El embarazo adolescente se ha convertido en una de las crisis más acuciantes de Venezuela, con graves consecuencias para la salud de las jóvenes madres y sus hijos , así como para el desarrollo social del país. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Venezuela presenta una de las tasas más altas de embarazo adolescente en América Latina, lo que ha generado una alerta mundial sobre la situación.
Ana María Figuera, experta en salud reproductiva del Fondo de Poblaciones de las Naciones Unidas (UNFPA), destacó que la educación integral en sexualidad es fundamental para prevenir embarazos no deseados en la adolescencia. «Es necesario romper con tabúes y proporcionar información clara y accesible a jóvenes y adolescentes sobre su cuerpo, sus derechos sexuales y reproductivos, y los métodos anticonceptivos», afirmó Figuera.
Por su parte, Ángel Alfonso, de la Asociación Civil Niña Madre, alertó sobre la estrecha relación entre el embarazo adolescente, la pobreza y la violencia sexual. «Muchas de estas jóvenes se convierten en madres a muy temprana edad como consecuencia de abusos y explotación», señaló Alfonso.
Un problema de salud pública
Denuncian que las consecuencias del embarazo adolescente son múltiples y devastadoras. Las jóvenes madres suelen abandonar sus estudios, lo que limita sus oportunidades laborales y perpetúa el ciclo de pobreza. Además, los bebés nacidos de madres adolescentes tienen mayor riesgo de bajo peso al nacer, prematurez y complicaciones durante el parto.
La alta tasa de mortalidad materna en Venezuela, especialmente entre las adolescentes, es un reflejo de la gravedad de esta problemática. Según Alfonso, la tasa de mortalidad materna en el país es una de las más altas de la región.
¿Qué se está haciendo?
Organizaciones como el UNFPA y la Asociación Civil Niña Madre trabajan para abordar esta problemática. A través de programas de educación sexual, distribución de métodos anticonceptivos y atención integral a las jóvenes madres, estas organizaciones buscan empoderar a las adolescentes y brindarles las herramientas necesarias para tomar decisiones informadas sobre su salud sexual y reproductiva.
Sin embargo, alertab que los desafíos son enormes. La crisis económica, la falta de acceso a servicios básicos y la desintegración del tejido social han agravado la situación, por lo que resaltan que es necesario un esfuerzo conjunto de gobierno, sociedad civil y organismos internacionales para hacer frente a esta problemática de manera integral y sostenible.
El movimiento estudiantil puntano dió un enorme ejemplo de lucha: 18 días de toma de edificios en defensa de la Educación Pública. En el lapso de este tiempo se vivieron situaciones de diferente carácter político y social tanto en la sede capitalina, como en las de Villa Mercedes, y Merlo. Las medidas de fuerza se acompañan tanto desde del estudiantado como de los trabajadores docentes y no docentes, cosechando simpatías con diferentes sectores que llevaron su solidaridad en defensa de la lucha por la Educación Pública. Como consecuencia del profundo ajuste que lleva adelante el Ejecutivo Nacional el costo político se hace notar: Milei vetó el presupuesto, pero despertó al movimiento estudiantil. ¿Cómo podemos seguir organizando la lucha?
Lejos de dar fin al conflicto con el veto al financiamiento universitario el gobierno nacional dio pie a que el movimiento estudiantil se organizará con la medida de toma de facultades como acción principal de lucha. Pero también con clases públicas, movilizaciones y diferentes medidas de lucha que se desarrollan aún a lo largo y ancho del país, haciendo que este hecho se desarrolle en un momento bisagra en la historia reciente.
Otro factor importante que nos ayuda a comprender la realidad política son algunos datos de la vida cotidiana de la educación superior con la cual el gobierno parece no conectar:
El 48% de los estudiantes de universidades públicas son pobres. Esto se transcribe en el fenómeno de primera generación de estudiantes universitarios con familias trabajadoras. Un nuevo sujeto dentro del estudiantado, formado por estudiantes que trabajan o que provienen de familias trabajadoras, que tiene un lazo más directo con la clase obrera y sus organizaciones tradicionales es decir, con sus sindicatos, movimientos sociales, etc.
¡Viva la lucha de la comunidad educativa de la UNSL!
