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Venezuela: FVM pide reunión con el ministro de Educación: Propondrá un aumento salarial de US$ 200 al mes

Carmen Teresa Márquez, presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), dijo que en la reunión con el ministro Héctor Rodríguez, también quieren conversar sobre la calidad de la educación en el país.

La presidenta de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), Carmen Teresa Márquez, señaló que el gremio le ha enviado solicitudes al ministro de Educación, Héctor Rodríguez, para reunirse, pero no han obtenido respuesta.

En ese sentido, indicó que «el ministro ha hecho caso omiso a las comunicaciones que le hemos enviado solicitándole reuniones».

«Le hemos entregado propuestas para el magisterio, le hemos solicitado una mesa de diálogo y hasta la fecha, el ministro no ha respondido. Ningún director o medio se ha reunido con las organizaciones sindicales del magisterio», resaltó.

Márquez dijo que el ministro del Trabajo ha sido un mediador, quien se reunió con una comisión del sector educativo del país y quedó en que haría las gestiones para que el ministro Héctor Rodríguez los recibiera.

Apuntó que en la reunión con el ministro Rodríguez le plantearán la revisión del salario de los docentes y hablarán sobre la calidad de la educación: «nosotros queremos aportar, queremos hablar de cómo está la calidad de la educación, de cómo están las escuelas».

Revisar la tabla salarial de los maestros

La también educadora venezolana afirmó que se debe revisar la tabla salarial de los maestros del país, dado que el Gobierno «ha bonificado los ingresos» de los docentes.

Asimismo, afirmó que un docente activo nivel I cobra Bs. 258 quincenal, mientras que un docente nivel VI percibe Bs. 600 cada 15 días. «Lo demás es una bonificación que no tiene incidencia en las prestaciones», sumó

Carmen Teresa Márquez manifestó en Unión Radio que la propuesta que hacen desde la Federación es incrementar el salario de los maestros en US$ 200 al mes.

https://www.bancaynegocios.com/fvm-pide-reunion-con-el-ministro-de-educacion-propondra-un-aumento-salarial-de-us-200-al-mes/

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Entrevista a Adriana Guzmán Arroyo: “Descolonizar el tiempo es renunciar a la acumulación capitalista”

Hemos hablado con Adriana Guzmán Arroyo, educadora popular aymara y referente del feminismo comunitario antipatriarcal en Bolivia, sobre colonialismo, racismo, extractivismo, heterosexualidad obligatoria, familia, comunidad, Estado. privilegios, colores y lenguas minorizadas. Y sobre aprender a levantar la cabeza.

Adriana Guzmán Arroyo es educadora popular aymara, feminista y q’iwsa (no heterosexual, en aymara). Desde pequeña veía los cuerpos de su abuela y abuelo aymaras, su piel, su idioma, su lengua y se sentía muy cerca de ellos, pero no fue hasta después de la masacre del gas de 2003 cuando se reconoció como feminista y aymara, empezando así un camino de ruptura con las ideas coloniales y racistas que se habían ido instalando en su cuerpo.

En 2003, en la masacre del gas lucharon contra el colonialismo, el racismo, el extractivismo, después de que el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada autorizara la represión contra manifestantes que mostraban su rechazo a la decisión del Gobierno de exportar gas: “Ahora se ha puesto de moda el extractivismo, pero hace 500 años que venimos luchando contra la explotación de la plata, la minería y después la explotación de los hidrocarburos que ha destrozado nuestros territorios, que ha generado una mentalidad capitalista que rompe la comunidad, toda otra forma de vida que tenemos en Abya Yala”, explicaba Adriana Guzmán en Bilbao una mañana lluviosa y gris, después de haber participado en el congreso Nuevas narrativas para una educación feminista y antirracista, organizado por InteRed.

¿En qué momento te diste cuenta que esa lucha contra el extractivismo, el racismo, el capitalismo y el colonialismo era también una lucha contra el sistema patriarcal?

Estábamos en las calles organizadas protestando y cuando volvemos a las casas los compañeros quieren que las casas estén limpias y que las wawas [les hijes] hagan sus tareas, que haya comida caliente. Entonces una gran pregunta fue: ¿quién cuida en la revolución? Entendimos que existía también esta forma de opresión a la que luego le vinimos a llamar patriarcado, como lo han hecho otras feministas también. Para nosotras la masacre del gas fue mirarnos al espejo y reconocernos como aymaras. Queremos ser aymaras, pero no bajo los términos patriarcales que nos va a imponer la heterosexualidad obligatoria, no como la mujer que se calla y agacha la cabeza y va detrás del marido, no como la mujer que solo sirve para sembrar la papa. Queremos vivir bien y no se puede vivir bien si las mujeres vivimos mal, si a las mujeres nos matan o nos violan. Queremos cuestionar la revolución dentro de la revolución. Y no queremos solo participar políticamente, queremos decidir, no queremos ser diputadas solo para decir que hay mujeres diputadas. Logramos que en Bolivia el impuesto directo a los hidrocarburos esté destinado a las universidades. Nosotras queríamos que nuestras wawas estudien en una universidad digna, en un espacio de conocimiento desde los pueblos.

