uno-cuatro-ninos-seguira-siendo-pobre-2030-espana_1342053.html
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El Gobierno vasco propone un «gran pacto» para mejorar las tasas de natalidad

País Vasco/23 octubre 2017/Fuente: El Mundo

La consejera participa en la inauguración del octavo congreso de Hirukide, la Federación de Asociaciones de Familias Numerosas de Euskadi

La consejera de Empleo y Políticas Sociales del Gobierno vasco, Beatriz Artolazabal, ha propuesto hoy un «gran pacto» para mejorar las tasas de natalidad en Euskadi, que resultan necesarias para «una sociedad avanzada, abierta, y consolidada, asegurar pensiones» y «un avance económico sostenible».

Según informa su departamento en una nota, Artolazabal ha hecho este emplazamiento durante la inauguración del octavo congreso de Hirukide, la Federación de Asociaciones de Familias Numerosas de Euskadi, que se celebra en el centro Kursaal de San Sebastián.

En el acto han intervenido también la concejala delegada de Cultura, Euskera y Educación de San Sebastián, Miren Azkarate, y el diputado foral de Gobernanza de Gipuzkoa, Imanol Lasa.

Durante su intervención, la consejera ha explicado que la mejora de las tasas de natalidad es importante también para «garantizar las aspiraciones de la juventud», al tiempo que ha recordado que se trata de un «reto» en el que «todos somos necesarios».

Ha insistido, por este motivo, en la necesidad de que «instituciones, departamentos, empresas, agentes sociales, y tercer sector» se planteen abordar este desafío.

La consejera ha recordado que «la familia ha experimentado dos grandes transformaciones demográficas en las últimas décadas. Con la primera de las cuales ha pasado de ser una familia extensa a otra de dimensión más nuclear, mientras que con la segunda, se ha diversificado y pluralizado, tanto en formas como en contenidos».

«Estos cambios han supuesto una transformación cultural, pero la familia sigue emergiendo como un elemento fundamental» ha indicado Artolazabal, quien ha abogado por «consolidar la familia como una estructura de desarrollo personal», que «es imprescindible que sea decididamente protegida».

Tras señalar que «el concepto familia, es sinónimo de amparo, apoyo incondicional, proximidad, proyecto de vida y organización social», ha asegurado que «la sensibilidad social para apoyar a la familia y a sus entornos constituye ya una prioridad social y pública».

Ha remarcado, en este sentido, la «decidida implicación del Gobierno vasco» en este ámbito, en el que ha situado las políticas de familia «como una de sus prioridades en esta legislatura».

«Trabajamos en la estrategia vasca de inversión en las familias y en la infancia cuyo objetivo es que la ciudadanía tenga los hijos e hijas que desee», ha concluido.

Fuente: http://www.elmundo.es/pais-vasco/2017/10/21/59eb170ee2704e88368b4576.html

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Cae la natalidad, ¿se vacían las aulas?

Por: Saray Marqués

El descenso de la natalidad sirve para justificar todo tipo de políticas educativas, también para excusarse por un bajo porcentaje del PIB destinado a educación, pero, ¿es tal su impacto? ¿es inevitable?.

La caída de la natalidad y, por tanto, el descenso en la población en edad escolar, ha servido en los últimos tiempos para tensar la cuerda entre la educación pública y la concertada en un sentido u otro, dependiendo de la comunidad autónoma. Así, en Andalucía, Valencia, Aragón o Asturias, la concertada se ha movilizado contra el cierre de aulas por este motivo, mientras que en la Comunidad de Madrid es la pública la que se ha levantado contra una “reorganización de centros para ajustarse a la nueva demanda” que implicaba, en la práctica, la desaparición de colegios e institutos.

