Roberto Iglesias y José Tamarit son dos referentes de la Sociología de la educación a Nivel nacional. Pasaron por Salta y opinaron de todo.
América del Sur/Argentina/lagacetasalta
José Tamarit Roberto Iglesias, son dos referentes de la Sociología de la educación a Nivel nacional. Ambos trabajaron con Paulo Freire, el pedagogo más importante que ha tenido Latinoamérica. Y esta semana participaron en Salta, de un encuentro sobre educación, organizado por profesionales que trabajan en terciarios en la provincia (el detalle no es menor, pues muchos profesorados están actualmente en jaque, por una disposición local).
– El título del Encuentro, en homenaje a Freire, es “A 50 años de la Educación como práctica de la Libertad”. ¿Qué avances y retrocesos hubo en el sistema educativo argentino en estos años?
Iglesias: Depende de la movilidad de las provincias donde se analice. Eso, justamente en ese libro, que es el primer libro de Pablo Freire, él habla de tipos de sociedades en transición o más cerradas o abiertas. Y lo hizo hace 50 años en Brasil. Yo creo que en América Latina siempre hay intentos de abrir sociedades porque tenemos algo que quizás venga de nuestros antepasados, de los pueblos originarios, que por lo general presentaron batalla, presentaron lucha; aunque el capitalismo es muy fuerte en domarnos. Entonces se reproduce esta lucha de pobres contra ricos, de burgueses contra proletarios, de oprimidos y opresores, permanentemente. Y el capitalismo busca que los oprimidos no se sientan oprimidos y que crean que pueden acceder a ciertos bienes, como tener un celular, para que con eso se conformen. Y son muy inteligentes en eso y han avanzado bastante. Entonces en sociedades muy conservadoras lo que pasa es que no hay cambios, hay una gran resistencia a cambios transformadores, en cuanto a las estructuras sociales.
Tamarit: En términos generales, y no me refiero solo a Argentina, sino a todos nuestros pueblos latinoamericanos, la relación entre los procesos políticos y los procesos pedagógicos y los caminos que van tomando las experiencias educativas es muy estrecha. Entonces, cuando vos tenés a un estado que empuja una educación popular activa y movilizadora y transformadora, eso se replica; Freire tuvo una experiencia en Brasil muy rica; fue funcionario, desde donde además pudo apreciar la dificultades que hay, aunque estés en el Estado, por la resistencia de los sectores dominantes, a las modificaciones. Si uno analiza lo que está pasando hoy en América Latina y lo que pasaba hace tres o cuatro años, donde había todo un grupo de países muy importantes, como Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil, y Venezuela, que impusieron para bien muchas cosas…. Hoy ya estamos viviendo otras realidades. Entonces las perspectivas de lo pedagógico han cambiado.
Iglesias: De hecho, se está impulsando una ley de Educación totalmente conservadora. Porque la educación tiene que ser libre, y eso quiere decir que vos podés pensar como quieras, yo puedo pensar como quiera, y nadie tiene que prohibirte pensar. En un sistema opresor tenés que pensar como piensan los de arriba, la función de un sistema educativo conservador es hacer que los chicos piensen como piensan los ricos. Esto es terrible y se ve más en las escuelas de los barrios marginales, donde los obligan a hablar como hablan los gobernantes.
«La función de un sistema educativo conservador es hacer que los chicos piensen como piensan los ricos», dijo Iglesias.
-Este año el gobierno de Buenos Aires amagó con poner a personas voluntarias para reemplazar a los maestros que estaban de paro. Estaba la idea de que cualquiera puede pararse frente a un aula, cuando a nadie se le ocurriría llamar a un voluntario para pilotar un avión o hacer una cirugía. ¿Por qué existe ese desprecio intelectual hacia el maestro?
Iglesias: Este es el problema del liberalismo, y los gobiernos neoliberales y neoconservadores que no les interesa absolutamente nada que tenga que ver con una educación crítica y liberadora. Ni una educación que permita pensar. A nosotros nos pasa en San Luis, cuando se habla de San Luis se habla de las autopistas y es cierto, pero cuando vas a un hospital tenés que llevarte las sábanas para internarte, porque no hay. Vas a las escuelas y están destruidas. No hay maestros, no hay nombramientos, los sueldos son bajísimos. Entonces es esa concepción neoliberal… salvando las distancias, a mí siempre me pareció que el autoritarismo tenía que ver con el cemento. La dictadura hacía puentes, hacía rutas, todo con el cemento y a estos gobiernos feudales también les da por reflejarse en el cemento. Pero el cemento no son las personas.