En la Universidad Nacional de San Luis sede de la Ciudad de San Luis, se mantuvo la toma de edificios por 18 días y extendiéndose a otras sedes de la misma, con asambleas de docentes, estudiantes y no docentes de hasta casi 300 personas. Lo cierto, es que el estudiantado de la la UNSL fue una de las primeras instituciones en adoptar la toma como acción de lucha en defensa de la Educación Pública, que luego se masificó en todo el territorio nacional. Como así también, se convirtió en la toma más largas de este conflicto. En este contexto, el rector y actual presidente del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional), Victor Moriñigo, en más de una ocasión se manifestó en contra de la toma de edificios, y declaró que “… Lamentablemente este año los salarios no se van a poder recomponer”. Esta postura fue ampliamente repudiada por toda la comunidad educativa, en ese sentido, nos gustaría saber si el actual Presidente del CIN podría vivir con un salario de $250.000 mensuales como el de un auxiliar con una canasta básica que ronda los $950.000 para una familia tipo.
Otro sector que pareció no presentar mayor relevancia fueron los Centros de Estudiantes, en el caso puntual de la UNSL la conducción de San Luis Independiente, no participó de la toma de edificios en ninguna oportunidad. Se limitaron a alguna participación efímera en las asambleas interclaustros donde incluso propusieron que la toma debía desarrollarse con clases, lo cual lo convertiría en una acción “simbólica” a la toma del Rectorado en aquel momento. En ese sentido, y a pesar de la constante presión de la asamblea que exigía un pronunciamiento por parte del centro que jamás concretaron, la medida se sostuvo gracias a la fuerza de lxs estudiantes, docentes, no docentes, y trabajadores en general que se solidarizaron con el enorme esfuerzo y ejemplo de lucha que se desarrolla puertas adentro de los edificios tomados.
En la Villa de Merlo, se tomó la facultad de Turismo y Urbanismo por un tiempo determinado del lapso de un día, pasado ese tiempo, la toma se levantó y se espera que el movimiento estudiantil vuelva a encontrarse en Asamblea Interclaustro para determinar nuevas medidas de lucha.
Por su parte, en la Ciudad de Villa Mercedes, la toma del edificio de Facultad de Ingeniería y Ciencias Agropecuarias, y la Facultad de Ciencias Economicas Juridicas y Sociales se vió afectada por un ataque de corte patoteril por parte de un sector «anti-toma», con el aval y participación de Franja Morada y sectores afines al espacio político de La Libertad Avanza. Dicho ataque que incluyó piedrazos, empujones y amedrentamiento, donde se destaca la participación de Matias Funes quien fue recientemente apartado de su cargo como Subsecretario de Asuntos Estudiantiles y Bienestar luego de la viralización de imágenes con su presencia en dicho ataque.
Mientras tanto la libertad no avanza (atrasa)…
Como era de esperarse, la derecha salió a despotricar contra el movimiento estudiantil respecto del conflicto universitario. Este fue el caso del Diputado Nacional por la Provincia de San Luis de La Libertad Avanza, Carlos D’Alessandro, que en una publicación en redes sociales motivó a estudiantes a que denunciaran a docentes que según su propio criterio “Impusieran Ideología zurda” o formulen críticas al gobierno nacional. Fomentando de esta manera, la creación de “listas negras” que recuerdan a las épocas más oscuras de nuestra historia reciente. Tomando a Kohan, que hace un tiempo atrás refutó duramente contra la idea de adoctrinamiento en las universidades, mencionando: “Para que funcione, hacen falta dos elementos: uno, la palabra autoritaria del docente. De ninguna manera justifica una caracterización general del estado de cosas de la educación argentina presuponer que todos los docentes son autoritarios. Lo segundo es que la cabeza del estudiante esté lo suficientemente hueca como para recepcionar pasivamente lo que dice el docente. Ninguna de esas dos cosas ocurre”. En pedagogía, suponer que existe un sujeto a “adoctrinar” y otro sujeto que “adoctrina” no es una postura neutral. Es una concepción de la educación en la que los sujetos no son tales, en que se aprende lo que nos dan sin proceso, sin historia. Entonces, ¿Quién intenta adoctrinar y disciplinar a quien con el agravante de realizarlo directamente desde el Estado?
