Las identidades: fortalezas y debilidades (1-3)

En todo momento, reír para vivir no es malo, es una excusa que proyecta un estado emocional que si bien no es completamente un reflejo de su interioridad, sí lo es como imagen de una personalidad social que sabe hacer uso de la alegría para contrarrestar el sufrimiento recurrente con el que la vida lo acompaña cada día

Por Carlos Andújar Persinal 

Como parte de un enfoque investigativo habría que preguntarse si la identidad, los estudios del tema, los gestores del mismo y los interesados en profundizar de sus alcances, a través de una técnica evaluativa usada frecuentemente en las ciencias sociales, que permite confirmar tendencias dentro un tema de interés o investigado en un momento determinado, podría aplicarse a este tema. Fortalezas y debilidades se traduce bajo la sigla FODA. Contribuye su comparación al equilibrio de los hechos estudiados, evitando sesgos, parcializaciones, condicionamientos y asegurar la radiografía de un hecho de la realidad, tal cual se presenta o se manifiesta, con su pro y contra.

La identidad, como tema investigativo podríamos pensar que puede tener una aplicabilidad comprobatoria en base a aquellas expresiones identitarias que se pueden considerar capital agregado del país, para su inclusión en programas de planificación, estrategias de desarrollo, políticas públicas y definición de acciones institucionales, además de la formalización de una percepción sobre nosotros mismos acorde con las tendencias que arrojen estos estudios y sistematicidades sobre nuestra forma de ser, pensar, actuar y vivir la cotidianidad, bajo un manto construido desde una cosmogonía nacional.

La frase “el dominicano baile sus penas” del psiquiatra Antonio Zaglul, es retrato fiel de una población que ha construido una manera de vivir entre la pena, el dolor y la alegría, conformando con ello una visión del mundo, una manera de pensarse, asumirse y relacionarse en medio de la desgracia y la risa.

Es tal vez para los estudiosos esto un tema de debate. Puede ser considerado un recurso de supervivencia, articular la pena con la risa para sobrellevar el sufrimiento. Supera acaso, el divertimento propia del dominicano, su pesar y desgracia histórica? O es un recurso de mitigación y contrapeso?

A ello se puede sumar una visión despreocupada de la vida o un vivir por el día al día. Herencia de un pasado enmarcado en una economía con poco empuje que definió un conglomerado inactivo, dependiente de la ayuda externa o simplemente esperanzado en un mañana mejor, aunque sea como frase, era una forma poco desafiante de tomarse la vida en serio.

Sin embargo, de esa turbulencia social, el dominicano se apropia de mecanismos para afrontar la vida: la risa, el baile, la música, el jolgorio, el juego y el mundo lúdico en sentido general; es la catarsis sobre la cual se monta la existencia de este pueblo castigado por la falta de rumbo de muchos de sus timones históricos, líderes y grupos dominantes, experiencia política y económica que se interioriza en un entramado difícil de quebrar, pues los pueblos son la resultante de esos procesos constitutivos sobre los cuales construyen su mentalidad, reflejo muchas veces de sus vivencias y cotidianidades.

Quizás es una fortaleza o una debilidad, hay como en toda investigación, hechos que no tienen fronteras, pueden ser una u otra, si  permiten la reproducción del hecho social. En todo momento, reír para vivir no es malo, es una excusa que proyecta un estado emocional que si bien no es completamente un reflejo de su interioridad, sí lo es como imagen de una personalidad social que sabe hacer uso de la alegría para contrarrestar el sufrimiento recurrente con el que la vida lo acompaña cada día. Inteligente es el mecanismo; diestra la cultura como siempre usa un medio para la adaptación y la pervivencia del grupo. Es pues una fortaleza a mi modo de ver.

Lo cual no niega, ahí viene la debilidad, que su recurrencia se transforme en una razón de su postración, impidiendo al mismo tiempo la meditación profunda, la duda y la fragilidad, para pensarse desde una realidad igualmente excluyente y pesadamente llevadera.

Si bien se valora como recurso de vida para la reproducción social, a la vez expresa en sentimiento contradictorio, la psicología social del dominicano. Combina situaciones para acomodar la realidad o usa el recurso de la alegría como catarsis que descarga sentimientos y tensiones, ¿cómo pensarlo?

Fuente: https://acento.com.do/2018/opinion/8590942-las-identidades-fortalezas-y-debilidades-1-3/

Imagen de archivo OVE

Comparte este contenido:

Carlos Andujar

Sociólogo, profesor de la UASD. Miembro de la Academia de Ciencias de la República Dominicana. Premio Nacional de Ensayo 2010. Ex Director del Museo del Hombre Dominicano y del instituto Dominicano de Investigaciones Antropológicas UASD. Actualmente Coordinador de Programas Culturales del Centro León. Publicaciones: Presencia negra en Santo Domingo, Identidad cultural y religiosidad popular, Por el sendero de la palabra, Meditaciones de cultura, Diálogos cruzados con la dominicanidad, Apuntes antropológicos, Temas del Caribe y otros escritos