Cuba: un ejemplo de equidad e inclusión educativas en las escuelas rurales multigrado

Por: El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

Actualmente, Cuba es la única nación latinoamericana donde todos los niños y adolescentes no se sienten abandonados a su suerte y pueden asistir a establecimientos escolares, independiente de su origen social. En particular, las escuelas rurales multigrado reciben por parte del Estado una atención particular a partir de sus características, como la lejanía a las ciudades o ubicación en zonas montañosas e intrincadas, de costas y playas, de forma tal que no se establece una diferenciación en la dotación de recursos con respecto a la escuela de la ciudad, como sí ocurre en muchas regiones de América Latina.

La carrera Educación Primaria, perteneciente a la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oriente en Cuba, ha introducido en su currículo un curso que brinda herramientas teórico-didácticas al estudiante, de modo que pueda tratar el tema de la inclusión desde su conceptualización y tratamiento en las aulas primarias, tanto citadinas como rurales. Investigadores del tema, como Granero (2015) y Bell (2016), comparten el criterio de la inclusión como un “concepto teórico que hace referencia al modo en que la escuela debe dar respuesta a la diversidad.” Estos aspectos han sido analizados desde los fundamentos psicológicos de la escuela cultural de Vygotsky en Cuba. Su supuesto básico es que hay que modificar el sistema escolar para que responda a las necesidades de todos los alumnos.

Para hablar de equidad e inclusión, términos que van de la mano en Cuba cuando se alude a educación, no se puede dejar de mencionar a la Convención de los Derechos del Niño y la Niña, (2013), la cual manifiesta que todos los niños y niñas tienen el derecho a ser escuchados y  que se tengan en cuenta opiniones sobre los diferentes aspectos que afectan sus vidas. En el artículo 12 de esta Convención, se establece que los adultos han de proporcionar a los niños las condiciones y estímulos necesarios para que puedan manifestar su opinión sobre todos los asuntos que les conciernen, así como administrarles información adecuada a su edad, a partir de la cual puedan elaborar sus propios puntos de vista.

Un ejemplo de ello en la práctica educativa cubana, es que desde los primeros grados de la escuela primaria, se introduce en las asignaturas, “El mundo en que vivimos” y “Cívica”, el conocimiento acerca de los derechos y deberes de los niños y niñas a partir de su género, pero sin perder de vista la igualdad entre ambos y se establecen estrategias didácticas que posibilitan a los escolares comparar cómo se desarrolla la vida de los pequeños en otras partes del mundo y en su país.

Estas razones posibilitan a la educación priorizar la atención a la diversidad en el ámbito educativo, al tener en cuenta el hecho de que cada alumno tiene sus propias necesidades educativas y se enfrenta de distinta manera a las experiencias de aprendizaje. De todos es conocido que los niños son diferentes en cuánto a capacidades, estilos y ritmos de aprendizaje, motivaciones e intereses, y estas diferencias están a su vez mediatizadas por el contexto sociocultural y familiar, haciendo que los procesos de aprendizaje sean únicos e irrepetibles en cada caso.

La escuela tiene un papel fundamental en evitar que las diferencias de origen de los alumnos se conviertan en desigualdades educativas y, por esa vía, en desigualdades sociales. Hoy la escuela no es ni mucho menos el único espacio para acceder al conocimiento, pero todavía es la única instancia que puede asegurar una distribución equitativa del mismo si se dan ciertas condiciones.  

Por estas razones, en el actualidad se realiza el Tercer Perfeccionamiento de la Educación en Cuba, que tiene como objetivo esencial partir de las potencialidades que tiene el contexto sociocultural en cada zona, comunidad o barrio, lo cual permitirá enriquecer los conocimientos previos de los escolares a partir de su propia cultura, de forma que aprendan más por lo significativo del entorno que los rodea, al tener en cuenta, las instituciones culturales, las personalidades relevantes, la historia local como elementos que promueven el sentido de pertenencia a su terruño que no es más que la identidad nacional.

Los perfeccionamientos de la educación en Cuba se realizan cada dos décadas y parten de las problemáticas que se revelan en la práctica educativa en todos los niveles básicos educativos. Está coordinado a nivel nacional por los directivos educacionales pero en plena relación con las estructuras de las diferentes provincias, tomando como muestra escuelas de varios territorios citadinos y rurales. Los anteriores se desarrollaron durante el bienio 1974-75, luego en 1989 y en la actualidad.