Con carácter general, los últimos datos del Ministerio de Educación reflejan una foto bastante fija. En el curso 2016-2017, con 8.147.619 alumnos en la enseñanza no universitaria, se empezaba a percibir el descenso de la natalidad desde 2009 en los cursos inferiores, pero no tanto: en 3-6 caía el número de alumnos en un 3,1%, pero en 0-3, y pese a haber menos niños de esas edades, subía un 2,7%. Mientras, en Primaria, donde ya han llegado los nacidos en época de crisis, la caída en los nacimientos de niños españoles se ha compensado con la llegada de alumnos extranjeros a esta etapa: suben un leve 0,6%, como suben –un 1,1%- en ESO, donde llegan los últimos coletazos de las generaciones en que aumentó la natalidad, entre 1999 y 2008. Por lo demás, se abrieron 100 nuevos centros, el número de profesores aumentó un 1%, la proporción pública-privada se situó en el 67,6% frente al 32,4% -crecía un 0,1% la primera y un 1,2% la segunda- y, por primera vez desde 2012-2013, se incrementó el número de alumnado extranjero en un 1,8%, hasta el 8,5%, con un 10,1% de proporción en la pública y un 5,3% en la privada. El aumento o descenso no solo varió por etapas, también por comunidades autónomas: sumaban alumnos Melilla (2,4%), Ceuta (2,3%), Cataluña (2,1%) y la Comunidad de Madrid (1,7%), mientras que Canarias (-2,3%), Castilla y León (-1,5%) y Extremadura (-1,5%), los perdían.

¿Pero cuáles son las previsiones de futuro? El último informe anual del Consejo Escolar del Estado establecía,sobre la evolución de la población en edad escolarizable -de 0 a 24 años- que habrá una reducción del 12,2% entre 2015 y 2029. Esta pasaría en este tiempo de suponer el 24,8% al 22,2%, en una tendencia negativa de la que solo se libraría Ceuta y Melilla y que afectaría especialmente a Canarias, la Comunidad Valenciana, Extremadura, Castilla y León y Galicia.

¿Cabe con estos datos prever una reconversión en las aulas, por pérdida de su público potencial? Para Miguel Recio, responsable del servicio de estudios de FE-CCOO, el 12,2% de caída hasta 2029 no permite pronosticar traumáticas reconversiones: “No es mucho, y si aumenta la tasa de escolarización, prácticamente se compensa”. Así se ha comportado el alumnado de 0-3, donde hay menos niños pero, de los que hay, crece el porcentaje de quienes acuden a la escuela. Algo similar podría ocurrir por arriba, con los mayores de 17 años: “Si se logra que no estén en la ESO repitiendo, aumentará la tasa de escolarización”. Claro que la caída va por territorios. No es lo mismo el 6% que pierde Islas Baleares que el cerca del 18% de Canarias. Pero va, incluso, por barrios: si en Madrid desciende la población de estas edades en un 8% su distribución es muy desigual, “con barrios más envejecidos, en que esto te permitirá tener 27 alumnos por aula en vez de 30 y otros de nueva creación en los que, aun así, te faltarán plazas”. Y no tiene en cuenta el factor de la inmigración, apunta Recio, que podría experimentar una subida similar a la de la primera década de 2000, cuando pasó de suponer el 3% del total al 9,8%.

Pública y concertada

En cuanto a la relación pública-concertada, según Recio, hasta ahora la caída se ha notado en las dos redes, con la excepción de Madrid, donde baja la pública y crece la concertada: “La crisis hace que una parte de la población renuncie a la concertada, porque no puede pagar las cuotas”, explica. En el total de España, en torno al 67,6% del alumnado elige la pública, una proporción que apenas varía: era el 68,3 en el curso 1999-2000 y el 67,3% en el 2008-2009. Desde 1999-2000 donde más cae la proporción es en Murcia (-4,6%) y Madrid (-3,4%) y, donde más crece, en Aragón (5,6%) y Cataluña (8%).

El sociólogo Julio Carabaña recuerda cómo el descenso de la población escolarizable no es nuevo: “Esta se redujo casi a la mitad desde 1985, y eso pasó por todos los niveles de enseñanza sin que se alteraran las proporciones entre privada y pública”. El número de nacimientos pasaba de 677.456 en 1976 a 363.469 en 1995. “Disminuyen los alumnos sustancialmente, las familias tienen menos hijos, aumenta su renta, hay más clase media, que suele tener debilidad por la privada. Todas las fuerzas estaban a favor de que la pública cayera más que la privada, todo indicaba que esta sobrellevaría mejor esta crisis, pero caen en paralelo: la pública perdía dos alumnos por uno de la privada, 650.000 y 400.000 menos cada año, hasta que llega la inmigración y favorece ligeramente a la pública”, señala el experto, que tampoco prevé ahora una conmoción: “Las oscilaciones son pequeñas y es un fenómeno forzosamente de importancia mínima: puede aumentar el gasto por alumno, habrá los mismos profesores con menos alumnos, centros con menor ocupación…”.