Tenemos que derrotar todo el plan de ajuste de Milei y el FMI
En este momento somos testigos de una nueva oleada de lucha del movimiento estudiantil que se levanta, se organiza y desarrolla toda su fuerza en asambleas, en coordinación con otras facultades, y en las calles. Es imprescindible en ese sentido para llevar la lucha política hasta el final unificar todas las luchas para dar una respuesta contundente al ajuste de conjunto que sufre la clase trabajadora. En ese sentido, la comunidad educativa propone organizar una nueva Marcha Federal Universitaria para el día 12 de noviembre, y seguir profundizando la organización asamblearia buscando que otras instituciones, incluidos secundarios puedan organizarse y sumarse a este enorme movimiento de lucha que nació desde abajo. El próximo 30 de octubre el movimiento estudiantil sale a las calles nuevamente a exigirle a las centrales sindicales PARO NACIONAL y un verdadero plan de lucha en unidad con otros sectores de la clase trabajadora que también sufre las consecuencias del ajuste que imponen desde arriba.
La lucha por defender la educación pública ante la ofensiva neoliberal
Documento de política para el Tercer Congreso Mundial Contra el Neoliberalismo Educativo
El derecho a la educación pública universal es un logro del pueblo, arrebatado al capitalismo en décadas de lucha. Sin embargo, las burguesías nacionales e internacionales continuaron intentando mantener los sistemas escolares y las universidades dentro del marco limitado de la empleabilidad y el control social.
En los años sesenta, la Conferencia Internacional sobre la Crisis Mundial de la Educación (1967), convocada por el presidente de Estados Unidos Lyndon Johnson, impulsó un renovado ataque al humanismo pedagógico, estableciendo a nivel global la idea de que la educación estaba en crisis, porque Los sistemas escolares y las universidades han tenido serias dificultades para incorporar la innovación científica y tecnológica de manera oportuna. A esta iniciativa le siguieron múltiples declaraciones y documentos, entre ellos el libro del cofundador del Instituto Internacional de Planificación de la Educación (IIPE-UNESCO) Philip Coombs (1968) llamado “Crisis Mundial en la Educación” (1971) y el Informe Fauré ( 1973). La solución que el capital empezó a proponer para superar esta “crisis educativa” fue la cultura evaluativa, la comercialización y la privatización.
En los años setenta del siglo XX, cuando comenzaron a soplar vientos neoliberales en el mundo, el discurso de la cultura evaluativa tomó forma con la normalización de términos, la estandarización de currículos y prácticas pedagógicas, la indexación de modelos de políticas públicas para el sector. , serialización de publicaciones y bibliometría, pragmatismo didáctico y funcionalismo evaluativo. La comercialización se centró en la construcción de perfiles de formación escolar y universitaria orientados a la empleabilidad y el mercado, mientras que la privatización se basó en la instalación de la noción de que las buenas prácticas educativas sólo podían lograrse si eran posibles distintas formas de privatización.
En la década de 1980, el capitalismo avanzó en la promoción de las cinco categorías evaluativas. para una educación, a partir de la cual construir indicadores y metas de logro, como si los sistemas escolares y las universidades fueran fábricas convocadas para producir mercancías tituladas. Calidad, relevancia, innovación, efectividad e impacto se convirtieron en las ideas que permitieron institucionalizar la lógica comercial de oferta-demanda en la educación.
En el camino, las malas condiciones y salarios de los docentes se agudizaron, mientras que la desinversión en educación se generalizó. La tercerización de servicios, prestación, mantenimiento e incluso infraestructura terminó abriendo caminos para que el presupuesto educativo terminara en manos de los sectores empresariales. El ataque al sindicalismo y al sindicalismo docente se intensificó para reducir las posibilidades de resistencia organizada a la ofensiva capitalista contra la educación.
En la década de 1990, el neoliberalismo popularizó las pruebas estandarizadas para la educación primaria y secundaria, haciendo lo mismo con las clasificaciones estandarizadas para la educación universitaria. La cultura ISO se instaló en la educación, haciendo de la medición la forma de evaluar si la educación estaba saliendo de los parámetros de “crisis”, para reinventarse según las demandas del mercado. El paradigma STEM y las pruebas estandarizadas implementadas por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa (LLECE – UNESCO) y PISA (OCDE), se convirtieron en los referentes aceptados por el cosmopolitismo empresarial para indicar si salía o no de la crisis educativa, cuando en En realidad, se trataba de combinar la empleabilidad y la comercialización de los procesos de enseñanza y aprendizaje. En la educación superior, los rankings se consolidaron a través de las dinámicas de acreditación, internacionalización, bibliometría, imposición de recaudación de fondos privados para poder realizar investigación y extensión, así como la devaluación de los contenidos humanísticos y el pensamiento crítico; La universidad intentó encapsularse para poder estudiar la realidad sin pisarla.
