Cómo educar a un hijo para que no se deje manipular por sus amigos

Por: Vanessa Rodríguez

Octubre es el Mes Nacional de Prevención del Bullying y una forma de ayudar a nuestros hijos a evitar el acoso escolar y el ‘chantaje emocional’ de otros niños es enseñándoles a decir NO y reforzando su autoestima.

Una vez que nuestros hijos comienzan su etapa escolar, sus relaciones sociales se amplían más allá del ámbito familiar y del vecindario: juegan e interactúan con los compañeros de su clase y de las actividades extraescolares, conocen a más niños en parques y en las fiestas de cumpleaños a las que son invitados, etc.

Este tipo de interacciones con otros niños con los que comparten aficiones, intereses, gustos, etc. origina en nuestros hijos un sentido de la pertenencia a un grupo que los hace sentir seguros, autónomos, independientes e integrados en una pandilla.

Hasta aquí todo es positivo para el desarrollo de la personalidad de nuestros hijos pues se trata de vínculos sociales que refuerzan positivamente su autoestima y contribuyen a su crecimiento personal. El problema viene cuando las relaciones de amistad que establecen nuestros hijos con otros niños están basadas en la dependencia emocional, la imitación exagerada de conductas y estilos de vida del grupo al que se quiere pertenecer y la pérdida de la propia identidad.

Cuando esto sucede estamos ante el típico caso en el que nuestro hijo está siendo manipulado por los que él cree que son sus verdaderos ‘amigos’.

Señales que nos indican que nuestro hijo puede ser víctima de la manipulación de un ‘amigo’.

  • Su forma de comportarse ha cambiado radicalmente. Ha variado muchos aspectos de su forma de vida que sabes perfectamente que antes le encantaban: su forma de vestirse y de peinarse, sus aficiones, etc. y todo por tal de parecerse lo máximo posible a su amigo.
  • Idolatra a su amigo y lo defiende a capa y espada aunque sus conductas no sean ejemplares.
  • Hace exclusivamente lo que le dice su amigo y no presta atención a tus consejos.
  • Depende afectiva y emocionalmente de su amigo y no es capaz de reconocerlo.
  • Características de los ‘amigos’ manipuladores.

    • Se creen los mejores y están convencidos de que tienen la razón absoluta en todo por lo que imponen sus criterios a los demás.
    • Coartan la libertad de expresión del otro. Realmente no escuchan ni empatizan.
    • Obligan a hacer cosas al otro que ellos mismos no se atreverían a hacer porque saben que está mal.
    • Son conscientes de su don de liderazgo y se aprovechan de ello para que los demás sigan sus directrices.
    • Son expertos en el chantaje emocional y en hacer sentir culpables a los demás.
    • Consiguen que los demás duden de sus propias capacidades para que confíen exclusivamente en ellos.
    • Atacan los puntos débiles del otro para hacerlo más sumiso.
    • No son sinceros. Recurren constantemente a las mentiras para conseguir sus objetivos.
    • Tienen un gran poder de persuasión y habilidades oratorias para ganarse al otro y conseguir lo que quieren.

    ¿Qué podemos hacer los padres para que nuestros hijos no se dejen manipular?

    Es importante que eduquemos a nuestros hijos inculcándoles valores positivos que contribuyan al desarrollo de una personalidad autónoma e independiente. Para ellos es fundamental que:

    • Reforcemos positivamente su autoestima elogiando sus capacidades. Centrémonos en las virtudes de nuestros hijos.
    • Enseñémosles a ser fieles a sí mismos y a no dejarse influir por la opinión de los demás. Hagámosles ver que solo han de hacer caso a las críticas justas y constructivas que les ayuden a ser mejores personas.
    • Es importantísimo enseñarles a decir “NO” y a mantenerse firmes en las propias convicciones para no someterse a los deseos de los demás.
    • Confiemos en nuestros hijos y démosles seguridad.
    • Permitamos que expresen libremente sus opiniones, deseos, necesidades, intereses, preocupaciones, emociones, etc. Escuchemos todo lo que tienen que decirnos.
    • Demos a nuestros hijos responsabilidades acordes a su edad.
    • Enseñémosles a no tener miedo a equivocarse y a pedir perdón.
    • Enseñemos a nuestros hijos la importancia de pedir ayuda cuando lo necesiten.
    • Inculquemos el valor del respeto y el amor hacia la familia.
    • Es fundamental enseñarles a distinguir lo que está bien de lo que está mal, a ponerse en el lugar del otro, etc.
    • Ayudemos a nuestros hijos a hacer amigos yendo a parques, llevándolos a fiestas de cumpleaños, etc.
    • En lugar de prohibirles que se relacionen con determinadas personas, enseñemos a nuestros hijos a hacerse valer y a no depender de los demás.
    • En definitiva, hagamos ver a nuestros hijos que todos los valores que les enseñamos los han de ver reflejados en las amistades sanas y verdaderas. Los buenos amigos respetan las diferencias, escuchan y apoyan cuando lo necesitas, no hacen reproches, comparten sus penas y alegrías, no te obligan a hacer nada que tú no quieras hacer, dejan que te expreses libremente, respetan tu tiempo y espacio personal, no imponen sus opiniones y criterios, confían firmemente en ti, te respetan tal y como eres y te ayudan a ser mejor persona.
    • Fuente: http://www.univision.com/estilo-de-vida/papas-y-mamas/como-educar-a-un-hijo-para-que-no-se-deje-manipular-por-sus-amigos
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Vanessa Rodríguez

Profesional vocacional del ámbito educativo que trabaja como funcionaria docente especialista en Educación Infantil. Tiene también una licenciatura en Pedagogía.