En el descenso al caso concreto, a cómo se reparten esos alumnos en el territorio, no descarta quebraderos de cabeza, pero nada comparado con aquellos de principios de los ochenta, cuando el: “El Ministerio prevé la creación de un millón de puestos escolares” era el titular que, invariablemente, anunciaba el inicio de curso: “La población crecía en determinados barrios de las grandes ciudades y los puestos escolares de los pueblos ya tenían dificultades para llenarse, había que mantenerlos con oxígeno…”. Desde entonces, desde mediados de los ochenta, el número de nacimientos no ha experimentado grandes variaciones, se sitúa en el entorno de los 400.000 al año, 5% arriba, 5% abajo.

Los niños y el PIB

Y, sin embargo, la baja tasa de natalidad -“una de las más bajas del mundo”- ha sido el argumento empleado por el ministro Íñigo Méndez de Vigo para justificar el porcentaje del PIB destinado a educación en España, del 4,1%. Para el Ministerio, este indicador no resulta “tan relevante como otros” -por ejemplo, el gasto por alumno según el PIB per cápita-. Para Recio, no cabe esta justificación. No solo porque otros países con la natalidad incluso más baja, como Alemania o Austria, invierten más en relación al PIB -España nunca ha alcanzado la media de la UE, del 5%-, también porque “los gastos educativos son fijos, permiten muy poca variación: si tienes 30 alumnos, tienes un profesor, calefacción, luz… Si tienes 28, lo mismo. Hay muy poca horquilla de gasto variable”. Además, se trata de un argumento que nunca se ha empleado en sentido contrario, es decir, cuando en 2000 con la llegada de la población inmigrante aumenta el alumnado.

Lo cierto es que los presupuestos suelen depender más de la economía que de los factores demográficos, y se suelen definir de forma muy incremental “es decir, se gasta lo mismo que en el año pasado, subiendo o bajando un poco la cantidad”, señala el sociólogo José Saturnino Martínez, por lo que, para él, de tener un efecto, el descenso de la natalidad, aparte de los posibles problemas de planificación educativa, podría tener un efecto positivo desde el punto de vista de la calidad de la docencia: habría más dinero a repartir entre menos alumnos.

Con este razonamiento coincide el experto en educación Rodrigo Juan García, que ve una oportunidad de aumentar la personalización de la enseñanza (de evitar el planteamiento genérico dedicado a un inexistente alumno medio, de no dejar pasar las actuales bolsas de abandono, fracaso y repetición, de una formación y acompañamiento del profesorado más ambiciosos…) y la justicia escolar “en una escuela inclusiva, no segregadora, no parcializada por un horario de bloques de 45 minutos, con espacio para distintos ritmos y contenidos no solo académicos y mayores oportunidades de éxito”. Hasta ahora, considera, el baby boom de los sesenta, cuando lo importante era escolarizar, aun a coste de “almacenar” al alumnado, descuidando las ratios y olvidando a aquel que se perdía, o el aumento de la población inmigrante en el umbral del 2000, habían servido de coartada: “Quizá en adelante podamos hacer lo que hemos justificado que no podíamos”, proclama. Claro que la regla de tres del ministro le hace temer que, de nuevo, el descenso de la población sirva para justificar que haya menos aulas, se cierren colegios o se escatime en la ratio del profesorado, en una especie de “antes no se podía. Ahora sí, pero nos conviene reducir los recursos destinados a educación aprovechando que disminuye el alumnado”.

