La metodología Problem-Based Learning (PBL) o aprendizaje basado en la resolución de problemas quiere que los alumnos solucionen situaciones de la vida real con sus propias estrategias través del conocimiento, la investigación y la reflexión.
El Aprendizaje Basado en la Resolución de Problemas (ABP) es una metodología que utilizan los centros educativos que dan un giro al clásico proceso de aprendizaje de las aulas: con ella se plantea a los escolares un problema o una situación que debe resolverse, y para ello necesitan recabar la mayor cantidad de información posible para dar con la respuesta correcta.
Dentro de este contexto, la metodología ABP fomenta el trabajo en equipo y los alumnos trabajan de manera cooperativa para que juntos alcancen el objetivo final. Es habitual, además, que los docentes se conviertan en guías y planteen a los estudiantes una serie de retos que, si son superados con éxito, les son útiles para su fin. Junto a la capacidad para resolver problemas, el ABP potencia habilidades y destrezas claves para la vida adultacomo la toma de decisiones y una mejor capacidad de investigación y de comunicación.
¿Qué pasos hay que dar para llevar a cabo una implantación con éxito? Planificación, organización de los grupos, lluvia de ideas o formulación de los objetivos de aprendizaje son algunos de ellos, tal y como recoge aulaPlaneta en su decálogo.
1. Planificación
Definir los objetivos y las competencias que deben adquirir los alumnos, elegir el problema de la vida real en el que basarse para llevarlo a cabo y establecer el tiempo de entrega y los criterios de evaluación.
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