“El patriarcado es un sistema de todas las opresiones, articula el colonialismo, el racismo, el capitalismo, el extractivismo, pero se construye sobre el cuerpo de las mujeres”

¿Cómo fue el proceso de elección en la asamblea constituyente de la palabra en aymara para nombrar el concepto “patriarcado”?

A esto lo llamamos la lucha en el territorio de las palabras, porque venimos de la lucha en el territorio. Lo primero que hicimos fue reconocernos feministas. Nuestros compañeros nos dijeron: “Feministas son las académicas, las europeas. Las indígenas no son feministas”. Fue toda una discusión epistemológica y política donde nosotras decimos que nos llamamos feministas porque recuperamos la palabra y nosotras inventamos un contenido. No es que el feminismo nació en Francia, el feminismo va a nacer en todos los territorios donde luchemos contra el patriarcado. Y ahí llegó la segunda palabra, que era “patriarcado”. Había que discutirlo en la asamblea constituyente. Planteamos que el patriarcado es un sistema de todas las opresiones: articula el colonialismo, el racismo, el capitalismo, el extractivismo, pero se construye sobre el cuerpo de las mujeres. ¿Cómo se ha aprendido que a la naturaleza se le pueden sacar los árboles, el agua, el aire, todo? En el cuerpo de las mujeres, porque nos sacan el agua, el aire, los afectos, todo. Pero estaba otra vez la justificación de los hombres aymaras: “En nuestro pueblo no existe la palabra patriarcado”. La palabra patriarcado no existe, pero la realidad patriarcal sí, ¿cómo se puede llamar? Usamos la palabra pacha usutawa: tiempo enfermo, un tiempo que hace daño. O pacha janiw walikiti: un tiempo que no está bien. Unquq pacha en quechua. Y así en guaraní y en distintos idiomas empezamos a construir estos conceptos de patriarcado, de capitalismo, de machismo, de racismo.

“La propuesta fundamental del feminismo comunitario es autoorganización, autonomía y autodeterminación”

Descolonizar la memoria, descolonizar los feminismos (2019) es el título de tu libro. ¿Qué se propone desde el feminismo comunitario antipatriarcal para llevar a cabo esta descolonización?

La comunidad es contraria al Estado, aunque haya sido un Estado plurinacional; nosotras decimos siempre: “Estado plurinacional solo para transitar a la comunidad”. La comunidad te exige la responsabilidad propia de construir lo que quieres con tus manos. Es imposible que un presidente se haga cargo de 11 millones de personas. La comunidad hoy existe, la comunidad que se autoorganiza, que logra tener agua, que en Bolivia durante la pandemia ha logrado tener medicina y no morirse, ha logrado circular la comida. La propuesta fundamental del feminismo comunitario es autoorganización, autonomía y autodeterminación y entendemos que eso se llama comunidad, un sistema político. Hacer comunidad es renunciar al individualismo, a la acumulación, y por eso nos parece una propuesta antipatriarcal, anticapitalista y anticolonial. La misma importancia tienen las personas como las montañas, las aguas, los animales, los pájaros y todo. En la comunidad en la que las wawas dialogan con las abuelas y los abuelos y se valoran sus conocimientos y sabiduría.

“Estos feminismos que ahora están de moda y hablan de la igualdad y el empoderamiento son funcionales al sistema”

“Leer en las arrugas de las abuelas”, te hemos escuchado decir.

