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Argentina: Comunicado de los Sindicatos Docentes Nacionales

en su permanencia, egreso y certificación con reconocimiento nacional.

resguardar y atender las condiciones laborales de quienes trabajan en los ISFD para acompañar los cambios que se establecen.

 

ALERTAMOS sobre los efectos de provincialización del Sistema Formador dada la diversidad y desigualdad que atraviesan las jurisdicciones para la implementación conjunta y acelerada de estas regulaciones en el actual contexto de ajuste y desfinanciamiento de la educación ya prevista por las autoridades nacionales.

 

Reiteramos la necesidad de convocatoria a la participación de la docencia organizada en los ámbitos formales de discusión para la mejora del sistema educativo argentino en clave nacional y federal.

 

COMUNICADO DE LOS SINDICATOS DOCENTES NACIONALES

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Sindicatos, indígenas y estudiantes de Ecuador protestan contra el Gobierno de Daniel Noboa

Sindicatos, indígenas, estudiantes y otros grupos sociales de Ecuador realizaron este viernes varias marchas de protesta contra el Gobierno del presidente Daniel Noboa, a quien acusaron por la crisis eléctrica, la recesión económica y la aguda crisis de inseguridad y violencia. Con el grito de ‘Fuera Noboa, fuera’, los manifestantes también recordaron los 102 años de la llamada ‘masacre de Guayaquil’, una matanza de trabajadores por parte de la fuerza pública ocurrida el 15 de noviembre de 1922, considerada como fecha insigne del sindicalismo ecuatoriano. IMÁGENES: JUAN CARLOS JÁTIVA. DECLARACIONES DE: – JOSÉ VILLAVICENCIO, PRESIDENTE DE LA UGT. – GARY ESPINOZA, PRESIDENTE FENOCIN. – LUCÍA BURBANO, ESTUDIANTE UNIVERSITARIA.

 

https://www.abc.es/internacional/sindicatos-indigenas-estudiantes-ecuador-protestan-gobierno-daniel-20241116051810-vi.html

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Venezuela: Advierten que 75 % de trabajadores universitarios venezolanos han pensado en renunciar el último año

La asociación por la Libertad, Derechos y Desarrollo Social (Liddes) reiteró este sábado, la necesidad imperante de atender las exigencias de docentes y trabajadores universitarios en Venezuela que, afrontan, al igual que todo el sector público, una situación de extrema vulnerabilidad al percibir salarios que equivalen a 3,5 dólares mensuales, mientras que la inflación acecha y la canasta básica ronda los 530 dólares, de acuerdo a estimaciones de diversas firmas y organizaciones.

 

La directora general de Liddes, Laura Linares enfatizó que los trabajadores universitarios se debaten a diario entre renunciar y seguir asistiendo a sus lugares de trabajo por estricta vocación o retirarse y dedicarse a otros oficios que le permitan tener ingresos para subsistir.

 

“Muchos trabajadores del sector universitario han dejado sus puestos de trabajo a favor de empleos mejor pagados, lo cual genera una crisis de personal en todo el sistema educativo del país. El 75 % de los trabajadores universitarios ha pensado en abandonar el trabajo en los últimos 12 meses”, precisó. “Lo que estamos viviendo ante la indiferencia del Estado es una catástrofe”, lamentó.

 

En medio de este escenario, el paupérrimo ingreso que perciben los trabajadores universitarios se convierte en el primer factor negativo que incide de forma directa en el acceso a una educación de calidad.

 

“Un sistema educativo fuerte depende en gran medida de la capacidad de atraer y retener a docentes altamente cualificados, y los salarios son un factor determinante. Los trabajadores universitarios venezolanos perciben en promedio 3,5 dólares al mes, esto ha impulsado la deserción del personal ATO, así como de profesores universitarios en el país, dejando fuertes desafíos para garantizar el acceso a la educación de los jóvenes venezolanos y la libertad académica”.

 

Laura Linares recalcó que estas presiones económicas, ponen en peligro los derechos económicos y sociales, generan desigualdades en la población; y retrasa el desarrollo de la sociedad, pues obstruye la investigación en áreas tan importantes hoy en día como la salud, la agricultura y, en general, la búsqueda de soluciones y políticas públicas eficientes y sostenibles”.

 

En esta misma línea, Fabiana Lujan miembro de Students for Liberty, subrayó que no dejarán de denunciar esta grave situación que no se puede normalizar. No es justo, lógico ni aceptable que el salario permanezca estancado desde hace casi tres años y que hoy el salario mínimo integral no cubra ni el 1 % de la canasta básica alimentaria.

 

“Seguir visibilizando la realidad que viven los trabajadores universitarios es vital para que la sociedad en general tome consciencia sobre la importancia de la exigencia de sus derechos. Resulta indispensable y urgente la inversión para garantizar la educación de calidad y garantizar el acceso a la educación superior de calidad a los venezolanos”, sentenció.

 

Asimismo, aseveró que reconocer el valor del trabajo universitario garantizando sueldos justos, no es solo un asunto de justicia social, sino que representa la retribución a todos los profesionales que se encargan de formar jóvenes que serán el futuro de la nación.

 

“Si la libertad académica se ve afectada, el desarrollo de los jóvenes y la sociedad en general también se afectará”, agregó Lujan.

 

El artículo 91 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, suscribe expresamente que el Estado deberá garantizar a los trabajadores del sector público y privado un salario mínimo vital que, será ajustado cada año, tomando como una de las referencias el costo de la canasta básica”.

 

Advierten que 75 % de trabajadores universitarios venezolanos han pensado en renunciar el último año

 

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VISION FORMATIVA GERENCIAL Y RESPONSABILIDAD SOCIAL SUSTENTADA EN ECOAXIOLOGÍA: SIGNIFICANTE DEL DOCENTE UNIVERSITARIO UNERGISTA

Autora: MSg. Juiliet Bastardo

Fecha: Noviembre, 2024

Resumen

Este estudio tiene como propósito interpretar la visión formativa gerencial y responsabilidad social sustentada en la ecoaxiología significante del docente universitario Unergista. Para ello, la investigación se ubica en el paradigma Postpositivista, con enfoque cualitativo. El método empleado para su desarrollo fue el hermenéutico, bajo el enfoque del Círculo Hermenéutico de Gadamer. Se considera de igual manera a tres sujetos informantes que cumplen funciones gerenciales y directivas en el Área de Ciencias de la Salud, específicamente en el Programa Nacional de Formación en Nutrición y Dietética. A tal efecto se considera el uso de la entrevista acompañada de grabador, cuaderno de notas y cámara fotográfica para obtener la información. En el procesamiento de la información las técnicas empleadas adoptan las fases sistémicas sugeridas por Martínez (2014), con adaptaciones y reconfiguraciones metodológicas formuladas por Morea (2019). Se asume trasladar el proceso de síntesis de los resultados a un lenguaje metafórico, el cual fluye en la medida en que se dan encuentros con referentes imaginarios de la naturaleza como los procesos físicos en los que se producen focos de luz, obteniéndose así cuatro destellos más luminosos identificados como: la universidad: significado, tradición y retos en devenir, pertinencia social de la universidad: sus nexos con la comunidad, corresponsabilidad de la gerencia universitaria en el accionar de la responsabilidad social y discurso gerencial para repensar la praxeología de la gerencial universitaria a la luz de la responsabilidad social.

Palabras Clave: formación gerencial, responsabilidad social, ecoaxiología.

 

Summary

The purpose of this study is to interpret the managerial training vision and social responsibility supported by the significant ecoaxiology of the Unergist university professor. To do this, the research is located in the Postpositivist paradigm, with a qualitative approach. The method used for its development was hermeneutic, under the approach of Gadamer’s Hermeneutic Circle. Three reporting subjects who fulfill managerial and directive functions in the Area of ​​Health Sciences, specifically in the National Training Program in Nutrition and Dietetics, are equally considered. For this purpose, the use of the interview accompanied by a recorder, notebook and camera to obtain information is considered. In information processing, the techniques used adopt the systemic phases suggested by Martínez (2014), with adaptations and methodological reconfigurations formulated by Morea (2019). It is assumed to transfer the process of synthesis of the results to a metaphorical language, which flows to the extent that there are encounters with imaginary references of nature such as the physical processes in which light sources are produced, thus obtaining four more flashes. luminous identified as: the university: meaning, tradition and challenges in future, social relevance of the university: its links with the community, co-responsibility of university management in the actions of social responsibility and managerial discourse for rethink the praxeology of university management in light of social responsibility.