En el siglo XXI, la estandarización multilateral de la educación (Objetivos del Milenio, Objetivos de Desarrollo Sostenible), la llamada transformación digital de la educación (centralidad de lo digital-virtual) y la creciente influencia de la filantropía corporativa ( Tink Tank que dicen y financian lo que las empresas considerar hacer en educación) continuó intentando alinear los sistemas escolares y las universidades con los propósitos del mercado.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un terrible esfuerzo de homogeneización educativa a escala planetaria, que busca alinear los sistemas escolares y universitarios y, la adhesión a la transición del modo de producción capitalista de la tercera a la cuarta revolución industrial. Pretenden imponer una visión única de la educación, con indicadores, metas y logros uniformes, como si la diversidad no existiera. Quieren imponer una forma única y controlable de diversidad sexual, negritud, género, nuevas masculinidades y opresión en general, despolitizando diferentes formas de resistencia a la opresión de cuerpos, mentes y clases sociales.
La llamada Transformación Digital de la Educación estuvo acompañada de nuevas formas de privatización. Desde el confinamiento por la pandemia de COVID-19, han sido los estudiantes, docentes, trabajadores de la educación y las familias quienes han tenido que soportar los costos del cambio a modelos educativos virtuales, híbridos, asincrónicos y digitales. El acceso a Internet y planes de datos, la adquisición de equipos de conexión remota y el acceso a plataformas de conexión propias es cada vez más una responsabilidad de la que los Estados buscan eximirse de pagar. La suma individual de esta dinámica privatizadora significa la transferencia de millones de dólares de los bolsillos de los trabajadores a las arcas del capital y de las grandes corporaciones tecnológicas. Sin embargo, la desigualdad de oportunidades, debida al origen social y al poder adquisitivo de muchos estudiantes, también está generando renovadas formas de estratificación y exclusión educativa.
El capital pretende convertir a quienes participamos en los procesos de enseñanza y aprendizaje en simples operadores tecnológicos ilustrados, eliminando la posibilidad de que seamos trabajadores de la educación y estudiantes que reflexionemos sobre las formas tecnológicas que la educación requiere en el presente. Pretenden limitar las demandas de los sectores organizados al suministro de equipos, conexión y mantenimiento de redes y no pensar en tecnologías situadas y socialmente capaces de producir una transformación de las mentes y del medio ambiente.
Como colofón a esta situación, ahora lo digital-virtual, en escuelas y universidades, se convierte en un instrumento de captura de datos, para instalar un régimen predictivo capitalista que permita modelar personalidades según las necesidades del consumidor y del mercado, pero también implementar modelos orwellianos de control en espacios educativos. Esto plantea nuevas exigencias a los sindicatos, sindicatos y organizaciones estudiantiles, que tampoco pueden olvidar los otros aspectos de la ofensiva del capital en la educación.
Cada día son más los llamados “emprendedores unidos por la educación” que quieren marcar la pauta de lo que hay que hacer en educación y utilizan para ello los fondos disponibles en sus fundaciones. Financian think tanks que se convierten en nuevos lugares de enunciación de políticas públicas en educación y controlan el multilateralismo educativo, a través de la llamada gobernanza global de la educación.
Todo esto sucedió – y sucede. con la complicidad abierta o encubierta de los gobiernos. Las políticas públicas en educación estuvieron permeadas por estas perspectivas y prácticas, tratando de construir un sentido común de aprendizaje alineado con la formación como mercancía.
Sin embargo, con lo que no contaba el capital era con la resistencia de los sindicatos, los trabajadores de la educación, los estudiantes y las familias, que estaban construyendo un tejido social nacional alternativo, frenando la ofensiva de la burguesía sobre la educación, pero también construyendo prácticas y propuestas que recuperaran la idea de educación liberadora, de lo común, fundamentalmente la perspectiva de los trabajadores sobre el significado y orientación de la educación.
Estas resistencias gremiales, sindicales y estudiantiles fueron sorteando los aparatos burocráticos que buscaban legitimar el pensamiento mercantil único para la educación y tomando conciencia de que la lucha contra el capital en materia educativa se da en todos los lugares y territorios del planeta. La ofensiva del capitalismo contra la educación pública, libre, popular, laica, científica, democrática y humanista es global y, por tanto, resistirla sólo es posible si quienes resistimos lo hacemos de manera coordinada.