Tamarit: El hecho particular de promover maestros y profesores inventados, voluntarios entre comillas, fue un disparate desde todo punto de vista, no solo por el desprecio al docente, sino que fue un disparate como actitud política y marketinera. Fue un horror del gobierno. Uno a partir de ahí puede decir cómo piensan estos tipos, pero además fue un disparate político, fue tan absurdo que nadie acompañó esa idea. Apareció, me acuerdo, un personaje del proceso, represor, fue el primero que se ofreció y fue el quemo total para ellos.
Iglesias: fue un intento de disciplinamiento. Lo que pasa es que toda sociedad tiene un punto de rebeldía, hay puntos de límites que se los ponen a todos los gobiernos.
– Hablando justamente de rebeldía, en Capital Federal los alumnos tomaron muchos colegios. Qué opinan de esa reforma.
Tamarit: Estudiantes que llevan adelante este proceso contra la reforma marcan en cinco o seis puntos de la reforma a los que se oponen. Es una reforma profundamente conservadora, descalifica al docente porque le quita la mitad de presencia con los alumnos, la infraestructura de los colegios no están en este momento adaptados a lo que pretenden con esa reforma y salen electoralmente a largar a lo loco. Eso es otra cosa que hace este gobierno, quiere implementarla en dos o tres meses, sin discutir con nadie. Es indispensable que se realice un proceso, un congreso pedagógico, donde se discuta durante meses, durante haya presencia de los estudiantes y de los profesores , de las distintas instancia de la comunidad educativa y que sea un congreso vinculante.
Iglesias: No recuerdo en mi vida haber visto un operativo tan fuerte de los medios de comunicación alrededor de dos temas. El de los mapuches y este de los estudiantes. Gente que era progresista, como Lanata…. Los paros de los maestros están prohibidos, cortar la calle está prohibido… ¿entonces cómo te vas a manifestar?… Ahora están contra del anarquismo. Nosotros somos anarquistas de alguna forma, tipos como nosotros. A Longobardi lo escuché decir que el Anarquismo era una ideología del silgo XIX. ¿Y el liberalismo de cuándo es? Es del siglo XVIII y sigue vigente. El Anarquismo moderno no va solo contra el estado, es el que dice NO. Esto no, esto no, esto no, y a todos los gobiernos les molesta la palabra “No”.
El Anarquismo moderno no va solo contra el estado, es el que dice NO. Esto no, esto no, esto no, y a todos los gobiernos les molesta la palabra “No”.
Hace unas semanas concluyó en la Corte Suprema la audiencia por la Educación Religiosa, que en Salta ya es una realidad: Se enseña catolicismo en las escuelas públicas. ¿Qué opinan de esto?
Iglesias: Yo estudié en un colegio católico, en Buenos Aires, un colegio jesuita. Estudié sociología en la Universidad Católica, y tuve toda una trayectoria Católica. Hoy ya no soy católico y siempre me opuse fervientemente a mezclar religión con el Estado. Es más, yo creo que de una vez por todas habría que desligar el apoyo económico del estado a la religión católica. Entonces, me parece un atraso cultural e ideológico muy fuerte. Yo no me quiero meter en la interna de Salta, porque no conozco a nadie, pero como concepto uno manda a los hijos a las escuelas del estado para que se eduquen en lo público, entonces vos no podés meter allí una educación religiosa. Te digo más, yo a mis hijos mayores a casi todos les hice hacer la comunión, y en la escuela pública donde iban, había dos maestras de catecismo que las mandaba el obispo y yo los saqué y los mandé a un catequista particular.
Tamarit: Yo creo que es un anacronismo absoluto. Porque el tema de la educación religiosa, confesional, en las escuelas públicas… porque en las escuelas privadas cada uno hará lo suyo, pero en la educación pública, durante décadas fue una cuestión separada. Tendría que venir un gobierno con particularidades ultraconservadoras para tratar de imponer la educación religiosa. En el año 58, que estaba Frondizi, el ministro de Educación de Buenos Aires largó eso y se armó un escándalo y tuvo que pegar la vuelta porque era escandaloso. Que a 70 años de eso se discuta la educación religiosa es un anacronismo.
Fuente: http://www.lagacetasalta.com.ar/nota/90223/actualidad/segun-especialistas-educacion-atraso-cultural-e-ideologico-meter-religion-escuelas.html