 

Keywords: management training, social responsibility, ecoaxiology.

 

Introducción

El conocimiento se ha convertido junto con la ciencia y la tecnología en otro de los factores, recursos o elementos motores del desarrollo económico y social del siglo XXI. Ello impone a las universidades el reto de cambiar, evolucionar y adecuar sus procesos al progreso continuo de una sociedad que exige cada vez más una participación efectiva de la institución en el abordaje y solución de sus requerimientos.

Actualmente, el quehacer universitario está caracterizado por un estilo tradicional de trabajo, donde se abordan acciones independientes, aisladas, discriminativas y hasta socialmente desvinculadas desde sus prácticas académicas, y administrativas. Se busca calidad en los procesos de formación, cumplimiento de una misión y transformación del egresado desde visiones débiles y excluyentes del significado de universidad.

Es oportuno entender que se requiere enfrentar los desafíos de la comunidad desde una reforma del pensamiento y una visión integradora que favorezca la praxis universitaria desde la interacción, la inclusión y la cooperación en la construcción de nuevos saberes y respuestas contextualizadas, críticas, innovadoras y socialmente pertinentes en los que se estimule la participación de todos como fundamento de una nueva sociedad.

El compromiso de la universidad ante las exigencias éticas de orientar sus actividades hacia el desarrollo sostenible, considerando el impacto ambiental y social que puedan tener estas, hace referencia a las obligaciones y compromisos derivados del impacto que la actividad de las organizaciones produce en los ámbitos social, laboral, medioambiental y de los derechos humanos. Surge en un contexto en el que la sociedad demanda cambios en los negocios para que se involucren cada vez más en los problemas sociales. En consecuencia, Vallaeys, (2006) plantea:

La participación de la comunidad educativa universitaria en el logro de metas, debe darse en el marco del ejercicio responsable, del respeto a la libertad, la ética y la tolerancia dentro de una perspectiva de compromiso y pertinencia institucional. Cada día más, la sociedad demanda de la universidad y de la academia, mayor participación en los hechos sociales.

Es así como, la universidad requiere definir la visión integral de sus funciones académicas: docencia, investigación y extensión sobre un nuevo paradigma siendo uno de sus mejores soportes, una comunicación oportuna como eje transformador que le permita, a través de la creación y difusión del conocimiento, lograr la correspondencia entre lo que la sociedad demanda por una parte y la coherencia interna que debe reinar en la universidad. Con base a lo expuesto, este desplazamiento de la atención hacia el entorno social por parte de la universidad (proyectos sociales hacia fuera), hacia la gestión integral de la organización académica, es la clave para comprender lo que puede y debería significar la responsabilidad social universitaria, con miras a desarrollar la calidad de la gestión social y ambiental de ésta. Es por ello, la importancia que desprende en el contexto de la formación profesional el compromiso existente en las instituciones universitarias bajo principios axiológicos que busquen el desarrollo de profesionales integrales, que den respuesta a las necesidades de la sociedad cada día más cambiante.

En tal sentido, se presenta el siguiente estudio que guarda la pretensión en asumir una postura teórica-axiológica vinculada a la responsabilidad social universitaria, para la formación profesional a la luz de las experiencias de sus actores sociales.

 

Metodología

Mirar la realidad desde un enfoque subjetivo nos traslada a conocer los fenómenos sociales sin límites, más allá de lo que no es observable. Parafraseando a González (2016) el conocimiento de las realidades vividas y existentes en la humanidad conlleva una serie de conceptos y acepciones que permiten aprender y reconocer el fenómeno en un encuentro más cercano con el objeto. Visto de otra forma, el proceso de aprehensión del fenómeno de estudio, desprende una serie de elementos que nos trasladan a la no medición, sino más bien, hacia un encuentro con la interpretación del escenario.

Cuando nos aproximamos a ese complejo sistema (se está refiriendo a la realidad) por medio de nuestras prácticas, las que, en este caso, están relacionadas a la investigación científica, formamos un nuevo campo de la realidad en el que nuestras prácticas son inseparables de los aspectos sensibles de la realidad estudiada. Son precisamente esos aspectos susceptibles a ser significados en nuestra investigación. Es imposible pensar que tenemos acceso ilimitado y directo al sistema de lo real, por tanto, tal acceso es siempre parcial y limitado a partir de nuestras propias prácticas.

Método de Investigación: El estudio se ubica como una investigación interpretativa, concebida en el método hermenéutico. La metodología hermenéutica, está implícita en los estudios cualitativos ya que resalta el interés de interpretar de una manera holística el contexto de investigación y las interrelaciones que emergen en el desarrollo de la problemática observada.

Visto desde la perspectiva de lo que representa la investigación, la utilización del método conlleva una estructura, basada en pasos lógicos y progresivos a fin de dar cumplimiento de los propósitos investigativos. En relación a lo anterior, la presente investigación resalta la necesidad de abordar desde un contexto metodológico, propio, coordinado y coherente, el estudio y conducción en la arquitectura teórica del objeto estudiado, considerando así, que la elección del método sería el más conveniente en relación a las necesidades investigativas.

Escenario de Estudio: El escenario seleccionado ha sido la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos (UNERG), ubicada en San Juan de los Morros estado Guárico, institución cuyo origen data del 15 de agosto de 1974. En el proceso de recolección de información, necesario en el abordaje la realidad investigada, la autora seleccionó el Área de Ciencias de la Salud, específicamente el programa nacional de formación en nutrición dietética de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales, “Rómulo Gallegos” (UNERG).

Sujetos Significativos: Los sujetos informantes estarán conformados por tres (03) docentes del Área de Ciencias de la Salud, que cumplen funciones directivas y gerenciales en el área académica en cuestión. En tal sentido, los informantes seleccionados para la investigación, tiene en sus rasgos características específicas que le confieren valor a la apreciación y opiniones que pueden expresar en relación a la temática, entre sus rasgos están:

a-. Ser personal docente y de investigación ordinario a dedicación exclusiva, b-. Ocupar cargo directivo en la institución, c-. Ser abiertos, comunicativos, expresivos e interesados en el abordaje y estudio de la temática seleccionada.

Aprehensión de la Información: Para la aprehensión de la información se tomará como técnica la entrevista en profundidad. Al respecto, Martínez (ob.cit.), la define como «un encuentro en el cual el entrevistador intenta obtener información, opiniones o creencias de una o varias personas» (p.85).

Procesamiento de la Información: En esta investigación, el procesamiento de la información sigue la estructura formulada por Martínez (2014), quien propone las siguientes etapas: categorización, estructuración, contrastación y teorización.

Categorización: “categorizar” o clasificar las partes en relación con el todo, de asignar categorías o clases significativas, de ir constantemente integrando y reintegrando el todo y las partes, a medida que se revisa el material y va emergiendo el significado de cada sector, evento, hecho o dato.

Estructuración: El proceso de estructuración y teorización constituyen como el corazón de la actividad investigativa: ilustran el procedimiento y el producto de la verdadera investigación, es decir, cómo se produce la estructura o síntesis teórica de todo el trabajo y, también, cómo se evalúa. Una metodología adecuada para descubrir estructuras teóricas no puede consistir en un procedimiento típicamente lineal, sino que sigue básicamente un movimiento en espiral, del todo a las partes y de las partes al todo, aumentando en cada vuelta el nivel de profundidad y de comprensión.

Contrastación. Esta etapa de la investigación consiste en relacionar y contrastar sus resultados con aquellos estudios paralelos o similares que se presentaron en el marco teórico referencial, para ver cómo aparecen desde perspectivas diferentes o sobre marcos teóricos más amplios y explicar mejor lo que el estudio verdaderamente significa.

Teorización. El proceso de teorización utiliza todos los medios disponibles a su alcance para lograr la síntesis final de un estudio o investigación. Más concretamente, este proceso trata de integrar en un todo coherente y lógico los resultados de la investigación en curso, mejorándolo con los aportes de los autores reseñados en el marco teórico referencial después del trabajo de contrastación.