Nuestras mamás y nuestras abuelas han peleado por una vida digna, porque nadie nos maltrate. Nos hemos encontrado con que habían luchado por lo mismo que estábamos peleando nosotras: porque no haya extractivismo, no destruyan la comunidad, no se lleven a las niñas en la trata y tráfico, no maten a las mujeres, no destruyan la naturaleza. Hemos empezado a recuperar la memoria de abuelas en todo Abya Yala. La Tránsito Amaguaña dice en los años 30 que “es importante la tierra, es importante el territorio, es importante no tener patrón, pero también es importante que no te cases niña”. Recuperar la memoria de Bartolina Sisala Domitilala comandanta Ramonala María Sabina nos hace tener certeza sobre lo que estamos planteando. Frente a semejantes problemas (contaminación, trata y tráfico, que se lleven a tu hija, a tu sobrina, a la hija de tu hermana, que destruyan tu comunidad, el río y la montaña donde has crecido) que te vengan a plantear un discurso de igualdad de género es insuficiente, es indignante. Estos feminismos que ahora están de moda y hablan de la igualdad y el empoderamiento son funcionales al sistema. Nosotras creemos que los feminismos tienen que ser antisistémicos, antipatriarcales.
Por eso creo que un principio fundamental es que podamos dialogar entre todas las feministas, por más diferencias que tengamos hay que seguir discutiendo y politizando la lucha contra el patriarcado y el extractivismo. No basta que las feministas de Europa se vayan a Bolivia a apoyar la lucha contra la hidroeléctrica o denuncien a la empresa de Bolivia, necesitamos que haya acciones más concretas hacia los bancos que financian esas empresas en Europa, a los dueños de estas empresas, así como nosotras perseguimos a los jueces, a los feminicidas y pintamos su casa. Así creo que tendría que funcionar en Europa, la presión social para que estás empresas vayan reduciendo sus intervenciones en Abya Yala o vaya poniéndose más en cuestión esto.

Hablas también de descolonizar la temporalidad y la linealidad en los feminismos y en la manera de entender los procesos históricos.

Hay un feminismo hegemónico, liberal, blanco que habla de empoderamiento, que dice “supérate”, que dice que el mundo ha cambiado porque hay una mujer taxista, porque ha habido una mujer presidenta o porque hay una mujer negra vicepresidenta en los Estados Unidos. Eso no evita que los Estados Unidos siga matando migrantes, siga invadiendo los territorios o financiando, acompañando a Israel en el genocidio en Palestina. No creemos en estos proyectos lineales de que hay que luchar, capacitarse, formarse, hacer la revolución, tomar el poder y la vida va a cambiar. Esa es una linealidad del tiempo que le ha servido a Europa, pero le ha servido porque ha logrado el desarrollo y las comodidades que tiene ahora gracias al saqueo de nuestros pueblos. Descolonizar el tiempo para nosotras es generar condiciones en la lucha que nos permitan vivir bien todos los días, acabar con las relaciones de violencia, criar a las wawas de otra forma, en comunidad. Para recuperar los saberes, hablar con nuestras abuelas, nuestros abuelos, se necesita tiempo. Si te metes en la lógica capitalista de explotación, tienes que correr en los tiempos de productividad que te marca el capitalismo. Descolonizar el tiempo es renunciar a la acumulación capitalista. En el mundo aymara el tiempo es circular y no es un círculo en sí mismo que se repite, nosotras venimos de la comunidad y por tanto es lógico que podamos volver a la comunidad, porque hay una memoria política, hay una memoria genética, hay una memoria territorial. Toda esa insistencia en que querer hacer comunidad es difícil es una justificación del sistema, hacer comunidad es mucho más fácil que vivir en todo este mundo racista individualista y de explotación.

“Nosotras tenemos que transformar el Estado, porque nuestras hijas van a la escuela pública”

¿Qué ha cambiado en Bolivia con la aprobación en 2009 de la Constitución y con la declaración de un Estado plurinacional y en qué aspectos sientes que se podía haber ido más allá?