Por consiguiente, en las zonas rurales, se aprovechan las potencialidades de la cultura local a partir de sus costumbres, formas de vida, del habla, paisajes, tradiciones culturales y orales, las cuales poseen un mundo de significados y sentidos para el proceso de enseñanza y aprendizaje de la escuela rural y mucho más de las escuelas multigrado, que posibilitan enriquecer contenidos e integrarlos desde una perspectiva interdisciplinaria, de modo que se favorezca el aprendizaje significativo.   

Actualmente se utiliza en el sistema educativo cubano un software denominado “Pa´ que te eduque”, el cual permite a cualquier escolar de las zonas más intrincadas del país visitar virtualmente museos de la capital o de cualquier provincia, donde se narran los acontecimientos históricos, anécdotas de personalidades de la cultura o la historia, visionaje de lugares trascendentales por su belleza arquitectónica o geográfica, lo que corrobora la apropiación de dominios cognitivos en las diferentes asignaturas y el desarrollo de la lengua materna tanto en el código oral como escrito.

Hoy en zonas montañosas de Cuba, se asignan tabletas y computadoras que a mediano plazo permitirán la conexión a internet, para que estos escolares conozcan a través de las TIC nuevos saberes, lo que estimula la apropiación de conocimientos, el desarrollo de habilidades y los procesos lógicos del pensamiento como el análisis y la síntesis, todo lo que redunda en beneficio para el aprendizaje. Estas razones permiten la percepción y vivencia de la diversidad y, además, construir y reafirmar la propia identidad desde la posibilidad de distinguir a los otros. El ser humano se realiza plenamente como miembro de una comunidad y una cultura, pero también en el respeto a su individualidad.

En la formación de maestros primarios, los recién graduados retornan a sus orígenes, que en ocasiones pertenecen a zonas intrincadas de las montañas, lo que revela la atención a las zonas montañosas y a las escuelas rurales multigrado. Sin embargo, se requiere un mayor nivel de preparación para enfrentar esta tarea, compleja y difícil por su didáctica.

De esta manera, la educación está llamada al desarrollo de conocimientos, habilidades y valores para la vida, de modo que se cumplan los pilares de la educación asignados por la UNESCO (2001): saber ser, saber hacer y saber convivir en aras de un desarrollo integral de maestros y escolares. Cuba es un referente de la educación, porque se basa en los principios de José Martí cuando aludió a la instrucción y educación como un todo, a que no se perdiera la atención a la unidad y a lo diverso, así como la relación de la teoría con la práctica, criterios valiosos hoy de la Pedagogía cubana.

La educación inclusiva y equitativa es una necesidad del mundo de hoy para lograr calidad en los procesos educativos, donde se logre llegar a todos los rincones de la isla o país con la misma intención, porque el estado apoya con recursos suficientes la educación para todos.

La educación inclusiva y la atención a la diversidad en Cuba son un referente abordado en todas las educaciones, donde cobra particular atención la relación que se establece entre los  agentes educativos, familia, comunidad y escuela, los cuales se convierten en centros promotores de cultura.

Referencias

Abós, P, Boix, R y Bustos A. (2014). Una aproximación al concepto pedagógico de aula multigradoAula de Innovación educativa, 229 p.

Bell R, R. (2016).  “La inclusión un referente de la educación cubana”. Revista Innovación educativa  y desarrollo. Ecuador.

Graneros Ruiz, David. (2012). “Equidad e inclusion para la escuela de hoy.” Revista Innovación  Educativa. México

Little, A. (2006). Education for all and Multigrade Teaching; challenges and opportunities. Springer.

Quiñones Reyna, D., Calixto Labrada, G. et al. (2009). Teoría y Práctica de la escuela primaria multigrado. Ministerio de Educación. Cuba.

UNESCO (2004). Educación para todos en América Latina: un objetivo a nuestro alcance. Informe Regional de monitoreo de Educación para Todos. Santiago de Chile.

UNICEF (2013). La Convención de los Derechos del niño y la niña.  UNICEF.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/cuba-un-ejemplo-de-equidad-e-inclusion-educativas-en-las-escuelas-rurales-multigrado/

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El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es un espacio para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ), e integrado por académicos especializados en educación de las Universidades de Loyola Pacífico-Acapulco-Pacífico, IBERO Ciudad de México, IBERO León, IBERO Puebla, IBERO Tijuana, IBERO Torreón, Instituto Superior Intercultural Ayuuk (ISIA) y el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).