Validez: En esta investigación, la validez se asume en el tipo externa dado que las categorías emergidas adquieren rasgos similares al significado que se atribuye en los estudios reportados en las investigaciones afines, lo cual facilitaría el proceso de comparación de las estructuras de significado descubiertas al tiempo que poseen rasgos comunes y específicos de esos grupos. Al apreciarse un proceso comparativo de esta índole, la investigadora puede afirmar que los nuevos referentes emergentes constituyen un valioso aporte al estado del arte que hace alusión el proceso de formación gerencial sustentada en la ecoaxiología como significante del talento humano.

Fiabilidad de la Investigación: En cuanto a la fiabilidad, se asume considerando lo expresado por Eisner (1990), cuando señala “la adecuación referencial que plantea apoyar las interpretaciones en situaciones, documentos, observaciones o registros de diversos tipos y en el reporte descriptivo y sistematice de todas las etapas de las investigaciones desarrolladas” (p. 59). Del mismo modo, se considera la devolución de testimonios y las interpretaciones de la investigadora hacia los informantes a los fines de que estos certifiquen si los hallazgos y síntesis generadas se corresponden con la visión de la realidad aportada por ellos a través de los encuentros dialógicos.

 

Resultados

En este momento, se desarrollan los hallazgos de la investigación obtenidas a través de la actividad hermenéutica. Esta investigación se realizó con la intención de describir desde el ambiente universitario y el lenguaje de los actores implicados los sentidos y significados que se otorgan a la praxis de la gerencia en el contexto de la responsabilidad social universitaria.

 

Discusión de los Resultados

Muchos destellos deja apreciar la realidad de la formación gerencial y responsabilidad social sustentada en la ecoaxiología como significante del talento humano docente, los procesos que forman parte de la experiencia de los actores académicos considerados en el desarrollo de la investigación procuran al ser interpretados configurar una nueva visión que acerca la comprensión de la praxeología de la gerencia universitaria revelada en los códigos línguisticos expresados por los informantes clave entrevistados, a lo que se adiciona la percepción difusa de la investigadora, el estado del arte y la asunción paradigmática que con su carga y fundamentos epistémicos y filosóficos permiten develar vestigios que constituyen en lo sucesivo el punto de partida para la concreción del proceso teorizador, como vestigios que serán sujeto de los procesos teorizadores se tienen los siguientes:

La universidad hoy es asumida como el centro por excelencia para la producción del conocimiento y la formación profesional de los hombres y mujeres que demandará la construcción del proyecto de país; sin embargo, al ser centro de encuentros y desencuentros, la dialéctica que acontece en la misma muestra senderos dispersos en cuanto a uno de sus papeles 76

fundamentales; la extensión universitaria, a través de la cual materializa la función social, ésta última andamio en el cual se sujeta la responsabilidad social como dimensión fundamental en tiempos de postmodernidad donde el reclamo epistémico nos llama a la integración, cohesión y sentido de la participación en la agenda social y comunitaria; dejando valiosos aportes desde la esencia misma de la actividad académica para lograr cambios sustanciales a partir de la transferencia de conocimientos, ciencia y tecnología para solventar los problemas social; aquí una restricción; las intencionalidad del común académico no rema en la misma dirección y el detrás del accionar gerencial acontecen saberes, intenciones y propósitos que no contribuyen con la concierto de la universidad en la comunidad en un vínculo indisoluble, sustanciado en principios y valores de compromiso manifiestos en el eje universidad – comunidad.

La pertinencia social de la universidad a partir de sus nexos con la comunidad constituye un destello en el que se generan y representan profundas contrariedades en la agenda universitaria, y que al interior y exterior de los procesos que se desarrollan sólo muestra desaliento y poca esperanza en los actores universitarios como figuras clave de la participación.

Hoy, se insta por una universidad cuya acción social sea pertinente con el entorno y con los proyectos y planes regionales y desde luego con el proyecto de país que intentamos construir, la universidad debe materializar la acción social a través de sus funciones primigenias que la identifican desde sus orígenes con la universidad napoléonica. Ya con la Reforma de Córdoba se exhortó al desarrollo y establecimiento de nexos con la realidad social, hoy continuamos desconectados del hecho social, aun cuando en la práctica la objetivación de la acción se traduce en la formación profesional como intento académico en función de las necesidades productivas del país.

La universidad actual para ser pertinente socialmente debe apoyarse en el desarrollo de acciones extensionistas que podrían ser materializadas por la asunción y el reconocimiento académico de actividades de extensión en la realidad comunitaria, pero ello, se gesta con la institucionalización de la acción cuando la gerencia logre demostrar que su praxis es más consciente que el lenguaje con que se intenta derivar y promover la acción con la invitación a sus actores. 77

En el lenguaje oculto se nos invita a reconocer que hoy miramos una universidad poco pertinente con la realidad social y sus necesidades esenciales, toda vez que más allá de la formación de profesionales en serie a nivel de pre y postgrado, no acontece otro aporte, y ello quizás radica en que emocionalmente vemos una universidad que gerencialmente su praxeología no asume como fundamental el valor del compromiso y la reciprocidad con el colectivo, enigma por reconceptualizar teóricamente.

En este destello se afirma que la universidad parece que entró en un nuevo trance donde se desarticuló la integración de las funciones primigenias de la universidad al tiempo que estas sólo operan de forma independientes y sin correlación de objetivos y propósitos más allá de la interpretación y concepción que cada actor académico le asigna en el acontecer universitario.

La corresponsabilidad de la gerencia universitaria en el accionar de la responsabilidad social viene a constituir un destello con poca luminosidad en la panorámica que esperamos contemplar, hoy los vínculos y las alianzas se muestran inexistentes en el eje universidad – comunidad y pareciera que la planificación y organización de acciones que conlleven a lograr el accionar de la responsabilidad social sólo representa un discurso posterior a la profunda reflexión en el acontecer permanente de la gerencia universitaria y su praxeología, hoy la práctica significante se concreta a perder fuerza en la materialización de actividades donde los actores académicos se inserten en la transformación del entorno con la producción de conocimiento científico y tecnológico y la consecuente transferencia de la misma a la comunidad para apreciar sus beneficios de cambio, realidad particular que esgrime una nueva visión del hacer y representar epistémicamente en esta producción teórica.

El destello más luminoso discurso gerencial para repensar la praxeología de la responsabilidad social nos apunta interesantes cosmovisiones para lograr una visión integradora de cohesión y articulación, para ello, debe asumirse en la visión filosófica de la gerencia que el compromiso social y la reciprocidad constituyen pilares fundamentales en la construcción de un discurso que oriente el sentido de la gerencia hacia el repensar de la praxeología de la responsabilidad social 78

REFLEXIONES INACABADAS

La investigación permitió comprender e interpretar la visión formativa gerencial y responsabilidad social sustentada en la ecoaxiología como significante del talento humano docente universitario asumiendo la realidad y la interacción con el fenómeno desde una mirada postpositivista interpretativa y hermenéutica, tomó como contexto de estudio el Área de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales Rómulo Gallegos, espacio donde la investigadora estableció nexos intersubjetivos con actores académicos que cumplen funciones directivas proceso posterior al cual se desprendió la construcción de una Teoría Luminiscente sobre la visión formativa gerencial y responsabilidad social sustentada en la ecoaxiología como significante del talento humano docente universitario, la cual se fundamentó en cuatro destellos más luminosos emergidos del proceso de interpretación que se realizó y sobre los cuales aún quedan al pendiente para la consideración algunas reflexiones que constituyen punto de partida para la consideración ontológica de la realidad y ocupación futura de las ciencias en el esclarecimiento del fenómeno en contextos similares, entre otros aspectos a considerar:

La formación gerencial universitaria debe examinar el piso que fundamenta el desarrollo de su accionar al articular las funciones de docencia, investigación y extensión, toda vez que la filosofía de gestión debe implicar a los actores de la vida universitaria a través de su participación en la concreción de metas de intervención y vínculos con la realidad comunitaria.

Constituye un reto para la formación gerencial universitaria visualizar que los planes de vinculación y relación con las comunidades pueden ser materializados si se concreta la participación de los actores académicos de la universidad y ello, se institucionaliza a través de alianzas estratégicas entre universidad y fuerzas vivas de la comunidad.

La universidad debe al interior de las conversaciones que animan su existencia, renovar el significado de las funciones primigenias que la representan: docencia, investigación y extensión, en un contexto más dinámico y adaptado al tiempo que reclama la participación y cohesión social en la agenda universitaria. 90

Se debe sensibilizar la comunidad universitaria en cuanto al desarrollo de proyectos centrados en atender los problemas más sentidos y las necesidades del entorno de la universidad en sintonía permanente.

