Las microcredenciales están apoyando la diversificación de la fuerza laboral, pero aún enfrentan muchos desafíos.
En la última edición del reporte Edu Trends se describe a las microcredenciales como «certificaciones digitales que ofrecen evidencia de que un individuo ha dominado una habilidad o área de conocimiento específica. Una vez terminados los requerimientos específicos de la microcredencial, el usuario usualmente recibe un certificado digital como prueba de finalización».
Por lo general, las microcredenciales tienden a estar más enfocadas en habilidades específicas y orientadas al trabajo que los cursos universitarios, lo que puede ser muy beneficioso para las personas que están interesadas en el aprendizaje continuo o que buscan aprender una habilidad específica.
Según Credential Engine, una organización sin fines de lucro que desarrolló un registro de credenciales alternativas, existen cerca de 750,000 microcredenciales tan solo en los EE. UU. Además, son ofrecidas por todo tipo de organizaciones, desde IBM, Google (Crecer con Google), Apple y Amazon (AWS Educate), hasta la Asociación Nacional de Pisos de Madera (NWFA por sus siglas en inglés). Estos cursos están siendo distribuidos por diferentes instituciones de educación postsecundaria. Siendo los más populares aquellos que están en el campo tecnológico, así como en habilidades poderosas, como la resilencia.
Para estudiantes y profesionales, las microcredenciales son una oportunidad para mostrar sus habilidades cuando intentan conseguir un trabajo, especialmente porque les ayuda a demostrar su conocimiento en una competencia o habilidad específica.
Por otro lado, uno de los desafíos del campo de las microcredenciales implica enumerar y especificar aquellas habilidades blandas (soft skills en inglés) adquiridas en estos cursos. Es por eso que las universidades, instituciones y organizaciones que entregan este tipo de credenciales deben examinar el tipo de conocimientos y competencias “suaves” que requieren los empleadores, para tomarlo en cuenta a la hora de crear y emitir este tipo de credenciales.
Otro gran desafío que enfrentan las microcredenciales es la falta de control de calidad. Dado que el campo se está expandiendo rápidamente, el reto a superar será asegurarse de que todas las credenciales tengan un valor efectivo y sello de calidad.
Aún así, las microcredenciales son una excelente manera de continuar aprendiendo o de enfocarse en un tema específico. También ayudan a diversificar la fuerza laboral al ofrecer vías alternativas de formación, especialmente en un momento donde cada vez son más las empresas que no requieren un título universitario para contratar personal.
Si quieres conocer más información sobre este y otro tipo de credenciales alternativas, descarga el más reciente reporte Edu Trends sobre esta tendencia.
Fuente: https://observatorio.tec.mx/edu-news/son-las-micocredenciales-una-solucion-educativa-para-todos