Desde 2009 hemos estado en la construcción de la ley de educación y en la construcción de la ley de violencia que habla de patriarcado. Hemos estado en la construcción del plan de salud de las mujeres para vivir bien, en las cumbres de justicia para refundar una justicia que no sea patriarcal, que tenga valores mínimos como los tiene la justicia comunitaria. Hemos visto que el Estado era útil para algunas cosas. En las que no vaya a ir más allá, le pedimos que no interrumpa nuestras luchas. Se ha ido extendiendo el cordón del pueblo aymara que va por todo Bolivia, llega hasta el norte de Chile, hasta el norte de Argentina y se han empezado a discutir, a intercambiar, a recuperar la cultura, la música. Más allá de las fronteras de los propios Estados. ¿Qué necesitamos? Qué el Estado no intervenga. Es mucho más fácil construir esa autonomía, esa reconstitución territorial cuando no hay un Estado que te persigue, cuando hay un Estado que es capaz de hablar de descolonización. Mientras exista, necesitamos que plantee un marco mínimo de lo que necesitamos los pueblos para vivir bien. Yo creo que en algunos lugares de Europa hay una mirada muy esencialista e higienizadora de no tener relación con el Estado. Tienen los privilegios y el dinero para hacer sus iniciativas a parte, una educación distinta, una salud distinta, trabajo de autocuidado autónomos. Nosotras tenemos que transformar ese Estado, porque nuestras hijas van a la escuela pública, porque son nuestros territorios los que se están discutiendo en ese Estado y en esa política pública. Incluso a los Estados fascistas hay que presionarlos, primero para sacar a los fascistas de ahí, lo segundo para que cumplan con las garantías mínimas: educación, salud. Tenemos la Constitución de 2009 y un código penal de 1970. No se ha transformado para llevar adelante esa Constitución. También ha habido un golpe de Estado fascista y racista [en 2019 y que implicó la salida de Evo Morales de la presidencia] para dejar claro cuál es nuestro lugar como indígenas: en las casas como sirvientas. El pueblo se ha organizado y ha logrado sacar ese golpe en un año, pero ese fascismo sigue, sigue organizado, está representado en el Parlamento y hay un discurso de odio racista que ha crecido más. Eso ha impedido que se profundice en la Constitución. Hay una ley en educación que que a mí me parece que es muy importante. Hay procesos de educación que se han estado haciendo con transformación curricular y metodológica, descolonizadora y comunitaria. En el sistema de salud también hay transformaciones para concretar la Constitución. Pero este fascismo, este permanente ataque para generar una inestabilidad al Gobierno ha hecho que el Gobierno también tome una posición conservadora: “No voy a profundizar nada más, hasta aquí llegamos, cuidemos lo poco que tenemos”. Y para nosotras esa no es la forma de cuidar, para nosotras hay que profundizar lo que tenemos, porque sino lo poco que tenemos fácilmente se recicla para el sistema y se pierde.

“El castellano nos impone una forma de entender el mundo y nosotras queremos vivir en otro mundo”

En el congreso Nuevas narrativas para una educación feminista y antirracista has hablado de la importancia de que las lenguas de los pueblos estén en el sistema educativo, no como asignatura, sino en todos lados, como acto de dignidad.

Sí, aprender nuestras lenguas no solo para hablar bien, sino para dejar de pensar, sentir y amar en castellano. El castellano nos impone una forma de entender el mundo y nosotras queremos vivir en otro mundo, queremos construir ese otro mundo. Y recuperar esa otra imagen del mundo es recuperar la lengua para poder pensar, sentir, querer y alimentar la rabia desde nuestras propias lenguas, eso es parte de la descolonización, de la autonomía, de la autodeterminación. Es un acto de dignidad no tener que esconder tu lengua, tu color de piel, tu forma de vestir ni tu forma de comer para poder ser reconocida en el mundo. También presentaste el material didáctico Nosotras somos Abya Yala, un libro para colorear creado por les niñes del feminismo comunitario, para dejar de pintar princesas y hombres araña y pintar a las abuelas de las que vosotras les habláis. En esa discusión sobre las abuelas dijimos “tiene que haber reglas para pintar” y una de las reglas es que no hay un color piel, porque toda la vida han estado con maestras y maestros que les han dicho que había que pintar los dibujos de color piel y ese color piel oficial nunca ha sido nuestro color de piel. Y otra regla era “no hay colores feos ni bonitos, ni vivos ni muertos”, porque como nosotras vivimos en un lugar que es 3.800 metros de altura sobre el nivel del mar no existe el naranja de los cítricos y el verde de las palmeras. Yo aprendo a amar y a reconocer los colores que hay en mi entorno, los colores como montaña, como agua. El negro es el color fundamental para nosotras, para nuestra ropa, para nuestra vida. Es más, la Wipala, que tiene muchos colores, antes tenía una franja negra en medio que era el color de la vida, de que todo viene de ahí, contrario a lo que las maestras y maestros dicen, que el negro parece un color muerto. En los colores y en las formas de vestir hay lógicas coloniales. Para mí es una decisión política llevar estas ropas, porque me acerca a mi abuela, mi ropa es una resistencia, es un atentado permanente al sistema. En una escuela había un profesor de gimnasia que decía “¿qué tengo que ver con la despatriarcalización?”. Y le decíamos: “Usted encárguese de que las wawas aprendan a no agachar la cabeza”. Porque eso no es casualidad, no es que vivamos en lugares muy altos y agachamos la cabeza para cubrirnos del frío, porque también nos han planteado eso. Este maestro de gimnasia después de un tiempo nos decía: “Qué difícil es enseñar a levantar la cabeza”. Es el cuerpo que está formado por un mundo colonial, siempre pidiendo perdón, siempre sin mirar a los ojos, porque eso te da poder, seguridad en vos misma. Era un proceso de descolonización para el propio profesor, para que cree sus metodologías y ejercicios que a la vez puedan descolonizar el cuerpo, y eso lo hemos hecho mediante la ley de educación, que obliga a las maestras y maestros a despatriarcalizar en cualquier asignatura.