Impulsar la identidad institucional en un lenguaje y mensaje que sea común y reconocido por todos los actores académicos, donde se recoge y percibe la voz y pensamiento de todos los actores universitarios en el compromiso de ser responsables socialmente desde el quehacer de la universidad.

Del mismo modo, se debe valorar los aportes que puede realizar cualquier actor de la vida académica institucional, toda vez que en su imaginario reposan y se activan sueños e ilusiones que pueden traducirse en metas y hechos concretos si la disposición y el interés se suman a la concreción de la idea.

Se asume que el servicio comunitario es un puente extensionista de aprendizaje – servicio que pueden continuar siendo representación de un vínculo de la universidad con la comunidad al tiempo que constituye una posibilidad permanente de ser responsables socialmente desde la acción gerencial de la universidad.

En este orden de ideas, se debe pensar en la visión formativa gerencial y responsabilidad social sustentada en la ecoaxiología como significante del talento humano en el contexto universitario y con ello hablar de un marco de posibilidades donde quienes cumplen funciones directivas al interior y exterior de los esfuerzos que el tiempo impone a la universidad deben poner en práctica en función de lograr procesos de vinculación, motivación, cooperación, desarrollo permanente, atención a las necesidades comunitarias, formación profesional aprovechadas en espacios abiertos de la comunidad, investigación y desarrollo tecnológico aprovechando los saberes tanto de la comunidad como de los actores académicos en función de lograr un trabajo mancomunado en el que nos visualicemos como universidad integrada y cohesionada hacia un mismo fin, ser responsables socialmente con la comunidad. 91

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Resistir, imaginar y transformar desde la política educativa

“(…) Creo, de todos modos, que la principal causa por la que hoy se combate a los maestros con sueldos magros y tareas quiméricas es otra más miserable y por eso inconfesa. Un maestro es alguien que decidió pasar su vida encendiendo en otros el fuego que encendieron en él de niño. Para los poderosos de este mundo, que de niños lo recibieron todo y ahora lo arrebatan todo, la lógica de esa decisión es obscena, un espejo en que no quieren mirarse y por eso lo rompen, huyendo del escándalo”.

Marcelo Figueras, Kamchatka. 2002


Quizás nos toque celebrar uno de los días del maestro -o de la maestra, como se propuso con muy buen criterio desde este espacio de reflexión- más difíciles para la profesión desde el retorno de la democracia. O al menos para la generación en la que me inscribo, nacida en democracia y en ejercicio de la docencia durante los últimos diez o doce años.

El contexto es, como poco, complejo. A la dificultad que generan las actuales condiciones materiales de trabajo, se suma el particular encono que el gobierno nacional tiene para con las y los docentes. La decisión es clara: dar la “batalla cultural” contra el “adoctrinamiento” en las aulas de la escuela pública. En el discurso de cierre del Foro Económico Internacional de las Américas, el presidente afirmó: “La educación pública ha hecho muchísimo daño lavando el cerebro de la gente”. Esto sería responsabilidad de las y los docentes, formados en Institutos Superiores de Formación con “currículas educativas de izquierda, abiertamente anticapitalista y antiliberales, en un país en el cual lo que más se necesita es más capitalismo y más libertad”. Así lo expuso Milei, esa vez en la apertura de las sesiones legislativas.

Decíamos, por otro lado, que tampoco el contexto es sencillo respecto a las condiciones materiales. Sabemos que la profesión docente enfrenta dificultades vinculadas a la sobrecarga laboral. Se necesitan 8 horas en la escuela para vivir, pero el trabajo no empieza ni termina ahí. En los escritorios de maestras y profesores conviven la pila de trabajos a corregir, las planillas a completar y materiales variopintos que rápidamente saben convertir en un recurso didáctico. Docente: alguien que puede ver una película en su tiempo libre y enseguida pensar cómo trabajarla en el aula.

La sobrecarga de tareas administrativas, la falta de reconocimiento y remuneración de las horas destinadas a la planificación y evaluación y de espacio para el trabajo colectivo entre docentes son algunas cuestiones que requieren ser visibilizadas y repensadas. A esta situación se adiciona la traducción que el actual contexto socioeconómico genera en emergentes y demandas en cada aula de cada escuela del país, que también son abordados por las y los docentes y que tornan aún más agobiante su tarea cotidiana.

Además, a esto se suma la caída del poder de compra del salario. En la actualidad, el salario de un docente con 10 años de antigüedad le permite comprar 27 kilos de carne menos por mes que lo que le permitía a ese mismo docente 10 años atrás. Esto es así para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero se replica más o menos proporcionalmente también en otras jurisdicciones.

Teniendo en cuenta lo dicho hasta acá, sería sencillo -y hasta diría lógico- asumir una posición defensiva, que implique fundamentalmente no “seguir perdiendo”, a sabiendas que en los últimos meses el conjunto de las y los trabajadores han visto empeorar sus condiciones de vida. En particular, los y las trabajadoras de la educación han dejado de percibir el Fondo Nacional de Incentivo Docente por parte del Estado nacional, por definición del presidente Milei. Este monto ha sido cubierto solamente en algunas jurisdicciones por parte de los gobiernos provinciales.

Sin embargo, creo que es imperioso que podamos reflexionar -y también trabajar- en una agenda que permita hacernos cargo de los desafíos que enfrenta nuestro sistema educativo, tanto en la formación docente como en la actual carrera docente. Aún estando exactamente en la vereda de enfrente de todo lo que el presidente Javier Milei pueda pensar, decir y hacer en materia educativa, tenemos que poder reconocer los niveles de insatisfacción que tiene una parte de nuestra sociedad.

Por supuesto que mucho de ese estado de situación es generado por quienes trabajan para deslegitimar -y se encargaron de desfinanciar- a la escuela. Pero creo que tenemos que poder reconocer la porción de verdad que hay en aquellos sectores a quienes la “defensa de la escuela pública” no les resuena lo que quisiéramos y creemos que debe poder resonarle. Y además, creo que no hay nadie que cuente con más herramientas para dar esta discusión que quienes habitan todos los días las aulas de nuestro país. De otra forma, corremos el riesgo que el debate se muestre simplificado, que se dedique a buscar culpables y acote la agenda de transformaciones necesarias a un conjunto de medidas de corto alcance pero con fuerte impacto político y comunicacional, tal y como sucede actualmente en el Congreso Nacional con el debate sobre la educación como un servicio esencial.

Alejandro Finocchiaro, quien fuera ministro de Educación de Mauricio Macri en un gobierno que redujo el porcentaje del PBI destinado a la educación, defendió el proyecto de ley que restringe el derecho a huelga docente refiriéndose a una “curva de la decadencia de la educación”. Otros diputados votaron afirmativamente en nombre de la “calidad de la educación”, aún cuando lo votado supone una guardia mínima en las escuelas los días de paro docente que, en todo caso, resolvería el problema de cuidados.

Cabe aclarar, además, que salvo en casos de conflictos prolongados -en provincias con serias dificultades para hacerle frente al pago de salarios docente-, los paros representan un porcentaje muy bajo de los días que se pierden clases. ¿Cómo se resuelve esto? Con la aplicación de la “Ley de los 180 días de clase” -N° 25.864-, que prevé la intervención del gobierno nacional, como aquella primera acción de Néstor Kirchner en Entre Ríos que todavía persiste en la memoria colectiva.

La pérdida de días de clase no se explica por los paros docentes, es necesario buscar otras causas nada abordadas en la ley de esencialidad de la educación. Por un lado, se pierde una enorme cantidad de días de clase en el nivel primario y de horas de clase en secundario por falta de docentes para la cobertura de cargos. Por otro lado, el problema de ausentismo docente convive con números cada vez más elevados de ausentismo de las y los estudiantes. En esta última discusión está también, quizás, uno de los fundamentos de la expansión de la matrícula en escuelas de gestión privada.