Hoy, las mayores posibilidades de resistencia a la ofensiva del capital se expresan en la alianza de sindicatos y asociaciones de trabajadores de la educación, organizaciones estudiantiles y comunitarias. La alianza del capital contra la educación del pueblo sólo puede enfrentarse con una alianza amplia de sectores populares organizados.
Este es el espíritu que inspira la convocatoria y realización del Tercer Congreso Mundial contra el Neoliberalismo Educativo: en defensa de la educación pública. Del 11 al 17 de noviembre de 2024 luchadores sociales, sindicales y estudiantiles nos estaremos reuniendo no sólo para analizar lo que está pasando y construir un mapa de resistencia, sino para pensar alternativas.
iniciativas pedagógicas y seguir recorriendo caminos de unidad en la diversidad para defender la educación crítica, la creatividad y el compromiso social. La gente humilde de hoy y las nuevas generaciones de hombres y mujeres que viven del trabajo requieren de un esfuerzo redoblado para evitar que el capitalismo logre sus propósitos en la educación.
Te esperamos con los brazos abiertos, con el corazón emocionado y con la conciencia clara del desafío que tenemos por delante. El evento se llevará a cabo del 11 al 17 de noviembre, en la Universidad Estatal de Río de Janeiro, Brasil. Construyamos juntos el futuro de libertad, democracia y justicia social a través de la educación, que nuestro pueblo exige.
Comité Organizador
Fuente de la Información: https://luisbonillamolina.com/2024/10/26/manifiesto-de-convocatoria-para-el-tercer-congreso-mundial-contra-el-neoliberalismo-educativo/
El déficit cero es violento. Porque lo consiguen matando a los que no tienen nada. Ni siquiera tienen su vida. Nada más violento que colocar a todas las violencias en el mismo plano. El torturador y el torturado. El hambreador y el hambreado. El abusador y el abusado. No todas las violencias son iguales: la violencia de arriba es crueldad.
(APe).- La batalla cultural. Un bastión de las izquierdas. El arte al servicio de la lucha revolucionaria. En la Argentina, ejemplos para no olvidar. Teatro abierto, uno de ellos. En esa época, teníamos claro que la violencia de arriba ocasionaba la violencia de abajo. El tabú a la violencia no existía. Por varias razones. Gracias al trabajo de muchos luchadores, intelectuales orgánicos, trabajadores, la violencia del sistema se puso en la superficie. Y fue el Cordobazo. Que no tuvo el anatema de violencia, porque ponía en evidencia la violencia de la autollamada Revolución Argentina.
El tabú de la violencia ha sido una de los triunfos de la batalla por una cultura represora. Si no hay violencia, entonces no hay paz. Hay crueldad. Paz sin justicia no es paz. Apenas es tregua, y eso en el mejor de los casos. No podemos proclamar la paz, la no violencia, si queremos conmover los cimientos de la injusticia. Más diria de lo justo, porque la justicia ha sido capturada por uno de los poderes del Estado.
Cuando el Movimiento Chicos del Pueblo acuñó que el hambre es un crimen, dejó evidenciado que el hambre es violento. ¿Alguien quiere, desea, disfruta del hambre? Las clases medias no siquiera disfrutan del apetito. El sentido común deplora el hambre, pero no asocia que el hambre es la violencia del sistema hambreador. Los héroes son agasajados con asados o milanesas. Los pobres e indigentes ni siquiera tienen las sobras del banquete.
A ver si lo digo claramente: el cacareado déficit 0 es violento. Porque lo consiguen matando a los que nada tienen. Ni siquiera tienen su vida. Nada más violento que colocar a las violencias todas en el mismo plano. El torturador y el torturado. El hambreador y el hambreado. El abusador y el abusado. La violencia sufre el efecto “cambalache”. Todas las violencias son iguales. Pero claro: cantan nuestro himno castrado. ¿Castrado de qué? De la letra que menciona explícitamente la violencia del imperio español y de la decidida violencia independentista de los ejércitos patriotas.
Solamente para las derechas todas las violencias son iguales. Las masacres, los genocidios son planificados. De espontáneos, nada. Pocas veces la violencia defensiva logra impedir la violencia planificada. Hiroshima y Nagasaki no fueron products del delirio de un aviador sanguinario. Ni fueron para terminar la guerra. Fueron para prolongarla en tiempos de paz. Se llamó “guerra fría”. Ni siquiera el “fin de la historia” apagó la violencia.
