Asia/Yemen/11 de octubre de 2016/Fuente: UNICEF
En Yemen, aproximadamente dos millones de niños no van a la escuela, debido, en gran parte, al conflicto existente en el país. A continuación verá cómo la perseverancia de una madre ha logrado mantener a sus hijos en la escuela.
– Les presento a Um Osama, combatiente en Yemen pero por una causa distinta. Sin más arma que la esperanza de lograr un mundo mejor y más seguro para sus hijos, esta madre de dos está decidida a que sus hijos continúen su educación a pesar del conflicto existente.
“Mis hijos estudiaban en una escuela privada y todo iba bien; ahora, a causa del conflicto, hemos tenido que hacer algunos recortes económicos. Ya no puedo permitirme que mis hijos vayan a la escuela privada”, explica. “Es por eso que estoy en esta escuela pública para matricular a mis hijos en el segundo y el séptimo curso”. Ella solo estudió hasta el sexto curso.
La escuela primaria Al Hussein, parcialmente dañada por el conflicto existente. Alrededor de dos millones de niños yemeníes no van a la escuela, debido en gran parte al grave estado en que han quedado los edificios.
Um Osama no está sola en esta lucha: cientos de miles de padres están preocupados por la educación de sus hijos. UNICEF calcula que, en la actualidad, al menos 350.000 niños son incapaces de ir a las escuelas de Yemen, ya sea porque las escuelas han quedado dañadas por el conflicto, porque están ocupadas por los combatientes o porque están sirviendo de refugio para los millones de personas que hay desplazadas. Esa cifra se suma a los más de un millón y medio de niños que ya dejaron de ir a la escuela durante el año académico 2015-2016.
En la escuela en la que Um Osama quiere matricular a sus hijos también hay huellas del conflicto. Quedó parcialmente dañada cuando tres bombas alcanzaron uno de los edificios el año pasado. Afortunadamente, en ese momento no había estudiantes en la escuela. Los bombardeos aéreos destruyeron partes del tejado y del laboratorio de ciencias, dejando algunas clases en un estado poco seguro para los niños y los profesores. Sin embargo, eso no disuadió a esta valiente madre de matricular a sus hijos.
“Por supuesto, me da miedo, mucho miedo que mis hijos puedan quedar atrapados o resultar heridos en el conflicto”, asegura. “Pero me preocupa más que se pierdan los años más importantes de su educación”.
Las reparaciones más importantes están en curso
Ahmad Al Tashi, Ingeniero de construcción de UNICEF, es el responsable de la reparación de las escuelas dañadas de Saná y las provincias adyacentes. “Hasta ahora, UNICEF ha comprobado que hay al menos 174 escuelas de todo el país que necesitan reparaciones tanto menores como mayores, como en este caso”, sostiene. “Estamos trabajando con el departamento de educación para que las reparaciones se puedan realizar antes de que los niños regresen a la escuela”.
A continuación, señala un hueco enorme que hay en el techo y que fue resultado de un bombardeo aéreo. “Es evidente que reparaciones de este tipo tardarán un tiempo en realizarse”.
>> Aquí puede leer el informe de UNICEF: Niños al borde del abismo
Um Osama (en el centro) matricula a su hijo en la escuela primaria Al Hussein. Antes, sus hijos iban a una escuela privada, pero ella ya no puede permitirse pagar las tasas escolares.
A la entrada de la escuela, la cola de padres y niños esperando para matricularse en el nuevo año académico va creciendo sin prisa pero sin pausa. El Oficial de Comunicación para el Desarrollo de UNICEF, Abdulkhalek Zainah, se encuentra allí para hablar con ellos y tranquilizarlos todo lo posible.
Él conoce sus preocupaciones y se identifica con ellos, porque también es padre. “Como parte de nuestra campaña de Regreso a la escuela, queremos que los niños regresen a las clases y no se queden atrás en sus estudios; de lo contrario, me temo que tendremos una generación de niños que se habrán perdido la etapa de la educación”, asegura.
En el centro de registro, Um Osama ha completado el proceso de matriculación de sus hijos. Está contenta de que sus dos hijos continúen sus estudios, pero también le pesa mucho la seguridad de los niños. Cuando le preguntan si quiere mandar un mensaje al mundo, responde: “Por favor, ayuden a nuestros niños y piensen en su futuro. Antes que nada, somos humanos, y es nuestro deber proporcionar a nuestros niños un entorno seguro y sano donde puedan completar su educación y perseguir sus sueños”.
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Gracias a la generosa financiación del Ministerio Federal alemán de Desarrollo y Cooperación Económica (BMZ), del Banco de Desarrollo KfW, de la iniciativa “Educa a un niño” (EAC) y de la alianza Japan and Global Partnership por Education, UNICEF está ayudando al Departamento de Educación con la rehabilitación de, al menos, 728 escuelas de todo el país.
En aquellas escuelas que quedaron dañadas o que se están utilizando como refugios para las familias desplazadas, UNICEF ha creado espacios temporales de aprendizaje facilitando tiendas de campañas a las autoridades educativas. Esas tiendas hacen la labor de clases y los estudiantes asisten a ellas en turnos de mañana y de tarde.
Fuente: http://www.unicef.org/spanish/infobycountry/yemen_92852.html
Imagen: www.unicef.org/spanish/infobycountry/images/13443ibc2.jpg