Ambos fenómenos -cargos sin cubrir y ausentismo- son multicausales y requieren abordajes complejos. La creación de cargos de maestros itinerantes que logren cubrir en tiempo y forma las suplencias cortas, el armado de reglamentos intraescuelas para garantizar la continuidad pedagógica, la evitación de sobrecarga de las tareas no pedagógicas de las y los docentes, la mejora del clima escolar, el acompañamiento a la labor de docentes noveles, el fomento del trabajo colaborativo y la promoción de la pareja pedagógica son algunas acciones que las jurisdicciones pueden desarrollar para mejorar el innegable problema de la pérdida de días de clases. Se trata de muchas y muy variadas medidas que seguramente requieren revisar, también, cómo funcionan los regímenes de licencia, el acceso a cargos docentes y los controles de los sistemas de salud laboral.

¿Cuáles son los recursos materiales y simbólicos que se requieren para garantizar las condiciones para que nuestros docentes enseñen y los niños, niñas y adolescentes aprendan mucho y todos los días? Esta tiene que ser la pregunta que oriente la acción, la reflexión y el debate de quienes creen en la potencia de nuestra querida escuela pública y en el lugar irremplazable que tienen los que asumen la tarea de encender en otros el fuego que encendieron en ellos de niños. Tenemos que poder discutir todo, tener un debate sincero sabiendo que la discusión debe estar siempre acompañada de una lucha interminable por el financiamiento de nuestro sistema educativo. Que los tiempos complejos de resistencia se acompañen, entonces, de discusiones que nos permitan pensar qué es aquello irrenunciable y cuáles son los puntos que deben ser profundamente transformados.

Fuente de la información e imagen:  https://www.feminacida.com.ar

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¿Alguien puede pensar en las directoras de escuelas?

Los equipos de conducción escolar son los grandes orquestadores de la identidad de una institución. La mayoría están integrados por mujeres: entre un 90 y un 99 por ciento en el nivel inicial y primario y dos tercios en el nivel secundario. Hacen de pivote entre las necesidades de los estudiantes, las familias, les docentes y las bajadas educativas de los gobiernos. Sin embargo, están lejos de obtener un reconocimiento a la altura de sus responsabilidades: garantizar el funcionamiento diario de las escuelas, cada una un mundo, y los derechos de niños, niñas y adolescentes.


Son las dos de la mañana y suena el teléfono. Agustina se despierta sobresaltada y atiende. Habla en voz baja porque su pareja todavía duerme. También sus  hijos de 3 y 7 años en el cuarto de al lado. Se levanta, se cepilla el pelo rubio y ondulado y comienza a vestirse sigilosamente para salir. Todavía no está acostumbrada a estas interrupciones del sueño. Pero desde marzo, a sus 40 años, es vicedirectora de una escuela de nivel inicial de gestión estatal en la costa bonaerense. Y apaga incendios las 24 horas. Esta vez sonó la alarma del jardín y tiene que ir a corroborar que no haya entrado nadie a robar.

—Imaginaba que en un cargo directivo iba a estar más tranquila al no tener que estar en la sala con los niños todo el día, ni planificar cuando llego a mi casa, pero ahora tengo más cansancio mental que físico —dice.

El sujeto docente que está frente a un grupo ocupa gran parte de los debates en torno a la educación: qué contenidos enseña, cómo puede hacerlo mejor, qué pasa con su autoridad hoy. Sin embargo, los equipos de conducción de las escuelas definen gran parte de la identidad de una institución y su funcionamiento. En línea con la feminización de la docencia, la mayoría son mujeres. En el nivel inicial, un 99 por ciento.

Las directoras son las titiriteras de climas, rutinas y proyectos escolares que implican a las docentes de las aulas y a su vez lxs trascienden. Son determinantes en los procesos de enseñanza y de aprendizaje. Tienen a su cargo a decenas de maestras y profesores/as, el vínculo con las carteras educativas jurisdiccionales, con las familias y les estudiantes. Los desafíos de la gestión son enormes, pero en muchas oportunidades quedan postergados por la necesidad diaria de resolver emergencias.

Cuando Agustina se inscribió para ser maestra en el “Sara Eccleston”, un reconocido profesorado de CABA, lo hizo porque creía en la educación como “motor de cambio”. Y eligió el nivel inicial por su potencia artística, lúdica y multidisciplinar “con las infancias como protagonistas”. No se formó pensando en muchas de las tareas que realiza hoy, 16 años después, a 350 kilómetros: completar planillas diarias con la nómina de docentes y auxiliares, hacer rendiciones de los alimentos consumidos en el comedor escolar, gestionar con la municipalidad el corte del pasto del jardín, organizar ferias al plato para comprar cartulinas, plasticolas y goma espuma.

Accedió al cargo como muchas docentes de ciudades pequeñas: porque se liberó el puesto y alguien tenía que hacerlo. Ella trabajaba en la institución hacía 14 años y tenía el mejor puntaje. “Lo hice por amor al jardín”, cuenta. El primer “shock” fue cuando la sumaron a 20 grupos de WhatsApp al mismo tiempo, una dinámica de comunicación que muchas escuelas arrastran desde la pandemia. Agustina funciona como intermediaria. Si una mamá ve que su hijo volvió con el cuaderno roto a su casa, pregunta en el grupo qué pasó y la vice chequea la respuesta con la maestra.

“En otro momento se usaba el cuaderno de comunicaciones. Hoy pasa todo por WhatsApp. También con las maestras. Si una docente te avisa que está enferma el domingo a la noche tenés que ponerte a pensar cómo la reemplazás mañana. La clave es adelantarse a los problemas. A veces me quedo respondiendo mensajes hasta las once de la noche, cuando también quiero estar con mis hijos. Al principio pensé: ‘¿cómo voy a hacer todo esto?’. Después empecé a diferenciar lo urgente de lo que puede esperar”, reflexiona en diálogo con Feminacida.

En el jardín de dos turnos y 150 niñes no hay secretaria a cargo del trabajo administrativo. La sobrecarga de las tareas burocráticas y la falta de personal es uno de los principales problemas que enfrentan. En la escuela hay 13 proyectos de inclusión producto de distintos diagnósticos como el Trastorno del Espectro Autista, pero no la suficiente cantidad de acompañantes terapéuticos ni de fonoaudiólogas o psicopedagogas. Ya sea por hospital público o por obra social,  conseguirlos es una odisea. El trabajo recae solo en el cuerpo de las maestras.

Agustina dice que en su escuela no hay tanto ausentismo docente, pero sí un gran desgaste: “La mayoría de las maestras trabajan doble turno porque no llegan con el sueldo, entonces terminan agotadas. Esa exigencia lleva a que le bajen las defensas y se enfermen. Tenemos una preceptora que puede cubrir salas, pero a veces no alcanza y vamos la directora o yo”. Y si la auxiliar de limpieza no asiste, las propias docentes y directoras limpian las salas y los baños. También plantean una reducción horaria de la jornada. Cada tanto, esto genera malestar en las familias.

A “la vice” le encanta la sala. Aunque no es lo mismo “entrar y salir un rato” que ver de cerca cada día cómo los niños y niñas se afianzan como grupo, enriquecen su vocabulario o expresión corporal. Por momentos, la extraña “un montón”, pero entiende que su desafío es acompañar a otras docentes. Si antes iba a exposiciones de artes visuales pensando qué recurso llevar para sus actividades como maestra, ahora se la pasa recolectando libros de cuentos, canciones y títeres para las 17 docentes del jardín que les permitan trabajar la ESI o la interculturalidad.

“Le insistimos mucho a las familias para que vengan a las actividades de cierre de proyectos a compartir lo que aprendieron sus hijos/as a través del juego. Somos claras: esto no es una guardería, es una institución educativa”, afirma Agustina. Hace poco simularon un cuartel de bomberos con un autobomba de cartón. Los niños y niñas, vestidos de traje y con cascos, debían seguir las medidas de seguridad y recrear una serie de pasos para “apagar el incendio” una vez que sonaba la sirena.

En esas exposiciones, se ve gran parte del sentido del trabajo, aunque en la rutina de este jardín cercano al mar también abunda la belleza. Algunos niños y niñas suelen llegar dormidos. Los más valientes entran corriendo. Otrxs, a upa de sus madres y padres. A veces caminan con fastidio. En ocasiones, con ganas de jugar. Pero al final de la jornada casi todos y todas se van contentos, listos para contarles a sus familias cómo se divirtieron en el jardín.

—Una se queda tranquila de que cumplimos. Las familias trajeron lo más preciado que tienen, sus hijos, terminó el día y ellos aprendieron, jugaron. Pasaron cosas acá adentro.