“Nuestra memoria ancestral están estos cuerpos plurales, estos cuerpos que no eran ni hombre ni mujer. La comunidad también ha sido atravesada por el colonialismo, por el patriarcado y por la heteronormatividad”

En el libro Jiwasa / Nosotras: Resistencias chiquitanas, guarayas, moxeñas, aymaras, quechuas, indias, cholas / Disidencias tevis, mujerengues, q’iwsas, qharimachos, ullupakus, machorras, maricas (2019) explicas tu decisión política de ser lesbiana, como parte del proceso de descolonización, un camino de descolonización del cuerpo, el placer y el deseo.

Nosotras cuestionamos la familia, no queremos familia, porque la familia rompe la comunidad, la familia es una imposición colonial. La heterosexualidad es una imposición colonial. Hay información de que nuestros pueblos no eran heterosexuales. Tenemos una memoria no heterosexual en el cuerpo, pero ese deseo es eliminado, coartado por la heterosexualidad desde el colegio y por las iglesias. Yo decido políticamente siendo feminista y comunitaria ser lesbiana, no lo decido antes porque no sabía que se podía. Me he casado a los 16 años y he tenido una hija a los 16 años y después otra, porque pensé que era la única opción para las mujeres. Esta decisión para mí ha significado reconstruir una relación de deseo, de erotismo con otra mujer, una relación que ha sido cargada de prejuicios, de sentir asco por nuestro cuerpo y por el cuerpo de otra mujer, porque el único cuerpo que podemos desear o que puede ser satisfactorio es el cuerpo de un hombre, el falocentrismo. En un mundo patriarcal, el deseo es patriarcal, el erotismo es patriarcal. También ha habido una discusión sobre si soy lesbiana, si esa es la palabra, porque no deja de ser una palabra que viene del griego, de Lesbos. Yo miraba el movimiento feminista, el movimiento lésbico y no la comunidad, donde había también lesbianas. Empezamos a recuperar la palabra q’iwsa en aymara, que son las personas no heterosexuales. Y ahí profundizamos más esa discusión de que la heterosexualidad es una imposición colonial, porque en nuestra memoria ancestral están estos cuerpos plurales, estos cuerpos que no eran ni hombre ni mujer. La comunidad también ha sido atravesada por el colonialismo, por el patriarcado y por la heteronormatividad, y por eso se habla de que somos hijas del padre sol y de la madre luna, de la Pachamama, del tata inti, toda esa heterosexualización y humanización de la naturaleza que es parte de un sistema patriarcal, las cosmovisiones no son antropocéntricas, pero lo parecen, porque sexualizan a la naturaleza por la colonización. Todo eso hemos cuestionado para poder nombrarnos. Sí, como lesbiana, pero fundamentalmente como q’iwsa, como esta resistencia a una heterosexualidad que es colonial, que es dominación, que es explotación y saqueo.

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Fuente de la información:  https://www.pikaramagazine.com

Fotografía: Pikaramagazine. Adriana Guzmán Arroyo, en Bilbao. / Foto: Garazi Basterretxea Barea

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Cayó 76% el número de estudiantes de educación en Venezuela

Las principales universidades formadoras de educadores –Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Universidad Central de Venezuela y la Universidad Católica Andrés Bello– contaban con una matrícula de aproximadamente 110.000 jóvenes en carreras de educación. Para 2022, esta cifra descendió a 29.723

La formación de docentes en Venezuela atraviesa una crisis profunda, con una caída de 76% en el número de estudiantes de educación entre 2008 y 2022. Esta reducción afecta directamente el futuro del sistema educativo y compromete la preparación de nuevas generaciones.

El profesor Tulio Ramírez, director del Doctorado en Educación de la Universidad Católica Andrés Bello, expuso esta problemática durante la conferencia La falta de generación de relevo docente. Un daño colateral de la crisis educativa. Su intervención tuvo lugar el 7 de febrero en las V Jornadas de Innovación Docente, del Centro de Investigación, Innovación y Desarrollo Académico.

Datos recopilados por Ramírez evidencian que, en 2008, las principales universidades formadoras de docentes –Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Universidad Central de Venezuela y UCAB– contaban con aproximadamente 110.000 estudiantes en carreras de educación. Para 2022, esta cifra descendió a 29.723.

