DE LA EDUCACIÓN Y SUS ALREDEDORES
No me refiero a ninguna reunión de gabinete del Gobierno nacional, por supuesto. Sino a la de todos los ministros y ministras de Educación de América Latina y el Caribe, invitados a encontrarse en Cochabamba, desde ayer, por un par de días.
¿El propósito? Acordar medidas para que, efectivamente, la educación tenga un lugar central en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Si revisáramos uno por uno los 17 objetivos, hallaríamos que la educación juega un rol clave en cada uno de ellos. Poner fin a la pobreza, por ejemplo, supone, entre otras cosas, tener hombres y mujeres empoderados y habilitados para generar bienestar en sus familias y en la sociedad. Lograr el hambre cero, implica que la población adquiera conocimientos y habilidades para desarrollar prácticas agrícolas sostenibles. Disfrutar de buena salud, requiere población capaz de adoptar medidas preventivas, entre otros aspectos. Igualdad de género, agua limpia y saneamiento, trabajo decente…, en fin, son diecisiete aspiraciones de la humanidad que son compromisos de los Estados y los gobiernos. Revísenlas, apreciados lectores y lectoras y díganme una sola de ellas que no tenga que ver con la educación.
El cuarto de los objetivos, el ODS4, se refiere específicamente a una educación inclusiva y de calidad que “no deje a nadie atrás”. Par de líneas que se escriben y leen muy rápidamente, que sintetizan el derecho de todos a la educación y la responsabilidad del Estado para garantizarla a sus ciudadanos, sin ninguna exclusión.
Cambios críticos deben realizarse en los sistemas educativos para adaptarlos a la óptica del desarrollo sostenible, y para aplicar el paradigma del “aprendizaje a lo largo de toda la vida”, en la parte que les corresponde.
Porque surge la pregunta: ¿todo lo que necesitan de educación los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible tiene que ser proporcionado por las escuelas? Personalmente no creo que pueda ser así. A duras penas pueden las escuelas con los aprendizajes básicos ¿cómo podrían asumir la responsabilidad de todos los aprendizajes a lo largo de la vida? Estos van más allá de la escuela. Por tanto, no creo que sean los ministerios de Educación que deban ser los responsables…
Significa, dicho de una manera sencilla, que hay que repensar la educación no sólo como una tarea de las escuelas y de los docentes en un período determinado de la vida. Por creerlo así, toda necesidad nueva de conocimiento que va apareciendo en la sociedad, es trasladada a la escuela y a los programas escolares… Los que, por estar atiborrados de tantas cosas por saber, de tantas habilidades por dominar, de tantas actitudes y valores por cultivar… dejan de hacer lo más importante, como dominar los instrumentos para pensar críticamente, para preguntar e investigar, para aprender a trabajar en equipo…
Los aprendizajes a lo largo de la vida… tienen que formar parte constitutiva del conjunto de servicios sociales. A quien le toca administrar el agua, le corresponde generar mecanismos de educación ciudadana para que los beneficiarios de ella aprendan a usarla. No tiene sentido enseñar el amor y el respeto a la biodiversidad y a la madre tierra, si una medida política busca partir en dos la selva con una carretera. No vamos a seguir revisando los 17 objetivos del desarrollo sostenible y las responsabilidades estatales sobre ellos, porque esta columna no alcanza. El pensamiento que quiero compartir con mis lectores es que la educación no es una tarea de la escuela, solamente, sino de toda la sociedad, no es responsabilidad solamente del ministerio de Educación, sino de todo el aparato estatal. Eso es repensar la educación.
Los sistemas educativos a duras penas pueden cumplir sus actuales cometidos. El asunto es cómo el conjunto de actores sociales vuelven educativas y transforman en oportunidades de aprender todas sus acciones en los 17 campos del desarrollo sostenible.
Los ministros participantes firmarán la que, probablemente, se denomine la Declaración de Cochabamba y formularán recomendaciones de políticas nacionales y regionales. Lo que esperaría que hicieran no es recomendar más políticas educativas, sino demandar que las políticas sociales, económicas, medioambientales… sean educativas. Eso es colocar la dimensión educativa en todas las acciones del desarrollo sostenible.
El autor es doctor en pedagogía
Jorge.riverap@tigomail.cr
Fuente: http://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20180725/columna/ministros-cochabamba
Imagen tomada de: https://www.boliviaentusmanos.com/noticias/images/2507180912345672.jpg