Por esas “cosas que pasan” en una jornada  de 4 horas  –que terminan siendo 5 o 6 para el equipo directivo sin contar el trabajo en el hogar–, Agustina percibe un sueldo cercano a 700 mil pesos.


Escuela de puertas abiertas

Llueve en Madariaga, provincia de Buenos Aires, ciudad de 18 mil habitantes. Es invierno, los árboles que pueblan las principales avenidas están deshojados y las ramas se mueven con el viento. El pronóstico marca 5 grados de temperatura. Así no dan ganas de ir a la escuela. Pero esta vez, el equipo docente decidió proyectar Intensamente, una película de dibujos animados sobre las emociones, para todo el nivel secundario. Los adolescentes celebran que hay pochoclos. Martín, estudiante de Sexto año, llegó temprano. Se acerca a Sheila, la directora.

—Shei, tengo dos primos de mi edad que me dijeron: “Qué bueno que van a ver Intensamente, yo no la vi”.
—Deciles que vengan.
—¿En serio?
—Sí, que venga ahora que ya empieza. ¿Dónde están?
—Enfrente de mi casa. Ahí les digo.

Martín abre WhatsApp y les escribe.

—No me creen que pueden venir —jura el chico.
—¿Cómo se llaman?
—Víctor y Javier.

Sheila le pide un momento el celular y les manda un audio. La voz es aguda y alegre.

—Hola, Víctor y Javier… Chicos, los estamos esperando, salgan ya antes de que arranque la película.

“Ahí los tenías, pibes de 17 y 18 años muertos de risa con una película de Pixar. Jóvenes a los que tal vez nunca llevaron al cine, al teatro o a un concierto. A los que quizás no les leyeron jamás un cuento. Otros directores no dejarían entrar a nadie de afuera. Pero Víctor, que había dejado otra escuela hacía tres meses, se acercó y pidió la vacante. La película fue una puerta de entrada”, describe Sheila a Feminacida.

Además de dirigir la Escuela Secundaria Nº1 de gestión estatal en Madariaga hace casi dos décadas, Sheila Acosta Anzalone, de 55 años, es militante feminista, comunicadora social y escritora. En 2021 publicó La escuela y la alegría, una compilación de cuentos inspirados en la realidad de muchxs docentes que, durante la pandemia, redoblaron sus esfuerzos por hacer llegar la escuela a casa y evitar la deserción escolar.

Para Sheila, uno de sus mayores desafíos como directora es reducir la estigmatización que recae sobre el estudiantado de su escuela, que hasta 2006 fue un bachillerato para adultos. Hoy acuden adolescentes, la mayoría de barrios populares, hijos de trabajadores de la economía informal o de trabajadoras de casas particulares, que en su mayoría perciben ingresos de algún plan estatal, como la Asignación Universal por Hijo.

—Me interesa que la escuela sea el lugar donde los estudiantes puedan encontrar palabras para decir y comprender. Y si no las tenemos, las buscamos.

Sheila vive a 40 kilómetros de la escuela. Viaja en auto todos los días. Si llueve mucho, la ruta “es complicada”. Algunos días empieza a las seis de la mañana porque también da clases. A la mañana o al mediodía, dependiendo del día, inicia su trabajo de ocho horas como directora. Las puertas de la dirección siempre están abiertas a los estudiantes, que van con sus reclamos e inquietudes. “Acá no somos Tronchatoro”, comenta Sheila entre risas. Sus anteojos rojos le hacen juego con el color de pelo y el labial.



Hoy, la jornada inició con un conflicto de convivencia escolar: hubo reunión con los estudiantes para conversar porque ayer rayaron varios bancos. En otras ocasiones, las peleas estallan en las redes sociales y se abren paso en el aula: “¡Andá, pelo duro, que si no venías a mi casa a lavarte con shampoo te lo lavabas con jabón blanco!”.

—Con la crisis se dan cada vez más estas agresiones por dificultades en el acceso a productos básicos. De hecho estamos pidiendo mercadería para todos. Y ahí hay que remarla otra vez, conversar que es muy feo burlarse de eso.

Después, el equipo de conducción se encerró a leer. Falta poco para la reunión del ciclo “Conversaciones pedagógicas” entre directores de la jurisdicción que propone el gobierno provincial. Van a discutir el nuevo régimen académico. “Hablamos de cómo se puede incluir a pibes que quedan afuera del sistema si se flexibiliza la norma”, repone Sheila. Ella ya empezó a insistirle a los estudiantes que tienen varias “materias previas” para que las rindan.

Trescientos estudiantes. Cien docentes. Tres turnos. Hablar. Insistir. Recordar. Acompañar. Uno por uno.

En el recreo, con micrófono en mano, Sheila contó la historia de Fausto Maldonado, un joven de 20 años que cayó de un quinto piso al vacío mientras trabajaba en un edificio en construcción en Pinamar. No fue solo un accidente: la obra no cumplía con los protocolos necesarios de seguridad. Sheila no deja de pensar en sus alumnos. Muchos están a punto de egresar y aplicar a empleos similares como el de Fausto en la costa bonaerense. “Buscamos poner en conversación con la comunidad cómo no se cuida a nuestros pibes en el trabajo”, explica.



A la tarde tocó preparar la merienda porque faltó la auxiliar de cocina: leche chocolatada, pan con dulce de leche o mermelada.

―¿Y la hiciste vos?
―¡Pero claro! A las directoras no se nos caen los anillos por nada.

Sheila es orquestadora de iniciativas de todo tipo. Hace poco inauguraron un “salón de mujeres argentinas” con músicas, artistas visuales y activistas travestis. “Me fui a Mar del Sur a buscar un cuadro de una galería en homenaje a Eva Perón que nos donó una artista plástica”, cuenta.

Frente a la preocupación por la salud mental en los jóvenes, invitó a un jefe de los equipos de salud del hospital de Tandil para conversar sobre los cortes en la adolescencia. También, a una joven sobreviviente de suicidio que empezó a escribir poemas. “Me parecía interesante que contara la experiencia de tramitar ese dolor a través del arte”, explica.

En la pandemia, hasta se le ocurrió armar una radio. Sheila le pidió a los docentes que relataran sus historias personales. Ella contó la suya: fue mamá adolescente, como varias estudiantes de la escuela. Rindió quinto año libre, se anotó en Derecho, dejó de estudiar y tuvo que pensar en una carrera en el distrito en el que vivía. “El objetivo era que los chicos entendieran que las trayectorias no son lineales”.

La Sheila que no deja de contar proyectos escolares con entusiasmo no parece ser la misma que ya presentó su trámite jubilatorio. Pero lo es.

―Son muchas horas y fueron muchos años. Quiero descansar, mirar una serie, tal vez estudiar Psicología. Aunque la escuela va a ser siempre mi otra casa.


Una rectora que escucha reguetón 

Cuando era chica, a Analía no le gustaba “jugar a la mamá”. Agarraba sus muñecas, les ponía una lapicera en la mano y un papel enfrente y jugaba a darles clase. Para su cumpleaños, pedía como regalo un pizarrón y borradores. El destino docente era claro. Lo que no supo hasta sus 47 años es que también sería rectora de la escuela a la que fue toda la vida como estudiante. Una secundaria privada y laica en el barrio porteño de Villa Urquiza a la que acuden sectores medios.

―Nunca me interesó la gestión educativa ni hice un solo curso sobre eso en Escuela de Maestros ―jura.

Analía, profesora de Ciencias naturales, se había perfilado como especialista en Educación Sexual Integral. El impulso se lo dieron sus propios estudiantes en 2018, cuando la alentaron a abrirse, junto a una psicopedagoga, la cuenta de Instagram @consultorioesi que hoy tiene 67 mil seguidores. “Ana” también participó en el ciclo audiovisual “Seguimos educando” del Ministerio de Educación de la Nación en la pandemia dirigido a estudiantes de todo el país. Pelo corto marrón oscuro y carré, cara angulosa, tatuaje de flores en el hombro izquierdo, voz didáctica y asertiva. “La profe de ESI”.

En la escuela, Ana muchas veces recibía críticas de otros docentes por su militancia política y feminista. “Tenía un perfil muy combativo”, señala. En los últimos años, por momentos, no la pasaba bien. Hasta que gran parte del equipo directivo renunció o inició su jubilación y las autoridades de la institución le pidieron que fuera la próxima rectora. El desafío era “dar vuelta la secundaria”. Llenarla de chicos. Dotarla de sentido.