Al menos, la historia de la violencia siguió prendida. Ver a la policía pertrechada para combate en cada marcha de jubilados, o para el presupuesto universitario, es violencia. La valla que impide circular, es violencia. Los insultos, los gestos obscenos, la pornografía del poder, es violencia. Todas esas violencias son silenciadas como tales. La única violencia es cuando se reacciona a esa violencia. La violencia de arriba es condenada en el mejor de los casos, pero no es considera violencia, y menos violencia que justifica sobradamente la reacción violenta. El Estado mantiene nuevas formas del derecho de pernada, donde ningún señor feudal era violador, sino que violaba por derecho. No muy distinto de esto que algunos ya llaman tecno feudalismo.
Condenar todo tipo de violencia es la coartada para no implicarse en la diferencia fundante entre crueldad y violencia. La violencia de arriba es cruel porque implica la planificación sistemática del sufrimiento. La violencia de abajo es reactiva, porque intenta impedir tanta crueldad. Algunas veces en la historia tronó el escarmiento. Pocas veces. Así estamos. El estado no tiene sólo el monopolio de la violencia, sino que tiene el monopolio de la crueldad.
Las necesidades básicas insatisfechas, brutalmente insatisfechas, son evidencia de la crueldad del Estado. Aun el más mínimo Estado, se reserva el derecho de causar un daño máximo. El estado fascista es un arma de destrucción masiva. Condenar todo tipo de violencia es un ejercicio de absoluta hipocresía. Cada condena a todo tipo de violencia en realidad es una coartada para la violencia/crueldad del Poder. Poder cuya naturaleza es concentrarse. Y lo que se concentra absolutamente, nunca más podrá distribuirse. La fórmula “capitalista para la producción, justicialista para la distribución”, es una de las tantas disociaciones no operativas para seguir maquillando la injusta ecuación entre capital y trabajo. El tecno feudalismo ya arrasó con cualquier armonía, incluso la más precaria.
Como dije siempre, Milei es un efecto, no una causa. Milei es el nombre registrado de un diseño de la vida donde importa más una planilla de Excel que el sufrimiento de millones. Los que luchamos porque la vida fuera otra cosa, los que luchamos por el hombre y la mujer nuevos, fuimos derrotados. Pero no fracasaremos, si mantenemos nuestras convicciones de que lo importante es que haya vida antes de la muerte.
Y que más importante que honrar la deuda, sea honrar la vida.
Ideb 2023 muestra un leve aumento en los primeros años de la educación primaria y secundaria, y una pequeña caída en los últimos años
Por: Paulo Saldaña/Isabela Palhares
El Ideb (Índice de Desarrollo de la Educación Básica) de 2023, el principal indicador de la calidad de la educación básica, muestra un escenario de estancamiento del sistema educativo en Brasil.
Hubo un leve aumento en los índices de los primeros años de la enseñanza primaria y secundaria, y una leve caída en los últimos años.
Los niveles de aprendizaje de la educación básica brasileña avanzaron con respecto a 2021, pero están por debajo de los niveles previos a la pandemia de Covid.
Esto ocurre con las calificaciones en portugués y matemáticas en las tres etapas evaluadas: primeros años (5º año) y últimos años (9º año) de la enseñanza primaria y la secundaria.
El indicador se calcula a partir de dos componentes: la tasa de aprobación de las escuelas y los promedios de desempeño de los estudiantes en una evaluación de matemáticas y portugués.
El Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Educativas, organismo vinculado al Ministerio de Educación, es el responsable del trabajo.
El déficit de aprendizaje en el país afecta a 7 de cada 10 estudiantes, reflejando las profundas fracturas en la educación pública.
l sistema educativo arrastra graves problemas estructurales que impactan negativamente en el desarrollo de los estudiantes. Entre 7 y 8 de cada 10 alumnos no logran alcanzar los aprendizajes básicos en áreas esenciales como lectoescritura, matemáticas y ciencias, según diversos estudios recientes. Esta situación evidencia una crisis educativa que se viene gestando desde hace décadas, acentuada por factores socioeconómicos y culturales que influyen directamente en la calidad de la educación pública.