Queda por ver si se aprovecha esa oportunidad y si las oleadas cada vez más mermadas de nuevos alumnos derivan en reajuste, desbarajuste o pasan sin pena ni gloria. Entretanto, los demógrafos se han acostumbrado a que la natalidad y la fecundidad en nuestro país se mantengan en límites muy bajos. La primera comenzó a descender en 1976 y alcanzó el mínimo en 1998, cuando solo nacieron 365.193 niños. La segunda, 1,3 hijos por mujer, está entre las más bajas de la UE, donde la media está en 1,9, y muy lejos de la de la vecina Francia (2). España, que ostentaba el récord europeo en 1970 (2,70 hijos por mujer), se convertía en el país con el índice más bajo del mundo tres décadas después, en 1998, cuando caía a 1,15.

“¿Esto es preocupante?”, se pregunta el catedrático de Geografía Humana de la Universidad Autónoma de Madrid Julio Vinuesa: “Se habla del declive demográfico en términos alarmistas, pero lo cierto es que la población cada vez vive más años, con mortalidad prácticamente nula y generaciones casi intactas hasta edades avanzadas… La dinámica es muy distinta a la de hace 40 años, cuando empiezan a descender estas tasas, y cuando esa caída sí era síntoma de pérdida de población…”. Sin embargo, sí hay algo que ve inquietante: “No se trata de que las mujeres tengan pocos hijos, sino de que no tengan todos los que quieren tener”.

Esto se produce porque “la posibilidad de tener hijos queda postergada por las obligaciones profesionales o económicas”: “En España cambia muy rápidamente el papel de la mujer, y esta se incorpora al trabajo, pero las parejas no cuentan con las ayudas que existen en otros países a la hora de ser padres. Esto hace que no solo biológicamente la responsabilidad de tener hijos recaiga en la mujer, sino que sociológicamente también asuman esa responsabilidad, esa carga, porque la corresponsabilidad no existe y las ayudas sociales resultan insuficientes”, analiza.

A la mujer le gustaría tener más hijos, pero ni económica ni funcionalmente siente que se sea algo que se puede permitir. Compatibilizar su carrera con ser madre resulta complicado y las ayudas (100 euros al mes por madre trabajadora durante los tres primeros años) no permiten una jornada bastante reducida durante ese tiempo, a costa de esa compensación económica, algo que sí es posible en otros países donde las responsabilidades de tener un hijo no entran tan en conflicto con la actividad laboral de la madre.

Si les preguntan por su cifra ideal, las mujeres españolas contestan que dos hijos. “La regla de los dos hijos se mantiene de forma constante desde hace dos o tres décadas. Muy pocas contestan uno, y solo un 5% o un 6% de las mujeres españolas en edad joven tienen claro que su opción es no tener hijos”, explica la demógrafa del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Teresa Castro. Y, sin embargo, entre la población nacida a partir de 1970 casi un tercio, una de cada cuatro, no tienen hijos.

El principal obstáculo que se menciona en sus estudios es la inestabilidad laboral: no ya que se espere al trabajo para toda la vida, pero sí se va retrasando en busca de una situación económica, laboral o sentimental más apropiada… “Esta a veces llega demasiado tarde y no se tienen todos los hijos que se aspiraba a tener en un principio”.

La alta tasa de paro entre los adultos jóvenes, la elevada temporalidad o el elevado precio de la vivienda hacen pensárselo dos veces. Los permisos (de paternidad o maternidad), “a años luz de Suecia, pero también de Francia, en la que nos parecemos en tantas otras cosas”, el acceso a escuelas infantiles, la flexibilidad laboral… tampoco ayudan.

Además, la transición hacia un modelo igualitario se nos está atragantando: “En el modelo tradicional el hombre trabajaba y la mujer cuidaba. Ahora, en la generación joven, la mujer trabaja prácticamente igual que el hombre, pero en el cuidado –-niños, pero también de dependientes mayores- hay una gran diferencia”. Esto último tiene su incidencia en la tasa de fecundidad, “pues la evidencia nos indica que si el padre se implica más en los cuidados es más probable que se vaya a por un segundo hijo”. El primero se convertiría así en una suerte de test de los valores igualitarios. Y no todos lo pasan: “Nos encontramos con parejas en que trabajan los dos miembros, muy igualitarias en sus planes antes de nacer el primer hijo, que al llegar este asumen un rol tradicional: ella cuida más y él se vuelca más en el trabajo, con padres que querrían cuidar más, pero creen que no pueden por la presión laboral, porque está mal visto que se vayan antes del trabajo… El primer hijo tiene mucho de punto de inflexión”, explica la experta.