En cuanto a nuevos ingresos, el desplome fue aún mayor, con una reducción de 87%, al pasar de 31.000 a poco más de 4.000 inscritos.

El número de graduados también se redujo drásticamente. «El análisis de regresión lineal muestra una pérdida anual de aproximadamente 1.208 profesores», advirtió Ramírez.

En 2008, más de 14.900 egresados culminaron sus estudios, mientras que en 2022 solo 1.749 obtuvieron su título.

Las universidades podrían dejar de graduar docentes

Si esta tendencia continúa, las universidades podrían dejar de graduar docentes en los próximos años.

«En el año 2032, si se puede ver esta tendencia, las universidades no deberían estar graduando ni un solo estudiante», señaló.

La secretaria ejecutiva del Comité Directivo Nacional de la Federación Venezolana de Maestros, Belkis Bolívar, presentó en 2024 cifras que reflejan un déficit de maestros que oscila entre 50% y 60%.

Ramírez atribuyó esta crisis a los bajos salarios, obligando a los docentes a buscar alternativas económicas más viables.

En noviembre de 2024, la canasta básica de alimentos superaba los 548 dólares, mientras que el salario promedio de un maestro, incluyendo bonos, apenas llegaba a 93,4 dólares.

Al comparar con otros países de la región, el investigador de la UCV destacó que los docentes iniciales en Colombia, Panamá, Perú, Argentina, Chile, Uruguay y Ecuador perciben entre 400 y 800 dólares, mientras que los especialistas pueden alcanzar más de 2.000 dólares.

«El problema salarial no es solo un problema administrativo, es un problema académico», enfatizó.

La mayoría de los nuevos estudiantes no aprobó ninguna materia

La falta de maestros repercute en el rendimiento estudiantil. Datos de la Facultad de Ciencias de la UCV revelan que 6 de cada 10 alumnos de nuevo ingreso no aprobaron ninguna materia.

«De los 573 inscritos, 361 (63%) no aprobaron ninguna asignatura», detalló Ramírez.

Esta deficiencia se debe a la escasez de profesores en áreas clave como matemáticas y castellano en educación básica y media.

«La falta de maestros graduados es alarmante, especialmente en áreas como matemáticas, física y química», alertó.

Según explicó, los estudiantes aprueban sin méritos reales porque se promedian notas de materias donde hubo profesores con aquellas en las que no recibieron clases. Esta situación les permite acceder a la universidad con una formación deficiente que compromete su futuro académico y profesional.

Para revertir la crisis educativa, Ramírez insistió en la necesidad de mejorar las condiciones laborales de los docentes. «El trabajo docente es muy digno, pero es necesario dignificar al docente porque está siendo muy maltratado», afirmó.

https://www.elnacional.com/venezuela/cayo-76-el-numero-de-estudiantes-de-educacion-en-venezuela/

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Fernando Mazzone: “Si Nación no manda plata, la política educativa debe decidirla la provincia». Argentina

El secretario general de la Agremiación Docente Provincial (ADP) estuvo en De Buena Fuente, donde habló sobre el postergado inicio del ciclo lectivo 2025 en la provincia de Salta.

Fernando Mazzone explicó que esta situación comenzó a mediados de enero, cuando Daniel Scioli solicitó a Nación prorrogar el inicio de clases del 24 de febrero al 5 de marzo. Al respecto, el dirigente gremial expresó su acuerdo con la medida por diversos motivos.

También se refirió al cumplimiento de los 190 días de clases y señaló que, si el gobierno nacional no envía los fondos necesarios, como no lo está haciendo, la política educativa queda en manos de cada gobernador. Además, explicó que con la implementación de la hora extendida en las escuelas, se superan los días lectivos establecidos.

En este sentido, remarcó que el foco debe estar en garantizar una educación de calidad y manifestó su preocupación por la enseñanza en las escuelas públicas, asegurando que está trabajando para mejorarla.

Fuente: https://elexpresodesalta.com.ar/contenido/46546/fernando-mazzone-si-nacion-no-manda-plata-la-politica-educativa-deben-decirlas-l

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Derogan ley que amenazaba educación presencial en comunidades indígenas de Pará, Brasil

«Regresaremos a nuestros pueblos, pero a partir de ese momento, a través de la comisión, seremos consultados, escribiremos, participaremos y propondremos cómo será la educación para los indígenas», declaró el cacique Dadá Borari. Foto: BrasildeFato.

Además de la derogación de la ley, el movimiento de ocupación y profesores exigen la destitución del secretario de Educación, Rossieli Soares, acusado de acoso moral y estrategias de desmantelamiento de la educación pública en el Estado.

