Singapur/01 de Julio de 2016/Panorama
Por: Ryan Hong
Los niños con padres «invasivos» que los presionan demasiado para que obtengan buenas calificaciones podrían ser propensos a hacerse altamente autocríticos o ansiosos y deprimidos, sugiere un estudio reciente.
«Cuando los padres se vuelven invasivos en las vidas de sus hijos, quizá sea una señal para los niños de que lo que hacen nunca es suficientemente bueno», comentó el líder del estudio, Ryan Hong, profesor asistente del departamento de psicología de la Universidad Nacional de Singapur.
El estudio de estudiantes de primaria en Singapur, que duró cinco años, encontró que aquellos cuyos padres actuaban de forma invasiva, tenían unas expectativas altas del rendimiento académico o reaccionaban de forma exagerada cuando el niño cometía un error tenían un riesgo más alto de ser excesivamente autocríticos.
Los investigadores también encontraron que los que eran altamente autocríticos tenían unos niveles más altos de síntomas de ansiedad o depresión, aunque el estudio no probó que la presión de los padres provocara la ansiedad o la depresión.
«Como resultado, el niño podría tener miedo de cometer el más leve error, y culparse a sí mismo por no ser ‘perfecto'», dijo Hong en un comunicado de prensa de la universidad.
«Con el tiempo, esa conducta, conocida como perfeccionismo inadaptado, podría resultar nociva para el bienestar del niño, ya que aumenta el riesgo de que desarrolle síntomas de depresión, ansiedad e incluso suicidio en los casos muy graves», explicó.
En el estudio, los investigadores analizaron a niños de 7 años de 10 escuelas de Singapur, además de a uno de sus padres. El nivel de intromisión de los padres se evaluó mediante una tarea en que el niño, con la ayuda de uno de sus padres, tenía que resolver algunos rompecabezas dentro de un límite de tiempo. Se consideró que un padre era muy invasivo si interfería con la resolución de problemas del niño o tomaba el control del rompecabezas.
Se realizaron evaluaciones de seguimiento con pruebas similares cada año, con los mismos niños y padres. Los investigadores registraron las señales de perfeccionismo inadaptado y de conductas de autocrítica de cada niño.
«Nuestros hallazgos indican que en una sociedad que enfatiza la excelencia académica, que es la situación en Singapur, los padres podrían crear unas expectativas demasiado altas para sus hijos», dijo Hong.
Los padres deben tener cuidado de no presionar demasiado a sus hijos para que obtengan buenas calificaciones.
«Los niños deben recibir un ambiente propicio para el aprendizaje, y una parte del aprendizaje siempre conlleva cometer errores y aprender de los mismos. Cuando los padres se vuelven invasivos, podrían eliminar ese ambiente propicio para el aprendizaje», anotó Hong.
Los hallazgos aparecen en una edición reciente en línea de la revista Journal of Personality.
Fuente: http://www.panorama.com.ve/bellezaysalud/Los-padres-exigentes-podrian-resultar-nocivos-para-sus-hijos-20160701-0070.html