Dicho esto, los demógrafos no apuestan por una gran revolución en las aulas como consecuencia del descenso de la natalidad: “Todo cambio por natalidad es muy gradual y muy predecible. Se sabe cuándo van a comenzar su escolarización esos niños, cuándo van a estar en Primaria, en Secundaria… El sistema educativo se puede adaptar”, predice Castro, que considera que los picos que se produzcan en un futuro pueden ser más por inmigración, “un fenómeno más impredecible y, al que, sin embargo, la adaptación de las aulas españolas ha sido bastante buena, dado lo que en su momento tuvo de repentino”. Vinuesa comparte esta idea de que, para predecir la evolución de los alumnos, se debe ir más allá de la propia inercia de la natalidad: “Influyen otros factores, como el desarrollo urbano, cómo van conformándose los barrios, la distribución espacial de la población… y, desde luego, conviene tener en cuenta el efecto relevante de las migraciones, que va a ser un fenómeno muy presente a lo largo de este siglo, y que serán cada vez más y más diversas… Yo creo que lo que nos debería preocupar sería si destinamos los recursos necesarios a esos niños hijos de inmigrantes en que confluye un nivel de renta bajo, un nivel cultural bajo y dificultades del idioma. Son enormes obstáculos y no sé si cuentan con la atención necesaria”, concluye Vinuesa.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/09/18/cae-la-natalidad-se-vacian-las-aulas/

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Países de la región analizan en la CEPAL avances en la implementación de medidas sobre población y desarrollo

Octubre de 2016/Fuente: CEPAL

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) acoge desde hoy y hasta el 6 de octubre una reunión de delegados de países de la región en la que se analizará una propuesta de indicadores para el seguimiento estadístico de la implementación del Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo, el principal acuerdo intergubernamental de la región en esta materia.

Se trata de la Tercera Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo (CRPD), que fue inaugurada por la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, Alicia Bárcena; la Secretaria General del Consejo Nacional de Población (CONAPO) de México, Patricia Chemor, como Presidenta de la Mesa Directiva, y el Director de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Esteban Caballero.

Todos ellos destacaron las convergencias entre el Consenso de Montevideo, adoptado en 2013 en la primera reunión de la Conferencia Regional, y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada en 2015 por los 193 países miembros de las Naciones Unidas, y subrayaron además que la CRPD debe jugar un papel fundamental en el seguimiento de la Agenda 2030 a través del nuevo Foro de los Países de América Latina y el Caribe sobre el Desarrollo Sostenible, que se reunirá por primera vez en México en abril de 2017.

En su intervención, la Secretaria Ejecutiva de la CEPAL señaló que la estabilidad en el crecimiento de la población, el envejecimiento y la urbanización representan los principales fenómenos demográficos en curso en la región de cara a la implementación del Consenso de Montevideo y de la Agenda 2030. “El fortalecimiento de las bases de datos demográficos es clave para desplegar políticas que combatan tanto la pobreza, que afecta a 175 millones de personas en América Latina, como la desigualdad”, remarcó Bárcena.

Por su parte, Patricia Chemor, Presidenta de la Mesa Directiva, destacó la importancia de contar con información demográfica confiable para tomar mejores decisiones en políticas públicas relacionadas con la natalidad, mortalidad, distribución y migración, así como de fortalecer las instituciones nacionales para mantener la congruencia y la comparabilidad de las estadísticas.

Al respecto, Esteban Caballero, Director Regional del UNFPA, llamó a potenciar el diálogo sobre los indicadores estadísticos entre la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo y la Conferencia Estadística de las Américas, ambos órganos subsidiarios de la CEPAL, y a lograr que la mayor parte de los indicadores que se emplearán para dar seguimiento al Consenso de Montevideo sean también los que se tomarán en cuenta en el caso de la Agenda 2030.

La propuesta de indicadores para el seguimiento regional del Consenso de Montevideo que se presentará en esta reunión busca asegurar la comparabilidad de datos entre países y su versión final será adoptada en la tercera reunión de la CRPD, en 2017 en El Salvador. Asimismo, esta semana se presentará una propuesta de formato de informe nacional que, una vez que sea aprobado, servirá de modelo para que los países elaboren sus propios reportes sobre el avance en la implementación del Consenso de Montevideo, a ser presentados por primera vez en 2017.