Analía empezó en 2022 la transición como directora de estudio y desde junio de este año es rectora. En el nivel medio, dos tercios de estos roles son ocupados por mujeres. Una cifra inferior a la del nivel primario e inicial. A su vez, Ana integra el 5,4 por ciento de directoras noveles de escuelas privadas de todo el país, según el Observatorio Argentinos por Educación. De acuerdo al sindicato Ademys, las rectoras de CABA que no tienen antigüedad en el cargo cobran un piso de $1.392.113 por la jornada completa. En cambio, quienes llevan más de 20 años en ese rol pueden llegar a los $2.206.940.

Para Ana, el trabajo colectivo junto a su equipo de conducción es fundamental en la gestión de la escuela. Otro mandamiento: “Antes del primer mate, nada”, dice entre risas.  El primero que llega a la dirección carga agua en el termo. Después, ponen un meme en el vidrio de la oficina para que los estudiantes lo vean mientras van subiendo la escalera. Cada día, uno distinto. También, música en  los parlantes: Charly García, Los Redondos, reguetón, ¿por qué no? “De golpe los pibes no pueden creer que suena Bad Bunny en la oficina de la rectora a las 7:30 de la mañana”.

Analía aprovecha cualquier información importante a comunicar para entrar a las aulas. La mayoría de los estudiantes de los últimos años la conocen porque la tuvieron como docente. Las chicas le piden toallitas en el recreo. A Ana le gusta esa complicidad. “Nosotros trabajamos principalmente para los pibes”, asegura. También habla de la necesidad de límites desde lo que llama la “pedagogía del cuidado”.  Casos como la toma de fotos a los docentes en clase para burlarlos en las redes sociales –hechos frecuentes en las escuelas– requieren sanciones claras.

El cuidado hacia los 50 profes de la institución es parte nodal de la tarea. Para Ana, un desafío es la recuperación de su motivación, muy horadada después de la pandemia. “La semana pasada lloraron tres docentes con mayor o menor antigüedad por el comportamiento de los pibes. No nos puede pasar que profes que entran al aula con unas ganas bárbaras de enseñar el Teorema de Thales salgan queriendo bajar los brazos. Ahí hay que acompañar al docente y hablar inmediatamente con el curso”, insiste.

¿Y las familias? “Un mundo”. Desde mapadres que se acercan a pedir un cambio de curso de su hijo porque “es el único varón del grupo”, a pesar de que eligió esa orientación, hasta otres que no quieren mandar a sus hijos de 17 años solos a las prácticas de aproximación al mundo del trabajo –obligatorias por resolución– porque nunca tomaron un colectivo. “No quiero ser injusta, estos planteos no son mayoritarios. Pero suceden. Y a veces salen con cada cosa que no lo podés creer. Yo a veces les digo que tal vez se equivocaron de institución. Es imposible hacer una escuela a imagen y semejanza de los deseos e intereses de cada uno”, advierte Ana.

Pero eso no es todo. A esa combinatoria hay que sumarle las modificaciones ministeriales del formato escolar, el régimen académico o los contenidos curriculares. “La burocracia muchas veces termina llevándose puesto el trabajo pedagógico. Después está la corrección política del lenguaje. ‘No es recuperatorio, es intensificación de aprendizajes’. ¡¿Me estás jodiendo? No hay manera. Para los pibes es recuperatorio”.

La palabra de los estudiantes aparece todo el tiempo en la voz de Ana: “Es mentira que no les interesa nada. Vino la Cruz Roja a dar un taller de RCP y les encantó. Otro día hubo un taller de matemagia y no podían creer los cálculos mentales que hacía el matemático, hasta sacaban la calculadora para contrastarlos. Estaban chochos. Pronto haremos murales. De lo que se trata es de salir de la típica feria de universidades y ofrecerles otra cosa”.

Al igual que Sheila y Agustina, Ana se siente más cansada que antes. “Es mucha energía. Subo y bajo escaleras todo el día. Puedo tener al mismo tiempo un piquete de quinto año porque quieren que los dejemos tomar mate en el aula, a una docente que pide que llamemos al médico porque un chico se lastimó, al preceptor pidiéndome urgente una reunión”, ilustra.

Ana podría jubilarse en 9 años. Pero en su cálculo contempla, más que nada, una variable.

—El día que no me entienda más con los chicos. Cuando eso ocurra, tarde o temprano, me voy.

Fuente de la información e imagen:  https://www.feminacida.com.ar

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Argentina: La inversión educativa nacional se redujo 40% en 2024: es la caída más grande desde 1992

El dato se dio a conocer en el marco de un nuevo paro universitario en contra del Gobierno. El ajuste aplicado este año sobre el sistema educativo es casi el doble que la reducción del gasto público con respecto a 2023.

 

En los 40 años de democracia, solo hubo una reducción interanual similar del presupuesto educativo nacional en 1992 (-41%), como consecuencia de la Ley 24.049 de 1991, que transfirió las escuelas secundarias y los institutos terciarios de la órbita nacional a las provincias.

 

La inversión nacional en educación cayó un 40% este año en comparación con 2023. La caída fue de 40,2% si se analizan los fondos vigentes para la función “Educación y Cultura” dentro del presupuesto nacional. Si, en cambio, se miran solo los fondos de la Secretaría (ex Ministerio) de Educación de la Nación, la caída este año fue del 43% medida en términos reales, según el último informe del Observatorio de Argentinos por la Educación.

 

La magnitud del recorte aplicado sobre el sistema educativo es casi del doble del ajuste general del gasto público nacional (21,1%), según surge de comparar la ejecución de 2023 con el crédito vigente de 2024. En otras palabras, la educación recibió un ajuste mayor que el resto del Estado. Y esa caída no llegará a revertirse en 2025, según lo proyectado en el presupuesto, de acuerdo con el documento, titulado “Presupuesto educativo nacional 2025″ y elaborado por Javier Curcio (economista de la UBA y Conicet), María Sol Alzú y Leyre Sáenz Guillén (investigadoras del Observatorio de Argentinos por la Educación). A contramano del discurso del presidente Javier Milei, la “motosierra” nacional afectó más fuertemente a la educación básica (las escuelas) que a la educación superior (las universidades).

 

 

El gráfico muestra las variaciones reales del crédito ejecutado 2023 respecto del ejecutado 2022, el crédito vigente 2024 respecto del crédito ejecutado 2023 y las esperadas según el proyecto de Ley del Presupuesto 2025 respecto de las proyecciones de cierre para 2024 según el crédito vigente. Fuente: Observatorio de Argentinos por la Educación.

 

Entre 2023 y 2024 (con datos al 22 de septiembre), el recorte de fondos para las universidades fue del 30%. En ese mismo lapso, las caídas fueron del 71% para Conectar Igualdad, 64% para infraestructura y equipamiento, 57% para acciones de formación docente, 57% para formación tecnológica, 55% para fortalecimiento edilicio de jardines de infantes y 54% para becas a estudiantes: esos programas se dirigían a los niveles educativos obligatorios (inicial, primaria y secundaria). A estos recortes hay que sumarles la eliminación, en enero, del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), que suponía un aporte de la Nación a los salarios docentes (con una caída del 93%).

 

El ajuste de la inversión educativa nacional aplicado este año no tiene antecedentes comparables en los 40 años de democracia. Solo hubo una reducción interanual similar en 1992 (con una caída del 41%), como consecuencia de la Ley 24.049 de 1991, que estableció la transferencia de las escuelas secundarias y los institutos terciarios de la órbita nacional a las provincias, en el marco de una reforma estructural del Estado. En los años posteriores del menemismo, la inversión educativa volvió a crecer de la mano de la creación de las universidades nacionales de San Martín (UNSAM) y General Sarmiento (UNGS) en 1992, La Rioja (UNLaR) y Patagonia Austral (UNPA) en 1994, Lanús (UNLa), Tres de Febrero (UNTREF) y Villa María (UNVM) en 1995.

 

El ajuste educativo nacional de 2024 es mayor al efectuado durante las peores crisis económicas de las últimas décadas, como la de 1989 (con un ajuste educativo nacional del 24%) o la de 2002 (con un ajuste del 15%). Así surge de los datos de gasto público educativo del Ministerio de Economía tomados de un informe previo del Observatorio de Argentinos por la Educación elaborado por los economistas Alejandro Morduchowicz, Leyre Sáenz Guillén y Víctor Volman. Si se observan los últimos 20 años, las mayores caídas interanuales de la inversión educativa nacional (en pesos constantes) se habían dado en 2018 (-11%) y 2019 (-14%).