Con cantos ancestrales y mucha celebración, la Asamblea Legislativa de Pará aprobó por unanimidad la derogación de la Ley 10.820/2024, que amenazaba la educación presencial en las comunidades indígenas, rurales y quilombolas de Pará.

Este logro histórico fue resultado de la movilización de indígenas, quilombolas y profesores que, durante 30 días, ocuparon el edificio de la Secretaría de Educación del Estado (Seduc) en Belém. Esta acción obligó al gobernador Helder Barbalho a retroceder en su propuesta.

En el exterior de la Asamblea Legislativa de Pará (Alepa), el movimiento de ocupación celebró la conquista junto a profesores y la población paraense, que estuvieron presentes desde la madrugada.

A pesar de la evacuación del edificio, que debe ocurrir a partir de hoy, cuando cientos de indígenas de 14 grupos étnicos regresen a sus territorios, el Movimiento asegura que seguirá exigiendo mejoras en la educación. Para ello, se formará una mesa negociadora permanente con Alepa y representantes de organizaciones de educación, indígenas y quilombolas.

«Regresaremos a nuestros pueblos, pero a partir de ese momento, a través de la comisión, seremos consultados, escribiremos, participaremos y propondremos cómo será la educación para los indígenas», declaró el cacique Dadá Borari.

La ocupación de 30 días enfrentó autoritarismo, censura y amenazas del gobierno estatal. Temprano en la mañana, los indígenas partieron en una delegación de Seduc hacia Alepa para acompañar y celebrar la revocatoria, mientras líderes como el cacique Dadá Borari, Alessandra Munduruku y Auricélia Arapiun acompañaban desde el plenario.

La diputada Lívia Duarte (Psol), presente en la ocupación desde los primeros días, destacó la enseñanza propuesta por los pueblos originarios en la defensa de sus derechos. «Lo que estamos haciendo aquí es histórico. Los derechos no son negociables. Y hoy lo afirmamos con la derogación de la Ley 10.820», señaló.

El diputado estadual Carlos Bordalo (PT) denunció la Ley 10.820/2024 como parte de un proyecto político para diezmar a los pueblos indígenas, sus territorios y su ancestralidad. Afirmó que este proyecto facilita la invasión de tierras indígenas por la minería ilegal y otras amenazas.

https://www.telesurtv.net/derogan-ley-que-amenazaba-educacion-presencial-en-comunidades-indigenas-de-para-brasil/

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Argentina: Docentes universitarios advierten que no empezarán las clases, la pérdida salarial ya supera el 70%.

Los gremios docentes universitarios irán al paro si no reciben un aumento urgente. Por ahora ni siquiera hubo llamado a paritarias.

Dejando en claro que se encuentran atravesando una “emergencia salarial”, los docentes universitarios ya advierten que no empezarán las clases, salvo que reciban “un aumento urgente del 34,3%, para mantener el poder adquisitivo de noviembre de 2023”.

En este sentido, recientemente la CONADU, el gremio mayoritario, declaró el “estado de alerta y movilización”, ante la falta de respuesta a los pedidos de reabrir la paritaria. Y también difundió los datos acerca de la pérdida salarial, remarcando que el retroceso de los haberes superó el 70%.

Además, en su encuentro nacional de dirigentes y delegados, se comenzaron a definir “las acciones ante la inminencia del comienzo de clases”, decidiendo comenzar con las consultas a los sindicatos de base para ver si hay acuerdo sobre ir al paro. El próximo plenario se llevará a cabo el 24 de febrero, y allí ya podría delinearse un plan de lucha.

«Trabajamos gratis», dicen los docentes universitarios

“La situación salarial del sector docente ha tenido una pérdida del 71,5% desde diciembre de 2023”, indicó un informe elaborado por representantes de los 21 gremios de base de la entidad.

Docentes universitarios, CONADU
Docentes universitarios apuntaron contras «las políticas públicas regresivas».

Y se recalcó que “para mantener el poder adquisitivo del mes de noviembre 2023 se debería haber cobrado con el salario de enero un aumento de 34,3 por ciento sobre diciembre último”.

También se apuntó que “como los aumentos han estado siempre por debajo de lainflación, la pérdida significa el valor de cuatro salarios y medio mensuales. Es decir, trabajamos gratis todo ese tiempo”. Y se agregó que, desde 2016 al presente, “la tendencia de los salarios fue hacia la baja”.

La organización gremial insisitó en reclamar “la urgente constitución de la Paritaria Nacional Docente y la inmediata restitución de los salarios adeudados desde hace un año a las y los docentes de la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo, y el cese de la violación a su autonomía establecida por la Ley de Educación Superior”.