El Consenso de Montevideo incluye medidas sobre la integración de la población en el desarrollo sostenible y sobre las áreas de infancia, adolescencia y juventud, envejecimiento, salud sexual y reproductiva, igualdad de género, migración, desigualdad territorial, pueblos indígenas y afrodescendientes. En 2015 en México se aprobó una guía operacional concebida como un instrumento técnico voluntario de ayuda para su cumplimiento.

Según cifras de la CEPAL, en América Latina y el Caribe viven 635 millones de personas, de las cuales 164 millones son niños, 162 millones, jóvenes, y 70 millones, adultos mayores. Hay además 45 millones de indígenas, y el 80 % de la población vive en ciudades. Se estima que el número de habitantes se elevaría hasta 730 millones para el año 2050, aunque hacia final de siglo se reduciría a 690 millones.

Junto a México en la Presidencia, la Mesa Directiva de la Conferencia Regional está compuesta además por Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guyana, Honduras, Jamaica, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Fuente: http://www.cepal.org/es/comunicados/paises-la-region-analizan-la-cepal-avances-la-implementacion-medidas-poblacion

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África: Secretos y desigualdades ponen en riesgo a las ugandesas

Uganda/16 de septiembre de 2016/www.ipsnoticias.net/Por: Lyndal Rowlands

La ugandesa Mambera Hellem conversa con sus jóvenes amigas y vecinas sobre todos los tipos de anticonceptivos. Pero sabe que muchas de ellas no usarán preservativos, a pesar de que en Uganda, las adolescentes y las jóvenes tienen un mayor riesgo de contraer el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

Al consultar a Mambera y a su amiga Kyolaba Amina quién decidía a la hora de usar condón, si el hombre o la mujer, esta última sonrío. “No es fácil para una mujer comenzar a usarlo porque dispara cuestionamientos sobre la confianza”, precisó. “El marido le pregunta a la esposa si no confía en él”, acotó.

Pero Kyolaba tiene sospechas más oscuras; algunos hombres “quieren infectar de forma deliberada a sus esposas”, explicó.

“No sé por qué los hombres lo hacen, pero conozco un caso en el que la mujer y el hombre tuvieron resultados discordantes (de VIH), y él no quería comenzar a usar condón porque antes tenían relaciones sin protección y no entendía por qué ahora ya no podían”, relató.

Mambera y Kyolaba trabajan en la clínica Christa, en Jinja, una localidad sobre el lago Victoria, en Uganda, que ofrece servicios de planificación familiar de bajo costo y gratuitos para esa comunidad pobre.

En este país donde abundan los mitos sobre los anticonceptivos y sus efectos secundarios, las formas más seguras que tienen las mujeres de protegerse son las inyecciones de Depo-Provera, conocidas como “depo”, y los dispositivo intrauterinos (DIU).

“Hay muchas mujeres que tienen hijos todos los años, y es a ellas a las que apuntamos”, indicó Mambera.

Algunas prefieren usar DIU o depo porque, a diferencia de los preservativos, pueden mantener su uso en secreto sin que se enteren sus maridos. Pero ese no es el único aspecto de su vida sexual que les ocultan.

“Hablamos del VIH y les decimos que se hagan un análisis clínico, pero muchas temen planteárselo a sus maridos y prefieren hacérselo en secreto”, indicó Kyolaba.

“Tengo el ejemplo de mi vecina que llegó a la clínica y el análisis de VIH le dio positivo, pero lo ha mantenido en secreto, no le dijo a su esposo por temor a instalar la violencia en el hogar”, relató.

Mientas IPS conversa con Mambera y Kyolaba, en el patio de la clínica Christa, un grupo de mujeres acunan a sus hijos mientras observan a una enfermera que les explica cómo se usa el condón.

Los servicios que ofrece la clínica son irregulares, en el mejor de los casos, en este país que tiene una de las mayores tasas de fecundidad del mundo, en promedio seis hijos por mujer en edad fértil.

