12 de julio de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org
Por: Juan Carlos Palomino Paredes
El síndrome de burnout en los docentes es mayor cuando ejercen sus labores en tiempo y horas extras.
En el Perú, al igual que en otros países, el docente es uno de los profesionales menos valorados socialmente, aparte de recibir una gran carga laboral que lo desgasta física y mentalmente, no es compensado con una remuneración a la altura de sus actividades. Según autores, el docente es el trabajador con mayores niveles de estrés en comparación con otros profesionales, sumado a estas condiciones de trabajo, al docente se le culpa de la mayoría de los problemas dentro del sistema educativo, en especial aquellos que tienen que ver con la situación de los aprendizajes en los estudiantes. Cuando las evaluaciones censales y las pruebas internacionales PISA no revelan resultados favorables, la culpa no recae en quienes elaboran las políticas o en los organismos de gestión. Por el contrario, la sociedad y los medios de comunicación culpan al maestro de nuestras escuelas.
Como en cualquier organización, empresa o fábrica, sabemos que los llamados “colaboradores” o empleados que reciben una carga laboral abrumadora sin una remuneración justa, terminan por desmotivarse. El cansancio, irritabilidad, insomnio, ansiedad, depresión, entre otros males físicos y psicológicos son el resultado de las malas condiciones de trabajo que, generalmente, terminan por provocar desazón al asistir diariamente a su centro de labores, y si son obligados a no faltar, su labor se torna mediocre.
Existen algunos factores del contexto que intensifican los estados de estrés, por ejemplo, uno de los factores asociados al malestar docente es la indisciplina de los estudiantes (Marques, Lima, Da Silva, 2015), así como enseñar asignaturas en las que no están especializados. Otro de los factores del estrés docente tiene que ver con la carga no lectiva que le es asignada sin una remuneración adicional (labor de tutoría, elaboración de documentos de gestión, planificación de las sesiones, reuniones con los padres de familia que por cierto ahora son más conflictivos etc.). La cereza del pastel la pondría el factor “inexperiencia”, donde la juventud o falta de ella en el ejercicio de la profesión sería un agravante que deteriora la salud del docente (Arias y Gonzales, 2009).
En el año 2016, el Ministerio de Educación del Perú hizo extensivo el desarrollo de la “Jornada Escolar Completa” que consiste en aumentar la carga horaria de clases en las instituciones educativas públicas y, por ende, aumentar las horas de trabajo a los docentes. En esta puesta en marcha, se notan algunos vacíos, como el hecho de que algunas instituciones educativas no cuentan con la infraestructura adecuada para brindar el servicio incluyendo espacios de recreación, laboratorios u otros talleres a realizar. Si bien la carga en horas de trabajo para los docentes aumentó, no es tan significativa la remuneración, lo que agrava el malestar en un sector del magisterio.
Ciertamente, todos los factores anteriores tienen efectos en el desempeño de los maestros, sin embargo, es necesario analizar la relación con otros factores de rendimiento, como puede ser el síndrome de burnout (manifestado como agotamiento emocional por causas laborales y déficit de la eficacia en sus actividades). Otro factor es la autoeficacia que viene a ser la confianza del docente en sus propias capacidades.
El síndrome de burnout en los docentes es mayor cuando ejercen sus labores en tiempo y horas extras. Sumado al desgaste físico, la carga puede generar un agotamiento de tipo emocional. Resultados de investigaciones del síndrome de burnout demuestran que los docentes de sexo femenino presentan mayores niveles de este mal (Bernejo Toro, 2014), lo que en ocasiones redunda en absentismo o un mal desempeño.
La autoeficacia de los docentes se ve muy comprometida por los altos niveles de estrés y por la baja motivación. Cualquier tipo de autoeficacia se relaciona directamente con el estado de ánimo. Además, podría combatir los síntomas del estrés, pero al mismo tiempo, un muy elevado nivel de estrés podría inhibir los sentimientos de eficacia personal en el docente, vulnerando sus sentimientos de motivación y recayendo en el malestar físico y psíquico, el desgano de las actividades y/o el desempeño indeseable; en otros términos, el exceso de estrés altera significativamente la sensación percibida de “poder hacer bien las cosas”, por lo que los niveles de motivación de los docentes se precipitarán a la baja, perjudicando, más allá del desempeño docente, los procesos de aprendizaje de los estudiantes que tiene a su cargo.
En la actualidad, con la era del internet, se reproduce abundante información renovable y desechable, para ello se requieren profesionales competentes que gestionen esos contenidos, logrando mayor aprendizaje autónomo en sus estudiantes. Por lo tanto, es necesario valorar la labor que ejerce el docente, no solamente reflexionar en el día del maestro (6 de julio en el Perú), sino reconociéndolo como un profesional de servicio a la sociedad, con importantes funciones y méritos. Es el docente actual es el que se crea y se transforma con sentimientos de compromiso, optimismo y vocación, mas no se puede omitir el hecho de que, como cualquier trabajador, el docente debe ser respetado y no precarizado en todo sentido, posicionándolo en el lugar que merece y la labor de educar cumple fines importantísimos y cualquier estado preocupado por el devenir de sus ciudadanos no debe reparar en crear las condiciones para que se imparta una buena educación, y una de ellas es empezar hoy día por dar un trato digno a sus docentes.
Bibliografía
Árias, F. & Gonzáles, M. (2009). Estrés, agotamiento professional (burnout) y salud en profesores de acuerdo a su tipo de contrato. Ciencia y Trabajo, 33, 172–176.
Bermejo-Toro, L. & Prieto-Ursúa, M. (2014). Absenteeism, burnout and symptomatology of teacher stress: sex differences. International Journal of Educational Psychology, 3(2), 175-201.
Marqués, A., Lima, M. & Da Silva, A. (2005). Fuentes de estrés, burnout y estrategias de coping en profesores portugueses. Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, 21(1-2), 125-143.
Bandura. A. (1997a). Self-Efficacy in changind societies. Cambridge, Cambridge University Press.
Bandura, A. (1994). Self-efficacy. In V. S. Ramachaudran (Ed.),Encyclopedia of human behavior (Vol. 4, pp. 71-81). New York: Academic Press. (Reprinted in H. Friedman [Ed.], Encyclopedia of mental health. San Diego: Academic Press, 1998).
Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/vocacion-y-compromiso-docente-por-encima-de-los-factores-de-riesgo-en-la-educacion-peruana