 

Entre 2023 y 2024, solo aumentaron de manera significativa los recursos públicos para Trabajo (+115,8%) e Inteligencia (+32,2%). De las 29 “funciones” que contempla el presupuesto nacional, “Educación y Cultura” (-40,2%) figura entre las 11 que recibieron los mayores ajustes. Si se mira el presupuesto por áreas de gobierno (y no funciones), el recorte para la Secretaría de Educación (-43%) fue mayor que el aplicado en el Poder Legislativo (-24,8%) y en el Poder Judicial (-21%). También supera los recortes en los ministerios de Seguridad (-17,7%), Defensa (-17,8%) y Economía (-26,7%), entre otros.

 

El Ministerio de Educación había recibido el 6,4% del presupuesto nacional en 2023, mientras que en 2024 la participación de la Secretaría de Educación se redujo al 4,6% del presupuesto. En el mismo lapso, la participación de la función “Educación y Cultura” en el presupuesto nacional se redujo del 7,3% en 2023 al 5,5% en 2024.

 

Variación porcentual en términos reales (precios constantes de 2024), por función. Para 2024 se considera el crédito Vigente y para 2023 el crédito ejecutado. Fuente: Observatorio de Argentinos por la Educación.

 

Las proyecciones del presupuesto 2025

Además de comparar la inversión educativa nacional de 2023 y 2024, el informe de Argentinos por la Educación analiza el presupuesto educativo nacional para 2025, teniendo en cuenta los gastos destinados a la función “Educación y Cultura” y los de la Secretaría de Educación del Ministerio del Capital Humano (que representa alrededor del 80% de la función “Educación y Cultura”, mientras que el restante 20% corresponde a otros ministerios como Defensa e Infraestructura). Los autores usaron los datos del Presupuesto Abierto del Ministerio de Economía sobre el crédito ejecutado en 2023 y sobre el crédito vigente (al 22 de septiembre) para 2024. Para 2025, analizaron el proyecto de Ley de Presupuesto que se está debatiendo actualmente en el Congreso.

 

“El debate presupuestario permite consensuar las prioridades y énfasis de los programas de gobierno planificados para el próximo período. Este año es crucial para el sector público nacional argentino para organizar la recuperación imprescindible, especialmente en el sector educativo. Se requiere un gran acuerdo nacional para identificar los problemas a resolver, organizar las respuestas y dotar de financiamiento adecuado a las intervenciones que cada nivel de gobierno debe ejercer para avanzar en el camino de superar la tragedia educativa que atravesamos”, afirmó Javier Curcio, investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de UBA Conicet y coautor del informe.

 

Si bien el proyecto de presupuesto para el año próximo prevé un aumento interanual de los recursos para educación con respecto a 2024, la caída de este año fue tan significativa que en 2025 no llegará a haber una recuperación a los niveles de 2023, según lo muestra el informe de Argentinos por la Educación, como también un análisis del especialista Alejandro Morduchowicz y un informe de CTERA, entre otros estudios que hicieron foco en la dimensión educativa del nuevo presupuesto.

 

Luego de la caída del 40% en 2024, para 2025 se prevé que el presupuesto de la Secretaría de Educación varíe un 6,87%, mientras que para la función “Educación y Cultura” se espera una mejora del 0,65%, según la inflación estipulada en el proyecto de ley (18,3% en 2025). En cambio, si se considera la inflación del Relevamiento de Expectativas del Mercado (38,4%), en 2025 habrá una nueva caída de la inversión en términos reales, tanto de la Secretaría de Educación (-1,18%) como de la función “Educación y Cultura” (-6,93%).

 

De acuerdo con las proyecciones oficiales, la Secretaría de Educación será una de las cinco áreas del Estado con mayor incremento de fondos en 2025 (+6,87%), superada por el Ministerio de Salud (146,75%), Obligaciones a cargo del Tesoro (27,64%), Presidencia de la Nación (13,58%) y el Poder Judicial (6,97%). En tanto, la función “Educación y Cultura” queda en el puesto 14 en el ranking de aumentos presupuestarios con respecto a 2024 (+0,65%).

 

Si se la mide como porcentaje del PBI, la inversión nacional en educación en 2025 será del 0,88% del PBI, por debajo de lo invertido en 2024 (0,91%) y 2023 (1,48%). Si se la mide como porcentaje del presupuesto nacional, la Secretaría de Educación recibirá el 5,1% en 2025, por debajo del 6,4% recibido en 2023. En tanto, la inversión en la función “Educación y Cultura” será de 5,8% en 2025, por debajo del 7,3% de 2023. Como en años anteriores, la Seguridad Social (52,5%) y el Servicio de la Deuda Pública (8,7%) serán los principales rubros del presupuesto nacional en 2025.

 

Al analizar los programas presupuestarios de la Secretaría de Educación, surge que los fondos para universidades (“Desarrollo de la educación superior”) tendrán una recuperación del 2% en 2025: la cifra queda muy lejos de compensar la caída del -30% en 2024, que motivó el conflicto expresado en dos marchas federales –en abril y octubre– y, actualmente, la toma de universidades públicas y el plan de lucha anunciado por los sindicatos en todo el país.

 

Solo un programa de la Secretaría de Educación –”Gestión educativa y políticas socioeducativas” – tuvo incrementos en 2024 (15%) y 2025 (14%). Destinado a la educación obligatoria, este programa apunta a “acciones que atiendan la cobertura, la actualización curricular y el fortalecimiento de las prácticas de enseñanza”, entre otras cuestiones, según la descripción oficial. El resto de los programas experimentaron recortes en 2024 y volverán a caer en 2025; varios –entre ellos, Conectar Igualdad– directamente se eliminan.

 

Variación porcentual en términos reales (pesos constantes 2024), por programa de la Secretaría de Educación, entre 2023 y 2024 (los programas sombreados se discontinuaron este año). Fuente: Argentinos por la Educación

Más allá de los recortes y eliminaciones, la gran novedad de 2025 es la aparición en el presupuesto del Plan Nacional de Alfabetización, al que se reasignarán fondos que antes correspondían a otras partidas (como jornada extendida o distribución de libros) y también financiamiento nuevo. La política de alfabetización, impulsada este año por la Secretaría en conjunto con el Consejo Federal de Educación, recibirá el 11,6% del presupuesto educativo nacional según el proyecto de presupuesto. Es el principal programa del Gobierno nacional para la educación obligatoria. En 2025, 2 de cada 3 pesos (66,5%) del presupuesto educativo nacional serán para las universidades, y el restante irá a las escuelas, jardines e institutos superiores (que, a diferencia de las universidades, dependen de las provincias).

 

Variación porcentual en términos reales (pesos constantes 2024) por programa de la Secretaría de Educación, entre 2024 y lo proyectado para 2025.

“Un mecanismo primordial para dar cuenta de la prioridad asignada por parte de los distintos gobiernos a la educación es el análisis de la asignación presupuestaria”, plantea el documento del Acuerdo por la Educación, la iniciativa de Argentinos por la Educación, que buscó identificar 10 prioridades de política pública para la mejora del sistema educativo a partir de la consulta a más de 200 personas de diversos perfiles, incluyendo referentes educativos, funcionarios, dirigentes sociales, sindicales, políticos, religiosos y empresariales.

 

De las 10 prioridades identificadas, la número 5 es lograr una inversión suficiente y de calidad. Como parte de esa propuesta, se pide a la Nación y a las provincias “asegurar el piso de inversión del 6% del PIB en educación obligatoria incrementando la participación nacional”. Allí se sugiere aumentar el porcentaje de participación nacional en la inversión educativa hasta el 40% de la inversión consolidada (hasta ahora, el aporte nacional rondaba el 25%). La presentación del Acuerdo, en la previa del Día del Maestro, convocó este año a figuras de todo el arco político. Pero los datos muestran que ciertas prioridades que parecen gozar de amplio consenso discursivo están cada vez más lejos de volverse realidad.

 

https://www.infobae.com/educacion/2024/10/17/la-inversion-educativa-nacional-se-redujo-40-en-2024-es-la-caida-mas-grande-desde-1992/

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