Y dejó en claro que “se avecina otra fuerte disputa de la comunidad educativa universitaria frente a políticas públicas regresivas. Nada nuevo. Nada que sorprenda”.

Sin aumento y sin llamado a paritarias

El malestar por la situación atraviesa a todo el sector universitario, que formó el Frente Sindical de Universidades Nacionales para coordinar la lucha de docentes y no docentes contra el ajuste que viene implementado el gobierno de Javier Milei.

Por eso es que se espera que, primero, las entidades que forman el frente comiencen a discutir con sus bases las acciones a tomar, para luego llevar una postura conjunta.

Desde CONADU recordaron también que “advertimos a finales del año pasado que peligraba el normal inicio de actividades en las universidades nacionales”.

A la vez que enfatizaron que “sin aumento salarial en enero, y aún sin convocatoria a paritarias”, la situación es por demás preocupante, lo que inevitablemente llevará a que las clases no comiencen.

Hay que recordar que durante 2024 hubo dos grandes marchas universitarias, impulsadas tanto por docentes como no docentes, para exponer el atraso salarial que sufrían. Y ahora, en el inicio de un nuevo año, sin que nada haya cambiado, el conflicto vuelve a escena.

Docentes universitarios advierten que no empezarán las clases: la pérdida salarial ya supera el 70%

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Colombia: Casi 47 mil niños se han quedado sin acceso a la educación en el Catatumbo, debido a la crisis humanitaria

Los menores también se están enfrentando amenazas de reclutamiento forzado, secuestros y desplazamientos.

“La educación en Catatumbo está en peligro”, esa fue la alerta que lanzó la Organización Save the Children al reportar que más de 46.500 niños, niñas y adolescentes se han quedado sin acceso a las aulas debido al aumento de la violencia y el cierre de 710 escuelas en 10 distritos de esa región.

En un comunicado, Save the Children Colombia sostuvo que los menores no solo están perdiendo su derecho a la educación, sino que están enfrentando amenazas de reclutamiento forzado, secuestros y desplazamientos.

Al respecto, la directora de Save the Children Colombia, María Mercedes Liévano, destacó la grave situación a la que se enfrenta la niñez y adolescencia de la región y solicitó al Gobierno implementar más recursos y estrategias que permitan solventar la crisis.

“La violencia en Colombia es terrible, con desplazamientos forzados, niños, niñas y adolescentes sin escolarizar, víctimas de violencia sexual, miedo al secuestro y familias destrozadas. La niñez y adolescencia está pagando el precio más alto en esta última escalada. Están siendo asesinados, violentados, reclutados y desplazados, advirtió.

A ello, agregó que “sus derechos y su seguridad deben ser una prioridad; la paz debe restablecerse inmediatamente para garantizar su bienestar. Save the Children está atendiendo la situación, pero hacen falta más recursos y apoyo para responder a la gravedad de esta crisis humanitaria”.

Según cifras del PMU instalado en Catatumbo, en esa región han sido desplazadas 54.098 personas, mientras 32.448 están confinadas. Se suman además las 56 personas asesinadas, entre ellas cinco menores de edad.

“La situación refleja una crisis sin precedentes, que constituye el mayor desplazamiento masivo en la región del Catatumbo en los últimos 28 años, aseveró la organización.

Ante esta situación, Save the Children hizo un llamado urgente a las autoridades locales, nacionales e internacionales para que garanticen las medidas integrales de protección a la niñez y adolescencia, promuevan el acceso inmediato a la educación, implementen intervenciones psicosociales para atender el trauma generado por la violencia y refuercen las estrategias de prevención del reclutamiento forzoso.

Actualmente, Save the Children está identificando necesidades críticas en materia de protección y educación, con un enfoque especial en la prevención de violencia basada en género y el refuerzo educativo para niñas, niños y adolescentes, informó el oficio.

Durante las próximas semanas, la organización ampliará su intervención con la entrega de más kits de alimentos e higiene, apoyo psicosocial y estrategias para fortalecer la protección de comunidades vulnerables en asentamientos informales.

“Save the Children reitera su llamado a todas las partes del conflicto para que respeten el derecho internacional humanitario y prioricen la protección de la niñez y adolescencia en Colombia, concluyó la organización en el comunicado.

*Redacción de El País y de Colprensa.

https://www.elpais.com.co/colombia/casi-47-mil-ninos-se-han-quedado-sin-acceso-a-la-educacion-en-el-catatumbo-debido-a-la-crisis-humanitaria-1149.html

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