Pero en los últimos años, surgió en este país y en otros de África subsahariana una estadística diferente, aunque igualmente preocupante.

Las jóvenes contraen VIH, causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), a una edad mucho menor que los hombres.

A los 21 años, una joven ugandesa tiene una probabilidad en 10 de ser portadora del virus del sida.

Una joven de entre 15 y 24 años tienen más del doble de probabilidades que un hombre de su misma edad de infectarse con el VIH.

Según las últimas estadísiticas de 2011, 4,9 por ciento de las mujeres y las niñas de esas edades contraerán el VIH, a diferencia de 2,1 por ciento de varones, con un aumento pronunciado de las probabilidades para las jóvenes de entre 15 y 21 años.

Sin poder decidir si su compañero sexual usa o no condón, las jóvenes pierden la capacidad de protegerse a sí mismas, ya que es el único método anticonceptivo que también previene las enfermedades de transmisión sexual.

El médico Akinyele Eric Dairo, oficial a cargo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en Uganda, coincidió con Mambera respecto de que las mujeres no tienen ninguna incidencia en el uso del preservativo por parte de los hombres.

“En lo que respecta al uso del condón, los hombres tienen más peso que las mujeres”, dijo a IPS. “Su uso genera una suerte de dependencia de ellas”, observó.

La preferencia por otros tipos de anticonceptivos refleja el temor al embarazo en las jóvenes que no se han casado, apuntó Dairo.

“Las consecuencias del embarazo se manifiestan mucho más rápido que las del VIH y otras infecciones de transmisión sexual”, añadió.

Como resumió Catherine, una enfermera del hospital de Jinja: “Su mayor temor es el embarazo, no saben que pueden tener otros problemas.”

Eso puede deberse, en parte, a que el acceso al tratamiento con antirretrovirales redujo mucho, no solo la propagación del VIH, sino también el estigma en torno a la enfermedad. “La gente me ha dicho, eso es como ser diabético”, relató Catherine.

La increíble disponibilidad de antirretrovirales permitió un avance significativo de la lucha contra el sida en África subsahariana. Pero ese logro podría revertirse si los esfuerzos de prevención en un grupo tan vasto como la adolescencia siguen fracasando.

Por ello, Loyce Maturi, una zimbabuense de 23 años que contrajo el VIH a los 16, recibió una invitación para participar en una conferencia de alto nivel en la sede de la Organización de las Naciones Unidas de Nueva York, a principios de este año.

“Al compartir mi historia, espero transmitir la idea de que en tanto mujeres adolescentes y jóvenes somos vulnerables, estamos en riesgo y somos las más infectadas y afectadas por las epidemias en relación con otros grupos de edad”, señaló Loyce.

Garabateado en el margen de la hoja con su discurso, que mostró luego a la prensa, se podía leer: “Es necesario que prioricemos a las poblaciones clave HSH (hombres que tienen sexo con hombres), trabajadoras sexuales, personas que se inyectan drogas, cárceles y migrantes”.

La respuesta contra el VIH/sida se concentra en esos grupos de riesgo, pero ninguno es vulnerable solo por su condición de género o su edad, y por eso es tan importante atender las razones por las cuales las jóvenes tienen una tasa de infección tan alta.

Como explicó Dairo, muchas veces a las adolescentes las fuerzan a tener relaciones sexuales y las casan de forma prematura, y a menudo con hombres mayores.

Su vulnerabilidad también aumenta porque pueden ser víctimas de violencia, incluso sexual, y porque tienen menos posibilidades de acceder al sistema educativo y a los recursos económicos, en comparación con las posibilidades de sus compañeros, añadió.

Eso empuja a las jóvenes a buscar hombres mayores que las ayuden a pagar el transporte y la escuela, lo que termina creando una dinámica de poder desigual, que hace altamente improbable que tenga poder de decisión sobre si su compañero usa o no condón.

Por ello, no basta con enseñar a los jóvenes a usar preservativos, si no se atienden las desigualdades de género y que elevan la vulnerabilidad de las mujeres jóvenes.

Traducido por Verónica Firme

Tomado de: http://www.ipsnoticias.net/2016/09/secretos-y-desigualdades-ponen-en-riesgo-a-las-ugandesas/

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