Uno de los principales problemas radica en la desigualdad social que se refleja en las aulas. Las condiciones económicas de las familias marcan la diferencia en el rendimiento académico de los niños y adolescentes, generando una brecha de oportunidades que difícilmente se cierra en el ámbito escolar. A esto se suma la falta de acceso a una educación inicial de calidad, etapa crucial para el desarrollo de las habilidades cognitivas y sociales, que aún no es una realidad para todos los niños en Paraguay.
A pesar de la implementación del «Plan 2024», un proyecto educativo que tuvo una vigencia de 15 años, no se han registrado mejoras significativas en los indicadores de aprendizaje. Este plan, que busca reformar el sistema educativo, está próximo a vencer y no se ha planteado una nueva estrategia. La falta de planificación a largo plazo y la ausencia de políticas públicas efectivas agravan la crisis que enfrenta el sistema educativo.
Paraguay es uno de los países que menos invierte en educación en la región, con apenas un 3% del Producto Interno Bruto (PIB) destinado a este sector. Esta cifra está muy por debajo del promedio regional, que supera el 5%, y lejos de la recomendación de la UNESCO, que sugiere una inversión mínima del 7% del PIB. La escasa inversión se refleja en la infraestructura deficiente de muchas escuelas, aunque en algunos casos, estas cuentan con docentes capacitados pero carecen de los recursos necesarios para brindar una enseñanza de calidad.
Además de la infraestructura, la práctica docente también juega un papel clave en esta problemática. La calidad de los maestros varía significativamente, lo que genera disparidades en el nivel educativo que reciben los estudiantes. Según los especialistas, es fundamental que los niños accedan lo más pronto posible a la educación inicial, ya que este es un pilar para asegurar un mejor desempeño a lo largo de su vida escolar.
La solución a esta crisis requiere una inversión más fuerte y un enfoque integral que incluya la mejora en la formación docente, la infraestructura y un nuevo plan educativo que priorice el aprendizaje desde los primeros años de vida.
En el marco de un plan de lucha convocado por las federaciones sindicales universitarias, se inició ayer una nueva semana con medidas de fuerza en las universidades nacionales del país. En Corrientes y Chaco adhirieron los gremios de base de docentes y no docentes de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE).
Tras el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, un proyecto de presupuesto que profundizará los rectores en la educación superior y paritarias que no se abren, el Frente Sindical de Asociaciones de Base acordó un paro nacional los días lunes 21 y martes 22 de octubre; como así, clases públicas los miércoles frente al Congreso con réplica en todas las universidades nacionales y plenario conjunto de secretarios generales de sindicatos docentes de CONADU-FAB y CONADU Histórica.
En la Universidad Nacional del Nordeste, CODIUNNE, ADIUNNE y ATUN se plegaron a la medida de fuerza y programaron clases públicas frente al Rectorado de la UNNE en plaza 25 de Mayo en la ciudad de Corrientes. Se realizará hoy, a las 9, y participarán representantes de los tres gremios. El tema consiste en la defensa de lo público, situación de la universidad y la ciencia.
Desde CODIUNNE, sindicato que nuclea a docentes e investigadores de la UNNE, informaron que se mantienen en estado de alerta ante la escasez de fondos que garanticen el funcionamiento de las universidades nacionales.
Por otra parte, hoy también se realizará un festival en Defensa de la Universidad Pública organizado por la FUNE y centros de estudiantes de la UNNE, en horas de la tarde, en el Campus Deodoro Roca de la ciudad de Corrientes.
En tanto, los gremios docentes manifestaron su apoyo a los estudiantes que realizaron una toma simbólica en el Campus Resistencia de la UNNE donde se realizan clases públicas. El acceso no se restringe a los estudiantes que deben asistir a clases.
«Con docentes y no docentes bajo la línea de pobreza, no hay universidad posible», indica la convocatoria al paro de las federaciones gremiales docentes que convocaron a la medida de fuerza de 48 horas y cuya primera medida fue ayer. El acatamiento es dispar, con profundización en algunas unidades académicas.
Según un informe de docentes de la Universidad Nacional de Córdoba, el presupuesto universitario anual ejecutado en 2024 será del 30%, inferior al de 2023 en términos reales (ajustado por inflación). El proyecto de presupuesto 2025 es de 40%, inferior al de 2023. «Inevitablemente, las actividades de enseñanza, investigación y extensión se verán afectadas, reducidas o eliminadas, comprometiendo la calidad educativa», alertan desde las casas de altos estudios.
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