Noble y sabio. Hace una reflexión a la luz de la propia información. Se considera nativo de varios países, sin dejar de amar al suyo: Perú.
Su mujer es de mí subregión, el Oriente de Antioquia; lo cuenta jocosamente al afirmar que fue una de las motivaciones para estar en Guarne entre quienes nos deleitamos al escucharlo compartir sus saberes. Es desorganizado con el tiempo y no se apena de admitirlo, por eso devela gran preocupación al predecir que –como siempre-este le jugará una mala pasada y no permitirá que concluya con su exposición, la misma que montó en unas diapositivas y que trae exclusivamente a Colombia, desde su Universidad, La Salle, para enseñar un poco a su audiencia sobre lo que reza el congreso en sala: Educación.
Iván Montes Iturrizaga, presidente de la Universidad de La Salle -en Perú- es el ponente cosmopolita que se invitó a la celebración del primer congreso internacional, entre el 09 y 10 de noviembre, en el municipio de Guarne, Antioquia y en el marco de su bicentenario –el del pueblo–; es un hombre campechano, como él mismo se reconoce y me lo explica contándome que desde que llegó al Oriente, disfruta de meterse en la cocina del recinto donde se hospeda, entablar una conversación con las mujeres que preparan su alimento, decirles que no le gusta que lo llamen doctor, ni señor, ni profesor, ni maestro… simplemente Iván. Así como lo hizo en tarima, al momento de presentarse y dar inicio a su intervención.
Un hombre responsable, preocupado por el cuidado con una cultura representada en el mismo, respetuoso, amable; advierte al maestro de ceremonias ser notificado del tiempo al restar diez minutos en su ponencia, sabe que por lo menos los otros cincuenta le pueden ser suficientes para exponer sus ideas y con el resto puede organizar conclusiones, que permitan a quien lo escucha generar crítica y opinión. Cree que la educación debe ser construida desde diversos escenarios y por eso en su discurso integra el concepto de desarrollo local, así como la preocupación por la descentralización de la educación en un contexto global.
Iturrizaga es consciente de que la educación debe ser el eje para lograr un desarrollo local sostenible, pero también reconoce la importancia de la toma de decisiones y la complejidad que la misma acarrea; afirma que una decisión en pro de una construcción colectiva del futuro no es fácil, esto implica que diferentes actores estén integrados y, sobretodo, que no se tomen decisiones apresuradas. Por eso es compleja. Sin educación no hay desarrollo posible, el desarrollo local implica tener una gran pared y tener mil cerraduras. La educación es una de las llaves maestras para el desarrollo local y social.
La idea de desarrollo está en crisis, lo que estamos entendiendo por desarrollo es una concepción errada; el desarrollo debe ser integral, articular diversas ópticas. Una ciudad que centre su desarrollo en un solo factor, como el económico, está errada.
Un ejemplo: Perú es una de las economías más poderosas de América Latina; pero cada día tiene más pobreza, más violencia, falta de equidad, hay aspectos de discriminación a la mujer… es una sociedad inequitativa, el medir una ciudad por aspectos económicos es un error, y a eso se le llama reduccionismo.
Superar el reduccionismo es invitar a las personas desde lo suyo a tener un acto de interés de renuncia y centrarse en otros ámbitos, ser personas integrales y que no focalicen sus intereses personales en un modelo convencional de desarrollo, que si son empresarios, académicos o artistas sepan articular su mirada con un sentido holístico; que un artista valore lo económico, que un político valore la academia. Entender que quienes mueven el aparato económico son personas. El arte pacifica, reduce la delincuencia, el arte y la cultura promueven la comunicación en la familia; la idea de desarrollo sostenible implicaría trazar el desarrollo armónico de la comunidad, sin arte no es debido concebir un desarrollo sostenible. Es por esto que para Iván hablar de desarrollo hoy en día supone una visión integral.
A medida que corre el tiempo nos cuenta que es un hombre maratonista, sin importar su edad. Que proviene de Lima pero trabaja en Arequipa. Que respeta el compromiso y que por lo mismo no quiere sobrepasar los sesenta minutos que alguien le destinó al inicio de su ponencia. No le gusta entorpecer, por eso no lo hará con el cronograma. Es un hombre que profesa educación y se angustia al contra reloj, se permite preguntar: “¿cuánto tiempo me queda? ¿siete minutos, seis, cuatro, uno o ya no me queda nada?” Dice que lo complejo está en decidir por las implicancias, siempre debe pensarse en el impacto. Asume que la educación es un fenómeno complejo donde lo que se decide tiene implicancia en la vida de las personas, y esta vez evadiendo el tiempo se cuestiona en qué cerradura mover, con la llave de la educación, en qué orden, y en qué momento para lograr transformar.
La educación implica la transformación de personas, humanizar a las personas, contribuir a la reducción de violencia, el consumo de alcohol y de drogas, prevenir o reducir la tasa de embarazo adolescente, el feminicidio… Hoy en día no se habla de educación a secas, son ciencias de la educación. Educación es un fenómeno complejo donde la psicología tiene mucho qué decir, así como la filosofía.
Por ejemplo, en lo filosófico, implica pensar ¿cuál es el tipo de hombre que se quiere forjar con el sistema educativo? La filosofía de la educación tiene muchísimo que hacer para iluminar. La educación debe ser resiliente.
Existen casi 40 ciencias de la educación, una de ellas Educación comparada, modelo que busca el entendimiento de los pueblos a través del sistema educativo; cómo podemos analizar una experiencia de otro país y ver si es importante para nosotros y así adaptarla a nuestro contexto. Lo mismo debe pasar al construir Desarrollo, el desarrollo humano debe ser para el desarrollo local, y del mismo modo el desarrollo local para el desarrollo humano.
El ser humano debe cambiar lo local para cambiar el país, son las pequeñas iniciativas que se empiezan a convertir en modelos; asumir que muchas cosas que pasan en mí país, en mi ámbito local depende mí como persona.
El desarrollo local sostenible también tiene que ver con la identidad, crear identidad hace que muchas personas no se quieran ir de sus territorios. Les da sentido de pertenencia, la gente se quiere ir menos de ese lugar porque lo quiere, lo valora, lo respeta más… “Me quedo en mi comunidad porque tengo esto y soy de aquí” promover identidad implica promover cultura, arte, poesía, música, teatro local: Educación.
Fuente de la Entrevista:
https://www.elespectador.com/noticias/cultura/la-educacion-no-es-un-tema-solo-de-maestros-ivan-iturrizaga-articulo-722843